Resplandor

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“Enfermera y paciente llegan a acercarse tanto como nervios y carne. Pero ella no habla, rechaza su propia voz. No quiere ser mentirosa.” La escuela de los domingos

"Toda esta extraña fiebre y todas estas reflexiones solitarias. Nunca he estado tan bien y tan mal. Creo que si me esforzase un poco podría llegar, poco a poco, a algo único que hasta ahora no he podido alcanzar." Notas sobre

"Persona" I.Bergman


Glosario nº7

Reflejos Págs. 4­5

Crónicas Solferinas Págs. 6­7

Puzzle de Poemas Págs. 8­19

El Tintero Lengua de Gato Relatos Págs. 20­43 Págs.44­45 Asombrosos Págs. 46­59

Perico Comix Págs. 40­43

La hora bruja Págs. 22­27 Correo Electrónico duendeverdelit@hotmail.com


Duendeverde Bienvenido a mi morada


Fotografiar. Captar la luz. Y también las sombras. Sin oscuridad, todo sería plano, sin forma, intrascendente. Escotografiar. Captar la oscuridad. Y también la claridad. Sin luz no hay germinación, crecimiento, descomposición. Se podría decir que el ojo es una soberbia cámara fotográfica. Resulta irónico que mientras dormimos y mantenemos los ojos cerrados, obtenemos aquellas visiones que durante el día se nos han escurrido de la retina. En sueños podemos tender nuestra perspectiva a las estrellas.


Las rendijas por donde repta la luz son como resortes de un fulgor que, de ningún modo, quieres que se apoderen del aire, de las bacterias, de tu nicho común. Tan común como una oda melancólica susurrada al oído de la mañana que, penetra por cauces poco estéticos y se enseñorean de la estancia. A intervalos, como un asesino en serie. En ese estado, te revuelves en la cama y comienzas a escuchar el crujido de una vida sin sentido, mientras la luz se abre hueco lentamente en el negro. Puntos de sutura y daño, puro veneno y droga sin camello aparente. Desidia es el puñal o el revólver contra la desventura de renacer cada día. Tú tampoco te elevas, esa aura es farisea. Cubre puertas y ventanas, al estilo de la noche de los muertes vivientes. Escucha ópera estrangulando su monotema, su execrable aparición diaria. Mantente fuerte o pégate un tiro.

Daniel Artiles Rodríguez



Vacío, fortalezas despejadas e indigentes. Faroles que escuchan la aflicción de los lobos, gemidos de las bestias en la noche y árboles de eternidad divina. Perdida entre cristales luminosos que prometen mañanas, cumpliré con el tiempo de las luces, allí, donde perdí el hilo inquebrantable de mi existencia.

Aelita


Collage de Aelita

“yo la escogida a quien han hablado los cristales y las hojas yo la gran ensimismada” Unica Zürn


Un trocito de espejo, suficiente para no olvidar el rostro que una vez fuimos.



Sonidos retumbantes de la mente insomnica Repetidos repetidos en oscuridad négrica Estruendo y luego: Luz Enceguece, la mirada Seca, los labios. Caos mental que en mi mente ha parado Voz callada a cachetada por mano de brillo Y al frente de mi El espejo reflector del resplandor espectral Quieto, zumbante. Miro mi reflejo en el espejo que ojos de sol tiene Reflejo, desollado Sin piel, ni pelo; Mirándonos me invita Yo caigo en seductora mirada de trampa de moscas Toco el espejo Me quema la palma, y entro. Caída de quemadura lenta En el lado incorrecto del espejo; Mientras caigo Mi pelo cae, Mientras caigo Mi piel se quema, Toco fondo de piso blanco Volteo, veo mi reflejo con piel y con pelo Mis ojos, energía Mi piel, inexistente. Apunto al espejo con mi dedo Y resplandezco, Hacia el lado correcto del espejo.


Christopher McKenney


Nadie se da cuenta pero los toldos se siguen agitando mientras hablamos, cada vez que una brisa los agita. El mundo gira muy deprisa y la factura de la luz es puntual como la muerte. Claro que más puntual que las farolas porque a veces no funcionan o se encienden de día, cuando parece que no hace falta. O tal vez alguien las enciende, tal vez un farolero hace el trabajo de todos los que antes iban farola a farola con sus linternas encendiendo cada una, gracias a la electricidad y su rostro sea el tuyo detrás de su trabajo. ¿Por qué enciende farolas de día? ¿Qué se trae entre manos? Hoy que parece que no existen los espejos pero están aquí.



Ma


Al final de la calle se anuncia un sueño Que casi no puedo ver Demasiada claridad para ser mentira Omnividente candado de luz Nacido para borrarme Marchita desde luego tus pies Déjame lamer lienzos de Caravaggio Maldita basura El claroscuro es tu vientre Tu pesadilla Tu hijo bastardo archítalo todo, mis huesos, mi pensamiento, mi alma Y huye Huye Antes que implore tu muerte Junto a hombres muertos, ciegos, furibundos Huye Antes de transformarte en niño O en pared Antes de apuñalar a tu sombra Huye Y no dejes recados en el buzón de voz Porque voy a matarte


Mi cuerpo es esferas blancas en las El camino sin art tejidas sobre númer

Creo una espiral azul con pequeñ die y me deslizo pinceles apilados uni imagina, nos en No puedo vivir sin ti y tanteo la p me engulle y me escupe al

Mi cuerpo es salitres piram luciérnagas mambas verdes e


s el resplandor s palmas de las manos tificio son palabras ros pi con hilo de oro

