LA TERAPIA CON CABALLOS COMO TRATAMIENTO PARA EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA Y SÍNDROME DE DOWN

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IES SAAVEDRA FAJARDO

LA TERAPIA CON CABALLOS COMO TRATAMIENTO PARA EL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA Y SÍNDROME DE DOWN

Verónica Marín Sanz Susana Vignacq Sánchez Trabajo de investigación 2º de Bachillerato Curso 2021-2022 Prof. Mª Jesús González López Virginia Verdú Tortosa


ÍNDICE 1- Introducción (pág 2) 2- Antecedentes 2.1 TEA (Trastorno del Espectro Autista) (pág 3-4) Definición general y causas Tipos, síntomas y diagnóstico Tratamientos y terapias 2.2 Síndrome de Down (pág 4-5) Definición y causas Síntomas y diagnóstico Tratamientos y terapias 2.3 Terapia equina (pág 5) 3- Hipótesis del trabajo y objetivos de la investigación (pág 6) 4- Materiales y métodos (pág 7) 5- Resultados (pág 8-14) 6- Conclusiones (pág 14-15) 7- Agradecimientos (pág 15) 8- Bibliografía y webgrafía (pág 15-16)

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RESUMEN Los objetivos de este trabajo fueron, principalmente, recopilar información acerca de la terapia con caballos, estudiar su metodología y comprobar su eficacia como tratamiento de algunos trastornos. En concreto, se planteó relacionar trastornos como el TEA (Trastorno del Espectro Autista) y el síndrome de Down, con la terapia equina , para comprobar si existe una verdadera mejoría en los pacientes que la reciben. Asimismo, también se propuso el objetivo de recopilar información acerca de los trastornos mencionados anteriormente y valorar el conocimiento de la población y su opinión acerca de las terapias alternativas. La información fue recopilada a través de fuentes digitales fiables, y de primera mano, en entrevistas realizadas a personas que, por motivos profesionales y personales, son entendidas en el tema. Además, se pudo obtener también información a través de una encuesta donde se permitió expresar el conocimiento y las opiniones de la población sobre estos temas. ABSTRACT The objectives of this research project were mainly to collect some information about horse therapy, to study its methodology and to check its efficiency as a treatment in some disorders. Specifically, it was proposed to relate disorders such as ASD (Autism Spectrum Disorder) and Down's Syndrome, with this type of therapy, to check if there is a real improvement in patients who receive it. In addition, it was also proposed the objective of collecting information about the aforementioned disorders and measuring the population's knowledge and opinion about alternative therapies. The information was collected through reliable digital sources, and first-hand in interviews with people who, for professional and personal reasons, are knowledgeable about the subject. Furthermore, information could also be obtained through a survey where the ideals of the people on these topics were expressed.

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1- Introducción Este trabajo de investigación pretende presentar el tema de la terapia equina y su importancia en el tratamiento y mejora de trastornos y síndromes como el TEA (Trastorno del Espectro Autista) o el síndrome de Down. Las prioridades del trabajo consisten en dar visibilidad a esta forma de tratamiento más alternativa, pero que ha demostrado dar resultados muy beneficiosos en todos estos tipos de trastornos, así como aportar información completa sobre ellos. También se va a medir el conocimiento de la población sobre el TEA y síndrome de Down y esto va a servir para promover la educación en estos campos. Esta educación en trastornos como los estudiados en el trabajo es de vital importancia para asegurar la comprensión y la aceptación en la sociedad de las personas que lo padecen. Cuanto más conocimiento, menor probabilidad de exclusión. Hay que entender que estas personas no padecen una enfermedad sino un trastorno y que, en general, salvo los que necesiten mejorar algún síntoma, muchos de los afectados se encuentran capacitados para llevar una vida completamente normal. Inicialmente, se ofrece una visión global sobre el Trastorno del Espectro Autista y el síndrome de Down, describiendo los tipos y grados que existen de ambos, además de síntomas, diagnósticos y tratamientos que se llevan a cabo. Más tarde, se comenzará a explicar a fondo las características de la terapia equina junto con los beneficios, clases promedio necesarias y atributos generales que deben tener los caballos que se escogen para realizarla. Para terminar, se relacionará la eficacia de esta terapia con respecto a otras en el ámbito de los trastornos mencionados anteriormente. Toda la información ha sido recopilada digitalmente a partir de sitios web fiables, artículos periodísticos y entrevistas, la primera a una profesora de un centro de equitación de Murcia que ha recibido formación para realizar este tipo de terapia y la segunda a unos padres cuyo hijo con síndrome de Down ha recibido terapia equina. Además, el conocimiento de la población ha sido medido a través de una encuesta que contiene preguntas tanto generales como más específicas acerca de los trastornos. La elección de este trabajo ha sido principalmente debido a la cercanía de los caballos en la vida de una de las autoras. Se ha querido demostrar la importancia de estos animales, que a veces pasan un poco desapercibidos en la vida de las personas, y todos los beneficios que brindan. 2- Antecedentes 2.1 TEA (Trastorno del espectro autista) Definición general y causas El TEA es un trastorno que tiene origen neurobiológico con una importante base genética que afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, presentando síntomas en el ámbito de la interacción social, la comunicación, el comportamiento y la flexibilidad de pensamiento. Además, presenta patrones de conducta repetitivos y restringidos. Se manifiesta y detecta a edades tempranas con variaciones para cada individuo y de forma crónica, es decir, normalmente dura mucho tiempo (Confederación de Autismo España, 2019). Existen tres grados del espectro autista, y estos van relacionados con la comunicación social y los comportamientos restringidos o repetitivos (Espacio Autismo, 2020). El grado 1 (interés disminuido), significa que la persona que padece este trastorno necesita ayuda, pero es capaz de comunicarse de forma sencilla. El grado 2 significa que la persona necesita ayuda notable ya que no presenta interés en la comunicación. Por último, el grado 3 (individuo de bajo funcionamiento), significa que se necesita ayuda muy notable, ya que en casos extremos la persona no habla. No se conocen las causas específicas o una única causa que produzca el espectro autista, pero, como se ha mencionado anteriormente, la implicación genética en su origen es muy importante. En cuanto a la genética, existen muchos factores que pueden influir en la formación de este trastorno, desde mutaciones hereditarias o espontáneas que afectan al desarrollo del cerebro o las conexiones interneuronales hasta problemas en un único cromosoma que provoca uno de los tipos del espectro autista como el de Rett. Actualmente se está estudiando si acontecimientos

