editorial
“¿Qué es lo que tienes que hacer? Empaqueta tus cosas, ve a la estación sin ellas, coge el tren y deja a tu yo atrás”.
(Wei Wu Wei)
Cuadernos de budismo
Escribo este editorial de Cuadernos de budismo con cierta congoja puesto que va a ser el último. La revista llega a su término y éste es, por tanto, su número final. El primer editorial se publicó en el mes de marzo de 1985 y en él explicaba que Lama Thubten Yeshe era la inspiración para iniciar nuestra andadura. Lama Yeshe acababa de dejarnos y la necesidad de dar a conocer y difundir su mensaje y su enseñanza fue lo que me llevó a tomar esta responsabilidad. En aquel primer editorial escribí: “El lama Thubten Yeshe ponía un gran énfasis en la necesidad de integrar las enseñanzas del dharma en la práctica diaria y no sólo intelectualizar sobre ellas...”. Creo que éste sigue siendo el mensaje esencial. Tenemos que dejar de acumular únicamente más asistencias a cursos o más lecturas y recibir más iniciaciones con el objetivo de ponernos a practicar, puesto que la verdadera sabiduría, el reconocimiento de nuestra naturaleza auténtica, sólo se seguirá de la práctica. Me gustaría creer que nuestra humilde labor en la difusión de las enseñanzas durante estos años haya servido para llenar la carencia de información sobre el budismo en nuestro entorno. Hay que decir también que, afortunadamente, la situación ha cambiado radicalmente. En la actualidad, con la proliferación de genuinos centros budistas de prácticamente todas las tradiciones y el mayoritario acceso a internet y a las redes sociales, resulta más fácil acceder al conocimiento y a las enseñanzas sobre el pensamiento dármico en general, y con ello nuestra presencia resulta ya menos necesaria. Una de las maestras más relevantes del budismo tibetano, Kandro Rimpoché, señala en una enseñanza reciente que el budismo nunca ha sido popular ni nunca lo será. Es posible que cuando un gran maestro como el Dalái Lama dé una enseñanza se congreguen tres o cuatro mil personas, pero nunca habrá un retiro estricto de meditación con mil participantes... Sí, la práctica del darma no va destinada al gran consumo, ni será nunca parte de él. Es algo íntimo y privado y no viene rodeado de aureolas varias como la fama momen-
tánea, lo multitudinario o lo convencional, valores que mueven los hilos de la presencia en los medios y la relevancia que se da a lo que se piensa importante en nuestra propia cultura de masas. El darma no es algo excitante, aunque se intente presentar como tal en muchas clases de meditación que se imparten en la actualidad, desgajadas de su entorno espiritual natural. Cerramos esta aventura con un número dedicado al guru, el cuarto refugio para el vajrayana. El guru, maestro o mentor nos introduce al darma y a la budeidad de una forma directa y fácilmente accesible. En él podemos aprender a proyectar las cualidades del despertar, así como entender la resonancia del darma que debe aflorar de su práctica genuina y profunda, apoyada en una especial destreza para transmitirla. Y lo maravilloso es que todo ello lo podemos ver con nuestros propios ojos, porque el guru, como nosotros, es simplemente un ser humano. Este refugio, como también los otros tres, tiene sus complejidades, que esperamos aclarar a lo largo de este número, especialmente en lo referente a cómo escoger al mentor, pues una equivocación ahí puede ser causa de un descarrilamiento en el camino. En estos ochenta y tres números hemos disfrutado de la colaboración