15 minute read

CALIFATO 3/4

Elêttrónica con raíçê

Autor: EDUARDO P. WAASDORP Foto: ADRI OFFDELCAMPO Estilismo: LEANDRO CANO

034

Califato 3/4

En los últimos años se ha estado gestando un proyecto musical realmente único. Una perspectiva de crear música que aúna la electrónica más vanguardista con las raíces musicales más profundas de una de las zonas culturalmente más ricas y menospreciadas de España: Andalucía.

Hablamos, como no, de Califato 3/4. Este grupo de amigos (músicos, productores y DJs) se juntó hace ya unos años para crear esta amalgama única y genial de música cargada de influencias de la cultura andaluza, uniendo los breaks más vanguardistas con fandangos, bulerías, música de semana santa y una larga lista de interesantes confluencias para crear un imaginario único.

Ante la publicación de su impresionante ‘La Contraçeña’, quisimos llamarles para conocer al Califato un poco mejor. Compuesto en su núcleo por Manuel Chaparro, Esteban Espada, Curro Morales, Sergio Ruiz y Lorenzo Soria, y orbitado por una lista bastante larga de colaboradores y amigos, hablamos con Curro, Esteban y Loren (que hablan como si fueran uno) para que nos cuenten un poco mejor de dónde viene y hacia donde va este brutal proyecto irrepetible e inclasificable. ¡Música, maestros!

035

Para empezar quería preguntaros, ¿Como fue el bolo de Jaén? Era vuestra primera actuación en mucho tiempo… Si, al menos desde noviembre. El último que hicimos fue en Madrid, un poco ya al límite, que fue cuando se dejaron de hacer cosas. La gente tenía muchas ganas, estaba muy entregada. Había mucha expectación, gente que venía de Almería, de Granada, que se cogió el coche porque les apetecía venir. Se pegaron una buena ruta para venir y llenaron el teatro. La gente está que ya no aguanta más, esta situación de pandemia va a pasar ya el año y es complicado…

A nivel logístico, sobre el escenario, ¿cambió algo? ¿Os obligan a estar a distancia o algo? No, no sobre el escenario. Las medidas se aplican al público, especialmente nos han dicho que no nos podemos juntar con ellos, hay que estar separados. Nosotros además hacemos vida familiar entre todos, pasamos todo el día juntos. Nos vemos más entre nosotros que a nuestras madres (risas). Incluso desde el año pasado, cuando fuimos a Barcelona, fueron 12 horas de furgoneta… estamos siempre juntos.

Me imagino que de entrevistas estáis hasta arriba… Habéis salido en Vogue, en La Resistencia de Movistar+, portada de MondoSonoro, La Razón, ABC… En prácticamente todos los periódicos de España y ahora en DJ Mag. ¿Cómo ha sido todo este proceso? Tenemos un buen equipo de prensa, con Alan de Raso y Kuke de Taste THe Floor, que se lo han currado mucho. Aparte de que el grupo ya va teniendo más recorrido y la gente quiere saber más de nosotros, la repercusión también es trabajo de ellos. Nosotros lo de la prensa lo llevamos bien, agradecidos. Y aunque canse un poco lo de hacer cinco entrevistas seguidas algún día, y te preguntan lo mismo (aunque haya alguna más interesante), es bastante mejor que estar cargando sacos de cemento (risas). Estamos muy agradecidos. Aunque a veces también nos gustaría hablar más de música…

¿Qué no os han preguntado todavía? Nos han preguntado de todo. ¡Preguntad lo que se os venga a la cabeza, sin filtro alguno! De las mesas de mezcla no nos preguntes de faders vs. mesas rotatorias, que nosotros ¡siempre de faders! (risas).

