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Lepra, una enfermedad infecciosa que se agrava con el tiempo.

Cuando las personas con lepra comienzan a tomar antibióticos ya no pueden transmitir la enfermedad

La lepra es una infección crónica generalmente causada por el bacilo ácido alcohol resistente Mycobacterium leprae, que presenta un tropismo específico hacia los nervios periféricos, la piel y las membranas mucosas de las vías aéreas superiores. Si bien la lepra no es demasiado contagiosa, rara vez causa la muerte y puede tratarse en forma efectiva con antibióticos, continúa asociándose con una considerable estigmatización social. La lepra puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en individuos de entre 5 y 15 años o en mayores de 30 años.

¿Cómo se transmite?

Los seres humanos son el principal reservorio natural del M. leprae. Se cree que la lepra se transmite de una persona a otra a través de las inhalaciones y las secreciones nasales. También por el contacto cuando se toca a alguien enfermo. Incluso después del contacto con la bacteria, la mayoría de las personas no desarrollan lepra. El M. leprae prolifera lentamente (se duplica en dos semanas). El período de incubación habitual oscila entre seis meses y diez años. Una vez que aparece la infección, puede producirse su diseminación hematógena.

Clasificación de la lepra

Según su tipo y el número de áreas cutáneas comprometidas:

• Paucibacilar

≤ 5 lesiones cutáneas sin bacterias en las muestras de estas áreas.

• Multibacilar

≥ 6 lesiones cutáneas, detección de bacterias en las muestras de las lesiones o ambas. La lepra también se puede catalogar según la respuesta celular y los hallazgos en la evaluación clínica:

Tuberculoide: Desarrollo de una intensa respuesta de inmunidad celular que limita la enfermedad a unas pocas lesiones cutáneas (paucibacilar), con un cuadro más leve, menos frecuente y menos contagioso.

Lepromatosa o limítrofe: Tiene una escasa inmunidad celular contra M. leprae y presentan una infección sistémica más grave con infiltrado bacteriano generalizado en la piel, los nervios y otros órganos como la nariz, testículos y riñones. Es más contagiosa.

Signos y síntomas

Los síntomas de la lepra no suelen manifestarse hasta más de un año después de la infección, entre un promedio entre cinco y siete años.

Los síntomas tardíos, más graves, son:

• Bultos en la piel que se hinchan, se enrojecen y duelen, abriéndose en forma de llagas.

• Pérdida del sentido del tacto en los dedos.

• Debilidad muscular que puede hacer que los dedos de las manos se curven o que el pie se debilite demasiado para flexionarlo.

• Llagas en la planta de los pies.

• Congestión nasal y fiebre.

• Pérdida de visión o ceguera.

• Hinchazón de los ganglios linfáticos.

Importante:

La lepra afecta sobre todo la piel y los nervios periféricos. El compromiso nervioso produce entumecimiento y debilidad en las áreas controladas por los nervios afectados.

Proceso de diagnóstico

La lepra se sospecha ante la presencia de lesiones cutáneas y neuropatía periférica y se confirma el diagnóstico con un examen microscópico de las piezas de biopsia. Las muestras de biopsia deben obtenerse del avance de la lesión tuberculoide o, en la lepra lepromatosa, de los nódulos o las placas. Una vez determinado el tipo de lepra, se inicia el tratamiento que debe ser establecido por el médico.

Medidas de prevención

Como la lepra no es muy contagiosa, el riesgo de transmisión es bajo. Sin embargo, la forma lepromatosa no tratada es contagiosa, pero incluso en ese caso, la infección no se disemina con facilidad. Los contactos familiares (especialmente los niños) de los pacientes con lepra deben ser controlados para detectar el desarrollo de los síntomas y signos de la enfermedad. Una vez iniciado el tratamiento, la lepra deja de transmitirse. La mejor prevención consiste en:

• Evitar el contacto con líquidos corporales y con la irritación de personas infectadas.

• La vacuna BCG, usada para prevenir la tuberculosis, confiere cierta protección contra la lepra, pero no se indica con frecuencia con este fin. No hay quimioprofilaxis.

Recuerde:

• La lepra afecta sobre todo la piel y los nervios periféricos.

• Las complicaciones más graves son las que resultan de la pérdida del sentido del tacto, de la sensación de dolor, la temperatura; la debilidad muscular y las lesiones desfigurantes de la piel y la mucosa nasal.

• Pueden producirse reacciones inflamatorias que requieren tratamiento con corticosteroides.

• Se diagnostica a partir de la biopsia y el tratamiento depende de la forma de lepra.

• Tierney, D., and Nardell, E.(2018). Lepra, enfermedad de Hansen. Harvard Medical School. Publicado en Manual MSD, versión para profesionales. Recuperado de https://msdmnls.co/362WmkR

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