ños puntos azules, como la pasta de entes por sus bordes idos por pintura fresca ncontraremos allí pared de mercurio líquido buscándote Sísifo cotidiano una vez más

s el resplandor midales otolíticos s en tu semen en el iris de medusa




por

“La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo” Séneca. Seguramente muchos lectores, al igual que un servidor, no cree en la tradición Cristiana o la Católica, y por supuesto, no creemos en un símbolo malvado como es el Diablo, pero eso no quita que la existencia de seres de bajo astral tenga que ser negada; pues es bien sabido desde tiempos ancestrales, que la mayoría de culturas paganas creían en un poder creador y otro oscuro y destructor. En el caso de los sumerios era Marduk, para los egipcios eran Seth y Sekhmet, y para los mayas era Ah Puch. Hace ya algunos años vi en televisión una película titulada “La novena puerta”, basada en la novela de Pérez Reverte “El club Dumas”, y protagonizada por Johnny Depp. En dicho film, se mostraba como un coleccionista de publicaciones satánicas trata de adquirir un libro de invocaciones, conocido como “Las nueve puertas del Reino de las sombras”, el cual, mostraba con varios grabados repartidos en tres tomos, la forma de invocar al Diablo y obtener su poder.


Tras ver la película, me puse a pensar en hasta qué punto es peligroso consultar este tipo de escritos y grabados, pues aunque no queramos, siempre queda una parte de sus palabras y símbolos en nuestro subconsciente. Ahora bien, todo dato , escrito, símbolo o grabado, puede ser manejado para realizar el bien o el mal, dependiendo de la intención que tenga la persona que lo posea, pero también puede usarse este conocimiento para combatir o repeler todo lo que ello representa. O lo que es lo mismo, que mejor manera hay de contrarrestar un hechizo o conjuro, que conociéndolo de primera mano. ¡Conocerlo, no significa utilizarlo! A partir de ese momento comencé a leer textos y escritos en publicaciones de temática oscura, quedando asombrado por la cantidad de información que aportan, especificando con todo detalle como realizar un mal de ojo, amarres, provocar enfermedades, o conjurar a un espíritu para dañar a otra persona, pero lo más importante, es que detalla a la perfección la manera de realizar contra hechizos para evitar que tales sortilegios puedan dañarnos, pues al trabajar con energías blancas o positivas, estamos sometidos a diversos ataques de origen del bajo astral, provocados normalmente por una persona movida por el rencor, la envidia, o simplemente por pura maldad. Es muy interesante, la cantidad de información que se pueden adquirir leyendo dichos contenidos, pues comprendiendo la fuente de su fuerza y emisión, aunque no explique cómo contrarrestarlos, podríamos realizar nuestros propios contra hechizos personales; no hay conjuro más poderoso que el que se realiza de manera directa y espontánea.


Si me lo permitís, conocimientos que he y que me han servido que he sufrido, y que podrían haber tenido como para mi família.

quisiera compartir algunos de los ido adquiriendo a lo largo de los años, como protección contra varios ataques de no haber sido por dichas lecturas, un final muy trágico, tanto para mí

-Una forma muy sencilla pero efectiva para malograr que un conjuro directo o un mal de ojo se produzca, es mostrar al bruj@ o hechicer@ una parte intima de nuestro cuerpo (el busto, las nalgas o los órganos sexuales), de ese modo, perderá la concentración y evitaremos que concluya su cometido. Un buen ejemplo de este gesto, es el “caganer” que podemos ver en los belenes que se montan en navidad, y que representa la burla del ser humano contra los sortilegios malintencionados.


-Otro contra hechizo muy efectivo es la colocación de las manos en posición “Aakash Mudra”, es decir, colocando los dedos de las manos de tal forma como si estuviéramos formando la cabeza de un toro, pero extendiendo los dedos Índice, Anular y Meñique. Dicho mudra nos protege de ataques que pudieran provocarnos enfermedades o accidentes que afectasen a una fractura osea. Es muy efectivo, pero no debe utilizarse mientras caminamos o estamos comiendo; y sobretodo, tener muy en cuenta que utilizarlo en exceso puede llegar a crear un efecto contrario al que realmente buscamos.

-Los talismanes son muy útiles para repeler ataques indirectos, pero debemos comprender que un talismán y un amuleto son dos elementos cargados energéticamente muy distintos * El amuleto es un objeto que podríamos encontrar en una playa o en el bosque, y que podría tratarse de una simple piedra, o de un trozo raíz de roble que nos han llamado la atención, les hemos atado un cordel para llevarlos de colgante y que mantienen su forma lo más natural posible, y dependiendo de su naturaleza, tendrá unas atribuciones mágicas específicas. * El talismán en cambio, es un elemento natural que se le ha dado una forma específica para que tenga una función concreta, teniendo muy en cuenta que su función más destacada, es que un talismán es “Apotropaico”. ¿Y que significa que un objeto es Apotropaico? Significa que realiza dos acciones opuestas al mismo tiempo, en el caso del amuleto, nos protege de un ataque directo o indirecto, y a la vez, devuelve dicha ofensiva hacia su creador.


