Sala Infraestructura de Nuestra Nación Universum, Museo de las Ciencias, UNAM
ISSN 1405-3616
Tres rivales y un misterio Adolfo Hernández Muñoz
Gabino Barreda (II) Jesualdo
La cualidad primordial del fedatario Arrigo Coen Anitúa
El color Matías Echenique
Herrería, la fuerza de la tradición María Guadalupe Martínez
Mapa elaborado con gises Arturo Ricardo González
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México D. F. Noviembre 2002. Año 7 Número 78. Precio $40.00
Publicado en asociación con la National Gallery,
Detective de fraudes artísticos es un libro que cautivará a cada niño proporcionando información fascinante acerca de las pinturas, datos sobre las técnicas de los grandes maestros y un glosario de términos artísticos
El guardia de seguridad de la Town Gallery tiene un problema… un gran problema.Algunas de las invaluables obras maestras de la galería han sido robadas y reemplazadas por ingeniosas falsificaciones. Por eso, necesita la ayuda de un par de ojos sagaces para encontrar las copias. ¿Estás listo para el trabajo? Eso esperamos, porque el futuro de la galería ¡está en tus manos!
Contiene más de 35 pinturas de la colección de la National Gallery ¡Una fantástica forma de conocer las grandes obras de arte universal!
Informes y ventas: 01 800 31222 00 • 53 65 08 70 • 53 62 88 60 Página web: correodelmaestro.com
Revista mensual, Año 7 Núm. 78, noviembre 2002.
Directora Virginia Ferrari Asistente de dirección María Jesús Arbiza Consejo editorial Valentina Cantón Arjona María Esther Aguirre Mario Aguirre Beltrán Santos Arbiza Gerardo Cirianni Julieta Fierro Adolfo Hernández Muñoz Ramón Mier María Teresa Yurén Josefina Tomé Méndez María de Lourdes Santiago Colaboradores Alejandra Alvarado Citlalli Álvarez Stella Araújo Nora Brie Verónica Bunge María Isabel Carles Leticia Chávez Luci Cruz Héctor Delgado Consuelo Doddoli Alejandra González Norma Oviedo Jacqueline Rocha Concepción Ruiz Maya Sáenz Ana María Sánchez Editor responsable Nelson Uribe de Barros Administración y finanzas Miguel Echenique Producción editorial Rosa Elena González
CORREO del MAESTRO es una publicación mensual, independiente, cuya finalidad fundamental es abrir un espacio de difusión e intercambio de experiencias docentes y propuestas educativas entre los maestros de educación básica. Así mismo, CORREO del MAESTRO tiene el propósito de ofrecer lecturas y materiales que puedan servir de apoyo a su formación y a su labor diaria en el aula. Los autores Los autores de CORREO del MAESTRO son los profesores de educación preescolar, primaria y secundaria, interesados en compartir su experiencia docente y sus propuestas educativas con sus colegas. También se publican textos de profesionales e investigadores cuyo campo de trabajo se relacione directamente con la formación y actualización de los maestros, en las diversas áreas del contenido programático. Los temas Los temas que se abordan son tan diversos como los múltiples aspectos que abarca la práctica docente en los tres niveles de educación básica. Los cuentos y poemas que se presenten deben estar relacionados con una actividad de clase. Los textos Los textos deben ser inéditos (no se aceptan traducciones). No deben exceder las 12 cuartillas. El autor es el único responsable del contenido de su trabajo. El Consejo Editorial dictamina los artículos que se publican. Los originales de los trabajos no publicados se devuelven, únicamente, a solicitud escrita del autor. En lo posible, los textos deben presentarse a máquina. De ser a mano, deben ser totalmente legibles. Deben tener título y los datos generales del autor: nombre, dirección, teléfono, centro de adscripción. En caso de que los trabajos vayan acompañados de fotografías, gráficas o ilustraciones, el autor debe indicar el lugar del texto en el que irán ubicadas e incluir la referencia correspondiente. Las citas textuales deben acompañarse de la nota bibliográfica. Se autoriza la reproducción de los artículos siempre que se haga con fines no lucrativos, se mencione la fuente y se solicite permiso por escrito. Derechos de autor Los autores de los artículos publicados reciben un pago por derecho de autor el cual se acuerda en cada caso.
© CORREO del MAESTRO es una publicación mensual editada por Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V., con domicilio en Av. Reforma No.7, Ofc. 403, Cd. Brisa, Naucalpan, Edo. de México, C.P. 53280. Tel. (01) 53 64 56 70, 53 64 56 95, sin costo al 01 800 849 35 75. Fax (01) 53 64 56 95, Correo Electrónico: correo@correodelmaestro.com. Dirección en internet: www.correodelmaestro.com. Certificado de Licitud de Título Número 9200. Número de Certificado de Licitud de Contenido de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, S.G. 6751 expediente 1/432 “95”/12433. Reserva de la Dirección General de Derechos de Autor 04-1995-000000003396-102. Registro No. 2817 de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Registro Postal No. PP15-5040 autorizado por SEPOMEX. RFC: UFE950825-AMA. Editor responsable: Nelson Uribe de Barros. Edición computarizada: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Preprensa e impresión: Editorial Progreso, S.A., Naranjo No. 248, Col. Santa María la Ribera, C.P. 06400, México, D.F. Distribución: Uribe y Ferrari Editores S.A. de C.V. Tiraje de esta edición: 25,000 ejemplares, de los cuales 19,628 corresponden a suscriptores.
Correo del Maestro. Núm. 78, noviembre 2002.
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Editorial
Este número Correo del Maestro dedica espacio a temas y actividades vinculadas con el arte. En sus páginas se habla del color, del dibujo, de literatura, se resalta el valor del patrimonio cultural y artísitico de nuestra gente en el trabajo de una niña que nos cuenta qué significa para ella la actividad de su padre, la herrería, que desde la época colonial ha tenido importante desarrollo. Consideramos que las artes en la escuela no deben ser un simple suplemento para el alma, una actividad de relleno, sino un camino indispensable de acceso al conocimiento. La educación artística es fundamental para que se consolide la aptitud para expresarse y el gusto por la creación. También favorece el desarrollo de la autonomía y la personalidad, y permite equilibrar mejor las diversas manifestaciones de la inteligencia y la sensibilidad. El arte cultiva las formas de pensar y de actuar, indispensables para insertarse y actuar en la sociedad. Las gestiones de la educación artística valoran los lazos interdisciplinarios y facilitan el acceso a las formas simbólicas elaboradas, que son la llave de numerosos saberes estudiados en la escuela. Para cerrar, presentamos una colección de versos y datos de la forma en que los mexicanos abordamos el tema de la muerte. Una combinación de expresiones artísticas y jocosas que también constituyen parte de lo que las pasadas generaciones nos han legado.
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Correo del Maestro. Núm. 78, noviembre 2002.
Entre nosotros
Herrería, la fuerza de la tradición. María Guadalupe Martínez Mapa elaborado con gises. Arturo Ricardo González Vivanco
Pág. 5 Pág. 9
Antes del aula
El color. Matías Echenique
Pág. 12
Sala Infraestructura de Nuestra Nación. Universum, Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México
Pág. 18
Certidumbres e incertidumbres
Gabino Barreda (II). Jesualdo
Pág. 37
Artistas y artesanos
Tres rivales y un misterio. Las lenguas periféricas de Iberia Adolfo Hernández Muñoz
Pág. 46
Sentidos y significados
La cualidad primordial del fedatario. Arrigo Coen Anitúa
Pág. 51
Problemas sin número
Cabalgando fuera de lugar. Claudia Hernández García y Daniel Juárez Melchor
Pág. 52
Abriendo libros
Mercader de la Edad Media. Yolanda Sassoon Lombardo
Pág. 54
Página del Lector
Pág. 58
Portada: El diablo enojador, Ruuzco Escagefi Cuquerella Uribe, 5 años. Celaya, Guanajuato. Páginas a color: Sala Infraestructura de Nuestra Nación, Universum, UNAM. Fotos: Elizabeth Cruz.
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Entre nosotros
Herrería, la fuerza de la tradición* María Guadalupe Martínez Torres
En este número de Correo del Maestro continuamos la publicación de los trabajos escritos y fotográficos ganadores en la muestra Los niños y jóvenes hacemos historia.** El siguiente proyecto fue elaborado por María Guadalupe Martínez Torres, del Instituto Educativo Rosa González de Carmona, en Celaya, Guanajuato. Maestra:Tania Cruz Flores.
Introducción
De acuerdo a la petición que se me hizo de un proyecto por parte de mi maestra Tania Cruz Flores decidí hacerlo del trabajo que desarrolla mi Papá que es un trabajo que me gusta mucho y lo considero de un gusto muy refinado ya que a través del trabajo he podido ver una infinidad de lugares donde sea colocado como en casas, templos, restaurantes, hoteles, salones de fiestas, etc. y han sido lugares desde muy modestos hasta en partes muy refinadas, por ello tomé esta decisión pensando en que este proyecto es una valoración al trabajo que desarrolla día a día y así darlo a conocer a otras personas. Objetivos comerciales y financieros Objetivos comerciales • • • • • • • • •
Cubrir el mercado meta. Expansión de producto. Abertura de sucursales. Enviar personal capacitado para supervisar el desarrollo del producto en el extranjero. Introducción de mayor variedad de modelos. Ofrecer garantías del producto. Contar con el mejor distribuidor para la comercialización de producto. Elaboración de embalaje atractivo para que su venta sea mayor. Proporcionar la información necesaria como el armado y usos de producto.
* En la transcripción del texto se respetó la redacción, puntuación y ortografía de la autora. ** La lista de ganadores de la muestra y los dibujos ganadores se publicaron en la revista 75, de agosto de 2002.
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Herrería, la fuerza de la tradición
Objetivos financieros • Contar con un crédito y financiamiento para cubrir las necesidades de la empresa. • Evaluación para la fecha aproximada para recuperar la inversión. • Buscar otros apoyos como COFOCE, la secretaría de economía para facilitar y cubrir los trámites.
