Correo del Maestro Núm. 17 - Octubre de 1997

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ISSN 1405-3616

Madera, barro y hojas... Dora Centurión Hidalgo Judith Espinosa Moreno

El acercamiento de los niños a la biblioteca Perla del Carmen Rodríguez M.

Banapapel: una alternativa ecológica Armando Valenzuela Salas

Avizorar una esperanza Eustaquio Sánchez Vázquez

Las verduras serranas Oscar Omar de Dios Vallejo

En la enseñaza de las ciencias... ¿hasta qué punto podemos evaluar a un alumno? Alejandra González Dávila

Los chaneques Pablo Gómez Jiménez

9!BLF?E@:RUPUOV!

México D. F. Octubre 1997. Año 2 Número 17.






Editorial

Continuamos, en este número de Correo del Maestro, reflexiones en torno al tema de la evaluación, que iniciáramos en el Correo del mes pasado. Alejandra González nos propone, no sólo una vía para abordar sus diversos aspectos sino, a la vez, diversas alternativas, producto de su quehacer educativo. Pero también damos continuidad a otras temáticas, iniciadas hace ya un año, en el número de octubre del 96: Tabasco y los tabasqueños. Nuevamente su entusiasmo y calidez desbordan nuestras páginas con testimonios que, al igual que los del maestro Tapia*, sólo podemos llamar amorosos. En ellos nos regalan, desde la magia y riqueza de la selva y los secretos de su cocina, hasta los pormenores de la construcción de diversos espacios creativos en los que, además de conocimiento, se construye esperanza.

Virginia Ferrari

* ROJAS Moreno, Ileana. Docencia y práctica educativa en la escuela Manuel Bartolomé Cossío. Testimonios de treinta años de la obra amorosa de José de Tapia. Correo del Maestro Núm. 17, octubre 1997, p. 56.

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Entre nosotros

El acercamiento de los niños a la biblioteca Remembranzas de una experiencia

Perla del Carmen Rodríguez Manríquez

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entro de mis experiencias personales, una de las más gratas ha sido la de implementar actividades infantiles en la biblioteca pública, con el objetivo principal de acercar al niño al libro, presentando a este último como un amigo incondicional al que siempre se puede acudir . Muchas veces se piensa que el acercamiento al libro se debe realizar predominantemente con las personas que saben leer; contrario a esto, mi experiencia me enseñó que debe hacerse antes, desde que el niño controla sus movimientos de manos y brazos. Cuando están en edad preescolar, los niños aprenden a tratar a los libros con cariño y a manejarlos sin desprender o maltratar sus hojas. A pesar de la limitante de la falta del conocimiento de la lec-

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tura, existen muchos libros infantiles con bellísimas ilustraciones que permiten al niño viajar por sus historias guiados por imágenes llenas de color y fantasía. Esto le ofrece un abanico de motivaciones para acudir a un libro: primero en búsqueda de diversión, después como un acercamiento a las artes, al conoci-miento y a la información. Sin lugar a dudas mi labor en la Biblioteca del Centro Recreativo Municipal de la ciudad de Villahermosa, Tabasco, me ha permitido acercarme a variadas actividades cotidianas que se realizan en el aula, con el fin de sembrar semillitas en los futuros lectores. Una impresión que nunca olvidaré, en un recorrido por algunas escuelas rurales, fue pasar por un salón de aquella escuelita y ver en un


rincón del aula seis guacales empotrados en la pared, que formaban la valiosa estantería que resguardaba el acervo bibliográfico existente. Esa pequeña colección estaba formada por libros básicos de educación primaria y, como en cualquier biblioteca, no faltaban libros de consulta como un diccionario y un atlas mundial; también se encontraba allí una colección de cuentos clásicos, colocada al alcance de los niños para que la utilizaran a la hora pertinente, por ejemplo, los libros de cuentos estaban muy solicitados a la hora del recreo. Como es sabido, los cuentos favorecen el desarrollo de la imaginación del niño, y si son narrados en forma amena y con emoción, mostrando a los pequeños las ilustraciones, éstos van asimilando las moralejas o mensajes siempre presentes en las historias. Esta actividad de lectura, que ha sido parte del desarrollo del niño durante generaciones, ha sido llevada a las bibliotecas y es conocida como La hora del cuento. Para poder realizarla los requerimientos son, básicamente, el libro de cuentos y los pequeñitos sentados sobre el suelo, tal vez sobre unos petates o en el jardín, pero lo esencial es narrar una historia mientras se muestran los dibujos que la ilustran. La atmósfera se debe crear mediante una narración llena de sonidos, que acompañando a las palabras, nos transporten a diferentes lugares, a culturas ajenas, a tiempos pasados o futuros. El lenguaje corporal también es un gran apoyo, simplemente el dar un brinco acompañado de una expresión genera mayor atención, además de que permite percibir si el público va siguiendo la historia. El uso de elementos de emoción en la narración transforma una actividad que podría ser pasiva por parte de los niños, en activa, ya que ellos aportarán sus emociones y opiniones y responderán a preguntas que reflejen la comprensión de la historia. Existen muchos cuentos

en los que el final puede ser muy obvio y eso permite darles la alternativa de que ellos concluyan éste, imprimiendo la emoción requerida de acuerdo con su personal estilo o punto de vista. A todo lo anterior podemos sumar la posibilidad de que los niños hagan un dibujo sobre la historia, dejando libre su imaginación y capacidad de expresión artística, la que generalmente dirigen hacia los personajes centrales, pero sin dejar de lado aquello que les haya impresionado más. Muchas veces formando los dibujos en secuencia se puede recrear la historia de manera gráfica. Otra actividad interesante es la llamada Rincón Musical. En ella se trata de introducir al niño en el mundo de la música y de los libros, mediante la ambientación adecuada del espacio para trabajar. Al inicio de esta actividad solía preguntar a los niños si les gustaba la música, a lo que respondían siempre con un tremendo “¡SÍ!” seguido de la mención de sus cantantes favoritos. Después les preguntaba si habían escuchado música clásica y las caritas de interrogación aparecían de inmediato. Esto me permitía comentarles que seguramente habían visto carica-

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El acercamiento de los niños a la biblioteca

turas y comentarles que gran parte de la música que éstas presentan , son fragmentos de grandes obras musicales. La plática se realizaba sobre unos petates en un salón que estaba decorado con dibujos de instrumentos musicales y un mapamundi, los cuales, además de ser un gran apoyo didáctico, brindaban una atmósfera especial, diferente a la de todos los días. Continuaba nuestra charla utilizando algunos datos relevantes de la biografía del compositor de la obra que escucharían. En esta parte de la actividad es muy importante que la narración mantenga el interés de los niños. Yo mencionaba el lugar donde había nacido el compositor, localizando el lejano lugar en el mapa; también indicaba la fecha de nacimiento del mismo, realizando un imaginario viaje por el tiempo. Es ideal, en este momento, recurrir a los libros con imágenes, para enriquecer la narración e indirectamente estimular su uso. Una vez entrados en el tema, decía el título de la obra musical seleccionada para ser escuchada y los niños se recostaban sobre los petates con la instrucción de escuchar con atención la música para percibir qué sentimientos les inspiraba y reconocer algunos de los instrumentos.

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Todos escuchaban atenta y relajadamente. Al terminar la pieza musical los niños estaban completamente relajados y en ese momento hacía la pregunta: _¿qué sintieron o qué imaginaron durante ese viaje musical? Las opiniones brotaban y todos escuchaban con atención lo que expresaban sus compañeritos. Una niña decía: _Yo era una bailarina que bailaba sobre un caballo blanco, pero iba cabalgando sobre un río; otro niño manifestaba: _Un elefante inmenso paseaba y retumbaba todo a su paso con los tambores. En este viaje musical también trataba que los niños reconocieran algunos de los instrumentos que habían escuchado; muchos eran identificados rápidamente, pero también debía recurrir al apoyo de dibujos para mostrarles aquéllos que desconocían como, por ejemplo, el oboe, el clarín y la tuba entre otros; esto posibilitaba que ampliaran sus conocimientos sobre los instrumentos, sus formas y sus sonidos. Cerrábamos la actividad con el uso de hojas de desecho y crayolas con las cuales los niños le daban vuelo a su expresión artística. Verdaderamente se inspiraban. Después exponíamos sus dibujos durante varios días. He mantenido contacto con algunos de los niños que estuvieron en estas actividades y al pasar de los años los he visto crecer y mejorar en el uso y aprovechamiento de los libros. Actualmente muchos de ellos son estudiantes universitarios y otros ya profesionistas que reconocen la importancia de aquel primer acercamiento con el libro y dicen: “Nunca se acaba de aprender”. Estas propuestas se plantearon como un reto al caminar constante por la búsqueda de hacernos mejores individuos a través de la lectura y considerando a los libros como amigos incondicionales, pues soy una convencida de aquella cita de Lord Byron que expresa: “Un libro es la única cosa inmortal”.


Banapapel: una alternativa ecológica Armando Valenzuela Salas

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stamos destruyendo nuestro mundo. Día con día se talan cientos de hectáreas de bosques y selvas. Los motivos son muchos: necesidad de espacio para la expansión de las ciudades, áreas de cultivo, explotación de árboles maderables... pero la causa de más peso es la necesidad de papel. Hace siglos, el papel era fabricado con fibras de lino y otros textiles, teniendo como resultado un producto extremadamente resistente y duradero; muchas muestras de éste sobreviven hasta nuestros días. Sin embargo, cuando a finales del siglo XVIII se empezaron a imprimir periódicos y folletines en cantidades cada vez mayores, tal materia prima daba como resultado un papel muy caro, por lo que se empezó a utilizar la madera. El papel de fibras textiles se fabrica aún en la actualidad pero sólo es usado para imprimir documentos muy importantes como papeles legales, diplomas, etc. Debido a la demanda actual de papel muchos árboles se talan y, como consecuencia lógica, se causa una deforestación muy fuerte que en algunos casos provoca erosión y la otrora zona boscosa se va transformando en un desierto. Se le debe hacer frente a esta situación. Una de las alternativas más populares es el reciclaje de papel. Con este proceso, además de que se salvan árboles, se reduce la cantidad de desechos que van a parar a los basureros y rellenos sanitarios. Pero hay otros recursos, recursos que pasan por enfrente de nosotros en su camino al basurero, sin que siquiera los veamos. Tal es el objetivo de esta investigación: aprovechar estos

recursos para la elaboración de un producto útil, el banapapel. Primero ahondemos en la estructura de la fuente de materia prima: la mata del plátano. Una mata de plátano es llamada así porque en realidad no es un árbol. Tiene un tallo subterráneo, muy cerca de las raíces, y lo que es conocido comúnmente como tallo son en realidad hojas enrolladas firmemente. Sobre el tronco del banano empiezan a crecer capullos, que luego se abren para revelar flores. Estas flores dan lugar a los racimos de plátano, que están unidos por una caña dura conocida como pinzote. Es en esta etapa, cuando el plátano y el pinzote están verdes, que se corta la planta, para que pueda ser comercializada la fruta, la cual madura mientras es vendida. Los frutos se separan del pinzote para ser llevados al mercado. ¿Y el pinzote? Simplemente se tira. En el estado de Tabasco se cultivan anualmente alrededor de 13 450 hectáreas de plátano. Tomando en cuenta la gran cantidad de pinzotes que resultan, ¿qué se puede hacer con ellos? Una parte puede ir a parar a rellenos sanitarios, pero es demasiado; el resto va a parar a basureros y, aunque es biodegradable por ser materia orgánica, con el paso del tiempo se va acumulando más y más. Ahora bien: las maderas a partir de las cuales se fabrica el papel, como las de pino, roble, sauce y abeto, entre otras, son ricas en celulosa y lignina. La celulosa forma fibras largas y huecas, selladas por los extremos, que tienen una longi-

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Banapapel: una alternativa ecológica

tud que va de 1 a 5 milímetros de largo y que alguna vez formaron parte de las células vivas dentro del tronco arbóreo. La lignina es una sustancia que mantiene unidas a tales células. La fibra del pinzote es un recurso muy valioso, si se sabe aprovechar, pues es técnicamente apta para fabricar papel; e incluso es superior a muchas de las maderas utilizadas en la industria papelera. El pinzote contiene un 95% de agua y un 5% de fibra. La fibra está compuesta por un 53% de celulosa y un 11.73% de lignina. La longitud promedio de cada una de las fibras es de 2 milímetros y el diámetro es de 36 micras. Según estos valores, las propiedades mecánicas de la fibra de pinzote son mejores que las reportadas para varias especies de maderas utilizadas para hacer pulpa.

