Bistro - XI

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REVISTA DE POESÍA

EDICIONES O

BISTRÓ

ADELANTO EDITORIAL HUEVO DE AVESTRUZ, DE MIGUEL ÁNGEL ORTIZ POEMAS ARMANDO SALGADO, FABIÁN RIVERA, JOSÉ AGUSTÍN SOLÓRZANO AFORISMO YOBANY GARCÍA

XI


Bistró. Revista bimestral de poesía No. 11, Abr-May 2017. Es un proyecto editado en Mérida, Yucatán, México. Director: Daniel Medina / Edición: Ediciones O / Consejo editorial: Mary Carrillo, Daniel Sibaja, Fernando Salgado.

CONTENIDO Presentación

Adelanto editorial del libro “Huevo de Avestruz,”, de Miguel Ángel Ortíz.

Cinco poemas de Armando Salgado

Ocho poemas de Fabián Rivera

Tres poemas de José Agustín Solórzano

Cinco aforismos de Yobany García

FOTOGRAFÍA DE: PACHO DE LA VEGA - ARTBLOGPACHODELAVEGA.TUMBLR.COM


PRESENTACIÓN Como cada dos meses, queridos amigos, les traemos un nuevo número de Bistró bajo la misma apuesta editorial: la brevedad y la unión de la experiencia con las nuevas voces. Recién cumplimos dos años como proyecto de divulgación literaria; nuevas personas se van agregando tanto al equipo de trabajo como a la excelente familia de colaboradores que número con número nos brindan el lujo de su compañía. En este número, podrán encontrar poemas de Miguel Ángel Ortiz que se desprenden de su libro “Huevo de avestruz” de próxima aparición bajo nuestra casa editorial; si bien ya habíamos tenido la presencia de Miguel Ángel en un número anterior, tenerlo nuevamente y, además, presentar avances de lo que será su nuevo libro. Un absoluto placer y orgullo para nosotros, como sello, tenerlo aquí. Por otro lado, podrán leer a tres poetas más: Armando Salgado, Fabián Rivera y José Agustín Solórzano. El primero, Armando, es un viejo conocido de nuestra publicación, hemos tenido el enorme placer de publicar trabajo suyo anteriormente y en esta ocasión, el gusto cobra fuerza puesto que publicamos en estas páginas una serie de poemas que pertenecen a su primer libro, aparecido en el año 2011 y, claramente, siendo Armando

Salgado un poeta con ahora una amplia trayectoria, poder hacer esa visitación a su voz origen es siempre interesante. Fabián Rivera es un poeta originario de Chiapas (tierra de poetas, absolutamente) que tenemos el honor de publicar en este número; no lo decimos sólo por la calidad de su trabajo sino porque hemos publicado a una gran cantidad de poetas chiapanecos cuya obra nunca defrauda, además de que Fabián Rivera obtuvo recientemente el Premio de los Juegos Florales de San Marcos 2017 y tomamos esta publicación como celebración de este premio y de la valía de su obra. Respecto a los poemas de José Agustín Solórzano, radicado en Michoacán, podemos decir que resultan gratificantes como apuesta distinta a las tan gastadas fórmulas de la poesía mexicana. Si algo hay que destacar de la obra de Solórzano es que hay un constante movimiento, una poética en potencia que siempre busca una nueva salida y eso, claro, lo festejamos. Finalmente podrán leer una serie de aforismos de Yobany García, a quien agradecemos su colaboración y por hacer debutar dicho género en este espacio. La foto de portada pertenece a Pacho de la Vega, colaboradora de este proyecto editorial desde su aparición.


ADELANTO EDITORIAL: HUEVO DE AVESTRUZ, DE MIGUEL ÁNGEL ORTIZ

VAHO En la sierra, los caballos rompen el hielo que cubre los estanques. Golpean y golpean, meten su hocico y toman el agua enjaulada por el témpano. Luego, el vapor sale de sus ollares y se vuelve otra vez nubes. Yo soy un caballo que golpea contra el hielo de los meses, y busca tomar el agua para regalártela, para que el cielo completo te acompañe.


HUEVO DE AVESTRUZ No era el frío ni la luz del cielo ni los artilugios del pasto que parece no moverse pero sí se agita en la mirada. No la luz pero la luz: una palabra que no habrá de decirse. Una naranja se desprende de un árbol esta tarde. Descansa sobre el pasto (tan callado) que se come Dios.


