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Epilepsia. Entrevista Dr. Juan Sebastián Crespo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo. Se estima que el 70 % de las personas con epilepsia podrían vivir sin convulsiones si se diagnosticaran y trataran adecuadamente”. 1 Para conocer sobre la incidencia de la epilepsia en Ecuador, su diagnóstico y afectación, revista Guía Farmacéutica dialogó con el doctor Juan Sebastián Crespo Domínguez, médico por la Universidad Católica de Cuenca, especialista en neurología por el Instituto de Neurología y Neurocirugía de la Habana; en Alzheimer, Parkinson y trastornos del movimiento por el Instituto Gardner de la Universidad de Cincinnati en los Estados Unidos y docente en la Universidad Católica de Cuenca.
¿Cómo determinar qué es la epilepsia y cuál es su afectación en Ecuador?
Se debe diferenciar dos cosas, lo que es una crisis epiléptica y la epilepsia. Una crisis epiléptica es fruto de una actividad desordenada, asincrónica, excesiva de un grupo de células cerebrales (neuronas), las cuales están ubicadas en todo el cerebro, en la corteza cerebral que es el área en donde se van a generar las crisis epilépticas y las manifestaciones clínicas de cada una de ellas, porque no solo existe un tipo de crisis epiléptica. En cambio, una epilepsia se da cuando una crisis epiléptica cumple con los criterios diagnósticos para ser denominada como tal; por ejemplo, deben haber dos crisis separadas por más de 24 horas; presentar un correlato entre una crisis epiléptica y un electroencefalograma que muestre actividad epileptiforme en el trazado; esto permite realizar un diagnóstico y va a depender mucho de la anamnesis (exploración clínica), el el interrogatorio y la observación del médico, para fijar de qué tipo de crisis epiléptica se trata y poder diagnosticar si es una epilepsia. En Ecuador, según los últimos estudios de la Sociedad Ecuatoriana de Neurología, aproximadamente, 300 mil personas presentaron crisis epilépticas, de las cuales 150 mil llegaron al diagnóstico de epilepsia.
¿Qué tipos de crisis epilépticas se pueden presentar y a qué edad?
La epidemiología de la epilepsia puede ocurrir a cualquier edad, pero su diagnóstico es más frecuente en los extremos de la vida, en los niños y en los ancianos. No existe un único tipo de crisis epiléptica, sino una amplia variedad, la más común es la crisis con la caída al suelo, con pérdida de la conciencia, hipersalivación; relajación de esfínteres (incontinencia urinaria o fecal) y movimiento de las extremidades superiores e inferiores. Otro tipo muy frecuente son las crisis de ausencias que, en general, ocurren en los niños hasta los 11 años máximo, en donde los pacientes se quedan con la mirada fija, presentan un cese de la actividad transitoria, automatismos o movimientos involuntarios de la boca y las manos; estos episodios duran de 10 a 25 segundos. Otras son las crisis mioclónicas donde se sacuden los miembros superiores o las crisis atónicas con caída al suelo, pero, sin pérdida del estado de la conciencia. En consulta, el reto es poder reconocer el tipo de crisis, para ello se realizan exámenes complementarios o de laboratorio como resonancias magnéticas o tomografías.
¿Las crisis epilépticas pueden ser peligrosas?
Por supuesto, cada vez que se presenta una crisis epiléptica en el paciente, se produce una descarga muy excesiva de las neuronas ya que estas desencadenan una hiperproducción de neurotransmisores que funcionan excesivamente y, todo lo que trabaja con esa intensidad se tiende a dañar; entonces, si las neuronas se descargan irritativa y excesivamente, eso va a llevar a que exista un daño cerebral. Es por eso que, una de las primeras cosas cuando un paciente está teniendo una crisis epiléptica es tomar el tiempo, porque una crisis epiléptica normal tendría que durar entre 30 segundos a 2 minutos, pero, si se extiende por más tiempo, el paciente podría entrar en una condición conocida como estado epiléptico o status epiléptico, donde las células neuronales tienen mayor posibilidad de morirse, por lo que, obligatoriamente debe ser trasladado a una unidad hospitalaria para un tratamiento con fármacos antiepilépticos por vía endovenosa, con el fin de evitar graves consecuencias y más daño cerebral a futuro.
¿Cuál es la diferencia entre la epilepsia focal y generalizada?