Desarrollo
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La Herrería Martínez es una micro empresa, la cual no cuenta con una organización estructurada, ya que en ella laboran únicamente tres personas, dos son los dueños padre e hijo y un empleado, y pensando en un futuro con este proyecto convertir la micro empresa, en una organización mayor. La Herrería Martínez cuenta con una basta experiencia de 100 años, siendo la herrería más antigua de la ciudad de Celaya. Sus orígenes, la compostura de herraduras de caballo, como segunda etapa la fabricación de puertas y ventanas y como tercera etapa, la fabricación de herrería artística. El presente proyecto tiene por objetivo cumplir las demandas de un mercado meta con mucho potencial, el producto es un farol. ¿El por qué de su elaboración? Por la gran demanda que tiene este tipo de artículos de ornamento entre los visitantes extranjeros en la ciudad de Celaya, un ejemplo de la gran demanda es la ciudad de San Miguel de Allende. Las utilidades para la empresa, dejando a un lado y no menos importantes las financieras, es dar a conocer toda la gama de productos que son fabricados en esta Herrería tan antigua, así como dar a conocer los productos en otros países por la gran demanda que tienen. Las razones que cuenta la empresa para exportar son que el producto es rentable, de excelente calidad, atractivo, buen precio, diseños exclusivos y originales. El plan de exportación será llevado a cabo conforme a la investigación de mercados de acuerdo a las diferentes fuentes de información como COFOCE, BANCOMEXT,embajadas,ferias, revistas especializadas, páginas en internet, etcétera. El producto es elaborado por mano de obra muy especializada,para el proyecto se está pensando en una elaboración más mecanizada para bajar los costos, y reducir el tiempo de fabricación.
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Actualmente estamos trabajando en el embalaje, en un catálogo para mostrar los diferentes tamaños, y se está evaluando la manera en que será enviado, si armado o desarmado, si fuese de la última manera, se está elaborando un instructivo de armado, ya que como antes mencioné la empresa es local y con un mercado muy reducido y no cuenta con todos los requisitos necesarios para la exportación.
El farol MATERIALES Lámina calibre 18 Solera 1 1/2 x 3/16 Vidrios PROCEDIMIENTO 1. Se corta la base del farol de acuerdo con una plantilla. 2. Se cortan las dos partes que forma la capucha (plantilla de lámina). 3. Se cortan los laterales que forman el cuerpo de la lámpara, tanto los laterales como la capucha se doblan para darles forma. 4. La capucha se solda y se deja para hacer lo demás 5. Los laterales también se doblan y se perforan para colocar unas laminillas que sujetan los vidrios. 6. Ahora se soldan los laterales a la base y se coloca la capucha que va sujeta con dos tornillos ya que está armada completamente se limpia y se pinta. 7. Después de que está seca se colocan los vidrios. Correo del Maestro. Núm. 78, noviembre 2002.
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Herrería, la fuerza de la tradición
MÉNSULA 1. Se corta la solera de acuerdo a la medida necesaria. 2. Se calienta en la forja hasta que esta al rojo vivo y se le da la forma que aparece en la foto. 3. Ya que se arreglan las figuras se soldan, se limpian y se pintan. 4. Se le coloca el faro y se pinta completamente. Entrevistas
Entrevista a Manuel Martínez Avella — ¿Qué es la herrería? — Fue una artesanía que se convino con la industria del hierro. — ¿Desde cuándo comenzó la herreria? — Desde el antiguo testamento (Biblia), los percusores en el manejo y desenvolvimiento fueron los árabes. — ¿Cuáles fueron los primeros utensilios u objetos que se construyeron en hierro? — A través de diferentes civilizaciones sus utensilios para vivir eran de barro y luego cambiaron a madera y después se descubrió el hierro. — ¿Cuáles fueron las primeras armas de hierro? — El cuchillo, el hacha, que eran utensilios indispensables para cazar animales y poder sobrevivir. Muchas grandes personas dentro de su poder y su orgullo mandaban hacer sus escudos y sus lanzas y en ellos grababan sus nombres. — ¿De dónde se obtiene el hierro? — Se extrae de minas y se encuentra envuelto en roca, extrayéndolo y fuendiéndolo, se obtienen las barras de hierro y con ello industrializarse cada objeto. Entrevista a Carlos M. Martínez — ¿Cuánto tiempo tiene la herrería? — 101 años — ¿Con qué materiales se trabaja? — Fierro de diferentes calibres y medidas, lámina sólida y de perfil (lámina). — ¿Qué herrería se práctica más? — Herrería astística, dentro de ella se producen muebles para cualquier casa, restaurante, templos, etc. Se fabrican piezas muy sencillas hasta piezas muy complejas. — ¿Cuánto es lo que más se ha hecho de trabajo? — Antes se fabricaban muchas sillas que se tejian con un cordón de hule, ahora se hicieron trescientos ciencuenta sillas para un salón de fiestas de Tijuana, en un estilo más moderno. — ¿Es cansado este trabajo? — Sí, porque es un trabajo completamente artesanal, y de buena calidad. — ¿Qué tipo de productos se fabrican? — Farolas, candiles, arbotantes, muebles, puertas, ventanas, etcétera. — ¿Qué es lo que se vende más? — Los faroles.
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Mapa elaborado con gises Arturo Ricardo González Vivanco
Introducción
Proponemos una actividad que además de ser útil como apoyo para muchos tópicos que se tratan en distintos grados, representa un cambio con respecto a las actividades cotidianas que se realizan dentro del aula. Se trabaja al aire libre y la mayor parte de la actividad la realizan los alumnos. Con ella se ejercita el sentido de orientación, el trazo de figuras a escala y se fomenta el trabajo en equipo. Es un ejercicio muy versátil, que puede ser aplicado en distintos grados y en grupos grandes y pequeños. En el primer caso se puede hacer una división en equipos y elaborar dos o más mapas para que todos los alumnos participen de manera activa. La actividad se realiza con material muy fácil de conseguir y económico. Se trata de dibujar un mapa en el patio de la escuela.
Actividad
Material: • Dos copias de un mapa cualquiera (la elección depende del tema que se esté trabajando en clase en el momento), tamaño carta, cuadriculado y numerado (tal como se muestra en la figura 1). • Gises de colores (pueden ser elaborados por los alumnos siguiendo los pasos de la receta que incluimos). • Un pedazo de cartón delgado del mismo tamaño que el mapa. • Pegamento. • Cúter o tijeras. • Fólder. • Engrapadora. • Regla de un metro o cinta métrica. Procedimiento: Para la elaboración del material: 1) Pegar uno de los dos mapas en el cartón. 2) Recortar el mapa siguiendo las líneas de los cuadros numerados. 3) Engrapar el fólder a manera de sobre. 4) Guardar los cuadros recortados dentro del fólder engrapado.
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Mapa elaborado con gises
5) Pegar la segunda copia en la cara exterior del fólder para que sirva de guía a los alumnos. 6) En caso de que se decida elaborar los gises en el salón, se requiere: Agua, 250 g de blanco de España, pintura en polvo y un tubo de papel higiénco. Hay que mezclar bien el blanco de España con el agua. Agregar una cucharadita de pintura en polvo para cemento.Verter la mezcla en el tubo de papel sanitario y dejar secar un día al sol. 7) Elaboración del mapa: • Trazar una retícula similar a la del mapa en el patio, con ayuda de la regla. Los cuadros deben tener un metro de lado o más. • El número de cuadros debe ser igual, y distribuidos de la misma forma, que en el mapa tamaño carta. Numerar los cuadros de la misma forma que en la retícula del mapa. • Cada alumno meterá la mano en el folder y sacará un cuadrito numerado de los que forman el mapa recortado. • Cuando cada alumno tenga el cuadro que le corresponde, deberá localizar el sitio de la retícula trazada en el piso del patio en el que trabajará. • Tendrán que reproducir sobre el piso, a escala mayor, el cuadro que tienen en la mano, tomando como referencia de orientación el número. • Se debe indicar el momento en que inician el trazo. • Para el dibujo se da un tiempo de 15 a 20 minutos. 8) Finalmente, se observa el resultado, preferentemente desde un lugar alto, y se identifican los aciertos y errores.
Conclusiones
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Esta actividad da mejores resultados si se hace hincapié en la importancia del trabajo de equipo y se evalúa como tal. Los alumnos más aptos en cuestiones de trazo y actividades manuales, así como en orientación, asesorarán y ayudarán a sus demás compañeros para buscar mejores resultados. Lo más frecuente es que en las primeras ocasiones que se apliqua el ejercicio los resultados no son los óptimos, pero es notorio cómo se van desarrollando las habilidades para hacerlo cada vez mejor. Esas habilidades son muy útiles para la vida cotidiana y académica futura, por lo que sugerimos realizar la actividad con cierta frecuencia a lo largo del año escolar. En materias como biología o química puede utilizarse para elaborar esquemas o tablas.
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Antes del aula
El color Matías Echenique
Consideraciones generales de la teoría cromática Como muy bien señaló el artista y teórico Josef Albers (1888-1976), el color es uno de los conceptos más relativos en el arte. Este razonamiento es comprensible si tomamos en cuenta una serie de variables que inciden directamente en la percepción que tenemos de los colores y que pueden diferenciarse en tres categorías: La fuente luminosa: De más está decir que gracias a la presencia de la luz percibimos no sólo los objetos sino también su cromaticidad. De las diferencias e intensidades lumínicas que inciden sobre el objeto resultan variaciones en la percepción de un mismo color. Existe, por ejemplo, diferencia entre luz solar y luz artificial; y dentro de la luz natural, las diferentes posiciones del Sol a lo largo del día hacen que la incidencia de luz provoque variaciones en el color del objeto. Esto fue apuntado por Leonardo da Vinci (1452-1519) en su Tratado de la pintura, donde hace referencia a la coloración azulada que asumen las sombras por la mañana hasta irse tiñendo de matices cada vez más rojizos a medida que avanza la tarde. Ni qué hablar de las variaciones de intensidad durante el transcurso de las estaciones del año. Por todos es sabido que los rayos solares inciden de forma más oblicua en el solsticio de invierno y más perpendicular en el de verano. En relación con la luz artificial, e independientemente de los diferentes tipos que se ofrecen en el mercado, quiero señalar dos ejemplos
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cotidianos. La lámpara de filamento (el tradicional foco) genera una luz de coloración amarillenta que incide directamente sobre el color particular de los objetos, y la llamada ‘luz blanca’ de los tubos fluorescentes tiñe los objetos con una coloración azulada. Podemos concluir que la fuente luminosa o de emisión de energía electromagnética ejerce una influencia cualitativa y cuantitativa en la percepción cromática. El objeto: Las características texturales de los objetos como transparencia, opacidad y brillo, entre otras, así como la forma y el tamaño, inciden en la percepción del color. Si pintáramos, por ejemplo, dos superficies con un mismo pigmento, pero una de ellas fuera mate y la otra brillante, la percepción sería de un color menos intenso en el primer caso y más luminoso en el segundo. Es importante aclarar que no es la materia la que posee el color, sino que éste es una percepción sensorial. La constitución molecular del objeto permite que absorba y refleje determinadas longitudes de onda. Cuando observamos que una manzana es roja, lo que sucede es que su superficie absorbe todas las longitudes de onda, menos la que corresponde a lo que vemos como rojo; de ahí que percibamos ese color. El sujeto: En este punto se hace referencia al tipo de observador. No todos los animales perciben los colores como lo hace el ser humano. Es creencia popular, por ejemplo, que el toro se enfure-
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Figura 5.
