Duendeverde 2

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Nテコmero 02

Literatura Marzo 2015

テ]gel del ojo Terror Inmobiliario Paseando por el Infierno

Entrevista a Karmelo C. Iribarren


«Toda certeza está en los sueños» E.A.Poe


Glosario nº2

Editorial Págs. 4­5

Crónicas Solferinas Págs. 6­7

El Tintero Págs. 14­23

Entrevista Págs. 24­25

Correo Electrónico duendeverdelit@hotmail.com

Derechos reservados

Puzzle de Poemas págs. 8­15

Relatos Asombrosos Págs. 26­31


Las historias crecen del suelo y se cuelgan de las hojas verdes. Se enroscan en los tallos sumergidos de las aguas poco profundas, se yergen tras la hierba que se inclina paciente bajo tus pasos. Los cuentos habitan en los rincones de nuestros cuartos, solo hay que verlos con vista borrosa y dejarlos ir a su antojo, con cada bocanada. Se estremecen ante los recuerdos, como lo hace la piel bajo el limón. Ellos esperan lo suficiente para ser contados, ya sea deslizándose por entre unos tibios labios o sobre la bruma del pensamiento. ¿Cuántas historias habitan en ti? Vivimos entre memorias hiperactivas que, como pupilas, ante un chorro de luz, reaccionan y poco a poco, como música en el aire, recogemos en pentagramas.



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En el planeta Tierra todo se expresa, los minerales emanan sutiles aromas y reflejan destellantes abismos de color, las plantas se comunican mediante sus raíces, como si de un tejido neuronal se tratase. Los animales gorgojean o nadan sincrónicamente al son de la mar. Y los seres humanos no son una excepción. Sin embargo, un menoscabo los aturde, la relativa dejadez en la exprexión. No erraba McLuhan al decir: «El medio es el mensaje» y los medios están sobrecargando de información la comunicación humana. Ocurre que, mientras que de cuántos más medios de comunicación dispones más se disipa el mensaje, puesto que, el lenguaje no verbal, el cual ocupa casi el 80% de la comunicación humana es inexistente o alejado del fin expresivo en si mismo y de el receptor efectivamente. Bajo tales circunstancias, en muchas familias es el perro el que mejor entiende las emociones y los pensamientos humanos, conocedor de este lenguaje criptógrafo desconocido.


7 Como decía Freud: El hombre es un Dios con prótesis tecnológicas. El ego de Dios se diluye y cree entender a otros a mucha distancia, obviando la comunicación directa, cercana. Como si sufriera un desdoble de su propia realidad en la que el mensaje directo queda desterrado y se impone el otro metalenguaje inconexo y artificioso referido a una burda realidad en dónde nadie sabe lo que nadie siente, y las almas, cegadas por un colapso de datos irrelevantes termina caminando solitaria. Como un arroyo cada vez más lejano a la fuente de origen. Dando lugar a la degeneración y desaparición del lenguaje, palabras caen en el olvido y solamente unas pocas resucitan por bocas de almas insatifechas que se niegan a perder matices que puedan expresar la lascitud que sieten. Yendo de ojos, los mininanas tropiezan con graillas, de opea en opea, apenas siendo capaces de aturdir menesteres cotidianos como el buen cocinar o el buen leer, grandes gozos del alma, habitamos en tostoneos que nos mantienen sumergidos en un mundo cada vez más pobre y miserable. Según viene augurando la UNESCO desde el 2005, la desaparición bisemanal de lenguas se produce, a menudo, por la muerte natural de las últimas personas que las hablan. Resultado del estado comatoso en que se encuentran las palabras.


