Caleidoscopio

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NĂşmero 10

Literatura Agosto 2015


6 Tizne, las manchas del leopardo POR ÁGATA

8 Caleidoscopio Observo catedrales derrumbándose POR DANIEL ARTILES

Mac de f

POR

14 Cada día pertenece a un desconocido, visto desde el cielo POR RODRIGO GARRIDO PANIAGUA 16 Poema recuperado xxix, rompeolas POR SERGIO ESCRIBANO

18 Éxtasis, un Dios a cuatro patas POR DANIEL ARTILES 20 Patio interior, en el interior de una caracola POR LAMARCK

22 Caleïdoscopio, realidades oblicuas POR LUIS S.I 28 Imaginario, buscamos la iglesia pero no la oscura cueva del padre POR RAMA 30 Caleidoscópico, ¿Qué hay en el desván y el en sótano? Reseña musical POR SEBENSÍ A. SÁNCHEZ 34 Frases de Jorker, Abre tu mente POR JORKER 48 Al otro lado del cine, Historia de Ricky POR D.A.R.

34 Perico t gafas tres 38 Jack, en mordaza PO 40 Fotonov Depravado

44 Viñetas co

POR ALEJANDRO MO

50 Biblioteca cósmica, el hombre no es más que la mitad de sí mismo FRASES CLEBRES 56 Música para congeladores, me costó mucho tiempo deshacerme de tantos cadáveres POR DANIEL ARTILES 58 Vendrán más años malos, Acojona un poco dormir al raso

siempre tenía un par de cartuchos de vino para hacerme comp POR CARLOS LUCIO HANDWERCK

60 Silencio, nadie fue a verla por Navidad POR ARENSHA


G l o sa r i o n º 1 0 50

cedonia frutas

R ÁGATA

OR ECG Y FRITZ

vela, o jack POR ECG

El Tintero Págs. 26­51

Puzzle de Poemas Págs. 12­25

Lengua de Gato Págs.52­53

Relatos Asombrosos Págs. 54­65

on mensaje ORENO

pero pañía

Perico Comix Págs. 36­47

Contacta

Correo Electrónico duendeverdelit@hotmail.com

Sylvia Fez

te pico, en D POR FRITZ n la ley

Crónicas Solferinas Págs. 6­11

Fragmentos anulares Págs. 4­5


-Lo esencial es invisible a los ojos -repiti贸 el principito, a fin de acordarse.

Duendeverde


Paisajes de ver con las manos. De oír con las uñas, de olisquear con las yemas. Desaparecer tras el horizonte fragmentado de los sueños. Amerizar sobre las ruinas del pensamiento y palpitar con los corazones desterrados. Impertérritos de las decisiones que jamás computaremos. Cabalgar a lomos de una pantera del desierto. Visitar edificios derruidos de tiempos futuros.


Mirando por el caleidoscopio observo el pelaje de un leopardo. Animal trepador y nocturno, aparece de la nada y los cuerpos desaparecen tras su bola de fuego. El depredador perfecto. Cauto y sigiloso. "Su reacción es escabullirse como una sombra entre mundos diferentes sin que nadie se dé cuenta". Cazador clandestino. Supera en número a todos los leones, tigres y guepardos juntos. Habita en la mitad de nuestro planeta. Su carácter reflexivo le permite sobrevivir en un ambiente nuevo y desconocido. El éxito de los leopardos no puede deberse únicamente a su capacidad para enfrentarse a rivales peligrosos. Tiene que haber algo más. Quizá los leopardos piensen que para evitar depredadores de más tamaño como los leones, lo más prudente sea seguirles el rastro, conocer al enemigo. Su carácter se adapta tan rápido como cambia el paisaje. Siempre evitan ser descubiertos. La vida de un leopardo se rige por lo invisible, por mensajes secretos, comunicaciones a largas distancias y muy pocos encuentros personales.