El proyecto para la elaboración de papel utilizando el pinzote nació en la Escuela de Agricultura de la Región del Trópico Húmedo (EARTH), con sede en Costa Rica. La EARTH es una de las universidades agrícolas de más renombre en América Latina. Cuenta con una porción de selva tropical que es mantenida

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como reserva ecológica, además de una finca donde se llevan a cabo diferentes cultivos. Actualmente, la planta piloto para la producción de banapapel se encuentra funcionando en el campus de la universidad, a cargo del Ing. Gerardo Mirabelli. El proceso se lleva a cabo en una escala medianamente comercial dentro del campus de la Escuela. También se ha desarrollado en la universidad un sistema de manejo integrado de desechos, ya que la identificación y separación de éstos es una condición básica para que el sistema opere. Además, se toma en consideración que la fabricación del papel reciclado convencional genera desechos difíciles de manejar (químicos, solventes, detergentes) pues tienen un impacto más grave que el desecho original de la producción de papel. Por lo tanto, el proceso de fabricación empleado en la planta piloto, aunque no sea el más moderno, tiene su razón de ser pues interactúa con los demás componentes para minimizar los desechos y manejar los que se generen, en forma congruente con el resto del proyecto. A manera de desechos, se generan agua sucia y fibra, las dos biodegradables. La fibra se sedimenta y es fermentada para ser utilizada como alimento para la lombricultura. Las aguas se vierten en un humedal que sirve como hábitat a peces, aves y pequeños lagartos. Al final del humedal, las aguas se descargan en una quebrada que tiene un largo recorrido antes de llegar al Río Parismina. Esta agua, al ser analizada, demostró ser de excelente calidad. La planta no genera olores ni humo, sin embargo, produce ruido, pero se está buscando minimizarlo. El Ing. Mirabelli ha manifestado que actualmente se está tratando de involucrar a comunidades vecinas en la utilización de este papel en artesanías y otros productos, para la fundación de microempresas que ayuden a mejorar su economía.


A pesar de que el proceso de fabricación puede parecer algo complicado, en realidad es muy sencillo. Nosotros, asesorados por el Ing. Mirabelli, realizamos una investigación práctica muy sencilla, la cual puede realizarse tanto en la casa como en la escuela. Se utilizó un procedimiento similar al de reciclado de papel y cualquiera puede realizarlo siguiendo la metodología que se expone a continuación.

Materiales necesarios Pinzote Papel Bond desechado Agua (mucha) Malla (puede ser tela de gallinero, malla de alambre, o una media extendida sobre un gancho) Licuadora Rodillo

Procedimiento 1) Se toma una pieza de pinzote (lo más verde posible) y se pela. El pinzote (ya pelado) debe ser cortado en pedazos. 2) Se licuan estos trozos de pinzote con mucha agua y se añade una cierta cantidad de papel bond. La mejor proporción es de nueve partes de pinzote por una de papel bond. Una vez todo junto, se licua nuevamente hasta alcanzar la consistencia de una pasta fibrosa y húmeda. 3) Esta mezcla se deja caer sobre la malla para que escurra el agua. Después se extiende uniformemente sobre ésta para que no quede ningún hoyo.

Pinzote

Papel

4) Posteriormente se coloca un pedazo de toalla u otro material igualmente absorbente y se procede a aplanarlo con un rodillo. Esto sirve para extenderlo todo parejo y eliminar aún más agua. 5) Se deja secar al sol.

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Banapapel: una alternativa ecológica

6) Una vez seco, se retira el banapapel de las mallas. Si se arruga, se puede alisar con una plancha con calor bajo. Como se puede ver, no es muy difícil hacerlo. El banapapel producido de esta forma presenta un color que va de un tono amarillento claro al ocre; presenta también una superficie lisa al tacto y tiene una buena absorción de la tinta, por lo que se puede escribir en él.

Conclusiones Si se analizan las condiciones climatológicas de Costa Rica y se comparan con las de algunos estados del sureste de México, se podrá ver que son muy similares. Se ha recalcado en repetidas ocasiones la facilidad con la que sería posible aplicar este proceso en el estado de Tabasco. Es lógico pensar que es imposible establecer una planta productora de papel en Tabasco, simplemente porque no hay árboles maderables propios de zonas más frías, materia prima del papel normal. Sin embargo, el pinzote se obtiene durante todo el año, y así puede aprovecharse una parte más de la planta del plátano, ya no sólo los frutos. El pinzote de banano no es la única materia prima necesaria: también se requiere agua fresca. ¿Pero acaso no es lo que sobra en ese húmedo y fértil estado? Además, a través del experimento se demuestra la facilidad de producción. A continuación se enlistan los puntos en favor de la instalación de una planta de banapapel:

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1) Abundancia de la materia prima. 2) Costo. La maquinaria en sí no es muy cara. El Ing. Mirabelli ha recalcado que no precisamente debe ser la más moderna, porque una de las metas es aprovechar los restos, no producir más, y quizás la maquinaria que a veces pudiera parecer “obsoleta” es en realidad la mejor manera de evitar la contaminación. 3) Posibilidad de nuevos empleos. La construcción y operación de la planta produciría empleos directos e indirectos. Directos, al trabajar en la planta; indirectos al participar en la distribución, comercialización, etc. En todo caso, el “experimento” casero da como resultado un original material con el que se pueden hacer manualidades como sobres, tarjetas y tarjetas de presentación, entre otras cosas. Pero finalmente... el mejor beneficio no sería el económico ni el práctico; simplemente dejaríamos un mundo mejor para los que han de venir después de nosotros.


Avizorar una esperanza Eustaquio Sánchez Vázquez

Con dedicación especial a los que no pueden decir su palabra, a los que sufren la soledad en el silencio

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on Luis y doña Amelia formaban un matrimonio joven que vivía en la hacienda Villa Luz, enclavada en la sierra tabasqueña. Su única hija nació cuando ellos cumplían dos años de casados. Como es frecuente entre la gente del campo, el padre le puso el nombre de Mariana, debido a que así se llamaba su propia madre. El deseo de éste era que cuando su hija creciera, estudiase la carrera de medicina humana, porque ésa era la profesión que él quiso estudiar; sin embargo, la madre quería que fuera maestra de primaria, tal vez porque ella había deseado ser educadora. Había todo un proyecto de vida para la recién nacida, pero los padres no contaban con que estos planes jamás cristalizarían. A los pocos meses comenzaron a notar ciertos rasgos atípicos en Mariana; la niña casi no se movía ni seguía con la mirada los juguetes de colores que ellos le presentaban, pero creían que eso cambiaría con el paso del tiempo. Cierto día, la familia de don Luis fue visitada por un amigo, conocido desde la infancia, que había estudiado medicina. Éste fue quien les dijo que notaba algo raro en Mariana y que él pensaba que no estaba madurando neurológicamente con normalidad. Les recomendó entonces, que lo

visitaran en su consultorio para poder hacer a la niña algunos estudios que consideraba necesarios. Ya en el consultorio, después de haber revisado cada uno de los diversos estudios practicados, el médico confirmaba lo que él había supuesto; pero tenía un problema, explicar a los padres de Mariana el padecimiento diagnosticado. Comenzó, poco a poco, a decirles que la niña tenía un problema, que ellos debían ser fuertes y que tenían que tomarlo con mucha serenidad. Les explicó que a Mariana le había sido detectado un problema de trastornos neuromotores con deficiencia mental moderada. Los padres, al recibir la noticia, se mostraron, al principio, incrédulos ante lo que el médico les estaba diciendo y luego, muy preocupados. Después de muchas reflexiones, llegaron a la conclusión de que había sido un castigo divino, por lo que optaron por mantener a la niña encerrada en un cuarto para que no fuera vista por la familia ni los amigos que los visitaban. Ahí estaba Mariana; el sillón que utilizaba se movía rítmicamente, su cuerpo se contorsionaba como queriendo expresar algo en un lenguaje ininteligible; de vez en cuando su rostro cambiaba, sobre todo cuando veía entrar al cuarto a doña Amelia, a don Luis o a la señora que le

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Avizorar una esperanza

servía de nana. Su rostro de muñeca se adornaba con dos lazos de terciopelo rojo y el vestido de encaje y gasas vaporosas completaba su imagen. La infancia transcurría en la soledad de su cuarto, ¿qué edad tendría?, apenas nueve o diez años. Su niñez, pegada al sillón, sólo se desplazaba cuando la madre y la nana la ayudaban a cambiarse, ¡y con qué ternura lo hacían! Apenas balbuceaba y, aunque podía entender, su cuerpo no obedecía al mandato de su cerebro. Doña Amelia a menudo se preguntaba: _¿Por qué nos ha pasado esto a nosotros?, ¿qué mal hemos hecho? y, como queriendo mantener una débil esperanza, exclamaba: _¡Cuánto daría porque mi hija se cure! Tengo fe en que algún día sanará. Al igual que los padres, los familiares cercanos sufrían mucho al ver a la niña en ese estado y trataban de buscar una salida a la situación de Mariana. Ricardo, un tío, ocupaba un puesto político muy importante en el Estado y su esposa, Rosa, se dedicaba a actividades voluntarias que la llevaron a conocer una instituición dedicada a atender a niños con conductas atípicas. En ese centro múltiple de educación especial trabajaba el profesor Adán, especialista en trastornos neuromotores, quien conoció el caso de Mariana a través de la tía Rosita. El deseo de la madre, en cuanto que creía que algún día se podría hacer algo por su hija, comenzó así a cumplirse. Adán llegó hasta la casa de Mariana y comenzó a hacer una valoración del estado de la niña y, mientras lo hacía, sentía que ésta era una magnífica oportunidad para que aplicara en la práctica lo que había aprendido en su proceso de formación en la Escuela Normal de Educación Especial. Platicó con la madre acerca de la historia prenatal y neonatal de Mariana. Ella recordó que cuando estaba embarazada padeció de varicela, pero que en ese momento no lo consideró importante. El especialista en trastornos neuromotores comentó que sería necesario que se

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comenzaran a practicar ciertos ejercicios de estimulación, a fin de ejercitar los músculos, y que después sería necesario llevar a la niña a la institución para que trabajara con un equipo interdisciplinario de rehabilitación. Les habló sobre la importancia de que ellos, como padres, cooperaran también, asistiendo a la escuela de padres que se formó en el laboratorio psicopedagógico. Ahí aprendieron a compartir experiencias con otros padres que tenían problemas similares y fueron comprendiendo el papel que ellos tenían en el trabajo de recuperación de la niña, aunque estaban conscientes de que los logros no iban a ser espectaculares. A pesar de esto último, tanto el médico como el profesor que atendían el caso seguían animando a la pareja para que no desistiera de su objetivo. Así surge la educación especial, como un mito sobre la posibilidad de reintegrar sujetos a la sociedad, aunque entre la realidad y el mito exista una gran distancia. Después de un tiempo de apoyo psicopedagógico se comenzó a notar un avance en Mariana; ya tenía más movimiento en sus extremidades, lograba comunicarse con ciertas señas y, a veces, sonreía cuando veía llegar a su maestro. Sin embargo el profesor Adán se sentía insatisfecho, ya que él esperaba que Mariana lograra ser autosuficiente. Recordó que los especialistas en la Escuela Normal le habían recomendado que nunca creara falsas expectativas en los padres o familiares, ya que es muy frecuente que éstos se sientan defraudados si no se logra integrar totalmente al individuo a la sociedad. Él ya había aprendido a darle valor a cualquier avance de la niña, pues era producto del esfuerzo de ambos en conjunto con el de don Luis y doña Amelia. Esta sensibilidad y un gran humanismo son características fundamentales de un maestro de educación especial.


Antes del aula

¿Me da mi calavera? Alejandra Alvarado Zink ¿Me da mi calavera? pregunta el delfín al martín pescador, que apoyado en la calavera del mastín, responde - ¿Cuál calavera, si hay muchas de ellas?

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ay calaveras o cráneos para todos los gustos: grandes, chicos, ligeros, gruesos, largos, cortos y anchos; también los hay con cuernos, sin cuernos, con dientes y sin dientes. El pedir la calavera entre los animales vertebrados no es cosa que se pueda tomar a la ligera, ya que entre este grupo animal podemos encontrar unos 41,700 diferentes tipos de cráneos. Cada especie o tipo de vertebrado tiene un cráneo que presenta una forma característica la cual le permite llevar un estilo de vida particular.

La calavera, el guardián del cerebro y otros órganos La función del cráneo es proteger no sólo al cerebro sino también a la mayoría de los órganos de los sentidos.

