Cuadernos de budismo 75

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Expone el Buda en el Samyutta-nikaya que estar afligido por la enfermedad es como recibir el disparo de una flecha. Se siente y padece el dolor físico de la herida, pero quien carece de una conciencia clara, sufre además el dolor de una segunda flecha, la del sufrimiento mental relacionado con la angustia y el miedo a la muerte. Con un simple dolor de cabeza o con una enfermedad más difícil de diagnosticar y de consecuencias más terribles, nos encontramos siempre ante el mismo dilema: ¿cómo hacer frente a la enfermedad? Y por eso debemos considerar esa segunda flecha, que hace que dos personas con dolencias similares las experimenten de forma muy distinta… és ahí donde el darma puede jugar un papel curativo fundamental. No se trata sólo de aceptación, sino de impedir que una segunda flecha empeore, limite o perturbe la sanación. Todos somos conscientes de que la enfermedad es algo corriente, que nos espera siempre a la vuelta de la esquina, y aceptamos en menor o mayor grado las dolencias que nos aquejan. Caemos enfermos con cierta regularidad de afecciones como gripe, indigestión, problemas dentales, o incluso hipertensión, depresión, o los dolorosos cálculos renales... aunque siempre suele haber algún remedio, en general no duran muchos días y la medicina, o el simple sentido común, puede con ellas... así que no es probable que nos puedan ayudar a reconocer y experimentar en nosotros mismos que somos frágiles y vulnerables. Se precisa de un cataclismo para que nos dediquemos más atención, para que tenga alguna incidencia significativa en nosotros. Para eso se requiere una enfermedad de las más terribles y malignas, una que cuestione nuestra vida o la de algún ser querido. Según los yoguis, la enfermedad vista con madurez nos ayuda a eso. Como seres autónomos que creemos ser, necesitamos tomar conciencia de nuestra fragilidad y vulnerabilidad y reflexionar más sobre el funcionamiento del karma y nuestra propia responsabilidad en él. Enfermar nos brinda la oportunidad de ponernos en la piel de los que sufren, de ver de cerca nuestra condi-

ción mortal y de dejar de perder tanto el tiempo, pues es entonces cuando la salud realmente importa, bien para continuar viviendo simplemente, o bien para poder seguir nuestro periplo espiritual en el que tanto queda por hacer y encontramos tanta gente a la que ayudar… Escuchar a Lama Zopa decir que la enfermedad nos puede ser de gran ayuda resulta chocante: ¿no será que al sufrirla en nuestras propias carnes, o muy de cerca, la experiencia puede transformarnos tal y como señalan muchas enseñanzas? Desde su lúcida radicalidad dármica, Lama Zopa nos habla de los beneficios de la enfermedad, binomio que parece contradictorio. Sin embargo, ese jarabe de apariencia tan amarga es medicinal como se puede constatar al leer su artículo. Todo en él es puro darma. Directo. Sin endulzar. Simple pero no fácil. Yeshe Donden, uno de los más prestigiosos médicos tibetanos de la vieja generación, nos ofrece unas pinceladas sobre los principios de la enfermedad según esta medicina tradicional tan vinculada al darma. Por su parte, Gotsanga, en un texto poco conocido de consejos sobre la enfermedad y los obstáculos, y el comentario actualizado que de él lleva a cabo Tsultrim Gyamtso Rimpoché nos aleccionan sobre la necesidad de verlo todo como “de un mismo sabor”; son enseñanzas entroncadas con el mahamudra y presentadas de forma accesible y viva. Por último, Lama Yeshe nos abre su corazón, en los últimos días de su vida, cuando hospitalizado se encontraba como él mismo describió “en manos de un extraño”, en referencia al médico que le trataba. Tenía escrita a medias este editorial cuando me ha sido diagnosticado un cáncer que, según los protocolos médicos, debe ser extirpado. Afortunadamente hay algo de tiempo para intentar un tratamiento alternativo. En las próximas semanas tendré la oportunidad de experimentar en primera persona las bondades del contenido de este número y también de observar mi capacidad para aplicármelas. Aprovecho para mandaros un fuerte abrazo de año nuevo. XAVI ALONGINA – Editor