-Por último, algo que siempre me había intrigado eran las envidias. ¿Cómo podía alguien envidiar tanto a una persona, hasta el punto de hacer que ésta sufriera un accidente atroz, o perdiera todo lo que había conseguido con esfuerzo y sufrimiento? La explicación que finalmente descubrí era más compleja de lo que me esperaba, pues existen entes de bajo astral que se nutren de estos malos pensamientos, situándose cerca de las personas envidiadas, haciendo que su estatus merme hasta incluso entrar en una profunda depresión que les ha llevado al suicidio. La manera de “echarlas” de nuestras vidas es bastante sencilla y económica, lo primero que debemos hacer es buscar la zona de nuestro hogar, o lugar de trabajo, donde nos sintamos a disgusto. Debemos sentir esa sensación que nos provoca un malestar e incomodidad, estando en un lugar o rincón determinado. Una vez ubicada la zona, colocamos dos velas de té o de botón sobre el suelo, encenderemos una vara de incienso de sándalo, y recitaremos: “Te he encontrado envidia, ya no me puedes dañar, con la acción de la llama sagrada purifico este lugar. ¡Que se haga arriba como se hace abajo!”. Siempre encenderemos las velas con cerillas de madera, y dejaremos que se consuman por completo; si notamos que hay mas zonas afectadas, repetiremos el mismo procedimiento tantas veces sea necesario. Si logramos comprender como se realizan y actúan todo este tipo de rituales, conjuros o hechizos, que invocan a este tipo de seres y los usan para realizar actos egoístas, nos será más sencillo defendernos de ellos.

http://lagranhorabruja.blogspot.com.es/


Amuleto de C

uarzo Rosa

Talismรกn de C

uarzo Rosa


Con hilos de otras vidas y cristales de tiempo, me refugiaba.

Una cosa agreste que raspaba los frontispicios de los montes

Una pistola humeante en la mano pasando las pĂĄginas del v En el espejo, guardo un formidable insecto negro con un ala

Borracha tu piel entona el primer recuerdo casi dormido com

ObedecĂ­a sus teorĂ­as descabelladas exquisitamente descriptas

En el laberinto de su prosa con vericuetos, segundas oportun

Las miles de facetas amargas derraman el aplauso en la roc En un cuerpo ovillado, aturdido por el parloteo de los carros

desperdiciado de amor y de miedo un pensamiento fugaz qu En una celda donde nunca se apaga la luz.


.

s resucitó en el cauce de un pozo sin luna.

viejo libro con yemas de hielo. alzada.

mo una moneda que en sí misma no significa nada.

s sin lograr entender los oscuros mecanismos de los hombres.

nidades provocaban una nueva niñez tan contenta.

ca. sobre el empedrado un hombre pequeñito y medio calvo ha

ue no puedo retener.


Cinco fotogramas bastaban para recordarte. Cinco fotogramas en monocromo, algún ata queimado polo tempo. Non teño máis de ti. Proxecto as imaxes no meu cine mental, en sesións abertas de automasoquismo voluntario. Admito que me volvín un paranoico da perfección da luz ao fotografar, como se axustando a ISO, algún día puidera volverte enfocar. Fartei das musas con billete so de ida, dos espacios abertos sen escuridade; dos horizontes sen mar. Eras unha Penélope vida a menos, desvaecendo entre as túas diferentes obturacións, na evolución continua que mantiñas co balance de brancos. Pero sempre escapas cando te intento enfocar, e non pareces querer escoitar nada sobre a existencia do flash. É todo culpa da luz que desprendes, eres un "fueguito" singular, ninguén consigueu saltar os abismos de diferencia entre o teu fotograma e o que reflexas na realidade. Ti terminaches por desaparecer do meu encadre, na túa búsqueda persoal da luz perfecta. Teorizando sobre unha Babilonia de luces diferentes e buscando a utopía de volver a sentirse coma na casa outra vez. Alimentando os meus apuntes sobre a pluralidade da beleza singular.





Soy un gato, y tú un humano. Soy un gato ¿tengo alma? No lo sé, ¿la necesito? O sencillamente soy capaz de sentir la tuya y escrutarla para poder ayudarte en el otro mundo. Las almas humanas y los gatos, siempre en conexión. Así como los perros son vuestros fieles amigos en la vida, los gatos lo somos en la dimensión energética, en el plano del más allá. Desde tiempos inmemoriales nosotros, los gatos, y vuestras almas humanas han estado unidas para ayudarse mutuamente. Nuestra relación viene de lejos, de muy lejos. El “libro de los poemas del gato” nos contó hace ya mucho que una rama budista creía que cuando las almas de los muertos alcanzan los máximos niveles de espiritualidad entran a vivir en el cuerpo de un gato, donde permanecen hasta que este fallece. Solo así son capaces de alcanzar el nirvana. Por el contrario, los antiguos egipcios pensaban que una vez transcurridas mis siete vidas me reencarnaré en un humano para una vez fallecido poder en entrar en el más allá. Soy un gato, ¿Cuál es mi nombre? Mizifú, Trigrin, Alfonsito, Lucas, Browni todos acepto porque a vosotros acudo siempre que me necesitáis, sin necesidad de llamarme. Soy un gato guardián de cementerios, como antes lo fue mi padre y antes de él mi abuelo, habito entre vuestros difuntos para acompañarlos a ellos y consolaros a vosotros. Soy invisible a la mayoría de los ojos pero imprescindible en los momentos de dolor. Me sobrepongo a mi fama de huraño y esquivo para acercarme tímidamente a vosotros cuando la vida os vence, y cuando la despedida se hace insoportable os doy vida de entre la muerte. Os acompaño en vuestras visitas y, como buen anfitrión, os brindo apoyo y compañía hasta vuestra marcha. Absorbo vuestro dolor, vuestra rabia, vuestra incomprensión y la transformo, devolviéndoos paz y serenidad, convirtiendo una tarde desapacible y dolorosa en un grato recuerdo con mi sola presencia.


