NĂşmero 15
Enero 2016
Máscara de Merneferkheperura El Cairo
CONCLAVE E d i t a D ue nd e ve r d e Coordinación Ágata Tripailaf D a ni e l A r t i l e s Ro d r í g ue z
C o l a b o ra c i ó n L a m a r c k S e r g i o E s c r i b a no Miguel Ángel Fecé Allué Rodrido Garrido Paniagua Fritz Arale Pedro Suárez Ochoa A r e ns ha
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EDITORIAL El Tótem CRÓNICAS SOLFERINAS
Un Sol bajo las aguas, TOTEM, tributo a la revista, Con el alma por fuera y el cuerpo por dentro.
PUZZLE DE POEMAS
Obelisco, En vano, Receta para un conflicto, Poema recuperado xxxii
EL TINTERO
Tótem de lava, Entrevista, Tótem, Al otro lado del cine, Biblioteca cósmica.
LENGUA DE GATO
La caída, Lentejas para noche vieja
RELATOS ASOMBROSOS CÓMIC
DESPEDIDA
Hilos salvajes, Dunas misteriosas, El asesino del Tótem, ¿Qué hay de tí en mí? Perico en Navidad, Perico Tótem, Erecciones generales,la chica de la bici El aquelarre, La aventura de la vida
El tótem como rendición. La búsqueda. Una procura que emerge del inconsciente para sosegar la situación de orfandad y suministrar consuelo a nuestras sospechas. Construcción de refugios con sustancias tutelares de los anhelos no resueltos. Nacemos completos y morimos desgajados. El tótem como impulso. La elección. Eregir el propio estandarte. Una efigie que no habita fuera, sino dentro. La tierra firme, como un espejo entre las raíces porosas del árbol y sus ramas impermeables. La lluvia como alimento del alma; la luz y la sombra como dilema.
Ilustraci贸n: Aline Eras - Melancholy 3
La expedición submarina Tiburón Duende ha hayado lo que parece ser un Sol en minuatura a 59.000 km de profundidad. La luz que emana dicho cuerpo, de naturaleza todavía desconocida, es de color verdoso. El pasado jueves, la libre expedición Tiburón Duende ha logrado traspasar una vez más el umbral del fondo marino que, hasta hace unos meses, parecía impenetrable para la maquinaria humana. Acompañados de cámaras de vídeo han logrado filmar, a más de 60.000 km de profundidad, las misteriosas aguas profundas. Se podría decir que lo que han recogido en sus cámaras pertenece a una película de ciencia ficción. Allá abajo parece existir una vida paralela a la de la superficie. Con un foco de calor y de luminiscencia verde, es posible que formas de vida se hayan podido desarrollar en este hábitat extraño para nuestros ojos. Todavía es pronto para hablar sobre especies de naturalezas "imposibles". Todo apunta hacia una nueva manera de entender nuestro propio planeta como resultado del paradigma que surgirá de entre las aguas. Los expedicionarios han regresado sobrecogidos a la superficie terrestre, pero el equipo apunta: "sin duda hemos de volver a sumergirnos en el mar en busca de vida interterrestre".
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Crónicas Solferinas
Sería un desagravio pasar por alto una revista como ésta, de entre las muchas que surgió en la década de los setenta y los noventa. Cimoc (1984), La codorniz y muchas otras, formaron el boom de la historieta gráfica para adultos en España. Una época sin teléfonos móviles ni Internet. Hablar de la revista Tótem es hablar de un pasatiempo . En pleno auge del cómic, en nuestro país, esta la revista TOTEM contaba con autores como Milo Manara, autor de El clic, un cómic erótico, sedicioso, extraordinario, como las fotonovelas de Hoviv (1984). La revista optó, bajo la dirección de Roberto Rocca llamarse a si misma: Tótem (la revista estrella del cómic). Como lector precoz de cómics, coincidí con ellos, por casualidad, en la biblioteca del colegio. Sentí interés por sus páginas plagadas de sexo gratuíto y buena calidad de impresión, aunque no me agradasen tanto como los cómics de R. Crumb, desde que ví aquel documental en Canal +, dónde salía su hermano durmiendo en la cama de un faquir. Ahora está felizmente casado, pero no por ello deja de dibujar a sus hermosas mujeres, fuertes, de piernas alargadas y culo prominente, siempre inalcanzables, como un Tótem.
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Crónicas Solferinas
El último hallazgo de la expedición Totem ha sido el de unos entes, hasta ahora desconocidos por los habitantes de la superficie terrestre, de porte etéreo y aliento de acero. Visten antiguos manuscritos y se alimentan de tierra, agua, fuego y aire. Han pasado desapercibidos por su condición de invisibles hasta el momento en el que el hijo de un espeleólogo, mientras jugaba con una estaca a golpear el aire en las inmediaciones de la excavación de la montaña Kiwi, en Caqui, le asestó un varapalo a lo que el niño definió como "un pastel de leche líquida". Quedó desparramado sobre el terreno mientras el suelo se lo iba bebiendo. El niño logró capturar una instantánea de los restos en dónde se puede apreciar un rostro y unas manos. El equipo de expedición, ante el extraño descubrimiento, decidió investigar la zona. Al parecer, como los georadares y las sondas geotérmicas no daban resultados, un integrante del grupo decidió probar, y conectándose al "casco de Dios" fue el primero de varios testigos que afirman percibir seres con el alma por fuera y el cuerpo por dentro.