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que rodean al paciente como contaminación, otras enfermedades virales o problemas en el embarazo pueden llegar a influir en la formación de estos trastornos. Todas las personas podrían padecer TEA, pero los chicos tendrán una probabilidad cuatro veces mayor que las chicas, y no se puede afirmar con total seguridad, pero es muy probable que la edad de los padres influya en las posibilidades; cuanta más edad, mayores probabilidades de que el bebé desarrolle TEA. Tipos, síntomas y diagnóstico Los síntomas observables varían según el tipo de TEA y la propia persona afectada, aunque no existe un rasgo físico característico, todos los síntomas se manifiestan de forma mental Existen cinco tipos de TEA (Universidad Internacional de Valencia, 2015) : -El síndrome de Kanner es el trastorno que muchos relacionan cuando se habla del espectro autista. Se suele detectar en el ámbito escolar ya que aquí es donde se pone mayormente en evidencia las capacidades sociales de cada individuo. Algunos de los síntomas más comunes son escasa comunicación verbal y relación social (a veces presentan interés en las personas pero no saben cómo expresarse correctamente), el seguimiento de conductas agresivas aleatorias (como golpes en la cabeza), poca expresión emocional y de sus intereses, y pueden ser muy sensibles ante estímulos externos como los sonidos. Es uno de los trastornos más difíciles de detectar, ya que en algunos casos los pacientes presentan una buena inteligencia que cubre o interfiere en la detección de las dificultades o limitaciones del individuo. -El síndrome de Rett, aunque actualmente no forme parte de los trastornos autistas debido a su origen, ha sido considerado durante mucho tiempo como tal y comparte varias características con los todavía presentes. Se origina debido a una modificación en el cromosoma X, lo cual explica que la mayoría de afectados sean chicas. Los pacientes hombres que presentan este síndrome suelen tener problemas muy acentuados e incluso morir en sus primeros años de vida. Es un trastorno degenerativo que puede no ser visible a edades muy tempranas. Las señales que indican un posible síndrome de Rett serían la pérdida progresiva de capacidades físicas (coordinación y movimiento) y del lenguaje, movimientos repetitivos y extraños en manos y ojos, problemas en la respiración y en el ritmo cardíaco y otros problemas físicos como la escoliosis o alteraciones en el sueño. -El síndrome de Asperger se caracteriza sobre todo por la incapacidad de comunicarse correctamente o de entender el lenguaje y de socializar con los demás. Muchas veces las personas que lo padecen solo entienden el sentido literal de las oraciones, no hablan con fluidez o no regulan el tono de voz. La dificultad de entendimiento del lenguaje puede crear también falta de empatía hacia las demás personas, ya que no entenderán sus sentimientos. También ocurre que muestran interés o deseo por interactuar, pero al no saber cómo hacerlo, se sienten frustrados y tienden a aislarse. Presenta otros síntomas parecidos al síndrome de Kanner como son la hipersensibilidad a estímulos del exterior o la creación de hábitos rutinarios. -El síndrome de Heller, también llamado trastorno desintegrativo infantil, se considera un trastorno generalizado del desarrollo. Este trastorno es degenerativo y suele afectar al lenguaje, las capacidades sociales, la conducta e incluso puede provocar alucinaciones. Este síndrome es difícil de detectar ya que al principio los síntomas suelen ser muy débiles o nulos, pero crecerán rápidamente (de forma repentina o gradual) dependiendo de la persona. Si al principio el afectado era capaz de comunicarse y expresar contacto físico, es frecuente que deje de hablar y se vea reacio a este contacto. Además pueden aparecer dificultades motoras, y conductas repetitivas. Ya que muchos de los síntomas son comunes al autismo, pueden haber confusiones a la hora del diagnóstico. -Por último, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado, engloba a los niños que presentan síntomas en cuanto a dificultades en el lenguaje, de conducta y sociales, pero en su diagnóstico no pueden ser incluídos en grupos específicos como los mencionados anteriormente (Rett, Heller, etc). Esta clasificación permite tratar a los niños de una forma más abierta y personal que si estuvieran clasificados. Los síntomas más reconocibles serían ataques de pánico repentinos, poca expresión emocional, hipotonía muscular o tendencias a autolesionarse entre otros. Tratamientos y terapias Como se ha mencionado anteriormente, no existe una cura específica para el autismo. Sin embargo, se utilizan una serie de terapias como tratamiento que pueden ayudar a reducir mucho los síntomas y permitir que el afectado pueda desenvolverse mejor en su vida diaria. Entre las terapias que están médicamente propuestas se encuentran las terapias del lenguaje y el habla, las fisioterapias y las terapias nutricional, cognitivo-conductual o educativa entre otras. También existen medicamentos que se complementan con estas terapias y que ayudan a

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reducir síntomas, por ejemplo; autolesiones, ansiedad, falta de concentración e hiperactividad, conductas obsesivo-compulsivas o agresividad. Más adelante se va a tratar el tema de la terapia equina (terapia con caballos) como tratamiento alternativo para ayudar a minimizar síntomas de este trastorno. 2.2- Síndrome de Down Definición y causas El síndrome de Down es un trastorno genético, que se origina por una división celular anormal durante el desarrollo del espermatozoide o del óvulo, que provoca un número de copias del cromosoma 21 no cotidiano tras la fecundación (en concreto tres). Esto provoca un cambio en la forma en la que se desarrolla el cerebro y el cuerpo del individuo afectado, lo que creará una serie de síntomas que se presentarán de por vida, siendo estos más o menos graves dependiendo de la persona afectada (Down España, 2019). El síndrome de Down no suele ser hereditario, y puede darse por tres causas principales: -La primera y más frecuente (responsable del 95% de los casos aproximadamente) sería la trisomía 21. En vez de tener dos copias de este cromosoma en todas las células, se tienen tres. Suele ocurrir por una división celular anormal del espermatozoide o el óvulo. -La segunda sería que, parte de las células poseen una copia adicional del cromosoma 21, a lo que se le llama síndrome de Down mosaico. Esto suele ocurrir por una división celular anormal después de la fertilización. En este caso, muchas células poseen las dos copias normales del cromosoma 21, por lo que los síntomas suelen ser más leves. -La tercera ocurre cuando los afectados poseen las dos copias del cromosoma 21 en las células, pero parte del material genético de este cromosoma se une a otros. Esto se denomina síndrome de Down por translocación, y suele ocurrir durante la fecundación. Actualmente, no se sabe con seguridad por qué se produce el síndrome de Down, ni todos los factores que pueden provocar su aparición, pero sí que se ha demostrado que las mujeres que quedan embarazadas a edades de 35 años o más, tienen más probabilidades de tener un embarazo afectado por este síndrome que las mujeres que tienen hijos a edades tempranas. Síntomas y diagnóstico El síndrome de Down es la causa principal de la discapacidad intelectual y es bastante común. Una persona de entre 600-700 embarazos tiende a desarrollar este trastorno. Se suele diagnosticar durante el embarazo o al nacer, y estos niños, aunque existen diferencias según la persona, presentan unos rasgos físicos característicos; entre los que destacan rostro aplanado, cuello corto, poco tono muscular, manos anchas y cortas con un único pliegue en la palma y baja estatura. Al principio puede que el bebé tenga una estatura normal, pero a medida que va creciendo esta se vuelve más lenta (CDC, 2020). Los síntomas de este trastorno pueden variar de muy leves a muy graves dependiendo de la persona. Los síntomas intelectuales que pueden aparecer serían deterioro cognitivo, retrasos en el lenguaje, períodos de atención cortos y problemas de memoria a corto y largo plazo. Los síntomas físicos pueden derivar a problemas bastante graves, ya que abarcan defectos cardíacos y gastrointestinales, apnea del sueño, pérdida auditiva, obesidad, demencia o incluso leucemia. En el campo de la visión, son muy propensos también a tener miopía, hipermetropía y cataratas. Todas estas complicaciones se vuelven más propensas a aparecer a mayor edad del afectado, por eso es importante que las personas con este trastorno reciban atención médica rutinaria. Sin embargo, su esperanza de vida se ha agrandado bastante, en la actualidad, muchas personas con síndrome de Down pueden vivir más de 60 años. Tratamientos y terapias El síndrome de Down no tiene un tratamiento específico, sino que se adapta a las necesidades físicas e intelectuales de la persona afectada. Por supuesto, estos pacientes recibirán constante atención médica debido a que son más propensos a tener enfermedades relacionadas con el corazón o el intestino por ejemplo. Además, para que puedan llevar una vida diaria lo más normal posible, se les ayuda con una serie de terapias, que serían educativa, de habla y lenguaje, emocionales o fisioterapia entre otras, y se puede administrar una serie de medicamentos para

