Cualquiera o el mar
A Pepe Lobato y Eva Lobato, mis hijos A RocĂo GonzĂĄlez, su madre y mi mujer
Definición Hay un dios en las entrañas, rotas en un grito, denso, viejo, como el tiempo, o quizás más, anterior a él y a todo. Desgarro hiriente, suerte de pálpito sin compás, ovillado en el centro mismo, y huele y ve, y pesa. Palpable, tal barro frío y ponzoñoso, veneno que alimenta los canales. Muge, cambiando de forma y de estrategia. Hay una bestia que no duerme. 11
País de Agua
(Para R.)
Pequeño país de agua. La orilla de tus límites marca un territorio nocturno, las sombras anidan por los rincones, y a cada paso la impresión de que naces a cada instante. Oscura metáfora del silencio. En esta región del sueño las colinas ciegas añoran un amanecer de luz, ésa que sólo tienen los reinos por descubrir, esos que jamás existieron. (Lo sé porque yo estuve allí). eeh
José Luis Lobato Díaz
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Una tarde en las afueras Ya están ahí. De nada me servirán estas ramas, encogerme, el color de mi piel o salir, de nuevo, huyendo. Si han llegado hasta aquí es porque no van a detenerse. Tienen la presa donde querían. Nadie va a salir en mi ayuda, las ventanas seguirán cerradas, detrás, la luz encendida. El tráfico no se detendrá. En las afueras, estamos ellos y yo. Llegará un minuto en el que no sienta nada. Otros me lo contaron. Antes, una jauría caerá sobre mí. 15
A estos perros les gusta la carne poco hecha, salada y humana.
Diecisiete preguntas Esta gente que veo todos los dias Por la calle, ¿vive allá? Bernardo Atxaga
Cuando habláis, ¿cómo lo hacéis? ¿tenéis una lengua que yo pueda manejar? Si me atreviera, ¿qué término usaríais? viajero, desertor o extranjero. ¿Aumentan las posibilidades de éxito? ¿hay vuelta atrás? ¿se toca fondo? ¿os proporcionan cosas útiles? Me explico: papeles de colores, nueves y aros. ¿Qué sabéis de este lado? ¿cuánto cuesta una vida? y ¿ un metro cuadrado de silencio? ¿se encierran a los gatos? eeh
José Luis Lobato Díaz
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allí, ¿da lo mismo ocho que ochenta? o ¿ al ocho se le cambia por una cantidad superior? Si os digo, por ejemplo: fiebre, banderas, pan ¿me entendéis? ¿existe el miedo? ¿recordáis algo? Decid, ¿sois vosotros, aquellos a quienes veo todos los días por la calle?
Dos ciudades y una mujer (Para R.) Con una separación de años, en países diferentes, bajo una época de sequía extrema, yo he presenciado como dos ciudades, con una compartida esencia de niebla, se rindieron ante una mujer. No más de siete minutos, pero ambas empezaron a llover. Como un don, como un tributo, una suerte de rendición, una especie de reconocimiento entre iguales. Dos ciudades y una mujer bajo la lluvia. Me siento afortunado por conocer a las tres, y compartir mi vida con una de ellas. 19