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Me sé de memoria la ruta de tus venas. Existe un viento que besa a los que caminan sin mapa. Andar de puntillas no es andar. El zorro no pisa, gravita. La bicileta también. Los coches son un engaño.
Lee White en Behance
El gato de la aldea que nos separa tiene las uñas largas. No necesita ir dejando miguitas de pan. El pelo del pecho le brota hacia el suelo. En él, se queda impregnado el olor a la tierra quemada por el motor de los pilotos automáticos.
Ágata Tripailaf
Yo soy hijo de raíces podridas Y tiempo de descomposición Miles de almas errantes Me siguen en procesión Soy la víctima, el hijo y el verdugo De mis palabras con pátina De tiempo Parábolas de mierda, crisoles y Baratijas, como un perro genéticamente alterado Me yergo ante el depósito Para que los fieles me sigan En el despropósito.
Daniel Artiles Rodríguez
Escultura de Jorge Mayet
Al principio fuimos animales salvajes y nos desplazamos con las estaciones. Luego la semilla floreci贸 en fruto y echamos ra铆ces. Domesticamos a los otros animales, labramos los campos y degustamos en la boca el dulce sabor de la propiedad privada. Entonces dibujamos una bandera para diferenciarnos y levantamos muros para protegernos de los animales salvajes.
Lamarck
Sandra Kantanen
Vamos a sacar de ti todo un jardín gigante para la cena, todo el dolor que te ha traído esta reforma privadade la educación, una condena a muerte, una cadena perpetua, dos gramos de sangre de las paredes que limitanel lenguaje en una hoja de papel, doce osas pardas que habitaba una familia de babosas, filamentos plateados que podrán atravesar la pieldel placton diminuto y todo lo que tengas escondido tras las cejas u oculto en cualquier rincón de tu memoria. Apenas va a dolerte como un bofetón mientras follamos tras un monolito y te grito como una bestia desquiciada, mientras sigue saliendo tu padre de tí, mientras sacamos un naranjo, una losa de mármol, una esponja de seda y al final del todo, tras una vaga sombra que alimenta el fuegocuando lloras, abandonada a la intemperie de tus huesos, tu voz, que he de llevarme. Sergio Escribano
http://jiji0jiji.tumblr.com
Siento
miedo
y
placer
desvirgando
las
cañerías de las mentes. Siento fauna, veo vida ancestral. Justo ahora que estoy muerto se yergue el tótem. Porque todas las cosas magníficas ocurren cuando no estás. Pura casualidad. Como el semen que recorre la arena con el viento y suena una guitarra eléctrica acoplándose. Todas las estupideces son fruto del clímax sexual. Ya lo dijo, el artífice de las máscaras: “Nuestra ética es sexual1”. No quiero convencer a nadie de nada. No quiero entrar en controversia con el azufre, no quiero ser nada sin ti. La nada es todas las palabras que aluden a ese Tótem, donde las cañerías hacían el amor con los impostores; dejando su máscara a un lado. Hasta que, el orden de las cosas, me secuestra y, deposito mi escultura disforme en el garaje. Luego, explotan las cañerías como un volcán y decido relatarte esto delante de un obelisco de neumáticos.
Daniel Artiles Rodríguez 1*Leopoldo
María Panero/ Prueba de vida/ Huerga y Fierro
La primera vez que leí un poema de Rodrigo fue a través de Tumblr. Era un poema perteneciente a su primer libro, Los Dormidos, publicado con la editorial Origami. Indagué en la red y dí con su blog. Por entonces no creía que Rodrigo se convertiría en un cómplice de la revista Duendeverde. Ahora estamos a finales del año 2015 y junto con él, Duendeverde celebra la publicación de su segundo libro La primera vez que ví un animal muerto.
El punto de partida del libro es la imagen metafórica de un animal muerto. A partir de ahí el libro se articula en cuatro capítulos en los que el autor habla de la personalidad, de la muerte, de la memoria y de como en la vida es necesaria la belleza y el asombro para continuar conviviendo con la conciencia de mortalidad.
