editorial El buda, el ser humano ideal
He descubierto una verdad que es como néctar profundo, calmo y simple, despiertamente lúcido y sin forma. Nadie a quien se lo explique lo entenderá; así que me quedaré en la jungla, en silencio. El Buda Shakiamuni después de su despertar.
Cualquiera podría explicar su ideal de casa, trabajo o relación perfectos, pero si nos cuestionamos sobre cuál es nuestro ideal de ser humano perfecto, probablemente nos costará más llegar a una definición convincente. Esto es lo que representa la idea de buda, el ideal de ser humano perfecto. Incluiría todos los adjetivos que utilizaríamos para intentar construir el ser humano perfecto como inteligente, sensible y sociable, pero tendríamos que elevar estas y muchas más cualidades a la categoría de excelsas. Excelsas en el sentido de incuestionables, incluso insobornables. Si analizamos lo que cada uno considera “mis cualidades”, lo más objetivamente posible, descubriremos, sin mucha dificultad, que fácilmente estamos dispuestos a trastear o incluso a renunciar a ellas por cualquier menudencia o lo que solemos llamar “fuerza mayor”. Claro está que esta tendencia, que podríamos llamar de adaptabilidad al medio, bien aprendida de los principios de la biología natural, no suele aplicarse en cuanto nos relacionamos con lo que aceptamos como nuestros defectos. A diferencia de nuestra casa ideal, que creemos poder llegar a construir, no pensamos que sea posible, ni siquiera sensato o razonable, aspirar al ideal de perfección en relación con nosotros mismos. Todos sabemos que tenemos nuestro lado oscuro y nos falta la capacidad de poder creer que sea cabalmente posible disipar por completo nuestro lado siniestro. Lama Yeshe solía hacer hincapié en la realidad de que nuestro problema principal era no tener suficiente fe en nosotros mismos. Nos falta seguridad, confianza y sobre todo no apostamos fuerte por nosotros mismos más que en asuntos de poca trascendencia, casi siempre los que tienen que ver con nuestro ego, con nuestra personalidad desfigurada por conceptos e ideas irrisorios que se constituye en nuestro portavoz y embajador: nuestra razón de ser. Sin embargo, los que saben sostienen que la verdadera autoestima debe establecerse en base a nuestro potencial, a aquello que podemos desarrollar y explorar en nosotros más que sobre algunos rasgos externos de nuestra persona. Es tan lamentable caer en una depresión por no sentirse a gusto con tu rostro como sentirte ultrajado porque alguien ha obtenido más éxito que tú en aquello que te crees superior. Si basamos la idea que tenemos de nosotros en los estereotipos físicos, sociales o intelectuales, que suelen ser los patrones habituales para construir la imagen que proyectamos hacia fuera, esta-
mos abocados a los problemas porque, como mínimo, esos estereotipos son reducidos y limitados y siempre dejaremos espacio por cubrir por donde tendremos que hacer frente a nuestras inconsistencias más pronto que tarde. El ideal de buda, en términos ortodoxos budistas, engloba tres aspectos del ser que constituyen la definición de este término: (1) una visión o sabiduría ilimitada capaz de ver la realidad última de todas las cosas, de ver las cosas tal y como son, de ver todas las cosas e incluso las no cosas, junto al anhelo de compartir esta visión con todo el mundo; (2) una compasión universal en el sentido de que el menor sufrimiento de cualquier criatura es experimentado como propio, del que brota un intenso deseo, el “deseo único”, de hacer algo para paliarlo; y (3) la destreza, aptitud o habilidad para hacer que (1) y (2) sean plenamente operativos. En términos heterodoxos budistas, el ideal de buda representa todos los adjetivos y descripciones que utilizaríamos para definir lo que a nivel convencional sería la persona ideal: considerada, altruista, desprendida, deseosa de ayudar, hábil en la comunicación, útil o beneficiosa, alegre, cordial, la que da siempre los consejos acertados, la que siempre está disponible cuando se la necesita, la que nunca defrauda o nos deja tirados, aquella a la que nos gustaría emular. Un faro en la oscuridad, un puente para cruzar un río y alguien que seguiríamos al fin del mundo. En el budismo, la primera joya, el Buda, representa la utopía posible. Hasta cierto punto, todos tenemos ya un poco de buda en nosotros. Lo que nos falta es reconocerlo para seguidamente regar esa esencia todos los días. El camino o darma nos ayuda a hacerlo y la meditación y el ser más conscientes de lo que pensamos, decimos y