de mucha gente que ha escrito, traducido, corregido, diseñado e ilustrado nuestros artículos. Todos ellos trabajaron de forma desinteresada, es decir, sin cobrar un céntimo por ello. Nombrarlos a todos llenaría estas líneas y quizá dejaríamos a alguien fuera. Así que sin mencionarlos, pero recordándolos a todos, queremos agradecerles el haber compartido con nosotros sus reflexiones, su saber hacer y su tiempo. Y a vosotros, nuestros suscriptores y lectores, deciros que sin vuestra presencia nunca habríamos llegado hasta aquí y que, por tanto, sois partícipes de todo lo bueno que haya podido brotar de nuestra publicación. Presiento que nos echaremos de menos mutuamente, pero también sé que nos encontraremos de nuevo en algún lugar del camino. XAVI ALONGINA – alongina@gmail.com
es una publicación trimestral de: EDICIONES DHARMA: Elías Abad, 3 bajos - Aptdo. 218 - 03660 Novelda (Alicante) - Tel. 96 560 32 00 E-mail: dharma@edicionesdharma.com – www.edicionesdharma.com HAN COLABORADO EN ESTE NÚMERO: José Alias, Eduardo García-Arévalo, Jianhong Liu, China Sevillano, Carmen Nieto, Luz Manzaneda, Toto Lara, María de Lara, Aurora García, Valentín Mencía, Javier Agenjo, Marc Alongina y Santiago Aguado. SUSCRIPCIONES: M.ª Carmen Pérez - Tel.: 609 632 932 (de 9 a 14 horas) - maricarmen@edicionesdharma.com IMPRESIÓN: Aguado Impresores, S.L. · Novelda • Depósito Legal: A-1027-87 · ISSN: 1886-1067 • IMPRESO EN PAPEL RECICLADO 100% DISEÑO PORTADA: AGUADHARMA Cuadernos de budismo no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores. NUESTRO OBJETIVO: presentar la esencia del budismo de una manera no sectaria e integrada a la cultura occidental. SUSCRIPCIÓN: se inicia siempre con el número de primavera de cada año. Al suscribiros recibiréis los números ya aparecidos en el año. El precio de la suscripción para el 2012 es de 20 €. 25 € para el extranjero. 25 € con Cuadernos digital en España y 30 € suscripción más versión digital para el extranjero. Si tienes domiciliada la suscripción o la has hecho con tarjeta de crédito se te cargará automáticamente el importe a principios de marzo de cada año a no ser que nos avises de lo contrario. Por respeto al medio ambiente, a los textos e imágenes que contiene, no tiréis a la basura los ejemplares viejos de Cuadernos. Pasadlos a alguien o juntadlos con vuestro papel para reciclar. EDICIONES DHARMA ESTÁ ASOCIADO A LA FPMT
Índice 2
Editorial
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De otras revistas y de la red
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Como te guían los budas Lama Zopa Rimpoché
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Unas palabras sobre el maestro Lama Thubten Yeshe
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Consejos sobre la práctica del guru Gomchem Khampala
14
Acciones destructivas con respecto a un mentor espiritual. Alexander Berzin
16
El yoga del guru. James Low
18
Entrevista a Tritul Rimpoché
20
Mis maestros. Xavi Alongina
24
Pasaje al Mandala del Buda Ven. Aigo Seiga Castro
28
El refugio del guru. Ángeles de la Torre
31
¡Sin guru no hay vida, no vale la pena! Antonio Pascual
32
Maestros espirituales. Anila Jamyang Wangmo
34
Maneras de vivir. José Alias
36
ABC del budismo
40
Libros
46
Imágenes del despertar
Portada. Lama Yeshe y Lama Zopa en Lawudo, Nepal en 1969. © Lama Yeshe Wisdom Archives. Contraportada: Tangka de Milarepa de la colección de S. Ivanenko. Pintado por la escuela de Tibetan Tangka Treasure de Kathmandu (Nepal).