Mi hogar son las hileras de tumbas y mausoleos, algunos solitarios y otros repletos de recuerdos de familiares y amigos. Retazos de historias truncadas más o menos tempranamente. A simple vista es un lugar tranquilo y solitario, pero yo, que soy capaz de ver donde nadie más es capaz de llegar, convivo con los vuestros, los que os dejaron, los que habitan en el más allá. Cuando todos los familiares se han marchado, cuando la despedida es solo un recuerdo en la mente de los seres más cercanos, cuando la soledad regresa al cementerio allí estoy yo, esperando a sentir la incomprensión y la incertidumbre del recién llegado. ¿Quién mejor que yo, experto en las siete vidas, para enseñar a alguien las ventajas de la nueva etapa que comienza a vivir un alma? Soy su cicerone, el portador de su confusión, el enlace entre un mundo y otro. Voy y vengo, camino con soltura entre los muertos y los vivos, acercando el alma perdida hacia la luz, y trasmitiendo el sosiego a los que velan a los que nos dejaron. Así lo hago y así lo haré hasta el día de mi muerte. Soy un gato, un simple gato de cementerio, que indolente osa perturbar la paz del camposanto con mi sola presencia. Pero ¿Quién sabe si yo seré tú en el futuro o tú serás yo en el más allá?


Jacques Marie Emile Lacan nace en Paris el 13 de Abril de 1911, en una familia católica. Educado por los jesuitas, estudia medicina, especializándose en psiquiatría. La obra de Lacan es quizá una de las más trascendentales para el psicoanálisis, haciendo su retorno a Freud, como él lo denomina. Es difícil seguir su lectura, si no conoces en dónde se apoya, para poder estructurar y llevar más allá los conceptos freudianos. Desde lingüística, matemática, poesía, filosofía etc. Que lo hacen fascinante y controversial. La importancia de este texto es vital, para poder darnos una idea de cómo se percibe al sujeto desde Lacan. Un sujeto en falta y como se va construyendo a partir de El Otro, que si no es importante, es vital para su desarrollo. Podemos mencionar que desde que el homocentrismo fue destituido como paradigma, la humanidad estaba en un momento de falta, quizá se dio cuenta que la idea de que el hombre era el centro del universo o dueño de su voluntad era solo un error que solo encubría algo. Es posible darse cuenta que la falta y fragmentación del sujeto desde el primer momento en que nace, es notoria. La especie humana es la única que nace prematura y fetalizada, y Lacan nos hace mención sobre la revisión que hace con las diferentes especies de animales y algunas de sus crías. Por ejemplo: la cría del elefante, nace al mundo y le toma pocos minutos reincorporarse y caminar. Podemos saber que la falta se elucida, cuando el niño pequeño es o está siendo reflejado en el espejo, en ese momento él se da cuenta que su reflejo, que es el sujeto de enfrente, tiene una motricidad corporal, fina. En el momento donde el niño ha creído ver a El Otro en el espejo, cree estar igual, y nos expone Lacan que hay un júbilo al verse en el espejo, pero eso desaparece cuando sus movimientos son descoordinados, torpes, nada de control ni voluntad sobre sus extremidades. El yo ideal formulado por el espejo (aclaramos que no es una etapa, como las etapas freudianas sobre la organización sexual, y se sabe que el espejo puede ser en función también de la identificación primaria: la madre o el sujeto a cargo de crianza más cercano). Es un ideal que pretendemos amar, pero que a la primera falla o distorsión cae de nuestra idealización y es violentada por nosotros.


Jacques-Mari

e Émile Laca

n

El yo ideal fo rmulado por el espejo

La importancia que se hace con esta identificación y luego, decepcionada ante la falta, es la representación más formativa a nivel social. podemos decir que es la mediación para darse cuenta de la imposibilidad. ¿De qué?... pues de una autosatisfacción. Freud nos plantea ya la imposibilidad en Edipo, desde la castración y como la identificación con el padre es la única opción para cubrir su falta. Pero Lacan nos menciona un momento antes de la triangulación y nos inserta esta cuestión bastante interesante. Podemos analizar la premisa de una deconstrucción sobre la frase ya bien mencionada de El señor DESCARTES: “COGITO ERGO SUM” PIENSO, LUEGO EXISTO. Se desmenuza esta frase a partir de una interpretación bastante amplia tomada de Hegel sobre su apartado de: EL AMO Y EL ESCLAVO, del libro FENOMENOLOGIA DEL ESPIRITU. La premisa es que la existencia se hace a partir de otro que te hace existir, en un momento determinado, cuando puede demostrar que existes a través de una serie de significantes que, claro no pueden decir todo de ti, pero rodean lo que pudieras ser. Es importante saber que este apartado puede ser discernido de una manera más abierta y no tan particular. De una u otra forma la imposibilidad del lenguaje, la vulnerabilidad al nacer, la necesidad del otro y la impotencia de saber todo del otro y lo confuso de nuestros actos, quizá refleje lo alejados que estamos de conocernos a nosotros mismos, como una frase bastante radical y poco creíble o la idea de autosuficiencia Nietzsheana que sobrepasa la voluntad y la posteridad. Lo único que queda es llevar a cuestas la falta, la imposibilidad y el horror de necesitar a otro y saber que lo importante es elaborar algo a partir de esa falta que puede ser buscada a través de la vida en un sinfín de actos que reclaman la muerte, la vuelta al útero, el lugar donde el sujeto desecante, deje de desear.