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mejorar la actividad cerebral. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que el uso de algunos medicamentos de este estilo provocaban efectos adversos en este trastorno. 2.3- Terapia equina La terapia equina, también llamada hipoterapia, es un tratamiento que se aplica a personas con trastornos y discapacidades muy variados, como pueden ser físicos, psíquicos, psicológicos, o de inadaptación social entre muchos otros. Esta terapia ofrece mejoras tanto cognitivas, como físicas, emocionales, sociales u ocupacionales. Por tanto, su principal objetivo sería aumentar de manera global el nivel de vida del afectado. Consiste básicamente en utilizar el caballo como elemento motivador y realizar una serie de actividades transformadas en juegos, para rehabilitar los aspectos que el afectado necesite. Todas estas clases son personalizadas, los ejercicios se centran en los aspectos que se quieren potenciar. Las personas que la realizan han de ser profesionales con conocimientos en el ámbito de la fisioterapia, la pedagogía y la psicología y además poseer experiencia y conocimientos en el campo de lo ecuestre, con habilidades y títulos para montar a caballo. Los ejercicios que abarca esta terapia serían tanto actividades encima del caballo como podrían ser el volteo y movimientos para potenciar el equilibrio y la musculatura, como otro tipo de actividades, más relacionadas con el ámbito social. En el caso de las personas que necesitan potenciar la adaptación a su entorno, se les propone la concentración en la relación afectiva que se establece con el caballo, lo que también mejorará esa misma relación con las personas que lo rodean. Además, la higiene y preparación del caballo ayuda a personas con discapacidades a adaptarse correctamente al trabajo que quieren realizar. Los mejores caballos cualificados para realizar estas terapias serían los tranquilos y mejor entrenados, que realicen bien los ejercicios que se les proponen, y que no sientan miedo hacia las personas (Santiago Jiménez, 2021). 3- Hipótesis del trabajo y objetivos de la investigación Mediante la realización de este trabajo se pretende comprobar la eficacia de la terapia equina como tratamiento para mejorar los síntomas de trastornos como el Trastorno del Espectro Autista y el síndrome de Down. Tanto las personas que imparten terapia equina, como otras que tienen que cuidar en su día a día de personas afectadas por TEA o síndrome de Down (u otros trastornos y enfermedades en los que esta terapia pueda ser de ayuda), comentan que la terapia equina produce unos cambios y avances significativos en la persona que se imparte. Estos cambios pueden surtir efecto en muchos aspectos, ya sea físicos, o incluso emocionales, y permite realizar una vida más normal al afectado. Teniendo todos estos aspectos positivos en cuenta, se debe comentar la opinión de la comunidad científica. Para que los científicos puedan llamar terapia a una actividad concreta, ha de cumplir varios requisitos. Estos requisitos serían que aporte mejoras significativas (fuera del efecto placebo) de forma incuestionable, que estas mejoras ocurran en todos los lugares del mundo y no en un ambiente específico, y que los resultados justifiquen el dinero, tiempo y esfuerzo invertidos en ella. Diversos estudios y experimentos se han llevado a cabo acerca de la equinoterapia, y se ha de comentar que, actualmente, esta investigación no respalda su uso, ya que se afirma no tener suficientes pruebas para calificar este tipo de actividades como una terapia que puedan recomendar al acudir a las consultas. La razón más importante sería que las mejoras presentadas después del tratamiento, podrían ser debidas a las demás terapias que se realizan paralelamente a esta (como terapias del lenguaje o fisioterapias, que se encargan de potenciar un síntoma específico del afectado), o incluso por el mero paso del tiempo. Otras personas incluso opinan que el hecho de que todavía no se tengan las suficientes pruebas como para calificarla como terapia, da a entender que no aporta buenos resultados, solo los que se espera conseguir con la realización de un deporte cualquiera. La terapia equina es muy conocida y bastante respetada, ya que se ha promovido (según opiniones drásticas) una reputación demasiado favorable a lo que es en realidad.

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Como se puede apreciar, hay muchas opiniones diferentes acerca de la terapia con caballos. Por este motivo, uno de los objetivos de este trabajo sería comprobar de primera mano la eficacia o no de la terapia equina como tratamiento de algunos trastornos, en concreto, el TEA y el síndrome de Down. Por supuesto, estos resultados no aportarán unas conclusiones cerradas, no se tendrán evidencias científicas al respecto, pero sí permitirán ver opiniones de personas que viven en su día a día estos trastornos y que han podido presenciar la evolución de los afectados. Por último, también se pretende comprobar cuánto sabe la gente acerca de estos trastornos, ya que la información es importante a la hora de saber comprender e incluir a las personas que lo padecen. Asimismo, se pretende recoger la opinión de la población acerca de si creen eficaces este tipo de terapias alternativas, en concreto la equinoterapia, y se incluye una pregunta opcional, en la que las personas que han ayudado a realizar el trabajo pueden dar información acerca de conocidos que padezcan estos trastornos y comentar, si lo saben, las terapias que están utilizando. 4- Materiales y métodos Como se ha mencionado en anteriores apartados, la información acerca del Trastorno del Espectro Autista y el síndrome de Down se ha recopilado de forma digital a través de páginas fiables y especializadas en estos trastornos. Todas consistían en blogs médicos, o páginas informativas de asociaciones encargadas de ayudar a las personas afectadas a llevar una vida más normal e incluirlas en la sociedad. Este último es el ejemplo de la Asociación Down España, que se encarga de promover la integración tanto educativa como laboral de estas personas así como incentivar a la investigación. En resumen, pretenden garantizar o por lo menos intentar la autonomía en la vida de las personas con síndrome de Down. Otra de estas asociaciones, esta vez del TEA, es la Confederación Autismo España, que se encarga de reivindicar los derechos de las personas que padecen esta enfermedad y favorecer la integración social y la igualdad de oportunidades con respecto a todos los demás ciudadanos. La información acerca de las terapias con caballos se ha obtenido casi exclusivamente de una entrevista realizada a una profesora de equitación de la Región de Murcia, la cual ha recibido la formación necesaria para poder organizar clases personalizadas a niños e incluso adultos con estos trastornos, que desean mejorar algunos de los síntomas que poseen. Esta entrevista ha podido realizarse en persona en el propio centro de equitación, y ha sido grabada con el consentimiento de la entrevistada, para poder ser estudiada más profundamente posteriormente. También hemos obtenido información de páginas web correspondientes a centros especializados en la realización de terapias de este estilo, por lo que aportan una visión positiva de ella y recomiendan su utilización. Sin embargo, se han conseguido recopilar también opiniones contrarias y evidencias que justifican el hecho de que no sea una terapia como tal, como las fisioterapias o las terapias del habla y el lenguaje. La segunda entrevista ha sido realizada a los padres de un niño con síndrome de Down que tenía problemas en el ámbito del habla y la movilidad corporal, para apreciar las mejoras del pequeño después de un tiempo de entrenamiento y actividades. Esta entrevista ha sido realizada digitalmente por escrito debido a la situación actual y las circunstancias de los padres que han ofrecido su tiempo para atendernos. Los resultados, que se comentarán posteriormente, son bastante favorables. Por último, se ha realizado una encuesta para comprobar el conocimiento de la población acerca del TEA y el síndrome de Down, además de saber su opinión acerca de las terapias alternativas. La encuesta contiene tanto preguntas generales como más específicas sobre estas alteraciones y además un apartado más personal donde los encuestados podían especificar si conocían a personas que padecieran alguno de estos trastornos, y las terapias que están o han utilizado para tratarse. Todas las personas podían participar, es decir, se ha difundido a través de redes sociales (principalmente Whatsapp) y presencialmente (en el IES Saavedra Fajardo) a personas conocidas que a su vez han vuelto a difundir la encuesta, por lo que el rango de edades es muy amplio. La encuesta en sí se ha realizado a través de los formularios de Google Drive. La encuesta se abrió el 29 de diciembre y se cerró el 23 de febrero, el total de encuestados ha sido de 44 y las edades oscilan entre 16 y más de 30 años. Por otro lado, el 70,5% está o ha cursado bachillerato o formación profesional, un 15,9% tiene estudios universitarios y un 13,6% posee estudios de secundaria (ESO).