¿Cómo os conocisteis? Porque cada uno viene de un ámbito diferente… Sergio (Serokah, Stay Puft) viene de BSN; que Curro se hacía llamar S Curro, además de cantar en el grupo de rock Narco; y que The Gardener, Chaparro, que es productor… Nosotros nos conocemos de la escena en Sevilla, de pinchar, de organizar fiestones y de las raves. El Califato es el resultado de la unión de gente de diferentes colectivos. Curro fue el fundador, con Guillermo (Guille Corrosive) y Chaparro (Breaking Bass), Lorenzo Soria (Industrias 94), Esteban Bove (LIE Radio). Curro, por ejemplo, es más conocido por Narco y por S Curro (cantar y rapear), pero en verdad lleva produciendo electrónica y

pinchando por toda España desde hace muchos años, pero era más un hobby. El punto que tenemos todos en común son los ritmos rotos, el royo UK Bass en general, el garage, el dubstep… El rollo de Londres y Bristol, acabando en Barbate.

A nivel producción y directo, cada uno hace cosas diferentes. ¿Quién hace qué? En efecto, es totalmente diferente lo que hacemos a la hora de crear la música y luego interpretarla. A la hora de hacer la música tenemos una configuración: Curro es el productor que ordena las ideas que todos van aportando, dándole una estructura; Serokah es el que diseña el sonido; Esteban es quien trae casi todos los samples; Loren hace tema de batería, de sonidos. Cada uno tenemos una parte. Es todo muy libre.

En directo, en cambio, cada uno tiene que coger un instrumento. Curro toca la guitarra desde chico; Esteban toca el bajo; Serokah, el teclado y los sintes; Chaparro es como nuestro Keith Flint; Loren hace las pistas de percusión; a veces llevamos a Rosana Pappalardo que pone voces, que es la que canta bien; y Guille Iniesta, que es quien toca la guitarra flamenca. Esa es la estructura básica del directo, más allá de que podamos llevar algunas voces más, o a Araceli Morales, que es la hermana de Curro, que toca el violín. Cada uno ha tenido que coger una cosa para poder dividirnos. Sino, hubiéramos tenido que contratar a 30 músicos y ya somos muchos (risas).

Aunque en ‘L’ambôccá’ erais alguno más… Sí, en ese momento estaba metido también Broken Lip (BSN Posse), pero llegó un momento en que él no podía estar viajando tanto como Serokah para juntarnos, él tiene su vida en Málaga y este ritmo no le cuadraba tanto. También está Diego Caro (Diego94), que ahora vive en Barcelona y aún sigue haciéndonos las videoproyecciones cuando actuamos, pero que no está en nuestro día a día. El Califato tiene varias esferas: está el núcleo y luego varias personas que van orbitando y se implica a diferentes niveles. También, como conocemos a tanta gente, las colaboraciones son fruto de eso.

Luego está la plataforma desde donde ha salido todo al mundo: Breaking Bass Records. ¿Qué nos podéis contar de la plataforma? El sello lo creó Curro y cuando no pudo hacerse cargo tan de cerca del proyecto, buscamos a alguien que se hiciera cargo del día a día. Ese alguien es Manuel A. López, que era un DJ del colectivo y que se implicó mucho en todo el trabajo y es hoy en día quien se encarga de todo lo referente al sello y al propio colectivo…

O sea que literalmente os habéis auto editado… Efectivamente. Es todo auto-gestionado. Breaking Bass es nuestro. La primera referencia fue de Curro, cuando hacía grime, hace unos 4 años.

Metiéndonos a lo que suena Califato 3x4 y vuestro último trabajo, ‘La Contraçeña’, de todas las influencias que habéis mencionado en otras entrevistas tenemos sevillanas, seguiriyas, bulería, soleá, jota aceitunera, pasos de semana santa, flamenco y breakbeat, con algo de punk rock también… Además de la mezcla de influencias de las culturas que han poblado Andalucía: árabes, judíos, cristianos y lo que se vive en la actualidad. ¿Cuántos experimentos habéis tirado a la papelera antes de llegar al sonido que tenéis ahora? Ninguno (risas). Todos los temas que han salido de Califato son los que hemos hecho. No ha habido ningún descarte. Salió todo de ponernos moraos y lo que hicimos es lo que está ahí. En el primero (‘L’ambôccá’) fueron seis temas; en el segundo (‘Puerta de la Cânne’) fueron 12; y en este (‘La Contraçeña’) las 13 que salieron en esta reunión. Las demos que salen cuando nos juntamos las trabajamos y son las que publicamos.

