Qué es la ética de la empresa J. FÉLIX LOZANO
Qué es la ética de la empresa J. FÉLIX LOZANO
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Colección Saber EDITORIAL PROTEUS
Dirección Editorial: Miquel Osset Hernández Diseño gráfico de la colección: Imma Canal Diseño editorial: Ana Varela Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
Primera edición: mayo 2011 © J. Félix Lozano © para esta edición: Editorial Proteus c/ Rossinyol, 4 08445 Cànoves i Samalús www.editorialproteus.com Depósito legal: ISBN: 978-84-15047-46-9 Impreso en España - Printed in Spain Romanyà Valls S.A. - Capellades
Agradecimientos [ p.13 ] Introducción [ p.15 ] Casos para la reflexión La empresa como institución social Necesidad práctica de la ética en la gestión de organizaciones Estructura del libro
Ética de la empresa: definición, origen, evolución y ámbitos de actuación [ p.31 ] Definición Surgimiento de la ética empresarial Evolución de la ética empresarial: de la filantropía al compromiso ético Ética económica, ética empresarial y ética del directivo: una distinción necesaria ¿Ética de la empresa o ética en la empresa? ¿Pueden tener conciencia moral las organizaciones?
Valores éticos en la gestión de empresas [ p.53 ] Introducción Qué son los valores y para qué sirven Valores de la ética cívica en la empresa
Ética de la empresa y Responsabilidad Social Empresarial [ p.73 ] Introducción: crisis ecológica y crisis de confianza Historia y evolución de la RSE Definición de RSE y dimensiones Responsabilidad Social Corporativa: definición y ámbitos Memorias de Responsabilidad Social Empresarial: el modelo GRI
Problemas éticos en la gestión de empresas. Dimensión interna [ p.93 ] Introducción: ¿qué es un problema ético? Discriminación e igualdad de oportunidades Acoso moral Privacidad de la información y confidencialidad Equidad en la recompensa
Problemas éticos en la gestión de las empresas. Dimensión externa [ p.119 ] Introducción Sostenibilidad e impacto ambiental Corrupción Marketing y comunicación Relación con las comunidades Relación con los gobiernos e implicación política
Gestión ética de la empresa. Dimensión interna [ p.151 ] Introducción: de las palabras a los hechos La integración de la ética en las organizaciones: cumplimiento vs. integridad Códigos éticos empresariales Procesos de formación ética Comisiones éticas
Gestión ética de la empresa. Dimensión externa [ p.173 ] Introducción Directrices internacionales: OIT, OCDE y Pacto Global (ONU) Auditorias y certificaciones éticas: SA.8000, AA.1000 e ISO 26000
Economía alternativa y solidaria [ p.203 ] Empresas de inserción sociolaboral Fondos éticos de inversión y Banca ética Microcréditos Comercio Justo
Conclusiones: Ventajas del desarrollo de la ética de la empresa [ p.223 ] Introducción Ventajas del desarrollo ético de la empresa Rasgos de una empresa a la altura de nuestros tiempos
A HĂŠctor y Consu
Agradecimientos
A lo largo de estos años he tenido la suerte de contar con el apoyo, el ánimo y la colaboración de muchas personas. Y cada uno, a su manera, ha hecho posible que haya llegado a donde estoy y que haya podido escribir este libro. No puedo citarlos a todos, pero es de justicia reconocer mi agradecimiento explícito a algunas personas excelentes y a algunas generosas instituciones que me han ayudado a escribir este libro. En primer lugar quiero dar las gracias a la Universidad Politécnica de Valencia, y a su Facultad de Administración y Dirección de Empresas donde llevo años respondiendo a la pregunta «¿qué es la ética empresarial?» y que respetan y facilitan mi trabajo. También mis compañeros del Departamento de Proyectos de Ingeniería y en especial a Sandra Boni, Jordi Perís, Tomás Gómez, Rafa Monterde e Iván Cuesta, compañeros del «Grupo de Estudios en Desarrollo, Cooperación y Ética» con quienes 13
día a día diálogo y aprendo sobre los desafíos éticos del mundo y los mejores caminos para el desarrollo y la realización de la justicia. También la Fundación ÉTNOR para la ética en los negocios y las organizaciones tiene un lugar predominante en mi trayectoria académica y de investigación. Desde hace años tengo la suerte de asistir a sus seminarios y trabajar en proyectos de asesoría y de investigación donde aprendo mucho de las dificultades de desarrollar la dimensión ética de las empresas. En un lugar predominante en mi lista de deudas de gratitud están mis Maestros, amigos y colegas del grupo de Ética aplicada y Democracia. Sin lugar a dudas los interesantes y apasionados diálogos que desde hace casi veinte años comparto con Adela Corti-na, Domingo García-Marzá, Jesús Conill, Juan Carlos Siurana y Elsa González es de lo mejor que me ha pasado en la vida. Finalmente, pero no por ello menos importante, quiero dar las gracias a la editorial Proteus, y a su director Miquel Osset. Esta gratitud no es sólo por haber tenido la generosidad y paciencia de publicar este libro, sino por emplear su esfuerzo y su tiempo a la noble y necesaria tarea de difundir con rigor el conocimiento ético.