hacemos es de lo que trata esta vía. Algunos que saben creen que para vivir no hacen falta referencias; otros que no saben aseguran que viven sin referencias. Los primeros tienen claro que la referencia interna, cuando ha despertado, es la que debe guiarnos. Para los segundos, la creatividad o los momentos de lucidez son los que rigen el destino. En el mundo actual hace falta abrir la mente para poder pensar incluso lo impensable: que despertar, ser budas, es posible. En nuestro número de primavera queremos reivindicar el ideal de buda. El que despertó y permanece siempre consciente de todo lo importante y en el estado de gracia de la serenidad y la ecuanimidad de su mente. XAVI ALONGINA – Editor
Cuadernos de budismo
es una publicación trimestral de: EDICIONES DHARMA: Elías Abad, 3 bajos - Aptdo. 218 - 03660 Novelda (Alicante) - Tel. 96 560 32 00 E-mail: dharma@edicionesdharma.com – www.edicionesdharma.com DIRECTOR: Xavi Alongina • HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: José Alias, Eduardo García-Arévalo, Jianhong Liu, Carmen Nieto, Ananda Acosta, Toto Lara, María de Lara, Aurora García, Marisa González, Valentín Mencía, Javier Agenjo, Carlos Cirugeda, Marc Alongina y Santiago Aguado. SUSCRIPCIONES: M.ª Carmen Pérez - Tel.: 609 632 932 (de 9 a 14 horas) - maricarmen@edicionesdharma.com IMPRESIÓN: Aguado Impresores, S.L. · Novelda • Depósito Legal: A-1027-87 · ISSN: 1886-1067 • IMPRESO EN PAPEL RECICLADO 100% DISEÑO PORTADA: AGUADHARMA Cuadernos de budismo no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores. NUESTRO OBJETIVO: presentar la esencia del budismo de una manera no sectaria e integrada a la cultura occidental. SUSCRIPCIÓN: se inicia siempre con el número de primavera de cada año. Al suscribiros recibiréis los números ya aparecidos en el año. El precio de la suscripción para el 2012 es de 20 €. 25 € para el extranjero. 25 € con Cuadernos digital en España y 30 € suscripción más versión digital para el extranjero. Por respeto al medio ambiente, a los textos e imágenes que contiene, no tiréis a la basura los ejemplares viejos de Cuadernos. Pasadlos a alguien o juntadlos con vuestro papel para reciclar. EDICIONES DHARMA ESTÁ ASOCIADO A LA FPMT
Cartas al director
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Editorial
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De otras revistas y de la red
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Manejarse hábilmente con la ira
Upaya (medios hábiles)
Lama Zopa Rimpoché
Las buenas noticias existen
El sosiego de evitar los extremos
Una persona, en el paro e inmigrante ha puesto en marcha un proyecto para repartir comida a las personas necesitadas que recoge de restaurantes, supermercados, panaderías… Se llama Hunter Halder, es estadounidense y vive en Lisboa desde hace dos décadas. Con la crisis galopante y habiendo perdido él mismo su trabajo, se le ocurrió la idea de poner en marcha Re-food o “refuerzo alimentario”. Empezó en un barrio pequeño y conocido, solo y en bicicleta para la recogida de la comida que sobraba en restaurantes y supermercados de la zona. Y yendo edificio a edificio y puerta a puerta para ver quién podría necesitar su ayuda. La idea funcionó, pronto tuvo comida que sobraba en los restaurantes y personas a quien llevársela. Al mes ya tenía treinta colaboradores con ganas de ayudar. Ahora ya son más de un centenar que alimentan diariamente a 200 personas, muchas en su propio domicilio y otras en el comedor instalado en el ala de una parroquia. El plan es extender su radio de acción para abarcar más restaurantes de donde recoger las sobras, y más barrios que servir. El plan es actuar en todo Lisboa.
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Lama Thubten Yeshe
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Vivir el budismo. Darmavidya David Brazier
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Vuelve tu luz hacia tu interior Tenkei Roshi
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Mensaje del XIV Dalái Lama a la Congregación Budista Global
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El monasterio de meditación vipásana de Wat Pah Nanachat. Pablo Urbina y Ximena Vera
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Caminando... Carmen Nieto
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Pasaje al Mandala del Buda. El Triple Canon: III El Canon de Abidarma. Ven. Aigo Seiga Castro
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Las tres joyas del refugio según el Uttaratantra de Maitreya.