es una publicación trimestral de: EDICIONES DHARMA: Elías Abad, 3 bajos - Aptdo. 218 - 03660 Novelda (Alicante) - Tel. 96 560 32 00 E-mail: dharma@edicionesdharma.com – www.edicionesdharma.com DIRECTOR: Xavi Alongina • HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: Aurora García, Valentín Mencía, José Alias, Eduardo García-Arévalo, Jiangong Liu, Marta Pérez-Yarza, Javier Agenjo, Marc Alongina y Santiago Aguado. SUSCRIPCIONES: M.ª Carmen Pérez - Tel.: 609 632 932 (de 9 a 14 horas) - maricarmen@edicionesdharma.com IMPRESIÓN: Aguado Impresores, S.L. · Novelda • Depósito Legal: A-1027-87 · ISSN: 1886-1067 • IMPRESO EN PAPEL RECICLADO 100% DISEÑO PORTADA: AGUADHARMA

Cuadernos de budismo

editorial cuadernos de budismo. Invierno 2010 2

Al Buda se le conoce como el gran médico porque con su darma cura la enfermedad del sufrimiento

Cuadernos de budismo no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores. NUESTRO OBJETIVO: presentar la esencia del budismo de una manera no sectaria e integrada a la cultura occidental. SUSCRIPCIÓN: se inicia siempre con el número de primavera de cada año. Al suscribiros recibiréis los números ya aparecidos en el año. El precio de la suscripción para el 2010 es de 20 €. 25 € para el extranjero. Por respeto al medio ambiente, a los textos e imágenes que contiene, no tiréis a la basura los ejemplares viejos de Cuadernos. Pasadlos a alguien o juntadlos con vuestro papel para reciclar. EDICIONES DHARMA ESTÁ ASOCIADO A LA FPMT


Lama Zopa Rimpoché

23 El Monasterio de Kopan Xavi Alongina 26 Las ocho situaciones básicamente positivas que no hay que rehuir

8 El sufrimiento de la enfermedad Lama Thubten Yeshe

Khenpo Tsultrim Gyamtso Rimpoché

32 En un instante cambia todo

10 La perspectiva tibetana sobre la enfermedad Doctor Yeshi Dhonden

Frederic Segura (Kiko)

34 Salud en la enfermedad

12 Entrevista de Canal Central a una dakini. T. Tamchö

16 Budismo & vegetarianismo

Miguel Ángel León

36 Cómo vivir con la enfermedad o el sueño del País del Dragón Rugiente

Una entrevista con Gueshe Soepa

18 Los ocho símbolos auspiciosos. Los peces de oro 19 Pasaje al mandala del Buda Aigo Seiga Castro

Portada: Manos de un peregrino en Paro (Bhután). Foto de Jaime Ortín, 2005.

Contraportada. Tara verde de un original clásico pintado en el taller de Tibetan Thanka Treasure (Katmandú) en 1995. Original de la colección de Ediciones Dharma. CARTAS AL DIRECTOR

¿Qué hacer mientras? Se necesitan más maestros españoles cualificados para trasvasar el darma en nuestras propias palabras. Parece haber cierta reticencia por parte de algunos maestros a pasar su linaje a un alumno español, especialmente si no es monje. Pero a mi entender el escollo más grande es conseguir que los estudiantes reconozcan a este estudiante como maestro y confíen en él. A un maestro español de darma se le exigirá más que a un maestro oriental. Tai Situpa Rimpoché en su artículo Se necesita un ser realizado propone una visión muy interesante pero a la vez muy exigente. ¿Qué hacer mientras esperamos a este ser? J. Jampa. Valencia Contestación En respuesta a J. M. Bárcenas en la sección cartas al director del número anterior Ediciones Dharma ya ha publicado obras de tres de los maestros de Nalanda. Atisha, Nagaryuna y Shantideva. La obra de los maestros de Nalanda en general, es de una elevada erudición y de enorme complejidad. Su traducción exigiría dedicación y especialización y por tanto muchos recursos. No tenemos constancia de que haya nadie trabajando en ello.