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Esta contiene seis preguntas de tipo test sobre el TEA, cinco preguntas, también de tipo test, relacionadas con el síndrome de Down y nueve preguntas más subjetivas en las que el encuestado puede desarrollar su opinión sobre las terapias alternativas así como aportar información sobre casos cercanos a su entorno. 5- Resultados 5.1 Entrevista a la profesora de equitación Uno de los objetivos de este trabajo, como se ha comentado anteriormente, consiste en recopilar información acerca de la terapia equina, comprobar las actividades y ejercicios que se pueden realizar, y cómo esto puede beneficiar a las personas que presentan TEA o síndrome de Down. Mediante la realización de esta entrevista se puede ver la opinión a favor de estas terapias. La profesora de equitación que ha accedido a ayudarnos está cualificada para dar clases normales de equitación (posee títulos en doma y salto), y además tiene estudios en psicología y pedagogía, por lo que se encarga además, de tratar a niños y adultos con estos trastornos realizando sesiones personalizadas. Los aspectos más importantes comentados en dicha entrevista serían los mencionados a continuación. En primer lugar, no existe realmente una edad para realizar la terapia equina. Basado en su experiencia, se puede asegurar que se han realizado estas actividades a un rango de edad comprendido entre cinco y veinticinco años, aunque, por supuesto, un niño pequeño será en general mucho más fácil de corregir y hacer mejorar que una persona más mayor. Esto es debido a que a mayor edad, más fijados están en el comportamiento o en la rutina de la persona esos síntomas que se quieren modificar. Sin embargo, con trabajo y tiempo, todos pueden conseguir casi los mismos resultados. Las clases, por supuesto, son personalizadas y se centran en realizar ejercicios centrados en la cualidad que se quiera potenciar o el síntoma que se deba corregir. Uno de los grandes puntos a favor acerca de estas terapias sería que, gracias a la presencia de un ser vivo (el caballo) durante el trabajo, y la forma en la que se presenta mediante juegos, crea una atmósfera diferente para el niño, donde coge confianza y puede salirse de lo que normalmente hace. Es un espacio totalmente seguro donde puede intentar y ser ayudado a realizar cosas nuevas sin sentirse frustrado. La confianza en sí mismo y las ganas de intentarlo es también una parte importante en la rehabilitación. En cuanto al número de sesiones que se realizan para obtener resultados, estas varían mucho dependiendo de la persona tratada. En general, las mejoras físicas se suelen apreciar después de unos meses de entrenamiento, mientras que otros aspectos como el lenguaje pueden perfeccionarse de forma muy rápida. En algunos casos se ha apreciado una evolución con tan solo tres clases. Sin embargo, todos los afectados suelen llegar al mismo punto, con una diferencia de cuatro clases aproximadamente. La frecuencia de entrenamiento recomendada sería de dos sesiones semanales. No todos los caballos pueden realizar estas terapias, los mejores preparados para hacerlas serían los más tranquilos, que tengan experiencia con niños, que no tengan miedo a los humanos y que puedan realizar los ejercicios planteados sin que se les preste demasiada atención, ya que el profesor debe concentrarse en el niño. Posiblemente, el punto clave sería si, basado en su experiencia, aparecen mejoras en los síntomas una vez pasado un tiempo desde que se comenzó a realizar la terapia. Estas mejoras se pueden clasificar en físicas, del lenguaje y de la confianza, generalmente. Las personas que tienen problemas físicos suelen ser sobre todo, poca musculatura, problemas en el equilibrio, o poca fuerza. Una vez dedicados unos meses de entrenamiento, el afectado cogerá más fuerza, mejorará el equilibrio e incluso mejorará la postura y la salud de la columna vertebral. Un ejemplo de esta evolución se puede representar con un niño que no podía bajar rampas solo, pero después de un tiempo montando a caballo, consiguió valerse por sí mismo, y ya no necesitaba de su familia para bajarlas. En cuanto al tema del lenguaje, los beneficios en muchos casos se ven muy rápido. En el caso que se va a comentar posteriormente, un niño con síndrome de Down que no hablaba, ya que le resultaba más fácil expresarse con lenguaje de signos, comenzó a decir palabras sueltas a las tres clases de haber comenzado la terapia, y esto es gracias a las actividades en forma de juegos que lo incitaban a intentarlo.

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Un problema importante con el que se presentan muchos niños a terapia (sobre todo niños con TEA) sería la poca inclusión social que realizan. Son niños a los que les cuesta mucho abrirse y empezar conversaciones. Hay algunos que intentan comunicarse, pero debido a que no saben cómo hacerlo se frustran, y se encierran en sí mismos. En estos casos, la presencia del caballo es muy importante. Las terapias de este estilo se basan en establecer una relación afectiva y de confianza con el animal, lo que posteriormente mejorará también esa relación con las personas cercanas al afectado, y lo hará abrirse más en cuanto a la expresión de sus sentimientos. Por último, se ha preguntado a la entrevistada su opinión y sentimientos acerca de la equinoterapia. Ella por supuesto la recomienda totalmente, ya que ayuda tanto de forma física como mental a la persona implicada. Comenta que, gracias a que se decidió a realizarlas de forma un poco repentina, ahora puede disfrutar de la agradable sensación de ver cómo el trabajo que le pone, da sus recompensas, cuando los niños mejoran y consiguen una mayor calidad de vida. 5.2 Entrevista a los padres de un niño con síndrome de Down Esta entrevista sería otro ejemplo a favor de las terapias con caballos. Los padres que han accedido a realizar esta entrevista tienen un niño con síndrome de Down de la trisomía del cromosoma 21 en todas las células. Gracias a que han prestado parte de su tiempo, es posible comprobar de primera mano una rehabilitación con esta terapia. Siempre hay que tener en cuenta que cada niño o persona afectada, con este u otros trastornos, es muy diferente, por lo que no a todos les va a producir los mismos efectos, ni les va a venir igual de bien. Sin embargo, en este caso, las mejoras fueron bastante significativas. Las cuestiones tratadas más importantes serían las siguientes: En un principio, el niño presentaba una serie de síntomas que le hacían bastante difícil poder llevar una vida diaria sin ayuda. Entre los problemas más graves que presentaba se pueden destacar el habla y las capacidades físicas. En cuanto al habla, el afectado se comunicaba normalmente con lenguaje de signos. El lenguaje oral le resultaba complicado, por lo que con el paso del tiempo, se limitó a comunicarse únicamente con esa lengua de signos. Los padres, preocupados, comenzaron a llevarlo a algunas terapias, entre las que se incluye la terapia equina. Además, tenía dificultades a la hora de mantener el equilibrio y poco tono muscular. Comenzó a ir al centro de equitación dos veces por semana, mientras que acudía además a terapias del lenguaje y fisioterapias. Acudió alrededor de un año, pero tuvo que parar debido a la cuarentena y la situación que se estaba viviendo. Posteriormente, volvieron a retomar estas clases y actualmente acuden una vez por semana para mejorar y reforzar las habilidades que ya ha obtenido gracias al ejercicio y el esfuerzo. Las mejoras fueron apareciendo gradualmente a diferentes ritmos. El cambio en el habla fue muy rápido, con unas tres clases, el niño ya había comenzado a decir palabras sueltas, y después de un tiempo, podía llevar una conversación creando frases sencillas. Por otro lado, después de unos meses de entrenamiento, consiguió además mayor musculatura y mejoró el equilibrio. Esto se podía observar por ejemplo cuando subía y bajaba rampas. En un principio había que ayudarlo, pero posteriormente, era capaz de hacerlo completamente solo. Por último, se debe comentar la forma en la que vivió la familia este proceso. En el caso del niño, la terapia equina fue un gran descubrimiento. Gracias a la presencia de los caballos y los ejercicios en forma de juegos que realizaba la profesora, consiguió tomar confianza muy rápido, y se esforzaba por mejorar e intentar las cosas que en un principio le costaban. Por otro lado, la familia también se sintió más aliviada. Comentan que aunque estaban yendo a la terapia del lenguaje, no se apreciaban muchos cambios significativos ya que el niño no ponía de su parte. Sin embargo, una vez llegó a los caballos, el cambio fue mucho más rápido y significativo. Teniendo todos estos aspectos en cuenta, recomiendan la terapia equina, ya que es un entorno seguro, con animales y que no solo ayuda sino que aporta felicidad al niño. 5.3 Encuesta Como se ha comentado anteriormente, además de conocer de primera mano a través de diferentes ejemplos si la terapia con caballos es efectiva, era importante también investigar el grado de aceptación de la gente en cuanto a estas terapias, y por supuesto, saber si conocen características de los trastornos que tratan. La información es importante a la hora de juzgar y crearse una opinión de algo, por lo que la encuesta, además de registrar estas