La forma, el tamaño del cráneo y las estructuras relacionadas con los sentidos son el resultado de algunas adaptaciones a un estilo de vida particular. Por ejemplo, las aves rapaces que cazan guiándose principalmente por la vista, suelen tener ojos grandes y si observáramos detenidamente el cráneo de una de ellas encontraríamos que las cuencas que albergan los ojos son también grandes. Animales como los lobos, que buscan a su presa olfateando, desarrollan un hocico alargado que alberga a los dilatados órganos de este sentido. Las mandíbulas y los dientes también nos dicen mucho sobre los hábitos alimenticios. En este artículo nos avocaremos, principalmente, a tratar este último punto.

El cráneo, una fuente de información

Ojos Nariz Lengua Oído Fig. 1. El cráneo alberga a los órganos de los sentidos, así mismo protege al cerebro.

Estudiar el cráneo de los animales nos permite saber cómo vivían, de qué se alimentaban y hasta la edad del animal en cuestión. Observando las mandíbulas y los dientes podemos obtener información sobre el tipo de alimento que el animal consume, pues éstos están adaptados para comer por ejemplo carne, hierba, frutas, u otro tipo de alimento.

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¿Me da mi calavera?

Enséñame tus dientes y te diré de qué te alimentas Los dientes de los vertebrados han sido muy importantes para realizar estudios sobre la evolución de este grupo, ya que frecuentemente se encuentran bien preservados entre los fósiles. Esto permite hacer comparaciones entre las especies extintas y las vivas. Una forma de clasificar al grupo de los vertebrados es con base en sus hábitos alimenticios, de acuerdo con el tipo de tejido vivo que ingieren.

Tejido vivo del que se alimentan

Herbívoros Carnívoros Omnívoros vegetal

animal

vegetal y animal

Herbívoros Los herbívoros se alimentan de productos vegetales como por ejemplo hierbas, raíces, semillas, frutas o cortezas. En los mamíferos herbívoros encontramos que, en muchos de ellos -como los rumiantes- los dientes delanteros superiores no están presentes y los inferiores les sirven para cortar la hierba. La forma de las muelas es plana y ancha, lo que da mayor superficie para triturar por medio de la masticación a las plantas y así lograr una mejor digestión. La mandíbula inferior es ancha permitiendo la inserción de músculos poderosos que le facilitan Fig. 2 Mandíbula de caballo. masticar de un lado a otro y de atrás hacia adelante. Generalmente, cuando pedimos a los niños que nos den ejemplos de animales herbívoros, mencionan mamíferos (vacas, conejos y borregos); es importante aclararles que existen otros vertebrados que también son hervíboros. Varios ejemplos de éstos, entre los peces, aves, reptiles y anfibios, aparecen en el cuadro 1.

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Cuadro 1 Grupo

animal

tejido vegetal de que se alimenta

murciélago de cara arrugada armadillo panda gigante elefante

plátanos y papayas* follaje brotes de bambú pastos, hojas, ramas

Aves

paloma cacatúa

semillas frutas y semillas

Reptiles

tortuga gigante iguana gigante

pastos plantas marinas

Anfibios

renacuajo de rana o sapo

plantas acuáticas

Peces

carpa tilapia

hierbas acuáticas hepáticas (parientes de los musgos)

Mamíferos

Carnívoros Los carnívoros son animales que se alimentan de tejido animal vivo, generalmente otros animales que obtienen cazando. Los dientes y muelas en los carnívoros son muy puntiagudos, esto les sirve para sujetar y despedazar a su presa. En estos animales los caninos son muy característicos, presentando una forma alargada y puntiaguda. No requieren masticar mucho ya que la carne es fácil de digerir, por lo que la mandíbula inferior sólo se mueve de arriba hacia abajo, permitiendo desgarrar la carne y quebrar los huesos Fig. 3. Mandíbula de león. (ver fig. 3). Los niños frecuentemente asocian a los carnívoros con mamíferos grandes y fieros que cazan a otros animales, pero existen varios ejemplos de carnívoros entre los peces, aves, reptiles y anfibios (ver cuadro 2).

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¿Me da mi calavera?

Cuadro 2

Grupo

animal

tejido animal de que se alimenta

murciélago pescador orca delfín común oso hormiguero

peces de agua dulce pájaros bobos, focas peces hormigas

Aves

águilas, búhos

ratas, conejos

Anfibios

Rana o sapo adulto

insectos y caracoles

lagartijas serpientes tortuga laúd

insectos ratas, ranas, aves medusas y calamares

mantarrayas pez erizo pez arquero

peces, cangrejos moluscos, corales y erizos de mar insectos y arañas

Mamíferos

Reptiles

Peces

Omnívoros

Fig. 3. Mandíbula de hombre.

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Generalmente la dentadura de estos animales presenta una combinación de los dos anteriores con algunas variaciones en la forma de los dientes. Se dice que su dentadura no es especializada, ya que ingieren una gran variedad de alimentos. La mandíbula inferior posee tanto movimientos laterales como movimiento de arriba hacia abajo, permitiendo así la masticación tanto de alimentos de origen vegetal como animal. El omnívoro más conocido entre los niños de primaria es el hombre. A continuación se dan ejemplos de otros omnívoros (ver cuadro 3).


Cuadro 3 Grupo Mamíferos

animal

tejido vegetal de que se alimenta

lemur tlacuache zorro gris

fruta, hojas e insectos frutos, raíces, pequeños mamíferos, aves frutos, bayas, semillas, insectos y algunos pequeños vertebrados ranas, caracoles, cangrejos, frutos, bellotas y huevos de aves

mapache

Aves

tucanes

frutas, huevos de aves

Reptiles

tortuga china

insectos y plantas

renacuajos de varias especies de ranas

plantas, pequeños insectos, carroña

pirañas

peces, moluscos, frutas y semillas

Anfibios

Peces

Datos interesantes Existen animales dentro del grupo de los herbívoros y carnívoros que tienen una alimentación basada en un solo tipo de alimento y reciben un nombre especial.

Tipo de alimento

nombre que reciben

frutas

frugívoros

semillas

granívoros

néctar

nectívoros

insectos

insectívoros

peces

ictiófagos

¿Sabías que..? • El cráneo humano está formado por 29 huesos. • La dentadura de un niño posee un juego de 20 dientes mientras que la del adulto tiene un juego de 32 dientes.

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CORREO del MAESTRO es una publicación mensual, independiente,

cuya finalidad fundamental es abrir un espacio de difusión e intercambio de experiencias docentes y propuestas educativas entre los maestros de educación básica. Así mismo, CORREO del MAESTRO tiene el propósito de ofrecer lecturas y materiales que puedan servir de apoyo a su formación y a su labor diaria en el aula.

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Las verduras serranas Oscar Omar de Dios Vallejo

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na sociedad es sana no sólo cuando una gran proporción de sus componentes está exenta de enfermedades, sino también cuando sus habitantes tienen una alimentación que satisfaga sus requerimientos orgánicos y por lo tanto están en posibilidades de manifestar al máximo su potencial genético. Dicha situación se traduce en mejores expectativas para los individuos y para el crecimiento de la sociedad en aspectos de índole cultural, científica, tecnológica, económica, etc.; es decir, en una sociedad satisfecha. Generalmente es característica de los países industrializados poseer un fuerte desarrollo de las actividades primarias (agrícolas, pecuarias, etc), las cuales están altamente tecnificadas y una mínima proporción de la población dedicada a ellas. Por el contrario, los países en vías de desarrollo, mantienen una alta proporción de su población en actividades primarias, su nivel tec-

nológico es muy bajo y existe una fuerte problemática socioeconómica que impide su cabal desarrollo. El Estado de Tabasco mantiene una gran proporción de su población en el área rural y, en franca contradicción con la exuberancia del medio, la población rural tiene un alto índice de subalimentación. A pesar de que la literatura reporta una abundante vegetación y una gran biodiversidad de fauna en nuestro trópico húmedo, cada vez disminuyen más las poblaciones de diferentes especies, tanto vegetales como animales. Seguramente nuestros descendientes no llegarán a conocer a algunas de ellas. El despertar de la conciencia ecológica se ha iniciado con retardo en nuestro entorno. Hay quienes toman en consideración este tipo de preocupaciones, pero otros no prestan atención al medio ambiente que nos rodea, que día a día es atacado en muy diferentes formas. En la ac-

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Verduras serranas

tualidad, cuando leemos documentos de principio de siglo en los que se relata la exuberancia de las tierras tabasqueñas, es necesario tener una buena imaginación para recrear ese ambiente, porque hoy en día son pocas las zonas del estado que presentan gran abundancia vegetal y faunística. En general, la selva va en repliegue y las zonas pantanosas de las planicies costeras como Centla, Macuspana y Jonuta están siendo presas de la contaminación por actividades industriales petroleras. El resto de lo que fue selva en la planicie ahora son tierras acahualadas y pastizales que dominan a la agricultura, la que representa menos del 10 por ciento del área de la entidad. Lo poco que sobrevive de la selva en Tabasco es la que se encuentra en la región de la Sierra. Sin embargo ésta corre un gran peligro: la tala de árboles en las montañas es practicada por los lugareños con el propósito de establecer el cultivo de maíz, siguiendo el patrón olmeca de roza, tumba y quema. Si bien la necesidad de alimento en esos núcleos de población justifica esta actividad, el balance ecológico se ve muy afecta-do, lo que ocasiona el aumento de áreas erosio-nadas.

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Pocas zonas del estado han podido conservar algo de la selva y con ella la diversidad de la flora y la fauna silvestre. Las áreas de la región de la Sierra en los municipios de Tacotalpa, Teapa y Tenosique; las tres “T”, junto con Huimanguillo, son el remanente de los tesoros de selva tropical húmeda que nos queda en el estado. En esta zona viven aún muchos pobladores que descienden de los antiguos habitantes indígenas. Algunos de los núcleos de pobladores han vivido siempre en la zona serrana mientras que otros fueron emigrantes de la planicie. Durante la conquista española de las Tierras Bajas de Tabasco se hizo una nueva distribución de la tierra; quedando las mejores en la zona de la planicie, para los conquistadores, mientras que las puntas de los cerros y las zonas más pantanosas se convirtieron en el refugio de los conquistados. Estas últimas son, aún hoy, las zonas marginadas del desarrollo de la sociedad tabasqueña. Debido a esto, muchos indígenas “serranos” mantienen algunas tradiciones no comunes para el actual habitante de la planicie. Si bien estos grupos étnicos han sido absorbidos por muchas costumbres “occidentales”, aún en la actualidad mantienen algunos hábitos alimentarios específicos de la región. Existe la costumbre de consumir diversas plantas, que ellos denominan “verduras”, que no son las que acostumbran los habitantes de las zonas multiurbanas. Cuando los habitantes de la Sierra hablan de “sus verduras”, se están refiriendo a plantas como la yerba mora, la hoja de chaya pica, y el tubérculo de chafaya, entre las menos conocidas, y algunas otras como el fruto de guaya, la raíz de ñame, la vaina de cuinijicuil, la raíz de macal, la fruta de jujo, el fruto de caimito, la papa voladora y el fruto de guásimo, que son más conocidos. Algunos otros productos vegetales están muy extendidos por el mundo, como por ejemplo, la hoja de chipilín, la raíz de yuca, y el cacao, con cuya semilla se produce el chocolate, que se


internacionalizó luego de la Conquista y es sin duda una gran aportación de Tabasco a la cultura culinaria del mundo. Otro producto muy conocido es el tomate, también consumido internacionalmente. Con respecto a la fauna, se debe recordar que en Tabasco se han perdido muchas especies animales debido a la caza inmoderada. Tal es el caso del venado cola blanca y también de la diversa población de tortugas existentes, cada vez más escasas, aun en los mercados donde anteriormente abundaban. En Tabasco se de-sarrolló una fina cultura culinaria, pero nunca se implementaron sistemas para reproducir las especies, terrestres o acuáticas, usadas en la cocina. Un triste ejemplo lo constituye el manatí, que actualmente está en peligro de extinción. Es indudable que se deben tomar medidas de conservación de las especies, para lo que deben ser estudiadas, buscando, si es posible, sistemas de domesticación tanto de plantas como de animales, para que sean aprovechados por los pobladores de la zona, pero se mantenga un balance con el medio para evitar su deterioro. El rescate de las “verduras”, vegetales que constituyen un fuerte apoyo en la alimentación de los habitantes serranos de Tabasco, es una necesidad sentida, porque en caso contrario se podrían llegar a extinguir. Debemos pensar que si los habitantes de esta región los han consumido hasta ahora, seguramente es por que les han encontrado buenas cualidades. Así, aparentemente, unas son fuente adecuada de energía, mientras que otras parecen aportar buenos niveles de proteína vegetal, además de que proporcionan vitaminas y minerales. Al igual que con algunos subproductos agrícolas, como por ejemplo los generados en la molienda de la caña que son usados para alimentación de varias especies de animales de granja, podrían existir grandes posibilidades,

aún no evaluadas, para los vegetales serranos. Ya que en la actualidad se ha dado tanta importancia a los sistemas autosustentables, es necesario que profesionales e investigadores en las diferentes ramas de la alimentación humana y de los animales domésticos piensen en estas posibilidades. Otro punto interesante para su investigación lo constituye la aplicación y difusión del conocimiento de las plantas con utilidad farmacológica. Como podemos observar, materia de investigación existe en Tabasco. Las instituciones de educación superior e investigación tienen recursos humanos que han demostrado su capacidad en esas áreas y existe una apertura institucional para abrir nuevos caminos. Un profesor investigador de reconocido prestigio, de una institución de investigación superior, expresó que los componentes de una “intención estratégica en la planificación” lo constituyen, entre otros, los siguientes puntos: visión futurista, convicción de su utilidad y voluntad política. Urge planificar el desarrollo de esas zonas, ¡cuidar nuestro entorno es obligación de todos!

