Este pequeño gran libro, que nació de un conjunto de charlas sobre cómo vivir una vida espiritual comprometida con nuestra época, constituye un verdadero regalo de sencillez, aliento y autenticidad. Su autor nos convoca aquí y ahora a plantearnos con profundo pragmatismo qué es lo que realmente funciona para liberarnos del sufrimiento Joseph Goldstein es y transformarnos a nosotros mismos y al co-fundador de la mundo que nos rodea. En él late firme la Insight Meditation fuerza de la sabiduría universal: sus palabras Society de Barre, nos inspiran, sus anécdotas nos conmueven y Massachusetts donde las citas magistrales que incluye y desarrolla es uno de los maestros nos invitan al descubrimiento de la verdad. En residentes. Autor de suma, y hablándonos de corazón a corazón, One Dharma: The nos conduce a la certeza de nuestro propio emerging Western potencial e ilumina el camino, los principios Buddhism; Meditación y el método para el extraordinario viaje en Vipásana, la práctica el que acogiendo nuestra realidad tal cual de la libertad y La es llegamos a encontrar, reconocer y nutrir Experiencia del la semilla interior que todos, budistas y no Conocimiento Intuitivo. budistas, creyentes y descreídos, atesoramos Imparte charlas y en nuestro interior y cuyo florecimiento conduce retiros por todo dotará de verdadero sentido a nuestras vidas y el mundo. alumbrará la hermosa esencia de lo que somos. ISBN: 978-84-96478-49-7
Un corazón pleno de paz
Amor, compasión y paz: estas palabras están en el corazón del empeño espiritual. Aunque vibremos de modo intuitivo con su significado e importancia, para la mayoría de nosotros, el desafío es cómo encarnar aquello que sabemos: cómo transformar esas palabras en práctica viva, palpitante. En estos tiempos de conflicto e incertidumbre, no se trata de un ejercicio teórico. La paz en el mundo empieza en nosotros. En las páginas que siguen, exploraremos diferentes caminos que nos permiten manifestar esos valores en el mundo como acción sabia y capaz. Estas enseñanzas están basadas en las tradiciones budistas de Oriente, pero la característica que las define no es oriental u occidental, sino más bien su alianza con el pragmatismo y una pregunta muy sim13
ple: “¿Qué es lo que funciona?”. ¿Qué es lo que funciona para liberar la mente del sufrimiento? ¿Qué es lo que funciona para generar la compasión de corazón? ¿Qué es lo que funciona para despertarnos de la ignorancia?
A la sombra del cerezo en flor, no hay nada que resulte un extraño. ISSA
Este pragmatismo también ilumina una cuestión tan vieja como el mundo que continúa asediando a todas las tradiciones, religiosas o no: ¿cómo podemos mantener profundas diferencias de enfoque en un contexto más amplio de unidad, más allá de la discordia y el antagonismo? La respuesta es de vital importancia, ahora especialmente, cuando vemos al arco completo de las tradiciones religiosas en violento conflicto unas con otras. Amor, compasión y paz no pertenecen a ninguna 14
religión o tradición. Son cualidades en cada uno de nosotros, cualidades de nuestros corazones y de nuestras mentes.
SEAN TODOS LOS SERES FELICES Tanto la palabra sánscrita maitri como la palabra pali metta significan “amor incondicional” o “cuidado amoroso”, y aluden a una actitud de cordialidad, buena voluntad y generosidad de corazón. Cuando estamos llenos de amor incondicional y de un sentido del cuidado amoroso, tenemos un deseo muy sencillo: que todos los seres sean felices. Esta clase de amor tiene muchas cualidades que lo distinguen de nuestras experiencias más comunes de amor mezclado con deseo o apego. Fruto de la generosidad profunda, metta es cuidado y benevolencia que no busca el beneficio propio. No pretende nada a cambio o por reciprocidad: “te amaré si me amas” o “te amaré si te portas de una cierta forma”. Como el amor incondicional nunca se asocia con lo que resulta dañino, siempre surge de la pureza de corazón. Uno de los aspectos diferenciadores de metta es 15
que no hace distinciones entre los seres. Cuando sentimos amor mezclado con deseo, este sentimiento siempre está limitado a un número de personas. Podemos amar y desear a una persona, o quizá a dos o tres al mismo tiempo, o puede que a varias sucesivamente. ¿Pero alguien de este mundo desea a todos los seres? En cambio el amor incondicional es extraordinario precisamente porque puede abrazar a todos; no hay nadie que quede fuera de su campo de acción. Esa es la razón por la que cuando nos encontramos con personas que han desarrollado esta capacidad en grado sumo, el Dalai Lama por ejemplo, apreciamos su formidable benevolencia para con todo el mundo. El amor incondicional es un sentimiento que bendice a los demás y a uno mismo con un sencillo deseo: “sé feliz”. Qué bien expresa este sentimiento sin reservas el poeta japonés Issa: “A la sombra del cerezo en flor, no hay nada que resulte un extraño”.