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primeras opiniones de la gente, da la posibilidad de informar y difundir conocimientos, para que, una vez que se tengan las dudas aclaradas, se vuelvan a crear o asegurar dichas opiniones. Esta encuesta se ha realizado de forma abierta a personas de muchas edades diferentes, desde estudiantes de primero y segundo de bachillerato del IES Saavedra Fajardo, hasta profesores de otros centro educativos, funcionarios y adultos que poseen y no poseen conocimientos académicos acerca de todos estos temas tratados en el trabajo. -En las personas que han cursado la ESO, los resultados más repetidos se encuentran en 4 y 5 puntos, siendo un 9 la mejor nota. -En las personas que han cursado Bachillerato, los resultados más repetidos son 4 y 8 y la mejor nota es de 10 puntos. -En las personas que han cursado estudios universitarios los resultados más repetidos son 7 y 8 y la mejor nota es un 9. Los resultados generales reflejan una gran variedad de respuestas, pero se puede afirmar que más de la mitad de los encuestados poseen conocimientos básicos sobre estos trastornos. El siguiente gráfico muestra estos resultados generales:

Gráfico 1: Elaboración propia.

En términos generales, las respuestas están bastante equilibradas en cuanto a que casi el mismo número de personas ha obtenido puntuaciones mayores y menores a seis. La media, como se ha comentado, estaría en seis, pero realmente los resultados no son desfavorables ya que los aciertos oscilan entre 4 y 10 puntos. Los intervalos más notables serían los de 4 y 8, en los que han acertado diez personas en cada uno, y el menor sería el de 10, que ha conseguido solo una persona. Ahora se va a proceder a comentar los errores más comunes a la hora de responder, primero sobre TEA y posteriormente sobre síndrome de Down, y finalmente se analizarán las respuestas abiertas que tienen que ver con la terapia equina. La pregunta más fallada de todas en el Espectro Autista estaba relacionada con señalar entre unas opciones, cuál NO era una conducta típica en el síndrome de Kanner (el llamado comúnmente como autismo). Es una pregunta bastante específica y compleja, por lo que la gran mayoría, no ha sabido responder correctamente. Solo 10 de 44 personas han respondido correctamente. La respuesta más votada corresponde a la conducta agresiva (ha sido marcada por 22 personas). En muchos tipos de TEA, las personas que lo padecen tienden a irritarse o frustrarse debido a que no saben comunicarse correctamente con los demás. En el trastorno generalizado del desarrollo no especificado existen también tendencias a las autolesiones. Estas conductas pueden aparecer también en el síndrome de Down por los mismos motivos. La incapacidad de pronunciar, comunicarse o expresar diversas emociones supone estrés para los afectados, que a veces lo manifiestan en forma de ira. La conducta repetitiva suele ser también muy común, pero en este tipo específico de espectro autista (síndrome de Kanner) es menos común. La escasa comunicación verbal y la poca expresión emocional son unos de los síntomas más reconocibles cuando se habla del Trastorno del Espectro autista. Están presentes en mayor o menor medida en todos los tipos, y

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suponen un problema bastante grande (sobre todo la escasa comunicación verbal) a la hora de llevar una vida normal. La indiferencia y la poca expresión de los sentimientos también afecta en gran medida.

Gráfico 2: Elaboración propia.

Seguidamente, acertada por 14 personas, se encuentra la pregunta en la que se debía elegir entre unas opciones, qué discapacidad NO se complementa con el espectro autista, donde la respuesta correcta era el trastorno de personalidad múltiple. Las demás afecciones no se presentan obligatoriamente pero pueden coincidir. La respuesta más votada, por 18 personas, fue la epilepsia:

Gráfico 3: Elaboración propia.

Aunque parezca difícil de relacionar, ya que es un síntoma físico, y la epilepsia, si no bastante, puede ser frecuente en algunos afectados. Sin embargo, el trastorno de personalidad múltiple, aunque sea un trastorno mental al igual que el TEA, no tiene ninguna relación con él. Por otro lado, la respuesta más acertada en cuanto al TEA sería la pregunta sobre qué origen tiene. 38 de las 44 personas encuestadas respondieron correctamente un origen neurobiológico, mientras que seis destacaron el encefálico.

Gráfico 4: Elaboración propia.

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En general, los resultados sobre el espectro autista son bastante favorables, ya que las preguntas más generales fueron respondidas correctamente por casi la totalidad de los encuestados, y las preguntas de dificultad media, como eran cuántos tipos de espectro autista existen y cuál de entre unas opciones no lo era, fueron respondidas de forma correcta por casi la mitad, 18 y 20 personas respectivamente. Las preguntas más complicadas y específicas salieron peor, pero es comprensible teniendo en cuenta el hecho de que casi la totalidad de las personas que han participado no tienen estudios relacionados con estos trastornos o con la medicina en general.

Gráfico 5: Elaboración propia. En cuanto al síndrome de Down, hay una gran diferencia con respecto al anterior trastorno, y es que todas las preguntas referentes a él han sido respondidas correctamente por más de la mitad de los encuestados. Esto puede significar que la gente está mejor informada sobre el síndrome de Down que sobre el TEA, ya que las preguntas poseían aproximadamente la misma dificultad. También hay que tener en cuenta que el Síndrome de Down es bastante más frecuente que el TEA. Las preguntas menos acertadas cuentan con 24 aciertos. En la primera había que elegir entre unas opciones cuál de ellas NO era un rasgo físico común de las personas que poseen síndrome de Down. La respuesta correcta, orejas grandes, fue la más votada, seguida de la nariz chata, con 10 votos. La baja estatura y los ojos rasgados han sido votados por prácticamente el mismo número de personas, 4 y 6 respectivamente. Uno de los aspectos diferenciadores del síndrome de Down serían los rasgos faciales y la estatura del afectado. La persona que lo padece puede no presentar ningún síntoma ni físico ni mental, pero suele poseer estos rasgos característicos. Sin embargo, las orejas no entran dentro de este tema.

Gráfico 6: Elaboración propia.