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Introducción
CASOS PARA LA REFLEXIÓN
En las últimas décadas la falta de ética profesional y de honestidad en el mundo de los negocios ha llenado páginas y páginas de periódicos y ha sido protagonista de noticiarios en todo el mundo. Empresas antes admiradas (Enron, Andersen, WorldCom, etc.) han desaparecido (o casi) no por su debilidad en el mercado sino por malas prácticas y falta de ética. Directivos, mánagers y gestores antes admirados como Kenneth Lay (Enron), Mario Conde (Banesto), Heinrich von Pierer y Klaus Kleinfeld (Siemens), entre otros, están o han estado en la cárcel o ante los tribunales. Y no por sus fracasadas estrategias empresariales, sino por su falta de ética profesional, que al final ocasionó graves consecuencias para sus compañías. Probablemente el caso más grave de la historia 15
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fue el accidente de la fábrica de Union Carbide en Bhopal hace algo más de 25 años. 1 No fue simplemente un «accidente» sino una falta de responsabilidad que dejó más de 10.000 muertos y muchos miles de afectados. Un obrero limpiando una tubería que comunicaba con los tanques donde estaba almacenado el MIC (Isocianato de Metileno), un gas altamente tóxico, fue la causa directa de la explosión de Bhopal, pero sería un error y un acto de cinismo inadmisible considerar que este operario fue el responsable del accidente. Union Carbide con su política de desinversiones y su abandono fáctico de la fábrica fue la verdadera responsable. Este caso fue un ejemplo de una pésima gestión orientada exclusivamente hacia los beneficios a corto plazo y donde cuestiones como la seguridad, la protección de los trabajadores o el medio ambiente fueron relegadas a un segundo plano. Este caso es, sin dudas, uno de los mejores ejemplos de la necesidad de comportamientos éticos y responsables por parte de las empresas. La lista podría ser más larga y mucho más exhaustiva. De ello se han dado cuenta las escuelas de negocios, las instituciones internacionales (ONU, OCDE, OIT, UE, etc.), los gobiernos y, lo que es más importante, las propias compañías. Las malas prácticas, el abuso de poder, la falta de control, y la idea de impunidad son factores de riesgo para el futuro de las 16
Introducción
empresas. Las empresas saben lo que cuesta ganarse la confianza de clientes, inversores, trabajadores y la sociedad en general; y lo fácil que puede destruirse.
LA EMPRESA COMO INSTITUCIÓN SOCIAL
La empresa como organización con entidad jurídica propia cuya finalidad principal es el beneficio económico es una institución central del mundo moderno. Aún cuando sus diversas acepciones como «Compañía», «Corporación» o «Empresa» se remontan a la época romana y al medievo, ha sido en los últimos 150 años cuando se ha extendido y ganado influencia en todos los ámbitos de nuestra vida. Y, por supuesto, ha superado en protagonismo a otras instituciones de larga trayectoria como la Iglesia católica, las universidades, los sindicatos y los partidos políticos. Son cientos las definiciones de empresa que podemos encontrar, pero sin entrar en discusión, aquí vamos a entender por empresa una institución social con entidad jurídica independiente que tiene como objetivo principal la obtención de beneficios y la supervivencia a largo plazo. Hay dos grandes maneras de ver la empresa: la visión económica y la visión social. 17
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- La visión económica entiende que la empresa es fundamentalmente una organización con una finalidad económica y que lo importante es gestionar los intereses materiales de las personas (consumidores, trabajadores y accionistas fundamentalmente) para el éxito de la empresa. La empresa es una unidad de producción donde predomina la lógica del beneficio material individual, del cálculo de utilidades y de la organización impersonal. - La visión social entiende que la empresa es una organización que aporta algo valioso a la sociedad y por ello obtiene su legitimidad para actuar. Desde esta concepción la empresa es una organización sometida explícitamente a la voluntad de la sociedad mediante la coacción legal, e implícitamente de los ciudadanos que consumen sus productos y aprueban su manera de actuar. Otro aspecto de esta visión social de la empresa es entenderla como un grupo de personas que se unen y coopera para obtener una meta común mediante el equilibrio y juego de las motivaciones personales. Una buena definición de empresa que nos puede servir de referencia para hablar de ética en las empresas es entenderla como organización en la línea de la 18
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propuesta de Chiavento: «Una organización es un sistema de actividades conscientemente coordinadas, formado por dos o más personas, cuya cooperación recíproca es esencial para la existencia de aquella. Una organización sólo existe cuando: hay personas capaces de comunicarse, están dispuestas a actuar conjuntamente, y desean obtener un objetivo común». 2 En esta definición podemos reconocer algunos aspectos esenciales que tienen una clara vinculación con las cuestiones éticas. - En primer lugar, conviene destacar que es un sistema de actividades conscientemente coordinadas, es decir, que se requiere la intención y la reflexión para la armonización de diversas actividades. Una organización no se produce de forma espontánea sino que requiere una intencionalidad, una meta y un tiempo para conseguirla. - En segundo lugar, y más interesante para el tema que aquí tratamos, está el hecho de que se requieran dos o más personas. El hecho de que haya personas exige atender a las cuestiones éticas, puesto que las cuestiones éticas son una dimensión ineludible del ser humano que no podemos ignorar. - Y en tercer lugar, la cooperación recíproca implica una noción de reconocimiento y de justicia bási19