HOTEL CON PISCINA ¿Habrá que encender una luz si aún están claras las nubes? ¿Quieres encender la luz de un cigarro, que es más tenue? * He ahí el mundo: la piscina de un hotel. Me sumerjo en el agua, me sumerjo. Ellos fuman, toman su cerveza, hablan de los campos. Me sumerjo en el agua, me sumerjo a volar. * ¿Era Tijuana? No, no era Tijuana ¿Era el D.F.? No, no era el D.F. ¿Era Durango? No, no era Durango


Era un sueño pero no era un sueño. Los cisnes de ¿Yeats? ¿Rilke? Recuerdo los cisnes, el agua en tus ojos, tus ojos en el agua. Nombro a los cisnes, quiero recordar la poesía, pero no puedo decir la poesía que recuerdo. * (Yo no supe dónde entraba, pero, cuando allí me vi, sin saber dónde me estaba, grandes cosas entendí; no diré lo que sentí que me quedé no sabiendo, toda sciencia trascendiendo. San Juan de la Cruz) * Me sumerjo en el agua. Nosotros, que fumamos, hemos muerto. La piscina, las cervezas, las nubes no están.


Todo se ha convertido en Dios. *

(Ponme como un sello sobre tu corazón como sello sobre tu brazo porque fuerte como la muerte es el amor. Cantares, 8; 6) * Cerrar los ojos: una piedra se hunde en el agua, pájaros limpian la bóveda con su vuelo. Abrir los ojos: ¿Quieres nadar? ¿Quieres encender la luz de un cigarro, que es más tenue? * (Yo no supe dónde entraba, pero, cuando allí me vi, sin saber dónde me estaba grandes cosas entendí; no diré lo que sentí que me quedé no sabiendo, toda sciencia trascendiendo. San Juan de la Cruz).


* Descansabas tu cabeza en mi hombro, tendías un verano en mi hombro. Tú eras el verano, corazón del agua corazón del pez, corazón de un pájaro que reza sobre los cuerpos. Amén.

Estos poemas pertenecen al libro Huevo de avestruz de próxima aparición bajo el sello editorial Ediciones O


CINCO POEMAS DE ARMANDO SALGADO VĂ?AS DE SAL

[ -7 ] el amor emperra a veces nos vuelve perros de tan celosos tan fieles tan encabronados celos damos golpes sobre la puerta del libro va el primero el segundo van los tragos nadie abre nos llega la domesticaciĂłn llenan la lista los bares los silencios las mujeres desechables a ellas les llenan los metales y el instante donde todo se enmohece


[ -6 ] siento la distancia debajo de mi perra piel me rasco el cerebro me huelo la sombra soy de perro a perro quien ladra lo que ve usando legañas del insomnio

[ -5 ] cuando no están los pechos que me llenan la soledad de las manos ni el olor a incienso derramado por la borda de nuestra distancia excitada qué cabrones las piedras ya le dieron en la madre a las figuras de tu nombre y este escrito ya llegó a la infierna lamentación de los burdeles ábrete dale paso a la fuga llágame haz un trébol en mi lengua con tu lengua dame suerte de la tierra porque el día de hoy esta perra niebla se ha llevado tus conjuros


[ -3 ] todas las noches arrullando a la virgen de tus muslos escrita en el grabado de tus piernas sobrescribo todas las mañanas transpiro tus caricias para darles reciclaje y sentirlas otra vez

[0] me imaginaba como tren tus piernas vías de metal sentían la locomotora de mis manos la maquinaria de tus muslos enrielaba mi lengua ahora nuestros perros duermen separados y nuestras manos fragmentadas se alimentan con la piel de la zozobra

Estos poemas pertenecen al libro Liturgias (SECUM, 2011) que obtuvo el Premio Michoacán de Ópera Prima 2011


OCHO POEMAS DE FABIÁN RIVERA

abro este cuaderno con el fuego sin secar el aliento del sudor en mi camisa abro este cuaderno con los pies sobre la tierra la desnuda planta de mi voz que rememora : toco la puerta de otra calle (pasó el tiempo ya retorno) abro la puerta de otro rumbo otro rumbo para qué si el silencio esla única salida


y de pronto fui sólo página y bosquejo me hallé fuera la cama con el aire que /brado y mi libreta [iluminada?] enarbolé desde el instante el mar de las ausencias dejé sobre la mesa un libro abierto [una mirada que mis piernas prometieron caminar hasta las dudas] /abierta en el ayer dejé una palabra cual sangre sin lavar en el sudor de mi camisa : la camisa que el sol mismo prometiera


