Tira y afloja Imagínense qué ocurriría si cogiera seis trozos de cuerda y atara con ellos a seis criaturas, una serpiente, un cocodrilo, un pájaro, un perro, un chacal y un mono, y luego con todos los extremos sueltos de esas cuerdas hiciera un gran nudo... y soltara el nudo. ¿Qué cree que ocurriría? Cada uno de esos animales tiraría en una dirección diferente tratando de volver a su lugar favorito. La serpiente reptaría a cobijarse en su guarida, el cocodrilo tiraría para el río, el pájaro volaría hacia el cielo, el perro se encaminaría al pueblo, el chacal al osario y el mono se escabulliría hacia los árboles. ¿Pueden imaginarse tal escena? El Buda cuenta esta historia xxvii para ilustrar el estado de una mente indisciplinada, en donde cada uno de los seis sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto y mente) es atraído a su propio domino y a su acostumbrado comedero en busca del placer. Él describe esta situación como vivir con una mente limitada, en donde una persona no tiene libertad de ningún tipo. La solución que él ofrece es clavar un poste en el suelo atravesando el nudo central, amarrando al sitio de esta forma a los seis animales. El poste es una manera de designar a la atención plena, de la que se dice es el medio para lograr alcanzar la libertad. ¿Cómo puede ser eso? Sin duda pone del revés nuestras nociones comunes sobre la libertad y propone algo que va totalmente contra la intuición, si no es inequívocamente paradójico. Nos consideramos normalmente libres sólo cuando hacemos lo que queremos y consideraríamos estar atados a un palo como la peor clase de cautiverio. Pero consideremos la imagen con un poco más de detenimiento para tratar de desentrañar lo que el Buda tiene en mente aquí. Cada una de estas seis criaturas se siente libre si puede ir donde quiera, pero de hecho cada una de ellas está sujeta de varias formas. En primer lugar, está por instinto compelida a perseguir el placer y evitar