Antonio Pascual

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Maneras de vivir. José Alias Libros Abc Imágenes del despertar

El Dalai Lama en Francia el próximo verano El fin de semana del 13 y 14 de agosto de 2011 el Dalai Lama estará en el auditorio Zenith de Toulouse para impartir enseñanzas sobre el Ornamento del camino medio (madhyamakalamkara-dbus ma rgyan), de Shantarakshita. El ornamento del camino medio es la obra principal de Shantarakshita, el abad de Nalanda que fue invitado al Tíbet por el rey Trisongdetsen en el siglo octavo. Fue él quien consagró a los primeros monjes y es reverenciado como la fuente del linaje más antiguo de la ordenación monástica en el Tíbet. Es notable el modo en que conformaba la posición de los yogacaras o escuela de solo mente. Ocho horas de enseñanzas con sesiones de mañana y tarde. El lunes 15 a las dos de la tarde se cierra el programa con una conferencia pública sobre «El arte de la felicidad». Las enseñanzas se traducirán al español. El precio por asistir a las enseñanzas y a la conferencia es de 135 euros. Estudiantes, jubilados y desempleados 85 euros. Inscribirse o solicitar información en:

order@cheminsdesagesse.org o visitar www.dalailama-toulouse2011.fr o en el tel.: +33 (0) 820 226 200

cuadernos de budismo. Invierno 2010

Índice

2 Editorial 4 De otras revistas y de la red 6 Los beneficios de la enfermedad

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de otras revistas y de la red La supervivencia del más amable

cuadernos de budismo. Invierno 2010

El psicólogo Paul Ekman revela el punto de vista real de Charles Darwin sobre la compasión y no es lo que se pudiera suponer. La creencia de Darwin de que el altruismo es una parte vital de la vida está siendo avalada por la ciencia moderna.

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En 1871, once años antes de su muerte, Charles Darwin publicó el conocido como su “libro más importante menos leído”, The Descent of Man and Selection in Relation to Sex. Su poca conocida exposición en este libro sobre la compasión revela un aspecto del pensamiento de Darwin que es contrario a la visión egoísta, competitiva y sin piedad que ha sido atribuida erróneamente a la perspectiva del darwinismo. En el capítulo cuarto titulado “Comparación de los poderes mentales del hombre y los animales inferiores”, Darwin explica el origen de lo que él llama “sympathy” (que hoy sería descrito como empatía, altruismo o compasión), describiendo cómo los humanos y otros animales acuden en ayuda de otros que están en peligro. Aunque reconoció que semejantes acciones, en la mayor parte de las ocasiones, se producían dentro del mismo grupo familiar, escribió que el logro moral más elevado es la preocupación por el bienestar de todos los seres vivos tanto humanos como no humanos. (…) Darwin reconoció no obstante que personas excepcionales ayudarían a otras completamente extrañas en peligro y no simplemente a personas conocidas y a seres queridos. “No obstante, en ocasiones un hombre civilizado que nunca arriesgaría su vida por otro, sin embargo lleno de coraje y solidaridad y desoyendo su instinto de preservación se lanzaría sin pensarlo en un torrente para salvar a un hombre que estuviera ahogándose aunque éste fuera un extraño. En tal caso el hombre está impulsado por los mismos motivos instintivos de muchos animales… (...)”. Darwin ofreció una explicación sobre los orígenes de la compasión; “Estamos”, escribió, “impulsados a aliviar el sufrimiento de los demás, para conseguir que nuestras sensaciones dolorosas puedan a la vez ser