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Figura 7.
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ce y excita con el rojo de la capa del torero. Esto es erróneo ya que los vacunos no distinguen la longitud de onda para ese color. Lo que capta la atención del animal es el movimiento de la capa del torero, no su color. En el ojo se encuentra una serie de terminaciones nerviosas conocidas como conos y bastones que por su cualidad fotorreceptora hacen posible la visión. Los conos permiten la visión diurna y cromática por la conversión de las distintas longitudes de onda en sensaciones de color; los bastones permiten la visión nocturna, acromática. Cabe recordar que la sensación de color producida por el estímulo existe sólo en el cerebro del sujeto. En conclusión, no sólo la luz es una condición necesaria para percibir los colores; la presencia de los otros dos componentes es también imprescindible. Se puede tener luz y objeto que recoja ésta, pero si no hay observador no habrá percepción; puede haber luz y observador, pero si no hay objeto no hay color.
puede ser percibida por el ojo humano. Por debajo del violeta se encuentran longitudes de onda más bajas como los rayos ultravioleta y por encima del rojo se hallan longitudes de onda más altas como los rayos infrarrojos (fig. 2). Para el color luz se utiliza un criterio de orden aditivo o, mejor dicho, de síntesis aditiva. Esto significa que a medida que sumamos color luz se restituye gradualmente el blanco. De la serie de colores que componen el espectro luminoso podemos diferenciar tres colores fundamentales o primarios. Ellos dan origen a los otros colores y son: rojo, verde y violeta. De las respectivas mezclas de estos colores derivan los llamados colores secundarios o complementarios, que son (fig. 3):
Color luz y color pigmento
De lo dicho más arriba podemos inferir que dos colores se llaman complementarios cuando combinados en una cierta proporción equitativa recomponen la luz blanca o, dicho de otro modo, un color es complementario de otro cuando para su mezcla no participa el color del que es complementario. Podemos decir también que es aquel color que dentro de una ordenación circular se encuentra en el radio opuesto; de ahí el nombre de colores opuestos. Por lo tanto, la relación de luces complementarias quedaría definida de la siguiente manera:
Un aspecto importante de la teoría del color es la diferencia entre el color luz (el que proviene de una fuente luminosa coloreada) y el color pigmento o color materia (óleo, témpera, lápices de color, etcétera). Color luz. Síntesis aditiva Gracias a Newton (1642-1727) sabemos que la luz blanca al descomponerse origina los siete colores del espectro visible: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul cian, azul y violeta. La suma de todos los colores del espectro luminoso recompone la luz blanca (fig. 1). Es importante señalar que del amplio espectro electromagnético, sólo una pequeña parte
verde + violeta = azul cian violeta + rojo = rojo magenta verde + rojo = amarillo
rojo + cian azul + amarillo verde + magenta
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El color
El principio de síntesis aditiva lo vemos aplicado en los televisores, monitores y programas de diseño y retoque fotográfico orientados a la creación de imágenes y gráficos cuyo destino sea la publicación en la Web o sobre una pantalla de proyección, ya sea otro monitor o un televisor. En el caso de los televisores y monitores, cada uno de los fósforos que componen la pantalla contiene un impulso de uno de los colores primarios de la luz. Los programas de diseño y fotografía optan por el modo de coloración en R (red, rojo), G (green, verde) y B (blue, azul). El manejo de las luces coloreadas es ampliamente utilizado por físicos, escenógrafos, decoradores, escaparatistas, cromatólogos y psicólogos, entre otros. Color pigmento. Síntesis sustractiva Al utilizar colores pigmentarios, las mezclas que se hacen involucran un tipo distinto de síntesis: la sustractiva. A medida que incorporamos color materia, restituimos gradualmente el negro. De la misma forma que para el color luz existen tres colores fundamentales o primarios, también los hay en el caso del color pigmento y ellos originan al resto de los colores. Se llaman primarios porque no pueden obtenerse por mezcla y son: el rojo magenta, el azul cian y el amarillo. Es interesante destacar que los colores primarios para el color pigmento son secundarios para el color luz. Los colores secundarios, de igual forma que para el color luz, se obtienen de la mezcla de los primarios, y son (fig. 4):
El concepto de color complementario es el mismo utilizado para el color luz, con la diferencia de que la suma de dos colores complementarios u opuestos recomponen el negro. Las parejas de complementarios son las siguientes: rojo magenta + verde azul cian + anaranjado amarillo + violeta Como ya señalamos, las mezcla de dos colores primarios origina un secundario; de la misma forma, podemos decir que la mezcla de un primario con un secundario origina un color terciario. Si aplicamos esto a los seis colores obtenidos tenemos:
amarillo + rojo bermellón = naranja rojo magenta + rojo bermellón = rojo violeta + rojo magenta = violeta rojizo azul cian + violeta = azul violáceo verde + azul cian = azul verdoso amarillo + verde = verde amarillento
Ya hemos visto cómo se obtienen los 12 colores (3 primarios, 3 secundaros y 6 terciarios). A lo largo de la historia, diversos investigadores han intentado ordenar el color de varias maneras, ya sea en forma bidimensional o tridimensional, tomando en cuenta las distintas variables. Una de las formas de organización en el plano más conocida es la utilización de un círculo llamado círculo cromático (fig. 5).
Variables del color rojo magenta + azul cian = violeta amarillo + rojo magenta = rojo bermellón azul cian + amarillo = verde
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El matiz, el tono, el valor o luminosidad y la saturación son las cuatro variables básicas de un color y operan siempre simultáneamente.
Matiz Es el croma de un color y depende de la longitud de onda dominante. Es la cualidad que permite clasificar a los colores como amarillo, rojo, violeta, etc. El matiz se mide de acuerdo con la proximidad que tiene un color con relación a otro que se halle próximo en el círculo cromático; por ejemplo: verde amarillento, naranja rojizo, azul violáceo, etcétera (fig. 6). Valor o luminosidad Indica las luminancias de un color; es decir, el grado de claridad u oscuridad que posee como cualidad intrínseca. Dentro del círculo cromático, el amarillo es el color de mayor luminancia y el violeta el de menor. Independientemente de los valores propios de los colores, éstos se pueden alterar mediante la adición de blanco que lleva el color a claves o valores de luminancia más altos, o de negro que los disminuye. Tono Es la resultante de la mezcla de los colores con blanco o negro y tiene referencia de valor y de matiz. Por ejemplo, el amarillo mezclado con negro modifica su matiz hacia el verde y se oscurece (fig. 7). Saturación Se refiere al grado de pureza de un color y se mide con relación al gris. Los colores muy saturados poseen mayor grado de pureza y se presentan con más intensidad luminosa en relación con su valor. Los colores con menor saturación se muestran más agrisados, con mayor cantidad de impurezas y con menor intensidad luminosa (fig. 8). En relación directa con la saturación se encuentra la diferencia proporcional entre el pigmento y el vehículo (medio solvente). A mayor
cantidad de vehículo corresponde menor saturación y a mayor cantidad de pigmento con relación al medio, mayor saturación. Contraste simultáneo Éste también puede incluirse dentro de las variables del color. Alude a la influencia recíproca de un color con relación a otro, a la capacidad que tiene un color de modificar a otro que se encuentra en su proximidad hacia su complementario. Un mismo color situado sobre dos campos de color distintos se ve modificado en dos de sus variables, matiz y valor. Por ejemplo, un naranja situado sobre un campo verde se hace notoriamente más rojizo y por lo tanto más oscuro, ya que de su ubicación original dentro del círculo cromático se ve desplazado hacia el rojo. Si colocamos ese mismo color sobre un campo azul violáceo, observamos que se hace más amarillento y, por lo tanto, más luminoso, ya que dentro del orden determinado por el círculo cromático se desplazó hacia los amarillos (fig. 9). Si colocamos un gris sobre un fondo anaranjado se oscurece, a diferencia de cuando lo colocamos sobre un rojo, donde se aclara (fig. 10). Este cambio en la percepción se debe a un fenómeno fisiológico. Nuestra vista se satura del color que posee mayor área dentro del espacio y, en consecuencia, tiñe del complementario al color o colores que se encuentran en su proximidad. Así, en el primer ejemplo el campo verde tiñe de rojo al anaranjado y el azul violáceo de naranja amarillento (esto se puede corroborar si observamos la relación diametral de un color con respecto a otro dentro en el círculo cromático). En el segundo ejemplo el campo anaranjado tiñe de azul al gris y el rojo de verde (fenómeno que es apenas perceptible con relación a las variantes de valor).
Bibliografía ALBERS, Josef. La interacción del color. Edit. Alianza Forma, Madrid, 1998. HICKETHEIR, Alfred. El cubo de los colores. Edit. Noriega Limusa, México, 1991. DE SANDOVAL Guerra, Álvaro. Manual de educación plástica y visual. Observar, interpretar, expresar. Ediciones Sandoval España, 2000.
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Sala Infraestructura de Nuestra Nación* Universum, Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, es una herramienta invaluable en la enseñanza de las ciencias experimentales en todos los niveles educativos. Muchas veces llevamos a él a nuestros alumnos, pero no aprovechamos al máximo las posibilidades que ofrece, principalmente por no conocer bien las salas y qué actividades podemos desarrollar en ellas. Correo del Maestro y Universum desean hacer llegar a los maestros estas guías de preparación para una visita al museo. En los casos que la distancia imposibilite hacer una visita a las instalaciones, proponemos a los maestros realizar algunas actividades semejantes a las que describimos en las guías. En este número presentamos la sala Infraestructura de Nuestra Nación. El museo Universum incluye también temáticas pertenecientes a las ciencias sociales. La Sala Infraestructura de Nuestra Nación es uno de los espacios donde se abordan.