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Horacio Guerrero Buendía (Santa Cruz de Tenerife)
Artículo de Antonio Jiménez Barca publicado en la sección Domingo de El País del 18.03.12 con el título Parábola del samaritano rodante. Foto: Francisco Seco. Puedes leer el artículo completo de El País en: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/03/16/ actualidad/1331909877_657446.html
Anila Jamyang Wangmo
El Facebook de Re-food:
El Buda, Dios y el modelo de mente
http://www.facebook.com/pages/Refood/146502738742001?sk=wall
omnisciente. Antonio Pascual 38
Maneras de vivir. José Alias
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Los ocho símbolos auspiciosos. La concha
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Libros
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Imágenes del despertar
Portada: En Ladakh los chortens se pueden encontrar a cientos. Los hay en la entrada de los monasterios. En atalayas y colinas, pero también en medio de los campos de cebada. Nos ayudan a recordar el potencial que todos tenemos dentro. Foto: Archivo de Ediciones Dharma. Contraportada: Tangka de Amitayus por cortesía de Surendra’s Tibetan Thanka Treasure.
cuadernos de budismo. Primavera 2012
Índice
Estimado editor: Leo en su número anterior que se está proyectando hacer una estatua de Lama Yeshe. No tuve la suerte de conocer a Lama, pero por lo que he leído de él y por testimonios de personas que sí le conocieron me parece algo raro el ver a un ser tan lúcido y vital atrapado en una representación así. Parece que a los humanos nos gusta recordar a otros humanos notables haciendo una copia de su aspecto, algo que siempre dista mucho de la verdadera persona, pero si además se pretende que su utilidad sea para el culto religioso la cosa, según mi poco entender, roza los límites del sinsentido. Además de lo poco o nada que tiene que ver con la enseñanza del Buda, cuyo ejemplo, me parece, muestra una forma de intentar comprender y aceptar las cosas desde un afectuoso sentido común más que desde una adoración a una personalidad por muy notable, como es el caso, que ésta haya sido a lo largo de su vida. Del Buda hay muchas estatuas, dirán, pero es sólo para inspirar y no, como se hace en algunos lugares, para crear fanatismos o similares. No sé si publicarán esto, pero estoy seguro de que, con matices particulares, habrá más personas que no estén de acuerdo con hacer una estatua de Lama Yeshe.
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de otras revistas y de la red
cuadernos de budismo. Primavera 2012
Los héroes tranquilos de Zuccotti Park
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Decididos, intuitivos, no violentos, el profesor budista ROBERT THURMAN cuenta a los manifestantes de “Ocupar Wall Street” que ellos son el tipo de gente que el país necesita. Todo el mundo aquí es un ejemplo de lo que he estado deseando desde hace muchos años. Sois lo que llamo “Héroes tranquilos”. Por tranquilos me refiero a no violentos. Los héroes tranquilos sois gente que tiene carácter, inteligente, justa, e intuitiva, que puede hablar alto y claramente, pero sin caer en el enfado o en el odio. Hoy necesitamos héroes tranquilos. No necesitamos héroes alterados. Sois más felices que la gente violenta. Miraos a vosotros mismos; estáis todos sonriendo. El final de la revolución americana tiene que ser divertido, no violento, decidido y a la vez tranquilo. Como dijo Gandhi, la paz tiene que ser el camino para la paz. La violencia nunca será el camino para la paz. Jesús dijo “¡Ama a tu enemigo!” y el Buda dijo que el odio nunca acabará con el odio. Tan solo la ausencia de odio y el amor pondrán fin al odio. Estamos aquí en la “Liberty Plaza” porque estamos tratando de mantener viva la libertad en este planeta. Este planeta está en grave peligro debido a la maquinaria industrialmilitar, que va más allá del Este y el Oeste. La parte industrial representa la codicia organizada que expande la codicia individual ayudándose del poder tecnológico y está excediendo la capacidad del planeta. Polución, calentamiento global, y sobrepoblación vienen de esta expansión tecnológica de la codicia. Por otro lado tenemos el odio que necesariamente acompaña a la codicia, porque la gente codiciosa odia al resto de gente codiciosa ya que asumen que tratarán de arrebatarles aquello que ellos codician. Necesitamos controlar tanto el odio como la codicia. Pero para conseguir esto, cada persona debe controlar el odio y la codicia en su propia mente. Nadie debería protestar contra sucios banqueros si realmente les odian. No se merecen ser odiados; son gente que sufre exactamente igual que nosotros. En este momen-
