La práctica de las postraciones a los 35 Budas de la Confesión y la recitación de la Confesión de las faltas a los 35 Budas es uno de los métodos más efectivos para purificar acciones negativas cometidas en el pasado. Realizar esta práctica con atención evita experimentar sufrimiento futuro, elimina obstáculos a la práctica y abre la mente a los logros del camino. Se dice, además, que si es lo primero que se hace cada mañana, todas las demás meditaciones y actividades de la jornada se ven reforzadas.
«Numerosas historias nos relatan cómo los maestros del linaje del lam rim hicieron gran cantidad de postraciones a los 35 Budas de la Confesión: Lama Tsong Khapa, por ejemplo, realizó varios cientos de miles, y Atisha continuaba haciéndolas incluso mostrando ya el aspecto de un anciano tembloroso. Recitar el nombre de cualquiera de los 35 Budas no es que tan solo purifique karma negativo, sino que purifica miles de eones de karma negativo.