Ágata Bibliografía: Grandes documentales - El leopardo invisible


An Angry Leopard Mohamed Hakem


Un caleidoscopio (del griego kalós bella éidos imagen scopéo observar) es un tubo que contiene tres espejos, que forman un prisma triangular con su parte reflectante hacia el interior, al extremo de los cuales se encuentran dos láminas traslúcidas entre las que hay varios objetos de colores y formas diferentes, cuyas imágenes se ven multiplicadas simétricamente al ir girando el tubo mientras se mira por el extremo opuesto. Dichos espejos pueden estar dispuestos a distintos ángulos. A 45º de cada uno se generan ocho imágenes duplicadas. A 60º se observan seis duplicados y a 90º cuatro. Un caleidoscopio nos acerca a la cognición de un ente ajeno y perverso. Nos hace sentir pequeños como fractales y gigantes, al descubrir el truco que se encuentra en su interior. Sería como ser mil menos uno al infinito, descuartizados en geometría de escuela elemental elevada al muerto que sale de un cofre bajo mar, convertido en cadáver; pasto de una tropelía de piratas denodados. Como despertar de un coma severo y no saber nada de lo ocurrido. Y tu esposa llorando, tu hijo llorando, tu piel llorando. Es uno de los juguetes más conocidos del mundo y uno de los más apreciados por su efecto óptico. En palabras de Peter Mark Roger: "En la memoria del hombre, ninguna invención y ningún trabajo, ya sea dirigido a la imaginación o al entendimiento, jamás producirá un efecto como tal."


Si Piaget enfrentaba al niño, tras varias etapas evolutivas, frente al espejo. En este caso se rompe en pedazos sin obtener imagen. Sin imagen, no se puede más que observar a la nada. Eso sí, la nada puede ser bella (kalós). Vuelve a jugar con tu percepción defectuosa. No sólo tenemos más de cinco sentidos (véase propiocepción), sino que pretendemos ser certeros, incluso al pensar en uno mismo. Tu piel sigue llorando, ajena a esta cuestión. “Vuelve a jugar” y no vuelvas; frente a esta casa de fantasmas continuamos plañendo unas monedas de alguien que te recuerda. Y ahora, el mundo está al revés, el placer lúdico se apodera de las citas. Únicamente existes tú, girando el tubo, aumentando los grados fantásticos (A 45º grados por 680º). Entre EL Todo y La Nada, abrazando esta razón de la nada bella. Observo catedrales derrumbándose. Nuestra profesión busca esa belleza en pieles de albaricoques y dátiles con ojos, al final de esa ducha de vitaminas y esperma que quiere conseguir ser tu espejo. Frente a la muerte, desnudo. No toques mi piel, ni en broma. Medita sobre la nada.

Daniel Artiles Rodríguez


C 贸 m o h a c e r u n

C a l e i d o s c o p i o


Materiales Un tubo de aproximadamente 20 cm por 4 cm. (puede ser de cartón como el de rollos de cocina, o de cualquier otro material) Dos o tres recortes rectangulares de espejo, de 18 cm por 3cm. Trocitos de vidrio de color, mostacillas, abalorios translúcidos, canutillos de bijou... Dos círculos de acetato transparentes del mismo diámetro que el tubo. Un círculo de igual diámetro de cartón, con una perforación central de aproximadamente 1 cm. Pegamento universal, de contacto, o silicona. Cinta adhesiva de cualquier tipo. Papeles: de diario y de colores. Montaje un prisma triangular con los tres espejos, con la cara espejada hacia el centro. Unirlos en esta posición con cinta adhesiva. 2Introducir este prisma en el tubo. Si queda flojo, envolver con papel de diario, hasta que quede fijo en su interior. Ubicar la base del prisma coincidiendo con la base del tubo. 3En el extremo opuesto, el prisma quedará dos centímetros más corto que el tubo. Allí se debe introducir uno de los círculos de acetato, pegándolo a la base del prisma, (queda como una tapa interna). 4Ahora, se colocan sobre esa tapa todas las piedritas y vidrios de colores. La cantidad debe ser suficiente como para cubrir la superficie plana totalmente. Si se colocan demasiadas, las piezas no podrán moverse libremente. Si son pocas, se verán muy pocas combinaciones al girarlo. 5Pegar el otro círculo de acetato en el extremo de las piedritas, con un buen pegamento. 6En el lado opuesto, pegar el círculo de cartón con la perforación central, habiendo obturado previamente la misma con un trocito de acetato del lado del revés. 1Formar

http://smacario.blogspot.com




En un mom

con su habilidad

pasarĂĄn de ser un jugue

a entorpecer el deli

TambiĂŠn en mĂ­ el y

como en la espuma in ignoro el nombre del

Rodrigo Garr


mento las nubes,

d para las formas,

ete en los ojos de un ni単o

icado latir de la ciudad.

yo tiende a ser variable:

nforme de la ducha diaria animal que se construye.