Cuando yo era un crío había una tienda de juguetes donde se podían comprar trozos de película de nitrato. El metro costaba cinco céntimos. Sumergía treinta o cuarenta metros de película en una fuerte solución de sosa y dejaba los trozos a remojo durante media hora. Se disolvía entonces la emulsión y desaparecían las imágenes. El trozo de película quedaba blanco, transparente, inocente. Sin imágenes. Entonces podía dibujar nuevas imágenes con tintas de diferentes colores. (...) La película que pasa por el proyector vertiginosamente y estalla en imágenes y breves secuencias era algo que yo había llevado dentro mucho tiempo. Prólogo de Persona I.Bergman


"Hay dos maneras de difundir la luz, ser la

lĂĄmpara que la emite, o el espejo que la refleja" Lin Yutang

Duendeverde El cactus de la pisci

"En el cementerio hay una luz encendida" Daniel Artiles RodrĂ­

guez

na






Ingredientes: Mantequilla Huevo Pan Granada (fruta) Fresas Sal

Piscolabis regenerati

vo

ación de mareo tras ¿Has notado esa sens , tura? No pasa nada horas y horas de lec recobrarás el ímpetu con este tentempié do. Fríe un huevo en para continuar viajan tres minutos a fuego mantequilla durante una rebanada de pan, medio. Pósalo sobre usado un croissant) y (en este caso hemos ntras desgranas una mételo al horno mie as fresas. Adiciona granada y lavas un la tosta huevina con estas frutas rojizas a que no se recalienten cierta distancia para con el contacto.

R e c e ta de Á ga t a


Pejines Ingredientes: Pejines -(longorón, sardinilla) salada y seca. Alcohol de farmacia Fósforos

R e c e ta de F ritz

o. de pejines en un plat Ponemos un puñado , de alcohol sobre ellos Echamos unas gotas e no queden amargos. no demasiado para qu de ovemos algo el plato Prendemos fuego. M el que prenda bien todo vez en cuando para alcohol y los ase. a cerveza bien fría. Se acompaña con un ideal para tomar unas Es el picoteo o snack do con los amigos, vien cervezas en familia, Cuarto Milenio. una peli de Troma o




Por Daniel Artiles Rodríguez Notas personales del Dr. L. Sallinger. […Siempre quise ser un bogavante. Desde que era un niño no gozaba con más compañía que la pecera instalada a la entrada del restaurante de mi padre. Allí había cigalas, ostras y algunos peces, pero por encima de todo, sobresaliendo por su belleza, una pareja de bogavantes captaban mi atención. Aquellas antenas alzándose entre las ondulaciones del agua removida por el motorcillo de oxigenación; aquella parsimonia de sus cinco pares de patas adosadas a su tórax. El temple de su actitud, reforzada por sus fuertes pinzas en contraposición a mis pequeñas manos, débiles y vulnerables. Cuando las observaba creía estar ante un espejo, creciendo en mí la sensación frustrante de que en algo se había equivocado el destino arrojándome a la realidad como un hombre en vez de proveerme el estilo y la apariencia de un bogavante. ¡Dios sabe que no se trataba de un capricho, sino la certeza de que un error gravísimo se había cometido con mi existencia! Por ello, recé durante años para que el creador me devolviera la forma que por derecho me correspondía. Mis plegarias fueron desatendidas causándome la religión una sensación de fraude. “Dios era un estafador”- pensaba- “Nos crea sin petición previa, nos obliga a vivir en un contexto determinado sin derecho a cambio ni devolución”. Equiparaba el motor de la pecera a Dios: creando burbujas de distintas formas, aleatoriamente, distraídamente, sin importarle que murieran a los pocos segundos, al tomar contacto con el aire; bien sabía que podía crear más burbujas, poniendo más énfasis en generarlas que preocupándose por su fatalidad. Lo mismo ocurría conmigo y con todos los seres de la tierra.


Un día, al regresar de la escuela, la pecera había desaparecido. En su lugar, la figura de un enano con sonrisa de borracho y una pizza en la mano daba la bienvenida a los clientes del local. Corrí hasta la cocina presagiando lo peor: mi padre ya no era mi padre, ahora lucía un detestable bigote postizo, las antenas de la pareja de bogavantes se curvaban, cayendo desparramadas a los bordes de una enorme olla humeante. Ciao, bambino, ¿que te parece? Ha llegado la hora de hacer un cambio radical en el local siéntate hijo, vamos a hablar- dijo. ¿pero que has hecho? ¡has matado a los bogavantes! Sí, he pensado que podríamos celebrar este cambio cenando mariscada. Tu no eres mi padre, eres el mismísimo demonio ¡Te odio! Tranquilízate- dijo colocando una silla frente a mí- es hora de que hablemos, sé que las cosas no han ido bien desde que murió tu madre ¿Que haces? ¡Está ardiendo, no metas las manos ahí!exclamó. Pero ya era tarde: había hundido mis manos dentro del agua hirviendo en busca de los bogavantes. Este acontecimiento truncó de por vida mi relación con los demás, sumiéndome en un estado de melancolía perpetua, haciéndome un joven retraído y automarginado. Las pinzas que había anhelado se habían convertido en un manojo de dedos deformes. Me trasladé a la parte trasera del restaurante, donde mi padre me construyó una habitación bastante amplia, con vistas al mar. Contra lo que pudiera suponerse, el accidente no frenó los impulsos de mi verdadera personalidad bogavante y, en principio, no acepté de buen grado las prótesis biónicas que mi padre me regaló al cumplir los 19 años. Las consideraba un insulto, una herejía, un regreso a la forma detestable de un ser humano. Poco a poco el desprecio fue transformándose en curiosidad.


