Lama Zopa RimpochĂŠ
Consejos esenciales para el momento de la muerte
Ediciones Mahayana
Consejos esenciales
para el momento de la muerte
Consejos esenciales
para el momento de la muerte Lama Zopa RimpochĂŠ
Ediciones Mahayana
Título original: Heart Advice for Death and Dying Publicado originalmente por: FPMT Education Publications, FPMT Inc. © FPMT Inc., 2008 1ª edición: Mayo de 2012 Traducido del inglés por Marina Brucet, Marian Márquez y Nicolás Viñés para el Servicio de Traducción de la FPMT. © De la traducción al español: Servicio de Traducción de la FPMT (CPTM), 2012 De la edición en español: © Ediciones Mahayana C. Santa Engracia 70, 3º dcha. 28010, Madrid (Madrid) www.edicionesmahayana.es Diseño de la cubierta: Hans Burghardt Fotografía de la cubierta: Marina Brucet Ilustraciones del interior: © de las ilustraciones de Milarepa, de Buda Shakyamuni, de Chenrezig Mil Brazos y de Chenrezig Quatro Brazos, de Robert Beer. Reproducidas con su permiso. © de las ilustraciones del Buda de la Medicina de Andy Weber. Reproducidas con su permiso. ISBN: 978-84-940207-0-4 Depósito legal: M-19467-2012 Impreso por Publicaciones Digitales S.A. (Publidisa), Sevilla (España) Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción de cualquier parte de este libro mediante medios electrónicos o mecánicos, incluido el fotocopiado, la grabación o cualquier sistema o tecnología de grabación y recuperación de información conocido o desarrollado en el futuro, sin permiso previo y por escrito del editor o del propietario del copyright.
Índice Prefacio
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Introducción Por Kathleen McDonald
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Enseñanzas para el momento de la muerte Por Lama Zopa Rimpoché
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Capítulo 1 Transitoriedad y muerte La vida se acaba rápidamente
37 49
Capítulo 2 La meditación de nueve puntos sobre la muerte
55
Capítulo 3 El proceso
73
Capítulo 4 Preparación para la muerte
81
Capítulo 5 La práctica de los cinco poderes Tomar y dar (tong len)
91 123
Capítulo 6 Ayudar a los moribundos y a los que han fallecido
129
Capítulo 7 Actividades esenciales en el momento de la muerte
139
Sadhana del Buda de la Medicina Beneficios de la práctica del Buda de la Medicina Sadhana del Buda de la Medicina
145 147 153
Mantras para ayudar a los moribundos y a los que han fallecido
163
Notas
167
Recursos útiles
171
Biografías
177
Glosario
179
Índice de palabras
193
Créditos
199
La conciencia no se extingue sin más en el momento de la muerte como una lámpara que se apaga cuando el aceite se agota. El cuerpo y la mente están totalmente separados; son dos fenómenos distintos. Lama Zopa Rimpoché
Prefacio Todas las tradiciones espirituales cuentan con enseñanzas sobre la muerte y sobre cómo vivir nuestra vida para lograr el mejor resultado posible tras la muerte. El ajetreo de los tiempos modernos no deja mucho tiempo libre para reflexionar en el fin de nuestra vida y, de hecho, puede que nos sintamos incómodos con el mero hecho de pensar en ello. Es posible que este pensamiento nos resulte deprimente y que temamos vernos embargados por la tristeza, que la alegría vaya a desaparecer de nuestra vida. Sin embargo, cuando pensamos en la muerte y nos preparamos para ella, ocurre justamente el fenómeno contrario: nuestra vida se llena de felicidad y de paz, y nos sentimos realizados al tiempo que desaparece el miedo a morir. La tradición budista tibetana imparte extensas enseñanzas sobre la muerte desde todos los ángulos concebibles, y ofrece respuesta a prácticamente todas las diversas preguntas que sobre ella se puedan plantear: cómo tiene lugar su proceso, qué ocurre después, cómo hemos de prepararnos o cómo podemos llenar nuestra vida de significado. El maestro de budismo tibetano Lama Zopa Rimpoché nos pidió que todos los estudiantes (tanto principiantes como avanzados) pudieran tener acceso a sus enseñanzas acerca de la muerte, que incluyen consejos esenciales para ese momento crucial que supone la transición de una vida a la siguiente. Muchos centros de dharma auspiciados por Rimpoché iniciaron cursos sobre la muerte en respuesta a su petición, y la organización por él dirigida, la Fundación para la Preservación de la Tradición Mahayana (FPMT), ha elaborado este libro y también un programa que se ofrece en los centros de dharma de la FPMT de todo el mundo. Este libro contiene consejos esenciales de Lama Zopa Rimpoché para el momento de la muerte y para alcanzar la más profunda de las aspiraciones Prefacio 9