rido Paniagua


Te dije uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, y volver a empezar al llegar al siete. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y otra vez. Recorríamos tablones enlazados, ¿qué carajo estaba diciendo?, alguien había estado haciendo pompas después de plegarse nuestro encuentro alguien había y otra vez esa doblez en la que que caminábamos por unas tablas de madera unidas entre sí por unos cables de metal, charlábamos por tiempos desconcentrados cinco, seis, siete. Pero hay cosas que cambian, cómo ver olas que decrecen sin cargarse nada y sin embargo poder preguntar por tus pies a un cigarro, dos, tres, pisar el cristal que atraviesa la pecera cinco, seis, siete y volver a empezar. Te pediré otro cigarro. Compartir la paranoia como quien comparte un ancla, como quien comparte un piso, un charco de agua, y ponerle un filtro a cada tiro en la cabeza. cinco, seis. Sergio Escribano


PhotoSnap Oceans



Prometo ser amable y morir después de la cena Cuando los comensales se limpien con la manga de su camisa Y hablen de existencialismo De cosas absurdas; de vidas como pasatiempo De experiencia interior cuando alguien se va En vez de llorar o gritar Explorar el abecedario para mentirse Y sentirse a salvo ¡Un maldito a salvo! Otro energúmeno Al final, el del burguer tenía razón: No hacemos más que molestar Levanta la mano Aun puedes Escupe a la mía por ser diferente También puedes Se libre En esa libertad encuentra el viento de siempre La metáfora asquerosa Encuentra algo que decir La sonrisa es mejor que el aplauso Aunque más pendenciera Y la serpiente lo devora todo Incluso la mano y el paraguas En que refugiabas al loco Como una colegiala afrancesada De que más hablar si no se me entiende Malditos esnobs, simbolistas hediendo a derrota No tengo el camino Pero sé un oscuro atajo que dice: “Puedes hacerte una idea de lo que será tan ilimitado y libre desesperadamente necesitado De la mano de algún extraño”1


Mi boca ha muerto En el regazo de una pesadilla Para regresar con vehemencia Azotando la culpa Haciéndome sentir otro hombre Por momentos Y vi al hijo sentado Con la mirada perdida Entre las losas por donde escapan las ratas de noche Rubio, fuerte, gerente del drug store Tu padre se me aparece en sueños Quise decirle Pero mi voz se apagó Jugué con las monedas en el bolsillo Obligándolo a erguirse Como un mastodonte lloró en silencio Juntando su agonía con la mía Era Domingo y temblaba Junto al veneno del tiempo Era y no era Mi ojo se estaba pudriendo Y no podía hacer otra cosa que permanecer quieto Enfermo Junto al cartel de entrada Es duro ser débil en un mundo de fuertes Disimular no es la senda Mentir es perderte en una carretera solitaria Así que entré, compré y vencí Pero todo ya se esta acabando Y la realidad se clava en mi mente Hondo Para hacerme sentir más pequeño Hasta rozar la barbilla contra mis rodillas En un mundo que no existe Donde hombres escarban en tumbas Buscando semejantes Más profundo Donde letras se confunden con fuego Ardiendo los papeles


Perdiendo amigos Perdiendo la fe Bebiendo la culpa de unos versos Que no son más que manchas En la memoria africana Hablando de algo, supongo que de alcohol Panegírico del ego Homicida de esta tarde de verano Alter ego de la muerte ¡Abrázame en tus llamas, Herodes! Déjame ser la cabeza de Juan el Bautista2 Para reposar en la bandeja de plata Que yo me alejaré Más profundo, mar adentro Para multiplicar los panes y los peces Cayendo en el negro Resucitando al muerto gozoso3 En el tonel del amontillado4 Sólo con los pájaros que me dan de comer sus ojos Cruzando el mar para hundirme Mientras la muchedumbre corre Con los cestos llenos de alimentos Un hombre muere ahogado Pero ellos corren felices “¡Ha muerto por nosotros!” exclama un niño mientras se le cae un diente mordiendo el último pan de la cesta

1The

End/The Doors

2San 3Las

mateo/ 14

Flores del Mal/Charles Baudelaire

4El

Tonel del amontillado/ E.A.Poe

Daniel Artiles Rodríguez


Una ventana cerrada que no me deja ver, hago chirriar las bisagras y me asomo. Veo la playa, siento el agua bajo los pies y observo como en el horizonte el mar poco a poco se derrama. Pero si tú no ves más que las cuerdas de tender, si solo ves un patio de luces, hazte un favor y empieza a creer. El mar está mucho más cerca de lo que piensas. A Ovi Díaz Alegría


