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Epilepsia. Entrevista Dr. Juan Montalvo Herdoiza

La epilepsia es más fácil de tratar que la alergia, lo que ocurre es que es espectacular, porque se ve un ataque donde parece que la persona se va a morir, pero lo importante es mantener la calma y cumplir con las recomendaciones médicas. Dr. Juan Montalvo

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epilepsia afecta a “unos 50 millones de personas en el mundo, lo que la convierte en uno de los trastornos neurológicos más comunes. Además, se estima que el 70 % de las personas con epilepsia podrían vivir sin convulsiones si se diagnosticaran y trataran adecuadamente” 1 . Para conocer sobre esta enfermedad, sus cuidados y el avance en el tratamiento, revista Guía Farmacéutica conversó con el doctor Juan Montalvo Herdoiza, neurólogo, con vasta experiencia en la investigación y tratamiento de patologías mentales, quien respondió a varias inquietudes.

¿Qué debemos conocer sobre la epilepsia?

La epilepsia es una enfermedad que afecta a la corteza cerebral y que se manifiesta, generalmente, con ataques epilépticos (convulsiones), pero no siempre. Es un padecimiento cerebral no transmisible crónico, que puede afectar a los individuos en cualquier etapa de la vida. La epilepsia es muy frecuente, su prevalencia es de mil por 100 mil habitantes considerando todos los estudios que se han hecho en el mundo.

¿Existe alguna clasificación de la epilepsia?

La clasificación de la epilepsia es muy importante y esta puede ser: Primaria, que es la epilepsia hereditaria, esto implica que la persona ya nace con genes anormales, que su corteza cerebral está predispuesta a convulsionar; por ejemplo, la epilepsia mioclónica juvenil, donde las mutaciones en uno o varios genes pueden causar o aumentar la posibilidad de tener esta enfermedad. Secundaria: cuando el individuo nace con su corteza cerebral intacta, perfecta, pero, en el transcurso de la vida por cualquier causa esta corteza se daña y se convierte en epilepsia secundaria; el mejor ejemplo es cuando un niño en el momento del parto tuvo hipoxia o falta de oxígeno al cerebro y adquiere epilepsia. También cuando un niño adquiere meningitis o encefalitis puede desarrollar una epilepsia secundaria. Al otro extremo, cuando una persona que siempre tuvo su cerebro sano y a los 70 años sufre un infarto o una hemorragia cerebral que daña la corteza del cerebro va a adquirir a esa edad, una epilepsia secundaria a infarto cerebral. Por último, está la epilepsia Criptogénica, donde el paciente acude al médico, se realiza una historia clínica, se investiga y no tiene antecedentes familiares de la enfermedad; el electroencefalograma es normal y en la resonancia magnética no se encuentra ninguna lesión en la corteza cerebral, a estos pacientes se los diagnostica con epilepsia criptogenética que viene de criptos y significa escondido; es decir, tienen una alteración oculta.

¿Qué sintomatología presenta la epilepsia?

La epilepsia está determinada por la presencia de convulsiones, que son episodios breves de movimientos involuntarios que pueden afectar a una parte del cuerpo o a su totalidad. Pero en la epilepsia no convulsiva, los síntomas son diferentes puede mostrar ausencias, presentar crisis focales cognitivas donde la persona se desconecta con el ambiente, hace movimientos de chupeteo, movimientos de búsqueda y se queda desconcertada, la clave está en recoger estos síntomas que no son convulsivos para el diagnóstico, y eso lo realiza el neurólogo.

¿Cómo se diagnostica la epilepsia?

Cuando existe un ataque epiléptico el diagnóstico es fácil, para las personas puede ser llamativo, causar miedo y solidaridad; pero cuando el paciente acude al médico o a emergencias, ahí se confirma el padecimiento y se inicia el tratamiento. El problema del diagnóstico en la epilepsia es cuando se manifiesta con crisis no convulsivas, como por ejemplo los episodios de ausencia, donde el niño se queda mirando fijo, no parpadea durante diez segundos y después se conecta nuevamente; es decir, se desconecta y conecta su cerebro, pero, si esto sucede, 20 veces es como resetear un computador, por lo cual el niño no aprende y tiene bajo rendimiento escolar. Al no ser diagnosticado este tipo de epilepsia, el niño es catalogado como torpe, bruto, etc. y en realidad, lo que tiene es epilepsia. Los exámenes que ayudan a determinar esta enfermedad son: el electroencefalograma, las pruebas de imagen como la tomografía y la resonancia magnética, que confirma el diagnóstico para poder iniciar un tratamiento adecuado que cambie la vida de ese paciente.