Sala Infraestructura de Nuestra Nación 1. Fotografía:Vista de Ciudad de México 2. Mapa en relieve de la República Mexicana 3. Fotografía: La Tierra 4. Fotomural: Infraestructura de Nuestra Nación 5. Cúpula 6. Túnel de interacción sectorial 7. Mural: Infraestructura de una Nación 8. Panel central: Nucleoeléctrica Laguna Verde,Veracruz 9. Módulo multimedia: Pesca 10. Módulo multimedia: INEGI 11. Módulo multimedia: Directorio 12. Panel: Minas de cobre en Cananea, Sonora 13. Módulo multimedia:Turismo 14. Panel: Construcción de la presa Aguamilpa en Nayarit 15. Panel: Puente sobre el río Papagayo en la nueva carretera de Acapulco 16 Módulo multimedia: Juegos INEGI 17. Módulo multimedia:Turismo 18. Panel: Astilleros de Veracruz 19. Panel: Complejo petroquímico La Cangrejera,Veracruz 20. Panel: Planta siderúrgica Las Truchas, Lázaro Cárdenas, Michoacán 21. Módulo multimedia: Pesca 22. Panel: Agricultura en el Valle del Yaqui, Sonora 23. Módulo multimedia: Comunicaciones y transporte 24. Módulo multimedia: Juegos INEGI 25. Panel: Presa Ruiz Cortínez, en el río Apulco, Puebla
26. Panel:Vista de satélite de la bahía de Acapulco 27. Módulo multimedia: Juegos INEGI 28. Panel: Satélite Solidaridad 29. Módulo multimedia: Agua 30. Módulo multimedia: Agua 31-33. Exposición: Fuente de vida 34. Mural:Viaje por el microcosmos y en marcha por la infinidad del espacio 35. Maqueta
* En las páginas 27-34 se encuentran fotografías a color de esta sala.
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Preescolar Actividades sugeridas La intención de visitar esta sala con los niños es transmitirles el mensaje de que una nación como la nuestra no es sólo un territorio. Está integrada, además, por sus recursos, sus riquezas y, especialmente, por las personas que viven en ella. El recorrido está planeado para trabajar con cuatro equipamientos. Sugerimos una visita de aproximadamente 30 minutos. El mapa de la República Mexicana. Antes de entrar a la sala encontrarán un gran mapa de la República en la pared. Diga a los niños el nombre de nuestro país y señale la forma que tiene. Pídales que digan qué figura se imaginan al verlo. Indíqueles que nuestro país es muy grande y que, por esta razón, tiene muchos recursos naturales (como plantas y animales). Además, en él viven y conviven muchas personas diferentes.
El túnel de la entrada. Invite a los niños a introducirse al túnel. En él encontrarán un fotomural. Pídales que observen lo que ven en él y, posteriormente, lo comenten entre todos. ¿Saben para qué sirve el dinero? Tras escucharlos comente que las personas que viven en México tienen que trabajar para obtener el dinero que les permite cubrir sus necesidades. Pregunte a los niños: ¿En qué trabaja tu papá o tu mamá? ¿Para qué van los niños a la escuela? Escuche sus respuestas y haga énfasis en que la mayoría de los niños no trabajan y van a la escuela para algún día poder trabajar en lo que les guste.
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La ventana de la sala. Una vez que los niños hayan salido del túnel, llévelos a observar por la ventana. Pregúnteles ¿Qué ven?, ¿lo que ven es México?, ¿todos los lugares de México son iguales?, ¿por qué?, ¿conocen lugares diferentes?, ¿cómo cuáles?, ¿es bueno tener lugares diferentes en un mismo país?, ¿por qué? Puede aprovechar este momento para abordar conceptos como ‘lejos de’ y ‘cerca de’.
La maqueta. Para accionar esta maqueta se requiere de la asistencia de uno de los anfitriones de la sala en un horario específico. Sin embargo, aun sin movimiento la experiencia en este lugar resulta muy interesante. Recorra con los niños la maqueta de izquierda a derecha y solicite que observen todo lo que hay en ella. Posteriormente concéntrelos frente a la maqueta y pídales que señalen los lugares que sean diferentes; por ejemplo, el bosque y la ciudad. Cuando localicen lo anterior, pregúnteles: ¿qué hay en el bosque y en la ciudad?, ¿qué diferencia observan entre ellos?, ¿tienen los mismos animales?, ¿tienen las mismas plantas?, ¿a qué creen que se deba? Puede pedir a los niños que digan los nombres de algunos animales que conozcan y hagan el sonido que los caracteriza. También puede pedir que mencionen diferentes tipos de transporte y retomar el tema de las actividades de los padres o de los lugares que han visitado y preguntar, por ejemplo, si las personas que viven en el bosque hacen lo mismo que las que viven en la ciudad.
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1º y 2º de primaria Actividades sugeridas La intención de esta sala es señalar el hecho de que una nación está conformada por territorio, recursos y, especialmente, por las personas que viven y laboran en ella. Estos temas se abordan en la asignatura de conocimiento del medio. El recorrido está planteado para trabajar con cinco equipamientos. Se recomienda una visita de 45 minutos aproximadamente. El mapa de la República Mexicana. Antes de entrar a la sala encontrarán un gran mapa de la República en la pared. Pregunte a los alumnos cuál es el nombre de nuestro país e indíqueles que ésa es su forma. Pídales que mencionen lo que imaginan al verlo. Indíqueles que nuestro país es muy grande, que cuenta con muchos recursos naturales (plantas, animales, bosques, selvas, mares, lagos) y que en él viven muchas personas diferentes. El túnel. Invite a sus alumnos a introducirse en el túnel, donde encontrarán un fotomural. Pídales que observen lo que ven y comenten entre todos. Solicíteles que lean las palabras que están en color rojo (por ejemplo agricultura, pesca, minería) y discutan en qué consisten esas actividades. Después, pídales que encuentren las fotografías que las ejemplifican. ¿Quiénes las realizan y para qué? Finalmente pregúnteles por qué es importante que en un país se realicen estas actividades.
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La ventana de la sala. Una vez que los niños hayan salido del túnel, llévelos a observar por la ventana. ¿Qué ven?, ¿lo que ven es México?, ¿dónde está la milpa?, ¿para qué es?, ¿dónde están las montañas?, ¿dónde hay vegetación?, ¿puedes ver alguna construcción?, ¿para qué son?, ¿puedes ver personas? ¿qué están haciendo? Comente que en México podemos ver diferentes paisajes. La maqueta. Para accionar esta maqueta se requiere de la asistencia de uno de los anfitriones de sala. Sin embargo, aun cuando no haya movimiento se pueden hacer observaciones interesantes que pueden trabajarse con los niños.
Recorra con sus alumnos la maqueta. Posteriormente, concéntrelos frente a ella y pídales que señalen los diferentes lugares que vean; por ejemplo, el campo, los bosques y la ciudad. ¿Qué ven en el bosque?, ¿y en la ciudad?, ¿qué diferencia observan entre ellos?, ¿se encuentran los mismos animales?, ¿tienen las mismas plantas?, ¿a qué creen que se deba?, ¿en dónde puede practicarse la agricultura?, ¿dónde la ganadería?, ¿dónde la pesca? ¿por qué? Puede pedir que los niños digan los nombres de algunos tipos de transporte o localicen los servicios que tienen en su localidad. Mural Infraestructuta de una Nación. En este mural puede hacer un repaso de las diferentes actividades humanas, preguntando a los niños qué hacen las personas que están representadas en el mural y cuál es la importancia de su labor. Igualmente, puede hacer comparaciones entre el niño rural y el de la ciudad. Mencionen la importancia de la cultura en la infraestructura: costumbres, tradiciones y diversidad de recursos con los que cuenta nuestro país.
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3º y 4º de primaria Actividades sugeridas La intención de la visita es conocer los elementos que conforman una nación: territorio, geografía, recursos y riquezas y, especialmente, personas que viven y trabajan en ella. Estos temas se abordan en las asignaturas de geografía, educación cívica y ciencias naturales. El recorrido está planeado para trabajar con cinco equipamientos. Se recomienda una visita de 50 minutos aproximadamente. El mapa de la República Mexicana. Antes de entrar a la sala encontrarán un gran mapa de la República en la pared. Puede iniciar pidiendo a sus alumnos que digan el nombre oficial de nuestro país. Luego, que señalen sus límites y ubiquen sus cadenas montañosas y ríos. Comente que nuestro país es muy grande y tiene muchos recursos naturales (plantas, animales, bosques, selvas, desiertos, mares, ríos, lagos) y, además, en él viven muchas personas diferentes. El túnel de la entrada. Invite a los niños a introducirse al túnel. En él encontrarán un fotomural. Pídales que lo observen y comenten lo que ven. Explíqueles que nuestro país es rico en recursos naturales, pero que, para poder utilizarlos se requiere del trabajo del hombre quien, a su vez, debe cuidarlos. Solicite que lean las palabras que están en color rojo; por ejemplo, agricultura, pesca, ganadería y minería. Mencionen en qué consisten esas actividades. Luego pídales que encuentren las fotografías que las ejemplifican. ¿Quiénes las realizan?, ¿para qué y por qué es importante que se realicen? A este tipo de actividades se les conoce como actividades económicas primarias, porque tienen como finalidad obtener productos directamente de la naturaleza. La ventana de la sala. Una vez que los niños hayan salido del túnel, llévelos a observar por la ventana. ¿Qué ven?, ¿lo que ven es México?, ¿dónde está la milpa?, ¿para qué es?, ¿dónde están las montañas?, ¿dónde hay vegetación?, ¿pueden ver alguna construcción?, ¿para qué son?, ¿pueden ver personas?, ¿qué están haciendo? Concluyan que en México podemos ver diferentes paisajes y que vivimos en una comunidad urbana que cuenta con muchos servicios. Solicite ejemplos.