Andreas Feininger


Cak


Caleidoscopio del recuerdo, como a olas de mar japonés, virutas de todos los cuentos y más poder... mucho más poder... circunferente el cristal con su mitad que observando su reflejo Como la partícula del agua los dibujos se figuran respondiendo con respuestas a tus preguntas en la aritmética del movimiento con la simpleza y naturaleza de lo complejo; todos son partes pequeñas de uno más grande, todos caminan hacia delante, y todos se pierden y todos se expanden y abren los caminos de las posibilidades... Todas las opciones son válidas, todas bellas, todas, sabias, cambian, y un solo segundo es suficiente para hacerse gala del presente y lucir los mejores trajes,

ke Lady

ya no sabe si quiera si es real

nadie ha venido salvarse porque todos son pasto de la sangre

o qué.

Luis S.I.



Htor



¡¡Buscamos hedor!! Buscamos que pueda soportar y no

llenarse;

al

verter

nuestro

cerebro,

nuestra

porquería en su caja, buscamos colchones suaves de piel martirizada, buscamos a alguien que soporte un botellazo en el alma, una quemada de cigarrillo de vez en cuando en su brasier, buscamos la iglesia pero no la oscura cueva del padre, buscamos a alguien con sesos destruidos por la literatura, buscamos a una actriz de pantano, una bruja de nariz aguda y aplastada por un libro, una zorra que no gaste dinero en si, si no para si, buscamos una droga que mate hasta la razón mas pura y alucine con su hombre de bragueta abierta y sudor de días, buscamos mujeres que no maten rápido con un no!, sino lentamente como el mezcla en tu garganta quemándote la vida, buscamos a esa. Una mujer que buscamos en Las mujeres... ... ¡¡Solo quiero que me ayudes a terminar esta botella!!


Por Sebensuí A. Sánchez


Cuando tenía quince años aproximadamente, un señor pálido como la luna y con gafas, que vestía siempre de negro al igual que su madre, me dejó un disco de una cantante inglesa que se llamaba Siouxsie y su banda se llamaban The Banshees, las banshees son espíritus femeninos que anuncian la muerte con gemidos, cuando moría mi abuela en el hospital de noche, escuché una, mientras miraba por la ventana y no había nadie, los lamentos espectrales se continuaron durante la noche. El hombre que me dejó el disco era profesor de latín y de griego, lenguas cuasimuertas, en la mesilla de noche tenía The Evil Clergymen de H.P. Lovercraft y en la pared una foto de una ventana rota que daba a una central nuclear. Anteriormente a este disco había oído “Tinderbox” de 1986, lo cual me decepcionó porque sabía que era la reina de la música siniestra y me pareció muy edulcorado en su momento, un disco adorable en la que figura un huracán magenta en la portada que me recuerda al Mago de Oz. Quería sumergirme en la oscuridad, en la oscuridad Siouxsiana y éste fue uno de los di(o)scos claves, su tercer L.P. “Kaleidoscope” de 1980. Lo primero que me fascinó fueron sus letras que fotocopié, las letras daban vueltas en espiral al leerlas y el disco daba vueltas en espiral al sonar. Las letras iban intercaladas con imágenes extrañas como de collages antiguos. El disco empieza con la falsa tranquilidad de Happy House, una casa donde todo es tan normal, donde nunca llueve pero ¿Qué hay en el desván y en el sótano?.


Tras abrir esta puerta de 40 minutos y 44 segundos de duración, que surgió un verano como este, un 1 de Agosto, hace 35 años…Nos encontraremos con cantos, sonidos misteriosos de sintetizadores y una guitarra con cuerdas de alambre, la canción se llama “Tenant” y nos habla de un quimérico inquilino que habita sin pagar el alquiler en nuestra cabeza. Ahora viene Trophy: cazadores de cabezas, corredores de largas distancia por la selva….en el disco hay sitares, órganos, pianos, sintetizadores, un ¿eláfono?, cajas de ritmo, percusión, armónicas, saxofones…..saxofones que suenan en Hybrid, canción que suena a Sonic Youth, esos bajos que son más altos que bajos: Yo soy un híbrido de ti, tú eres un híbrido de mi, yo soy un inadaptado de ti, tú eres un inadaptado de mi en el limbooo… luego llega el tema “Clockface”, magnético tema instrumental donde Susan hace alarde de sus famosos Uoooos Uooooos que tanto han influido en la cultura pop. Siouxsie lleva la estrella de Israel en el pecho, Siouxsie fue salvajemente golpeada por llevar insignias nazis: Hay que temer algunos símbolos por el poder que encierran, dice. Siouxsie maquilla a los Sex Pistols, luego se va con ellos a la televisión e insultan al presentador, se pinta una estrella en el ojo, cree que es Horus, Siouxsie sacó su primer disco en 1978, el año del amor, Siouxsie se enamora de su batería y forman The Creatures, Siouxsie deja de fumar y ahora canta “Nicotine Stain” mucho mejor. En este momento viajamos a Egipto bajo su atenta mirada de Cleopatra, sobre un camello lunar, lento, gravitando lento, flotar no es más que existir.