to puede parecer que tienen más suerte que nosotros, pero a largo plazo son mucho más desafortunados. Se están llevando mucho y de muchos, y esto les está convirtiendo en paranoicos e infelices. Necesitan diez millones de dólares, y cuando los tienen, quieren cien millones. Y cuando han conseguido cien, quieren mil millones. Para entonces van por su cuarta “mujer trofeo”, sus hijos no les aguantan y están literalmente asustados de todo el mundo. Por lo tanto, no odiamos a los banqueros y comerciantes de Wall Street cuyas oficinas están encima de nosotros. Son objeto de nuestra lastima y compasión. De hecho, creo que no debería dejar graduarse a los
estudiantes de las escuelas de negocio sin haber obtenido una educación en lo que realmente significa “interés-propio iluminado”. Deberían obtener una formación exhaustiva en el manejo de sus emociones y habilidades de meditación para cultivar verdadera satisfacción de modo que una de las preguntas fundamentales que tendrían que responder antes de graduarse sería, ¿eres realmente feliz? Vuestra voz hoy aquí se está oyendo en todo el mundo. En contra está toda la televisión del país, veinticuatro horas al día dando a vuestros compatriotas –gente buena y amable a lo largo de todo el país– una visión completamente distorsionada de lo que realmente está pasando aquí. Para superar esto vais a necesitar ser persistentes. Vuestras voces se están oyendo ahora, pero la dificultad va a ser que continúen oyéndose. Tenéis que ser tan listos y tan resistentes como los ucranianos de la revolución naranja. Ellos no fueron violentos mientras estaban en la plaza pública y consiguieron cambiar su país.
Tenéis un aura de libertad alrededor de vosotros, eso es algo precioso que enseñáis aquí. Sin embargo, los intereses corporativos se han hecho con el poder de los medios de comunicación y el sistema electoral y están desafiando vuestra voluntad. Todas las encuestas muestran que la mayoría de los norteamericanos quieren seguridad social, sanidad pública y bancos y compañías que trabajen para ellos. Tenemos que votar para que echen a la gente corrupta del Congreso y se haga honor a los deseos de los norteamericanos. Los congresistas deben servir a la gente que representan, que sois vosotros, y no a los que les financian, que son el uno por ciento y están en estos edificios de Wall Street. Me gustaría saber dónde está la dulzura de Jesucristo en este país. Él confraternizó con los pobres, los oprimidos, los abusados, y dio su vida por ellos. Jesús fue el más dulce. Cualquier budista que se precie ama a Jesús. Así que debéis permanecer aquí, insistiendo en el cambio de forma pacífica, teniendo claras vuestras ideas. Pero debéis tener cuidado con los que se os quieran unir que estén alterados, que estén a favor del odio, que piensen que realmente hay un grupo de gente que son los malos. Como he dicho, esos banqueros también son víctimas. Ahora están haciendo el mal, por supuesto, pero son también victimas de su propia avaricia y del sistema que permite magnificarla más allá de su control. En este sentido, todos debemos meditar todos los días. Pero no ese tipo de meditación de “no pienso y dejo la mente en blanco, ¡oh, qué bien me siento!”. Quizás sea agradable, como el Prozac o algo así, pero puede ser un poco adictiva y no aumenta nuestra percepción consciente, inteligencia, o compasión, que es lo que realmente necesitamos. Así que cuando meditemos, pensemos sobre la compasión, y pensemos que somos libres para imaginar un mundo mejor. Y defendámoslo, con esperanza y alegría. Adaptación de una charla de Robert Thurman a los manifestantes de Occupy Wall Street (Ocupad Wall Street) en el Zuccotti Park (Liberty Plaza) de Nueva York en el mes de octubre pasado. Publicado en Shambhala Sun de enero de 2012.