1. ¿Qué hay que hacer para que una editorial nos quiera publicar? Creo que para publicar un libro no hay que tener prisa. El proceso de maduración como escritor necesita tiempo. Hay que crear un estilo, saber lo que se quiere escribir y darle la forma adecuada. Es conveniente integrarse en un grupo de poesía, darse a conocer a través de la red. 2. ¿Qué diferencias hay entre un autor amateur y un autor que publica con una editorial? Publicar con una editorial implica una mayor profesionalidad y mayor difusión de la obra. Por lo demás yo me sigo considerando un escritor amateur porque no gano dinero con la poesía y porque sigo aprendiendo constantemente. 3. ¿Has pensado alguna vez en la autoedición? Sí, ya lo hice. Auntoedité dos cuadernos de poesía, muy sencillos. Es una opción como otra cualquiera. 4. ¿Crees que las plataformas digitales son un trampolín hacia la edición en papel? Hoy en día cualquiera puede publicar sus poemas en facebook y es un escenario para que editories independientes busquen y quizás encuentren algo que les interese. 5. ¿En estos tiempos es muy difícil publicar poesía? En estos tiempos es muy difícil publicar cualquier cosa. 6. ¿Cuáles son tus constantes? Para escribir necesito tener un tema más o menos hilado por el cual caminar y que los poemas vayan en esa dirección. A lo largo del proceso de escritura el camino puede cambiar varias veces e incluso desparacer. Cuando encuentro una temática que me atrae y con la que me siento cómodo surge un libro.
7. Has publicado varias veces en Duendeverde. ¿Qué conclusiones sacas de esa experiencia? Pues que está muy bien que gente joven se emocione con la literatura y en concreto con la poesía e inicie proyectos como este en el que tienen cabida poesía de diferentes tipos. Una experiencia muy recomendable. 8. ¿Ves algo siniestro en publicar tu obra en las redes sociales? Publicar en la red es como desgajarse un poco en cada poema que se cuelga pero creo que es normal y lógico expresarse a través de las nuevas tecnologías. 9. ¿Alguno de tus poemas se ha engendrado en un sueño? En un sueño puede venir alguna imágen, sobre todo cuando estás en esos momentos en que estás a punto de quedarte dormido. Mi hora preferida para escribir es por la mañana, recién levantado, cuando la razón aún no se ha puesto en marcha y surgen, a veces, imágenes y versos originales.
«La idea de la muerte va unida a la conciencia de uno mismo», advirtió el escritor. «Es en la madurez cuando uno se da cuenta de la mortalidad. Con eso hay que seguir viviendo. No hay que desfallecer en la búsqueda de algo que nos importe, en la búsqueda, quizá, de la belleza o del asombro».
Un Tótem es la huella mal esculpida de una era de la civilización. Un conducto, a través de las cañerías de la era antigua, cuando los seres humanos borraban su conciencia, quizá, producto de la magia atávica y, se convierte en agua, raíces y máscaras de carnaval. Atraviesa el umbral de los tiempos y se yergue en el centro de este texto y de mi casa. Me desnudo, me arrodillo; el agua ya lo ha anegado todo. Debajo del lodo, aguanto el oxígeno. Nado dentro del pozo y tú,o te enseñoreas de la lluvia ácida del tiempo. Exploto, te adoro. Exploro te adoro. Rindo culto a la nada que me empuja escaleras abajo. Daniel Artiles Rodríguez.
Lo representa todo. Es el emblema de nuestro clan, la imagen en torno a la cual nos reunimos y nos dota de identidad. Representa nuestro estilo de vida, lo que sentimos, lo que somos, lo que nos da fuerzas. Jamás había creído en estas cosas hasta que no lo vivencié. En la iniciación era renuente, un tótem no podía hacer todo ello, era una simple imagen inanimada que no podía convertirse en el sentido de mi vida. Después lo probé, desde el primer momento el cambio fue patente, me convertí en más rápido, más fuerte, más inteligente, y sobretodo más feliz. Tenía un proposito y una forma de conseguirlo. Desde entonces he acudido a él cada vez que lo necesitaba, hasta que con el tiempo hay quien dice que se ha convertido en una adicción. Pero no es cierto, la realidad es que el tótem cambia y yo debo cambiar, ser como el agua, fluir, adaptarme, comprar y actualizar, ser digno, pertenecer a los mejores... La manzana mordida es mi totem y es un amo exigente. Miguel Ángel Fecé Allué
Tótem caníval
Año: 1978 Duración: 89 min País: Gran Bretaña Director: Rober Smith Guión: Elizabeth James Música: Alfrendo Viscantei Reparto: Aurelio Méndez, Sara Gutierrez, Jonh Yáñez, Peter MacHaligang, Jennifer Crow Productora: Red Circle. BSO: Alfrendo Viscantei Género: Drama, Aventura, Serie B
Sinopsis: Un reducido grupo de arqueólogos obtiene una subvención para rescatar un tótem entre las ruínas aztecas. Por otro lado, unos contrabandistas dedicados a la venta ilegal de reliquias, intervienen fatalmente ante un maravilloso descubrimiento de los arqueólogos. Un tótem asesino y caníval intenta apoderarse de sus pertenencias, obligando a que los estafadores devuelvan todas las reliquias usurpadas en ese lugar.