/dormí bajo ese puente de arrabal los perros de la noche me asediaron y un oscuro me escupió sin detenerse [y la luna inútilmente troquelada] solía reconstruir esta memoria con mayor frecuencia no encontré sentido alguno a imaginar tan sólo por hacerlo /recuerdo que la rabia me preñó con su saliva con su antiguo beso vomité una y otra y otra vez los relámpagos de su [pobreza y yo tan solo [oh sí tan solo] recuerdo el brutal embiste de la sorna qué tanto es lo que chillas perro hijo de puta y ahora pienso que quisiera ser el viento de ese instante ese golpe natural el muro de los cuerpos que no encuentran puerto alguno pues sólo esa certeza tendría de quien fui


que el vientre a puntapiĂŠs pudiera reventarme que pudiera tener un rostro propio o al menos un aliento y dormir bajo ese puente tan selecto y sin escuela dejar de imaginarlo todo /hace cuanto que devoro el mismo pan sin detenerme : brota la saliva al fin con sus raĂ­ces [saboreo la miseria sin probarla]


Es increíble cómo la luz nos atropella, cómo en casa cultivamos con amor nuestra próxima oficina, cómo el excremento es elegíaco cada vez sobre el retrete (la libertad escapa por el caño). Qué delicia nuestro rol de ávido tornillo en el engrane matutino. Las horas simplemente ocurren, ocurren porque sí; nuestro abdomen infinito es la prueba del peso de las horas que suceden, porque hay que cumplir con lo que mandan. Qué fe, qué dios promueve la certera burocracia de las horas, los días y la vida que se encargan de adornar cada parte de ese rostro juvenil con cicatrices de nostalgia; de pronto estás a solas con tu mano, sosteniendo papeles y papeles y papeles, jugando a ser buena persona. Cuánto no sufres, cuánto te pagan por gozar ese papel de ser gargajo sin un suelo, el suelo en que tus padres yacen por seguir el mismo ritmo de la vida que no es vida que tú cargas orgulloso, como el sueño tantas veces cultivado de no ser más que horizonte.


ÁGUILA O SOL Horas y horas pasan frente al muro. Mucho sucede sin que sepas, corazón, mucho sucede mientras comes y sonríes; naciones chocan, las gentes se aparean como bestias, la hierba crece, alguien sufre los estragos de un amor no correspondido; lágrimas sevierten en la caldera de la pérdida y el odio. Mucho sucede sin que sepas, mientras bailas y sonríes, mientras corres al volante con urgencia y te detienes a pensar que te mueres por volar en otros aires, que no deseas la vida. Cuán caprichoso te me has vuelto, corazón, cuán insatisfecho y tremebundo. Por eso vuelvo a casa sin hablar misericordias. Recojo una moneda, esa moneda que tiraste en tu caída. La recojo de mis suelas. El azar la lleva sobre hombros.


THINKABOUTTHEWRESTLER

1 He tenido oportunidades en la vida pero siempre apuesto por lo mismo: tropezar cuando una mano se me otorga. 2 Ahora sólo visto pantalón y medio, zapatos encorvados y dos playeras encharcadas. No tengo un coche, no tengo suerte en el dinero. Durante mucho tiempo he vivido en una grieta pensando hasta el momento en esa línea que me salve y al escribir lo que ahora escribo sé que fallé sin desearlo que tropecé de nuevo. 3 He crecido por los días esperando que la vida venga a saludarme para que, cruzado de brazos al fin me diga que estoy vivo, pero ahora más que nunca sé que no lo estoy que la contenida ilusión ahora se desborda. Con qué sueño bajo qué alfombra de sueño volveré si me regalan el mañana.


Es rebelde quien escribe con las manos. Es rebelde quien sostiene una pluma entre la sombra y celebra el fulgor de su miseria. Desearía escribir con la punta de mis venas, ensayar sobre muros de silencio un grafiti hecho de rabia. Nada me detiene. Abro una ventana en mis arterias y retomo estas palabras: “Que jamás sea tu papel el hielo. Necesitas escribir como los hombres”.