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La maqueta. Para accionar esta maqueta se requiere de la asistencia de un anfitrión del museo y de un horario previamente especificado, pero aun sin movimiento la experiencia en este lugar resulta muy interesante. Ubíquense frente a ella y señalen los lugares diferentes; por ejemplo, el bosque, las tierras de cultivo, la montaña y la ciudad. ¿Qué hay en cada una de ellas?, ¿qué diferencias observan?, ¿hay los mismos animales?, ¿tienen las mismas plantas? ¿a qué creen que se deba?, ¿las plantas son cultivadas o silvestres?; que tiene problemas ¿dónde puede practicarse la agricultura, la ganadería, la pesca?, ¿por qué? Digan los nombres de diferentes tipos de transporte, o localicen los servicios que tienen en su localidad. Mural Infraestructura de una Nación. En este mural se puede hacer un repaso de las diferentes actividades humanas preguntando a los niños qué hacen las personas que están representadas en él y cuál es la importancia de su labor.
Igualmente, pueden comparar al niño rural con el de la ciudad y analizar el tipo de actividades que realizan. Mencionen la importancia de la cultura en la infraestructura: constumbre, tradiciones y diversidad de recursos con los que cuenta nuestro país.
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5º y 6º de primaria Actividades sugeridas La intención de la visita es señalar el hecho de que una nación como la nuestra no es sólo un territorio, sino que está integrada, además de su geografía, por sus recursos, riquezas y, especialmente, por las personas que viven en ella; que tiene gran diversidad de comunidades y también que tenemos problemas, pero que podemos hacer cosas para solucionarlos. Estos temas se abordan en las asignaturas de geografía, educación cívica y ciencias naturales. El recorrido está planeado para trabajar con los siguientes equipamentos: Mapa de la República, Túnel de la entrada, Ventana de la sala y Computadoras. Sugerimos una visita de aproximadamente 50 minutos.
El mapa de la Republica Mexicana. Antes de entrar a la sala encontrarán un gran mapa de la República en la pared. Pida a sus alumnos que digan el nombre oficial de nuestro país y, posteriormente, señalen sus límites y ubiquen sus cadenas montañosas, ríos y regiones naturales. Comente que nuestro país es muy grande y que tiene muchos recursos naturales (como plantas, animales, bosques, selvas, desiertos, mares, ríos, lagos), algunos deteriorados, y que en él viven muchas personas diferentes.
El túnel de la entrada. Invite a sus alumnos a introducirse en el túnel (encontrarán un fotomural). Pídales que lo observen y comenten. Explíqueles que nuestro país es rico en recursos naturales; pero para que puedan ser utilizados se requiere del trabajo del hombre y que si no se cuidan pueden deteriorarse e incluso acabarse. Solicite que lean las palabras que están en color rojo (agricultura, pesca y minería) y mencionen en qué consisten esas actividades. Encuentren fotografías que las ejemplifiquen. ¿Quiénes realizan estas actividades?, ¿para qué y por qué es importante que existan? A este tipo de actividades se les conoce como actividades económicas primarias; tienen como finalidad obtener productos directamente de la naturaleza. La ventana de la sala. Objetivo: Observar el entorno real, que luego reforzarán en la maqueta del tren. Una vez que sus alumnos hayan salido del túnel, llévelos a observar por la ventana. ¿Qué ven?, ¿lo que ven forma parte de México?, ¿dónde hay tierras cultivadas?, ¿para qué son?,
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¿dónde están las montañas?, ¿dónde hay vegetación?, ¿cómo es la vegetación? ¿pueden ver alguna construcción?, ¿para qué son?, ¿pueden ver personas?, ¿qué están haciendo? Concluyan que en México podemos ver diferentes paisajes. Nosotros vivimos en una comunidad urbana que cuenta con muchos servicios. Solicite ejemplos. La maqueta. Para accionar esta maqueta se requiere de la asistencia de un anfitrión en un horario previamente establecido, pero aun sin movimiento, la experiencia resulta muy interesante.
Recorra con sus alumnos la maqueta de izquierda a derecha y solicite que observen todo. Posteriormente, concéntrelos frente a ella y pídales que señalen lugares diferentes; por ejemplo el campo, el bosque y la ciudad. ¿Qué hay en el ellos?, ¿qué diferencias observan?, ¿hay los mismos animales?, ¿tienen las mismas plantas?, ¿a qué creen que se deba?, ¿se puede apreciar la acción del hombre?, ¿dónde puede practicarse la agricultura, la ganadería y la pesca?, ¿por qué? Explíqueles que las actividades terciarias agrupan distintos tipos de servicios: comercio, transporte y comunicaciones, salud, educación, energía eléctrica y turismo, entre otros. Pida que ubiquen estos servicios en la maqueta. Módulos multimedia. La sala cuenta con varios sistemas multimedia interactivos accionados por teclados y pantallas de toque. Los juegos abordan contenidos referentes a la sala. Se trata de una actividad libre, por lo que sugerimos que los alumnos se desplacen por el lugar y jueguen con las computadoras. Pueden trabajar en equipos de cinco integrantes.
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Túnel de interacción social.
Mapa en relieve de la República Mexicana.
Vista de la Ciudad de México.
Maqueta.
Mural Infraestructura de una Nación.
Módulos multimedia.
Secundaria Actividades sugeridas Esta sala resulta un excelente apoyo para las asignaturas de geografía y formación cívica y ética, ya que señala la problemática económica actual y la pérdida de la identidad nacional (particularmente entre los adolescentes) y transmite el mensaje de que formamos un todo como nación soberana y, sobre todo, de que nuestra participación conjunta y productiva es lo que propicia el desarrollo de la nación. Identifiquen las diferentes actividades y servicios que se llevan a cabo en el país, su desarrollo e importancia en nuestra vida diaria. El recorrido está planeado para 50 minutos aproximadamente. El mapa de la República Mexicana. Antes de entrar a la sala encontrarán un mapa de la República en la pared. Solicite a los alumnos que digan el nombre oficial de nuestro país y señalen sus límites, cadenas montañosas y regiones naturales. Comente con ellos que nuestro país es muy grande y que, por esta razón, tiene muchos recursos naturales. Solicite ejemplos y pídales que mencionen la relación que los recursos naturales tienen con el desarrollo económico del país. El túnel de la entrada. Invite a sus alumnos a introducirse en el túnel (encontrarán un fotomural). Observen y comenten lo que ven. Discutan la información que proporciona el túnel. ¿Qué significa la palabra nación?, ¿qué tipo de actividades se muestran?, ¿por qué se consideran parte de una nación?, ¿por qué creen que los nombres de las actividades están conectados con líneas?, ¿qué vías de comunicación están faltando en las fotos?, ¿qué pasaría si no hubiera luz en un país? Mural Infraestructura de una Nación. En este extraordinario mural, debido a la creatividad de la artista, podrá guiar a sus alumnos para que realicen actividades de interpretación, localización, apreciación artística y recapitulación de los temas vistos en el túnel de la entrada. Mencionen la importancia de la cultura en la infraestructura: costumbres, tradiciones y diversidad de recursos con los que cuenta nuestro país.
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La maqueta. Para accionar esta maqueta se requiere de la asistencia de un anfitrión en un horario previamente establecido, pero aun sin movimiento la experiencia resulta muy enriquecedora ya que se pueden realizar muchas observaciones. Se recomienda recorrer la maqueta de izquierda a derecha. En ella pueden observar servicios y actividades. Discutan acerca de la necesidad de coordinarlas para que un país funcione.
La observación de la maqueta puede terminar después de mirar la hidroeléctrica. Solicite a sus alumnos que mencionen cómo funciona una hidroeléctrica, cómo es posible que a partir del agua genere energia eléctrica y cómo llega la energía de la hidroeléctrica a su casa.
Módulos multimedia. La sala cuenta con sistemas multimedia, juegos accionados por teclado y digitales; los juegos abordan contenidos referentes a la sala. Se trata de una actividad libre, por lo que sugerimos que los alumnos se desplacen por el lugar y jueguen con las computadoras. Pueden trabajar en equipos de cinco integrantes.
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Certidumbres e incertidumbres
Gabino Barreda (II) Jesualdo En el libro 17 educadores de América, de Jesualdo, encontramos este texto sobre Gabino Barreda. Debido a que es una publicación que ya no está circulación, creemos importante rescatar este escrito, pues habla de una personalidad en la historia de la educación de México y América Latina desde un enfoque no puramente biográfico, sino que hace un análisis preciso, claro y didáctico de su obra dentro de su contexto histórico. Hemos dividido el texto en dos partes, la primera fue publicada en el número anterior.
¿Cuál era el concepto esencial que informaba esa reforma educativa que Barreda llevó adelante? ¿ Qué aspectos abarcaba? ¿ Cómo era el desarrollo que seguía? Éstos son problemas que nos va a revelar el propio Barreda, a través de su famosa carta —las cartas de Barreda eran siempre documentos en forma de libros que podían ser tomos de una enciclopedia— al Gobernador del Estado de México, su amigo Mariano Riva Palacio, otra gran figura intelectual de la Reforma. En ella “se tocan varios puntos relativos a la instrucción pública” —como reza el cabezal— aparte de que acompaña la ley orgánica del 67 en la cual Barreda aprovecha para llamarle la atención sobre la, para él, fundamental reforma: la que concernía a la creación de la Escuela Preparatoria y “el orden que debe seguirse en el estudio sucesivo de las materias que forman los cursos preparatorios”.1 Este orden no es otro que el que establecía el ciclo comtiano. Para Comte —como se sabe—, las ideas generales positivas se hallan coordinadas en un gran ciclo enciclopédico que comprende la filosfía matemática, la filosofía astronómica, la filosofía físico-química, la filosofía biológica, la sociología y la moral en el orden “de su generalidad decreciente y de su complicación creciente”. Los estudios preparatorios
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entonces debían comenzar por las matemáticas y terminar en la lógica, interponiendo entre ambas las ciencias naturales: en primer lugar, la cosmografía y la física, luego la geografía y la química, y, por último, la historia natural de los seres dotados de vida, es decir, la zoología y la botánica. Intercalado entre este ciclo científico, Barreda había colocado el estudio de los idiomas en el orden que exigían las necesidades presentes o para posteriores estudios. En el estudio de los idiomas, en cuanto al latín, se realizaba la inversión del antiguo programa; este idioma ocupaba ahora el último tramo, mientras que los primeros, los ocupaban el francés, el inglés y el alemán. De este modo desplazaba a las lenguas muertas por las vivas, ya que en ese entonces, afirma, “cada sabio escribe en el idioma que le es propio y las lenguas vivas, entre ellas muy señaladamente el francés, llenan las funciones que antes desempeñaba el latín”.2 En cuanto a gramática española era transferida al tercer grado, a fin de hacerla verdaderamente provechosa y dar “un conocimiento más profundo y razonado de su idioma”, cosa que exige una inteligencia ya más cultivada, pues el carácter analítico de la gramática —dice— exige “un mayor desarrollo de la facultad de abstracción e inducción”.3
G. Barreda, “Carta dirigida a D. Mariano Riva Palacio...”, Revista Positiva,T. I, No. 6, junio de 1906, pág. 206. Op. cit., pág. 207. Op. cit., pág. 208.