de la vida. Los consejos útiles y las prácticas de meditación para prepararse para la propia muerte incluidas en el libro serán de gran ayuda, pues contienen las prácticas esenciales para prepararnos desde ahora mismo, las prácticas a realizar en el momento mismo de morir y el conocimiento práctico que se necesita para ayudar a otras personas moribundas o ya fallecidas. Este libro va dirigido a estudiantes de cualquier nivel. Las meditaciones reunidas aquí son esenciales para interiorizar estas enseñanzas y poder así transformar nuestra vida. El presente volumen incluye además notas, meditaciones y una lista de lecturas adicionales recomendadas. El libro comienza con una introducción de Kathleen McDonald, seguida de las conferencias de Lama Zopa Rimpoché, las cuales constituyen el material de lectura del curso además de ser, por sí mismas, una profunda enseñanza sobre el tema de la muerte. El libro también contiene una práctica corta del Buda de la Medicina, que se puede hacer para beneficiar a los moribundos o a las personas que ya han fallecido, así como una hoja suelta con un mantra muy valioso impreso que puede colocarse sobre el cuerpo de los fallecidos a fin de procurarles un gran beneficio. El resto de prácticas, mantras y oraciones mencionadas en este ejemplar se encuentran en el volumen que acompaña este libro, Prácticas esenciales para el momento de la muerte. La FMPT ofrece un amplio abanico de programas de estudio tanto presenciales como por correspondencia, desde cursos cortos introductorios, como Meditación budista y Budismo en pocas palabras, pasando por cursos básicos como Descubre el budismo, de dos años de duración sobre las etapas del camino a la iluminación y Fundamentos del pensamiento budista, impartido en el centro Jamyang de Londres, hasta avanzados cursos de estudio de tratados filosóficos, como el Programa Básico, los cursos en el Maitripa College y el Programa de Maestros, de siete años de duración. Para más información: www. fpmt.org/education. La elaboración de este libro y del curso ha sido posible gracias a la contribución de muchas personas. Queremos mostrar nuestro más profundo agradecimiento a V. Tenzin Chogkyi por crear el esbozo general del curso; a los creadores y editores del programa Descubre el budismo; al Archivo de Sabiduría de Lama Yeshe (www.lamayeshe.com), por facilitarnos el glosario y por 10
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su inestimable trabajo en el registro y la divulgación de las enseñanzas de Lama Thubten Yeshe y Lama Zopa Rimpoché. También queremos agradecer a V. Constance Miller y a Sherry Tillery el tiempo dedicado para ofrecernos su opinión. Queremos transmitir nuestro especial agradecimiento a Kathleen McDonald por sus hermosas enseñanzas y por compartir su tiempo y su considerable experiencia con todos nosotros. Por último, queremos mostrar nuestro más profundo agradecimiento a Lama Zopa Rimpoché, quien gracias a su gran compasión y amabilidad ha hecho posible el acceso a estas instrucciones esenciales para el beneficio de todos nosotros. Esperamos que este material confiera felicidad duradera a todos los seres, en todos los confines. Gyalten Mindrol FPMT International Office Portland, Oregón, USA Octubre de 2008
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Buda alentó a sus seguidores a no creer de forma ciega en las escrituras de los libros sagrados ni en las enseñanzas de los hombres santos, incluido él mismo; sino que nos enseñó a usar la inteligencia para comprobar las cosas por nosotros mismos y determinar lo que es verdad y lo que es falso, lo que es correcto y lo que es erróneo.