Esta curiosidad llegó a ser una obsesión y durante mis años universitarios dediqué mi tiempo al estudio de la robótica, enfocando mi trabajo en la creación de cyborgs, combinado partes orgánicas de crustáceos con partes mecánicas. Los resultados, desalentadores, inicialmente, nunca llegaban a buen término; las criaturas morían al instante de ser ensambladas con las partes mecánicas, puesto que su propia naturaleza las rechazaba. Aquellas manos muertas eran incapaces de crear vida. Dejé la universidad y me consagré exclusivamente a mis experimentos, tildados por mis profesores de “monstruos”, “deformidades inútiles” y otros tantos apelativos ofensivos. En parte tenían razón porque mejorar la naturaleza de un ser perfectamente adaptado a su entorno no aporta nada nuevo a la ciencia sino que se trata más bien de un producto de la vanidad humana. Cada segundo que permanecía vivo el cyborg que creaba me llenaba de un placer infinito y esto me aferraba más a mi propia convicción de que se podía mejorar la vida. El error consistía en que debía centrar mi labor en aquellos seres que no se adaptaban al entorno, los que la selección natural desechaba por su escasa capacidad de adaptación. Yo era uno de ellos. Cuando hube comprendido esa lección, decidí dedicarme enteramente a mi propia reconstrucción. Quizá Dios no pudiera cambiar mi destino, pero yo tenía la posibilidad de intentarlo. Comencé a crear unas pinzas mecánicas capaces de destruir materiales sólidos y pesados. Luego, mediante un gran esfuerzo, fabriqué las antenas conectadas con los satélites de telecomunicación (Hot-Bird, Atlantic BIRD 3, W1, 2,3. Astra 1 y 2), los de observación terrestre (Spot, LandSat, Feng Yun. ) y los de localización(GPS, GLONASS, Galileo). Una vez terminado estos aspectos fundamentales continué con la parte más delicada de mi criatura; la construcción del cefalotórax y el exoesqueleto.


Era necesario que pudiera soportar la presión de las profundidades marinas, que me sirviera de refugio y que su parecido fuese idéntico al de cualquier bogavante común. Utilicé como material adamantio, tinturándolo a imagen de mis amados Homarus gammarus. Instalé una cabina en su cabeza desde donde pudiera operar todos los movimientos de mi ingenio subacuático, al que bauticé como Homarus 1. Conecté las pinzas y las antenas, adherí al tórax los cuatro pares de patas restantes y admiré mi obra. Deseaba hacerme a la mar cuanto antes, dejando una nota de despedida en el aparador de la bodega que mi padre visitaba con frecuencia. Redacté dos o tres palabras con entusiasmo y arrugué el papel. Debía posponer mi salida. Un contratiempo inesperado frenó mis esperanzas de partir de inmediato; reparé en que, aunque mi habitación daba directamente al mar, las paredes eran un obstáculo; podía derrumbarlas con el Homarus 1, pero ello supondría la separación radical entre mi padre, mi anterior vida y el Océano Atlántico que, por primera vez, me tendía sus brazos como a un hijo perdido. Intenté hablar de ello inútilmente con mi padre, pues pensaba que había perdido el raciocinio y asentía a todo lo que decía silenciosamente, llenado su copa de vino cada vez que la vaciaba, cosa que ocurría cada 20 minutos. Dos días después derribé los muros y junto con mi Homarus 1 avancé por la arena hasta sumergirme en el Océano Atlántico un 12 de Enero del año 2102…]


Homarus1 Diario de navegación Partí el día 12 de Enero del año 2102 a las 8:45 PM desde la isla de Gran Canaria, situada en el Océano Atlántico, sin dirección fija a bordo de la Homarus 1. Observando que sus fondos no albergaban la especie Homarus gammarus, desvié mi dirección a las islas Azores, donde muchos autores presumen la existencia de parte de su hábitat. 14 de Enero de 2102 He descubierto un pequeño grupo de Homarus gammarus a unos 1000 kilómetros de las Azores. Se han unido a mi marcha durante unas horas y han desaparecido entre los fondos rocosos. 16 de Enero 2102 He destrozado varias rocas con las pinzas para probar su eficacia. Esta experiencia me ha reportado una dicha enorme. Al fin puedo ser un bogavante… ¡Y de los más temibles! 26 de Enero de 2102 Una fuerte corriente me ha alejado de las Azores. Según mis antenas, en contacto directo con los satélites de localización, me encuentro a cierta distancia del Mar Caribe. He correteado por el fondo del mar y he descendido hasta la mayor profundidad posible. ¡Que extrañas formas de vida abisales habitan allí! Muchas de ellas se han escondido ante la monstruosa magnificencia de la Homarus 1. 14 de Febrero de 2102 Durante semanas, la Homarus 1 ha sido arrastrada por dos fuerzas contrapuestas: La corriente del Golfo y una tempestad por el Este. La información de los satélites de localización no es del todo fiable; al parecer me encuentro en un punto inexacto del Mar Caribe, situado entre Puerto Rico y Fort Lauderdale (Florida).