Me dice: Estás lleno de luz, cambias el aura de mi habitación y mi vida Luego: Entre sollozos, los psiquiatras me llaman máquina de matar Sé que en otras circunstancias hubiera sido diferente Pero, Yo me levanto cada mañana y renazco con la misma piel Preguntándome: ¿Es el amor una lavadora en eterno centrifugado? Corto y cierro libros Las letras superan cualquiera que sea

al

dolor,

Superan hasta la muerte No hay más que leer epitafios

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A Carlos Lucio Handwerck Habité en la cabellera del horror, largo tiempo, y, en las pausas del naufragio, abrigaba la esperanza de construir, con armas irreales, un mundo, otro mundo, diferente a éste: De personas automáticas, sin carne ni cerebro, ofreciendo sacrificios en mi nombre Nunca libre, nunca libre nada, todo atado a mis deseos Sólo un Loft Y una cuerda suspendida en el aire Para ahorcarme

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Los fantasmas decidieron, un mal día, dejar de merodear por cementerios y castillos para instalarse en la ciudad. Pronto se dieron cuenta de que la mayoría de las nuevas urbanizaciones estaban vacías e inmaculadas. Nada que ver con el lúgubre glamour de sus antiguas moradas. Cuando decidieron regresar a sus guaridas del terror, se encontraron con que los camposantos y castillos de sillares eran pasto de excavadoras. Carteles, sobre montículos de huesos y tierra batida, anunciaban la próxima apertura de centros comerciales y campos de golf. Ahora intentan elaborar propuestas para que se les catalogue como bien de interés cultural pero, los ayuntamientos, ya se sabe, no destinan subvenciones a proyectos muy alternativos. 10


Crucificado en el paraje Si he de hablar y narrar Que sea por el que dijo: “Yo soy legión”. Este habitáculo de signos Si piensas bien Habla de ti, de esa televisión con pus Emulando a El Vesubio Ocurre porque: A veces, miro mis manos cuando tiemblan

La residencia del coño humeante Donde las quimeras son dados Nadie es desatado Ni atado Sólo figuraciones En el centrifugado de opciones Mantén la sonrisa Como cortapisas o emblema

Y no me pertenecen

¡Espera, que hasta un perro blasfema!

Son contrarias, ajenas

Es el coronel

Como corrientes de ultramar

A cada palabra un símbolo

Que buscan dibujar tus ojos

Y otra x que cargar

Que buscan orientar tus ojos

En la memoria

Hacia la cruz que es mi cuerpo

Al menos

Esperándote En parajes de la memoria En el lodo de la mentira que tiene buenas maneras de mandarte a la mierda Irrazonablemente Como ha de ser Allá donde se burlan mascaras

V E S U B I O

Cuando voy a la cama Mañana el sol aniquilará el alquitrán Me gusta Como un neumático desgastado Rodando hace años Por una ladera Que nadie vio jamás.

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Durmiendo pronunciamos utopías

La vida nos toca como el agua es tocada por el vuelo rasante de un ave. Lentamente las extremidades de los días. Todo lo que merece la pena huye. Todo lo que merece la pena es insustituible. El norte está grabado en los árboles. Nos perdemos en todo aquello que admiramos. Cada cual encierra en sí su propia idea de certidumbre. Durmiendo pronunciamos utopías.

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Heridos los ojos

Si me vuelvo transparente cuando observo la lluvia es porque el agua limpia mis ojos. Me ruborizo al pensar en la vida como una hipótesis que se va construyendo decisión tras decisión. Abrir los ojos hacia dentro es perder la intimidad. Terminada la tormenta sé muchas más cosas de mí. Rodrigo Garrido Paniagua

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Porque sin buscarte, te ando encontrando, especialmente cuando cierro los ojos. Cortázar Del ojo elástico que con la benevolencia se vuelve clara pupila y va paseando un milagro que quiere salir de otro mundo a este, en otro país, en otro sitio fuera de aquí Del ojo espástico del odio que se vuelve pozo negro sin pupila y se queda ciego Mientras detrás pasea un demonio volando que nuestros ojos no pueden ver Laten los ojos en la copa de Santa Lucía que no quiso pecar Brillan los ojos en la noche y relucen en el día los ojos del iluminado Haciendo chiribitas, chispeando polvo plateado de estrella