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ca, sin la que la cooperación resulta impensable. Puede ser que la cooperación sea asimétrica y tremendamente desigual, pero los actores siempre están dispuestos a dar algo a cambio de algo. Una organización puede tomar muy diversas formas y funcionar con lógicas muy diferentes según sea diseñada y dependiendo de las expectativas que las personas tengan de ella. A lo largo de la historia ha habido formas variadas de entender las organizaciones. Si nos centramos sólo en el s. XX, que es el que más nos interesa ahora, podemos identificar tres grandes etapas de la empresa moderna: 3 - La era de la industrialización clásica (19001950). En este periodo se produce una extensión e intensificación de las estructuras creadas durante la revolución industrial. En este tipo de organizaciones lo importante es la planificación de las acciones y el control de los comportamientos estandarizados. Un control que se conseguía mediante la organización piramidal y centralizada; y la estricta separación entre quienes planifican, dirigen y ejecutan. Las relaciones entre las personas se basan en el intercambio y predomina la estructura del premio y el castigo como desencadenante de la acción. Aquí se consideraba a los trabajadores como un recurso de 20
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producción que estaba al servicio de la tecnología. Las personas eran consideradas un apéndice de la máquina. - La era de la industrialización neoclásica (19501990). En este periodo se produce un cambio de concepción de la organización como fruto de una presión en un doble sentido. Por un lado, la presión de la competencia hace que el modelo burocrático, centralizador y piramidal se vaya quedando obsoleto; y por otro, la propia presión interna de los trabajadores y sindicatos que exigen ser considerados como personas y que se tengan en cuenta sus motivaciones e intereses. Durante la década de los cincuenta se extiende la teoría de las relaciones humanas que evoluciona hasta culminar a finales de los ochenta con las teorías de la alta innovación. En esta época se desarrollan culturas de mitos e imágenes ideales con la pretensión de motivar a los trabajadores. A lo largo de la segunda mitad del s. XX las personas dejan de ser consideradas «fuerza de trabajo» y pasan a considerarse como recursos vivos con capacidad y voluntad creativa. - La era de la información (1990-actualidad). Esta era es en la que ahora nos encontramos inmersos. Es una nueva era en la que están cambiando radicalmente nuestras formas más básicas de 21
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relacionarnos y nuestras organizaciones. El hecho de que el conocimiento sea la fuente principal de productividad ha relegado a un segundo lugar a otros aspectos de producción como la fuerza de trabajo, los recursos naturales o el capital. Lo que se ha dado en llamar el «capital intelectual» tiene múltiples implicaciones, pero hay dos que nos gustaría mencionar aquí, aunque sea brevemente, y que consideramos muy positivas: la primera es el hecho de que vuelve a poner en primer lugar a las personas y sus capacidades más específicas; y la segunda es que implica una apelación a la voluntad y al compromiso de las personas. El conocimiento no se genera ni se transmite si las personas no quieren, y movilizar esa voluntad es abrir una puerta a la ética. Podemos conseguir que las personas estén unas horas en un lugar determinado, dotarles de los medios para hacer un buen trabajo, ofrecerles buenos incentivos, pero si esta persona no se siente bien tratada o considera que está sufriendo una injusticia será muy difícil que ponga todas sus capacidades al servicio de la tarea que debe realizar. Por eso, hoy más que motivación se necesita compromiso, esa lealtad de la persona que sabe que lo que hace es importante y que se espera de él una aportación valio22
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sa. El concepto de «contrato moral» empieza a aparecer en la literatura de gestión y hace alusión a esa necesidad de compromiso e implicación voluntaria. En estos momentos los procesos organizacionales son más importantes que los órganos que conforman las organizaciones; y los aspectos intangibles (valores, ideas, etc.), más importantes que los aspectos tangibles (jerarquía, normas, sanciones, etc.). En nuestros días se conciben las organizaciones desde la perspectiva de los stakeholders («grupos de afectados») y se reconoce la necesidad de responder comunicativamente a las pretensiones de legitimación por parte de los grupos de afectados. Esta genérica clasificación nos permite ver cómo han ido evolucionando las organizaciones en el último siglo y, lo que es más importante, tomar conciencia de los rasgos esenciales del contexto social y organizativo del momento y el papel que la ética puede desempeñar en él.