La estupa (Tib.: chorten; sánscr.: stupa) La estupa representa la mente despierta del Buda. Es esencialmente la primera representación de la imagen del Buda. Se construían para identificar los lugares donde los principales acontecimientos de su vida tuvieron lugar y para cobijar sus reliquias y las de sus discípulos más importantes. Después del parinirvana se construyeron dos grupos de ocho; las ocho de los lugares sagrados y las ocho que contienen las reliquias del Buda (de los restos de su cremación se hicieron ocho partes). Pronto se convirtieron en lugares de peregrinaje a las que se las rodea en el sentido de las agujas del reloj. Según la tradición fue el mismo Buda quien ofreció el diseño básico para honrar los restos de Shariputra, después de que algunos mon-
jes mostrasen su interés en rendir homenaje al gran discípulo. Esencialmente consta de una base rectangular, un amplio domo, una parte cuadrangular (harmika), un poste axial, una sombrilla, y de una a trece ruedas apiladas una sobre la otra. Sus cinco elementos principales se relacionan con los cinco elementos. Una estupa es muy similar en forma a la figura de una Buda sentado en su trono de la Iluminación. Pronto las formas de las estupas evolucionaron según el lugar. Las tibetanas son mucho más elaboradas que las birmanas y tailandesas. También son diferentes las más antiguas que se conservan en Vaishali, Nalanda, Sarnath y las de Anuradhapura y Boudhanath por mencionar solo unas pocas.
Fuentes: The Encyclopedia of Tibetan Symbols and Motifs, de Robert Beer. Serindia, 2000.
Bhante Bodhidharmma nos previene acerca de que nuestra práctica se desvanezca cuando nos levantamos del cojín de meditación. Generalmente no nos consideramos perezosos; nuestro problema habitual es el exceso de energía. Pero si investigásemos con seriedad cómo nos comportamos a lo largo de la jornada, descubriríamos que tenemos mucho que decir sobre los hábitos de naturaleza perezosa. Por pereza no me estoy refiriendo a una decisión consciente y real de ser perezoso. Si fuese ese el caso, seríamos mucho más conscientes del mismo. A lo que me estoy refiriendo es al hábito de no interesarnos por algo que creemos no tiene importancia. Por ejemplo, podemos cometer el error de colocar las diferentes prácticas que hacemos en una jerarquía: “Meditar es obviamente el núcleo de la práctica. Meditación andando es importante, pero solo como un apoyo a la meditación sentada. ¿Comer? Bueno, debo intentar ser consciente”. En cuanto a otras pequeñas actividades del día, como ir desde el lugar de meditación al lugar de la meditación andando, usar el baño, subir a la planta supe-
rior..., las consideramos como si se entrometiesen en la práctica real; que es meditar, decimos. Esta mentalidad puede resultar corrosiva para nuestra práctica, puesto que indica que nuestro esfuerzo no es persistente. Continúa apagándose. No es un esfuerzo sostenido, sino un remiendo. Cada vez que nos despistamos, tenemos que realizar el esfuerzo extra de volver al punto en que nos encontrábamos antes. El efecto en la concentración es inmediato. Al final nos sentimos como si estuviéramos inflando un globo, dejando salir un poco, o todo el aire, para después tener que llenarlo de nuevo. Si somos ágiles podremos darnos cuenta de la actitud que nos hace actuar de este modo. Tan pronto como seamos conscientes de ella, debemos reconocerla claramente y hacer justo lo opuesto. Uno de estos momentos peligrosos puede producirse después de meditar sentado. Decidimos conscientemente terminar y seguidamente nos encontramos saliendo de la sala de meditación, sin apenas habernos dado cuenta de que nos hemos levantado. Otra ocasión puede ser cuando nos preparamos una taza de té. Lo preparamos con gran atención y des-
pués nos sentamos... solo para despertarnos unos minutos más tarde, la taza vacía... y no hemos degustado ni una sola gota. No es de extrañar; ¡hemos estado planeando esas dichosas vacaciones de nuevo! Si podemos traer nuestra atención a estos momentos del día que parecen insignificantes, el hábito de la atención plena continuada se verá muy reforzado. Así pues, ten cuidado con darte tiempo para desconectar. No seas perezoso ahora, dice el Buda, para sentir pesar después. Tomemos este consejo en serio. Dediquemos este día un esfuerzo real a la atención plena continuada. En ocasiones, los viejos condicionamientos puede que se lleven la mejor parte de nosotros, pero no será por falta de esfuerzo. Como mínimo, nos podremos liberar de esas inquietudes posteriores. Del reciente libro digital de Bhante Bodhidharma Encouragement Towards Awakening, que te puedes descargar en www.satipanya.org.uk.
cuadernos de budismo. Primavera 2012
Todo importa
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Manejarse hábilmente con la ira
cuadernos de budismo. Primavera 2012
Lama Zopa Rimpoché
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Durante una enseñanza impartida en el Vajrapani Institute, de Boulder Creek California, Lama Zopa Rimpoché explicó varias maneras de combatir la ira; la propia, y la recibida de otros.