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Los ojos que en la oscuridad se abren intentando sacar aguas de un pozo oscuro con el que refrescar la sed de sabiduría en el misterio La belleza yace en el ojo Ojos en triángulos isósceles que yacen dentro de una base ascendente Leyendo las líneas de tus ojos encontré un caminito de sangre Todo ciudadano es un cíclope Mira cómo se ensanchan en la oscuridad Hubieron escritores como pianistas con ojos en sus palmas Serpientes en el sol Serpientes en ojo solar de Ra Demos un paseo en la barquita solar portando un candelabro con el que ver de día Los ojos de los cuerpos que me miran al mirar sus cuerpos que son ojos que me miran sin mirar y mira al ojo de tu ojo de tu ojo de tu ojo de tu ojo de tu ojo de tu ojo donde terminarás por encontrar tus propios ojos y donde ya no habrá más falta observar pues todo estará visto y no visto Iridología sobre la nebulosa Ojo de Gato En el momento extático las pupilas desaparecen y los ojos se quedan vueltos del revés Mirando hacia dentro del alma y yo también he visto los ojos de los muertos

El ojo que tú ves no es ojo porque lo veas, es ojo porque te ve’ Machado

Sebensuí Á. Sánchez

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El Tintero


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Los tenía los dos en la estantería, me los habían regalado en Navidad y pensaba dejarlos para alguna playa soleada pero.. pensé que nunca se sabe si vas a llegar vivo a la próxima estación así que indulgente, me dejé a mi misma disfrutar de palabras. Era la primera vez que iba a leer a Carlos Salem, despues de leer cosas suyas en una pantalla, tener un libro con su nombre me parecía un sueño, y tenía dos libros. No sé en que momento me decidí por empezar por Camino de Ida. Pero lo agradezco tanto. Me llevó de viaje sin moverme de la cama, y en la misma me hizo tener los orgasmos mas dulces con Ingrid. Y al terminar, con esa sensación de vacío infinita que te queda después de la mas profunda adicción, descubrí por qué le había puesto ese título, y pude contar la de veces que había estado tan inmersa entre sus páginas que no lo había visto. Con Rayos X esperaba otra cosa, pero no me decepciono, claro que, toda observación que hago la estoy haciendo en cuanto al argumento, a la historia, no soy quien para juzgar su forma de expresarse, aunque si me permitís: arrolladora. Con Rayos X, como venía diciendo me ha llevado de la mano a lo mas profundo de la vida de un niño, él. Y a esa etapa tan mágica y devastadora como es la adolescencia. Si alguna vez me lo cruzara, lo tuviese frente a frente solo podría darle las gracias y preguntarle, si encontró en Brasil a Betty. Con muchas ganas de continuar adentrándome en su obra

«Me llevó de viaje sin moverme de la cama»

RdA


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Veo a un hombre sentado en una silla y la silla le está mordiendo una pierna. Desciendo en la estación de un país cuya lengua desconozco. Niños con un cuchillo en la mano comienzan a reír repentinamente. -Eres un viejo estúpido -dijo la vieja. Por toda respuesta el viejo abrió mucho la boca y se tragó dos platos. -¡Viejo estúpido, viejo estúpido! -repitió la vieja. El viejo abrió más la boca y se comió la mesa y dos sillas. -Siempre has sido un viejo estúpido -sentenció por fin la vieja. El viejo abrió muchísimo más la boca y se tragó a si mismo.


