2011 chilet y rebolledo rd3 pensamiento

Page 1

Marcos Chilet

Diseñador de la Pontificia Universidad Católica de Chile _Licenciado en Artes de la Universidad de Chile _ Director de Diseño, Sentidos Comunes y Socio ONG Reconstruye Designer, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Bachelor in Arts, Universidad de Chile _ Design Director, Sentidos Comunes and partner of NGO Reconstruye

Cada color tiene su propia personalidad, que lo hace capaz de conectarse con nuestras emociones, representar y comunicar ideas, sentimientos e incluso movilizarnos hacia ciertas conductas.

para que sean aplicados al concepto y finalmente al diseño. Lo peculiar que tiene este proceso es que la mayoría de las veces no es necesario que exista una coincidencia temática entre la imagen inicial y el concepto al que se aplicarán los colores extraídos. Un paisaje o un detalle de una fotografía cuyos colores funcionen abren la posibilidad de que esas mismas tonalidades sigan funcionando en un impreso, en una página web o en un objeto. La segunda modalidad es la llamada carta de colores, que tiene una finalidad técnica. Su elaboración final corresponde a un grado mayor de desarrollo del proyecto, ya que en ella se exhiben todos los colores que se incorporarán a un determinado diseño, ordenados y sin restricciones en cuanto a la cantidad, en muestras separadas por un espacio mínimo que permita la apreciación de cada color, reduciendo los efectos de la interacción cuando se encuentran en contacto o rodeados de otros. Su finalidad es especificar cada tono propuesto, por lo que cada color se acompaña de un código de referencia, número, letra o dosificación de cantidades que permita su conversión a algún sistema de reproducción. En algunos casos, cuando su extensión no supera la docena de alternativas, la carta de colores también puede cumplir la función de la paleta de un proyecto. Eso sí, junto con entregar la información técnica que facilita la

reproducción, debe expresar al concepto en que éste se basa.

La fidelidad del color La elección de los colores, ya sea apoyada por las modalidades antes descritas o por otras metodologías con un mayor o menor grado de aporte intuitivo, es recién el inicio de un complejo proceso que permitirá la incorporación definitiva de los colores en el diseño propuesto. Queda aún por enfrentar la siguiente etapa, donde frecuentemente se producen las mayores pérdidas de fidelidad del color. Esto se debe, generalmente, a que el diseñador no ha especificado con información que sea decodificable por quien produce su diseño, o a que quien lo fabrica no tiene las capacidades técnicas para hacerlo. Para entrar en la raíz de esta problemática es necesario partir de un principio biológico muy básico: nuestro cerebro no tiene la capacidad de memorizar el color, tal como puede hacerlo con una melodía o un aroma; siempre necesitamos verlo y compararlo para saber si se trata del mismo, por lo que los esfuerzos se centran siempre en encontrar lenguajes descriptores del color para comunicarlo. Otro factor de gran incidencia en la pérdida de fidelidad que sufre el color desde que lo imaginamos, escogemos y su resolución final en el diseño propuesto, es que en este proceso ocurren varios cambios de medio. Así, por ejem-

plo, en el diseño gráfico, podemos partir de un bosquejo hecho con lápiz y coloreado en el papel, es decir, pigmentos sobre una superficie expuestos a la iluminación del ambiente, o trazar directamente en el computador en que el papel es una pantalla retroiluminada y los colores son tres luces que se combinan (RGB). De acuerdo a cómo se visualizan en pantalla se toman las decisiones respecto de los colores, siendo que la información digital será enviada luego a una impresora o imprenta, que volverá a convertir los colores en puntos de pigmentos sobre un papel (CMYK). Estos cambios de medios producen grandes distorsiones y pérdidas de tiempo al tratar de igualar los colores llamados de entrada, o sea, los que contiene el archivo digital que hizo el diseñador, y los de salida, que son los que es capaz de producir el dispositivo de impresión. Este ejemplo refleja la necesidad de que los diseñadores reciban en su formación conocimientos sólidos acerca del manejo del color, que orienten sus decisiones, minimicen las pérdidas de fidelidad, disminuyan los tiempos y den más fluidez a la materialización de sus obras. El trabajo con el color es un desafío creciente para los diseñadores, ya que el desarrollo tecnológico nos abre día a día nuevas posibilidades de incorporarlo en nuevos soportes y aportar con ellos experiencias estimulantes a los usuarios. dna

Nicolás Rebolledo

Arquitecto de la Pontificia Universidad Católica de Chile _ Profesor de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Andrés Bello _ Director de Desarrollo, Sentidos Comunes y socio de ONG Reconstruye Architect, Pontificia Universidad Católica de Chile _ Academic, Faculty of Architecture, Art and Design, Universidad Andrés Bello _ Director of Development, Sentidos Comunes and partner of NGO Reconstruye

1 Bibliografía Ambrose, Gavin y Paul Harris. (2005). Color. Barcelona: Parramon Ediciones SA. *Albers, Josef. (1998). La interacción del color. Madrid: Alianza Editorial. A.A.V.V. (2003). Colores digitales para internet y otros medios de comunicación. Barcelona: Ava Publishing. *Delamare, Francois y Bernard Guineau. (2000). Los colores, historia de los pigmentos y colorantes. Barcelona: Ediciones B.S.A.. *Eiseman, Leatrice. (2006). Color: Messages and meanings. Gloucester: Hand Book Press. *Gage, John. (1993). Color y Cultura. Madrid: Ediciones Siruela. González, José María; María del Mar Cuevas y Blanca Fernández. (2005). Introducción al Color. Madrid: Ediciones Akal. *Terry Lee Stone; Sean Adams y Noreen Morioka. (2008). Color Design Workbook. Massachusetts: Rockport Publishers.

En la última década, el “pensamiento de diseño” ha sido incorporado en el currículo de las escuelas de negocios más prestigiosas. El mundo productivo de vanguardia ve en este tipo de conocimiento emergente un aporte valioso para la capacidad de innovación, ya que reconoce en él la aptitud para observar los detalles de la vida cotidiana y sintetizarlos en nuevas cosas, imágenes o experiencias, entendiendo que nuestro habitar se encuentra en lo particular, que no existen formas naturales y definitivas de aprehender el entorno y que la anatomía biológica con la que contamos para vivir está preparada para lo específico, lo cotidiano y lo finito. El área en la cual se ha introducido el concepto “pensamiento de diseño” en el escenario econó-

mico contemporáneo corresponde a la innovación, la cual bajo la definición de Schumpeter de mediados del siglo XX aún es entendida como un proceso de destrucción creativa, donde la creación de nuevos productos, mercados y monopolios —a merced de la obsolescencia de lo común— es un hecho esencial del devenir y de la consolidación del capitalismo y una condición sine qua non para lograr el éxito empresarial. La Innovación primero y el “pensamiento de diseño” después son respuestas recientes a un problema instalado desde la Revolución Industrial en adelante: ¿Cómo organizar de manera más rentable los dominios específicos de la vida social con las posibilidades cambiantes que van otorgando las industrias y tecnologías de turno?

*Sanz, Juan Carlos y Rosa Gallego. (2001). Diccionario Akal del Color. Madrid: Ediciones Akal. Starmer, Anna. (2005). Color Scheme Bible. Nueva York: Firefly Books. Tornquist, Jorrit. (2008). Color y Luz. Barcelona: Editorial Gustavo Gili.

124 DISEÑA enfoques

REVISTA DISEÑA 3 IMPRENTA.indd 124-125

125

27-09-12 13:47


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.