© de los poemas: Javier Sánchez Menéndez © de las fotografías: Jaime Sánchez Martín © Maquetación y diseño: Martín Lucía (mediomartin@yahoo.es) © de la ilustración de la portada: Raquel Eidem Blázquez y Martín Lucía ISBN: 978-84-942074-3-3 Depósito Legal: SE 7-2014 Está prohibida la reproducción total o parcial de este libro, al igual que su incorporación a un sistema informático, su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de la dirección del autor.
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Poesía En Tránsito Colección de poesía
Por complacer a mis superiores Volumen 17
Por complacer a mis superiores Javier SĂĄnchez MenĂŠndez Ediciones En Huida
…por complacer a mis superiores Soy capaz de pararme patas arriba. Nicanor Parra
Motivos (1983)
Siguen Siguen todos todos mis actos mis actos Siguen todos mis actos un control exhaustivo. Tienen siempre un principio, juegan un gran papel en la existencia y acaban todos, aquellos que pretendo.
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Javier SĂĄnchez MenĂŠndez
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Muerte en la catedral Hoy la vida se pasa en sueño apasionado sabiendo que mañana se irán los que quiero y ese querer ya roto no será traducido. Habrá queridos nuevos, y seré uno de ellos, y me querrán muchísimo pues siempre he sido bueno; y cuando marche en sueño triunfal por arbotantes nadie recordará que una vez existió un alma.
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Primeras lecciones Poco he descubierto Poco he descubierto del sentido en tu persona, pero los días son largos, unos más que otros, y en cambio sufro sabiendo que te irás como se fueron del parque las palomas.
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Javier Sánchez Menéndez
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Derrota y muerte a los hĂŠroes (1988)
UUnanavisita visitaaaLLuzbel uzbelenenotoño otoño Pocas veces he ido a visitar a Luzbel a su casa, y encendido el brasero, y hablado por mi boca. Pocas veces he hundido la muerte en este tronco y he llorado prudente por mi firme coraje. Era bello saber que cerca de tus venas, como pájaros mimbre o delicados hitos, la sangre de aquella ave toda vuela flexible y te acompaña cerca de la sombra de otoño, de la sombra en enero o en las lluvias oeste donde el milagro apenas cincela una alegría.
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Javier Sánchez Menéndez
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Giacomo Casanova Quiero ser un dios vivo muy sensible a la luz que con sus rayos domina infatigable los dĂas, los astros, los encuentros de marzo con la lluvia y las nubes. La tierra es misteriosa y el sol desciende entre la niebla y entre el atardecer tan solitario. En marzo te busquĂŠ por las orillas, por los patios de rosas perfumadas, por las cuestas e iglesias de los pueblos. Tuve que esperar mucho, que llegaran las tardes, las noches, demorar el silencio de las almas y palpar con mis manos
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ese blanco detalle que presentan los muros. Sólo la cal en piedra es un adorno, no contiene ruinas ni secretos, ella se muestra pura. Van cantando los pinos a sus troncos, las jaras en la tarde eran tus ojos que se ocultaban con el día. Yo lloré por tu rostro, por el ángel que tienes en ti misma, por esa indiferencia de tus manos que se apagan en marzo como nadie. Ahora la lluvia roza los cristales, llama –como la luna blancaantes que el tiempo acabe, antes que la sonrisa apagada que posees se detenga en las calles que no reconocimos,
antes que una mano de amor consuele la amargura de mi llanto. Chopin, El Veronés, las Carreras de Ascot, el cielo que contemplo; vuelan pájaros camino de la luz, la sombra. Sólo tu amor y el agua.
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Javier Sánchez Menéndez
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Polémica Fiestaydeexpectación cumpleaños Suelo llevar encima algo a los entierros, llevar tu sombra siempre pegada a los talones, sentir tus pasos siempre. Ilusionarme a veces de tu mensajería es eso, ilusionarme. Se ha evaporado el amor de mis sentidos.
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En GEalia n GNalia arbonense Narbonense Vindex, 68 d.C., en Galia Narbonense Galba puede morir tras la sublevación. El cielo era el espejo del aire tras el monte, la noche de Nerón era otra Roma; y pude estar junto a ti, el cielo se hizo Bética en sus claros y la noche tembló de malestar por nuestro encuentro. Confíscame los bienes –repetíasy yo no firmo autógrafos ante cuatro legiones, era la séptima y alguna otra del norte. Parece que el Danubio es el protagonista, un pasillo de césped te aguardaba, y sobre el suelo franco estuve sometido pensando en tu coraza, en tu caballo blanco
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Javier Sánchez Menéndez
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que apareci贸 muy pronto con aquel cuerpo herido sobre el lomo cansado y fr谩gil de la muerte. No quise adivinar que era tu imagen.
El violĂn mojado (1991)
OAcurre licia ena veces las ciudades Ocurre a veces que al llegar a tu casa siento algo interior que me remueve, que se consume e ilumina con la muerte, como el cuerpo y su forma desdibujada, como lo infinito que va dentro de mí pero que fuera es limitado pues todo es apariencia, no te engañes con llantos absurdos, con voluntades divididas y huellas, porque vivir es temblar al sentir que voy llegando a tu casa, que me esperas asomada al balcón reflejando el cabello con la primera luz, con el primer acierto, con el primero suspiro, con el primer cansancio por estas infinitas escaleras
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Javier Sánchez Menéndez
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que me acercan a tu casa; y siempre pasa igual, no ocurre a veces, pero llego a tu casa.
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