Ahora nos cuenta la historia de Christine, el nombre del coche fantasma de Stephen King, una chica caleidoscópica Christine, ahora es púrpura, ahora tortuga, ahora se está desintegrando, le gusta cantar a los dulces salvajes perdidos de nuestro mundo, le cambia la personalidad tras su sonrisa roja, cada nuevo problema le trae un ser extraño a su interior. Una chica de ojos grandes que puede ver como se despliegan sus rostros. Paseemos en alfombra mágica por el desierto con el beso de la hurí, se oye un canto operístico ulterior, esto es “Desert Kisses”: Yo besé tu cara, yo besé la arena….durmiendo sobre la tierra que se mueve…hundiéndote sin hacer ruido… Red Light, un sintetizador funerario, y una cámara de fotos ponen el ritmo, luces rojas, calor en la cámara oscura. Desmayo extenuado bajo el flash. El líquido de emulsión gotea caliente sobre tu cuerpo, que no nos de la luz. Ven a esta habitación sombría, rojo y negro enamorado. El click del obturador nos acompaña durante toda la canción. Penúltima canción “Paradise Place” mitad canción, mitad espíritu silbante: Mira a las colinas, ahora mira a mis ojos, ¿percibes algo en ellos?, ¿están en su lugar correcto?. (…) Escondes tus genéticas bajo drásticos cosméticos, pero este camaleón mágico es renovado para ser trágico. La catarsis final llega con “Skin”, la canción más fuerte y rápida del disco: Sólo una puta en el pesebre para los equilibrios de la naturaleza….Cúbreme con piel y acúsame de pecado, pero tú sabes lo que yo significo, hay demasiados de ellos. Oh, dame tu piel para bailar dentro.


FRASES DE JORKER

"Abre tu mente, tus o铆dos, tu coraz贸n, y escucha"

"Si todo lo que comes es mierda, normal que te sientas como una mierda"


"Quiero dejar de mudarme buscando un mayor bienestar"

"Limpiรกndome las botas y el abrigo con la lluvia y el viento"


A





ECG y Fritz comics



Fotonovela




ECG


Viñetas con mensaje

¿No les pasa que un día su trabajo s e v ue l v e un m a ni c om i o? D e s e a n a b a n d o n a rl o , p e ro n o p u e d e n h a c e rl o , a s í q u e n o s e s c o n d e m o s e n un c ub í c ul o p e q ue ño y s e g ui m os a d e l a n t e , t ra g á n d o n o s l a s ó rd e n e s d e u n t i p o q u e p o rq u e n o s p a g a u n a m i s e ri a p o r n u e s t ro t ra b a j o t i e n e d e re c h o d e p a s a r s o b re n o s o t ro s y s i a m i g o s m í o s a s í e s l a v i d a … ¡ p or q ue uno no v i v e , s i no q u e u n o s o b re v i v e !

A l e j a n d ro M o re n o G a i t a n




Film distópico de Hong Kong (1991 dirigido por Ngai Kai Lam), que ahonda en el principio de la propiedad privada, inclusive la de las cárceles. Su introducción nos remite a pensamientos propios de Marx, cercanos a un enfrentamiento entre Comunismo VS Capitalismo. Por ahora, todo iba bien y los barrotes se habían cerrado. En ese momento, entran a los nuevos presos y sucede la mítica escena cuando los polis lo hacen pasar por el detector de metales y descubren que aloja balas en su tórax. “No me las quitéis, son recuerdos”dice. Implosiona luego El Gore y El Slasher, típico de las pelis de su época. Intentando abrirse hueco más allá de sus fronteras, aprovechando el auge de estos estilos en la década de los 90´en el cine Europeo. (Darío Argento, Fulci). Se enfrenta contra los 4 matones de las alas de la prisión y a sus amos. Los movimientos de los actores regresan al origen asiático, donde abundan infinidad de películas de bajo presupuesto, como: El Luchador Manco, que centran su objetivo en elevaciones meditativas y golpes ultrasónicos. Si medimos la calidad de la cinta, seguro que reiremos a causa de sus recursos precarios en producción. Esto suscita, cierto interés sobre los poderes del protagonista. Ricky aniquila a todos sus oponentes, (desde los 4 matones hasta culminar con el Alcaide). Es decir, los destroza y, de un puñetazo, rompe los muros que contienen a todos esos despojos de una sociedad tremendamente capitalista hacia un exterior libre. Cabe mencionar que se trata de una adaptación basada en el manga Riki-Oh, de Tetsuya Saruwatari. Daniel Artiles Rodríguez