apaciguadas...”. No obstante, como apunta el erudito budista B. Alan Wallace, no todo el mundo responde al sufrimiento de esta forma. É cita que una persona por ejemplo puede reflexionar, “¡Qué afortunado soy de no ser esta otra persona!”. Muchos años atrás en mi propia investigación descubrí que alrededor de un tercio de las personas que miraban una película de una persona sufriendo mostraron al sufrimiento en sus propios rostros, pero que un número similar manifestaba aprensión a la visión del sufrimiento. Estas proporciones eran las mismas entre japoneses de Tokio y americanos en California, mostrando así que sus reacciones no se veían afectadas por la cultura. Darwin también describe cómo la selección natural favorece la evolución de la compasión, sin considerar lo que motivó originalmente dicho comportamiento: “Este sentimiento puede haberse originado de forma compleja, ya que es de vital importancia para todos estos animales que ayudan y se defienden unos a otros. Y se habría incrementado a través de la selección natural para estas comunidades que incluyen un mayor número de miembros más solidarios, que progresarán mejor y asimismo tendrán mayor número de descendientes”. (…) Darwin concluyó la discusión sobre el origen y la naturaleza de la compasión y el altruismo describiendo lo que él considera la virtud moral más elevada. Él escribió: “A medida que el hombre avance en civilización y las pequeñas tribus se unan en grandes y mayores comunidades, la razón más sencilla le dirá a cada individuo que tiene que extender sus instintos y simpatías sociales a todos los miembros de la misma nación, aunque sean personalmente desconocidos para él. Una vez se alcance este punto, solamente queda una barrera artificial para prevenir que esta simpatía se extienda a todos los hombres de todas las naciones y razas. [Si se manifiestan de forma diferente] la experiencia desafortunadamente nos muestra que tendrá que transcurrir mucho tiempo antes de que seamos capaces de verlos como criaturas semejantes. La simpatía más allá de los confines del hombre,

es decir, de la humanidad hacia los animales inferiores parece ser una de las adquisiciones morales más tardías... Esta virtud [la preocupación por los animales inferiores] es una de las más nobles de las que está dotado el hombre, parece surgir de forma accidental con nuestras simpatías al volverse más tierna y más ampliamente difundida hasta que se extiendan a todos los seres sensibles”. Durante unas charlas que mantuve con el Dalai Lama sobre las emociones y la compasión en la que se basa nuestro libro Sabiduría emocional (Ed. Kairós), le leí esta última cita de Darwin y el traductor del Dalai Lama, Thubten Jimpa exclamó, “¿Es que él utilizó la frase “todos los seres sensibles?”. A Jimpa le sorprendió porque esta frase es la exacta traducción inglesa de la descripción budista de la compasión que lo abarca todo del bodisatva. (…) El pensamiento de Darwin sobre la compasión, el altruismo y la moralidad ciertamente nos revela una imagen diferente acerca de las preocupaciones de este gran pensador de la que sostienen aquellos que se centran en el pegadizo eslogan “la supervivencia del más fuerte” (de hecho una cita que procede de Spencer, y no de Darwin). Los que no están familiarizados con sus escritos y algunos científicos son poco conscientes del compromiso de Darwin para con la unidad de la humanidad, sus convicciones abolicionistas, y su profundo interés en los principios morales y en el bienestar de humanos y animales. Artículo de Paul Ekman aparecido en el número de noviembre de 2010 de la revista Shambhala Sun.