¿Cuál es la incidencia de este padecimiento en el Ecuador?

Extrapolando los datos, en general, la afectación es igual para hombres y mujeres, no existe una diferencia como en otras enfermedades como en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) que es más frecuente en varones. Si se realiza un promedio de todos los estudios realizados, solo en Portoviejo habría unos tres mil epilépticos, en Manabí alrededor de unos 17 mil y en el Ecuador unos 170 mil epilépticos, estas son cifras realmente importantes.

La discriminación y la estigmatización social que rodean a la epilepsia en algunos lugares son, a menudo, más difíciles de vencer que las propias convulsiones

¿En cuanto al tratamiento de esta enfermedad, qué nos puede decir?

En el tratamiento existe una evolución muy grande, la industria farmacéutica, la tecnología y la ciencia han permitido un avance desde el punto de vista farmacológico, que posibilita tener varias opciones para combatir los distintos tipos de epilepsia. Realmente es importante decir que, el 70 % u 80 % de los pacientes epilépticos pueden controlar su enfermedad con un solo fármaco y, entre un 10 % a 15 % deben combinar medicamentos, en este punto el neurólogo tiene que trabajar más para establecer que es lo indicado. Ventajosamente, solo un 5 % tiene una epilepsia que no responde a ningún tipo de tratamiento y a esta se le llama epilepsia refractaria. En la actualidad, es posible un proceso quirúrgico, pero no es necesario en todos los tipos de epilepsia, si se puede controlar con un fármaco para qué abrir el cerebro y operar. La cirugía es considerada para el 5 % de enfermos que tienen epilepsia refractaria, ellos son los mejores candidatos.

¿El tratamiento farmacológico es a largo plazo o en algún momento se puede dejar la medicación?

De acuerdo a mi experiencia puedo decir, que tengo pacientes que se les ha suspendido la medicación. Existen muchos tipos de crisis que, con un tratamiento adecuado, continuo, después puede disminuirse y retirarse la medicación. En España, por ejemplo, a un paciente con epilepsia no se le da el permiso para conducir hasta que no pasen tres años en los que no haya convulsionado, esto es interesante porque a veces existen epilepsias benignas, como la epilepsia benigna de la infancia que con o sin tratamiento, esa crisis va a suspenderse con la madurez del cerebro.

¿Qué debe hacer un paciente con epilepsia para mantenerse estable?

Un paciente epiléptico tiene que hacer tres cosas fundamentales: tomar la medicación, dormir ocho horas y no beber alcohol, esas restricciones son claves. Cuando el paciente es joven es más difícil, pueden decir es una cerveza, pero no, para el epiléptico es cero consumo de alcohol, porque se ha visto claramente que, la ingesta de licor va a desencadenar crisis epilépticas y la privación de sueño es un daño increíble para la persona con esta enfermedad. Además, es sustancial tomar la medicación, si un paciente deja de tomarla puede presentar un estatus epiléptico (EE) que es una forma de epilepsia muy grave, en donde la crisis que normalmente empieza y termina, en un estatus epiléptico no termina y está en un ataque epiléptico continuo, lo cual representa una emergencia médica que debe ser tratada en terapia intensiva.

¿Qué hacer si presenciamos una crisis epiléptica?

Lo único que se debe hacer es que al paciente que tiene una crisis epiléptica y está en el suelo, colocarlo de lado para evitar que se aspire y que el contenido gástrico llegue a los pulmones, no hay que enderezarle los dedos, ni nada, porque la contracción es tan fuerte que por el contrario se le puede causar más daño. No se debe poner cosas en su boca para que no se muerda porque es difícil y poco práctico. Solo hay que ubicarlo de lado y si tiene un suéter o una almohada colocarlo debajo de la cabeza y esperar que la crisis pase.

¿Algo en particular que agregar?

La epilepsia es una de las enfermedades que causa más miedo por la espectacularidad de las convulsiones, las personas esconden la epilepsia; por ello, es importante la difusión de este padecimiento para que la gente conozca y quitar el estigma. Si se esconde la epilepsia dificulta el encontrar una solución y es una enfermedad como cualquier otra, que se debe enfrentar, que tiene formas correctas de diagnosticarla y varios recursos farmacológicos para tratarla.

Es muy ambicioso decir que se puede curar la epilepsia, pero sí se puede controlarla

1 OMS (2019). Epilepsia, datos y cifras. Recuperado de https://bit.ly/3v39Cjw

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