La segunda más fallada consistía en elegir cuál de las cuatro opciones NO era un síntoma intelectual común del síndrome de Down. Como ya se ha comentado, 24 personas respondieron de forma correcta marcando dislexia. La respuesta más repetida después de esta fue el comportamiento impulsivo, escogida por 16 encuestados. La pregunta más acertada corresponde a la que había que mencionar el origen de este síndrome. 36 personas han escogido correctamente el origen genético, mientras que 6 de ellos, el nervioso.

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Por último, una pregunta un poco más variada, pero igualmente acertada por la gran mayoría, sería la que sacaba el tema de cuál es la causa de más del 95% de los casos de síndrome de Down. 29 personas han respondido correctamente (tres copias de cromosoma 21 en vez de dos), seguidas de 13 que han respondido la opción de una copia en vez de dos.

Gráfico 7: Elaboración propia.

Para terminar, existe un apartado de esta encuesta que se ha centrado en comprobar la opinión de las personas acerca de las terapias alternativas, más concretamente la equinoterapia, y posteriormente podían aportar información sobre conocidos que posean alguno de los trastornos tratados, su edad y tratamiento actual. En primer lugar, el 86,4% de los encuestados (correspondiente a 38 personas), sí creen efectivas este tipo de terapias alternativas. El 13,6% (6 Personas) no las ven efectivas. Las justificaciones más significativas serían: En respuestas afirmativas: -“Porque interactúan de alguna manera con otras personas y animales y aprenden a tener un autocontrol basal”. -“Sí, porque puede hacer a los niños tener más confianza y seguridad”. -“Porque son tratamientos no invasivos que trabajan de manera individualizada y teniendo en cuenta las emociones”. -“Creo que el estar con el caballo o en general con animales les ayuda a expresarse”. -“El contacto con los animales puede ayudar a mejorar las relaciones y el comportamiento de personas con estos trastornos. Además de existir múltiples terapias que no curan pero si ayudan mucho a mejorar las carencias de estos”. -“Porque puede que les guste, y eso les ayude a tener disciplina y desarrollar una mayor capacidad de aprendizaje”. -“Ayuda a la motricidad, sociabilidad y desarrollo cognitivo”. En general, todas las opiniones le dan mucha importancia a la presencia del caballo como un método para ganar confianza y poder expresar mejor las emociones. Además, también se destaca el tema de realizar clases individualizadas y específicas para cada síntoma que pretenden potenciar. Las únicas respuestas negativas argumentadas han sido: -“Porque no les hace mejorar en ningún sentido su enfermedad”. -“Al ser un problema neurológico en uno y genético en otro, no habrá resultado eficaz o definitivo nunca”. -“Porque le puede dar un ataque y puede ser peligroso”. -“Porque son genéticos”. En cuanto al primer comentario, aunque sea de forma mínima, siempre existirá una evolución en el afectado. Un deporte produce mejoras físicas en todos los casos, y si los ejercicios están orientados a las partes que necesitan potenciar, como puede ser el equilibrio o la fuerza, con tiempo y práctica se conseguirán los objetivos impuestos. Si se está trabajando algo, indudablemente va a mejorar. El segundo comentario realmente tiene razón en el sentido de que no es un tratamiento definitivo, no se puede curar el espectro autista o el síndrome de Down con ningún medicamento o terapia. Sin embargo, otras terapias como las fisioterapias y del lenguaje, además de terapias alternativas como la equinoterapia, pueden ayudar a reducir todo lo posible los síntomas de los afectados y aumentar su nivel de vida, por lo que son importantes.

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En cuanto al tercer comentario, es importante comprender que las clases equinas que se realizan para las terapias son personalizadas. Una persona con riesgo de caerse por ejemplo, no comenzará subiéndose al caballo. Dependiendo de si tiene dificultades físicas, emocionales o de expresión se realizarán diferentes actividades, y algunas de ellas no incluyen subirse al caballo (como las de concentración o confianza, que se centran en la higiene de los mismos). De las personas que han respondido que tienen algún conocido con TEA (21 personas, un 47,7%), 15 de ellas poseen un conocido con síndrome de Asperger, 2 de ellas el síndrome de Heller, y 4, trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Las terapias que han mencionado utilizar son psiquiatría (síndrome de Asperger, 1 persona), montar a caballo (síndrome de Asperger, 1 persona), medicamentos (síndrome de Asperger, 1 persona), terapias de integración (síndrome de Asperger, 1 persona) y terapia de grupo e individual (síndrome de Asperger, 1 persona). Las demás personas que habían respondido de forma afirmativa anteriormente, no poseían conocimientos acerca de las terapias con las que se estaban tratando sus conocidos. Han habido sin embargo, dos personas que han afirmado que la persona cercana a ellas que posee TEA no se está tratando actualmente con ningún tipo de terapias o medicamentos. De las personas que han respondido que tienen algún conocido con síndrome de Down (13 personas, el 29,5% del total), se establece un rango de edad entre 1 y 33 años, donde predominan las personas en edades adolescentes (16-17 años) o adultas rondando los 19 años. Las únicas terapias que se han mencionado (las demás personas que habían votado positivamente anteriormente no poseen conocimiento acerca de las terapias que usan los afectados) son montar a caballo, votado por una persona (el niño que la realiza tiene 12 años), y refuerzo para el aprendizaje, votado también por una persona (la persona que la hace tiene 20 años). Este último encuestado afirma que la persona que conoce es bastante inteligente y puede expresarse con normalidad, salvo por la pronunciación de la “r” y la “q”, que es lo que más le cuesta. 6- Conclusiones Con este trabajo se quería plantear la eficacia de terapias alternativas, en concreto la equinoterapia, como tratamiento para el TEA y el síndrome de Down. Al no contar con especialistas médicos que aporten un punto de vista científico, se ha recurrido a preguntar a personas que viven de primera mano la recuperación de su hijo, como a una profesora que la imparte, para ver sus opiniones al respecto y comprobar si realmente produce cambios. Las reacciones ante este tipo de terapia son muy variadas. Generalmente, la comunidad científica no las receta, debido a que aunque presenta buenos resultados, estos no se pueden diferenciar de los producidos por otras terapias que se complementan con la equina, como son fisioterapias, terapias del habla o el lenguaje, o que estén centradas en los sentimientos. Sin embargo, las experiencias estudiadas en este trabajo muestran que produce, o en algunos casos, acelera, la evolución de la mejoría de los síntomas presentados por los afectados. Además de los beneficios que puede dar cualquier deporte, la equinoterapia es muy completa, puede centrarse en potenciar algunos aspectos específicos, pero el afectado mejorará físicamente de forma general, potenciando la musculatura y la fuerza, además de mejorar su concentración, comportamiento y estado de ánimo. Este último punto es muy importante. El centro de equitación, con los animales y el personal entrenado, es un lugar seguro donde la persona que quiere tratarse puede sentirse bien y ganar confianza con los demás y con uno mismo. El primer paso para mejorar siempre es querer hacerlo, y la motivación y la autoestima son muy importantes. No existe una verdadera forma de comprobar si esta terapia podría ser aceptada como tal médicamente, se debería de realizar un experimento donde se sometiera a un niño con estos trastornos únicamente a equinoterapia y estudiar su evolución. Sin embargo, su utilización es bastante recomendable según los casos estudiados. Siempre hay casos aislados, y el ritmo de evolución varía mucho según la persona, pero si el afectado se siente cómodo y le gusta, va a serle de ayuda en todos los aspectos.