Hago de mi mente mi amiga. POEMA SAMURÁI JAPONÉS 16
Aunque no siempre podamos vivir en un estado estable de sentimiento amoroso, a través de la práctica podemos aprender a pulsarlo muchas veces al día.
LA PRÁCTICA DEL AMOR INCONDICIONAL PARA CON UNO MISMO
Una manera de desarrollar y fortalecer metta en nuestro interior es mediante la siguiente práctica específica de meditación, en la que empezaremos extendiendo los sentimientos amorosos hacia nosotros mismos. Es muy simple. Primero, siéntate en una posición cómoda, y teniendo presente una imagen o sentido consciente de ti mismo, repite pausadamente mensajes de amor incondicional para ti: Que sea feliz, que pueda vivir en paz, que me libere del sufrimiento. Pronúncialos con éstos o con cualesquiera otros términos que reflejen sentimientos de atención junto a tus mejores deseos, una y otra vez. No lo hacemos como autoafirmación, sino más bien como expresión de un propósito de cuidado. Cuando repitas las palabras, concentra tu mente sobre ese propósito de buena vo17
luntad; crecerá poco a poco como una fuerza poderosa en nuestras vidas. Aunque la práctica es elemental, a veces puede ser extremadamente difícil. Cuando orientas tu atención hacia el interior y te envías tus mejores deseos, podrías encontrarte con una cantidad considerable de autocrítica o sentimientos de baja autoestima. En esas ocasiones, procede con delicadeza, como si estuvieras sosteniendo un bebé. Un verso de un antiguo poema samurái acierta a expresar esta parte de la práctica: “Hago de mi mente mi amiga”.
LA PRÁCTICA DEL AMOR INCONDICIONAL PARA CON UN BENEFACTOR
Una vez que hemos fortalecido los sentimientos de amor incondicional hacia nosotros mismos, enviaremos justo esos mismos deseos a un benefactor, a alguien que nos haya ayudado de algún modo en nuestras vidas. Podría ser uno de nuestros padres, un profesor o incluso alguien a quien no conocemos personalmente, pero cuya vida ha ejercido no obstante una positiva influencia sobre la nuestra. Una 18
mujer a quien estaba resultando difícil relacionarse con la práctica del amor incondicional comentó que se abrió al sentimiento de metta mucho más fácilmente cuando pensó en su perro, un ser que siempre le dio amor leal. Los benefactores pueden tomar formas diversas. En esta parte de la práctica, mantén presente la imagen o el sentido de esa persona (u otro ser) en tu mente, como si le estuvieras hablando directamente, y entonces dirige tu propósito de amor incondicional hacia él o ella: Que seas feliz, que puedas vivir en paz, que te liberes del sufrimiento. A menudo es más fácil esta fase que canalizar metta hasta nosotros, porque normalmente ya tenemos sentimientos cálidos y afectuosos por aquellos que nos han ayudado.