Estos poemas pertenecen al libro Y de pronto fui sólo página y bosquejo que obtuvo el Premio de los Juegos Florales de San Marcos 2017


TRES POEMAS DE JOSÉ AGUSTÍN SOLÓRZANO

he visto a las voces más brillantes de mi generación sucumbir ante el negocio de lo cursi he visto a la melosidad cantar en los bares, vestida de trova y al resentimiento leer poemas en las facultades he visto ráfagas de amor convertirse en negros libros de desesperanza he visto a esos hijos de puta matar a Kenny una y mil veces he visto una botarga bailando, emocionada luego de leer a Walt Whitman he visto el nombre de Dios enloquecido cabalgando las nalgas de las prostitutas he visto a las mejores mentes de mi generación con corbata he visto a las mejores corbatas de mi generación con hambre he leído Howl de Ginsberg y me ha parecido inmoral aburrido y demasiado hebreo para mi gusto he visto a las mentes más brillantes de mi generación ser sustituidas por focos ahorradores de 12 watts he visto emoticones y postpoesía y experimentos inútiles tratar de revivir la belleza con electroshocks he visto crecer la yerba de todos modos y al sol salir sin haber pagado la factura de la luz eléctrica veo las pantallas, mis dedos molidos sobre el smartphone he visto sucumbir a mi mente, brillante frente a la inteligencia, vital, de un asesino miro la calle, las aceras, miro el viento invisible del desasosiego, atravesar los pulmones heridos de la madrugada ¿qué he visto? ¿qué miro con los binoculares de poeta? que me hacen parecer antiguo, estúpido, anormal no lo sé. Me he visto conservar la calma frente a un genocidio


y encender un cigarro, beberme un trago de rencor frente a mis más queridos y embriagados amigos nos he visto atravesar el umbral del hedor y rancios caminar en zigzag entre la ciudad que rumia mis poemas ¿qué he visto? ¿qué veo? si mi iluminada idiotez no me deja ver más allá de mí mismo y canto y he visto cantar mejor a Whitman que a cualquier banda de rock actual no confío en las multitudes, ni en los solitarios soy un perro solo que se acerca a beber de los charcos no confío en los hombres por animales y me acerco a los animales por humanos he visto la marca de Caín en las mejores farras y la huella dactilar de Abel en los crímenes perfectos ¿qué he visto? ¿qué miro con este telescopio atómico? los electrones bailan el vals de la incertidumbre un dos tres un dos tres: veo que el mundo es un ritmo y que el ritmo es un tajante discernimiento ¿ser o no ser? ¿será ésa la cuestión? Kenny no era Hamlet pero se lo hubieran preguntado antes de matarlo una y mil veces hijos de puta.


AUTORRETRATO DEL POETA

quizá usted se asustaría de ver lo terriblemente alegre que es mi vida de no sólo encontrarse conmigo por la calle y abordarme preguntando que qué tal me va y que qué gusto saludarme a mí al poeta que en dos o tres ocasiones ha encontrado en lecturas o presentaciones públicas quizás usted no se acercaría de verme revolviendo papeles en el escritorio latas en la despensa entrañas con la punta de mis dedos quizás entonces usted se alejaría fingiría no verme se cruzaría de acera y silbaría para alegrar en lo posible tan mal momento pero no es necesario debo decirle no me daría cuenta de su andar apresurado yo ando casi siempre con la cara gacha buscando no pisar mi sombra para no ensuciar un poco más mi sucia alma podría decirle que no será necesario que se cruce de acera que silbe para convocar a la alegría la alegría de mis bolsos vacíos es suficiente para asesinar a todos los pájaros del mundo basta mi alegría necia para enfurecer a cualquier sonriente de profesión


no se equivoque si se cruza conmigo quizá notará mis zapatos sucios las arrugas de mi camisa el aliento festivo que molesta a los viandantes pero será difícil que note se lo digo en serio que mi alegría lleva días sin tomar la ducha meses sin aparecer por la peluquería quizás usted se entristecería de ver lo alegremente terrible que es mi vida.


Pensándolo bien no quería ser poeta. Hace algunos años quise ser Jack Bauer, y antes Hannibal Lecter. No sé en qué punto se desvió mi vocación. A pesar de que intenté ir al gimnasio y planear el inhumano asesinato del odioso director de redacción del periódico donde trabajé, terminé haciendo poemas en casa, llegando tarde al trabajo, cobrando la quincena, bebiéndome la quincena. Y al final del día, ya borracho, soñaba, mientras escribía otra vez esos odiosos versos: que algún día sería Jack Bauer, Hannibal Lecter o, ya de menos, Juan del Diablo.

Estos poemas pertenecen al libro Dos versiones del libro que no escribí (Abismos, 2017)


CINCO AFORISMOS DE YOBANY GARCÍA

La adulación es el camino más corto a cualquier sitio, por suerte encuentro un placer irreductible al caminar: las ampollas las prefiero en los pasos y no en los labios.

La soledad es un revólver sin tiros. Es muy interesante escuchar cuando alguien dice: "eres el amor de mi vida". Eso me hace pensar dos cosas: o se creen con cualidades gatunas, o tienen pensado morir pronto.