Articulista: Fritz
TÓTEM CANÍVAL
Articulista: Wanda Gremlins Año: 1984 Duración: 111 min País: Estados Unidos Director: Joe Dante Guión: Chris Columbus Música: Jerry Goldsmith Reparto: Zach Galligan, Phoebe Cates, Hoyt Axton, Frances Lee McCain, Dick Miller Productora: Warner Bros. Pictures / Amblin Entertainment Género:Comedia de terror. Navidad. Monstruos. Película de culto
Sinopsis: Las tres reglas básicas que deben seguirse para cuidar a un mogwai: no darle de comer después de medianoche, no mojarlo y evitar que le dé la luz del sol. Billy, un chico que odia la navidad, y Gizmo, su mascota mogwai, tendrán que rescatar a su pueblo de una invasión de perversidad e insana conducta.
La mosca William Blake
Pequeña mosca, tus juegos veraniegos fueron truncados por mi descuidada mano. ¿No soy yo una mosca como tú? ¿O no eres tú un hombre como yo? Porque bailo y bebo, y canto hasta que alguna mano ciega me arranque el ala. Si el pensamiento es vida, fortaleza y aliento; y la ausencia de pensamiento es muerte; entonces yo soy una mosca feliz, ya vivo, ya muerto. soy una mosca feliz así viva o muera.
Los complejos y el inconsciente C.G.Jung Cuando los dinkas del Nilo Blanco matan un hipopótamo, le abren el vientre y uno de ellos penetra en su cuerpo, se arrodilla ante la columna vertebral y le dirige al alma del hipopótamo la siguiente plegaria, que consideran está en la médula espinal: «Querido y buen hipopótamo: perdónanos por haberte matado. No ha sido por maldad, sino porque apreciamos tu carne. No les digas a tus hermanos y a tus hermanas que te han matado, diles que amas a los hombres.También nosotros te amamos y te comemos gustosos. Si tú te enfadaras, lesdirías a tus hermanos y hermanas que se alejaran, y nosotros no tendríamos ya carne.» Después de pronunciar esta plegaria vienen las danzas del «rito de salida», cuyo objeto es liberar a los cazadores de los apetitos y de la atmósfera sanguinaria de la caza y restablecer en ellos la atonía de «todos los días». Se asiste a un espectáculo no menos singular y revelador cuando los guerreros han combatido y cuando uno de ellos ha hecho una víctima (lo que es, por otra parte, muy raro, pues allí las luchas son, en general, poco sangrientas). El que ha matado regresa como vencedor, como guerrero valeroso. ¿Cómo le honran los demás? Sus congéneres se apoderan de él, le aprisionan y le someten durante dos meses a un régimen vegetariano, a fin de que pierda la costumbre de hacer derramar la sangre .
Nomeimportaquementiendas Productions
Fritz
Fritz
Fritz
EN TÓTEM
ARALE
Ingredientes: Manzana roja de Invierno
«Dios hizo al hombre sencillo, pero el hombre mismo busca infinitas complicaciones.»
¿Complejos menús para las cenas de navidad? Cada vez son más los que están hartos de asistir a cenas copiosas bañadas en turrón. Una manzana roja de Invierno es el menú ideal para estas Navidades. Receta de Ágata
Receta de Fritz
Ingredientes: Lentejas pardinas Zanahorias nata líquida sin lactosa. Almendras Pimienta negra
Existe una tradición singular en Italia la cual difiere manifiestamente con otras tradiciones de culturas cercanas y remotas. No se atragantan con las uvas ni se equivocan con los cuartos. Cucharada a Cucharada festejan el nuevo año.
Todos los asistentes quieren comer lentejas, están ansiosos porque para ellos significa un jubileo de las entrañas, una pócima con la que se puede afrontar ese cambio con aires diferentes. Pon una marmita agua fría e introduce todas las lentejas. Cuando rompa el día apaga el fuego y llevátelas a la bañera, en la que ya descansan los trozitos de zanahoria. Entonces, te introduces, solo o acompañado, con ellas a coger sabor. La nata brota de los cuerpos ardientes y se mezcla con las almendras de tus ojos. Solamente hace falta que la bruja del callejón de David Lynch te unte de aceite y vierta sal y pimienta negra en esta noche tan singular. Dejar reposar los cuerpos hasta el día siguiente.
La tela de araña es inmune a la luz y a la oscuridad. Sólo las gotas de la lluvia o los despojos de sus víctimas pueden hacer visible la trampa. Una mañana de Invierno salí a dar un paseo por el jardin y sin darme cuenta me ví atrapada en uno de los tantos nidos de amor que las arañas tejen sobre el terreno que habitamos. La arañita me recibió con dignidad imperial y no pude resistir quedar prendada en su red. Primero descendió segregando un hilo vertical y después sentí un beso pegajoso en la mejilla. El magnetismo de su figura, tan diferente de todo lo demás, me devastó en un impulso vital que apenas pude controlar. La mortaja que hilvanó sobre mi cuerpo era la producción más asombrosa en la que me había visto envuelta. Era un tótem, para lo que había nacido y por lo que entregaría la vida. Pero nada dura para siempre y poco a poco fui despertando del letargo que sus peludos colmillos habían urdido. Una vez recobrada la compostura natural del cuerpo, mi alma tembló y me desasí de su enredo. Entonces me ví a mí misma acechando su guarida, siendo ahora el peligro que amenazaba su mundo y huyó a esconderse en la hojarasca de la que no volvió a salir. Me pregunto que pensaría el limitado cerebro de aquella araña de la "gran presa" que se le escapó.