La vacuidad es un remedio para la raíz de todos los engaños, la ignorancia, por lo que todos los engaños desaparecerán. En el momento que uno medita en la vacuidad, la ira, por ejemplo, se desvanecerá. La ira surge cuando creemos en el yo ilusorio, el falso objeto; todo eso que no tiene verdadera existencia. Así que cuando uno medita en la vacuidad del yo y de los otros objetos, no existe ninguna base para la ira. Este es pues el antídoto más poderoso. Pero si todavía surge una vez más, es porque no hay constancia en la meditación; la meditación y la atención plena se han interrumpido. El problema es olvidarse de la técnica. Pero si la recuerdas, siempre funciona. Cuando no te acuerdas de la técnica, se produce una falta de vigilancia y la ira y el engaño se cuelan y te cautivan. Una cosa que suelo aconsejarle a la gente es tener siempre la idea del karma presente. El Dalái Lama siempre dice que los budistas no creen en Dios. Esta filosofía esencial budista te ayuda a recordar que no existe una mente separada fuera de ti, que crea tu vida y tu karma. Todo lo que pase en la propia vida proviene de la propia mente. Estos agregados, todas las sensaciones de los sentidos, todos los sentimientos, la felicidad, la tristeza, etcétera; todo tu mundo surge de tu propia conciencia. Las improntas de los pasados karmas positivos y negativos conservadas en la conciencia se manifiestan y se actualizan. Las improntas de poseer un cuerpo humano, los sentidos, la visión, los agregados, todos los sentimientos; todo se realiza en ese momento, y todo ello proviene de la conciencia, del karma.
Si tu meditación sobre la vacuidad no es fructífera para controlar la ira, entonces la meditación sobre los mecanismos y funcionamientos del karma es muy eficaz para los seres ordinarios como nosotros. En el momento que uno medita sobre el karma, no hay espacio en la mente para la ira, porque no se encuentra a nadie ni a nada a quien culpar. Ponderar en el karma es practicar la base de la filosofía budista de que no hay ningún otro creador que tu misma mente. No se trata sólo de una filosofía sino de una estrategia muy poderosa. El enfado se fundamenta en la creencia en un creador: alguien creó este problema, esto sucedió por culpa de esta persona. En la vida cotidiana, cuando surge un problema, en lugar de practicar la filosofía de no hay creador, actuamos como si existiera un creador, pensando que el problema fue creado por otra persona. Incluso si no usamos la palabra Dios, todavía creemos que otro ha creado el problema. El momento en que piensas en el karma y te das cuenta de que no hay creador, no hay ninguna base para el enojo. Tenemos que pensar: en el pasado ocasioné tanto daño a los seres sensibles, que me merezco recibir similar daño de otra criatura. Cuando te enojas, lo que realmente estás expresando es que sientes la necesidad de dañar a los demás, y por otro lado que tú no debes recibir el menor daño de ellos. Pero esto, como mínimo resulta ilógico. Así que, en esta práctica afirmas precisamente lo contrario: “me merezco este daño”. Otra práctica consiste en utilizar la situa-
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Ponderar en el karma es practicar la base de la filosofía budista de que no hay ningún otro creador que tu misma mente. No se trata sólo de una filosofía sino de una estrategia muy poderosa tienen paz y bienestar. Toda esta armonía y complacencia que eres capaz de ofrecer a todos los seres proviene de esta persona. Del mismo modo, te puedes adiestrar en la paciencia y así ser capaz de abandonar la ira. En las enseñanzas de los gueshes kadampa, existen seis técnicas para practicar la paciencia. No tengo que extenderme en ellas ahora, pero son muy recomendables para memorizar o anotarlas en un cuaderno, con el fin de recordarlas cuando haga falta. Otro procedimiento muy válido es lo que Pabongka Rimpoché explica en La liberación en la palma de tu mano: “En general, uno no se enoja con el palo que la persona utilizó para golpearte. El propio palo es utilizado por la persona, por lo tanto no tiene ningún sentido enojarse con el palo. Del mismo modo, el cuerpo, el habla y