No es suficiente con tener atención plena

mientos de las ovejas de modo que puedan lanzarse a toda velocidad para dirigir al rebaño en la dirección precisa. Desgraciadamente ni el gato, ni la grulla, ni el perro pastor cultivan un atisbo de visión profunda; no eliminan las mentes nada saludables del deseo, el odio y el engaño con el simple hecho de prestar atención a sus objetos. Simplemente prestar una atención completa a lo que estáis haciendo en un momento determinado no va a eliminar las raíces insalubres, que es el propósito de la meditación de la visión profunda. Prestar simplemente atención a una cosa es lo que se lleva a cabo durante la meditación de concentración: puedes enfocar tu mente en un objeto singular durante 50 años, sin embargo las causas de los oscurecimientos mentales todavía continuarán sin cambios en tu mente. Algunos piensan que experi-

Sugerencias para encontrar el equilibrio ¿Sientes que tus chismes electrónicos te superan totalmente? No es necesario que nos desprendamos de nuestros artilugios electrónicos, simplemente necesitamos deshacernos de la mente del apego que se deja arrastrar por sus constantes seducciones. Aquí os presentamos algunas ideas para reducir el silencio tóxico y aumentar el silencio nutritivo en tu vida. (Aviso: Probablemente no

será fácil al principio. ¡Ve despacio! ¡No desfallezcas!) Correo electrónico. Limita tu disponibilidad para comprobar tu correo electrónico. Decide qué tiempo vas a dedicar cada día a comprobar y contestar tu correo electrónico; el que sea mejor para ti. Por ejemplo, una hora por la mañana y 30 minutos antes de cenar… Hazlo realista y

mentarán la liberación completa del sufrimiento con una práctica especial como la de observar todas las conductas morales, aprenderse todos los textos sagrados de memoria, alcanzar una concentración profunda, permanecer en soledad; pero ninguno de ellos puede experimentar la liberación sin destruir en primer lugar las raíces no saludables de los engaños mentales. Por consiguiente, además de su práctica también deben eliminar las raíces nada saludables para poder experimentar el gozo de la emancipación de todos los tipos de sufrimiento. Lo que se olvida al enfocar la atención completamente en un único objeto todo el tiempo es sabiduría (praña). La atención total debe ir acompañada con la atención sabia. ¿Qué es la atención sabia? Es la atención que va acompañada de las tres raíces saludables. ¿Cuáles son las tres raíces saludables? El no deseo, el no odio y el no engaño, o, en otras palabras, la generosidad (o el desasirse), el amor incondicional y la sabiduría. Esto significa que cuando prestas atención a algo, siempre debes tratar de prestar atención sin las raíces no saludables del deseo, el odio o el engaño. De modo que no dejas que tu mente se vea afectada por estas raíces insalubres, y deja que los pensamientos de renuncia, amor incondicional y sabiduría dominen tu mente. Del boletín n.º 62 de la Buddhist Publications Society tal y como aparece en la revista Buddhadharma de otoño de 2010.

cuando pase el tiempo que habías destinado a ello, déjalo y apágalo. Cierra tu programa de correo electrónico cuando estés haciendo otras cosas en tu ordenador tanto si son de trabajo como de ocio. Este diminuto número que te señala el número de mensajes entrantes en la parte inferior de tu pantalla es demasiada tentación para que la mente bebé de tu sabiduría pueda resistirse. 37

cuadernos de budismo. Invierno 2010

Se habla mucho últimamente sobre los beneficios de la atención plena, pero como nos recuerda Bhante Henepola Gunaratana, la atención plena por sí sola no nos otorgará la iluminación. Probablemente hayáis oído que debéis mantener la atención plena todo el tiempo, ahí donde estéis, en casa, en la oficina, en el autobús o en el coche. Puede que entiendas este consejo como queriendo decir que debes mantener tu mente centrada todo el tiempo en tu respiración, pero esto puede dar lugar a problemas. Si solamente mantienes tu mente en la respiración mientras conduces, probablemente te encontrarás con accidentes por no prestar suficiente atención a la conducción. Algunos podéis pensar que “mantener la atención plena todo el tiempo” signifique prestar atención solamente a lo que estáis haciendo en un momento en particular, pero esto es precisamente lo que la gente hace normalmente cuando presta atención a su trabajo. Un pintor, un escritor, un cantante, un compositor, un cazador, un cirujano, un cocinero, etcétera, debe prestar atención completa a cualquier cosa que haga cuando está en su trabajo. No sólo los humanos hacen esto. Los gatos prestan una total atención a su presa para poderla cazar sin asustarla antes de abalanzarse sobre ella. Las grullas permanecen completamente inmóviles en el mismo sitio durante mucho tiempo para poder pescar un pez que está nadando. Los perros pastores prestan total atención a los movi-