NECESIDAD PRÁCTICA DE LA ÉTICA EN LA GESTIÓN DE ORGANIZACIONES
Poder implica responsabilidad, y a mayor poder, mayor responsabilidad. La capacidad que tiene hoy la 23
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empresa de hacer cosas, de cambiar nuestro entorno natural e incluso nuestra forma de relacionarnos implica una gran responsabilidad. El poder de las empresas, que en muchos casos supera el de algunos Estados, implica que sus acciones y decisiones impactan en la vida de muchas personas y que la justificación del beneficio económico o de proveer un producto o un servicio, no es legitimación suficiente. Es decir, que una empresa produzca un producto, preste un servicio y gane dinero no es una razón suficiente de su legitimidad; ahora importa también cómo hace las cosas. Los ciudadanos no estamos dispuestos a aceptar que se contamine gravemente el medio ambiente, que se violen los Derechos Humanos, que se abuse del poder oprimiendo a los proveedores o que se ignoren las consecuencias del consumo de sus productos. Partiendo de esta hipótesis, de que las empresas deben responder del poder que tienen, las razones que podemos presentar para el desarrollo de la ética de las empresas y organizaciones son de dos tipos: razones teóricas y razones prácticas. Cuando hablamos de razones teóricas nos estamos refiriendo a los argumentos epistemológicos que avalan que hablemos de ética de las empresas. Frente a la interpretación que considera el mundo de la empresa y la economía está libre de valores y que 24
Introducción
tienen su propia lógica interna y que no tiene nada que ver con el mundo de la ética, nosotros podemos presentar, al menos, dos argumentos de peso. El primero es que la ética es una dimensión de la realidad humana que no puede quedar al margen de ninguna actividad. Como afirmó López-Aranguren, 4 el ser humano es constitutivamente moral, y en tanto que es libre, tiene que responder de sus decisiones y tiene que justificar sus actos. Y esto en todos sus ámbitos: la vida privada, la política, la cultura, la economía, el desempeño profesional, etc. No hay ámbito del actuar humano que quede al margen de la evaluación moral. Este argumento se podría elaborar mucho más, pero sólo el hecho de que seamos capaces de considerar que la mentira, la traición, el abuso o la falta de respeto son inaceptables en el mundo de los negocios (y sólo algunos cínicos estarían dispuestos a aceptarlos) es una buena muestra de ello. El segundo tiene que ver con la evaluación ética de la finalidad de la empresa. Una respuesta extendida y superficial afirma que la finalidad de la empresa es ganar dinero, pero esto es muy discutible. Los beneficios pueden ser un objetivo y unas condiciones de posibilidad, pero no la meta de la actividad empresarial (de la misma forma que comer o respirar no es la meta de una vida digna, sino una condición de posibilidad). La discusión en profundidad sobre la meta 25
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de la actividad empresarial ya nos lleva al terreno de la ética, en tanto en cuanto tenemos que evaluar éticamente el comportamiento de una empresa. Así, la legitimidad de una empresa vendrá por lo que hace y por cómo lo hace. Habremos de preguntarnos si es un bien lo que ofrece (o es violencia, dolor, explotación, venenos, etc.), y qué hace para conseguirlo (explota a las personas, contamina, etc.). Por lo que hace a las razones prácticas también podemos destacar dos de especial relevancia. La primera sería las razones prácticas ventajosas para la empresa. Una empresa que se esfuerza por actuar de acuerdo a criterios éticos incrementará la confianza con sus grupos de afectados y tendrá más posibilidades de éxito. No se puede afirmar al 100% pero es previsible que una empresa responsable, tenga mejor imagen entre el público y los consumidores, cuente con trabajadores más comprometidos y evite situaciones de corrupción. Tal y como apuntábamos en el primer párrafo de este libro, hay muchos y dramáticos ejemplos del costo de la falta de ética. La segunda razón práctica tiene que ver con los beneficios que una empresa responsable genera en la sociedad. Las empresas tienen un impacto muy grande en el estado del mundo y en la vida de mucha gente, y un buen comportamiento empresarial colaboraría de forma valiosa a la construcción de un mundo mejor. 26
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O expresado en forma negativa: es impensable la construcción de un mundo más justo, con menos desigualdades, con más respeto a la diversidad, con un medio ambiente más limpio sin una contribución decidida de las empresas.