15 de Febrero de 2102 Debido a las fuertes olas desencadenadas por esta confluencia de corrientes contrapuestas he perdido tres pares de patas y una antena, la más preciada para mí, la de localización. Escasea la comida y el canal de oxigenación parece obstruido. 16 de Febrero de 2102 He intentado realizar varias llamadas de auxilio a través de la antena de comunicación, pero el resultado ha sido infructuoso. La situación se hace insostenible. He visto algunos barcos a la deriva, incluso uno recién pintado cuya única tripulación era un perro. 17 de Febrero de 2102 Una de las pinzas se ha desprendido de la proa de Homarus 1. He hallado lo que buscaba desde un principio. He de morir aquí. Mi corta vida como bogavante ha llegado a su fin. Resignado espero cualquier señal del exterior. Aquí acaban las notas del diario de navegación de la Homarus 1, halladas por los guardacostas de los Estados Unidos, junto a las notas personales del Dr. L.Sallinger, el 3 de Mayo de 2142 y archivadas por el ministerio de información junto a otros muchos papeles viejos, olvidados, amarillentos, manchados de café y sometidos a poca investigación. Un caso perdido, como otros tantos.



A pesar de todo esto, aún quedaba humanidad bajo placas férreas, de las cuales aún permanecían registros alfanuméricos de la antigua civilización con ideologías extintas; y de esa pequeña chispa de humanidad remota es lo que hacía que fuera posible que llorase la estrella en el cuadro torcido que se había convertido su planisferio, lo que los moradores del Planeta alam etreus, que es una transposición de mala suerte en el idioma de lengua muerta de la poesía de las providencias; aún no sabían, es que su búsqueda del programa P.E.* no se hallaba bajo sus revisiones de los ruegos arcanos del medioevo sino en El alma de la estrella, que era un objeto al que no mirar por un esfuerzo de vértebras y clavos de latón en su mayoría de las especies habitantes, motivo por el que solo miraban de frente como los caballos de hierro que tiraban de las carrozas; con sus telescopios de miedo a lo desconocido observaban mas allá de la estratosfera las constelaciones surgidas de mentalidades griegas que ellos a su antojo cambiaban de forma, esto era un derecho que tenía cada habitante sólo por el hecho de recibir una fuente de energía regalada y auto- renovable que era la más extraña forma de amor que otorgó su universo. También era la insistencia del taumaturgo (Padre espiritual de su sociedad mecanizada) querer formar un único verso con el universo que declamase la armonía de las esferas entre los silbidos de los planetas por su traslación, entre los ensueños de los géneros y caracteres tanto humanos como animales que poblaban el cielo, fruto de la rotación del Rey del alma de la luminaria que cada mañana futura les soplaba su polvo dorado en el rostro sin que pudieran verlo, para así despertarlos y también excitar la búsqueda de la Via Stellar.


Ahora su historia, la terrible historia del hombre que flotaba solo en el espacio, no era más que remordimientos y laceración, camino del P.P.E.* se puso, pero no sabía porqué y qué sentido tenía su siniestro sueño, ¿iluminar a una banda de mutantes desagradecidos que buscaban su destrucción y la de los demás por ambición o estética de poder? Y pensó... con las pocas descargas que le quedaban para activar una corriente cerebral: Lo haré por mí y por el recuerdo de la mujer que siento que aún existe haciéndome reflexionar, por la ilusión de quien fui cuando viajaba solo entre el misterio de la sangre de las siete estrellas, por la perfección del gran poder que vislumbré organizando los hemisferios del plano astral (...) Necesito estar solo otra vez para lograrlo... Y con esta diatriba hacia sí mismo decidió ponerse en camino del No-camino como un Tao sin sentido, aprovechando el oxígeno de sus pulmones se autopropulsionó y echó a volar, este bello psiconauta, al mismo tiempo que fumaba sus cilindros de polvo de estrellas violeta, al tanto que inhalaba, exhalaba y volaba en un círculo de humo y oxígeno mental; quería conocer los patrones absolutos de todos los seres, sus pautas, aprender de sus errores para poder así ayudarles en su carrera espacial hacia una alegría extasiante sincronizada de perfecta y absoluta felicidad, donde todos comprobasen con la sonrisa de cien niños lo incircunscripto, prenatural y astromágico de la corte celestial y de la región de los Globos de tierra; aquellas esferas danzantes manipuladas por el gran fantasma, el espectro lumínico del dado blanquinegro, GodGhost, el manipulador manipulado del P.P.E.*, la quintaesencia de las tierras lluviosas de Neverending Neverwhere que son las palabras que están inscritas en el fondo del Mar negro en un Codex ­ Lex ,según los antiguos. A medida que avanzaba en su animación suspendida por el humo, el oxígeno y el polvo sideral, vislumbraba galaxias enterradas que surgían de los tactos y los ensueños de quienes las imaginaban en su séptimo sueño, desde ahí lo veía todo, podía ver tu casa e imaginaba que era un navegante espacial crucificado en el espacio, una suerte de Crucifijo cósmicamente reducido a la quimera de unos seres vivos que soñaban que no soñaban entre secreciones y almohadas electroestáticas... *P.E.: Perfecto estelar *P.P.E.: Programa perfecto estelar