* Las fotografías que ilustran este artículo se encuentran a color en las páginas centrales.

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Silvicultura* José del Carmen Morales Rebolledo

Antecedentes La región tropical es una de las de menor desarrollo relativo del país, sin embargo, cuenta con una potencialidad agrícola y pecuaria que se describe de manera sintética: representa unos 15.0 Millones de hectáreas aproximadamente, distribuidas en los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con distintos grados de utilización y tecnificación y se consideran de alta y mediana potencialidad agrícola. En ella se realizan algunos cultivos agroindustriales o de exportación, tales como cacao, café, hule, plátano (banano) y caña de azúcar, así como una gran variedad de frutales como mango, papaya, piña, naranja y toronja, que son producidos, con pocas excepciones, únicamente en esta región del país. La información estadística indica que en 1990 el trópico húmedo de México aportó a la pro-

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ducción nacional el 3% del maíz, el 36% del arroz, el 15% del frijol, el 68% de azúcar, el 100% del cacao, plátano y henequén, el 92% de las frutas tropicales y subtropicales, el 65% de la miel de abeja y el 20% de la producción maderera. La población bovina de la región, integrada en su mayor parte por ganado de carne, es un tercio del total nacional, pero esta cifra podría incrementarse fácilmente si se mejoraran las prácticas de manejo y mantenimiento de los potreros. La población porcina y avícola, en conjunto, representan un quinto del total nacional, conforme al censo de 1990.

La silvicultura tabasqueña Pueden citarse antecedentes de aprovechamiento forestal desde la época prehispánica y de la colonia, tales como el desarrollo de cacaotales con árboles de sombra en la Chontalpa. Sin


embargo, la explotación de la madera fue adquiriendo importancia, hasta constituirse incluso en la principal actividad de exportación de la región. La madera era transportada a través de los ríos. El palo de tinte y otras maderas preciosas, la caoba y el cedro, se cortaban en Huimanguillo y otras áreas de la Chontalpa, pero las utilidades no se reinvertían en la selva. El saqueo selectivo no destruye el ecosistema, pero al extraerse las maderas preciosas, se descubre la selva y se desvaloriza. En el siglo XIX, gran parte de los tintales quedaron afectados por el exceso de corte. Además, hacia finales del siglo comienza un gran auge del cultivo del plátano, a gran escala, para fines de exportación . Al extenderse la agricultura tradicional itinerante continúan los desmontes bajo la modalidad de roza-tumba-quema. Se reduce así la producción de maderas preciosas y de tinte en las áreas de fácil acceso; concluyendo así el auge de la explotación de madera. La explotación forestal de 1934 reporta una producción de 150 mil Kg de chicle de chicozapote en el área de Balancán y 23 mil piezas de palma de guano. Hacia 1935-1940 entra en crisis el cultivo del plátano; tras ésta, el territorio platanero sigue cubierto en gran parte por selvas y continúa muy despoblado. La dotación de terrenos selváticos a los ejidos a partir de 1935 provoca un aumento del desmonte. En esa época se replantea el papel de Tabasco en la economía nacional y se tiene la intención de convertirlo en productor de granos con excedentes para el resto del país. Para ello, se mejoran las vías de comunicación, se realizan obras para el control hidráulico y se empieza a eliminar masivamente la selva, la cual no es vista como un recurso, sino como un estorbo sin valor económico. Por otra parte, no existe una sola política forestal para el aprovechamiento económico y

sostenido de la selva, no sólo de las especies preciosas sino de todas, blandas o duras. No se cuenta además, con algún paquete tecnológico para su utilización ni hay mercados para su comercialización. Se produce entonces una tala y quema destructiva de la selva para ampliar la frontera agrícola. En este período se presenta la primera gran pérdida masiva de la selva y el más visible impacto sobre los recursos naturales de la región. No se aprovecha siquiera la madera comercial de la selva talada y quemada, que cubría por lo menos una superficie que se estima en 250 mil hectáreas, lo que representa un mínimo de 25 millones de metros cúbicos rollo. El cambio del suelo se da de manera empírica y con un enfoque dilapidatorio. En la década de los años 40’s se obtienen 2 millones de Kg. de aceite de corozo, especialmente en

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Silvicultura

Cárdenas, Huimanguillo y Balancán, a partir de mil a cinco mil m3 de trocería de maderas preciosas y de mil a tres mil durmientes. Tras el fracaso del enfoque del emporio agrícola surge un cambio hacia la ganadería, con un auge espectacular en esta actividad. La ganadería es extensiva, de baja productividad, de reducida inversión y generadora de pocos empleos. La “ganaderización” no sólo se queda en la planicie sino que sube a la sierra, hacia áreas menos aptas. La ganadería se expande gracias a la política hidráulica oficial y a las obras de infraestructura vial. Las políticas federal y estatal apoyan la especialización ganadera, proporcionando las condiciones para su despegue: leyes y mecanismos institucionales, política agrícola de ampliación de frontera con base en desmontes y financiamientos; así como una ley agraria que propicia la ganaderización, pues considera que mantener la tierra no es trabajarla sino mantenerla ociosa. Además la demanda urbana de carne es cada vez mayor. Surgen los planes Chontalpa y BalancánTenosique, el primero con una aparente orientación agrícola; sin embargo, ambos terminan siendo predominantemente ganaderos.

Situación actual La actividad agrícola en Tabasco se desarrolla aproximadamente en 220.000 Ha, lo que representa el 9% de la superficie estatal, como puede verse en las cifras del cuadro 1. De la superficie forestal arbolada se distinguen selvas altas y medianas perennifolias, encinares y manglares; otras áreas arboladas importantes por su extensión son cubiertas por cacao, café, hule hevea, cítricos y cocoteros. En conjunto suman 123,000 Has. La deforestación alcanzada, ha generado problemas para la

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Cuadro 1

Pastizales Vegetación hidrófita Agricultura Cuerpos de agua Manglares y marismas Selva alta perennofolia Acahuales Total

Superficie (Ha)

1,625.000 271.062 224.527 169.396 92.186 49.339 34.590

2,466.100

% 65.89 11.00 9.10 6.87 3.74 2.00 1.40

100.00

Fuente: SARH y SEDES, 1993.

industria del aserrío ya que han disminuido las fuentes de abasto y se ha encarecido la materia prima, al grado de que hoy día está casi inactiva. La producción promedio anual es de 10 mil metros cúbicos; con este volumen, Tabasco participa con el 0.01% de la producción nacional (INEGI, 1990). Las plantaciones forestales comerciales se han identificado en las áreas siguientes: Las Sabanas de Balancán y Huimanguillo con casi 250,000 Has. La zona Cacaotera (Sistemas Agroforestales) con 58,000 Has. El Plan Balancán-Tenosique con una superficie útil de 50.000 Has. México, como todo país en desarrollo, afronta actualmente un gran número de problemas demográficos, sociales, económicos y políticos, que requieren de soluciones urgentes para asegurar su progreso armónico y continuo. Tales soluciones, sin embargo, deben ser suficientemente sensatas y prudentes para asegurar no sólo el presente, sino también el futuro del país. El debido manejo, así como la planeación del óptimo aprovechamiento y conservación de los recursos bióticos constituye uno de los elementos medulares de dicha política. Es por ello que urge encontrar nuevas formas para obtener alimentos y otros productos en el


Venta de productos hortícolas en el mercado público de Tacotalpa.

Cacaste .

Cultivos hortícolas en terrazas.

Sotobosque de una selva tropical, compuesto por lianas, bejucos y palmas.

Yagual.

La calabaza criolla, otra de las fuentes de carbohidratos.

Visita de alumnos a las hortalizas serranas. Oxolotam,Tacotalpa. El interior de una selva tabasqueña impide el paso por la diversidad de especies. Caoba en la zona de Huimanguillo,Tabasco.

Leque. La ceiba, uno de los componentes de la selva tropical.

El chayote, verdura tropical rica en sales minerales.

El ñame, cultivo serrano, es una raíz rica en carbohidratos.

Viveros para la reforestación de la selva tropical,Teapa,Tabasco.

Tinajas empotradas en arena.

Producción serrana de diversos tipos de frijoles.

El cacastle, componente silvestre de la selva tabasqueña.

Melina, especie maderable de rápido crecimiento, introducida al trópico mexicano procedente de Madagascar.

Plantación comercial de cedro en Huimanguillo,Tabasco.

Guaya de río, arecacea, a la cual se le consume el tallo.

Yagual y molinillos.

Fogón con un comal.


Venta de productos hortícolas en el mercado público de Tacotalpa.

Cacaste .

Cultivos hortícolas en terrazas.

Sotobosque de una selva tropical, compuesto por lianas, bejucos y palmas.

Yagual.

La calabaza criolla, otra de las fuentes de carbohidratos.

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Leque. La ceiba, uno de los componentes de la selva tropical.

El chayote, verdura tropical rica en sales minerales.

El ñame, cultivo serrano, es una raíz rica en carbohidratos.

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Leque. La ceiba, uno de los componentes de la selva tropical.

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Plantación comercial de cedro en Huimanguillo,Tabasco.

Guaya de río, arecacea, a la cual se le consume el tallo.

Yagual y molinillos.

Fogón con un comal.



trópico húmedo. Mediante la valoración intensiva de los actuales procedimientos para utilizar hojas, flores y frutos, así como productos que pudieran cosecharse comercialmente (productos medicinales, gomas, resinas, taninos, colorantes, plantas ornamentales, maderas preciosas y semipreciosas, etc.), sería posible desarrollar nuevas fuentes de productos naturales. El estado de Tabasco, por localizarse en el Trópico húmedo y poseer una gran diversidad de ecosistemas, con un amplio potencial económico, de materias naturales y diversas industrias, como alimentaria, agroalimentaria, farmacéutica, perfumería, artesanales, hace que sus esfuerzos sean motivo de un análisis general de tipo socioeconómico. La aplicación de ecotecnias para aumentar la superficie cultivable con especies útiles para aprovecharse en cualquiera de las actividades del hombre, nos lleva a pensar en las grandes posibilidades de manejo de la vegetación silvestre cultivada. En esa forma se implementaría el manejo para un mejor aprovechamiento de dichos recursos y al mismo tiempo se fomentaría su preservación. Al establecerse estos cultivos en forma comercial constituirían una importante fuente generadora de inversiones y empleos tanto a corto como a mediano y largo plazo. Partiendo del hecho de que el estado está dividido en cuatro regiones (Centro, Sierra, Chontalpa y Ríos) cada una de ellas con características bien definidas en cuanto a sus principales sistemas de vegetación, se hace un análisis de las zonas Chontalpa y Sierra del estado de Tabasco.

Región de la sierra A) Especies ornamentales que se recomiendan para ser manejadas y comercializadas.

Las chamedoras (palmaceas). Las chamedoras y sus productos. Las orquídeas. Las múltiples ornamentales del sotobosque. Las especies maderables como el bojón. El cedro y la caoba de los relictos de selvas. El maculies, el sauce y el tinto. Región de la Chontalpa A) Plantas para cosméticos (grasa del cacao y colorante del achiote). B) Plantas condimentarias (Pimienta gorda, achiote, pimienta de castilla). C) Los tintales (para postes muertos de alta durabilidad y la hematoxilina como colorante y barnices). D) Tulares y carrizales (materia prima para el tejido de petates, juguetes y otros utensilios domésticos). E) Postes muertos, viguetas, puntales soleras (de mangle y tatuán).

* Las fotografías que ilustran este artículo se encuentran a color en las páginas centrales.