Introducción Por Kathleen McDonald Escribo la introducción a este libro unas semanas después de la muerte de mi madre. Fue una experiencia difícil para mí (siempre es doloroso perder a alguien a quien quieres, a alguien importante en tu vida), pero al mismo tiempo fue también una experiencia hermosa e inspiradora. A mi madre le diagnosticaron un cáncer en fase avanzada a principios de diciembre y murió en casa tres semanas más tarde. Me siento muy afortunada de haber podido acompañarla durante las últimas semanas de vida, hasta que exhaló su último aliento. Ella había aceptado totalmente su enfermedad y su inminente muerte, así que no se sentía desdichada ni tenía miedo sino que, por el contrario, se encontraba serena, mostraba afecto por los demás y se preocupaba por ellos, y hasta estaba contenta. Tampoco sufrió ningún dolor físico ni mental en ningún momento. Creo que la vida y la muerte de mi madre es un ejemplo del tema principal de este libro, de que la forma en la que morimos depende de la forma en la que hemos vivido. Si deseamos tener un estado de ánimo sereno y positivo en el momento de la muerte, necesitaremos desarrollar dichas cualidades tanto como nos sea posible estando en vida. La aptitud de mi madre para mantenerse serena, satisfecha y positiva a medida que se iba acercando su momento fue el resultado de una vida llena de fe, gratitud, optimismo, bondad y cariño hacia los demás. El tema de la muerte produce inquietud. A la mayoría de las personas no le gusta pensar en él, hablar u oír nada acerca de él, y si en algún momento en el transcurso de una conversación aparece, acostumbra a generarse un silencio incómodo y se suele cambiar de tema. Pero parte del problema es Introducción 13
la falta de conocimiento; lo desconocemos casi todo acerca de la muerte: qué hacer y cómo prepararse. No se dan cursos de «gestión de la muerte» en la universidad o en centros de educación para adultos. Este problema ha sido solventado en cierta medida en los últimos cuarenta años gracias a la creación de diversos centros de atención a enfermos terminales y a escritores como Elizabeth Kübler-Ross y Stephen Levine, aunque si bien parece que hoy día la muerte y el morir han desaparecido de las sombras y se han convertido en temas de conversación más aceptables, aún queda un largo camino por recorrer. La muerte es un tema muy importante en el budismo, el cual contiene una cantidad ingente de información sobre los aspectos relacionados con ella, por qué sucede, cómo podemos prepararnos para nuestra propia muerte, y cómo podemos ayudar a otras personas que se enfrentan a este momento. En este libro, Lama Zopa Rimpoché comparte con nosotros la sabiduría que la tradición budista tibetana atesora sobre la muerte. Como es posible que algunos lectores no estén familiarizados con el budismo, y más concretamente con el budismo tibetano, en esta introducción explicaré algunas ideas budistas básicas sobre la vida y la muerte y sobre lo que ocurre después.
Visión budista del mundo Existen diversas ideas que intentan explicar de dónde venimos, por qué estamos aquí y qué es lo que ocurre tras la muerte. Por ejemplo, algunas personas creen que existe un creador que nos ha dado la vida, la inteligencia, el libre albedrío y un alma que vivirá para siempre tras la muerte, mientras que otras personas creen que no somos nada más que un conjunto de sustancias y procesos biológicos, y que nuestra vida simplemente cesa cuando morimos, como una llama que se apaga. La explicación del budismo es que somos parte de un universo en el que existen miríadas de mundos y de seres vivos que continuamente entran y salen de la existencia. Esta situación se conoce como samsara o existencia cíclica, en cuyo proceso no existe un comienzo ni tampoco un creador. La fuerza conductora que subyace a todo lo que ocurre (tanto en el universo como en el individuo) es el karma, la ley de causa y efecto. Más adelante me extenderé en este aspecto, pero de forma escueta se puede decir que el 14
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karma significa que nosotros experimentamos los resultados o los efectos de nuestras acciones, lo cual quiere decir que somos nosotros los creadores de nuestras propias experiencias. La existencia cíclica no es una circunstancia maravillosa y perfecta sino que, por el contrario, se trata de una situación imperfecta e insatisfactoria en la cual nacemos, envejecemos y morimos una y otra vez, y entre cada nacimiento y muerte experimentamos muchas dificultades: enfermedades, pérdidas, conflictos en nuestras relaciones, desilusiones, depresión, irritación, preocupaciones, etc. Por descontado no todas las experiencias son malas, también hay otras agradables, pero incluso éstas son insatisfactorias, ya que no son capaces de liberarnos por completo de nuestros problemas, y además tampoco son duraderas. Esto puede sonar demasiado deprimente