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Los beneficios de la enfermedad

cuadernos de budismo. Invierno 2010

Lama Zopa Rimpoché

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Del libro de Lama Zopa Curación definitiva. Ediciones Dharma, 2009.

Para transformar nuestros problemas en felicidad, tenemos que aprender a verlos como algo agradable. En lugar de dejar que nos perturben, nuestros problemas nos ayudarán a alcanzar la concienciación del camino de la iluminación. Entonces podremos sanar no solamente nuestro cuerpo y mente, sino los de cualquier otro ser vivo. Asumir que cierta situación es necesariamente un problema no proporciona ningún beneficio. Sólo nos tortura y hace sentirnos mal. Es un error ver las cosas de forma pesimista y vivir en una especie de densa niebla, pensando que todo lo que tenemos son problemas, ya que ésta es la visión de sólo una de nuestras muchas mentes. Bajo el punto de vista de esta mente en particular, existe un problema en nuestra vida, pero bajo el punto de vista de otra mente, no hay tal problema. Debido a nuestra ignorancia o pereza escogemos ver el lado oscuro de las cosas, pero podríamos escoger otros puntos de vista. Bajo el prisma de una mente positiva, no existen problemas. En lugar de hacer que una situación sea más dolorosa, podemos escoger verla como algo positivo e incluso disfrutarla, sabiendo que es algo que nos ayuda en nuestro camino a la iluminación. La psicología básica de la transformación del pensamiento es romper con nuestro concepto erróneo de los problemas y generar, en lugar de ello, una mente feliz que ve cada uno de los problemas como algo positivo. Este proceso básico puede eliminar la depresión, la soledad y todos aquellos problemas que parecen no tener solución. Para disfrutar de los problemas, tenemos que reflexionar sobre sus beneficios tan extensiva y efectivamente como sea posible. Deberíamos considerar estos beneficios desde ángulos diferentes. En los versos de La Práctica del Bodisatva, se mencionan varios de esos beneficios, así como en otros textos de transformación del pensamiento, y podemos elaborarlos desde nuestra propia sabiduría y experiencia.

Usar la enfermedad como práctica de meditación Los problemas pueden conllevar alegría animándonos a generar el camino de la iluminación, lo que nos libera por completo de todo el sufrimiento y de sus causas porque elimina las semillas de las falsas creencias y sus huellas. Una vez los engaños han cesado, ya no realizaremos ninguna acción motivada por ella, con lo cual ya no crearemos las causas del sufrimiento. Entonces podremos guiar a todos los seres hacia la felicidad sin par de la iluminación total. Aquellas situaciones que consideramos “problemas” en realidad nos obligan a meditar, a desarrollar nuestra mente. A causa de la enfermedad o de otro problema, practicamos la meditación y desarrollamos nuestras cualidades internas. En otras palabras, forzándonos a practicar la meditación, nuestra enfermedad nos dará la oportunidad de acabar con todos nuestros problemas y sus causas. En realidad nos ayuda a acabar no sólo con la enfermedad sino con cada uno de nuestros problemas y de sus causas. Si practicamos la meditación, obtenemos este beneficio de la enfermedad, que transforma cualquier veneno en néctar. De acuerdo a nuestra propia capacidad, nuestras propias habilidades en la meditación, transformamos el veneno de nuestra enfermedad en néctar para que nos ayude en lugar de dañarnos. Puesto que nuestra enfermedad apoya nuestro desarrollo en el camino de la iluminación, deberíamos verlo como un motivo de alegría.