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Certidumbres e incertidumbres

En la enseñanza de las ciencias... ¿hasta qué punto podemos evaluar a un alumno? Alejandra González Dávila

C

ada vez que termina un ciclo escolar me pregunto si los criterios de evaluación que he seleccionado para mis alumnos son capaces de medir verdaderamente lo que han aprendido. En muchos casos, la acreditación de un curso con una calificación numérica o alfabética no representa lo que los alumnos realmente se llevan consigo. Aunque esta situación suele darse en cualquier nivel, considero que el fondo del problema se encuentra en el seguimiento de una tradición muy arraigada en la educación primaria, que posteriormente quienes impartimos materias como física, química o biología, continuamos en la secundaria. Me refiero a nuestra insistencia en la calificación, es decir, en medirnos a nosotros mismos y a los alumnos en función de la estadística de la acreditación de la teoría y del laboratorio y de los puntos que habrán de tratarse en el examen. ¡Cuántas veces hemos puesto un 10 a un alumno porque respondió fielmente a las preguntas, o encontró la solución de un problema, utilizando el mismo lenguaje (muchas veces inadecuado para su edad) que le transmitimos en la clase y además, mecanizó perfectamente el método resolutivo! Esta situación nos convierte en promotores de su falta de interés por la ciencia porque fomentamos la sumisión y la dependencia. La motivación hacia la reflexión espontánea sobre el origen de los fenómenos naturales queda truncada en el momento en que hacemos sentir a los estudiantes que son incapaces de pensar más allá de lo que les enseñamos en clase.

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Desde los primeros años escolares, les negamos a los chicos la posibilidad del análisis sobre lo que les asombra, les afecta, les atemoriza o les ilusiona. No contemplamos que la formulación de hipótesis para explicar el mundo dentro o fuera del salón de clases, es una actitud de búsqueda que es necesaria para hacer ciencia.

Enseñanza y evaluación de la ciencia Quizás nos cueste trabajo aceptar que puede haber maneras sencillas de explicarse las cosas, que nosotros no habíamos contemplado. Probablemente es en estas situaciones cuando proyectamos ciertas características de nuestra personalidad, que se manifiestan de diversas formas. He aquí algunas de ellas: 1. Temor a ser descubiertos. Quizás sintamos temor a que se descubra que no lo sabemos todo y nos caigamos del pedestal que nosotros mismos hemos construido frente a los alumnos. Debemos aprender a decir “no sé”, cuando los alumnos hagan una pregunta ingeniosa que no podamos contestar. En realidad es una fortuna que esto suceda porque eso significa que los chicos tienen interés por el tema. Además se puede buscar junto con ellos la respuesta a alguna interrogante y hacerles sentir que son capaces de formular preguntas inteligentes. Con esta actitud abierta y valiosa, seremos un testimonio vivo de que la ciencia no es algo acabado y que nunca terminamos de aprender.


2. Necesidad de mantener la autoridad. Tal vez nos parezca amenazante que se reprima nuestra necesidad de imponer una autoridad que no nos hemos sabido ganar. La mejor manera de ganarnos el respeto de nuestros alumnos es promoviendo actividades académicas que se acerquen a sus intereses, fomentándoles hábitos de trabajo. El problema es que muchas veces nos parece más cómodo seguir la receta del programa anual de la materia, utilizando la represión. 3. Ganar popularidad en el grupo. Situándonos en el extremo opuesto, podemos rechazar la disciplina de trabajo sistemática y ciertas normas necesarias para la convivencia respetuosa en el salón de clases, para ejercer la docencia inmersos en la improvisación. Todo esto, por temor a perder popularidad entre los niños y jóvenes y dejar de ser el maestro consentido y consentidor. Esto puede ser una excusa para ocultar nuestras deficiencias académicas. Considero que ninguno de los casos que he expuesto muestra un ambiente favorable para el aprendizaje de la ciencia y mucho menos para su evaluación, porque no está contemplada dentro de algún proceso. Más bien es un fin en sí mismo. Estas actitudes hacen que la acreditación sea lo mas importante, y no la formación de individuos que se formulen preguntas acerca del cómo y el porqué de las cosas.

La evaluación: proceso biunívoco La evaluación es un proceso constante en el que confluyen dos aspectos: uno cualitativo y otro cuantitativo. Ambos son interdependientes y no pueden dejarse para el final de un curso. La tradición escolarizada ha otorgado mayor valor al segundo aspecto, y lo ha considerado como sinónimo de acreditación, lo cual es sumamente reduccionista.

La evaluación cualitativa debe considerarse como una valoración tanto de las actitudes, como de las aptitudes particulares y grupales de los alumnos de manera que se recompensen aquellos esfuerzos realizados que desde nuestro punto de vista muestran un interés auténtico hacia el conocimiento, a pesar de ciertas limitaciones en las pruebas objetivas cuantitativas. Para lograr esto, es necesario que hagamos un compromiso de apertura entusiasta, que se dirija hacia la autoestima de nuestros estudiantes, haciéndoles sentir que la ciencia no es un intocable, que no es un camino vedado para los mortales que no son genios, sino que es un campo de estudio felizmente necesario para nuestra propia supervivencia como especie, para adentrarnos en el gozo que significa el intentar interpretar la naturaleza lo mejor posible, ya que “comprender es una alegría” (1). En la medida en que promovamos la duda, la reflexión, el análisis de lo establecido, compare-

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En la enseñanza de las ciencias...

trativamente requerido, ello no significa que tenga que ser el resultado de solamente un examen, o dos, al final del período semestral, trimestral o anual. Lo que se aproxima más a la verdad sobre lo que el alumno ha aprendido es una sumatoria de actividades de aprendizaje (con porcentajes que el alumno debe conocer) que incluyan aspectos diversos tales como la investigación, la práctica de campo, exámenes continuos, prácticas de laboratorio, visitas a museos (3), discusión de las noticias sobre el quehacer de la ciencia publicadas en periódicos, revistas, en radio y T.V., visitas a fábricas, exposiciones, comentarios sobre películas, documentales, etcétera.

Revistas y juegos para la evaluación cualitativa

mos el pensamiento teórico con la práctica y destaquemos las maravillas del pensamiento humano más allá de las fronteras de la experimentación, estaremos en posibilidad de preservar lo valioso o de plantar la semilla de un cambio en el futuro. En ello radica, por supuesto, una evaluación de nuestra actividad y actitud como docentes. No debemos ser reproductores irreflexivos de los patrones educativos, pero tampoco podemos rechazar la necesidad básica de formar una disciplina para el trabajo científico. En cuanto a la evaluación cuantitativa, es necesario que seamos creativos para diversificar los instrumentos para la acreditación, debido a que no podemos eliminar lo que definitivamente es un mal necesario: la calificación alfanumérica. Pero es necesario aclarar que la acreditación “(...) responde a una lógica institucional, no del aprendizaje (2). Por ello debemos entender que aunque la calificación es un parámetro de medición adminis-

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En los días previos a los exámenes de fin de curso sugerí a cada uno de mis grupos de física de secundaria que elaboraran una revista científica por equipos de 3 a 4 personas utilizando recortes de periódicos, revistas, dibujos, o lo que se les ocurriera. Las secciones de la revista correspondían a cada uno de los temas estudiados en el año escolar y la actividad se realizó en sus horas de clase. Consideré que con esta revista podrían realizar un ejercicio de análisis y posteriormente una síntesis (para realizar un cierre global), al elegir la redacción final para armar la sección correspondiente a cada tema. Ahora que tengo los “productos” de su trabajo estoy sorprendida porque me he encontrado con cosas muy interesantes que se suman al resto de los elementos con los que cuento para evaluar aquello que les pareció más importante y, por lo tanto, en cuál de los temas obtuvieron un aprendizaje más significativo. Este material es sumamente valioso para mí porque observo qué tanto pueden decir sobre algún concepto utilizando la expresión escrita y plástica.


Otra actividad que puede resultar interesante y que han llevado a cabo mis estudiantes en años anteriores es la elaboración de tarjetas para jugar al “maratón”. En cada tarjeta se hacen seis preguntas relacionadas con seis de los temas básicos del semestre. Cada equipo se encarga de escribir la respuesta a cada pregunta en el reverso de la tarjeta. Una vez que cada equipo ha elaborado 10 tarjetas y se considera que las preguntas y las respuestas son correctas, tanto en su redacción como en su contenido (se incluyen problemas, preguntas teóricas y preguntas de laboratorio), se enfrentan dos o tres equipos entre sí, utilizando varios tableros simultáneamente, dentro del salón de clases. Ha sido muy interesante el encontrar que mis estudiantes de secundaria suelen ser estrictos para hacer cumplir con las reglas del juego a sus compañeros contrincantes, a diferencia de lo que normalmente sucede en un juego de adultos. Probablemente se deba a que participan directamente en la elaboración del juego y lo sienten como algo propio. Otra actividad que ha resultado interesante es la de pedir a los alumnos, con frecuencia, que busquen una noticia reciente sobre ciencia y tecnología, en la que encuentren la aplicación de algún principio de la física que se haya estudiado a lo largo de una unidad temática.

Aprendizaje proyectado en la evaluación Estoy segura de que deben existir muchas otras sugerencias de actividades de este tipo por parte de algunos compañeros profesores, que quizás hayan realizado o piensen llevar a cabo más adelante. Me parece que lo más importante de todo esto es la búsqueda y los intentos por obtener alternativas que generen la creatividad de nuestros alumnos (y la nuestra), porque pueden motivar un mayor interés e inquietud científica posterior.

Experiencias como las señaladas nos ofrecen la posibilidad de lograr un mejor nivel de aprendizaje que puede proyectarse en la evaluación, dado que: 1. Se realiza un análisis o globalización de los temas estudiados en el semestre. 2. Se impulsa la síntesis de los temas, cuando se concreta la redacción final de una pregunta o artículo. 3. Se trabaja en equipo. 4. Se concluye un proyecto. 5. Se obtiene una información muy importante, en la que el profesor puede captar cuáles han sido los aprendizajes más significativos y cuáles son los temas que han quedado un poco vagos. 6. Se fomenta la creatividad. 7. Se realiza una guía de estudio diferente para el examen semestral o global. 8. La búsqueda constante de noticias de ciencia y tecnología hace sentir al alumno que la ciencia está presente en la sociedad, que le afecta y le beneficia.

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En la enseñanza de las ciencias...

Autoevaluación de la evaluación Probablemente sea más difícil realizar una evaluación cualitativa que cuantitativa, porque se necesita poseer un criterio de objetividad para distinguir entre una participación auténtica que sea reflexiva y pertinente con respecto al tema que se esté abordando, o bien se trate de una participación protagónica, que ocasiona dispersión y retraso, con el único fin de llamar la atención del maestro o de los propios compañeros. Una manera de conocer más de cerca las intenciones de los alumnos es alentando su participación continuamente.

Por todo lo anterior, es necesario que a lo largo de cada curso escolar reflexionemos constantemente si nuestro proceso de evaluación se ha reducido a unos cuantos exámenes o si hemos incluido formas alternativas continuas que nos muestren qué es lo que se llevan los alumnos realmente y si esto corresponde con justicia a su acreditación. Asimismo debemos reflexionar si realmente hemos escogido instrumentos y actividades adecuadas para cada uno de nuestros grupos en particular. Quizá convenga preguntarse si: ¿Están conscientes los alumnos de los aspectos que queremos evaluar? ¿Refleja la calificación el nivel de aprendizaje del alumno? ¿Somos promotores del aprendizaje, o de la calificación? La evaluación del aprendizaje sólo es valorada, que no medible, dentro del contexto indisoluble de un binomio en el que la calidad es tan importante como la cantidad de conocimientos en un programa educativo. Las respuestas están en nuestra propia capacidad de autoevaluación.

Notas 1 Sagan, Carl. Cosmos, 4. 2 Díaz Barriga, Ángel. Docente y programa, 138. 3 Debemos evitar que los alumnos vayan a los museos con la única finalidad de copiar las cédulas museográficas para que les subamos puntos. Una visita puede prepararse con actividades previas y posteriores en el aula, haciéndola parte de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.

Las fotografías que ilustran el artículo corresponden a las revistas científicas elaboradas por las alumnas de la autora.