P. Pereira

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Desde los subterráneos de mi corazón, a setenta DISTANCIAS sobre la humanidad, yo maldigo la vida: soy malo, bueno, y no soy nada, nada, nada; mis pasiones, nidos de serpientes, mis cantares, pozos de dolores; sobre el fracaso estéril, inútil de mi vida estridente, los inviernos lloran; al sonreír, el otoño camina sobre la sonrisa con un escarpín de terciopelo errante y amarillo mis días son ocasos de Julio, lamentables ocasos lamentables, desde mi cara caen las hojas marchitas, y mi corazón, mi corazón es grande y vil campana con el péndulo Roto, sonando en la inutilidad inútil de la belleza inútil. - Pablo de Rokha - Los Gemidos - Elegía del hombre soltero (fragmento)


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Mentres que os días se seguen facendo máis largos fáltanos arte para nutrir as nosas mentes. A gran cidade da cultura durmiuse e convertérona nun tremendo albergue onde o arte segue de pedra. Continúan intentando silenciar as notas que flúen como banda sonora das rúas molladas. Quérennos durmidos mentalmente. Quérennos mortos mentalmente. Pero nós non deixaremos que os incultos nos gobernen, que o vello venza ó novo. Nunca nos converteremos nos seus semellantes. Eu négome, négome a ser un máis desos que poden vivir sen a melodía dun piano, sen as letras dun poema ou os tons daquel cadro. O Entroido termina e eu continúo esperando que a eles se lles gaste xa a goma da careta. Que a xente se de conta de que ano tras ano levan o mesmo disfraz, que vexan os seus rostros insípidos. Faltos de vida. Desa que se respira nun concerto a media luz nun bar da zona vella, desa que fluía polas arterias da capital, desa que nos queren facer olvidar. Despertemos xuntos, vomitemos arte polas pedras desta cidade, desganemos as nosas gorxas para desvelar as mentes adormecidas. Fagamos travesías de ideas para cambiar a realidade que se insensibiliza lentamente ca anestesia administrada por eses «grandes gobernantes». Non nos durmirán, xúroo. A arte converterase na cafeína que acelere os nosos corpos narcotizados.

«Vomitemos arte polas pedras desta cidade»


s s s a »

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F R I T Z



- Decía Cioran que sólo puede haber un tipo de poesía y es la triste, pero aún así ¿ La poesía sirve para ser feliz? La poesía ni quita el dolor ni da la felicidad. En determinados momentos, puede procurar cierto consuelo, insuflar cierto optimismo, ser, en fin, una buena compañera de viaje. Pero la relación -y los beneficios o agravios que de esta relación se obtengan- que se establece entre la poesía y el lector es siempre personal e intransferible. Un poema (prefiero hablar de poemas, menos sagrado) en realidad son tantos poemas como lectores pueda tener. Dicho lo cual también diré que Cioran no anda tan descaminado, al final se canta lo que se pierde, y ese canto tiene que ser por fuerza elegíaco. La poesía celebratoria nunca me ha hecho celebrar nada, de hecho siempre me ha parecido una paradoja, una contradicción, casi un oxímoron. Aunque en dosis pequeñas, quién sabe. - Leopoldo María Panero también decía que no fueron el alcohol ni las drogas los que destruyeron su vida sino el amor que no le dieron ¿Cómo se presenta el amor en la vida y obra de Karmelo Iribarren? Leopoldo María Panero es un poeta “especial” que a mí nunca me ha interesado gran cosa. Tiene poemas que me gustan, pero son los menos. No es un poeta al que vuelva con relativa frecuencia. La frase que citas sobre la falta de amor y su mala vida y demás, bueno, es una frase bastante recurrente en casos de autodestrucción, lo que no quita para que haya una verdad en ella. En cuanto a mí, no sé, me cuesta mucho hablar del amor en prosa (¡es algo tan lírico!). En el supuesto de haya alguien interesado en el tema, tal vez debería leer alguno de mis libros, en todos ellos aparece el amor como gran protagonista, para bien y para mal. Si le quitas a la vida el amor, le estás quitando el sol al verano, dice Rupert Lambert.