y, de hecho, con frecuencia se ha acusado al budismo de ser pesimista, pero Buda no sólo impartió enseñanzas sobre problemas y sufrimiento; también explicó que existe una alternativa al samsara: el nirvana o liberación, el estado de paz perfecta, de gozo y de liberación de todos los problemas. Además, existe el estado del completo despertar, también conocido como iluminación o budeidad, cuyo logro nos permite beneficiar a todos los seres del universo. Lograr estos estados está al alcance de todos y cada uno de nosotros ya que, de hecho, de acuerdo con el budismo, este es el propósito último de nuestra vida: esforzarnos por alcanzar bien el nirvana (la propia liberación del ciclo de nacimiento y muerte), o bien el despertar, con el fin de ayudar a la liberación de todos los seres. No obstante, no tenemos que esperar a alcanzar el nirvana o el despertar para mejorar las cosas, ya que a medida que se avanza por el camino espiritual, se experimenta menos sufrimiento y mayor felicidad, al mismo tiempo que mejora nuestra capacidad de ayudar a los demás. Buda alentó a sus seguidores a no creer de forma ciega en las escrituras de los libros sagrados ni en las enseñanzas de los hombres santos, incluido él mismo; sino que nos enseñó a usar la inteligencia para comprobar las cosas por nosotros mismos y determinar lo que es verdad y lo que es falso, lo que es correcto y lo que es erróneo, y es que «tenemos la capacidad» de saber lo que es verdad, pues nuestra mente tiene un potencial ilimitado. La naturaleza verdadera de la mente es clara, pura y está dotada de muchas cualidades positivas, pero dicha claridad, o pureza, está obscurecida de forma temporal por factores que la obstruyen, Introducción 15
como los engaños y el karma, elementos estos que nos mantienen pegados al samsara. La práctica espiritual permite eliminar estos factores de forma gradual para que la «naturaleza búdica» clara y pura de nuestra mente se haga manifiesta, y cuando se alcanza el despertar, se experimenta la naturaleza verdadera de todas las cosas de forma directa e inequívoca. El despertar no sucede de forma instantánea, sino de forma gradual a lo largo del tiempo, a medida que nos involucramos en la práctica espiritual. El camino espiritual es un proceso, y uno de los primeros pasos es darse cuenta de la realidad de la transitoriedad y de la muerte.
La importancia de recordar la transitoriedad y la muerte Buda habló con frecuencia sobre la transitoriedad: que las cosas no son fijas ni estáticas, sino transitorias, cambian en cada momento, lo cual es cierto no sólo para las personas y otros seres vivos sino para todo lo que existe en la naturaleza y para todas las creaciones humanas. Ninguna de estas cosas durará eternamente; los seres morirán inevitablemente y las cosas dejarán de existir. Buda afirmó: Todo lo que se ha acumulado se agotará, lo que ha estado en alto descenderá, lo que se ha recogido se dispersará, lo que ha nacido morirá. Buda también nos recomendó que aceptáramos la transitoriedad y la muerte, que las contempláramos y permaneciéramos siempre conscientes de ellas, en lugar de negar o evitar esta realidad: De todas las tareas de labranza, la del otoño es la suprema, de todas las huellas de pisadas, la del elefante es la suprema. De todas las meditaciones, la de recordar la transitoriedad y la muerte es la suprema. Es importante recordar estos dos factores, porque si no los recordamos alimentaremos la sensación de que viviremos eternamente y de que no es ne16
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cesario prepararse para la muerte; también tenderemos a pensar que el único propósito en la vida es disfrutar tanto como nos sea posible, actitudes que nos impulsarán a descuidar nuestros actos y nos impedirán hacer lo que realmente importa, que nos harán caer en actos egoístas, deshonestos e incluso crueles. Una vida semejante será insatisfactoria y tal vez dañina para nosotros y los demás, y al final, a la hora de la muerte, es posible que el arrepentimiento y el miedo nos embarguen. Por el contrario, ser conscientes de la naturaleza transitoria de las cosas hará que extrememos la atención en nuestros actos, lo cual fomentará comportamientos y actitudes positivas. Las personas que han tenido una experiencia de casi-muerte lo confirman. En efecto, quienes han experimentado un encuentro cercano con la muerte, pero han tenido una segunda oportunidad, cuando vuelven, refieren un intenso sentimiento de la importancia de ser humanitarios y afectuosos con los demás, de la insignificancia de los objetivos materialistas y de la importancia de que nuestra vida posea una dimensión espiritual. Sin embargo, no es necesario tener experiencias de casi-muerte para darnos cuenta de estas verdades esenciales; ser conscientes sistemáticamente de la transitoriedad y la muerte nos proporcionará el mismo efecto que un encuentro cara a cara con la muerte.