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Artistas y artesanos

Los chaneques

Un relato sobre los vericuetos de la vida Pablo Gómez Jiménez

O

xolotán, pueblo zoque bañado por las verdes y turbulentas aguas del río de la sierra, oculta entre los cerros la magia de acontecimientos legendarios de una raza cuyo origen conserva el deseo propio del hombre entre el saber y el enseñar, que le permite expresar en cada elemento de la naturaleza la variedad de significaciones que envuelve a los sentidos. La magia de la selva invita a la búsqueda y al encuentro con lo desconocido. El espíritu de su pueblo aún conserva los vestigios de la tradición prehispánica en los testimonios silenciosos de los muros del convento Dominico y sus leyendas. En Oxolotán aún se conserva la tradición ancestral del respeto al consejo patriarcal del clan, que guarda y revela a las nuevas generaciones la sabiduría de los tiempos y los secretos de la vida. Las palabras del abuelo en los oídos de su nieto Eustaquio habrían de marcar la existencia del niño con los significados de las leyendas que en su infancia guardaría. Las sombras de la tarde en languidez se alargaban de la choza de don Celestino hasta el río y hasta las faldas de los cerros que la rodeaban, por eso, el pequeño Eustaquio cerraba la puerta, acercaba el butaque al fogón, mientras el abuelo enrollaba el tabaco, y Lluvia, la madre del niño, preparaba la cena, calentaba la tortilla de frijol y al ritmo del molinillo hacia la bebida para su padre. Después vendría el relato sin tiempo que el abuelo guardaba para su nieto, en donde transmitiría la magia del monte con sus duendes como legado ancestral de su pueblo. Sentado en el suelo, Eustaquio se acomodó con la cabeza sobre las piernas de don Celestino. Una a una las palabras fueron cayendo, abriendo el consejo para dar paso a la leyenda. - “Hijo, ya estás crecidito y atiende lo que te digo: cuando tu mamá te dice que no juegues dentro del monte, hazle caso porque ése es un lugar donde existen los chaneques. Pronto tendrás que acompañar a tu papá por el monte a la siembra y a la caza y tienes que aprender los secretos de la selva para que siempre regreses y no te pierdan.” - “¿Y por qué me han de perder los chaneques abuelito?”, preguntó aquella vez el niño con la inocencia de sus escasos cinco años de edad. - “¡Ah! -Porque los chaneques son dueños del monte y les gusta perder a la gente cuando les macheteamos su acahual, o cuando pasamos por la ceiba donde juegan.”

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Los chaneques

_ “Abuelo, ¿cómo son los chaneques? ¿Los has visto?_ El niño alejó su jícara y se pendió al relato del abuelo con el mismo encanto de los duendes. Sus ojos dilatados y sus oídos alerta se avivaron ante el deseo de saber todo sobre aquellos personajes místicos. El abuelo mordió el tabaco, lanzó un escupitajo y prosiguió. _“Así es hijito, yo los he visto, una vez fui con mi padre a buscar a un curandero porque a mi hermano Encarnación -se llamaba igualito a tu papá-, a ése lo perdieron los duendes y lo encontramos a los tres días arañado y roto de la ropa de tanto caballito que le dieron, sólo recordaba que lo hacían brincar los acahuales y los zarzales, estaba como loco, pero el curandero lo rameó con un gajo de jícaro y lo bañaron en el río, le dieron de beber albahaca por nueve días y lo cuartearon hasta que regresó su espíritu, pero los chaneques lo venían a buscar. Son como de tu tamaño, andan desnudos, se ríen con unos dientes como palillos, tienen los pies al revés como las pezuñas del burro, las chanequitas tienen la trenza larga hasta el suelo y te hacen cosquillas; parecen niños traviesos y te dicen que los sigas y te van llevando y llevando hasta que te pierden y ya no puedes regresar, estás vuelta y vuelta en el mismo lugar. Son enamorados y se llevan a las muchachas, las atontan y luego hay que curarlas en la misma forma. Ellos hacen sus maldades de acuerdo con el lugar donde estén, si en el campo encuentran un caballo lo toman para jugar, le trenzan y enredan la crin y la cola y lo carrerean a reventar. “_¡Ah! Pero también los puedes desencantar y alejarlos de los caminos. Escucha: si te los encuentras, quítate la ropa, póntela al revés y camina en sentido contrario a sus huellas, sólo así reencuentras el camino. Luego vuelves y les pones bajo la ceiba juguetes, tabaco, perfumes, un carrete de hilo, peines, espejo, trago y les cuelgas una hamaca de bejucos y hoja de tanai y cuando el chaneque se canse de jugar, se emborrache y se duerma, lo amarras con jolosin, lo cuereas con otro mecate hasta que te canses y después lo sueltas. Así, el encanto estará roto y tu camino estará libre. Ese es el secreto, ni el cura con rezos y agua bendita lo puede correr porque se le desaparece y luego regresa.” El viejo así cumplía con su misión, sentía alcanzar la plenitud al otorgar en cada tarde los secretos de la vida a aquel niño para enfrentarse a la naturaleza, pues a su vez éste representaba la continuidad de su estirpe y él era el portavoz de los deseos más profundos de la familia. Por su parte, Eustaquio supo que los personajes que dramatizan en la vida, que son dueños de atributos sobrenaturales, que distribuyen la vida y la luz en razón a la naturaleza, son a la medida del hombre y poseen sentimientos y pasiones que los hacen vulnerables. Vencerlos significa imponerse a la naturaleza en su omnipotencia y perfección, lo cual permite abrir los caminos a la conquista del saber.

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En su inconsciente, el eco de aquellos momentos producto de lo real y lo simbólico representaría el hilo imaginario para adentrarse en los laberintos de la vida. De esa manera, seguiría cumpliendo con aquella vocación inculcada por su familia y después de mil batallas libradas con escasez de recursos, pero con entereza de espíritu, culminaría una formación universitaria dentro del área educativa de las ciencias biológicas, lo cual lo ubicaba en el terreno de búsqueda de lo natural, hasta donde rompería con el compromiso contraído con Celestino, el abuelo, Lluvia, su noble madre, y Encarnación, su padre, aunque seguiría asumiendo el papel protagónico de ejemplo de sus siete hermanos menores. Esta ruptura le permitiría a Eustaquio encontrar otro significado de la vida y hoy, sin perder la vocación de guía, se aboca a la interpretación de las ciencias humanas como una forma de acercamiento a su propia interpretación. Seguiría así, esa búsqueda incesante del hombre libre, del reencuentro constante entre los vericuetos que en cada instante nos plantea la vida. Las simbolizaciones de su niñez configurarían en él una idea clara sobre el sentido humano más profundo de la educación, pues la había entendido como condición de libertad y prisión, había conocido también su sentido condicionante de unión y separación y ahora la comprendía como sinónimo de búsqueda y ocultación. Para nuestro personaje, su punto de partida para la búsqueda de su completud es el aula de clases; y ese deseo incesante lo comparte con sus discípulos.

Breve glosario oxoloteco Jolosin. Corteza fibrosa de la planta de jolosin que se usa para elaborar mecates para sujetar las carpas de leña. Tanai. Planta silvestre que produce hoja parecida a la del plátano y flor amarilla vistosa. Chaneque. Originaria de Chane-abal, dialecto de Chiapas, ramas del tronco lingüístico maya que quedan todavía, el menos conocido es el chane-abal o chanabal, compuesto del Zotzil Catsdal, Maya y Trokect.

Referencias bibliográficas Becerra, Marcos. Obras Sueltas, Histórica Lingüística y Antropología. Editorial del Gobierno de Tabasco, México, 1980 p. 213. Becerra, Marcos. Rectificaciones y adiciones al diccionario de la Real Academia Española. Consejo Editorial del Gob. de Tabasco, México, 1980. p. 232.

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Madera, barro y hojas... olores y sabores de la cocina rural tabasqueña Dora Centurión Hidalgo Judith Espinosa Moreno

L

a alimentación es una cuestión de cultura, de difusión y de educación, razón por la cual el ser humano comienza su educación alimentaria prácticamente desde que nace. La educación formal en los primeros años tiene poca influencia en lo que comemos, pero puede modificar grandemente lo que producimos, cómo lo producimos y transformamos, cómo lo distribuimos y hacemos accesible. Por otro lado, qué signifique “alimento” para un individuo en una situación específica, depende de la forma en que perciba dicha situación, el estado fisiológico en que se encuentre y el papel que jueguen, por ejemplo, el medio ambiente físico (disponibilidad de los alimentos, clima y temperatura), los requerimientos del organismo (hambre, sentidos y sed), el estado físico (edad, sexo y salud), el estado emocional (alegría, tris-

teza y angustia), el medio ambiente sociocultural (ritos, valores, costumbres y normas) y, finalmente, el papel que se juegue en dicho ambiente: madre, padre, abuelo, hijo o niño. Sin lugar a dudas, la alimentación tiene un papel esencial en el desarrollo y arraigo de los pueblos, no sólo por el simple hecho de satisfacer la necesidad de comer sino que, además, encierra una serie de aspectos religiosos, culturales y sociales, los que han determinado que se levante un halo ceremonial al momento de ingerir los alimentos. En realidad, resulta sorprendente el hecho de que cada país, inclusive cada región, tenga una variedad de platillos que, en muchos de los casos, son desconocidos aun para los vecinos más cercanos. Indudablemente las tradiciones perduran o prevalecen, pero ello está en relación con la

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Madera, barro y hojas...

disponibilidad de los alimentos y el tiempo para prepararlos, dependiendo además, de las formas de vida, educación y lugar de residencia de cada persona. Así, se tiene el conocimiento empírico y profundo de la naturaleza en las áreas rurales en donde la transmisión de la enseñanza, costumbres, mitos y actitudes es casi directa y en donde el entendimiento de los ciclos biológicos es aprovechado de manera intuitiva y racional, estando el tipo de comida relacionado con la facilidad de obtención de un recurso. Entonces, se puede decir que la dieta es natural y lo que se come está en armonía con el medio ambiente en que se vive y en relación con los ciclos de la naturaleza. Por ello, cuando escuchamos una receta típica que es transformada en un platillo, nos viene a la mente la representación de una región o de un estado de la República Mexicana. Esta gastronomía, a su vez, representa la diversidad biológica-ecológica, es decir, la gama de productos alimentarios potenciales, el conocimiento de la cultura pasada y presente, la estrategia de producción y los esquemas de nutrición y dietéticos de esa región en particular. Todo ecosistema o unidad de medio ambiente encierra

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un potencial alimentario, manifestando la variedad y la disponibilidad de los elementos nutritivos básicos requeridos por el ser humano, en un tiempo y un espacio determinado, aunado a las prácticas culinarias que están provistas de un sentido y de una función social. Sabemos hoy que estas prácticas juegan un papel central en la identidad cultural y que funcionan como insignias de nivel social. Por ello, compartimos que la cocina y la alimentación constituyen una expresión significativa de las tradiciones culturales y que la presencia de libros de cocina popular, restaurantes y clases de cocina, han jugado su parte en el resurgimiento y promoción de prácticas culinarias culturalmente rotuladas. Las costumbres culinarias o gastronómicas de un pueblo no cambian de un día para otro. Sin embargo, algunas llegan a desaparecer con el tiempo, como ha ocurrido con el consumo de algunos alimentos. Muchos de ellos necesitaban insumos muy específicos, así como utensilios, enseres y materiales ideados especialmente para una particular manera de cocinar. Se debe remarcar que existen testimonios escritos que señalan la existencia de recetas culinarias que han sido conservadas por tradición oral. Se ha rescatado, muchas veces, el conocimiento sobre los insumos y los métodos de preparación de los alimentos; pero sobre los materiales hay muy poca información escrita, pues se consideran como algo secundario. Además, las motivaciones para adquirir alimentos, como son la participación de los hábitos familiares, los conocimientos y habilidades culinarias, el tipo de utensilios disponibles, la clase de combustible que se emplea, las facilidades para conservar y almacenar los alimentos y el valor que en la familia ha concedido a cada alimento, han cambiado a través del tiempo. Resulta, entonces, que las formas de preparación de los alimentos son muy variadas


y diversas según la región. Muchos grupos sociales no usan, en esencia, técnicas tan di-ferentes de las que existían hace 500 años y tampoco hay grandes cambios en cuanto a la riqueza de ingredientes, las formas de preparación, los utensilios empleados ni el material para envolver los alimentos (hojas de plátano, de mazorca de maíz, de maguey, entre otros). Se considera a la cocina como un arte y a la vez una expresión cultural, siendo por ello que se ha manifestado en un sinfín de escritos de tradición culinaria, desde muy sencillos hasta

complejos. Sin embargo, existen pocos escritos sobre los utensilios y a pesar de ello seguimos degustando sabores. Es aquí donde surge la pregunta: ¿los enseres dónde quedaron? Una de las respuestas incluye a los restos que se han encontrado de instrumental culinario, como las vajillas prehispánicas; pero no nos referiremos a ellos, sino más bien a los instrumentos que persisten en nuestros días en la elaboración de alimentos en el estado de Tabasco, los cuales se han dividido para su descripción de acuerdo con el material del que proceden: madera, piedra, bejuco, entre otros, tal como sigue:

Madera Batea o Lebrillo

Vasija plana rectangular con bordo de 30x50 cm para apoyar durante la molienda del nixtamal.