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Con respecto al conocimiento de la población sobre las terapias alternativas, se cree que la idea de las mismas está bastante extendida, y posee muy buenas críticas de la mayoría de encuestados. Pero el conocimiento contrasta con las pocas puestas en práctica que se han registrado. Solo dos de las 34 personas que conocen a individuos que poseen TEA o síndrome de Down responden que estos la utilizan. Por otro lado, el estudio del conocimiento de los encuestados acerca de los trastornos mencionados anteriormente, aporta resultados favorables. Por parte del Trastorno del Espectro Autista, la totalidad de las personas que han realizado la encuesta posee conocimientos básicos sobre este, y más de la mitad de los mismos llega a conocimientos intermedios, respondiendo correctamente preguntas más específicas. Además, un pequeño porcentaje de personas que lo han realizado, y que no poseen estudios acerca del tema, ha conseguido responder correctamente una de las preguntas de mayor nivel de dificultad. Por parte del síndrome de Down, se aprecia un mayor conocimiento de este con respecto al TEA, obteniendo los encuestados buenos valores en preguntas de dificultad intermedia y algunos en las más específicas. Se podría decir, en general, que se poseen los conocimientos básicos de ambos trastornos. Quizás no se posee mucha información específica sobre ellos, pero sí la suficiente como para poder entenderlos y normalizarlos. Por último, se pretende comentar la importancia de los resultados obtenidos. El hecho de que la población reciba suficiente información acerca del TEA y el síndrome de Down es vital para favorecer la integración de las personas que lo padecen en la sociedad. Se ha de comprender que no son enfermedades, y se han de ofrecer las mismas oportunidades y derechos que a cualquier otro ciudadano. Aunque actualmente no exista una cura total para ellos, existen muchas terapias que pueden ayudar a mejorar los síntomas y permitir una vida normal. En resumen, no se puede afirmar que la equinoterapia sea una terapia científica por sí misma, pero consiste en un buen complemento a otras terapias, además de una forma de relacionarse, coger confianza y evolucionar en un entorno distinto al usual. 7- Agradecimientos Se quiere agradecer la ayuda prestada por nuestra tutora del trabajo, María Jesús González López, que ha ayudado mucho a la hora de hacer visible este trabajo y que llegue hasta más personas. También se quiere dar las gracias a Virginia Verdú Tortosa, nuestra profesora de investigación, quien ha conseguido moldear el tema para que fuera posible investigar acerca de él, y ha aportado comentarios que mejoraran la redacción del trabajo. Para terminar, también se quiere agradecer a las personas contactadas a la hora de hacer las entrevistas, quienes nos proporcionaron mucha información útil y experiencias personales, además de todas las personas que tomaron un momento de su tiempo para realizar la encuesta. 8- Bibliografía y webgrafía Centros para el Control y la prevención de enfermedades (2020). Información sobre el Síndrome de Down. Recuperado de <https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/birthdefects/downsyndrome.html>. [Consulta: 22 de noviembre de 2021]. Confederación Autismo España (2019). TEA: Trastorno del Espectro del Autismo. Recuperado de <http://www.autismo.org.es/sobre-los-TEA>. [Consulta: 15 de diciembre de 2021] Down España (s.d.). El síndrome de Down. Recuperado de <https://www.sindromedown.net/sindrome-down/>. [Consulta: 20 de diciembre de 2021] Incluyeme.com (s.d.). ¿Qué es la equinoterapia? Usos y beneficios. Recuperado de <https://www.incluyeme.com/que-es-la-equinoterapia-usos-y-beneficios/> [Consulta: 20 de diciembre de 2021] J.R., Alonso, (s.d.). Equinoterapia. Recuperado de <https://jralonso.es/2018/12/17/equinoterapia/>. [Consulta: 26 de diciembre de 2021]

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Kennedy Shriver, Eunice, National Institute of Child Health and Human Development (2021). ¿Qué tratamientos hay para el TEA?. Recuperado de <https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/autism/informacion/tratamientos> [Consulta: 15 de noviembre de 2021] Mayo Foundation for Medical Education and Research (s.d.). Trastorno del espectro autista. Recuperado de <https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/autism-spectrum-disorder/symptoms-causes/syc-20352928 > [Consulta: 14 de octubre de 2021]. Psicología Nafría (2020). Trastorno generalizado del desarrollo, qué es y síntomas. Recuperado de <https://psicologianafria.com/trastorno-generalizado-del-desarrollo/>. [Consulta: 12 de diciembre de 2021] Universidad Internacional de Valencia (2015). Los distintos tipos de trastorno del espectro autista (TEA): características y formas de intervención en el aula. Recuperado de <https://www.universidadviu.com/es/actualidad/nuestros-expertos/los-distintos-tipos-de-trastorno-del-espectro-auti sta-tea> [Consulta: 20 de octubre de 2021] Webconsultas. Revista de Salud y Bienestar (2020). Equinoterapia. Recuperado de <https://www.webconsultas.com/mascotas/educacion-animal/indicaciones-de-la-equinoterapia-y-contraindicacione s>. [Consulta: 20 de diciembre de 2021]

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ANEXO ENTREVISTA A LA PROFESORA DE EQUITACIÓN: 1- ¿Cuál fue el motivo por el que comenzaste a realizar terapias con caballos? La verdad es que fue casualidad. Llegó un niño pequeño con síndrome de Down, que estaba yendo a otro sitio, pero no estaba aprendiendo, por lo que no estaba mejorando mucho. Así que sus padres lo trajeron porque querían que aprendiera a montar a caballo y aparte hacerle terapia, querían que fuera un poco mixto. En ese momento comencé a darle clases de equitación, empecé a trabajar con él y ver cuáles eran sus mayores deficiencias, y a raíz de eso la terapia se basaba en lo que más necesitaba potenciar. 2- ¿Recibiste algún tipo de formación antes de llevar a cabo estas terapias a niños con autismo y síndrome de Down? ¿De qué tipo? Cuando este niño llegó al centro, yo me encontraba terminando de formarme para poder realizar este tipo de terapias. Como este niño vino por casualidad, en un principio no estaba totalmente preparada para realizarlas, así que comenzamos únicamente con clases de equitación hasta que finalicé la preparación. Sin embargo, la experiencia de tantos años enseñando a niños pequeños hizo que resultara muy fácil comenzar con las otras actividades más relacionadas con sus síntomas y con la potenciación de sus carencias. También realizamos actualmente terapias a niños con autismo. Además de conocimientos y títulos en doma clásica y en salto, por supuesto tengo estudios en pedagogía y lenguaje y psicología. 3- ¿De qué manera ayudan los caballos en la mejora de estas enfermedades? Ayudan mucho en numerosos aspectos. Sobre todo en el tema de la psicomotricidad, son niños que suelen tener déficit en ese ámbito. También a la hora de hablar, a muchos de los niños que han acudido a este centro les costaba mucho hacerlo y mediante juegos durante las clases vamos trabajando este punto y ayudándolos a hablar. Además de que la presencia de animales, el estar con un ser vivo, potencia que el niño se abra más hacia las personas y obtenga más confianza en sí mismo y en los demás. 4- ¿Qué planificación sigues a la hora de dar este tipo de tratamiento? ¿Haces las mismas sesiones para todos los niños, o las personalizas? Se personalizan, según las partes que más necesiten potenciar, como he dicho anteriormente, se realizan unos ejercicios u otros. Por ejemplo, tuve un caso de un niño de ocho años que tenía síndrome de Down, que no hablaba, ya que en un principio lo enseñaron a hablar con lengua de signos. A ese niño le resultaba más fácil utilizar esta lengua que comunicarse verbalmente, por lo que llegó un momento en que creció tanto, que cuando pedía cualquier cosa, y su familia le incitaba a decirlo con palabras, el niño simplemente los ignoraba e iba a por lo quería. Esto era un problema grave ya que esta familia no conseguía que el niño hablara, y el propio niño se ponía nervioso de ver que le costaba. Lo trajeron a montar, y a través de trabajo y actividades presentadas como juegos, el niño tomó confianza, y en muy pocas sesiones, puede que dos o tres, comenzó a decir palabras sueltas, y con el tiempo terminó hablando. 5- ¿Todos los caballos están capacitados para trabajar con niños con estos problemas? ¿Cuáles son las características que tienen que tener? No todos los caballos están capacitados para trabajar con niños con estos problemas, debe de ser un caballo generalmente mayor, para que tenga experiencia, sea tranquilo, que puedas estar pendiente completamente del niño sabiendo que el caballo va a hacer lo que le estás mandando. No valen por ejemplo los potros que son muy nerviosos y carecen de experiencia.