ESTRUCTURA DEL LIBRO
En las dos últimas décadas han proliferado los libros sobre ética de la empresa. Por suerte la calidad y cantidad de estas publicaciones no han dejado de crecer y el lector encontrará una buena oferta en las librerías. El único problema es que muchos de ellos van dirigidos especialmente a personas del mundo de la empresa, los negocios o la filosofía; y es difícil que el público en general se acerque a estas publicaciones. El objetivo (ambicioso) de nuestro libro es ser una puerta de entrada a este tema, una invitación a conocer la ética de la empresa y todas sus implicaciones. 5 El libro ¿Qué es la ética de la empresa? Tiene un triple objetivo: definir el tema, identificar problemas, y presentar soluciones. El objetivo de definir el tema lo desarrollamos en los capítulos 2, 3 y 4. En el capítulo 2 definimos la ética de la empresa y presentamos sus diferencias y similitudes con temas como la ética económica y la 27
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ética de los directivos; en el capítulo 3 reflexionamos sobre el papel de los valores éticos en el mundo empresarial; y en el 4 presentamos brevemente qué es la Responsabilidad Social Empresarial y las memorias de sostenibilidad. El segundo objetivo, identificar problemas, lo tratamos en los capítulos 4 y 5, donde analizamos los problemas éticos más frecuentes que nos podemos encontrar en el mundo empresarial. Hemos agrupado los problemas en internos y externos. Los problemas internos tienen que ver con aquellos que se presentan «de puertas para adentro» de la empresa. Cuestiones como discriminación, acoso, o equidad en la recompensa, son algunos de los analizados. Y los problemas externos son lo que se encuentra la empresa en su relación con el entorno en el que opera. Aquí los problemas presentados son: relación con las comunidades, contaminación ambiental o corrupción, entre otros. El apartado de presentar soluciones se presenta en los capítulos 7, 8 y 9. En el capítulo 7 presentamos las iniciativas que ya se están desarrollando para gestionar la dimensión ética de la empresa. Es importante saber qué son y qué papel están jugando los códigos éticos, los procesos de formación ética y los comités de ética para la mejora ética de las empresas. De la gestión externa de la ética en organizaciones nos ocupamos en el capítulo 8. Por gestión externa 28
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entendemos los mecanismos, procesos e iniciativas que se están desarrollando en el mundo para dar directrices éticas y mejorar la actuación de las empresas. Y finalmente en el capítulo 9 presentamos iniciativas alternativas a las empresas tradicionales y que tienen en su esencia y definición valores éticos. Las empresas de inserción laboral, las iniciativas de comercio justo, los fondos éticos y los microcréditos son también parte del mundo de los negocios y suponen otras maneras de hacer las cosas que convienen conocer. Finalmente queremos concluir este libro con una breve reflexión sobre las ventajas que aportaría el desarrollo de la ética de la empresa, con la esperanza de que tenga un carácter de motivación y de persuasión que haga que todos nos comprometamos en la construcción de un mundo más justo.
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Lampierre, D.; Moro, J.: Era medianoche en Bhopal. Barcelona: Planeta, 2004.
2
Chiavenato, I.: Administración de Recursos Humanos. Madrid: McGraw-hill, 2000, p. 7.
3
Steinmann, H.; Schreyögg, G.: Management. Grundlagen der Unternehmensführung. Wiesbaden: Gabler, 1993. Hablamos de empresa moderna en el sentido propuesto por Chandler, 29
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Alfred D.: La mano visible. La revolución de la gestión en la empresa norteamericana. Barcelona: Belloch, (1977), 2008. 4
López-Aranguren, J. L.: Ética. Madrid: Alianza, 1958.
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Se podrá profundizar más en libros de Adela Cortina, Domingo García-Marzá, Josep Maria Lozano, Antonio Argandoña, Domenec Melé y otros autores que están publicando con rigor y calidad sobre este tema.
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