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http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/publicaciones/publi_quepaso/pue_gabino.htm
Gabino Barreda
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Y todo este “fondo de verdad que nos ha de servir de punto de partida, —agrega— debe presentar un carácter general y enciclopédico para que ni un solo hecho de importancia se haya inculcado en nuestro espíritu, sin haber sido antes sometido a una discusión, aunque somera, suficiente para darnos a conocer sus verdades fundamentales”.4 Para Barreda el enciclopedismo, en el que insistían tanto los positivistas, era absolutamente necesario para que “las personas que se consagren a las carreras literarias, reciban una educación homogénea y completa”, por lo menos en su base fundamental. 5 Frente a la especialidad, Barreda coloca, pues, decididamente, al enciclopedismo que defiende con tenacidad: “Cada uno de los conocimientos que se adquieran, cada hecho real cuyo verdadero mecanismo se comprende, sos-
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tiene, es una nueva fuerza que se agrega al sistema complejo de nuestra actividad mental, y una fuente inagotable de la que podrán surgir, en el momento más inesperado, las inspiraciones más felices...” 6 Para él, la eduación de las especialidades era “mezquina y estrecha”, de origen retrógrado ya que procedía de la institución teocrática, sobre todo cuando la especialidad tendía a perpetuar en las descendencias, los oficios o trabajos de sus antepasados.7 Ahora bien, este enciclopedismo que propugna, desenvuelto con un criterio científico, evitaría uno de los mayores males —para él— que existen socialmente debido a la cultura: la anarquía intelectual, como llamó Comte a este mal, o sea esa divergencia de métodos para resolver un mismo asunto. La falta de esa homogeneidad, que Barreda trata de demostrar con ejemplos, que se advierte aun en las personas más cultas, es la que origina en su concepto, toda una serie de errores de apreciación, que explican “la completa anarquía que reina actualmente en los espíritus y que se hace sentir sucesivamente en la conducta práctica de todos”8, con lo cual demuestra una absoluta fidelidad a su maestro. ¿Cómo alcanzar, entonces, a uniformar esa conducta para la acción práctica? ¿Acaso ello se conseguiría con sólo expedir leyes nacionales al efecto? “Para que la conducta práctica sea, en cuanto cabe, suficientemente armónica con las necesidades reales de la sociedad —contesta Barreda—, es preciso que haya un fondo común de verdades de que todos partamos, más o menos deliberadamente, pero de una manera constante”.9 Así plantea Barreda esta necesidad de homogeneizar, mendiante la razón de los hechos a la
Op. cit., pág. 210. Op. cit., pág. 209. Op. cit., pág. 228. Op. cit., pág. 228. G. Barreda, “Instrucción Pública”, Revista Positiva,T. I, No. 7, julio de 1901, pág. 286. G. Barreda, “Carta dirigida a D. Mariana Riva Palacio...”, pág. 210.
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luz del positivismo, aunque nos dice, que este criterio que lo posee no es una invención comtiana, sino que es propia de toda clase, secta o religión, que trata de controlar el pensamiento mayoritario. No otra cosa hicieron los sagaces jesuitas —pone por ejemplo— gracias a lo cual habían podido subsistir, a pesar de sus sinrazones, hasta ese tiempo, habiendo dejado fuera de la enseñanza los mejores conocimientos como “la química, la historia natural, la astronomía realmente científica y una buena parte de la física...” que no encontraron cabida en su programa general. Visto el error del Trivio y el Cuatrivio, los modernos jesuitas se apresuraron a reparar el mal aunque ello cuando ya las cosas no tenían remedio. Porque en este problema — agrega Barreda— “un solo camino que se deje al error, una sola fuente de nociones reales que se abandone a la arbitrariedad y al capricho individuales, basta para hacer abortar todo un plan de educación, por muy bien combinado que parezca en lo restante”.10 Por cuya razón, precisamente, todo estudio de la naturaleza que se realice para alcanzar una opinión positiva debe ser completo, sin dejar afuera “ninguno de los hecho generales y fundamentales que forman su conjunto”.11 Y en consecuencia: “Una educación en que ningún ramo importante de las ciencias naturales quede omitido —agrega—; en que todos los fenómenos de la naturaleza desde los más simples hasta los más complicados se estudien y analicen a la vez teórica y prácticamente en lo que tienen de más fundamental; una educación en que se cultive así a la vez el entendimiento, y los sentidos, sin el empeño de mantener por fuerza tal o cual opinión, tal o cual dogma político o religioso, sin el miedo de ver contradicha por los hechos esta o aquella autoridad; una educación, repito, emprendida sobre tales
bases y sólo con el deseo de hallar la verdad, es decir, de encontrar lo que realmente hay, y no lo que en nuestro concepto debe haber en los fenómenos naturales, no puede menos de ser, a la vez que un manantial inagotable de satisfacciones, el más seguro preliminar de la paz y del orden social, porque él pondrá a todos los ciudadanos en condiciones de apreciar todos los hechos de una manera semejante y, por lo mismo, uniformará las opiniones hasta donde esto es posible...” pues, en forma un tanto simplista, Barreda creía “que las opiniones de los hombres son y serán siempre el móvil de todos sus actos”.12 Este trabajo era posible realizar —según él— mediante el método positivista, especie de “puédelo todo” de los comtianos y de cuya superstición Barreda, como todos los positivistas, adolecía: “Los hombres más que doctinas, necesitan métodos; más que instrucción han de menester educación”, repite con las palabras de su maestro. Ese método es el que sirve a las ciencias positivas, mediante el cual “desde los más sencillos raciocinios deductivos hasta las más complicadas inferencias inductivas”, cruzan por delante de los ojos no como abstracciones oscuras, sino a través de una práctica continua y sistemática. Este criterio es el que explica, pues, el ciclo de los conocimientos propuestos. Primero matemáticas, “la mejor escuela en que todos podrán aprender la verdad, regla práctica de la deducción y el silogismo”, pues “los raciocinios matemáticos, —agrega citando a Stuart Mill—, son la base indispensable de una verdadera educación científica.13 Y no es que esta disciplina pueda no importar concretamente al abogado, por ejemplo, es que debe hacerlo. Los estudios preparatorios deben, de este modo, más que detenerse en la aplicabilidad directa de la doctrina, hacerlo
Op. cit., pág. 212. Op. cit., pág. 212. 12 Op. cit., pág. 213. 13 Op. cit., pág. 214. 10 11
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http://lectura.ilce.edu.mx:3000/sites/fondo2000/volI/nido/2.html
Gabino Barreda
Vicente Riva Palacio.
en el método. Los conocimientos deben así, ser “una verdadera gimnástica intelectual”, considerando Barreda, la educación intelectual como “el principal objeto de los estudios preparatorios”.14 Así, de este mismo modo, en su carta a Riva Palacio, Barreda va justificando el proceso de su ciclo, materia por materia, en su orden de elementalidad de los fenómenos en relación a los sentidos del hombre, hasta llegar a la Lógica, que es quien cierra el proceso y realiza la recapitulación, utilizando, para estudiarla, los dos procedimientos, la inducción y la deducción, que Barreda considera como los únicos caminos para llegar a la verdad. En la misma carta todavía se proclama partidario de los exámenes, siempre que fuera posible, prácticos, pues entendía que los exámenes de esta forma son los únicos capaces de ser “un freno que impida el abuso de la libertad y una verdadera garatía de la aptitud de los alumnos”.15 Op. cit., pág. 215. Op. cit., pág. 240. 16 Op. cit., pág. 238. 17 Op. cit., pág. 239. 18 G. Barreda, “Instrucción Pública”, pág. 292. 14 15
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En esta Escuela Preparatoria, en donde Barreda fincaría todo su interés y un poco abusativamente el de la educación en general, como si el mayor problema de su pueblo fuera preparar profesionales y no desanalfabetizar la masa del pueblo, se inicia el ciclo del conocimiento que se completaría luego en las Facultades, de acuerdo con su criterio de capacitar a los mejores para el mayor beneficio social. “Lo que la sociedad ha menester —dice—, es que se consagren a las especialidades, sino las personas que, en virtud de sus disposiciones peculiares, tienen para ello una afición decidida”16, pues el propósito de la ley fue “poner a cada uno en aptitud de juzgar de sus propósitos y naturales disposiciones para cultivar con más esmero las que resultasen más propias para el servicio de la sociedad, y dar a todos un fondo común de sólida instrucción, del cual pudiesen más tarde sacar sus ulteriores aspiraciones”.17 Es evidente que, dentro de los principios positivos, el sistema de la Preparatoria era, como aseveraba Barreda, “un sistema completo” y “no un simple hacinamiento incoherente de conocimientos”, como podría suponerse. Los comtianos, exagerando las vitudes de la ciencia como elemento del conocimiento, suponían que en “ese tránsito de una ciencia a otra, el alumno se adiestra sin fatiga y con fruto en el uso de todos los procedimientos lógicos de que tendrá que hacer uso de continuo en toda su vida, mantiene un comercio incesante con las cosas reales de nuestro mundo, se familiariza con las dificultades de toda operación práctica que verse sobre los hechos y no sobre creaciones de nuestra imaginación, y se alecciona también, en la manera de vencer estas dificultades”.18 Y, por otra parte, que las ciencias naturales servían al educando para penetrarse íntimamente “de que
la verdadera ciencia práctica tiene por base la más estricta conformación con las leyes efectivas de los fenómenos, y que la invevitable condición para modificar estos, es siempre la de conformarnos con aquéllas”.19 Todo este planteo filosófico de Barreda es el que sirve a las razones de la Reforma educativa en especial de la Preparatoria. En verdad, el problema más urgente y crítico, era el de la enseñanza primaria que fue considerado con mucho menos detención por los reformistas, sin embargo. Al estado social que vimos, una escuela primaria bien orientada, profusa y con los recursos específicos para su atención, hubiera alcanzado mucho mayor trascendencia que los cursos preparatorios que fueron la preocupación principal de Barreda. El positivismo que inculcara Comte en París al grupo de mexicanos, y en especial a Gabino Barreda, trajo como consecuencia este enceguecimiento en su aplicación, que no medía las condiciones en que se les debía considerar. En un país destruido económicamente, con un industrialismo precario y con una masa en una ignorancia absoluta —como vimos—, no era ciertamente fundando y atendiendo una Preparatoria como mejor se colaboraba en la vertebración —tan necesaria— de la nación, ni tal vez, tampoco, con un positivismo intransigente, por las desproporciones existentes entre el estado social del pueblo y la proyección de la doctrina. En sus treinta artículos sobre Instrucción Pública, contestando a los diputados que pretendieron modificar la ley del 2 de diciembre del 67, en 1872, con medidas que se entendían como un retroceso sobre los hechos, evidentes confusiones para el futuro, Barreda establece nuevas reafirmaciones a su doctrina, que no las transcribimos porque son homólogas a las contenidas en su carta a Riva Palacio. Pero en el
Ignacio Ramírez, el Nigromante.