Marguerite Yourcenar Una vuelta por mi cárcel (fragmento) "No vemos dos veces el mismo cerezo ni la misma luna sobre la que se recorta un pino. Todo momento es el último porque es único. Para el viajero, esa percepción se agudiza debido a la ausencia de rutinas engañosamente tranquilizadoras, propias del sedentario, que nos hacen creer que la existencia va a seguir siendo como es por algún tiempo."

sim

"Pa y y

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Existen venenos conocer sus propiedatan sutiles que para de Existen enfermedad s hay que probarlos. uno tiene que sufrir es tan extrañas que las para comprende r su esencia El retrato de Doria n Gray Oscar Wilde El hombre no es m

La ficción es lo característico de la actividad humana. Somos animales

mbólicos que hemos inventado el mu ndo

mitad de sí mismo.

ás que la

La otra mitad es su expres ión. Ralp W. Emerson

de los símbolos. Enrique Anderson Imbert

az no encuentro ni puedo hacer la guerra, ardo y soy hielo; y temo y todo apl azo; vuelo sobre el cielo y yazgo en tier ra;

nada aprieto y todo el mundo abrazo ." Petrarca

Berna Sirma

n


con Macedonia de frutas na. media berengena relle y Troceamos las frutas cim en a, posamos tres galletas y coco adornamos con nata rallado. Receta de Ă gata


Ingredientes: Berenjena horia, (Atún, calabacín, zana queso, orégano.) Macedonia s, coco, (Plátano, kiwi, galleta nata.) Té verde con estevia



Alberich Mathews


S e mi e n t e má s d e l a c u e n t a p o r f a l t a d e f a n t a sí a ; t a mb i é n l a v e r d a d se i n v e n t a Antonio Machado Los ojos del camaleón me esperaban al despertar. Su lengua devoró una mosca y luego otra, así sucesivamente. Acurrucado fuera de su jaula y mirando a cualquier lugar, menos a mí. Se asemejaba a una parábola del rastro que había dejado el asesino, según los mass media. Apagué el televisor y trituré el teléfono en la cocina. Regresé a la cama, pero, no pude dejar de observarlo, mientras deglutía y, luego, en un ronco suspiro, saltaba hasta la pierna descuartizada de una mujer, entresaliendo toscamente de bolsas de basura que no cabían en el congelador. Quise volar, desintegrarme y morir. Su lengua áspera me ofreció sus manjares; insectos de la putrefacción: larvas, gusanos y alas de mosca, las cuales depuso en mi boca y me tapé la cabeza con la almohada, dejando que, desde mi boca, rodearan mi espalda. Acto seguido, escuché un sonido parecido al de un látigo. Su lengua me limpiaba y sus ojos no me dejaban en paz. Ojos miméticos que cambiaban de color y me producían escalofríos. Lo ahuyenté en una especie de posesión maníaca, casi muriéndome por la culpabilidad. En ese momento, el tocadiscos, se accionó, sin intervención de hombres u animales exóticos. Se había posado sobre mi cabeza, una vez más y reposaba sus patas adiposas sobre mis hombros. Le retorcí la cabeza escuchando a Bowie. “All The Madmen”, el sonido era la atmósfera y le arranqué los ojos a todas las victimas. Era lo único que me interesaba ahora: unir ojos de colores diferentes. Lo demás lo llevé lejos, muy lejos, tan lejos que, los forenses me piden ahora que identifique el lugar.