Batidor

Vasija cilíndrica de unos 20 cm de profundidad por 6-8 cm de diámetro en la boca; presenta oreja o agarradera y lleva, a veces, tapa con una perforación central que da paso al molinillo. Se usa para batir chocolate principalmente.

Cacaste

Especie de alacena de enrejado de palos de árboles, amarrados con yagua, que se ubica arriba del fogón con la finalidad de ahumar carnes saladas, naranjas y cocos de jícara.

Cacimba

Troje rústica, hecha de hoja de toh y palos en forma de caja, que se utiliza para almacenar arroz, café y frijol.

Molinillo de monte

Palo de un árbol que en los nudillos tiene 5 salidas o ganchos. Forma parte del batidor y se puede usar para batir en cualquier otro recipiente de 40 cm de largo y 2-3 cm de diámetro.

Mortero o porrimo

Tronco de árbol corpulento, vaciado cónicamente en el centro, con la ayuda de un mazo cilíndrico con extremo en forma de palanca se utiliza para descascarar arroz y café.

Paleta

Artefacto, a modo de palmeta o remo corto, que sirve para mover el contenido de la olla, paila o perol.

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Platillo

Plato pequeño con el centro realzado y ahuecado, utilizado para sentar las jícaras.

Redoma

Disco delgado, algo cóncavo, de 70 cm de diámetro, que se utiliza para separar cascarilla de arroz y café.

Barro Tinaja

Vasija grande, gruesa y fuerte que se utiliza para almacenar agua potable.

Comal

Disco delgado, algo cóncavo, sin bordes, usado principalmente para cocer tortillas y tostar granos de cacao.

Cajete

Vasija de forma semiesférica que se utiliza para comer.

Apaste

Olla de boca ancha, sin borde, utilizada para cocinar en el fogón.

Tenasmaste

Tubo cilíndrico de 30 cm de altura; cada una de las tres piedras de un fogón y sobre las cuales se coloca la olla o el comal, soportes para cocinar.

Piedra

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Metate

Piedra cuadrilonga, sostenida entre pies de la misma pieza, formando un plano inclinado hacia adelante. Se usa para moler maíz, cacao y otros granos.

Molcajete

Mortero de piedra con tres soportes cortos, en forma redonda y con hoquedad. Se usa para moler especias y salsas.

Piedra de río

Generalmente de color negro, del tamaño de la mano de la persona que la escoge, usada para machacar carne y condimentos.

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Frutos de plantas Bush

Recipiente para transportar agua, de una variedad de guaje de tamaño grande, en forma ovoide y ceñido transversalmente.

Canasto

Cesto de bejuco trenzado, ancho de boca, usado para lavar maíz cocido -que se emplea en la elaboración de pozol-, o bien cacao y café.

Coco de jícara

Taza o pozuelo hecha con el epicarpio (cáscara) del jícaro, a veces labrada y/o ahumada en el cacaste y se utiliza para tomar café.

Concha de coco

Endocarpio o cáscara leñosa y huesosa partida a la mitad, que se lustra con grasa y humo en el cacaste, se usa para diluir achiote o bien para beber alimentos.

Jícara

Vasija hecha del fruto del árbol del jícaro, de boca ancha labrada y/o ahumada que se utiliza para beber pozol, principalmente.

Leque

Recipiente hecho de una variedad de guaje grande y de forma esférica que se utiliza para conservar tortillas calientes o guardar granos.

Pataxte seco

Fruto del árbol del pataxte, seco y ahumado, que se utiliza como machacador de cacao y maíz tostado para elaborar pinol.

Otros Tapanco

Bodega o piso de madera que se hace en las casas de techo de dos aguas para almacenar la cosecha de granos y frutos

Tapesco

Emparrillado tosco de madera usado como trastero o repisa.

Yagual

Círculo construido de bejuco y tejido, con fibra de yagua, en forma de telaraña y suspendido por tres hilos de la misma fibra, que se utiliza para conservar las tortillas y totopostes. El rodete de bejuco puede ser una forma circular, pequeño, de aproximadamente 5 cm de diámetro. Se usa también para sentar jícara.

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Madera, barro y hojas...

En este punto nos gustaría mencionar algunos trabajos que se han hecho en el área de la Geografía Humana y que se han dedicado a levantar cartografías regionales del consumo alimentario, basadas en los datos recogidos por cuestionarios que circulan entre maestros y profesores, quienes actúan como intermediarios con respecto a las familias. Se han elaborado mapas que tienden a mostrar la especificidad y la perennidad de ciertas prácticas culinarias y de ciertas técnicas de preparación y conservación de alimentos. Proyectos como éste se han rea-

lizado en todo el país; por citar alguno, en 1992 el ISSSTE recuperó información referente a los diferentes tipos de panes, sus nombres locales y la manera de hacerse. Quisiéramos plantear una invitación a todos los lectores para intercambiar información sobre los diversos utensilios que acompañan hoy en día a su cultura alimentaria en su lugar de residencia, ya que la información que podamos obtener es inapreciable y, además, aquellos que participen, conocerán más a fondo su región.

* Las fotografías que ilustran este artículo se encuentran a color en las páginas centrales.

Acapulco (74) 86 93 80 Cuernavaca (73) 11 07 16 / 13 21 77 Chihuahua (14) 13 94 46 / 14 08 00 Cd. Juárez (16) 11 59 23 / 16 19 35 Campeche (981) 6 47 72 Durango (18) 17 86 84 Monterrey (8) 342 4913 / 345 42 54 Morelia (43) 15 71 97 Mérida (99) 25 45 57 / 25 47 57 Pachuca (771) 4 39 81 / 3 36 77 Toluca (72) 19 52 72 / 19 44 49 Tlaxcala ( 246) 2 28 56 Torreón ( 17) 17 40 50 / 18 22 22 San Luis Potosí (48) 22 11 88

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Sentidos y significados

Los nombres de las flores Ma. de Lourdes Santiago Martínez

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as flores constituyen la parte más hermosa de una planta, pues destacan en ella tanto por su aspecto como por su posición; además, la floración es considerada la época más bella de la vida de una planta, de ahí que, por analogía, surgieran entre los latinos expresiones como “La flor de la edad”, para referirse a la época más productiva de la vida de una persona. La palabra “flor” procede del sustantivo latino flos que, curiosamente, era de género masculino, mientras que arbor: “árbol”, por ser generador de vida, era de género femenino. Como podremos observar, en la designación de los nombres de las flores interviene, generalmente, la semejanza de su apariencia o la de planta que las produce con algún objeto cotidiano, de uso común: Gladiola deriva del sustantivo latino gladiolus: “espadita”, diminutivo de gladius: “espada”. Con esta palabra se designa la flor y la planta cuyas hojas tienen forma de espada.

Tulipanes.

Tulipán del turco tülbend: “turbante”. Es el nombre de una planta de raíz bulbosa y su flor recibió este nombre debido a la semejanza de la flor con un turbante. Geranio del sustantivo griego (gueránion): “geranio”, derivado de (guéranos): “grulla”. Designa a la flor y a la planta cuyo fruto semeja el pie de una grulla. Alcatraz del árabe al-ghattas: “águila marina de cola blanca”, compuesto del artículo masculino al-: “el” y ghattas. “águila marina de cola blanca”, es decir, “pelícano”. La flor recibió este nombre por su color blanco y quizá por su semejanza con el pico abierto de un pelícano. Margarita del latín margarita: “perla”. También esta flor recibió su nombre a partir de su color blanco.

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Los nombres de las flores

Alcatraces.

Cempasúchil del náhuatl cempoalli (cempoal- en composición), adjetivo numeral que señalaba la cuenta completa de todos los dedos, es decir, “veinte” y xochitl o xuchitl: “flor”. Se conoce también como “Flor de muertos” porque prolifera en México durante el mes de noviembre en el cual celebramos a nuestros muertos; es utilizada para adornar altares y tumbas. Recibió este nombre justamente a partir de su abundancia en esta época, el numeral “veinte” se utiliza aquí como un equivalente de “muchas”, en consecuencia, cempasúchil significa “muchas flores”. Otras flores expresan, a través de su nombre, su “actividad”, por ejemplo: Heliotropo del griego (heliótropos), formado a partir de (trópos): “vuelta”, “giro”, derivado (hélios): “sol” y del verbo griego (trépein): “girar”. Flor que recibió este nombre porque siempre se mueve hacia el Sol. En cuanto a su etimología, tendría un equivalente exacto en girasol, palabra compuesta por gira: tercera persona del singular del presente del verbo girar y sol. El girasol es la planta cuyas flores, también denominadas así, giran hacia el Sol. No obstante su afinidad etimológica, se trata de dos flores diferentes.

Margaritas.

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Finalmente, los nombres de otras flores tienen un origen mitológico, como el narciso, que se llamó así a partir de Narciso, personaje mitológico de singular belleza que inspiró un gran amor en la ninfa Eco pero nunca la correspondió y, por esta causa, Némesis, diosa encargada de la venganza de los dioses sobre los malvados, le impuso como castigo que al ver su propio rostro reflejado en el agua cristalina quedara prendado de sí mismo y se dejara morir de amor y deseo al borde de la propia fuente, a su muerte surgieron en ese mismo sitio las flores que, desde ese día, recibieron el nombre de “narcisos”.

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Problemas sin número

Otro algoritmo para la multiplicación Concepción Ruiz Ruiz-Funes Galo Ruiz Soto

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n la vida cotidiana es común encontrarse con problemas que tienen que ver con la multiplicación y esta misma situación se presenta dentro de la matemática todos los días. Sin embargo, estos problemas no necesariamente son demasiado difíciles de resolver, más aún, desde los primeros años de la primaria conocemos un algoritmo para multiplicar cualesquiera dos números. Recordemos que multiplicar quiere decir “encontrar a partir de dos números, un tercero que contenga uno de estos números tantas veces como unidades haya en el otro”(1). Esta definición fue formulada en el siglo XV y se publicó en un libro llamado la Aritmética de Treviso. Un algoritmo es un procedimiento matemático compuesto por una serie de pasos que deben seguirse siempre en un orden previamente establecido. Existen algoritmos de muy diversos tipos: los hay para resolver operaciones aritméticas o para hacer cálculos matemáticos más complicados. Nosotros, desde la primaria, aprendemos algoritmos para sumar, restar, multiplicar, dividir, sacar raíz cuadrada, etcétera. El hombre ha creado a lo largo de la historia un sinfín de algoritmos, en particular en Europa durante los siglos XV y XVI varios matemáticos se

dieron a la tarea de construir una herramienta matemática que fuera sencilla y útil para que los mercaderes y comerciantes de la época pudieran usarla en sus transacciones. Así surgieron varios libros llamados Aritméticas que servían para que la gente aprendiera en ellos las operaciones aritméticas básicas. Uno de los más importantes fue la Aritmética escrita por el matemático italiano Luca Pacioli en el siglo XV. En ella aparecieron por primera vez dos algoritmos fundamentales, el de la multiplicación y el de la división; este último ha llegado casi intacto hasta nuestros días y es el que utilizamos actualmente para dividir. El método que propuso Pacioli para multiplicar se conoce como el método de la celosía puesto que el arreglo que propone es muy similar a una celosía. Nuestra intención aquí es mostrar cómo se usa ese método para que los estudiantes de primaria lo conozcan y lo comparen con el método que ellos usan. Nos proponemos también mostrar que los métodos matemáticos no son únicos y que es importante incluir en la enseñanza de la matemática, desde niveles muy básicos, la historia que da vida a los conceptos y a la herramienta que los estudiantes aprenden en el aula.

1. SWETZ, Frank J. Capitalism & Arithmetic. Ed. Open Court, Illinois, Estados Unidos, 1987, pág. 197.

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Otro algoritmo para la multiplicación

En nuestro ejemplo tenemos: Método de la celosía Aunque este método también funciona para números decimales, lo explicaremos únicamente para números enteros. Apliquemos el algoritmo para multiplicar 358 por 27. 1) Hacemos una cuadrícula de 3 columnas por 2 renglones puesto que el primer número tiene tres dígitos y el segundo dos.

2) Trazamos en cada casilla las diagonales en la dirección que va de la esquina superior derecha 3 5 8 a la esquina inferior izquierda.

