De la vida que acontece en estĂo
De ayeres y ahoras est谩n mis versos llenos, de origen, mas, sin final.
Zaida Giles de Quir贸s
Agradecimientos A mi hermana Laura, Hada Madrina e impulsora de traducir algo más que lenguaje. A mi esposo amado e hijos Pau y Victor, frutos de ese amor quienes a veces entendiendo, otras sin entender fueron paisaje que habitar entre poemas. A Edgardo Benitez quien desde mi mismo vuelo enlazó sus alas, aproximó aires nuevos y con ello, desplegó mis alas sin límites.
Prólogo Hablar de la poesía de Maritxé Abad i Bueno i Bueno, es hablar de un acontecimiento de la naturaleza simple y hermoso. Es ahondar en las claras y llanas planicies del arte, lugar que está consagrado a pocos. No solo por la forma sobria, precisa, sino por la perfección que captura en su fondo, acompañando la madura reflexión que abre el sentimiento del lector y lo dejalo alinea- en franca armonía con el cosmos. ¿Acaso no es la función de la poesía? Armonizar con el todo por medio de las letras, de la búsqueda de la verdad. En este hermoso poemario, Maritxé Abad i Bueno i Bueno, nos adentra en esa andanza natural de los humanos, de los instantes que hemos intentado acercar la Filosofía a la Poesía. Extraña condena la nuestra: tener la sapiencia como regalo póstumo de la vida. Hoy, me doy este baño divino, leer una vez más “DE LA VIDA QUE ACONTECE EN ESTÍO” y pensar que tengo ganado el cielo jugando con nubes entre mis manos. Edgardo Benítez El Salvador, 2015 13
Mediterrรกneo sombra y luz
Del Mar y sus secuelas I Turquesa risa, eres de espuma y piedras la más amada. II Tan solo en tu paz soy pez y regocijo aún con ausencias. III Soy piedra frágil: en tus labios resido con mi cadencia. IV Arena de oro, invado de amor tus pies y no me extrañas. 17
V Y te regresas: de aguamarina tienes el pensamiento.
Remembranzas Fiel Jardinera fuera de tiempo sesgo las hojas muertas que me crecen, libero de mi paisaje las verdes ramas del jazmĂn que me aroman. De los lirios, cerceno hasta los pies y mientras lo hago bendigo los hermosos frutos que brotan y cada febrero me iluminan. Fiel al jardinero que soy por la sangre de mi padre, rezo una oraciĂłn y reverdece mi amor por la naturaleza que respiro.
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MaritxĂŠ Abad i Bueno
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Reconstruir Paisaje añorado entre tomates y terrazas. cotidiana estampa de antenas y depósitos: aroma de la niñez en mi retina, mirada ancestral, temblorosa en el cuerpo que me habita. Presta voy a reconstruir la geografía que soy cuando a ti vuelvo.
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Me perteneces Mil flores en mi cabeza trenzadas me convertían en tu princesa, Papá. De nuevo regresaste conmigo a nuestros años de risas: ¡eras tan joven y tus ojos de Mediterráneo nítido, tu piel de miel entre mis brazos...! Así permanecías en tu lecho de muerte, al paso de otra vida que aún me pertenece.
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Maritxé Abad i Bueno
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Hoy solo un letrero se distingue: SE VENDE. ¡Cuánta algarabía hoy sorda, cuantos juegos detenidos, viajes a por agua a la fuente, arcos y flechas construidos escucho al dejar mis pisadas en la casita de siempre... la misma que guarda el amor de nuestros años de júbilo con los abuelos, los primos, papá, mamá, los hermanos: era un amor diferente! Hoy, solo un letrero queda de aquella vida tan plena. ¿Quien comprará las vivencias de esa casa que se vende, de la casa de aventuras donde aprendimos con todo a ser valientes? Dos lágrimas quedan prendidas en mi rostro hoy silente.
Brisa de infancia Sombra de aquellos pinos bajo los cuales, de niña, dormía y soñaba. Ramas que fueron brazos y alas para alzarme y volar con mis hermanos y hermanas. Mullido el cuerpo pequeño sobre el lecho de pinaza creí vislumbrar ayer entre el hormigón que ahora sirve de manta. Viento apagado hoy: ni brisa, ni risas, ni sueños... nada se mece al compás: solo yo que imaginé hermosas horas de infancia.
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Sombra y luz La nogala cree en Dios creador de todo lo vivo, incluso de quien nos deja su Ăşltimo abrazo prendido y regresa a la morada eterna.
Todo amor Todo y nada a mis espaldas. delante, la vida. dentro, solo amor: TODO AMOR.
Viene de... ¿De dónde viene Zaida? Acá los restos de su morada de tantos siglos de argamasa. Viene de voces d’Espadà que siguen hoy entre almendros acariciando su recuerdo.
Tu son ¡Canta, campanilla, canta, enciende tus colores de azules, enreda mi aliento de verde y vísteme que al salir a la calle todos sepan que las piedras collares son que acicalan: mi piel conoce tus matices, mis oídos, tu son!
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Maritxé Abad i Bueno
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Del amor y sus secuelas Tres rostros, tres fundidos en uno solo: fortuna de acá, cariño a manos llenas -madre, hija, nieta-, cuido, respeto, enseñanza y siempre, siempre, aprendizaje con amor de fondo.
Pilares Amados pilares fieles que acompañáis mis pisadas de tierra, de fuego y viento: ¡seguid a mi lado, os imploro, no alejéis vuestra mirada del paisaje que me ocupa más allá de las entrañas!