la mente de la persona están completamente manipulados por la cólera y el engaño”. Las personas enojadas son esclavos, totalmente utilizados como herramientas de la ira. La persona, en sí misma, carece de toda libertad. Así pues, ya que la persona no posee ni un atisbo de libertad, debe ser objeto de nuestra compasión. No sólo eso, hay que asumir la responsabilidad de calmar su ira. Por cualquier medio que puedas emplear, ayuda a la persona a calmar su enfado, y si no hay nada que puedas hacer, al menos pide al Buda, al darma y a la sanga que insuflen paz a la mente de esa persona. Lo que el Dalái Lama nos aconseja es meditar en cómo esa persona es amable, tan valiosa como el mismo darma, afable como el Buda y el guru. La conclusión es que si no se pro-
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duce ira hacia nosotros, nunca podremos desarrollar la paciencia. Si todo el mundo nos aprecia, nunca podremos generar la preciosa cualidad y el camino de la paciencia. Por lo tanto existe una necesidad extraordinaria en nuestra vida que alguien manifieste cólera hacia nosotros, es de gran valor e importancia. No es nada valioso para esa persona, pero para nosotros sí lo es. Para ella es un tormento, es como vivir en los reinos inferiores. Pero para nosotros es todo lo contrario, nos ofrece una oportunidad inmejorable. Es primordial que alguien te aprecie, pero es aún más revelador que alguien sienta desagrado hacia ti. Debes comprender que si alguien te quiere no te ayuda a beneficiar a innumerables seres sensibles o actualizar todo el camino hacia la iluminación. ¿Por qué es esta persona que está enfurecida conmigo el objeto más precioso para mí? El furor de esta persona es para ti como la joya que concede todos los deseos. Además, tu enfado destruye los méritos y tu propio bienestar, no sólo en el día a día, sino en la serenidad a largo plazo. Como nos recuerda La práctica del bodisatva de Shantideva, “un momento de ira retrasa mil millones de años los logros espirituales”. La ira es un gran obstáculo, especialmente para las realizaciones de la bodichita. Por lo tanto, ya que esta persona está enojada conmigo, yo puedo desarrollar la paciencia y superar mi propia ira y completar el camino hacia la iluminación. Se pueden acumular los dos tipos de mérito, alejarse de todas los engaños, alcanzar la iluminación y después liberar a todos los seres y guiarlos a todos a la iluminación.
cuadernos de budismo. Primavera 2012
ción para desarrollar compasión: he recibido este daño a causa de mi karma. ¿Quién empezó todo esto? No lo empezó la otra persona, sino que es debido a tus propias acciones. Trataste a los demás de esta manera en el pasado, es por eso que ahora recibes perjuicio, tu karma indujo a la persona para hacerte daño ahora. Ahora bien, esta persona tiene un nacimiento humano y te daña por algo que provocaste en el pasado. Al producirte algún daño ahora, están creando más karma negativo, lo que les llevará a perder su renacimiento humano y a renacer en situaciones desafortunadas. ¿No fui yo la causa de que esa persona se perdiera en los reinos inferiores? De esta manera estás utilizando lo que era un problema para generar la mente despierta, la bodichita. Esto significa que eres capaz de desarrollar todo el camino mahayana hasta la misma iluminación, incluyendo las seis perfecciones, ya sea en el camino del sutra o en el del tantra. Puedes eliminar todos los errores de la mente y alcanzar la iluminación completa. Gracias a la bondad de esa persona que te daña, eres capaz de generar compasión, liberar a los seres sensibles de todos los sufrimientos, procurar la iluminación y originar el perfecto bienestar para todos. También puedes reflexionar así: mediante la práctica de la compasión hacia esa persona, puedo generar compasión hacia todos los seres sensibles. Esta persona, que es tan amable, tan valiosa, te está ayudando a evitar perjudicar a las demás criaturas y además te aporta una gran ayuda. Al no recibir perjuicio de ti, se manifiestan el sosiego y el contento. Al recibir tu ayuda, incontables seres sensibles ob-
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