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«La poesía celebratoria nunca me ha hecho celebrar nada, de hecho siempre me ha parecido una paradoja»


- ¿Cuál crees que es el principal tumor social? ¿El egoísmo o la ignorancia? El sectarismo, el relativismo, el “y tú más”, el “pero” de los cobardes, los mal llamados medios de comunicación (toda vale si da audiencia), etc. - Te han influído mucho los escritores norteamericanos de estilo 'negro' o el mal llamado realismo sucio. ¿Qué otro tipo de autores que se salen de este marco destacarías? La lista sería larga, porque durante muchos años dediqué varias horas al día a leer, y puedo asegurarte que cunde, aunque no te lleva a ninguna parte. Sin embargo quiero citar algunos nombres, poetas de las últimas hornadas, que leo con gusto últimamente. Por ejemplo: Javier Cánaves, Ape Rotoma, Pedro Andreu, Eugenio Navarro Torres, Ismael Cabezas, Itziar Mínguez, Elena Román, Sara Zapata... Hay más, claro. Que me disculpen los olvidados. - ¿Qué nos puede decir Karmelo Iribarren sobre la palabra misterio? Que el que a mí más me interesa -y más me atrae y más miedo me dasuele estar en los ojos de las mujeres que veo todos los días por ahí, en los bares, en los supermercados, esperando el autobús....

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Segunda parte

Me sorprendí a mi mismo riéndome solo ante un café que ya se había quedado frío. Todos esos recuerdos de mi juventud que, gracias al encuentro casual con Horacio, habían rebrotado en mi memoria, me habian puesto de buen humor a pesar de abofetearme en la cara con la cruda realidad. Ahora soy mas viejo y, como Horacio, tambien estoy mas gordo. Decidí pagar y marcharme, harto ya de revolcarme como un cerdo en el lodo del pasado. Así que me levanté y me dirigí a la barra con un euro en la mano (medida standard del precio de un café) dispuesto a tratar de pasar desapercibido a los ojos de un Horacio que ya estaba soberanamente borracho. Ya casi lo había conseguido cuando una dura bota de seguridad con punta de hierro aplastó mi pie izquierdo obligándome a levantar la mirada. Ahí estaba él, tambaleandose ante mi, clavando sus ojos rojos y vidriosos en los míos, gordo, sudoroso y oliendo a una extraña mezcla entre albergue y licorería. Llevaba unos pantalones de camuflaje, como los que usan los cazadores, aunque apostaría mi vida a que, gracias a Dios, jamás habría empuñado un arma. La guinda del pastel la ponía una roída y descolorida chupa de cuero sobre una chaqueta de chandal roja marca Adidas. - Disculpe señor, llega una hora del día en la que mis pies dejan de obedecerme y no puedo responder de sus actos. Si tiene algún problema va a tener que hablarlo con ellos. Ármese de paciencia porque el izquierdo sabe castellano, pero el derecho no, solo habla alemán, y no toman ninguna decisión sin ponerse antes de acuerdo. Así que va a tener que hablarle al izquierdo, esperar que se lo traduzca al derecho, y que ambos lleguen a un acuerdo....¡espera un momento! yo te conozco.- fue entonces cuando me regaló una amplia sonrisa, le faltaban dientes, otros los tenia negros...si yo fuese odontólogo un triple infarto de miocardio me hubiera llevado a la tumba en ese mismo instante.

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«Decidí pagar y marcharme, harto ya de revolcarme como un cerdo en el lodo del pasado»