Mi hocico, en términos más exactos, debería tener la leyenda: "rómpase en caso de incendio".

Mi corazón es un pueblo fantasma.


COLABORADORES Miguel Ángel Ortiz (Durango, 1984). Es coautor de El vicio de vivir. Ensayos sobre la literatura de José Revueltas (2014). Ha publicado, también, El cuaderno de las resignaciones (Premio Elías Nandino 2005), Milagros para una tarde de lluvia (Premio Carmen Alardín 2007) y Funerales que jamás las brujas (Premio Amado Nervo 2008). Armando Salgado (Uruapan, Michoacán, 1985). Ha escrito ocho libros de poesía: Relámpago Molido (Mantis Editores/Gobierno del Estado de Guerrero, 2016; Premio Nacional de Literatura Ignacio Manuel Altamirano, 2016), Hontanar (Secretaría de Cultura de Michoacán, 2015; Premio Estatal de poesía Carlos Eduardo Turón, 2015), Cofre de pájaro muerto (Ediciones de Punto de Partida, UNAM, 2014; Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza para obra publicada, 2015 otorgado por el Colegio de México a través del Fondo Xirau Icaza), Fiebrerías (Diablura Ediciones, 2014), Estancia de ánimas (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2013; Premio Nacional de Poesía Joven Francisco Cervantes Vidal, 2013; elegido por la revista Siempre! y el periódico La Razón como uno de los mejores libros del año publicados en México), Azogue Suite (Instituto Cultural de Aguascalientes, 2013; Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos, 2012), CorvusSuvroc (Mantis Editores/H. Ayuntamiento de Hermosillo, 2012; Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal, 2011),y Liturgias (SECUM, 2011; Premio Ópera Prima de Poesía, 2011); de los libros de narrativa, Casa de adobe (PuertAbierta Editores, 2015; Premio Nacional de Narrativa Mariano Azuela, 2014) y Variaciones de una vida rota (SECUM, 2011; Premio Ópera Prima de Narrativa, 2011); y de los libros de poesía para niños, Mina«o cómo vivir en un tejado sin usar sombrilla» (2016) y Leoncito Rex (2016), ambos publicados por PuertAbierta Editores e ilustrados por Ángel Pahuamba con quien es coautor del libro Máscaras (Alternativa Ediciones, 2017; con estampas de él). Fabián Rivera (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; 1984). Poeta, periodista cultural y editor. Autor de los libros de poesía En aras del silencio (2011, Secretaría de Educación, delegación Chiapas) y Para un altar en llamas (2013, Espejitos de Papel Editores, Puerto Rico). Ha colaborado en revistas culturales como Tierra Adentro, Alforja y Trilce. Es fundador de la plataforma artística Agencia Cultural de Chiapas y editor de la revista electrónica de poesía Vozquemadura.


José Agustín Solórzano (1987). Ha publicado los libros de poesía Monomanía del autómata (FETA, 2014), Ni las flores del mal ni las flores del bien (Secum, 2015), Alguien ha salido a buscarme (Diablura, 2012) y Versos, moscas y poetas (Secum, 2009). También es autor de la novela Rompecabezas (FOEM, 2015). Recientemente publicó Dos versiones del libro que no escribí (Abismos, 2017) Yobany García (Estado de México, 5 de diciembre de 1988). Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, FES-Acatlán (UNAM). Miembro fundador del Seminario Permanente de Metaficción e Intertextualidad (FES-Acatlán). Ha publicado en diversas revistas y antologías, entre ellas: Revista La Otra Raíz, Penumbria, Palabrijes, Monolito, Revista Bistró, El Humo, Revista Dislexia, Revista Nano: minificción latinoamericana, Primera Página, Revista Palabrerías, Nocturnario, Revista Minificción, Página Salmón, Antología virtual de minificción mexicana, Revista a Buen Puerto, La Rabia del Axólotl, Moria y Destiempos. Pacho de la Vega (Mérida, Yucatán, 1997) egresó del CEDART Ermilo Abreu Gómez con especialidad en Artes Plásticas y Visuales, actualmente cursa la licenciatura en Artes Visuales por la Escuela Superior de Artes de Yucatán. Fotografías suyas aparecieron en revistas como Letrina, Punto en Línea y A buen puerto. Obtuvo el segundo sitio en el Premio de Fotografía de la FILEY 2016 y fue seleccionada en el XXXVII Encuentro Nacional de Arte Joven (2017).




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