036

Pero, ¿cómo fue el proceso de llegar al sonido que tenéis ahora? Ya por separado cada uno había hecho un camino previo de experimentación. Todos habíamos hecho cosas antes que tenían que ver con el tema de la fusión. Cuando nos juntamos eso permitió que todo fuera del tirón. El punto de partida puede ser cualquier cosa: un sample, un riff, una percusión, una letrilla, un palo de flamenco o la idea de hacer un fandango o una guajira.

Este sonido, entonces, lleva muchos años gestándose en vuestras cabezas… Es que aquí en Andalucía hay toda una escuela de ritmos rotos, que viene de muy lejos. Por ejemplo, de sitios como la Fábrica de Colores y de las sesiones de hardcore, que vinieron por la influencia de los primeros discos de The Prodigy, por la cultura de las cintas (ya que ni los más mayores del grupo, como Curro o Chaparro, tenían edad para ir a los eventos, pero se fueron empapando de esas influencias). Luego vino la movida del breakbeat, en la que Curro se compraba cintas del Festival Feria de Sevilla o Lady Packa. Y

luego yendo a fiestas de artistas como Junkie XL, Electrodrummers o Bockors siendo más mayor.

Lo cierto es que la cultura del breakbeat y los ritmos rotos en Andalucía se ha desarrollado mucho más que en el resto de España. ¿Por qué creeis vosotros que ha habido tanta influencia de ciudades como Bristol o Londres y su movida? Creemos que tiene que ver con la gente que venía a veranear aquí, de Inglaterra. Pero también por la naturaleza de la música tradicional andaluza, que siempre ha girado en torno a los ritmos sincopados y rotos. Aquí ha entrado mejor ese tipo de música porque aquí estamos todos acostumbrados a oír esos patrones desde chicos, porque la música tradicional de aquí es rota. Por eso, a lo mejor, esa electrónica nosotros la hemos entendido mejor que de Despeñaperros para arriba. Por eso aquí entró mejor y se desarrolló de esa manera. Es muy curioso que mientras en el norte o incluso en Levante tuvo más entrada el 4x4 machacón, aquí lo que ha habido es ritmos rotos a tope.

037

Que eso no quiere decir que aquí no haya habido techno, pero ha sido más característico lo otro… ha marcado más a la gente.

Ahora que habláis de ritmos sincopados, habéis mencionado al fallecido Sergio Larriñaga como una gran influencia en varias entrevistas. Él fue un compositor de marchas de Semana Santa. ¿Quizá por eso habéis podido integrar tan bien esos elementos de las marchas en vuestra música? ¿Gracias a ese parecido en los patrones percusivos? Sí. En el caso de Sergio es que fue eso. Él era una figura diferente, que se fue al mundo capillita. Era un chaval al que le encantaba el hip-hop, que le flipaba Afrika Bambaataa y que de pequeño escuchaba eso. Él se formó en el conservatorio y mezcló ese aprendizaje con el hip-hop. Por eso sus bases tienen esa frescura, que consiguió aportar al mundo capillita, revolucionándolo.