Dictamen sobre Instrucción Pública, cuya redacción estuvo a su cargo (y que lo firmaron otros valores de su tiempo: Ignacio Ramírez, Rafael Martínez de la Torre, Guillermo Prieto y Roberto Esteva), Barreda establece conceptos sobre la instrucción primaria que mucho nos merece comentarlos. En él sostenía la obligatoriedad de la enseñanza aun violando la libertad individual, porque ello “no es cuestión de principios o de rutinas, es cuestión de conveniencia, de progreso y, lo que es más, aún, de exigencia social”;20 y la sostenía, además, porque creía firmemente que era “el único camino seguro, aunque lento, de poner remedio a los males que aquejan a la sociedad actual y muy especialmente a la nuestra”.21 ¿Cuál era para Barreda, en consecuencia, el objeto de la educación? “Es y debe ser un verdadero cultivo...” —dice—. Pero como el cultivo puede emprenderse o bien para “desarrollar el individuo con todas sus propiedades o atribu-
Op. cit., pág. 292 G. Barreda, “Algunas ideas sobre Instrucción Pública”, pág. 457. 21 Op. cit., pág. 464. 19 20
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Gabino Barreda
tos”, o bien para procurar “el mayor desenvolvimiento de unas a expensas de otras”, siguiendo a Spencer prefiere distinguir estos cultivos según sean morales, intelectuales o físicos. Pero en general asienta que, “observar, analizar, generalizar, dominar o nombrar, describir, definir, clasificar, y por último inducir y deducir, son incesantes e indispensables ocupaciones de nuestra vida práctica o especulativa”.22 Como los valores intelectuales para él, como para el positivismo, deben primar sobre los demás, la “educación del entendimiento” debe ser “completa y universal” y aún la de los adultos —dice— , se les haga palpar la armonía real de las cosas como ellas son y como todo el mundo las ve”.23 Por medio de una “educación objetiva y práctica”, se ha de tratar de corregir, pues, esa cadena de silogismos abstractos que ha sido hasta ahora el conocer del niño. Educación que realizará “la economía de la fuerza intelectual así como la muscular”, mediante esfuerzos poco prolongados, cosa que Barreda recomienda conseguir con “el empleo de todas nuestras facultades y no de una sola” — como sucedía antaño con la memoria, burro de carga del aprendizaje, con cuya unidad se logrará “fortalecer nuestras facultades naturales” y “retardar” la fatiga de un modo notable.24 En lo que respecta al método para alcanzar este propósito, se debe tener en cuenta esta observación sobre los niños: “Todos conocen la insaciable sed de aprendizaje que los devora, lo cual se revela en cada momento de sus preguntas sobre todas las materias. ¿Por qué, pues, esa ansia de saber se transforma en la escuela en una repugnancia insuperable, la cual hace del mismo niño, que en su casa es vivo y penetrante, un
Op. cit., pág. 470. Op. cit., pág. 470. 24 Op. cit., pág. 471. 25 Op. cit., pág. 473 y 474. 26 Op. cit., pág. 474. 27 Op. cit., pág. 474. 28 Op. cit., pág. 475. 29 Op. cit., pág. 475. 30 Op. cit., pág. 477. 22 23
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tipo perfecto de obtusidad y de torpeza?”25 Para Barreda ello se debe a que en los medios en que aprende el niño, a excepción de los escolares, “los niños parten del conocimiento de los objetos que hieren sus sentidos, para buscar la generalización abstracta que debe enlazarla con otros conocimientos, y en la escuela se les quiere hacer partir o lo que es peor todavía, para quedarse estancados en el terreno abstracto puro y, por lo mismo, incomprensible para ellos”.26 Por lo tanto —agrega—, se ha de invertir el punto de partida: es decir que en vez de la inducción —que “no es útil sino en casos excepcionales, ni es aplicable sino con inteligencias más avanzadas...”27 se ha de usar la deducción; además, debe fomentarse y secundarse en el niño, “las tendencias espontáneas de su actividad. Toda leccion si se quiere que ella sea interesante para el niño, y por lo mismo fructuosa al objeto concreto tomado como punto de partida, se debe volver —a él— después de cada síntesis abstracta”.28 En una palabra, y siempre consecuente con su doctrina, Barreda recomienda a los maestros el método objetivo, y para complir tal fin, que “sean los objetos reales y no sus representaciones los que se pongan en manos de los educandos”.29 De este modo, la comprobación se realizará mediante todos los sentidos, en especial el tacto, afirmador del objetivo. Y todavía agrega que “se deje a la actividad del niño toda la libertad y la espontaneidad para su desarrollo y para su fecundidad; que el profesor no haga en lo posible sino allanar el camino; que no se explique todo lo relativo a un objeto, sino cuando haya logrado despertar suficientemente la curiosidad de los niños”.30 Pero eso sí, una vez despierta y
http://www.mexicodesconocido.com.mx/espanol/historia/personajes/detalle.cfm?idcat=1&idsec=5&idsub=0&idpag=1412
a fin de alcanzar las comprobaciones científicas y destruir las falsas creencias, “nada deberá omitirse entonces para hacerle sentir al niño cuando sea oporunto, este importante carácter de la fe moderna o científica”.31 Esta transmisión de conocimientos, finalmente, supone un maestro con una preparación doctrinaria nada común y científica, no menos importante. Para obviar las dificultades que se presentarán para la obtención de tales profesionistas, Barreda aconsejaba la preparación de tres tipos de maestros. Un primer tipo “que haya adquirido —decía— una sólida instruccion en cada una de las ciencias que se ocupan del estado de las propiedades de las cosas u objetos que le van a servir de punto de partida para sus lecciones”; un segundo tipo “formado por personas de menos instrucción, pero educadas siempre en este sistema que aplicará también, aunque con sujeción a ciertos textos dispuestos al efecto”, y un tercer tipo, “para escuelas de menor importancia”, que trabajará con textos que se redactarán muy apropiadamente. Como lazo que refirmará el éxito de esta labor sistemática estarán “las relaciones sociales y políticas” de los maestros con el Estado, juradas “al servicio de nuestra causa que es toda de progreso y civilización”.32 Como se ve, y no podía ser de otro modo, para Barreda, el maestro debía no sólo ser el oficiante concreto de su misión educativa, sino, además, un hombre político embarcado en una doctrina que sustentara ideas de reparación y de justicia. Veinte medidas prácticas aconsejaba la Comisión, a que nos hemos referido en su Dictamen: obligatoriedad de la enseñanza hasta los trece años y especificación de los imposibilidatados acogidos a la excepción, penas a los infractores y destino de su producido; escuelas con horarios adecuados para los niños que tra-
Guillermo Prieto.