Me acaba de comunicar Xavi que éste va a ser el último número de Cuadernos. Es evidente que las cosas que no empiezan no terminan. Y Cuadernos empezó. Me gustaría escribir unas palabras que sean un rendido homenaje a Cuadernos, la expresión de mi profundo agradecimiento a Xavi por tantos años dedicados a esta revista sin ninguna pretensión personal, con la única motivación de llevar el eco del Dharma de modo periódico y sencillo a todos nosotros. Cuando apareció Cuadernos, debido al entusiasmo de Xavi y a su devoción inquebrantable al Dharma y a sus maestros, no había en el panorama budista español ninguna revista o publicación periódica que sirviera de información, consejo y guía a la comunidad budista y a los simpatizantes del budismo. Y apareció Cuadernos y llenó un enorme vacío. Yo sé que la gente esperaba impaciente la aparición de cada número porque era casi el único alimento budista que tenían, porque les recordaba las enseñanzas que habían recibido, etc. Xavi, con su paciencia y dedicación, consiguió un grupo de colaboradores habituales y aceptó con generosidad las sugerencias que se le hacían para el bien de la revista. Hoy nos parece muy fácil el fluir de traductores, los libros, el equipo de traducción, las normas objetivas para las mismas, etc. Pero cuando Xavi inició esta andadura de Cuadernos, sabíamos muy poco de todo. Teníamos entusiasmo, pero pocos conocimientos y poca formalidad. Hablo de mí particularmente. Pero empezamos a trabajar, a colaborar en Cuadernos porque Xavi conseguía entusiasmarnos y nos hacía sentir parte de un proyecto que él, incansable, sabía llevar adelante arriesgando él personalmente todo. Y la revista iba saliendo con regularidad porque Xavi iba detrás de los colaboradores que, como yo, siempre dejan las cosas para el último momento; lo que es terrible para la tranquilidad y buen orden de una revista. Y nos embarcamos en ampliar las secciones de la misma. Y Xavi accedía y nos apoyaba. Y salió en Cuadernos durante un año, el primer intento de revista budista infantil de todos los tiempos. Y se hizo crítica de libros. Y se presentaban todas las tradiciones budistas y todos los maestros con un sentido de tolerancia y de equidad dignos de mención entonces y ahora… Pero resultaría enormemente extenso recordar aquí y ahora con más detalles los momentos gloriosos de la Revista. De cualquier modo, pienso que sería muy interesante el que hiciéramos la prehistoria del budismo en España; aprenderíamos mucho. Tal vez en algún momento contemos algunas de las historias del principio. Estaría muy bien recordar los orígenes: recordar de dónde partimos para calibrar y valorar el esfuerzo de los pioneros y agradecerles su dedicación desinteresada al asentamiento del budismo en España. Xavi, gracias de corazón. Tu revista nos ha dado mucho. Nos ha servido de ayuda, de información y ha sido un buen referente. Ha sido un honor colaborar con esta revista, participar escribiendo en ella. Y ha sido un honor inmenso compartir contigo el colaborar en este proyecto que ha servido además para que nos consideremos amigos. Ángeles de la Torre
cuadernos de budismo. Invierno 2012
Cartas al director
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de otras revistas y de la red Acerca de cómo se desarrolla la mente que renuncia Si la felicidad mundana no es el objetivo del darma, entonces ¿qué es lo que anima a una persona a querer practicar? Hay bastantes posibilidades de que iniciarse en un camino espiritual sea algo que no fuera a sucederle a una persona que sea rica, disfrute de su vida y tenga un fuerte sentimiento de seguridad personal. Es cierto que todos nosotros, incluidos los ricos, experimentamos momentos de tristeza y desamparo, y pueda que momentáneamente incluso sintamos la necesidad de darle la espalda a todo lo que este mundo puede ofrecernos. Pero esto no es una experiencia genuina de una mente que renuncia, ya que tiene mucho más que ver con desazón y aburrimiento que con renunciación; a menudo es una señal de que, como un niño cansado de