MI CIUDAD – JULIA BONDAR

Julia Bondar

BARCELONA

Barcelona se convirtió en mi casa hace unos 5 años, cuando mi marido Andreas y yo decidimos mudarnos de Kiev (Ucrania) para experimentar la vida desde un punto de vista distinto, aprender y conocer nuevas culturas.

De adolescente, España se me presentó a través del cine de Pedro Almodóvar. Sus escenas eran muy diferentes al entorno en el que yo me estaba criando. Así que, cuando al nal tomamos la decisión de venir a España, me emocioné, ya que parecía que el destino me quería llevar al lugar donde de pequeña siempre había imaginado a mi “yo mayor”.

Elegimos Barcelona por su naturaleza, su clima templado y, por supuesto, su vívida escena electrónica. En estos 5 años, Barcelona me ha revelado sus distintos rostros. Amo muchos de ellos, pero hay otros que pre ero evitar.

Nunca me encontrarás en lugares como La Barceloneta, El Raval, El Born y el Gótico. El abrumador ujo turístico hace que estos lugares me resulten insoportables y sucios. Además, me parece que no re ejan la ciudad real en absoluto.

Hablemos de la Barcelona catalana, más auténtica, la que más me gusta. Vivo cerca del Mercado de Sant Antoni, lo que me permite vivir una experiencia de ciudad completa. Voy de compras al mercado todos los sábados. Las colas son largas y se necesita mucho tiempo para comprar pescado, carne y verduras. Me encanta observar a los vecinos y formar parte de la vida del barrio.

Amo mi barrio de Sant Antoni porque, cogiendo cualquier dirección desde mi casa, puedo llegar a todos mis lugares favoritos. Uno de los destinos que más suelo frecuentar con mi familia es la calle Enrique Granados. Considero que esta es una de las calles más bonitas de la ciudad, en especial, por la arquitectura, las galerías y restaurantes de alto nivel como Robata, Boa Boa, Green & Berry, y los tacos de camarones de La Plancheta, que son muy recomendables. Además, me encanta la elegancia con la que se viste y huele la gente en esa zona.

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Me fascina lo verde que es Barcelona y lo fácil que resulta poder encontrar un lugar repleto de árboles y respirar un aire más fresco. El Parc del Laberint d’Horta es muy tranquilo en su romanticismo neoclásico. Voy allí durante los días grises de otoño o cuando empieza la primavera para disfrutar de las hermosas estatuas que me esperan en cada esquina al deambular por el laberinto. Cada rincón de Montjuïc es mágico. Me encanta explorarlo desde el Cementerio de Montjuic hasta El Teatro Griego.

La zona de Collserola vibra de tranquilidad. Disfruto yendo de excursión o simplemente yendo a caminar por la Carretera de les Aigües con sus impresionantes vistas. Los pinos de hoja perenne a lo largo del camino liberan un aroma mediterráneo muy especial.

Otro de mis lugares favoritos es Santa Coloma de Gramenet. Se caracteriza por edi cios industriales urbanísticos construidos para las familias de clase trabajadora y tiene una vista increíble de la ciudad, ya que está situado sobre la montaña verde que rodea a Barcelona.

La cultura musical en la ciudad es muy acogedora para los artistas de diferentes géneros. Normalmente, trato de concentrar mi energía en ver actuaciones de artistas especí cos y, por eso, pre ero los conciertos a los festivales. Nada es comparable con Razzmatazz y la variedad de artistas que presenta, pero dado que me encanta la música electrónica underground muy especializada, Meteoro es para mí el lugar perfecto al que ir a dejarte llevar por su entorno vampírico y su audiencia amigable, disfrutando de un ambiente acogedor a la par que oscuro. Por último, pero no por ello menos importante, cabe destacar el Moog, un club underground legendario, con una gran selección de DJs y artistas invitados, y donde recuerdo, con especial cariño, uno de mis conciertos más locos.