Me costó mucho tiempo deshacerme de tantos cadáveres y, cuando tuve una buena suma de ojos dispares, comencé a tirar los congeladores directamente a la bahía. Antes de desenchufarlos, me encantaba abrir la puerta y verlos convertidos en una especie de masa compacta y helada, como si se tratase de un óleo de E.Munch. Los electrodomésticos salían despedidos por el aire, sin trayectoria definida, hasta romperse contra el techo y el suelo. Las luces parpadeaban, como sonriéndome al llegar de la bahía y Bowie insistía con su “All The Madmen”. -¿Qué bahía, qué casa?, si usted vivía en una gasolinera en medio del desierto.- dijo el policía, sacándose un ojo de cristal para darle brillo. Escupió en un pañuelo rojo. Con mimo, lo frotó hasta dejarlo reluciente encima de la mesa frente a mí. -Le juro que en esa nevera estaba David Bowie rodeado de ojos multicolores… -¡Cállese, cállese!- respondió tropezando con una papelera. -Le mostraré, señor comisario, señor policía, lo que sea… -¡Las manos dónde este ojo pueda verlas! -Tranquilo, tranquilo… no voy armado, sólo quiero negociar, hablar.- expiré entrecortadamente. -Has elegido la mejor opción, muchacho: cantar.- soterró el comisario, recogiendo con sus manos sucias el ojo de la mesa. Intenté exhibir mis alhajas bajo una tela dorada ante sus ojos, pues a él le faltaba uno. Evité el primer disparo, luego me golpeó en la cara con un puntapié. Me esposó a la mesa y pude ver su tatuaje en forma de camaleón en su pierna. Apretó su gatillo y disparó.

Daniel Artiles Rodríguez

Berna Sirman


A veces me dan ganas de romper con todo y volver a la calle. La última vez estuve más de un año en la calle, durmiendo en cartones a ras de suelo. Te acostumbras... poco a poco te haces tu hueco en la calle. Al principio dormía en un parque cerca de Cáritas. Acojona un poco dormir al raso pero siempre tenía un par de cartuchos de vino para hacerme compañía. Luego me mudé a un solar con unos colegas que conocía de la calle. Me fabriqué una chabola allí, en verdad era un hueco entre unos cajones de piedra al que le puse un techo, y con el tiempo me conseguí un colchón también. En el solar vivía con nosotros un gato al que le faltaba el rabo. No sé como lo sabía, pero siempre que traía latas aparecía el gato y cuando solo traía vino no venía. Ya tenía hecha mi rutina. Al levantarme me iba a Cáritas a ducharme. Luego hacía tiempo hasta la hora de comer, también en Cáritas. Después iba a buscarme la vida. Me sentaba delante de un supermercado a pedir limosna hasta que tenía para vino y cigarros. Cuando se hacía de noche me volvía a la chabola. Tengo un par de recuerdos buenos de mi chabola como estar leyendo un libro de Murakami robado en el Corte Inglés. O estar escuchando en la radio un programa sobre Moon Dog. O simplemente estar tumbado bebiendo y fumando. Al final la chabola me la tiro abajo la policía. La policía nos echó de allí porque los colegas se ponían a hacer escándalo cuando estaban borrachos. Entonces aproveché y me mudé a la acampada del 15-M. Pero esa es otra historia y la contaré en otra ocasión.

Carlos Lucio Handwerck


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Apenas había salido el sol, cuando Doña Laura escuchó un coche crujir feroz sobre la gravilla de la carretera. Era curiosidad, decía, pero yo se que lo que la movía en realidad a asomarse a la ventana, era la esperanza de que uno de sus hijos fuese a buscarla. La casa en la que vivía sola, desde hacia una década se le había quedado grande desde la muerte de su marido y Rigodón, su mastín, hacía cinco años que era la única compañía que tenía. Cuando se encontraba con la vecina de la casa colindante, le encantaba hablar de Rigodón y del nombre, que lo había escogido su nieto. Alberto, que habría de tener ya unos siete años y que había heredado la porte de su abuelo, hacia un año y medio que no la visitaba, pero la nuera trabaja fuera y el hijo pasa mucho tiempo en la oficina; la suegra de su hijo es la que los ayuda porque ella está demasiado lejos. Tan lejos, tan lejos que nadie fué a verla en Navidad. Por eso aquella mañana cuando escuchó el coche abriéndose paso sobre la polvorienta carretera, apuró todo cuanto su dolorida cadera le permitió para asomarse al patio delantero.


