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Inteligencia artificial y medicina. Entrevista Mgtr. Santiago Pucha Vinueza
La inteligencia artificial por sí sola no generará nada si no existen procesos de investigación humana. Esta tecnología requiere de la alimentación de datos por parte de los médicos. Mgtr. Santiago Pucha
La inteligencia artificial (IA) se ha constituido en una de las áreas más interesantes y fascinantes en la actualidad. El término inteligencia artificial, “se menciona por primera vez en 1956, por John McCarthy, profesor de Matemática de la Universidad de Dartmouth quien en una de sus conferencias discutió con varios científicos, sobre la simulación de la inteligencia humana a través de las máquinas (1). Sin duda, a partir de ese momento, la investigación y desarrollo en relación a la IA ha evolucionado en gran magnitud en todas las áreas del desarrollo y, en el caso de la medicina apunta a una gran transformación que dependerá de la interacción humana y empleo de esta tecnología como una herramienta que aporte en el cuidado de la salud. Para conoce acerca de la relación de la IA y la medicina, revista Guía Farmacéutica dialogó con Santiago Pucha Vinueza, magister en educación por la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador; investigador académico con doctorado en docencia por la Universidad Santander de México y especialista en capacitación sobre inteligencia artificial (IA), quien respondió a varias inquietudes.
¿Qué es la inteligencia artificial y cómo se relaciona con la medicina?
La inteligencia artificial es una capacidad obtenida por las máquinas donde tratan de llevar a cabo tareas que por lo regular requieren de la inteligencia humana. La IA busca simular o emular la capacidad del ser humano en el aprendizaje, razonamiento y resolución de problemas, por ello, su aplicación práctica está revolucionando diversos sectores que buscan eficacia en la toma de decisiones; este proceso en el área médica ha alcanzado un impacto significativo, por ejemplo, en el acompañamiento de diagnósticos más precisos que apoyan a la gestión del médico, ya que, con la implementación de la IA se puede ayudar a detectar anomalías que quizás no sean tan visibles para los humanos, porque no solo se pueden ingresar y manejar patrones de datos de los pacientes, sino que, con la ejecución de un software, la interpretación de datos llega a ser más precisa, lo que beneficia para un diagnóstico temprano.
¿Cómo interviene la inteligencia artificial en la salud?
La intervención en salud de la IA se visualiza cuando el médico facilita datos del paciente que pueden se analizados de manera exacta por la IA; considerando las características individuales, la historia clínica, el estilo de vida, factores genéticos, el tipo de medicamento que usa, etc. Esta información puede proyectar el desarrollo de alguna patología a tiempo y tomar decisiones inmediatas en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes. En la medicina con el uso de IA se puede acceder a una gran cantidad de registros de citas de bibliográficas, análisis clínicos o nuevos desarrollos de tratamientos de diferentes enfermedades.
¿Qué tipos de herramientas de IA se usan en medicina?
La inteligencia artificial ha desarrollado análisis de bases de datos tan extensos, y que los médicos lo vienen utilizando en varias áreas como en el diagnóstico por medio de la lectura de rayos X o tomografías, donde el análisis va más allá de los tejidos y células; lo cual aporta a la detección de signos de cáncer y enfermedades relacionadas, por ejemplo, en oftalmología, cardiología, genética, etc., la IA ayuda al análisis de grandes conjuntos de datos y que, con la dirección y experticia del médico logran un diagnóstico rápido y mejoran el contexto del manejo de la enfermedad. En la actualidad, la empresa IBM Watson ha logrado identificar y colocar biomarcadores en las personas que tienen alto riesgo de contraer cáncer. También, la empresa Deep Point Health ha desarrollado algoritmos con inteligencia artificial para detectar el cáncer en el pulmón. En el área farmacológica, el uso de la IA beneficia por la gran cantidad de datos que se manejan día a día y que se va alimentando, lo que favorece al conocimiento de enfermedades y el desarrollo de nuevos medicamentos eficaces. Es así que, por ejemplo, con el programa eXentia se desarrollan nuevos fármacos acorde a los diferentes datos que se obtiene de enfermedades, con las dosis que se toman de medicamentos ya existentes, y con esta base se crean diferentes propuestas de nuevos medicamentos. Con mayor frecuencia van apareciendo diferentes tipos de investigaciones, que ya utilizan programas de IA que no son solo el chat GPT, Perplexity o Google Earth, que son solo un pedacito de lo que se puede hacer con este tipo de tecnología y más en medicina.