sus juguetes, estamos ante una imperiosa necesidad de cierto cambio. Jamgön Kongtrul Lodro Taye dijo que si en lo más profundo de ti continúas creyendo que algún pedacito de samsara podría serte útil, o proporcionarte la solución definitiva a todos tus problemas mundanos, entonces será muy difícil que te conviertas en un buscador espiritual sincero. De alguna manera creer que los problemas de la vida podrán solucionarse por sí mismos, que todo lo malo tiene arreglo y que algo habrá en samsara por lo que valga la pena luchar, hace que sea virtualmente imposible nutrir un deseo ardiente genuino de practicar el darma. Para un practicante de darma lo único que en verdad funciona es que no existen soluciones al sufrimiento del samsara y que éste no tiene arreglo. Es de vital importancia comprender que por muy positiva que esta vida mundana o una parte de ella pueda ser, al final nos fallará porque en samsara nada funciona realmente bien. Esta es una actitud muy difícil de adoptar, pero si la podemos aceptar, al menos intelectualmente, nos proporcionará el incentivo que nos hace falta para adentrarnos en el camino espiritual. (Otros incentivos incluyen hacer el ridículo o dejarnos atrapar en sistemas mundanos para tratar de arreglarlo). Sin embargo, lo esencial es que solo cuando un principiante realmente aprecia lo desesperanzado y el
sinsentido del samsara que una aspiración genuina de seguir el camino espiritual surgirá en su mente. Como explicó compasivamente y con coraje el Buda Shakiamuni a un rey autócrata, existen cuatro realidades de las que no podemos escapar y que eventualmente destruyen a todos los seres sensibles: 1. Todos nos convertiremos en viejos y frágiles. 2. Es rigurosamente cierto que todo estará continuamente en cambio. 3. Todo lo que obtenemos o acumulamos eventualmente se desmoronará o desperdigará. 4. Todos estamos destinados a morir. No obstante como que nuestras emociones y hábitos son tan fuertes, incluso cuando la verdad nos está mirando a la cara, no somos capaces de verla. Además de reconocer la futilidad del samsara, lo fundamental de la práctica del darma es que penetra nuestras mentes y disminuye nuestro afecto hacia nuestro ego y a la vida mundana al presionarnos para desasirnos de los ocho darmas mundanos. Por muy beneficioso que una práctica pueda parecer, a pesar de lo políticamente correcta o excitante, si no está en contradicción con tu hábito de aferrarte a la permanencia, o tiene un aspecto inofensivo pero de manera insidiosa te impulsa a dejar de lado la verdad de la transitoriedad y la naturaleza ilusoria de los fenómenos, inevitablemente te conducirá a la dirección opuesta del darma. De un artículo del último número de Shambhala Sun de enero del 2013 acerca del último libro de Dzongsar Jamyang Khyentse Not for Happiness. A Guide to the So-Called Preliminary Practices. © Shambhala Publications 2012.
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Las distintas épocas de Cuadernos
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Plegaria de la unión con el maestro Tomamos refugio en los nobles maestros, en el despierto, su enseñanza y los que la practican. Tomo refugio en los nobles maestros, en el despierto, su enseñanza y los que la practican. Refugio en los nobles maestros, en el despierto, su enseñanza y los que la practican. (1) Abarcando todo el espacio, sin excepción, en su extensión y en sus detalles, sintiendo su energía… Comprendiendo que nada existe de manera separada Sintiendo verdadera empatía compasiva con todos los seres que ignoramos esto y nos dejamos arrastrar por el rechazo o el aferramiento Hago ofrecimientos reales o imaginados (visualizar ofrendas) Todo lo mejor que ha sido dicho, pensado o imaginado por los seres de todos los tiempos sirva para que cada ser reciba en este preciso instante lo que necesita y pueda librarse del sufrimiento, hasta llegar a la cesación total: la gran iluminación, el despertar. Puedan, puedas, pueda… (2) Mantengo las Enseñanzas orales, escritas y no conceptuales, sabiendo que Incluso la Enseñanza del Buda ha de abandonarse Cuanto más la enseñanza errónea, sin sentido. Dejo cualquier acción que pueda causar daño Y practico la generosidad en cualquiera de sus aspectos para beneficio de todos los seres. (3) A los cuales dedico los frutos de esta práctica Que incluye todas las realizadas por mí, los demás, budas y bodisatvas de los tres tiempos. (4) Om, crece, soha Phe¡ Ah Tenzin Gueleg
(2) El espacio en su extensión y detalles (seres, lugares, formas…) es la deidad, mostrándose desde la interrelación y la compasión que, en la versión tradicional, están representadas por el dorje y la campana. Podemos potenciar los ofrecimientos recitando tres veces el mantra básico OM AH HUM, compuesto por las sílabas semilla (bidja) que representan la forma, el sonido y la mente naturales. (3) Evocamos el deseo de proteger el darma en cualquiera de sus aspectos, recitando estos dos versos del Sutra del Diamante que nos recuerdan el cambio y la impermanencia de todo fenómeno compuesto. Recordamos también la intención de no dañar a ningún ser, incluido uno mismo, y la práctica de la generosidad que, en último término, va más allá de cualquier comprensión. (4) La dedicación final de nuestro trabajo y su disolución en la naturaleza no-dual pudiera ser el comienzo de una sesión de meditación no conceptual…
De manera tradicional, esta plegaria se repite tres veces. COLOFÓN Quiero recordar el regalo de las enseñanzas y el inmenso beneficio recibido, gracias a la paciencia y generosidad de los maestros de todas las tradiciones que muestran el camino del despierto y de manera personal a: El monje budista Tenzin Gyatso, océano de sabiduría y compasión: El XVI Dalái Lama, Gueshe Logsan Tsultrim, Gueshe Tsering Paldem, Gueshe Tubten Chöden, Lama Zopa Rimpoché, Kyatbe Kentsur Jampa Yeshe, Vble. Lama Puntsok, Vble. Lama Drugyu, Sangye Ñempa, Chögyal Namkay Norbu, Gueshe Jampa Tegchok, Ralo Rimpoché, Trulsik Rimpoché, Dondhup Rimpoché, El XII Gyalwan Drugpa, Kempo Chögyin, Kalu Rimpoché jr., Akong Tulku, Gueshe Jampel, Dagri Rimpoché, Sogyal Rimpoché, Vble. Chogye Trichen… y a través de sus escritos, grabaciones e imágenes, principalmente a: Dylgo Kyentse Rimpoché, El Vidjadara Chögyam Trungpa, Shunryu Suzuki, Lama Yeshe, Kodo Sawaki, Högen Yamahata … A todos ellos y a otros que mi frágil memoria no recuerda, el más profundo agradecimiento y mis mejores deseos de una mente abierta, clara y beneficiosa para todos los seres. Om mani peme hum José Alias
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COMENTARIO (1) Desde nuestra comprensión humana media, podemos observar habitualmente algo exterior, algo interior y el proceso resultante que incluye ambos. Así, en este adiestramiento, podríamos empezar por visualizar frente a nosotros a Buda Sakyamuni, que contiene todo el campo de méritos (budas, bodisatvas, arhats, ofrecimientos, etcétera) y a los seres de todos los tiempos, en forma humana, realizando esta práctica. Evocamos y tomamos refugio en esa energía externa. Invocamos desde esa aceptación, todos y cada uno de nosotros, a la triple joya y, finalmente, casi sin conceptos, nos fundimos con esa interrelación, convocando a las fuerzas descritas para comenzar esta actividad, desde la compasión y en vacuidad.
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Cómo te guían los budas
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...los budas tienen que manifestarse en apariencias ordinarias, las cuales se definen como aquellas que tienen defectos, porque no hay otra manera de guiarte directamente
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Lama Zopa Rimpoché
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Este es un extracto corregido de dos enseñanzas dadas por Lama Zopa Rimpoché: una del comentario al yoga del guru de Lama Tsongkapa impartida en Jinsui Farlin en Taipei en junio de 1996; la otra, de la motivación para la iniciación secreta de Hayagriva, que tuvo lugar en Sidney en marzo de 2000. Por cortesía de Lama Yeshe Wisdom Archives.
Incluso si el maestro, por su parte, tiene muchos defectos y pocas buenas cualidades, el discípulo tiene que mirar las buenas cualidades y no mirar los defectos. El discípulo entonces obtiene el beneficio de todas las realizaciones del camino a la iluminación. Incluso si el maestro tiene más buenas cualidades que defectos, si el discípulo solo se fija en los defectos y no en las buenas cualidades, verá solo defectos. Tomad el ejemplo del monje Legpai Garma, que sirvió al Maestro Buda Sakiamuni durante 24 años. A lo largo de todo ese tiempo estuvo con Buda constantemente, pero Legpai Garma no veía ninguna cualidad porque solo miraba las faltas y nunca las buenas cualidades. Vió a Buda solo como un mentiroso. Lama Tsongkapa explica dos técnicas para usar los defectos que se ven en el maestro para desarrollar tu devoción. Una técnica es pensar que las faltas que ves en el maestro son simplemente la visión de tu propia mente impura; la otra es pensar que este aspecto se ha manifestado intencionadamente para beneficiarte, para guiar tu iluminación. Como se menciona en La esencia del néctar, hasta que tu mente es separada del karma impuro y de los obscurecimientos, incluso si cada buda individual sin excepción apareciera directamente frente a ti, no podrías verlos como el Buda; todavía habrías tenido solo tu visión ordinaria presente, la cual es la proyección de tu presente ordinario, de tu mente impura. Cuando ves un defecto en tu maestro, debes pensar que es la visión de tu propia mente impura. Cuando piensas de esta manera, notar las faltas no te hace perder tu devoción, la esencia del sendero de la iluminación. Hay muchas cosas que tu mente no puede ver o que comprende de una manera que es opuesta a la realidad. Además del
hecho de que no puedes juzgar el nivel de realizaciones de nadie, no puedes ni siquiera ver tu propia cabeza por detrás. No tienes el poder mental ni para ver tu propia cara sin tomar refugio en un espejo. Y no puedes decir qué va a pasarte en el futuro, incluso dentro de un momento. No ves siquiera fenómenos transitorios como impermanentes, cambiando hora a hora, minuto a minuto, segundo a segundo. Los entiendes como permanentes. También, concibes el placer samsárico, que es solo sufrimiento en su naturaleza, como pura felicidad. Consideras este cuerpo samsárico, que solo es sufrimiento en su naturaleza y que contiene muchas substancias sucias, como puro y limpio. E incluso aunque todo, incluyendo yo, acción, objeto, está simplemente designado por la mente, no lo ves de esa manera; todo te parece ser solo existente de forma inherente. Vives continuamente con este concepto equivocado de que todo es real, como parece ser. Además de tener visiones alucinadas, ni siquiera ves muchos aspectos de la realidad. La totalidad de la existencia está llena del Buda. No hay lugar donde no esté el Buda; no hay lugar que no esté lleno de la sagrada mente del Buda, además del cuerpo sagrado del Buda. Hay innumerables budas alrededor de ti ahora mismo, pero no los ves. ¿Por qué no ves esos incontables budas? Porque tu mente está oscurecida. Tu contaminado karma obstaculiza que los veas. Por una razón similar, no ves a tus maestros como budas. La única manera de que los budas puedan guiarte a la iluminación es manifestándose en formas ordinarias, lo que significa que tengan defectos, experiencia de los sufrimientos de nacer, vejez, enfermedad y muerte, que cometan errores en sus acciones, que se involucren en karma ne-
narias, con defectos, que concuerdan exactamente con el nivel de tu mente impura. Esta forma ordinaria, a la que puedes ver y con la que puedes comunicarte, conviene a tu mente impura. Es solo desde esta forma ordinaria desde la que puedes recibir guía en forma de votos, transmisiones orales, comentarios, iniciaciones o instrucciones personales. Manyusri, Tara, Buda Maitreya, el Buda Sakiamuni, y todo el resto de incontables budas están trabajando para ti, guiándote, pero no puedes verlos en esa forma. ¿Cómo te están guiando? Los innumerables budas, pasados, presentes y futuros, están guiándote a través de cada una de estas apariencias, que tienen aflicciones y sufrimiento y cometen errores en sus acciones. Mostrando este aspecto ordinario y llevándote a la iluminación, tus maestros son increíblemente bondadosos y valiosos. Continuad desarrollando la devoción que ve al maestro como a un buda considerándolo como un buda y la consideración que viene a través de recordar la bondad del maestro. El énfasis aquí no está tanto en el respeto externo como en el respeto desde el corazón. Esta meditación también se convierte en parte del recuerdo de la bondad del maestro. Con la técnica especial de Lama Tsongkapa, más que hacerte perder tu devoción, tu visión de los defectos en el maestro puede llegar a ser una poderosa causa para desarrollar la de-
voción al maestro, el fundamento del camino, y de este modo lograr las realizaciones. Lo que también te hace recordar la bondad especial de tus maestros, porque sin depender de estos aspectos, ningún buda puede guiarte a la iluminación. De este modo, sientes aprecio cuando piensas en cada aspecto humano del maestro, aun cuando tenga defectos. Y eso te lleva a reflexionar: “En mi vida, este aspecto es el más importante y el más valioso. Me libera de los océanos de sufrimientos samsáricos permitiéndome materializar el camino y me libera de cada impureza, burda o sutil, y así me posibilita completar los dos tipos de mérito. Hacer esto me conduce a la completa iluminación, de modo que así seré capaz de iluminar a otros innumerables seres sensibles”. La conclusión es que tu visión del maestro o la maestra como un ser ordinario no significa que de hecho sea ordinario. Después de un extenso análisis, resuelves: “Este maestro es Buda”. Después de transformar tu mente en esta devoción al maestro, mantienes tu mente por algún tiempo en inalterable meditación en ello. Si es posible, debes hacer esto por la mañana, cuando medites en el lam-rim, entonces trata de mantener la experiencia durante el resto del día. Esta es la mejor manera de asegurarse un rápido y estable desarrollo de la realización de la devoción al maestro.
cuadernos de budismo. Invierno 2012
© Lama Yeshe Wisdom Archive
gativo. Si los budas se manifestaran en una forma inferior a la que ves ahora, como en una forma animal, sería difícil para ti reconocerlos, comunicarte con, o recibir enseñanzas de ellos. Tu mente está tan engañada, u oscurecida, que no tienes el karma para ver una apariencia sin faltas. Tu mente no es lo suficientemente limpia como para ver cualquier apariencia que sea más pura que la que ves en el momento. Por eso, los budas tienen que manifestarse en apariencias ordinarias, las cuales se definen como aquellas que tienen defectos, porque no hay otra manera de guiarte directamente. Se tienen que manifestar como algo que puedas ver, que concuerde exactamente con tu nivel de mente, de modo que puedan darte su guía directa a través de enseñanzas, consejos u otros métodos. Esta apariencia ordinaria es la única que puede darte orientación directa. A través de la comunicación contigo, puede evitar que nazcas en los reinos inferiores, liberarte del samsara y hasta del nirvana inferior, y, liberándote incluso de los oscurecimientos sutiles, llevarte a la iluminación. Esta apariencia ordinaria presente es la única que puede guiarte directamente a la iluminación. Esta apariencia ordinaria se convierte, por tanto, en lo más valioso en tu vida. Tus maestros presentes son inimaginablemente bondadosos manifestándose en estas formas ordi-
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