Vuestra música en general consigue el mismo efecto revolucionario, rompiendo con las métricas tradicionales y con el 4x4. ¿Vosotros creéis que, a pesar de que os definís como artistas electrónicos, el mundo de la música en general os ha prestado más atención por esos elementos? Es verdad que la escena electrónica, de DJs, en España en general es de minorías. Y solo por el hecho de formar una banda ya abre un poco el público. Además, nuestra propuesta musical es mucho más global, porque incorporamos cosas de otras músicas. Es lo curioso, que nuestras canciones llegan a un público muy, muy variado. Nosotros no hacemos solo electrónica, o flamenco, o rock. No se nos puede meter en un solo saco, porque tenemos cosas de todo. Incluso un punky

o un rapero puede sentirse identificados. Hay mucha gente que, igual que nosotros, picotea de muchos géneros y que no se siente tan encasillada. Antes ese encasillamiento era muy marcado en las escenas. Hemos conectado muy bien con la gente que tiene un gusto más variado, con la mente más abierta. Hoy los tiros van más por ahí, porque en los 80 y los 90 las cosas se encasillaban más. Las cosas se han abierto lo suficiente y el terreno se ha allanado para que llegue gente como nosotros y rompa barreras a la hora de hacer música.

Vuestro primer trabajo fue, como decíamos antes, ‘L’ambôccá’ (leído “La emboscada”); luego vino ‘Puerta de la Cânne’ (leído, “Puerta de la carne”)… Yo os conocí con ‘Crîtto de lâ Nabahâ’, que causó un gran impacto en mí porque literalmente no había oído nada parecido. No estamos acostumbrados a oír fusiones de este tipo en España. Y ahora llega ‘La Contraçeña’, en el que oímos un sonido diferente, más maduro, ¿quizá con menos sampling? Creemos que hay la misma cantidad de samples, pero lo que pasa es que hay muchas más cosas. Hay arreglos muy orgánicos, hay más instrumentos, pero samples sigue habiendo…

¿Tocáis más instrumentos en ‘La Contraçeña’ que en vuestros anteriores trabajos? Cuando llevamos al directo ‘Puerta de la Cânne’ compramos instrumentos, tocamos y practicamos más con ellos. Por eso ahora nos resulta más natural hacer los arreglos nosotros, con nuestros instrumentos.

038

También he leído que en ‘La Contraçeña hay más psicodelia y oscuridad. Esto se deriva de los meses de confinamiento… Cierto. En ‘Puerta de la Cânne’ nos lo tomamos más tranquilitos (risas), fue otro sistema. Este ha sido más intenso. Fue una fiesta de cuatro días (risas).

Porque para cada disco, os habéis juntado en un sitio diferente… Para ‘L’ambôccá’, os fuisteis a Aznalcóllar; en ‘Puerta de la Cânne’, en El Ronquillo; y para este os habéis ido a Ronda, donde alquilasteis un apartamento que ya había sido un conocido estudio de grabación, ¿no? ¿Cómo es el proceso cuando os juntáis todos? Sí. En cada uno nos hemos ido de escapada a algún sitio para desconectar. En Ronda fuimos a ‘El Choque Ideal’, un conocido estudio convertido en apartamento. En cada vez, nosotros llevamos los monitores de Chaparro, del Serokah; también las pantallas, el teclado; algunas máquinas de ácido; montamos el sistema y empezamos a poner ingredientes. Como te decía antes, como somos tantos, estamos todo el rato interviniendo, con Curro ordenando un poco toda la vorágine de ideas y de creatividad. Lo que hacemos es muy rápido, sin darle muchas vueltas. Lo terminamos y ya vamos a otro tema.

Hacerlo en una toma le da más naturalidad, ¿no? Para nosotros es lo normal. Curro, por ejemplo, ha trabajado en muchos proyectos en los que se ensayaba todo en el local, muchas veces, sacarlo, y cuando está réquete-ensayado, se grababa. Nosotros grabamos del tirón, muchas veces incluso las voces las escribimos sobre la marcha, se graban y se quedan así. Luego se aprenden para el directo. El proceso es casi inverso al que se suele hacer. Más como productores o banda de música electrónica que como de estilos tradicionales.

A nivel creativo, ¿ha habido algo positivo que hayáis sacado del confinamiento? ¡Qué va! Estábamos muy bloqueados creativamente. Hicimos un par de colaboraciones, terminamos un par de cosas, pero no nos gusta trabajar por separado. Nos gusta juntarnos. No funcionamos bien con que si llega el correo, el uno lo abre, el otro hace tal… Casi no hicimos música durante el confinamiento. Nos tiramos más bien viendo series (risas). A nosotros nos gusta la calle, estar juntos, ir al local y estar metidos todo el día en casa lo llevamos regular. Igual la gente de Noruega lo lleva mejor que nosotros (risas).