Bobby Neel Adams Era él. El mayor. Fermín. Venía sin su mujer que probablemente habría quedado en la capital a cargo de sus dos padres bastante enfermos. Claudia, que ya llevaba con Fermín veinte años, no podía tener hijos pero era una persona dulce y dedicada con sus padres. Bajó del coche, con una camisa azul pulcramente planchada y unos vaqueros que Doña Laura nunca entendió de aquellos jirones tan modernos en la ropa recién comprada. Cuando Doña Laura salió al encuentro, éste la abrazó con fuerza y ella se sintió bien. Emocionada. Mucho. Y bien.


Y tras ponerse al día de la vida de diestro y siniestro, Fermín hizo lo propio. Ir al grano. A lo que había venido. Y aunque ella quisiera engañarse, sabía que algún día llegaría ese momento: el momento en el que tus hijos, que apenas te visitan y que llaman desde que las compañías telefónicas no cobran el fijo-a-fijo; en el que los padres de esos nietos que no has visto apenas y los maridos de esas nueras que se vuelcan para todos, menos para ti... quieren enviarte a un precioso edificio de gente como tú. Un lugar al que ir a morir sin hacer mucho ruido, donde hay mas gente como tu, y no por la edad notoria, sino porque sus familias tampoco se acuerdan de ellos. Y él, su querido hijo Fermín, al que veía dos veces al año y desde la muerte de su padre aun veía con menos frecuencia, el... había ido a ver a su madre con la idea de enviarla a una residencia con vistas al mar. Con vistas a morir. Ella. Ella,que apenas llamaba cuando no podía levantarse de la cama y había perdido una cantidad considerable de kilos. Ella, que le pedía a la panadera que cuando le subiese el pan, por favor, le subiese unos medicamentos de la farmacia. Ella, que hacia ya meses que no era capaz de anudar un cordón porque la artrosis la estaba devorando. Ella... Ella. Ella, que tantas y tantas noches paso despierta por sus bebés convertidos ahora en unos hombretones incapaces de llamarla y amarla. Ella, que renunció a todo por educarlos y sacarlos del campo. Ella, que durante noches veló por ellos y sus malestares, les dio cobijo y amor. Ella, que nunca entendió por qué si no daba ni un solo problema, le estaban buscando una solución.


Y se negó. Aquella era su vida, su casa, su hogar. Gritó bien alto y bien fuerte que ellos tenían potestad para hacer lo que buenamente quisieran... pero que el fin de sus días aun lo podía decidir ella. Que no era un mueble. Que su vientre albergó nueve meses a aquel ser que ahora quería despojarla de lo que le quedaba... cuatro paredes y aquel mastín que moriría por ella mas que aquellos dos hombretones ocupados de la capital. Y tenemos la mala costumbre de mirar la vida de atrás hacia a delante, pero cuando ya no te queda nada, cuando tienes tanto tiempo para tu único eco en una casa deshabitada, uno vive lo que le queda pasando los recuerdos de delante para atrás. Y ya nada vuelve.

Arensha


Mientras bebo café en la terraza de mi apartamento sobre el Elba, contemplo la luz en el cielo muriendo. Al cerrar los ojos juega con mis pestañas como lo hacían los colores en aquel calidoscopio que mi padre me trajo de Frankfurt tras un viaje de negocios hace ya tantos años. Recuerdo aquella maravilla de la ingeniería creada para distraernos en mis manos de niño y en lo fácil que era sumergirse en sus maravillas para evitar pensar en los horrores de la Gran Guerra. A mi alrededor, emulando aquel momento, la gente se prepara para el carnaval y dejarse llevar por la amarga alegría y los danzantes colores que cambiarán continuamente conforme avancen los bailes para evitar pensar en lo que está pasando en el mundo. Paso las manos bajo mi nuca y miro la muerte del sol; a lo lejos me parece oir un ruido de motores acercándose. Cae la noche del 13 de febrero de 1945 en Dresde.

Miguel Ángel Fecé Allué


Walpaper


Africa | Female leopard photographed in the Timbavati Game Reserve, South Africa | Rudi Hulshof

La despedida


El después El

problema

no

es

confundirse

ni

apostarlo todo al número equivocado, pues eso es estar vivo. No es tampoco abrir una puerta y encontrarla tapiada, ni

creer

en

el

mañana

cuando

ni

siquiera hay ahora. El problema es perder la esperanza, volver más viejo del camino, la tristeza convertida en piel,

el

fracaso para desayunar,

la

decepción dándote los buenos días, las preguntas colgando de las perchas. El problema es que la vida te cambie demasiado.

El

problema,

el

gran

problema, es volver a empezar siendo el que se era. Sara Zapata

Hasta la siguiente luna llena...



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