Ă gata Tripailaf
Desde el primer día, un maremoto de arena suspendida, como la tupida polis de Kyoto, en forma de congestión, nada decorativa para el suceso, nos sacudió e hizo mover el mar seco. Con su permiso, me presento como capitán de navío y arqueólogo. Pues mi visita, después de La Segunda Pangea, resultó anecdótica y caótica. El cambio climático había devorado los océanos; así que remábamos contra el desierto en busca de aquel tótem ancestral, sin importarnos nada, cubriéndonos la cabeza con las velas del barco, los orificios respiratorios y nadando, de noche, en pleno desierto, entre dunas pavorosas sin oasis al fondo. Parecíamos tuareg, en la choza improvisada. Por un momento pensé que aquel viaje estaba maldito. De repente, tuve una idea y, le dije a la tripulación que, en cuanto pudieran, usáramos los remos para cavar en el mismo centro de la tienda. Otro pensamiento había ocupado mi mente; quizá se encontrara bajo la noche estrellada. Excavamos como locos y caímos a una laguna. Ante mí, la gruta se extendía y, con su resplandor, me guiaba como dos ojos rojos proyectados en la superficie ancestral de sus galerías. La atmósfera, enrarecida, y aquellos ojos vibrantes de color rojo que, muchos hombres de mi tripulación hallaron ante espectros o cofres, joyas, alabastros.
Supe, mientras me arrastraba por la gruta, que no debía beber nada aunque estuviera muerto de sed. Casi, al desplomarme, vi entre el abatimiento a un corcel recorriendo la galería. Al abrir los ojos observé un montón de ratas comiéndose lo que quedaba de mi tripulación. Las estalactitas comenzaron a fundirse creando agua, de apariencia pura y cristalina, pero no podía beber de ella. Así que, arrastrándome, volví a ver al pequeño corcel. Parecía tener intención de ayudarme y dejó que lo montara. Malherido, cabalgué, a través de las galerías, esquivando el agua que mi lengua profería en sánscrito. A una velocidad fugaz, el corcel se detuvo y vislumbré al tótem que andaba buscando, pero, ante el asombro de mis ojos, era de un color y forma gaseosa, cristalina. Estaba en la cúpula del tótem sagrado e imploré -agua, agua por favor-. Ese fue el tesoro que arruinó mis ojos, al ver que la cúpula se entreabría, como un sarcófago solar: la destrucción del tótem condenándome a liberarlo. La hora del amanecer convergió. Era un tótem de agua cristalina parecida al vodka y ocupé así su lugar. Entonces, la bóveda se cerró y el corcel, saltando de una galería a otra, se acercó hasta mí, ofreciéndome una cantimplora de agua pura recogida por los nómadas durante mil años. Daniel Artiles Rodríguez
Pedro Suรกrez Ochoa
Para la gente la policía no sirve hasta que la necesitan, eso es una realidad, lo acepto; además no comprendo cómo es que llegué a ser un agente policial, lo cierto es que estoy aquí, portando una beretta en mi cintura y tomando litros de café diariamente
para
poder
mantener
mi
mente
despierta, aunque lo único que consigo mantener despierta
es
mi
“depresión”
por
haberme
divorciado. La vida siempre te da una patada en las bolas cuando menos te lo esperas, supongo que nuestro propósito es llegar a tener unas bolas de acero para soportar su embestida. El viaje a mi depresión comenzó un 7 de abril del 2012 durante una madrugada. Eran las 3:00 am cuando se nos avisó que se encontraron los restos de un hombre descuartizado en las adyacencias del centro comercial Nueva Granada. Cuando llegamos a la escena nos encontramos con una bolsa de basura negra que contenía partes de un cuerpo en estado moderado de descomposición. La bolsa había sido rota por perros de la calle y en ella solo estaban dos piernas sin pies, dos brazos que le faltaban las manos y la parte superior de la caja torácica de una persona masculina. No había más nada, excepto un tatuaje en uno de los brazos. El tatuaje era un tótem con calaveras humanas bañadas en sangre, dibujado por algún profesional, quizás.
