ARBĂ“REA LUZ Alfonso Carballo
Dos puntos editorial
Arbórea Luz ©Alfonso Carballo edición digital ©Dos Puntos Editorial La última ciudad serpiente, Veracruz agosto del 2013 Diseño Gabriela González Jesús Gallegos
Cada libro debe tener una forma única de latir, de vibrar, de explotar. Nosotros buscamos esa universalidad intentando crear algo más, para que nuestros libros dejen de ser sólo libros: que muten y puedan volar. http://www.dospuntoseditorial.blogspot.mx/ No. 6
ARBĂ“REA LUZ Alfonso Carballo
Cuando encuentres al cabo la verdad que aún no eres, recuérdalo: yo he sido una parte de ti.
Jenaro Talens
Andar al bosque como quien va a ninguna parte. Bajo un cielo limpio de nubes. El bosque puede estar dentro –o fuera, en la mutable dinastía del viento–.
Jorge Esquinca
La tristeza del bosque no comienza en el invierno, sino con la caída de las hojas, con la plegaria de los árboles . Guillermo Clemente
1.
A Santiago, Aurora, Alejandra y Román Y el guardabosque dijo: Mira el aparejo de la ciudad, los escarpados ruidos que escapan del asfalto, la guarnición de voces en las esquinas, los orines que mean los ojos de la noche, los ensalmos que varan la boca de los desposeídos, el miedo que traza los aguijones del silencio, mira la tala de este horizonte que avanza como un paraje huérfano de sed, y aguza la vista, migra hacia el pecho tuyo, guarda estas palabras en la boca de tu alma, enarbola el beso que amanece en forma de arbórea claridad: vos sos el aliento de este bosque de asfalto ávido de sed.
2. Ay de las piedras filosas que muerden la angostura de la tierra. Ay de las manos de concreto que arrumban su peso sobre la floresta espesa de los patios. Ay de la inh贸spita sed donde el golpe seco del hacha poda la heredad de los despose铆dos. Ay, ay, ay: Habitable cuenco de asfalto en cada ojo.
3. Yo tambiĂŠn miro la ciudad: Y en sus ojos a) Se aniquila el verde del poema b) Se encaraman los resquicios del silencio c) Se adivina la metamorfosis de su orfandad
4. Él también mira la ciudad: Y en sus ojos a) El asfalto nombra sus sueños b) El silencio cose su piel c) Él arboriza sus pulmones
5.
A Noel Arista y Eder Noda Quien mira los rastros de la naturaleza arboriza sus pulmones; encala la metamorfosis de su orfandad con el viento proveniente de la vereda; iza sus brazos cual copa de árbol al Dador que le procura la vida; su hábitat se extiende hacia el curso natural del río que viaja desnudo entre la húmeda arboleda: Su mañana es hoy.
6.
A Jacinta Fuentes y Manuela Díaz Soy raíz. Floresta de rostros múltiples amamantando este temblor de goces. Soy la entraña silvestre de un fruto arboriforme dándose al verdor de las estaciones. Semilla de otras voces sobreviviendo a la tierra hostil pero dulce. Soy vos en la alegría espiritual del otro.
7. Éste sitio no tiene nombre, ni dedicatoria, nada: la tala cercenó sus sueños.
8.
A Sonia Prudente y Elvira Chiñas Y verán, quise atrapar el murmullo de los árboles en un poema. El temblor lírico del paisaje en dos o tres líneas decodificados por el ritmo. La audacia que usurpa el silencio de los pájaros lejanos. El vocerío de esta floresta habitando el asfalto. Quise atrapar la armónica de un ruido suave mientras éste perduraba en su canto. El instante de un pabilo arborescente en el momento justo del amanecer. Y verán, ¿acaso cabría esto en un poema? ¿En un mirar de vos en un poema? Quizá… Quizá…
9.
A Francisco Javier y Martha Ramírez La sed del silencio es la sed de los árboles… Así dijo nuestro guía mientras veíamos los rastros del sol en los tamos arrumbados sobre la plancha de asfalto. Oímos luego la tarde en la niebla neón del crepúsculo y apresuramos el paso sin volver la vista atrás. Ambos íbamos extasiados. Pensábamos en aquella bandada de pájaros que el último invierno enterró en su mausoleo de nieve. ¿Quién más ensaya esta
última elegía?, dijimos. Y, camino arriba, no éramos los únicos. Alguien más reconocía la sed de los árboles en la morbidez del silencio. Al amanecer, la ciudad era una estatua de sal. Y nosotros, si dormitábamos o amanecíamos, ¡quién sabe!, veíamos las cosas como desde un refugio lejano…
10.
A Jacciel Morales y Diana Manzo Né apá, ora sí la ciudad crece como una bestia enorme. Oídla como cuelga su esperanza en la viga de la casa. Pende de un hilo bajo los árboles de guie’chaachi’ y los ojos petrificados del jardín. Ora sí la tierra quedará en puros huesos de concreto y plazuelas besando la fiebre del progreso anunciado. Qué hueva apá; ya ni la amuelan. Ora sí creo que eso de escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol es la mejor forma de supervivencia. Ay apá, ora sí que nos dieron en la canilla…
11.
A Omar Francisco Acá los atajos de esperanza arden con los bramidos del sol. Acá el armiño de los árboles agoniza bajo una fronda de pájaros heridos. Acá la arbórea sed se amuralla tras montículos de árboles aislados oscilando entre el salvaje bosque de cables eléctricos. Acá los patios ebrios de tamos y raíces incendian las casas que talan el último verdor de su hendidura. Mientras tanto la música del viento, amigos, también se desploma repetitiva y violenta.
12.
A Gubidxa Guerrero y Tlalok Guerrero Mirad: La tierra ésta arborece apenas esperando manos nuevas: Arboricultores de istmopías que den forma a ese pedazo de tierra hoy mancha de asfalto y sueño de progreso en la boca de estómagos desheredados…
13.
A Jesús Rito Oíd: entre la sed de los árboles está cantando el silencio.
Alfonso Carballo
(Tehuantepec, Oaxaca, México). Es poeta; firmante del movimiento Poscorrientista y director general del Tour de Poetas Jóvenes en el Istmo. Autor del poemario Personalísima Antología, Poemas reunidos (Edición de autor, Oaxaca, 2007). Su obra poética ha sido incluida en las siguientes antologías: Desde el fondo de la tierra, poetas jóvenes de Oaxaca (Praxis, 2012), NorteSur, Antología de frontera (Cohuiná Cartonera, 2012), Letras lascivas (Colectivo Letras de Arena y Editorial Veracruzana, 2012), Poemas para un poeta que dejó la poesía (Cuadernos de El Financiero, 2011), <<Muestra de Literatura Oaxaqueña Joven>> (Revista Salamandra/ Versión digital, 2010). Forma parte del Directorio de creadores y promotores culturales de Juchitán (PRODICI/ CONACULTAOaxaca, 2009) y del Consejo Editorial de la revista Guidxizá (Nación Zapoteca). Actualmente, en el Istmo de Tehuantepec, coordina el Proyecto Colectivo y Taller “Poesía Itinerante – Poesía en Acción” (Proyecta Poe) y la Sala de Lectura “Manos Creadoras”; implementado éste por el Programa Nacional de Salas de Lectura de la Dirección de Publicaciones del CONACULTA.