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Hipertensión arterial. Entrevista Dr. Bolívar Sáenz

La hipertensión arterial es una enfermedad que no presenta síntomas, se la considera una asesina silenciosa. Dr. Bolívar Sáenz

De acuerdo al informe mundial sobre la hipertensión publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2023), “cuatro de cada cinco personas con hipertensión no reciben el tratamiento adecuado. Si se logra aumentar la cobertura, se podrían prevenir 76 millones de muertes entre 2023 y 2050. Además, la hipertensión arterial, afecta a uno de cada tres adultos a nivel mundial” 1 . Por la gravedad de este padecimiento, revista Guía Farmacéutica conversó con el doctor Bolívar Sáenz, cardiólogo clínico formado en la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, Brasil; especialista en insuficiencia cardíaca y vicepresidente de la Sociedad Sudamericana de Cardiología, quien respondió a varias inquietudes acerca de esta enfermedad.

¿Qué es la hipertensión arterial?

Definir la hipertensión arterial es complejo, porque esta condición se determina a partir de valores numéricos específicos. Se clasifica como hipertensión cuando la presión arterial excede ciertos límites promedio, más de 130/85 mmHg; es decir, una persona es hipertensa cuando la presión arterial supera los rangos establecidos en el monitoreo ambulatorio de presión arterial (MAPA) más de 135/85 mmHg o 140/85 mmHg; ya sea a través de un monitoreo ambulatorio, automedición en el hogar o mediciones realizadas en el consultorio médico.

¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer hipertensión arterial?

La hipertensión arterial es una condición multifactorial. Existen factores de riesgo modificables, como el sobrepeso, la obesidad, la inactividad física, el sedentarismo, el tabaquismo y el estrés, que pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión. Sin embargo, también se presentan factores inflamatorios, que provocan en el cuerpo, de manera inexplicable, que ciertas neurohormonas eleven la presión arterial. Además, la predisposición genética donde varios genes, como el de la enzima convertidora de angiotensina (ECA), están sobreexpuestos lo que contribuye al desarrollo de la hipertensión arterial y a esto se suman factores medioambientales que son desconocidos; por tanto, la hipertensión es multifactorial.

¿Cómo se diagnostica de manera adecuada la hipertensión arterial?

Para el diagnóstico se emplean métodos específicos. Uno de ellos es la automedición de la presión arterial (AMPA), que implica que el paciente mida su presión arterial cuatro veces al día durante siete días en 28 mediciones. Luego, se calcula un promedio, y si este es mayor a 135/85 mmHg, se considera hipertensión. Otra opción es el monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA), en el cual, se coloca un dispositivo en el paciente durante 24 horas, registrando la presión arterial cada 15 a 30 minutos durante el día, y cada 30 a 60 minutos durante la noche. En este caso, se considera hipertensión si, el promedio global es superior a 130/85 mmHg. Se diagnostica hipertensión diurna cuando la presión arterial es mayor a 135/85 mmHg durante el día, y nocturna si es superior a 120/80 mmHg durante la noche, ya que se espera que la presión disminuya durante el descanso nocturno.

¿Cuál es la prevalencia de la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial es la sexta causa de muerte en Ecuador y la quinta a nivel mundial. Se estima que alrededor de dos mil millones de personas sufren de hipertensión arterial y en el país es la principal causa de consultas en el servicio de salud pública, superando a traumatología, ginecología y pediatría. La hipertensión es más prevalente a partir de los 45 años de edad, se ha observado un incremento en su aparición en edades más tempranas. Los hombres tienen mayor predisposición a padecerla; pero, datos recientes muestran un notable incremento en mujeres.

¿Cómo impactan comorbilidades como la diabetes y problemas renales en la hipertensión arterial?

Estas comorbilidades no solo influyen en la hipertensión arterial, sino que contribuyen al desarrollo de condiciones graves como el síndrome cardiovascular-renal-metabólico (CRM), que puede llevar a insuficiencia cardíaca e incidir en el desarrollo de enfermedad aterosclerótica, aumentando el riesgo de infarto agudo de miocardio. También pueden provocar nefropatía, siendo la enfermedad renal crónica hipertensiva la segunda causa más común. Por tanto, estas comorbilidades, además de impactar la presión arterial, aumentan el riesgo de enfermedades crónicas y mortales.

¿Qué consecuencias se presentan al no controlar la hipertensión arterial?