Como inspector de policía del Estado Bolívar estoy algo acostumbrado a ver mucha mierda de gente enferma;
pero
reconozco
que
lo
que
vi
esa
madrugada me había causado repulsión como si fuese un simple novato del Cuerpo Policial. Al principio dedujimos que solo se trataba de alguna venganza, alguna represalia por parte del crimen organizado y se pensó que la víctima era otro maleante. Pero no fue así, porque tres semanas después se nos avisó de otra bolsa negra de basura con restos mutilados de otra persona, con las mismas características de corte o desmembramiento que los restos anteriores, más el mismo tatuaje en uno de los brazos, y para mayor sorpresa, un mes después, hallamos otra bolsa de basura negra con restos mutilados tal cual como las otras. Así que ya no era una venganza, sino que estábamos en presencia por primera vez en treinta años, ante un asesino serial. Pronto toda Ciudad Bolívar entró en pánico, los periódicos regionales hicieron su maldito festín de ganancias con todo su singular amarillismo. Los muy desgraciados publicaron en su sección de sucesos, las imágenes a full color de los miembros descuartizados. Así que nuestra gloriosa y culta prensa local hizo que el comisario y el alcalde se montaran arriba de nosotros para que diéramos con el asesino, para ellos se convirtió en un motivo político y electoral; para mí fue el inicio de la destrucción de mi matrimonio.
Al principio no teníamos muchas pistas que seguir,
pero
los
resultados
del
laboratorio
mostraron que en la sangre de las víctimas había cantidad abundante de procaína y lidocaína, analgésicos que se usan como anestesia local para operar a pacientes de distintas anomalías, sumado a esto, los cortes de los miembros superiores e inferiores eran casi idénticos y, en la caja torácica un poco más debajo de las coyunturas que une a los brazos y piernas estaban cauterizados. Lo que concluimos parcialmente que las víctimas primero fueron torturadas, se les mantenían despiertos y sin dolor para que presenciaran toda la carnicería que se cernía sobre ellos. El asesino también evitaba que sus víctimas se desangraran. No quiero ni imaginar todo el infierno que sufrieron todos esos hombres. —Sánchez,
tenemos
tres
hombres
descuartizados. No podemos identificarlos, no hay huellas digitales, ni rostro, ni dentadura—comenté a mi auxiliar, un experimentado Sargento. —Inspector, estamos jodidos, ¿No había otros pendejos en toda La Comandancia a quién dieran este caso? —Es parte de la mala leche, Sánchez. Pero te digo, si resolvemos esta vaina, no convertiremos en los héroes de Ciudad Bolívar.
¿Héroes? Creo que me creí mi propia mentira, me obsesioné con ser un jodido héroe, eso fue mi única motivación, casi no iba para mi casa. Dejé de hacerle el amor a mi esposa y si ella me montó los cachos lo podía entender. Pero ella no estaba dispuesta a soportar más, estar casada con un hombre a quien ni siquiera le veía el rostro. Todo se agravó cuando un mes después de la tercera víctima, apareció otro mutilado, con el maldito tótem de calavera tatuado en uno de los brazos; la presión en nosotros aumentó, así que, no solo teníamos al comisario y al acalde montados arriba; sino que los 400 mil habitantes de Ciudad Bolívar también usaron la fuerza de su opinión pública para presionarnos y todo gracias a nuestra gloriosa prensa amarillista, que publicaron nuestros nombres y fotos en primera plana. “ESTOS SON LOS AGENTES ENCARGADOS DE RESOLVER EL CASO DE: EL ASESINO DEL TÓTEM, ¿PODRÁN ELLOS?”. Los muy hijos de putas aumentaron sus ganancias, toda esta vaina parecía una perra novela sin final, mientras la novela de mi vida familiar se iba para el carajo. Pero, cómo todo asesino serial, su vanidad era su peor debilidad, estos tipos siempre quieren ser descubiertos en el fondo, pasar a la historia cómo los putos héroes de los psicópatas que están por nacer. Así que encontramos otro patrón a seguir, algo en lo que
no
nos
habíamos
fijado
y
que
coincidencia con los asesinatos y eso fue…
tenía
una
Continuará... No te pierdas el desenlace de esta historia en nuestro próximo número.
No me basta con tener tres fotografías cuando necesito mil más para que me cuenten lo que tú ya no me podrás contar. Cuando sopla el viento en tardes soleadas, cuando veo pájaros volar cerca de mi ventana, cuando saboreo el mar que veo, cuando me despierto y cuando directamente pienso en ti. No tengo claro cómo es ese lugar al que todos os vais y ninguno vuelve, pero gracias por mandar recuerdos. Ya no me detengo a pensar que pasaría si existiese esa ansiada máquina del tiempo y, de existir, de qué forma cambiarían las cosas. Nunca lo tengo claro. Nunca. A veces tu voz vuelve del pasado para recitar frases que me llevan a otro lugar, a diecisiete años de distancia. No creas que no he pensado en ti. Pienso en ti cada día que no estás y cada vez con mas frecuencia. ¿Qué difícil es ésto, no? Vivir al día y ser consciente de que nada es eterno: ni la familia, ni los amigos, ni la vida ni uno mismo. Lo que nos rodea puede esfumarse de un plumazo y a veces me iría a cualquier lugar con tal de darte un abrazo. Tengo que imaginarte constantemente, imaginar que sonries y la forma de tu boca, imaginar tu risa y el sonido que produce, imaginar tus pasos y el tamaño de tus pies, imaginar tu rostro tantos años después.