3 0

6

3x2=6 5 x 2 = 10 8 x 2 = 16 3 x 7 = 21 5 x 7 = 35 8 x 7 = 56

0 decenas y 6 unidades 1 decena y 0 unidades 1 decena y 6 unidades 2 decenas y 1 unidad 3 decenas y 5 unidades 5 decenas y 6 unidades

4 8 0 1 2 20 40 00 0 6 0 6 2 7 24 48 00 0 2 3 5 1 5 6 74 8 2 0 5 1 0 0 2 3 5 8 8 6 0 2 4 0 0 4 8 1 0 10 0 50 2 los números 03 5) Ahora 15 18sumamos 0 que30quedaron 8 60 5 0 2 4 0 6en cada 0 una6de 2las diagonales, caso 2 2 en 50 4 20 de 1 0que 20 el0 05 6 0 resultado 1 1de alguna 0 7 4 decenas, 8 2 0 4se 60 2 6 3 0 5 6 2 diagonal tenga

3 0

5 1

8 1

5 5 6 6

37 5 y8 aquéllas 4 0 0 1escriben 5 las6unidades 7 22 4 se 5 8pasan 0 0a la0 6 76 2 siguiente 3 5diagonal. 2 0 1 1 0este 7 1 5 06 67 0Es indispensable 6 22 8 5 6 que 0 30 5 8

5 1

7 7 2 2 3 0

procedimiento se haga de 0 81 1a 6izquierda. 00 00 0 17 271 2 43 85 32 derecha 0 5 6 debajo Los 09 6 260 86 2 7 8 de6las respec28 resultados 9 se1 colocaran 0 1 0 2 4 0 0 3 10 52 5 0 2 00 3 325 4 tivas 2 6 0 6 02 6 1 diagonales. 8 6 9 0 1 25 6 2

07 6 2 4 0 0 7 2 4 4 82 0 10 0 62 6 0 6 0 6 36 5 8diagonal: 2 33 •5Primera sólo hay un número, 4 el 6, escri0 0 1 5 6 7 2 5 0 20

2 de 8ella. 6 15 618debajo 0 03 bimos 0 7 37 5 2 6 0 6 • Segunda diagonal: 61+ 5 +0 5 = 016, escribimos 68 3) Colocamos 3 los números 5 8que vamos a multi0 3 2 0 0 31 51de la 2diagonal 8 6 y llevamos 0 20 1 a1 plicar encima y a un lado de la cuadrícula tal y 2 6 debajo 3 5la si-18 0 6 0 3 5 8 1 2 0 0 1 5 6 6 27 3 40 8 6 como se muestra en la figura. 2 9 2 guiente. 32 54 8 0 0 0 0 1 1 3 5 39 65 1•68Tercera 5 6 diagonal: 6 7 01 + 11+ 0 +13 +91 =26, 1escribimos 6 23 2500 54 5660 2 2 de la diagonal. 16 debajo 0 0 61 6 7 2 73 2 954 26 diagonal:61+360+ 526= 9, 8 6 0 6 • Cuarta 3 5 8 2 3 5 9 escribimos 61 654 668 1 0 5 1 6 17 2 2 5 2 3 5debajo de la diagonal. 7 0 6 7 6 0 6 6 26 8 66 2 9 1 5• Quinta diagonal: sólo hay un número, el 0,

7

6

6

4) Multiplicamos dígito por dígito y acomodamos los resultados en la casilla correspondiente, de manera que las decenas queden3en la5 parte superior de la diagonal y las unidades en la parte inferior. El orden en el que se multipliquen los dígitos es irrelevante lo importante es llenar todas las casillas.

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2 3 6 escribimos 0 debajo 9 de1ella.5 6 6 3 5 8 0 0 1 1 6 0 6 8 2 3 5 2 9 1 5 6 6 6 6 7

5

6 7 6 2 7

2

7

7 5

0 02 780 0 70 0 0 0 1 0 3 8 6 0 1 2 0 2 2 4 0

1 0

3 0 06 2 9 1 6

8 1

5 1

3

0

0 0 0 0

65 6 7 2 0

6

5 5 6 6 6


8 1

5

8 1

5

6

3 9 4 8 0 1 9 6 8 1 2 20 40 00 05 5 4 2 7 24 48 00 06 6 7 6 2 28 56 00 07 7 5 0 0de la 3 3 6)0 El 1resultado 2 multiplicación se lee de Otro ejemplo: 8 6 0 2 izquierda a0 derecha siguiendo la flecha que se 0 2 1 2 3 2 4 0 0 muestra en la figura. En este caso, el resultado es 5 8 6 4 7 9,666.

6 2

6 7

6 2

3 0 06 2 9 1 6

6 7

5 1

3

0

8 1

5

9

6 2

5 6 7 6 6

7

resultado: 6 272’327’ 123

2 2

0 4

8 4 4 5

0 8

0 0 0 0

0 0

1 0 0 0

5 5 6 6

7 7 0 1 0 0 2 0 2 3 8 6 1 2 0 0 3 0 3 2 2 4 7 1 2 3 2

2

resultado: 9,666

2

4 2

8

6

0

Actividad Proponemos que los estudiantes de primaria realicen varias multiplicaciones utilizando tanto el método de la celosía como el método que conocen. Se sugiere que comparen el grado de dificultad de ambos algoritmos y que discutan sobre ello.

4 2 2

0 4

2

8 4 4 5

0 8

0 0 0 0

0 0

1 0 0 0

5 5

6

0

0 3 0 5 68 7 0 006 160 1 6 2 5 0 0 6 20 37 75 5 1 9 0 10 5 2 6 7 6 60 62 6 2 0 0 3 4 0 0 5 8 6 4

6

2

6

5 1

0

8 1

6 2

3 5 1 5 6 7 6 6 6

3

4

9

9 8 5

45 7 8

9 2 6

18 4 2 7 6 5 3

6

6

4

6

=

39 x 1’263

=

58’647 x 926

=

968 x 475

5 3 6

1 2

7

8

3 0

8

6 6

7 7 0 1 0 0 2 8 6 0 2 1 2 0 0 3 8 2 90 4 16 0 8 0 9 4 0 0 0 0 5 5 4 8

9

3 3

4

9

71

29 62 36

7

9 2 6

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Abriendo libros

Docencia y práctica educativa en la escuela Manuel Bartolomé Cossío Testimonios de treinta años de la obra amorosa de José de Tapia

Ileana Rojas Moreno

“Soy un hombre lleno de amor porque así me educaron. Por eso creo en la educación de la niñez a quien he entregado mi larga vida. (......) Niños, padres y maestros, prácticamente no tengo nada material que darles. Por eso les dejo este testamento espiritual. Si a lo largo de sus vidas les resulta útil cuanto les recomiendo, no dejen de recordar a este viejo, pero muy viejo maestro Pepe, quien les entrega amorosamente su corazón.”

C

on la sencillez de estas palabras inicia y concluye el Maestro José de Tapia su testamento espiritual(1), y con ellas también se termina la lectura de este emotivo texto Un grito de alegría. Un libro donde diferentes testimonios dan cuenta de los treinta años de vida de esta es-cuela, que en febrero de 1964, en una casita de la colonia del Valle y con apenas “una veintena de chiquillos sentados en sillas compradas apuradamente en la lagunilla...”(2), empezara una labor educativa basada en el amor, el compromiso, la entrega, la libertad, la responsabilidad, la dignidad y el respeto.

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Correo del Maestro. Núm. 17, octubre 1997.

Para hablar de este material se puede utilizar una grata explicación: la de conmemorar al Maestro Tapia. Sin embargo, hay más de fondo en ello, pues no se trata de la elaboración de un listado de palabras de elogio por demás inútil. Antes bien, con este material se nos invita a reflexionar sobre el significado que encierra el trabajo de una persona excepcional: José de Tapia Bujalance (1896-1989), quien de sus 93 años de vida dedicó 75 a la docencia. El magisterio, quehacer que va más allá del aval de un título o certificado como garantía del profesionalismo de todo maestro, fue la princi-


pal y enorme labor de José de Tapia. Convencido del pensamiento de su contemporáneo Célestin Freinet y de las técnicas para el trabajo escolar que éste experimentó en Francia, de Tapia impulsó en España, su país de origen, y posteriormente en México, la Educación Freinet. Su nombre está ligado a los de otros tres maestros españoles: Ramón Costa Jou, Patricio Redondo Moreno y Herminio Almendros Ibáñez. Por ello quizá no resulte ocioso señalar que José de Tapia fue el primer maestro español que empleó la imprenta en su trabajo con los niños, basado en la técnica probada por Freinet. Ya exiliado en nuestro país, después de una dura etapa de sobrevivencia en los años de la Guerra Civil Española, José de Tapia se ocupó de impulsar la alfabetización de los indígenas en el INI, para luego ser maestro de escuela primaria pública en el medio rural. No fue si no hasta 1964 cuando Pepe (como lo llaman cariñosamente todos aquellos que le conocieron y compartieron con él su ideal educativo) y Chela, su esposa y compañera, iniciaron un proyecto incierto y de alcances inimaginables: la fundación de la Escuela Manuel Bartolomé Cossío (3). De ello da cuenta Un grito de alegría, documento cuya composición reúne textos de múltiples testimonios en versiones facsimilar y tipográfica. Así pueden leerse las palabras memorables de Pepe y Chela, de profesores, de alumnos, exalumnos y padres de familia (“sus bartolomitas”), de visitantes diversos (profe-sionistas, funcionarios, inspectores, profesores y alumnos de otras escuelas del país y de diferentes partes del mundo). Entre ellos se encuentran relatos, anécdotas, reflexiones, agradecimientos, felicitaciones, exhortaciones, en fin, todas aquellas expresiones discursivas con las que tanta gente otorga su reconocimiento a la labor educativa realizada en esta escuela a lo largo de treinta años de arduo trabajo.

Uno de estos relatos en particular, el de El planeta de la base seis(4), es sorprendente. Tal vez no sería un desacato imaginar que el desarrollo descrito por dos matemáticas y una pedagoga sobre la clase de matemáticas de Chela, bien podría incluirse en una nueva edición de los textos de Piaget sobre el pensamiento lógico-matemático infantil. A la riqueza de los textos se añade la combinación de impresiones de dibujos, apuntes, pinturas, diplomas, reconocimientos, programas de eventos artísticos, portadas de libros y, por supuesto, fotografías de todo tipo. Las hay grupales, tamaño infantil, con los rostros entre serios y risueños de muchísimos chiquillos, niños y niñas de veintiocho generaciones, de diferentes actividades escolares. Algunas más de los alumnos con sus muy queridos profesores y también de exalumnos quienes, ya adultos y en el desempeño de sus ocupaciones actuales, reconocen la impronta adquirida en su paso por la Bartolomé. Varias de las fotografías son del maestro Pepe, solo y con Chela, Pepe con su hija, con sus alumnos los críos, recorriendo el patio escolar, en asamblea, al lado de Celestin Freinet en Francia. Llama la atención su sonrisa, la expresión pensativa, apacible, tranquila, paciente de un profesor satisfecho y convencido de su trabajo. Más aún, convencido de que son los niños quienes dan la pauta al concederle sentido y significado a la práctica educativa. Son muchas las ideas que surgen con la lectura de este material. Para los estudiosos de la educación quizá sea el mejor pretexto para profundizar sobre los principios educativos de la Escuela Nueva y de la Pedagogía Freinet. Probablemente, a más de cien años del nacimiento de maestros como Freinet y José de Tapia, se redescubra la actualidad de dichos principios. Lo que sí es importante enfatizar es el hecho de reflexionar con detenimiento acerca de la

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Docencia y práctica educativa en la escuela M. Bartolomé Cossío

práctica educativa, no sólo en la Manuel Bartolomé Cossío que ha sido fruto del pensamiento, vida y obra de José de Tapia, sino en todas las escuelas de cualquier nivel educativo, principalmente del básico. Al preguntarnos si una institución educativa puede deberle tanto a personas como Pepe y Chela, Meche, Mario, Elisa, Toya y Mila y tantos nombres más, podemos responder con certeza que las escuelas se consolidan con el trabajo docente cotidiano basado en el respeto, el compromiso y la dignidad de los alumnos, de los profesores, de los padres de familia. La escuela no es más que la obra de todos los que creen en ella. De todos los que además tra-

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bajan y luchan por ella. Eso habrá de tenerse presente en todo momento. (1) El “Testamento original” apareció publicado en el libro de Fernando Jiménez Un maestro singular, vida pensamiento y obra de José de Tapia. México, en 1989, 1994 y 1996. (Reseñado en Correo del Maestro No. 11, abril 1997, pág. 56). (2) González de Tapia, Graciela “30 años de recuerdo”. (3) Manuel Bartolomé Cossío (1857-1934) fue un educador de reconocida labor pedagógica durante su desempeño en distintos cargos ministeriales, en su natal España. De entre sus numerosos discípulos destaca el poeta Antonio Machado. Su nombre fue sugerido por el maestro Tapia. (4) cfr. p. 180-183.

Ejemplares disponibles en la escuela Manuel Bartolomé Cossío, calle Coapa No. 90, colonia Toriello Guerra,Tlalpan, tel. 606 37 74.






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