- Creo que se equivoca, amigo- mentí vilmente.- No soy de por aqui. - ¿Como que no? Juraría que eres Quique, el hijo de la Amparito, la costurera - se metió la mano por dentro de la bragueta, rascandose sus partes como un perro. - No te apures, estoy acostumbrado a que la gente haga como que no me conoce...tampoco es que me importe mucho. - Si, ahora te recuerdo....Horacio, ¿Verdad? - Dije tratando de parecer sorprendido. - El mismo. Te veo muy bien,cabronazo. ¡Joder!Sí que las tenemos liado tú y yo hace unos quince años...¡Me cago en la puta,esto hay que celebrarlo! - se acerco a mi oído, y susurrando para que nadie lo escuchara me ofreció acompañarlo al baño a meternos unos tiros. - Veo que sigues igual. Gracias pero no, no consumo. Toda para ti. - Anda, mírate. Sanote,limpito, sereno y bien vestido. Sí que estas viejo,sí. Yo en cambio sigo siendo joven, aunque follo menos,eso si.- se empezó a reir a carcajadas y, apoyándose en la barra, tiró la cerveza que se estaba tomando al suelo. Fue entonces cuando le cambió el humor. Se puso serio y triste, como si esa cerveza fuera un familiar que acababa de fallecer en ese instante. Deduje de ello que no le quedaba más dinero encima para seguir emborrachandose. - Horacio, creo que a estas alturas deberías saber ya que las drogas no son la respuesta. Algun tipo de efecto debieron de causar mis últimas palabras, porque se quedó embobado, como si tratara de resolver mentalmente algún galimatías muy complicado. No me respondió cuando me despedí y me encaminé hacia la puerta. Estaba a unos diez pasos del bar cuando oí que gritaban mi nombre. Al girarme lo ví asomando la cabeza por la puerta del local. - Si la pregunta es, por qué no tienes dientes y trabajas de gorrilla en un mercadillo, sí que son la respuesta. Me alejé de allí oyendo sus carcajadas a mi espalda. Cuando llegué a mi coche y busqué las llaves, me topé con un papel en el bolsillo que antes no estaba ahí. Un cuadrado doblado varias veces,de unos cuatro centímetros, que contenía algo dentro. Me senté en el coche y lo abrí. Dentro del recorte de folio había aproximadamente un cuarto de gramo de cocaína,y en el papel dibujada una carita sonriente y un número de teléfono. Hoy hace dos semanas que ese papel esta sobre mi escritorio, como una llave que abre una puerta al pasado. Cada noche al llegar cansado a casa siento la tentación de marcar ese numero y desconectar del mundo real. Se está convirtiendo en una obsesión, rozando ya lo enfermizo. Sólo me calma pensar que ya estoy muy viejo y gordo para esas cosas. 27


-Si alguien te pregunta, diles que fué jugando con un anillo. -Pero, mamá... tu no llevas anillos. Era la primera mentira que recordaba. La primera marca que consigue recordar. De camino al colegio, mientras ella la lleva de la mano, va arrastrando un ojo bordado en cardenales. Si no puede contarse, entonces es que ésto no está bien pensaba la pequeña. El primer trauma de muchos que la marcarían para siempre. Es el primer golpe que recuerda, pero hubo más antes de esos y con siete años, poco sabía de todos los que le esperaban después hasta poder huír de aquel infierno al que se destina a los niños aterrados que no cumplen todavía la mayoría de edad. La mayor de las dos hermanas que eran por entonces. La pata fea que se convierte en un ejemplar frío, extrañado y confundido. La que pagó el plato roto que nunca escogió. Te caes demasiadas veces, ¿No crees? Siempre que vengo, estás llena de marcas . Eso fué lo que su tío le dijo con once años cuando la encontró llena de moratones. Para entonces ya era la mayor de tres hermanos y el pequeño, por lo visto, también se caía demasiadas veces. Pero todos callaron. Ella también guardó silencio. Guardó silencio cuando brotó sangre de su cabeza cuando aquella que debía quererla, la empotró con fuerza contra el marco de una puerta y cuando se vió en el espejo los arañazos en el cuello, que le había salido minutos antes, cuando aquella que debía quererla la agarró con fuerza cortándole la respiración y haciéndole perder la vista. Mi padre dice que no entiende como hay padres que pueden hacerle eso a sus hijos , le dijo Cristina en quinto de primaria, cuando fueron juntas al baño y le preguntó sobre aquel moratón grande y oscuro que le ocupaba la pierna y ella decidió confesar que no era una caída, porque Cristina era su amiga y no iba a contárselo a nadie. Examinaba minuciosamente su cabeza, llena de bultos y observaba entre llantos el lavabo sobre el que yacían mechones que horas antes, nadie le había arrancado aún. 28


«Ella también guardó silencio. Guardó silencio cuando brotó sangre de su cabeza» 29