Tengo que imaginar tus ojos, porque ya no me acuerdo de ellos, ni de tu pelo ni de tus camisas. Tengo que imaginar lo relativamente alta que yo podría parecer a tu lado, porque no recuerdo con exactitud tu gran tamaño e imagino el olor de tu ropa porque no recuerdo absolutamente nada. No sé como cogías el bolígrafo para escribir aquella preciosa letra, ni como agarrabas el lápiz para dibujar. ¿Lo agarro como tú?, ¿Lo he heredado de tí?, ¿Tengo tus ojos?,¿Tengo tus gestos?,¿Tengo tu carácter?, ¿Tengo tu pelo?, ¿Qué hay de ti en mi?, ¿Qué se ha quedado aquí?, ¿Qué tengo que es innegablemente tuyo?. Cada día, me asaltan las imágenes de ese otro tiempo en el que estabas aquí y no eras lo que ahora, un eco de otro tiempo retumbando entre las paredes de mi casa, tu casa y nuestra casa, entre las ausencias de la vida, entre lo que es y lo que no ha sido. Cuando me asaltan, sobre todo, lo que vuelve del pasado, sobresalen dos momentos que se vienen conmigo en forma de nostalgia incontenible a dónde quiera que vaya. Uno de ellos, que se grabó con fuerza, fué jugar con
tus
grandes
y
ásperas
manos,
pasar
mis
pequeñísimos dedos por tus uñas y tocar una y otra vez la de tu pulgar, que era más que peculiar. Al recordarlo vuelvo a tener seis años y vuelvo a estar sentada sobre tus rodillas, con tu enorme torso detrás de mí, respaldándome para no caerme. Estás detrás de mí, en mi recuerdo, y tengo tu mano izquierda sobre las mías, porque necesitaba las dos para llenar media palma de tus grandes manos.
A menudo me consuelo con sentirte por casa, y con que esas manos vuelvan de algún sitio y me ayuden a seguir adelante cada vez que me tropiezo con todo lo que resistimos los que todavía quedamos aquí. No sabes cuánto me hacen falta de vez en cuando para levantarme de cada torta contra el suelo que no mata, pero escuece. Lo otro, que guardo no sé si con cariño, es tu voz, llamando a mamá por una palabra mal pronunciada que te hizo reir. Justo antes de poder escuchar tu risa importada del ayer se extingue como una llama bajo una lluvia torrencial. Solo el poderío de tu ronca y gruesa voz me saca del "ahora" para devolverme a mis cinco años, a los que me escaparía de vez en cuando para observarte en silencio, verte llegar o salir y recordar tus camisas, tu pelo, aquella ancha espalda sobre la que me cargaste tantas veces, sobre la que me hubiese gustado ir toda la vida. Ahora, no sé cuántos años más me quedan sin ti, porque aprendí de tu ausencia. Pero los diecisiete que ya he pasado sin ti, los cargo yo sobre mi espalda, como a veces cargo a mi pequeña; como cargo con mis propias rarezas, como cargo con mi vida en general. No puedo volver a mi niñez ni agarrar tus manos con las mías, ni a ir a sobre tus hombros mientras salías a correr, ni a sentir miedo sobre el agua en medio de la ría mientras fingías no poder remar y medio remo pesaba el doble que todo mi cuerpo. No puedo volver a atrás para saber con certeza cuánto hay de África en mí, cuánto exactamente hay de tí en mí. Arensha
EL AQUELARRE El gabinete de hechiceros de Duendeverde se reĂşne para tomar cafĂŠ con aguardiente Una vez bebido el elixir, miran en los posos el devernir de los acontecimientos futuros.