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6- ¿Qué características deben de tener los niños a los que se les realizan estas terapias? Pues, como he comentado anteriormente, los síntomas varían mucho según los niños, pero muchos de ellos, tanto niños con autismo como con síndrome de Down, tienen ese problema del habla, les cuesta mucho comunicarse y abrirse con las personas, se cierran mucho sobre sí mismos. En este aspecto, la conexión con el caballo ayuda mucho. Además, otros poseen problemas más físicos, y la equitación los ayuda a potenciar el equilibrio, mejorar la musculatura (sobre todo en el síndrome de Down) y que cojan más fuerza. 7- ¿Se apreciaron mejoras en los síntomas de estos niños tras la terapia? ¿Cuáles fueron? Por supuesto, se nota mucho en la psicomotricidad, en el equilibrio, en su forma de expresarse con los demás (es mucho más abierto después de un tiempo realizando terapia)... en general está más capacitado para el mundo exterior, tanto en autismo como en síndrome de Down. He tenido niños que no eran capaces de bajar una rampa si no era con la ayuda de sus padres, y después de un tiempo montando a caballo, lo podían hacer por ellos mismos. También se suele apreciar una gran mejoría en el habla. 8- ¿Cuántas sesiones por término medio se deben realizar para que empiecen a aparecer estas mejoras? Según de qué mejoras se hable, si hablamos del tema de equilibrio y psicomotricidad pueden ser a partir de dos o tres meses, trabajando un par de veces por semana aproximadamente. En el caso del lenguaje, esto varía mucho según el afectado, en el caso anterior, un niño comenzó a decir palabras sueltas después de tres sesiones, sin embargo cada niño es único y tiene su propio ritmo de aprendizaje y desarrollo. Generalmente entre un niño que aprende más rápido y un niño al que le cuesta un poco más hay una diferencia de cuatro sesiones en cuanto a la aparición de resultados. Normalmente todos llegan al final al mismo punto. 9- ¿Sobre qué edades suelen hacerse estas terapias? He tenido edades muy variadas, desde niños con cinco años hasta adultos con veinticinco que han seguido queriendo dar sus clases para mejorar las carencias que pudieran tener. Por supuesto, cuanto más joven sea la persona, mayor facilidad habrá de corregir posibles problemas que presente, pero no hay una edad estipulada para realizarlas, simplemente querer mejorar algún déficit y trabajar en ello. 10- ¿Cómo vives tú este proceso de ayuda a los niños? Es algo muy bonito el ver cómo avanzan, cómo van mejorando día a día y cómo son capaces de superar sus metas. Es una sensación muy agradable el ver las mejoras y cómo funciona tu trabajo.

ENTREVISTA A LOS PADRES DE UN NIÑO CON SÍNDROME DE DOWN 1- ¿Qué tipo de Síndrome de Down tiene su hijo/a (con respecto a la trisomía en el cromosoma 21)? Mi hijo posee la forma más común, trisomía del cromosoma 21 en todas las células del cuerpo. 2- ¿Por qué decidieron probar la terapia con caballos? El principal motivo fue por la dificultad que tenía para hablar. Ya tenía ocho años y se había acostumbrado a comunicarse mediante lengua de signos. Por supuesto, estábamos acudiendo a realizar otras terapias relacionadas con ese aspecto, además de fisioterapias, pero en el tiempo que pasamos allí, no se apreciaron mejoras muy significativas. A veces decía unas cuantas palabras, pero no se abría del todo a seguir intentándolo. Así que investigando acerca de nuestras opciones, descubrimos la terapia con caballos y nos animamos a probarla, sin dejar de acudir a las que ya íbamos, pero complementándolas con esta.

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3- ¿Qué tipo de síntomas presentaba antes de comenzar con la terapia? Como ya se ha dicho anteriormente, el principal problema que se presentaba era el habla. Pero también pensamos que montar a caballo y tener contacto con ellos le vendría bien para reforzar la musculatura y el equilibrio. Normalmente podía valerse por él mismo mientras andaba, pero había algunas veces, como cuando tenía que subir o bajar cuestas, que le costaba un poco más y lo ayudábamos. 4- ¿Cuáles fueron las mejoras que presentó su hijo al acabar el proceso? No todas las mejoras serían gracias a la terapia equina, pero de verdad ayudó bastante. En el tema del habla, muy pocas clases después de comenzar, ya había empezado a decir palabras sueltas, cosa que en otras terapias había tardado semanas. Alrededor de dos meses, ya se comunicaba mucho mejor y hacía el esfuerzo de hablar y formar frases. Se podía llevar una conversación con él. Además la parte física mejoró también. Después de unos meses de entrenamiento, aproximadamente tres, ya era capaz de bajar esas rampas solo. Hay que tener en cuenta que también acude a fisioterapia. Actualmente seguimos yendo a ese centro para mejorar y mantener lo que hemos conseguido, así como las demás actividades. 5- Aparte de la terapia con caballos, ¿añadieron algún tipo de tratamiento complementario? Sí, como ya se ha comentado, la terapia equina se complementaba (y se sigue haciendo) con terapias del habla y fisioterapia. 6- ¿Cómo vivieron ustedes el proceso de recuperación de su hijo? Fue una gran alegría y un alivio ver cómo iba progresando. Por muchos años se sentía frustrado en el aspecto de que quería comunicarse pero le era muy difícil, hasta que se acostumbró al lenguaje de signos, y ya no quiso seguir intentando el habla oral. Así que cuando después de llevarlo vimos que en tan poco tiempo ya decía palabras, se estaba abriendo con la profesora y le gustaba ir allí, sentimos que tomamos una buena decisión al probar. 7- ¿Cuántos días semanales acudieron al centro de equitación? Acudíamos al principio dos días por semana, ahora vamos un día por semana. 8- ¿Durante cuánto tiempo acudieron al centro de equitación?(años) Antes de que ocurriera la pandemia, habíamos estado acudiendo un año aproximadamente. Después, con la cuarentena y toda la situación, dejamos de ir, y ahora hemos decidido volver y llevamos aproximadamente cinco meses. 9- ¿Cómo vivía su hijo anímicamente estas terapias? Esa es la sorpresa tan buena que nos llevamos cuando empezamos a ir. Normalmente, le costaba un poco más tomar confianza con los monitores de otras terapias, y a veces no quería ir. Pero con la profesora del centro de equitación se encariñó bastante rápido. De hecho siempre tenía ganas de volver. Los caballos le encantan, y los perros que hay allí también. 10- ¿Recomienda la terapia con caballos? Sí, la recomendaría. En nuestro caso ha funcionado bastante bien, no solo en cuanto a mejora de los síntomas, sino que está más feliz cada vez que va. El estar rodeado de animales que le encantan y hacer juegos como terapia le ha venido muy bien. Puede valerse mejor por él mismo actualmente.

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