La muerte no es el final De acuerdo con el budismo, nuestra vida actual es sólo una dentro de una sucesión de vidas que se remontan muy lejos en el pasado y que continuarán durante mucho tiempo en el futuro, hasta que alcancemos la liberación o el despertar. Cada persona es una combinación de cuerpo y mente, donde el cuerpo está formado por todos los aspectos físicos del ser: piel, huesos, sangre, órganos, células, átomos y demás componentes, mientras que, por el contrario, la naturaleza de la mente no es física; no está constituida por átomos, células ni por cualquier otra sustancia material. En realidad, la mente está compuesta de todas nuestras experiencias conscientes: pensamientos, emociones, percepciones, recuerdos, sueños, fantasías y demás. No es un fenómeno fijo y estático sino una corriente de experiencias en constante cambio. Este hecho lo podemos Introducción 17
comprobar por nosotros mismos simplemente observando nuestro mundo interior: en un momento determinado aparece un pensamiento feliz o una sensación de felicidad, y al instante siguiente asoma la infelicidad. Podemos ser afectuosos en un momento determinado y estar enfadados en otro. Los recuerdos del pasado y las fantasías de futuro entran y salen en mitad de las percepciones del momento presente. Por consiguiente, la mente nunca es la misma, pues cambia de un momento a otro. Mientras vivimos, nuestro cuerpo y mente tienen una relación interdependiente: lo que sucede en la mente afecta al cuerpo, y viceversa. Esta circunstancia ha sido confirmada por estudios recientes que han investigado los efectos de las emociones sobre la salud de las personas y sobre la duración de la vida; pero la relación cuerpo-mente es transitoria y finaliza con la muerte, que es el momento en el cual la mente se separa de él. El cuerpo se deja atrás (se entierra o se incinera), y la mente, que nunca muere, viaja para conectarse con un nuevo cuerpo y comenzar una nueva vida. Por tanto, la muerte no es un punto final sino más bien una puerta hacia otra vida, aunque lo que pasa de una vida a la siguiente no es una identidad personal inmutable o un alma, sino más bien la corriente mental impersonal en constante cambio que transporta las huellas o impresiones kármicas de todo lo que hemos hecho en la vida. Estas impresiones determinan las experiencias que tendremos en el futuro. Normalmente la mente de una persona no se separa del cuerpo en el mismo instante en que la respiración cesa, sino más tarde, en ocasiones horas o incluso días después. El budismo tibetano propone una explicación sobre el proceso del morir que incluye ocho etapas. Lama Zopa Rimpoché nos muestra una breve descripción de dicho proceso en el capítulo tercero, aunque si se quiere tener mayor información sobre el tema también se puede consultar la lista de lecturas recomendadas. Asimismo, el renacimiento tampoco suele tener lugar inmediatamente después de la muerte, sino que puede tardar hasta siete semanas (49 días). El periodo que transcurre entre la muerte y el siguiente nacimiento se conoce como bardo o estado intermedio. Como en el caso anterior, este tema sólo se comenta de forma resumida en este libro, por lo que también ofrecemos una lista de lecturas recomendadas. 18