Pasaba por las estaciones espaciales, miraba los planetas que no nacían y quería llorar pero no podía por el tendido eléctrico que podía corroer su iris... Esparcía por nuestras cabezas el polvo dorado de las arenas de Andrómeda y era una caricia robada sentirlo y unos se decían a los otros: Hoy tienes un brillo especial. Colosos y Pegasos hechos de estrellas trotaban a su lado sin mirarle siquiera, en busca de alguna llamada en el vórtice del sueño. Pensó en su frase favorita que no era de él sino de Juliano el Apóstata, otro resquicio más en su base de datos… no tengo miedo a morir pues me esperan los espíritus de las estrellas. Y la única salvación posible en ese ¿mundo? era la muerte cósmica, alcanzar la pureza, yendo más allá de todo límite, Una especia de iluminación por desintegración, inmaterializarse en un último destello final, alumbrar por última vez todos los corazones miserables de la cibernética viviente que él amaba en todo su gélido esplendor de panoramas y figuras geométricas entrelazadas hasta el infinito. Ellos sabían que era raro el humano que conociese la muerte, ni a veces tampoco la vida, por eso estas especies vivían a millones de años luz de su sistema Solar - Lunar y también de sí mismos, para así poder mantener sus ciencias del flujo de información entre ellos, que utilizaban como accesorios, incluso el amor era una herramienta de poder absolutista para dominarse entre sí. Al planeta azul que ahora cambiaba de verde a gris con suma facilidad le quedaban entre seis y siete años de vida subalterna por la dinámica destructiva de sus seres que a veces extendían su vida planetaria un año más y otras veces, las restantes, la distendían. Y este era el sueño del protagonista que dudaba de su propia vida pero no del espejo de los demás que relumbraba en sus caras metalizadas; sabía que si encontraba el programa perfecto estelar salvaría su alma de metal resonante explotando en millones de estrellas claveteadas e impelidas por amores imposibles, que fue el motor rugiente y oxidado de su historia... un recuerdo, un confuso recuerdo sobre alguien, lo que activó sus circuitos de herrumbre florida en chispas de negro aceite.


Conocía la historia de la muerte cósmica, sabía que sus imperfectos semejantes del planeta mala suerte creían en esta teoría pero relativa a un ser que ellos mismos inventaron y que con el paso de los siglos acabó convirtiéndose en algo real o en lo real; lo que ellos llamaban el Cristo Cósmico; para algunos héroes de La Biblia Futura, la relación y el concepto eran el mismo: La repercusión universal de un todo positivo; salvando al mundo de metal salvaría también al mundo de carne. Eran los días finales de los que lograron su viaje, la encrucijada de los que no necesitaban vivir, pues al fin y al cabo no eran completamente humanos o simplemente otros no lo eran, también eran los últimos días de los que no querían emprender tal viaje y mucho menos querían emprender esa tarea tan frívola de salvar el Mundo de Carne, pues así lo llamaban. Aquellos seres que buscaban la destructiva divinidad imperfecta del metal electricidad, emprendieron su suicida empresa para destruirse en el negro espacio en el que creían, porque solo ellos creían o porque solo ellos veían, que para el caso era lo mismo, quizás simplemente por un asunto de proximidad a la bóveda superior del cielo, o quizás por la facilidad de encontrar sus designios particulares en el arte de formar su propio organigrama o esquema mental Stellar y así ser inmortales en los mapas del Cielo.. Lo cierto es que los humanos que iniciaron ese voyage, pues los humanos también estaban al tanto de la mecánica celeste y de lo que se cocía allá arriba, están todos muertos, un total de veintitrés personas entre hombres, mujeres y adolescentes. La causa de que sólo sobreviviese nuestro desorientado personaje en su nube tóxica de azufre narcótico humeante, es que él era, el hombre que nunca estuvo allí, se dejaba llevar por espasmos electrificados de recuerdos, una misión, un amor, una misión de amor, un rescate que siempre esperó, libros de ciencia, tecnología, física cuántica, kabbalah... todos sus pensamientos yacían ahora entre escombros de bibliotecas del pasado. Hay cicatrices en el cielo, cicatrices en el cielo que duelen; le vino a la cabeza otra canción que ya no existía. ¿Cuál era el Nexus Universali-S? se preguntaba, ¿Cómo unir el reflejo de los mundos?


TODO ERA SUBYACENTE.

Fin de Mundos – total transfencia del personaje El nexo era el amour fou eso era fácil de deducir, la joyería del universo simple era el amor. El cadáver flotante de Giulietta que ahora flotará en otra suerte de mundo diferente y equidistante al suyo, en cada mundo cada personaje igual pero distinto a él hablaba de su monomanía como lo real, pues se trataban de Universos Paralelos. Y allí volaba él ajustando los controles hacia el corazón tumefacto del cielo sobre cielos que bombeaba lento como una factoría inglesa en la bruma gris de la mañana; sabía que le quedaba poco y mucho, el tiempo le engañaba por cada propulsión de humareda que fabricaba en su bolsita de estrellas violáceas. Su trabajo eran las nubes de las cuales los hombres soñaban las formas, tirados en sus playas con la central nuclear como fondo paisajístico. Al atravesar un mar de nubes presintió que llegaba y un susurro de mujer le nubló el pensamiento... entonces ante sus filmadoras visuales vio un enorme tablero de ajedrez de los cuales caían hacia arriba dados, los famosos dados de Dios de los que hablaba Einstein, en aquel momento haciendo un recuento visual de la numeración de los dados se percató de que Dios adapta las geometrías celestes a cada instante en un tira y afloja en el que normalmente influye lo animal, lo vegetal y lo mineral en más o menos igual medida. De entre las espesas nieblas radiantes sobre sí pudo ver una pálida mano como de santa que lo magnetizaba, entonces levitó hacia ella con una fuerza de campo magneto-animal, y pensó: la mujer que rememoré como mía, Giulietta; su boca se entreabrió, besó aquellos labios de otra época, para desaparecer luego en un haz de luz eterna, se oyó un crepitar como de puertas y los mundos implosionaron unos dentro de otros formando uno sólo como si los demás jamás hubieran existido y los habitantes del planeta central, azul, verde, gris, negro... jamás notaron nada, nada más que un cosquilleo en sus nucas y entonces comenzó a llover azul sobre ellos. FIN


Calle Sagasta, nÂş 89, Madrid (Frente al centro de squash). TelĂŠfono y pedidos al: 656267096


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