Aries: Peor día del mes: 31 de Diciembre / Mejor día del mes: Ninguno. Seamos sensatos, los astros conspiran contra ti. En el amor comienza por darle de comer al perro muerto que tienes en el jardín antes de iniciar una relación más profunda. Trabajo: ¿Trabajas? Tauro: Peor día del mes: 3 de Enero / Mejor día del mes: 4 de Enero Un amigo te puede pedir dinero, posiblemente pienses que no te lo devolverá jamás pero, al día siguiente, alguien muy cercano a él, te dará la clave de su wi-fi. Géminis: Peor día del mes: 14 de Enero / Mejor día del mes: 10 de Enero Las conclusiones a las que llegues tendrán poco eco entre quienes te escuchan. Te sentirás sólo y aislado como un caganet. Cáncer: Peor día del mes: 28 de Diciembre /Mejor día del mes: El mismo Tendrás la oportunidad de conocer a fondo la persona que más vas a odiar en tu vida, sí, esa que te dejó en ridículo en la cena de empresa. Amor = odio. Leo: Peor día del mes: 1 de Enero / Mejor día del mes: 31 de Diciembre Según la alineación de tus mayores enemigos estelares, Andrómeda te enviará tan lejos de ti mismo que tendrás miedo de abrir tus redes sociales. Virgo: Peor día del mes: 8 de Enero / Mejor día del mes: 3 de Enero La numerología predice que tus estados de fortuna y desgracia entre el tres y el ocho de Enero serán un detonante de tu estado bipolar. La noche del cinco los Reyes Magos pasarán de largo, atemorizados por tus alaridos. Libra:Peor día del mes: Ninguno / Mejor día del mes: 31 de Diciembre Según la conjunción entre venus y saturno, la constelación de Orión te otorga unos beneficios inesperados. Estarás más vital que otros meses, canaliza esa fuerza para tocarle las pelotas a tus vecinos y quedar impune. Escorpio: Peor día del mes: 7 de Enero / Mejor día del mes: 6 y el 8 de Enero No hay día ideal para la reconciliación. Ese trofeo familiar no se puede devolver, pero aprovecha para empeñarlo. Sagitario:Peor día del mes: 12 de Enero / Mejor día del mes: 15 de Enero Todavía recuerdan aquella roja interior roja que usaste el día 31 de Diciembre para impresionar, y, acabaste en el suelo enseñándolo todo mientras fregabas con ella el champán. Palabra del més: socialité. Capricornio:Peor día del mes: 6 de Enero / Mejor día del mes: 25 de Diciembre Tendrás la necesidad de solventar un problema del pasado a base de onanismo. Palabra del mes: Onán. Acuario: Peor día del mes: Todos, festivos inclusive No pierdas la paciencia aunque caiga un rayo cerca de ti y se deterioren muchos aspectos personales. Llama a la linea de la vida o tirate de un puente. Piscis: Peor día del mes: 24 al 8 de Enero / Mejor día del mes: 8 de Enero El desgaste cosmológico provocado por la insistencia en lo que quieres por Navidad provoca que los demás te consideren una persona tóxica. Palabra del mes: Anisakis.
Crónica de viajes de Félix Rodríguez de la Fuente.
Una tarde de cárdenos nubarrones descubrimos el cadáver de un elefante frente a las laderas del Ruwenzori. Estaba tan hinchado y monstruoso como si todo el miedo que pasó cuando le metieron dos balas en el cuerpo se le hubiera salido el corazón, llenando sus venas hasta hacerlas reventar debajo de la piel arrugada. Sin trompa, sin defensas y sin la porción terminal de sus extremidades, que le habían amputado por la articulación del tarso, el maloliente corpachón del elefante me conmovió. -¿Qué haces aquí, tendido sobre un costado, sin tus mejores atributos, cuando apenas has llegado a la flor de tu vida? ¿Quién te ha arrancado el espíritu sin cantar ni danzar en la luna nueva para devolverlo a tus antepasados? ¿Dónde están los chamanes que debieron propiciar y desagraviar a Komba, el padre de todos los elefantes, por haberte robado la vida? Hace muchos miles de años que los hombres te matamos, hermano elefante. Pero te hemos matado a ti y a tus antepasados para alimentarnos con vuestra carne; para defendernos de los rigores del invierno con vuestras pieles; para que las toneladas de energía que atesorabáis en vuestros cuerpos dieran vigor y supervivencia a nuestra propia especie. Cuando apenas balbucíamos, con el hacha de piedra en la mano y el amor a la vida en el corazón, te tendíamos ya trampas, porque eras la fuente de todos los terrores y de todas las aventuras: la muerte o la carne. ¿Quién te mata ahora y abandona tu cuerpo a las hienas y a los buitres? ¿Quién osa malgastar el tesoro de tus energías? ¿Dónde están los cazadores que no se han detenido a velar tus restos? Yo te cantaré una canción, hermano elefante. Yo pondré en tus oídos muertos el misterio de unas palabras que aprendí de un chamán de los pigmeos efé. Unas palabras que se han transmitido de hombre a hombre, de cazador a cazador, desde el principio de los tiempos. De las tribus del mamut a las hordas de matadores de mastodontes, de los bosquimanos a los pigmeos; de todos y entre todos los que han matado la carne respetando el espíritu. De la ética antigua de los cazadores que consideraban como el más imperdonable tabú matar más de lo que se podía comer. Escucha, hermano elefante, la canción del pigmeo. “¡Oh, elefante! Tú eres el más grande, el más hermoso y el más listo de todos los seres que huellan la selva con su pisada. Yo no soy más que un pobre y torpe cazador que iba por la senda con la lanza pesada en la mano. Y cuando un cazador siente el peso de la lanza en el brazo derecho, siempre quiere impulsarla con mucha fuerza hacia arriba y aliviarse. Y como tú eres tan grande, ¡oh, elefante!, y yo soy tan pequeño y tan torpe, no vi que tu vientre cubre todo el techo de la selva. Y mi lanza se clavó en tu vientre.Ahora ya estás muerto. Pero yo no te tocaré. Mis mujeres y mis hijos y los hombres de mi pueblo van a comer tu carne para que no se pudra y se pierda”.
Foto: Sarah Hosney