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El karma Las circunstancias de nuestra próxima vida (el lugar de nacimiento, nuestros padres, si estaremos sanos o enfermos, si seremos ricos o pobres, inteligentes o torpes, así como todas nuestras experiencias) no se pueden elegir, tal y como algunas personas creen, sino que son el resultado de lo que hicimos en esta vida y en vidas anteriores. Esto es el karma. Karma es un término sánscrito que literalmente significa «acción», y cuyo sentido entraña que cada vez que realizamos una acción, depositamos una huella en nuestra mente que producirá resultados en el futuro, cuando las condiciones idóneas se reúnan. El karma puede descomponerse según sea de las acciones del cuerpo, del habla o de la mente. Creamos karma con las acciones físicas, las palabras e incluso con los pensamientos. Asimismo, de modo general, el karma puede clasificarse en positivo y negativo. El factor principal que determina si una acción es positiva o negativa es la motivación subyacente: el karma es positivo cuando actuamos con el deseo de ayudar y no dañar a otros y con una mente libre de engaños, como el enfado o el apego. Los resultados futuros de tales acciones serán experiencias positivas, como gozar de buena salud, ser tratado con amabilidad, disponer de lo necesario y otras experiencias similares. Por el contrario, cuando nuestra motivación está causada por una actitud negativa, como el odio o el apego, y realizamos acciones como herir a otros, robar o ser deshonestos, estamos creando karma negativo. El karma negativo es la causa de sufrir experiencias desagradables en el futuro, como padecer problemas de salud o pobreza, experimentar el fracaso o ser maltratado. Lama Thubten Yeshe solía decir que no hace falta esperar a la próxima vida para saber cómo funciona el karma ya que en esta vida, incluso en un solo día, podemos darnos cuenta de que nuestra actitud y comportamiento de un momento dado afectan a nuestra experiencia en un momento posterior. Si nos levantamos de mal humor (descontentos con la vida, con nuestra ocupación, con el mundo, con la clase de persona que somos) y acudimos al trabajo con semejante estado mental, podemos casi asegurar que ese día tendremos problemas. Pero si empezamos el día con un estado mental positivo (satisfechos con nosotros, con nuestra vida, con las personas que nos rodean), casi todas las experiencias de ese día serán gratas y agradables. Introducción 19
BUDISMO / MUERTE
El ajetreo de los tiempos modernos no nos deja mucho tiempo para reflexionar en el fin de la vida y, de hecho, quizá temamos que la alegría desaparezca si lo hacemos. Sin embargo, cuando pensamos activamente en la muerte y nos preparamos para ella, ocurre justamente lo contrario: nuestra vida se llena de felicidad y de paz, y nos sentimos realizados al tiempo que desaparece el miedo a morir. El maestro de budismo tibetano Lama Zopa Rimpoché ha impartido enseñanzas sobre la muerte y el morir durante muchos años en las que se incluyen consejos esenciales para ese momento crucial que supone la transición de una vida a la siguiente; son unas enseñanzas muy profundas pero a la vez accesibles. Recientemente pidió que los estudiantes (tanto principiantes como avanzados) pudieran tener acceso a todas ellas, y esta es la razón de la publicación de este libro en el que se aúnan los consejos esenciales de Lama Zopa para el momento de la muerte, así como también prácticas y recomendaciones para alcanzar la más profunda de las aspiraciones de la vida. «La técnica que aquí se presenta conlleva como objetivo el aportar una felicidad duradera en nuestra vida; pero no se refiere a esa felicidad habitual basada en la alucinación creada por el deseo, el orgullo y otras emociones cuya característica principal no es más que sufrimiento, como descubrimos cuando las sometemos a un análisis. Aquí, por el contrario, hablamos de auténtica paz interior y felicidad, que aportan satisfacción, plenitud y sentido a la vida, y esto es gracias a la técnica de los cinco poderes, a integrarla en la vida.» –Lama Zopa Rimpoché
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www.edicionesmahayana.es Comunidad para la Preservación de la Tradición Mahayana www.fpmt-hispana.org
ISBN 978-84-940207-0-4
9 788494 020704