Entre los temas que más me gustaron está ‘Indiô der Cûh’, ‘Çambra der Huebê Çanto’ con Kurt Savoy o ‘Camelamô naquerâh’, con Ebla. Sin embargo os voy a preguntar por los tracks que más rompen con todo. Entre ellos, ‘Te Quiero Y Lo Çabê’. ¿Cómo surge este track, con ese mensaje tan particular a favor de las personas transgénero en su video? Este track surge por Curro, que en ese momento estaba dándole mucha caña a la obra de Genesis P-Orridge, de Psychic TV. Y el sample que usamos, que es de ‘I Love You, I Know’, lo llevó él, aunque el 60 o 70% de los samples que usamos los lleva Esteban. El sample en concreto es como la maquinilla de pelar que se oye (risas), además de la línea de bajo. Empezamos a trabajar con él, a ver qué salía, cargamos el sample y a Curro se le vino lo de Los Sobraos – que no tiene nada que ver – y cogimos la estructura de voz de Los Sobraos con la melodía de bajo de Psychic TV, empezamos a investigar y salió eso. Tampoco le dimos más vueltas. Para nosotros tampoco es que desentone o rompa con el disco, porque cada tema es de su padre y de su madre (risas). De hecho, cuando hicimos el tracklist lo pusimos el tercer también para engañar un poco (risas). Empieza todo con ‘Indiô der Cûh’ y parece que te va a llevar todo a un disco más rollo Mogwai y sale esto. ¡No te vayas a confiar!

Luego, en vuestra forma de hacer las cosas ha habido dos cosas interesantes. Por una parte, la ortografía que habéis usado desde el principio; y por la otra rescatar el andalusí de la mano del lingüista Pablo Sánchez… Son dos cosas diferentes: Lo primero es lo del EPA (Er Prinçipito Andalûh): una propuesta ortográfica que intenta aglutinar a todas las hablas andaluzas en una grafía y en una escritura ¿sabes? Es como una gramática que intenta aglutinar a todas las hablas andaluzas…

¿Que juega un poco con la fonética, no? Exacto. Eso viene de Huan Porrah (Juan Porras), que es una persona que lo lleva haciendo e investigando muchos años, además de otras personas. A nosotros nos ha interesado siempre, especialmente a Curro. Luego hay un transcriptor en andaluz (https://andaluh.es/), donde puedes poner el texto en castellano y te lo da en andaluz… ¡como Google Translate! También nos interesa mucho nivel político, con todo lo que conlleva el apropiarse de la gramática, porque la gramática suele establecerse desde los centros de poder. El tema de empoderarnos, utilizando nuestra propia grafía, también es un acto político. A parte de una cuestión estética, que nos caracteriza y nos da un rollo diferente. Nos pareció muy interesante y por eso la mostramos.

Luego está lo del lingüista Pablo Sánchez y el andalusí, que entiendo que fue para la canción ‘Camelamô Naquerâh’, con Ebla… Exacto.

Con esto y con vuestra fusión musical, ¿creeis que Califato puede estar ayudando a la juventud a reconocer y abrazar sus raíces? Os ha pasado a la inversa que muchos grupos: habéis conseguido ser profetas en vuestra tierra… Totalmente. Estamos consiguiendo eso: que cosas que podían considerarse un poco rancias, que podían no interesarle a la gente joven, les parezca algo guay, algo “cool” y eso nos parece una labor muy interesante. Es el camino que estamos siguiendo.

¡Muchísimas gracias por vuestro tiempo, chicos! ¡Ha sido un placer! ¡El placer ha sido nuestro! ¡Gracias a vosotros!

Califato 3/4

039

This article is from: