1 Preparación
Dentro de la preparación hay seis apartados: – – – –
Vivir en un sitio adecuado. Tener pocos deseos. Estar satisfecho. Tener pocas actividades. Hay que abandonar la mayoría de ellas. – Tener una moralidad pura. – Abandonar los conceptos erróneos. 1.- Vivir en un sitio adecuado. Decir que se va a meditar en calma mental en la Plaza Mayor o en la Gran Vía es imposible de cumplir, o en un bar, o en el Corte Inglés…, no son lugares adecuados. El lugar adecuado es el que permite cubrir 27
las necesidades básicas de agua, comida, gas, luz… Si vives en un sitio muy alejado de donde haya agua ya no podrás meditar, pues hay que dedicar muchas horas para conseguir el agua. Sería adecuado un lugar que permita cubrir las necesidades elementales con facilidad. Además, estas necesidades primarias tienen que ser obtenidas de forma correcta. No serviría una comida que hubiera sido robada u obtenida a través del engaño. Lo correcto es que el sustento sea obtenido por tus propios medios o que alguien te lo ofrezca. Es bueno que los maestros, alguien que tenga realizaciones, bendigan la casa donde vayas a meditar. A veces es imposible obtener la bendición de un maestro cualificado, entonces, hay que atender a que el lugar no tenga malas energías por acciones negativas que se hayan cometido en dicho lugar donde no se hayan producido escisiones de la sanga. En estos sitios es muy difícil obtener realizaciones. Es muy importante que entre los miembros de la sanga haya una relación muy clara. Pueden pasar muchas cosas a lo largo de la vida diaria pero debemos ir con motivaciones muy claras y tratar de no dividir a la sanga, y si con algún miembro de la misma hay una relación no muy buena es fundamental tratar de mejorarla. Esto 28
es muy importante dentro de la sanga. Estamos acostumbrados en nuestra vida diaria a pensar que somos muy listos e inteligentes si podemos separar a dos personas, lo cual es muy peligroso pues puede influir en la práctica del darma. Siempre tenemos que intentar que una pareja o amigos se unan en vez de separarse. En un lugar en que la sanga está dividida no es bueno meditar. Cuando se tiene que decir algo hay que cuidar las palabras pues pueden provocar enfados y éstos pueden ser causa de división. Aunque sean palabras verdaderas hay que tener sabiduría para que no parezca una crítica y evitar así malentendidos. Si algo no se debe decir no hay que decirlo. También es importante que alrededor de la casa no haya animales salvajes, que puedan crear una situación de peligro. Que tampoco haya ladrones, ni espíritus, ni demonios, ni monstruos…, que sea un lugar tranquilo. Es por ello que el lugar es importante. Puedes pensar que no tienes miedo pero cuando alguien te molesta interrumpe tu meditación. Si notas que hay un espíritu o naga (seres mitad espíritu mitad animales que viven en el agua) en el lugar en el que meditas tienes que tratar con delicadeza a esos seres, y con suavidad intentar 29
cambiar su motivación. Hay muchas formas de realizar esto, pero siempre con suavidad y bodichita, intentando ayudarles y transformar su intención. También es importante que haya buen tiempo, ni mucho frío ni mucho calor, aunque hoy en día con el aire acondicionado se puede paliar, sin embargo, hay lugares que no sientan bien y te pones enfermo en ellos. Todo esto es la explicación acerca del lugar donde vivir. Luego, por lo que respecta a los compañeros, para los principiantes no es bueno meditar en completa soledad. Hasta que no se llega a un nivel alto de tantra no es bueno vivir aislado de los hombres, pues se necesitan compañeros que te den apoyo. Puedes caer enfermo y, si estás muy aislado, sería difícil recibir ayuda de amigos o compañeros. Además, los compañeros deben tener cierta sintonía, pues si no están de acuerdo en sus pensamientos pueden surgir conflictos. Es bueno que compartan las mismas preferencias de comida, bebida, lugares… Tampoco es bueno que ninguno sea muy peleón ni demasiado curioso. De este modo habrá menos charlatanería y más calma. Si los compañeros de meditación tienen estas cualidades, será mejor. 30
Ha de ser un lugar muy tranquilo y que durante el día no haya ruido de humanos ni durante la noche de perros ni de agua… como en Sierra Nevada, que no se oye ningún ruido. Tiene que ser un lugar parecido. Es importante disponer de un cojín adecuado, ni muy blando ni muy duro. Tener los textos que necesites para la práctica es también importante, por ejemplo comentarios sobre la calma mental. 2.- Tener pocos deseos. Es muy parecido tener pocos deseos y estar satisfecho. En nuestra vida mundana siempre tenemos necesidades. Cuando observamos a una familia rica vemos que casi todo el año está cambiando…, primero es construir la casa, luego viene la decoración, después cambiar el sofá, la nevera, luego el coche… Tienen muchos deseos y necesidades. Siempre les falta algo. ¿Entonces, cómo hay que vivir? Los lamas que viven en los monasterios tienen pocas necesidades: una taza grande de madera, un juego de ropa (dos hábitos ya es mucho), un cajón para colocar sus textos y que se puede utilizar también como altar y unas zapatillas. El tener además unos zapatos ya es un lujo. Las za31
patillas son suficientes, pues son más fáciles de quitar al entrar en la gompa o en la casa. Se duchan cogiendo agua con la taza y echándosela por encima. Eso hacíamos cuando éramos pequeños. No había agua caliente ni tuberías, había un grifo para cincuenta o cien monjes que se ponían en cola y cogían agua y se iban a lavar; tampoco necesitaban toalla pues se secaban con el hábito. Para dormir si tienen manta, bien, y si no la tienen, se tapan con el manto. En el sur de India no se utiliza como manta, pero en Tíbet sí, incluso puede servir de cojín de meditación y como saco para dormir. En el monasterio, durante el día, el manto se usa normalmente y durante la noche se usa para dormir, pues es grueso. Son pocas las necesidades, no se necesita mucho. Mi maestro Kensur Rimpoché, ex Abad del Monasterio tántrico de Gyuto, el reverendo Nyari Gen Lobsang Tempa, llevaba un hábito desde cuando vivía en el Tíbet, al que iba poniendo parches cuando se rompía. Eran tantos que al final no se podía ver el original, pues todo estaba tapado con parches. Sin embargo, él tenía grandes logros espirituales, era un ser superior. Por la noche no tenía luz y tenía que leer con incienso, acercándolo a los textos, pues en Tíbet no 32
había luz ni velas, sólo lamparillas de aceite. Sin embargo, para comprar aceite había que desplazarse muy lejos y tampoco tenían dinero. Pero incienso sí tenían en el monasterio y lo podían usar. Además, de esta manera no molestaba a sus vecinos. 3.- Estar satisfecho. Hay que tener pocas necesidades. Con lo que se tiene hay que estar satisfecho. Si tenemos una casa siempre decimos: ¡Ah, hay algo roto, tengo que comprar otro! ¡Ah, no me gusta el color, necesito el color rojo que es el que me gusta! Esto es estar insatisfecho. Lo que tienes ahora es lo que tienes que utilizar. Esta es la diferencia entre tener pocos deseos o estar satisfecho: es muy parecido pero hay una pequeña diferencia. Si tienes muchos deseos y muchas necesidades no estarás satisfecho y dedicarás el tiempo a buscar esas cosas. Primero necesitas mucho y compras cosas, luego no es suficiente y hay que cambiarlas. No obstante las necesidades primarias sí hay que cubrirlas. 4.- Tener pocas actividades. Si tienes muchas actividades no puedes meditar. Pongamos el ejemplo de una persona que se dedica a 33
los negocios y dice: “Voy a meditar en vipásana o en shamata diez días, para relajarme”. En realidad, no podrá meditar si está esos días pensando en lo que se tiene que comprar o en las cosas que tendrá que hacer cuando acabe la meditación, como escribir, escuchar la radio, ver la televisión, pasear, etc. No podrá meditar si está todo el día acordándose de estas cosas. Tiene que abandonar las actividades no sólo del cuerpo y de la palabra, también tiene que abandonar las actividades de la mente. Durante la meditación hay que abandonar todo tipo de actividades. Hay una historia de dos maestros ñingmapas que meditaban en sendas cuevas y uno le escribía en broma al otro: “Tu cuerpo parece un trozo de carne robado y por eso está escondido en una cueva, pero tu mente se parece a un perro callejero que está paseando por el mundo”. Si vas a practicar la concentración del shamata, tienes que abandonar la astrología, las medicinas, hacer mom (sistemas de adivinación), incluso, en la cultura tibetana los monjes que hacen puyas o rituales, como agradecimiento, en los pueblos que les ofrecen comida también tienen que dejar esta actividad, así como escribir, etc. 34
Había dos maestros en Tíbet muy reconocidos, Butoen y Lama Dampa, que poseían un nivel muy alto. Un espíritu llamado Guelpo Pekar les ofreció una especie de pluma antigua pero que estaba hechizada o mal bendecida. Los dos maestros pasaron toda su vida escribiendo cartas astrológicas con ella, lo que supuso un obstáculo para su Iluminación. Habían pasado su vida escribiendo en vez de meditando. Los seres superiores también pueden ser influenciados por obstáculos. Había otro maestro del Adiestramiento mental, Guelse Tögme Sangpo que siempre meditaba en bodichita, amor y compasión, por lo que aquel mismo espíritu no pudo engañarlo ni perturbarlo y alcanzó la Iluminación en esta misma vida. El tiempo de shamata debemos dedicarlo sólo a eso; el resto de las actividades las tenemos que abandonar. Hay que dedicar todo el tiempo a tratar de concentrarse, menos el tiempo del aseo, de comer y de dormir. Si estás una semana en una cueva meditando en shamata y luego te vas a la playa dos días, al volver de nuevo a meditar se habrá perdido todo lo que hubieras conseguido y tendrás que empezar de nuevo hasta que consigas la realización de shamata. 35
Tienes que meditar continuamente hasta que obtengas esta realización. Es como el ejemplo de encender un fuego: primero hay que prender una astilla y hay que soplar continuamente hasta que coja fuerza, ya que si dejas de soplar se apaga totalmente. 5.- Tener una moralidad pura. Mantener la moralidad es la base de todas las cualidades. Sin una moralidad pura no se puede obtener la realización de shamata. Para las personas laicas la principal ética o moralidad sería la de abandonar los diez actos negativos. Para los monjes y monjas se añadirían además los votos de bodisatva o los de tantra, más los propios de novicios o monjes que deben mantener de forma muy pura. 6.- Abandonar los conceptos erróneos. Hay que abandonar los deseos a los objetos o a las personas. Si tienes estos deseos, siempre te acordarás de ellos. Es como el ejemplo de algunas personas que cuando pasean por un gran mercado y ven un objeto muy bonito que no pueden comprar porque les falta dinero, después se dedican durante mucho tiempo a pensar en ese objeto. 36
De igual forma hay que abandonar los objetos de aversión. No se puede estar pensando en la persona que te pegó o insultó o te dijo una cosa y te dió mucha vergüenza…, hay que olvidar estas cosas, pues de lo contrario meditar es imposible. Tampoco es correcto pensar: “voy a meditar en shamata pues así conseguiré clarividencia y poderes milagrosos y la gente me respetará, tendré mucho dinero y viviré estupendamente”. Este concepto es completamente erróneo. Si cumplimos correctamente todos los puntos de la preparación podríamos obtener la calma mental en seis meses.
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Tritul Rimpoché (1977 campo de refugiados de Mundgod, India) es reconocido como la reencarnación de un importante lama tibetano. Ha sido educado en el reconstruido monasterio de Ganden en el sur de la India. Desde 2004 reside y da clases de meditación budista en Sevilla.
Las instrucciones basadas en la consecución de la Serenidad Mental son parte sustancial de las enseñanzas del Buda. Las técnicas de concentración aportan a quien las pone en práctica calma y serenidad además de una atención más consciente para vivir plenamente. Es por ello un adiestramiento de gran eficacia para mejorar nuestras actitudes, relaciones y manera de ser. En este texto el autor nos ofrece una presentación breve, accesible y asumible sobre los aspectos principales de dicha práctica sin dejar de advertirnos de los inconvenientes que representa nuestra excesivamente atareada y distraída vida mundana y las expectativas poco razonables con las que solemos iniciar nuevas andaduras. Según Tritul Rimpoché para hallar soluciones a los problemas de nuestra vida cotidiana debemos ahondar en nosotros mismos con la ayuda de los consejos del Buda sobre cómo adiestrar, madurar y despertar la mente. ISBN: 978-84-96478-42-8