¿Cuáles son las limitaciones de la IA en medicina?
Las limitaciones se presentan sobre todo, en los países que quizás no tienen una tecnología avanzada, y que no se invierte en investigación para medicación aplicada. En Ecuador, por ejemplo, se maneja el chat GPT, pero en países del primer mundo se trasladó toda esa tecnología a aplicaciones más específica, que son manejadas exclusivamente por doctores llegando a monitorear de manera particular a los pacientes. En nuestro contexto, el chat GPT ayuda a recopilar información, sirve como una fuente investigativa, pero no aplicativa; de tal manera, que si los gobiernos no invierten en tecnología, en educación aplicada, será difícil cruzar esa barrera.
¿Cuál es el vínculo entre los médicos y la IA en investigación?
Es importante recordar que la IA toma los datos que existen y los transforma en un lenguaje humano, que sea manejable y que esté al alcance de todos. Quienes alimentan esos datos son las personas que proporcionan resultados de investigación. Por ejemplo, si aparece una enfermedad rara y no se tiene alguna investigación realizada, difícilmente se va a encontrar una base de datos actualizada en los chatbots, por ello es indispensable la labor científica de los médicos. Cabe destacar que, en este vínculo se presentan desafíos éticos porque, al ser una tecnología nueva que facilita muchos datos, quizás alguno de ellos no sea manejado de manera efectiva, el desafío ético estará en cuidar que no haya un sesgo algorítmico por parte de los médicos. Por ejemplo, tengo miles de datos pero quizás no son tan exactos y al no revisarlo, como médico puede causar una discriminación en ciertos grupos de pacientes. En este punto, también se debe recordar que el paciente debe ser informado de la utilización de sus datos para fines de investigación y con IA, porque se pueden presentar riesgos de filtración de esos datos sensibles y el paciente no sentirá seguridad de brindar información para ser usada en esas herramientas. El compromiso del doctor es tratar esos datos con responsabilidad porque esa información va a servir para generar nuevas líneas investigativas que mejoren la ciencia médica.
La IA modificará la forma en que trabajarán los profesionales de la salud, ya que potenciará sus capacidades de análisis lo que beneficia a la sociedad
¿La IA puede reemplazar la labor médica?
Es preocupante que los médicos piensen que si se usa la IA pueden ser desplazados, pero no es así, el rol del profesional en salud es importante y necesario, porque son ellos quienes alimentan de información a la IA. Para desmitificar este temor, se debe implementar una socialización de la tecnología, desde las instituciones educativas, los diferentes ministerios y comunicar que la IA puede ser efectiva sí, pero, bajo la guía de un médico. La IA no es un fin, al contrario, es un apoyo a la labor médica donde se pueden individualizar los procesos como los tratamientos, con guías de alimentación, ejercicios, etc., pero nunca para autodiagnosticarse, porque el médico no es reemplazable, siempre va a ser necesario su conocimiento adquirido por años de estudio y de su experticia para que valide un diagnóstico. El miedo a utilizar este nuevo tipo de tecnologías siempre está latente y la resistencia se debe al desconocimiento de la potencialidad que puede aportar a los diferentes profesionales del área médica. La IA bien orientada y con capacitación se constituye en un instrumento que potencia la formación médica, al abrir diferentes líneas de investigación para que en el futuro se ayude a la población en la prevención de enfermedades y se descubran nuevos tratamientos.
¿Algo que le gustaría agregar?
La inteligencia artificial por sí sola no generará nada, si no existen procesos de investigación humana. Esta tecnología requiere de la alimentación de datos por parte de los médicos. En la colaboración entre los profesionales de la salud y los sistemas de inteligencia artificial, se necesita comprender que aun cuando la IA esté al alcance de todos, la ética médica al manejar esa base de datos es lo que dará el realce a esta tecnología, porque son los médicos quienes pueden respaldar de mejor manera los resultados y, sobre todo, guiar a los pacientes con tratamientos más efectivos y eficaces partiendo de esa base de datos. La tecnología puede estar presente, pero es indiscutible el análisis clínico especializado de los grandes profesionales de la medicina que tiene el Ecuador.
Fuente:
[1] Hernández, B. (2012). Inteligencia artificial. Universidad Nacional Autónoma de México. https://n9.cl/x51ud