Usar la enfermedad para desarrollar el amor incondicional Podemos usar un problema tal como la enfermedad para desarrollar el amor incondicional pensando: “Al igual que yo, innumerables seres vivos están faltos de felicidad temporal así como de la felicidad de la ilu-


Usar la enfermedad para desarrollar la compasión Uno de los mayores beneficios de experimentar una enfermedad o cualquier otro problema es que podemos usarla para desarrollar la compasión hacia los otros seres que están sufriendo en el samsara. Para apreciar este beneficio por completo, tenemos que darnos cuenta de cuán valiosa e importante es la compasión. De otro modo, cuando oigamos que los problemas nos ayudan a generar la compasión no pensaremos que es algo importante. La compasión es increíblemente importante y valiosa porque toda nuestra felicidad, en el presente y en el futuro, y la felicidad de cada ser, dependen de nuestra compasión. Una vez apreciemos lo valiosa que es la compasión, veremos cuán importante es que nuestros problemas nos ayuden a desarrollar la compasión para los demás. Entonces veremos nuestra enfermedad y nuestros otros problemas con una luz positiva. Sentimos compasión fácilmente hacia aquellos que tienen un problema similar al nuestro. Si tenemos un fuerte dolor de cabeza, por ejemplo, sentimos compasión de manera natural hacia aquellos que sufren de dolor de cabeza. Lo mismo se aplica a cualquier otra enfermedad. Sentimos empatía y queremos ayudar a otras personas con la misma enfermedad que nosotros porque sabemos como se siente. Si no estuviéramos enfermos, no sentiríamos esta fuerte compasión. Sentimos compasión de ma-

nera natural hacia esas personas, y podemos expandir esta compasión más y más. Este sentimiento de compasión y el deseo de ayudar a los demás son los beneficios de nuestra enfermedad. No obstante, tenemos que pensar sobre los problemas de modo más expansivo y no concentrarnos solamente en un problema tal como una enfermedad en particular. Como ya mencioné anteriormente, hay muchos niveles diferentes de problemas.

La psicología básica de la transformación del pensamiento es romper con nuestro concepto erróneo de los problemas y generar, en lugar de ello, una mente feliz que ve cada uno de los problemas como algo positivo

La enfermedad es solamente un problema pequeño entre los miles de problemas que están en la categoría del sufrimiento; y los seres vivos también experimentan el sufrimiento del cambio y el sufrimiento compuesto que lo abarca todo. Del mismo modo que los médicos curan una enfermedad dependiendo del alcance de su conocimiento de esa enfermedad, de qué manera generemos la compasión depende del alcance de nuestro conocimiento del sufrimiento. Tenemos que mirar no solamente nuestra enfermedad sino todas las desventajas de nuestro propio samsara, nuestro propio reino del sufrimiento. Luego tenemos que mirar a otros seres con la misma enfermedad que tenemos, así como cualquier otra experiencia del sufrimiento, sufrimiento del cambio y sufrimiento compuesto que lo abarca todo. Deberíamos pensar: “No soy nada, mi problema no es nada. Otros seres están experimentando no solamente este sufrimiento sino uno incluso peor. Cuán maravilloso sería si estuvieran libres de todo sufrimiento. Los liberaré de todo su sufrimiento”. De este modo podemos usar nuestros problemas para desarrollar una gran compasión. Cada vez que usamos nuestros problemas para generar un gran amor incondicional y gran compasión, acumulamos méritos infinitos y purificamos las partes oscuras de nuestro ser, no solamente la causa de nuestra enfermedad sino de todo el sufrimiento. Si tenemos mucho amor incondicional y una gran compasión, podemos disfrutar de cualquier problema que experimentemos. Podemos aprovechar el cáncer o el sida, incluso podemos aprovechar la muerte.

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minación total. Por tanto, usaré mi problema para llevarles la felicidad”.

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