La hipertensión arterial afecta la musculatura lisa de los vasos sanguíneos, lo que disminuye la filtración glomerular en los riñones y conduce a enfermedad renal crónica. A largo plazo, la estimulación continua de la hipertensión provoca el engrosamiento de los vasos sanguíneos, lo que impacta al corazón y puede llevar al desarrollo de cardiomiopatía hipertensiva, una condición que puede progresar hacia la insuficiencia cardíaca. Los vasos sanguíneos de los ojos también se ven afectados por la hipertensión, lo que puede llevar a una condición conocida como retinopatía hipertensiva, donde la musculatura de los vasos se hipertrofia, lo que resulta en la pérdida de visión, que en algunos casos es irreversible en casos crónicos. En escenarios más agudos, la hipertensión arterial no controlada puede provocar la ruptura súbita de los vasos y desencadenar enfermedades graves como el accidente cerebrovascular hemorrágico, causado por la ruptura de un vaso en el cerebro o un aneurisma disecante de la aorta, ambas condiciones con una alta tasa de mortalidad.

¿Qué estrategias terapéuticas se emplean en la hipertensión arterial?

Lo esencial es un diagnóstico preciso. Las guías internacionales recomiendan medir la presión arterial al menos una vez en la vida, desde los tres años de edad, porque no es una enfermedad exclusiva de los adultos. Confirmado el diagnóstico, se deben implementar tratamientos no farmacológicos, como adoptar la dieta DASH, que es la dieta mediterránea, diseñada para controlar la hipertensión. Además, se requiere promover la pérdida de peso, realizar actividad física, reducir el estrés y el consumo de tabaco. Una vez establecidas estas medidas, se emplean combinaciones de medicamentos de primera línea, como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA2), bloqueadores de los canales de calcio y diuréticos tiazídicos que impiden la reabsorción de sodio y cloro. Si estas opciones farmacológicas no son efectivas, se avanza a terapias de tercera o cuarta línea, para casos de hipertensión más severa, donde se incluye a betabloqueadores u otros medicamentos de acción directa. Además, es esencial realizar un cálculo de riesgo cardiovascular y que el paciente asista a la post consulta para un manejo integral.

¿Cuál es el mecanismo de acción de Altotab (Lercanidipina) en la hipertensión arterial?

Altotab (Lercanidipina) es un calcioantagonista dihidropiridínico, un medicamento altamente eficaz y seguro en el tratamiento de la hipertensión arterial, por su potente efecto antihipertensivo, solo o en combinación. Comparado con otros fármacos de su grupo, ofrece una vida media más prolongada y reduce efectos adversos como la hinchazón o el edema en las extremidades inferiores. El mecanismo de acción de la lercanidipina se distingue de otros medicamentos porque actúa directamente sobre la absorción de calcio en las paredes musculares de las arterias, provocando una vasodilatación directa que contribuye a la reducción, tanto de la presión arterial sistólica como diastólica.

Las guías internacionales recomiendan medir la presión arterial al menos una vez en la vida, desde los tres años de edad, porque la hipertensión no es exclusiva de los adultos

¿Qué evidencia existe sobre Altotab (Lercanidipina) y su efecto nefroprotector?

Existen varios estudios donde se observa que este medicamento tiene una eficacia absoluta, no solo en reducir la presión arterial, sino también, en mejorar la sobrevida de los pacientes con hipertensión arterial. Por eso, debería ser considerado como un medicamento de primera línea para la protección del corazón. En cuanto al efecto nefroprotector de la lercanidipina, este medicamento no tiene efectos adversos como otros, que incrementan la cantidad de potasio o pueden empeorar la función renal. Este es un medicamento que se absorbe de forma segura en el riñón, y esto al bajar o producir la vasodilatación de los músculos sanguíneos aumenta la tasa de filtración glomerular. No es un medicamento que perjudique el riñón.

¿Alguna recomendación para pacientes y médicos?

Los pacientes con hipertensión arterial no deben dejar de controlarse. La hipertensión arterial es una enfermedad que no presenta síntomas, por eso se considera la asesina silenciosa. La única forma de saber si está bien controlada o no la presión arterial es midiéndosela de forma regular con un tensiómetro digital, esto puede salvar su vida. Los médicos deben recordar que, la hipertensión arterial no es una enfermedad exclusiva de los cardiólogos, se ha convertido en un problema de salud que, mientras más temprano sea diagnosticada y tratada, los efectos van a ser menores. Por tanto, este padecimiento debe ser dominado por todas las clases médicas, por los estudiantes de medicina, para que el paciente sea referido de manera oportuna en casos complicados o resistentes.

  • 1 Organización Mundial de la salud ( 2023). Primer informe sobre la hipertensión arterial. Recuperado de https://n9.cl/n0h3s

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