Cuando nos referimos al diagnóstico de epilepsia definimos dos tipos: la epilepsia focal y la generalizada. Esto va a depender de la cantidad y la localización de las células neuronales que estén siendo afectadas; por ejemplo, si tenemos una epilepsia focal del lóbulo parietal, solo las células neuronales del lóbulo parietal van a estar hiperfuncionando; es decir, son las que van a estar sujetas a un irritabilidad, por ende, la actividad epileptiforme no se producirá en todo el cuerpo, sino que, se puede manifestar ya sea solo en un miembro (inferior o superior) con saltos o mioclonías; en un lado de la cara o presentar alteraciones sensitivas que estén en ciertos sitios del cuerpo, porque el lóbulo parietal se encarga del control de la sensibilidad. Pero, si se habla de una epilepsia generalizada, se refiere a que hay un foco epileptiforme que puede ser en el lóbulo parietal o en el lóbulo temporal, que se va a extender a toda la corteza cerebral y eso va a hacer que se presenten crisis generalizadas tónico clónicas, con caídas al suelo, con sacudidas de los brazos, piernas hipersalivación, incontinencia urinaria o fecal, mordedura de la lengua, pero también, las crisis de ausencias son crisis generalizadas. Por ello, es un verdadero reto para el médico diferenciar la semiología neurológica y la de las crisis.
¿Qué factores de riesgo pueden incidir?
Estudios han demostrado que aproximadamente el 50 % de la población podría en algún momento de su vida tener una crisis epiléptica, pero, el que una persona tenga una crisis epiléptica única, no quiere decir que ese paciente sea epiléptico. Ciertas epilepsias pueden ser provocadas por traumatismos craneoencefálicos, hemorragias cerebrales, infartos cerebrales, malformaciones vasculares y tumores cerebrales. Además, existe un grupo de epilepsias que son las genéticas y las idiopáticas, donde no se conoce cuál es la causa, pero están presentes. Otras crisis también pueden ser provocadas y no son epilepsias, pero se desencadenan por el abuso del alcohol y la ingesta de drogas.
¿Existe una correlación de la epilepsia con otras con enfermedades?
La epilepsia como causa de otras enfermedades no, sino que otras enfermedades causan epilepsia; por ejemplo, cuando se presentan infartos cerebrales que son áreas focales del cerebro que se queda sin irrigación sanguínea y, al estar dañadas van a ser más propensas a producir crisis epilépticas y a presentar cortos epileptógenos. También, los niños con trastornos del espectro autista (TEA), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden presentar un diagnóstico de epilepsia. Además, cuando existen alteraciones que ocurren en el nacimiento como las encefalopatías hipóxicas sistémicas (asfixias neonatales) son muy propensas a hacer, concomitantemente, diagnosticadas con epilepsia.
¿Qué opciones de tratamiento se tiene frente a esta enfermedad?
Un 70 % de los pacientes que son diagnosticados de epilepsia responden al tratamiento con fármacos antiepilépticos. Solo el 30 % de los pacientes no tienen una buena respuesta al tratamiento y son refractarios; es decir, el paciente a pesar de los fármacos va a seguir presentando crisis; en estos casos, se opta por otras técnicas como la cirugía, los estimuladores del nervio vago que ayudan al control de la epilepsia y, nuevos métodos como la dieta cetogénica que en el mundo ha logrado controlar crisis epilépticas. También se puede hablar del tratamiento no farmacológico, que es aquel donde no se utiliza un fármaco, sino que se modifican los hábitos y estilo de vida del paciente, como dormir bien, evitar el consumo de alcohol, cigarrillo, drogas; la enfermedad del siglo, el estrés, que es un desencadenante de crisis epilépticas. Esa modificación de estilo de vida, más el tratamiento farmacológico tiene una efectividad del 70 %. La mayor parte de las epilepsias se controlan y cuando se tiene un paciente que en dos años está libre de todo tipo de crisis epilépticas, a las dosis máximas del fármaco, ese paciente remitió, está recuperado, libre de crisis y sin fármacos antiepilépticos; eso no significa que no puede volver a presentar crisis epilépticas, en ese caso se debe reintroducir la medicación.
¿Algo por añadir?
Como profesionales de la salud es importante conocer la empatía y generar una buena relación con el paciente. Una persona que tiene un diagnóstico de epilepsia puede incorporarse a la sociedad, no tiene limitación o restricción, salvo evitar actividades riesgosas. Como médicos no estamos solo para curar, sino para prevenir, aportando a la educación de la población y recordando que, cuando se presente un cuadro clínico sugerente a crisis epiléptica, ese paciente inmediatamente debe ser referido a un especialista, porque mientras más crisis epilépticas tenga, más riesgo de daño cerebral a futuro tendrá ese paciente, de ahí la importancia de hacer un diagnóstico y tratamiento oportuno de esta patología.
1.Organización Mundial de la Salud (2023). Epilepsia. https://bit.ly/43QHqQ3