Ésta vez había sido una de las largas. Una de esas palizas grandes que le daba una vez a la semana, y si había suerte, cada quince días nada más. Una de esas en las que utilizaba la escoba, las patadas en el suelo, los puñetazos en la espalda, arrastrándola de lado a lado. Una en la que había vuelto a mearse por encima. Una de tantas otras. Murió tantas veces que perdió la cuenta. Aquella mujer que debía quererla, nunca llegó a asesinarla, pero la mató cada día un poco mas, por dentro. Tenía suerte si solo eran golpes que desaparecian en unos días. A veces era mucho peor y delante de un espejo, le clavaba las uñas en el vientre obligándola a repetir que era gorda, que era fea, que era un parásito inservible de doce años. Luego de trece. Tambien de catorce. Pastillas, o mejor una cuchilla. Y como le faltó el valor, decidió esperar a que la suerte le tirase los dados y que un mal golpe la alejase de aquel lugar para no volver. Le rezaba a un Dios que la había olvidado desde el día en que nació, para no despertar a la mañana siguiente. Le hablaba a su hermano, al que siempre consideró su ángel de la guarda, con el único consuelo de que estaba mejor ahí arriba, o donde estuviesen los bebés que se mueren. Le hablaba y le decía que mamá tenía razón; que cuando él se fué, ella le contó que se había ido porque en la tierra le esperaba algo mucho peor... y era verdad. Aquella miseria no era para aquel bebé regordete que amaba con locura, así que le hablaba y le contaba que aquel sitio era mucho mejor, que ojalá pronto mamá la enviase con él. Vivir no merecía la pena. No en aquella miseria. Si papá se tiró por una ventana, yo también puedo hacerlo. Vamos. Tienes que hacerlo Y nunca lo hizo. Su hermana pequeña y ella, hablaban de poner fin a todo aquello, pero si poniendo una denuncia los separaban, preferían seguir aguantando cada desprecio en forma de golpes, de aquella infeliz que debía quererlos... y que nunca los quiso.Ni siquiera se planteó en cambiar cuando a los quince años se escapó de casa. No le sirvió para abrir los ojos y pensar que tal vez era hora de meter las manos en los bolsillos y dejar de romper escobas en el lomo de sus hijos. Nunca le importó matarlos por dentro.

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Su mejor amigo de la infancia, el único que tenía, un día la agarró de una mano y le dijo Vamos a pasear . Ella sintió asco de sí misma. Asco. Aunténtico asco porque nadie la había tocado si no era para pegarle, porque en una casa donde todo eran golpes, odio y miedo no se estilaba dar un beso ni en los cumpleaños. Sintió asco porque creyó no haber merecido nunca que la tocasen para hacerle bien... y aquel bien, la hacía sentirse francamente mal. Pero los demonios no se van con cumplir dieciocho y abandonar el infierno. Los demonios te acompañan a donde quiera que vayas, los demonios te susurran donde quiera que estés.Cuando te subes a una báscula y aún puedes sentir sus uñas. Cuando alguien te quiere y tú solo tienes miedo. Tanto, tanto miedo que lo único que consiguió a ciencia cierta en su vida, fué arruinar todo cuanto sintió por miedo a que alguien volviese a hacerle daño. Así se pasó parte de su vida. Huyendo de todo. Triunfando con nada. Bailando sola y viviendo de mentira. No importa cuántos digan que el pasado ya no existe, que es un mito, que puede olvidarse. Cuando alguien viene del mismísimo infierno, con tantas cicatrices y con el alma rota, el pasado es lo único que le alimenta y sabe que es la única causa justa por la que vivir... por no volver a entrar en las tinieblas de las que nunca se está seguro de haber salido. De las que creo que uno nunca sale si se ha pasado allí el tiempo suficiente para abrasarte. Nadie le dió la mano para salir. Nadie levantó la voz para decir ¡Basta!. Nadie. Nadie. NADIE. Y así es como en la vida, no se le debe nada a nadie.

Arensha

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