LA PRÁCTICA DEL AMOR INCONDICIONAL PARA CON TODOS
Después de un benefactor continuamos con otros grupos de personas. Enviamos nuestros mejores deseos a los seres queridos que nos son muy cer19
canos personalmente; luego a aquéllos que nos son indiferentes, con quienes no tenemos sentimientos destacados de ningún tipo; y luego a los “enemigos” o personas complicadas. Al final, enviamos amor incondicional a todos los seres dondequiera que estén. Es importante que recorras esta progresión a tu propio ritmo. No hay horario. Algunos grupos pueden ser más fáciles que otros. En el momento en que sientas que eres capaz de generar sentimientos genuinos de cuidado amoroso por un grupo, procede con el siguiente. Todo esto puede ser practicado intensivamente en la soledad de un retiro de meditación, en nuestra práctica diaria en casa, o incluso cuando estamos caminando por la calle o conduciendo al trabajo. En todos los casos, origina un cambio en nuestra manera de relacionarnos con el resto del mundo.
Que seas feliz, que puedas vivir en paz, que te liberes del sufrimiento.
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Haz un experimento: la próxima vez que estés haciendo un recado, en un atasco o haciendo cola en el supermercado, en lugar de preocuparte por adónde vas o por lo que tienes que hacer, simplemente tómate un momento para enviar tus mejores deseos a aquéllos que te rodean. Se produce, a menudo, una mudanza interior inmediata y muy pronunciada al sentirnos más conectados y más presentes. Al principio, cuando inicié la práctica de metta, tuve una experiencia muy reveladora acerca de mi mente y el modo en el que me relacionaba con los demás. En aquel momento estaba desarrollando amor incondicional hacia una persona neutra, aunque aún no estaba verdaderamente seguro de lo que significaba “persona neutra”. Mi maestro, Anagarika Munindra, sólo me había dicho que escogiera a alguien de mi entorno por quien no sintiera nada en particular, en ningún sentido. Estaba en India entonces, y había un viejo jardinero en el pequeño monasterio en el que me hospedaba. Le veía cada día, pero en realidad nunca había pensado en él de ningún modo. Sólo era alguien de quien me percataba al pasar. Fue muy desconcertante descubrir cuántas de esas personas había a mi alre21
dedor, seres por quienes no tenía otra cosa que un sentimiento neutral. Eso, en sí mismo, resultaba un descubrimiento esclarecedor. Así que cada día durante semanas, empezé a visualizar a aquel viejo jardinero en mi meditación, repitiendo frases del tipo “que sea feliz, que pueda vivir en paz, que se libere del sufrimiento”. Al poco tiempo empecé a sentir una gran calidez y afecto hacia él, y cada vez que nos cruzábamos mi corazón simplemente se abría. Supuso un importante punto de inflexión en mi práctica. Entendí que la consideración que alguien me merece es mi propia elección y que mis sentimientos no dependen en última instancia de la otra persona, de su comportamiento o de la situación. El jardinero se mantuvo tal cual era. No cambió lo que hacía o cómo se relacionaba conmigo. Pero gracias a la transformación de mi propia comprensión y práctica, mi corazón empezó a llenarse de sentimientos genuinos de benevolencia y cuidado.
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Este pequeño gran libro, que nació de un conjunto de charlas sobre cómo vivir una vida espiritual comprometida con nuestra época, constituye un verdadero regalo de sencillez, aliento y autenticidad. Su autor nos convoca aquí y ahora a plantearnos con profundo pragmatismo qué es lo que realmente funciona para liberarnos del sufrimiento Joseph Goldstein es y transformarnos a nosotros mismos y al co-fundador de la mundo que nos rodea. En él late firme la Insight Meditation fuerza de la sabiduría universal: sus palabras Society de Barre, nos inspiran, sus anécdotas nos conmueven y Massachusetts donde las citas magistrales que incluye y desarrolla es uno de los maestros nos invitan al descubrimiento de la verdad. En residentes. Autor de suma, y hablándonos de corazón a corazón, One Dharma: The nos conduce a la certeza de nuestro propio emerging Western potencial e ilumina el camino, los principios Buddhism; Meditación y el método para el extraordinario viaje en Vipásana, la práctica el que acogiendo nuestra realidad tal cual de la libertad y La es llegamos a encontrar, reconocer y nutrir Experiencia del la semilla interior que todos, budistas y no Conocimiento Intuitivo. budistas, creyentes y descreídos, atesoramos Imparte charlas y en nuestro interior y cuyo florecimiento conduce retiros por todo dotará de verdadero sentido a nuestras vidas y el mundo. alumbrará la hermosa esencia de lo que somos. ISBN: 978-84-96478-49-7