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Enfermedad renal crónica. Entrevista Dra. Vanessa Villavicencio.

Izaban (Empagliflozina) es un fármaco eficaz y seguro en el manejo de la enfermedad renal crónica, con beneficios adicionales en la salud cardiovascular. Vanessa Villavicencio

La enfermedad renal crónica (ERC) representa un problema de salud pública, que incrementa la morbimortalidad en el ámbito cardiovascular, asociada al deterioro de la función renal. Según datos del Ministerio de Salud Pública del Ecuador, la ERC está relacionada con varias enfermedades crónicas de alta prevalencia, como el síndrome metabólico, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y las glomerulopatías. Se estima que el 30 % de los casos de ERC son atribuibles a la diabetes mellitus; el 25 % a la hipertensión arterial y el 20 % a las glomerulopatías.1 En este contexto, revista Guía Farmacéutica conversó con la doctora Vanessa Villavicencio, médico cirujano y especialista en nefrología por la Universidad Católica de Argentina, quien además es secretaria de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH). Durante la entrevista, se abordó diversas inquietudes relacionadas con la enfermedad renal crónica, su incidencia y tratamiento eficaz.

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

La enfermedad renal crónica (ERC) se refiere a cambios funcionales y estructurales en los riñones que afectan la salud y persisten durante al menos tres meses o menos, tiempo suficiente para identificar claramente la causa subyacente. Por otro lado, la enfermedad renal crónica ocurre cuando los riñones ya no son capaces de cumplir, adecuadamente, su función y, por lo tanto, el paciente requiere de un tratamiento sustitutivo, como la diálisis o un trasplante.

¿Cuáles son los factores de riesgo que inciden en el desarrollo de enfermedades renales?

Los principales factores de riesgo de la enfermedad renal crónica incluyen, en primer lugar, la diabetes del 20 % al 40 % de los casos; seguida de la hipertensión arterial (HTA) con un 30 %. Además, las enfermedades glomerulares juegan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad renal. Otros factores que incrementan el riesgo de ERC son la obesidad, que predispone a la disfunción renal, y las enfermedades obstructivas que dificultan el flujo normal de la orina, causando daño a los riñones.

¿Cuál es la incidencia de la enfermedad renal crónica en el país y a qué grupo de la población afecta más?

La incidencia de la enfermedad renal crónica en Ecuador es alarmante. Alrededor de 23 mil pacientes están sometidos a diálisis; mientras que, aproximadamente dos millones de personas presentan algún grado de daño renal en la etapa previa a la diálisis, esto de acuerdo a las estadísticas de la Sociedad Ecuatoriana de Nefrología. Además, se ha observado que 1 de cada 10 personas sufre de ERC, lo que demuestra la magnitud del problema. Esta afección impacta a diversos grupos de la población, pero es más prevalente en personas con comorbilidades como diabetes, hipertensión, obesidad y antecedentes familiares de enfermedad renal, en especial, en adultos mayores.

¿Existe alguna relación entre la enfermedad cardíaca y los problemas renales crónicos?

La enfermedad cardíaca y los problemas renales crónicos están interrelacionados a través del eje cardiorrenal. La enfermedad renal crónica (ERC) incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular; ya que, la progresión de la falla renal contribuye a factores de riesgo como hipertensión y alteraciones en el metabolismo del calcio-fósforo, lo que puede resultar en hipertrofia miocárdica y aterosclerosis. A su vez, la insuficiencia cardíaca puede afectar la función renal, creando un ciclo de deterioro mutuo conocido como síndrome cardiorrenal.

El control de enfermedades de base, como la hipertensión y la diabetes, es crucial, ya que, estas condiciones son los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades renales

¿Cómo influye la diabetes en el desarrollo y la progresión de las enfermedades renales?

La diabetes tipo 2 es una de las principales causas de la enfermedad renal crónica. La exposición prolongada a altos niveles de glucosa en la sangre (hiperglucemia) daña los glomérulos renales, afectando su capacidad para eliminar desechos y líquidos del cuerpo, lo que puede derivar en nefropatía diabética. Mantener un control estricto de la glucosa en sangre y de la presión arterial es esencial para prevenir o retrasar el daño renal. Estudios han demostrado que un control metabólico intensivo puede reducir el riesgo de desarrollar complicaciones renales en pacientes diabéticos.

¿Qué estrategia terapéutica es efectiva en el manejo de la enfermedad renal crónica?

La estrategia terapéutica efectiva incluye la detección temprana y el tratamiento de la enfermedad renal crónica. Se recomienda un enfoque multidisciplinario que aborde factores de riesgo como hipertensión y diabetes; así como, el uso de inhibidores del sistema renina-angiotensina para reducir la proteinuria y la progresión de la enfermedad. Además, de cambios en el estilo de vida, como una dieta equilibrada y ejercicio regular.

¿Cuál es el mecanismo de acción de Izaban (Empagliflozina) en la enfermedad renal?

Izaban (Empagliflozina) actúa como un inhibidor del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), lo que reduce la reabsorción de glucosa en los riñones, aumentando su excreción en la orina y, por tanto, disminuye los niveles de glucosa en sangre. A diferencia de otros antidiabéticos, su mecanismo de acción es independiente de la insulina, lo que es ideal para pacientes con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2. Además de sus efectos antihiperglucemiantes, la empagliflozina reduce la progresión de la enfermedad renal y la mortalidad cardiovascular en pacientes con ERC, lo que marca la diferencia de otros fármacos. La eficacia de empagliflozina se demostró en el estudio EMPA-KIDNEY (2022), con una disminución del 28 % en el riesgo de progresión renal o muerte cardiovascular y un 14 % en la hospitalización. Estos resultados indican que empagliflozina mejora el control glucémico y ofrece beneficios significativos en la protección renal y cardiovascular. En mi experiencia, he observado una mejoría en la función renal y una disminución de la albuminuria, lo que ralentiza la progresión del daño renal.

¿Qué medidas pueden ayudar a la prevención de enfermedades renales?

En la prevención de las enfermedades renales se deben adoptar medidas que promuevan la salud en general. Una de las principales es llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, y baja en sodio, para mantener los riñones en buen estado. Además, realizar ejercicio con regularidad para mejorar la circulación y reducir la presión arterial. También es vital mantener una adecuada hidratación, para facilitar la función de filtrado de los riñones. Otra medida importante es evitar la automedicación, porque el uso excesivo de medicamentos sin supervisión médica puede dañar los riñones. Finalmente, el control de enfermedades de base, como la hipertensión y la diabetes, es crucial, ya que, estas condiciones son los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades renales.

¿Qué mensaje compartiría sobre el uso de Izaban (Empagliflozina) en la enfermedad renal crónica?

Izaban (Empagliflozina) se ha consolidado como una opción terapéutica valiosa en el tratamiento de la enfermedad renal crónica, en especial, en pacientes con ERC y comorbilidades como diabetes e insuficiencia cardíaca. La empagliflozina representa una herramienta eficaz y segura en el manejo de la enfermedad renal crónica, con beneficios adicionales en la salud cardiovascular.

  • 1 Ministerio de Salud Pública del Ecuador. (2024). Protocolo de Enfermedad Renal Crónica. Recuperado de https://n9.cl/idehk

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