bajan; rubro para escuelas en cada lugar de quinientos habitantes; contralor de esos rubros por una Junta (condición de sus miembros, remoción de los infractores y tiempo de duración de las Juntas); declaración, cada septenario, de lo que supone, como mínimo, la instrucción primaria: lectura, escritura, ortografía castellana, las cuatro reglas aritméticas, elementos de historia nacional y gimnasia, sin que este programa inhiba toda otra complementación en la escuela de perfeccionamiento; asistencia escolar; tres clases a cargo de profesor titulado, condiciones para sus grados de obligatoriedad del título para dirección y censo anual escolar.33 ¿Hasta dónde pudo ser cumplida y alcanzó cierto éxito esta Reforma educativa planeada y sostenida por Barreda? Hagamos un pequeño resumen empezando por la enseñanza primaria. La obligatoriedad a que se refiere la ley, es indudable que resultó más teórica que práctica, pues no fue posible cumplirla siquiera en los
Op. cit., pág. 277. Op. cit., pág. de 478 a 481. 33 Op. cit., pág. de 481 a 488. 31 32
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Gabino Barreda
Ayuntamientos, cuanto menos en los latifundios, teniendo la Sociedad Lancasteriana que seguir desarrollando su labor contraria al concepto y al método que sostenía la ley. Existe una irónica desproporción entre las sanciones creadas para obligar la concurrencia de los niños a clase, y la falta de medios del Estado para crear escuelas y dotarlas de los elementos necesarios para el cumplimiento de sus obligaciones. Esa misma desproporción existe entre la cultura que se le exigía al maestro —para cuya preparación se había insistido en la Preparatoria para varones de San Ildefonso, llamada así desde entonces, y otra para señoritas que funcionaba en el ex convento de la Encanación—, y el sueldo de seis pesos al mes que se le asignaba a los maestros en la mayor parte de los lugares. Como también existía desproporción entre el estado social y político en que se encontraba México (con una masa varias veces millonaria de indígenas y mestizos que nada, o casi nada, se había enterado de los cambios políticos y que seguía tan fanática y religiosa como antes) y la doctrina del método positivista que, intransigentemente, habían enarbolado los teóricos de la Reforma. Parecería que para Barreda y demás colaboradores fueran inexistentes todos los otros graves problemas que tenía México: el latifundismo, el caciquismo blanco, la servidumbre y degradación indígena, el rudimentario primitivismo de las industrias, etc. Sin atender, en verdad, a casi ninguno de estos problemas en forma decidida, los educadores planteaban la radical transformación de un mundo ignaro en un mundo positivista, como si ello fuera posible mediante golpes de la varita mágica. Por todas estas razones, la Reforma se limitó a la Preparatoria ciudadana en donde, si bien las contradicciones existían igualmente, aunque en menor escala, eran equi-
libradas por la obra activa de Barreda y el grupo de sus colaboradores. El mismo Barreda, en su informe de diciembre de 1869, reconoce esa tenaz oposición que afectaba directamente a la Escuela Preparatoria, institución ésta ‘que inaugura, dice, un porvenir muy lisonjero para la instruccion general...”34 Es posible que para un devoto de tal naturaleza del positivismo, como lo era él, fuera suficiente halago de su realización, el hecho que reconoce en su carta del 70: “Jamás en ninguna época, ni en ningún establecimiento, se habían estudiado en nuestro país de una manera tan completa y mucho menos tan práctica, las ciencias físicas y naturales como se ha hecho en la Escuela Preparatoria, durante los tres años que lleva de funcionar”.35 Si para tal tiempo la historia reconoce que esta obra por sí sola era suficiente, Barreda no es siquiera discutido. Ya no es poco decir que hasta 1857 en verdad México, había estado bajo la influencia total del Clero en todos los órdenes de la vida. “La introducción al país de obras que iniciasen siquiera en dicho progreso, era considerada como verdadero contrabando. Ignorábase hasta entonces, en lo general, la existencia de métodos científicos de la moderna enseñanza y no se sospechaba la formación de una teoría completa del raciocinio inductivo. En los cerebros más avanzados, Balmes se tenía como última palabra, como “la expresión más acabada del adelanto filosófico de la época”, escribe un positivista.36 Es por tal razón, que en este ahogamiento colonial tan semejante al del resto de la América Hispánica, el brote positivista que trajera Barreda de Europa, bien pronto debería convertirse en árbol. Su obra así, y por estas condiciones que privaban, justamente, tiene mucho mayor alcance del que él mismo presumió tendría —reconoce otro prositivista de su tiempo— “no sólo como elemento mediato, derivado de
G. Barreda, “Carta dirigida a D. Mariano Riva Palacio...”, pág. 255. Op. cit., pág. 236. 36 A. Aragón, “Discurso sobre G. Barreda”, Revista Positiva, T. I, No. 2, febrero de 1901, pág. 110. 34 35
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http://membres.lycos.fr/clotilde/
la escuela, sino como fuerza directa obrando sobre todas las esferas de la vida social.37 El positivismo se extendió de este modo a todas las esferas de las actividades. El mismo Barreda —que no era “político de intriga, era político filosófico”— había dicho en su Oración cívica de Guanajuato que era tan imposible en la actualidad que la política marchara sin apoyarse en la ciencia, como que la ciencia dejara de comprender en su dominio a la política y que “en el dominio de la inteligencia y en el campo de la verdadera filosofía, nada es heterogéneo y todo es solidario”.38 Con esta obra y la Asociación Metodófila, fundada y presidida por Barreda desde febrero de 1877, y cuyo objetivo era el estudio de los problemas científicos, Barreda dejaba para el futuro un centro de permanente inquietud que era capaz de continuar la preparación “de los elementos fundamentales de reorganización” que necesitaba México —como reconoce Justo Sierra—, recogiendo el espíritu en flor de las generaciones nuevas diseminado en el caos intelectual y moral que el periodo revolucionario no había dejado...”39 Esa fue sin duda su obra e influencia más importantes. Para esa misión es indudable que tuvo “encargo de almas”, como completa Sierra sobre su sacerdocio, en su oración fúnebre ante el cadáver de Barreda. De ahí, agregó, que “mientras la Escuela Preparatoria viva —y vivirá, lo juramos en esta hora solemne— no llegará a apagarse la lámpara que encendemos sobre tu tumba”.40 Sus alumnos, en el tiempo, y año a año, como consigna infalible, le siguieron recordando, como lo hace Aragón en los consecutivos números de la Revista Positiva, con esa unción que ha logrado borrar toda queja transitoria que la presencia suele crear. “Su nombre fue siempre para
Augusto Comte.
la juventud —dice él mismo— no sólo el más querido de todos, sino prenda de unidad, de paz y de concordia; y su andar lento, su porte alto y majestuoso, su abdomen prominente, que realzaba la dignidad de su apostura, su bastón bajo el brazo, su ligero arrastre del pie izquierdo, la seriedad y severidad, su sorbete constante y su acto de dirigirse a la secretaría al entrar a la Preparatoria, no han sido nunca olvidados por sus discípulos”.41 Es casi seguro que sin la preparación intelectual previa que Barreda lograra en las juventudes de su tiempo, dentro de un concepto objetivo para apreciar las cosas y los hechos, no hubiera sido posible adelantar —aun sin descontar los graves problemas que México tuvo en cuanto a su cultura en relación a la masa de su pueblo— las etapas sociales como lo ha hecho este país. Por eso sólo, Gabino Barreda, maestro del positivismo mexicano, tiene su puesto entre los grandes educadores constructores que América señala y reverencia.
T. García, “La influencia de Barreda”, Revista Positiva, T. I, No. 2, febrero de 1901, pág. 68. G. Barreda, Oración Cívica..., pág. 318. Justo Sierra, Discursos, México, 1919, pág. 8. Op. cit., pág. 21. A. Aragón, “Discurso sobre G. Barreda”, pág. 113.
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Artistas y artesanos
Tres rivales y un misterio Las lenguas periféricas de Iberia
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l siglo XI y la primera mitad del XII fueron un parteaguas en el habla de la península donde, entre el incesante parloteo de los dialectos (el mozárabe, un incipiente castellano, gallego, leonés, navarro-aragonés y catalán y en declive las obras latinas), el mapa lingüístico que quedará integrado por tres rivales y un misterio, se auspició —siglos XI, XII y XIII— con la aparición de los fueros municipales (privilegios y exenciones en torno a la autonomía local, régimen municipal y el derecho penal y procesal). Pero habremos de ir por partes.1 Es la España de Alfonso VII (1105–1157), rey de León y de Castilla (de 1126-1157), hijo de la reina Urraca y del conde Ramón de Borgoña. Hubo líos dinásticos en los que no pene- Alfonso X, el Sabio. traremos, pero es un hecho que en 1134 se convirtió en el monarca hegemónico de la península, de tal suerte que en 1135 se hizo coronar emperador, con la asistencia de sus influyentes vasallos García Ramírez, de Navarra; Ramón Berenguer, de Barcelona; Alonso Jordán, de Tolosa, amén de otros barones más débiles. Finalmente, la independencia de Portugal y la unión de Cataluña y Aragón acabaron con su política imperial. A su muerte, el reino se dividió entre sus hijos; uno, Sancho, recibió Castilla y el otro, Fernando, heredó León. Pero lo que cabe destacar de este monarca es su afán cultural, que posteriormente llevaría a cimas perdurables el otro Alfonso, llamado el Sabio. De esta suerte, de la mano del eminente medievalista Valdavellano 2 diremos que la España de Alfonso VII se caracterizó también por un renacer de la cultura hispano-cristiana en la primera mitad del siglo XII, que se acentuó en los años siguientes hasta remontar el vuelo iniciado y alcanzar en el siglo XIII las cumbres que van a representar, sobre todo, Raimundo Lulio y el mencionado Alfonso, el Sabio... ...los cuales no emplearán ya la lengua latina como medio de expresión de sus escritos filosóficos, astronómicos, históricos o jurídicos, sino las hablas vulgares que se han desarrollado en sus países respectivos: los romances catalán y castellano, aptos ya para expresar todos los matices del pensamiento.
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Luis García Valdeavellano, La España medieval (Fueros municipales del siglo XII) págs. 957, 58, 60, 1952 Op. cit., págs. 957.
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Diccionario enciclopédico Larousse, Edt. Larousse, México, 1995.
Adolfo Hernández Muñoz
Diccionario enciclopédico Larousse, Edt. Larousse, México, 1995.
Diccionario enciclopédico Larousse, Edt. Larousse, México, 1995.
Alfonso VI, rey de León y Castilla. Miniatura del tumbo A. S. XII. (Arch. de la catedral, Santiago de Compostela).
Diccionario enciclopédico Salvat, Edt. Salvat, Barcelona, 1994.
Diccionario enciclopédico Larousse, Edt. Larousse, México, 1995.
Alfonso V, rey de León. Miniatura del tumbo A. S. XII. ( Arch. de la catedral, Santiago de Compostela).
Alfonso X, el Sabio. Inicial miniada del Ordenamiento de Alcalá. (Biblioteca Nacional, Madrid).
Sancho I, rey de León. Miniatura del tumbo A. S. XII. (Arch. de la catedral, Santiago de Compostela).
Diccionario enciclopédico Salvat, Edt. Salvat, Barcelona, 1994.
Diccionario enciclopédico Larousse, Edt. Larousse, México, 1995.
Detalle de una página de las Cantigas de Santa María.
Historia de la humanidad. La época del feudalismo, Edt. Larousse, Barcelona, 1997.
Cantigas de Santa María, miniaturas del Códice Florentino, siglo XIII. (Biblioteca Nacional de Florencia).
Miniatura de una de las Cantigas de Santa María, obra de Alfonso X el Sabio, escrita en lengua gallega.
http://www.spanish-books.net/literature/epicaculta.htm
Y ahora, un breve viaje por las lenguas periféricas que cubren las costas ibéricas. El catalán es una más de las que surgieron a la caída del Imperio Romano, a lo que contribuyó la entrada islámica, la invasión de los pueblos del norte y, finalmente, la influencia carolingia, fundamental para el desarrollo de Cataluña. Los estudiosos convienen en que la lengua catalana se mantiene más fiel a su origen latino y conserva formas ya superadas por sus vecinos, el francés y el español. Su penetración en España, hasta el río Guadiana, cubre las provincias de Gerona, Barcelona, Tarragona y Lérida, las Islas Baleares y toda la zona valenciana (con sus variantes dialectales). También la franja oriental de las provincias aragonesas; el Principado de Andorra (donde es lengua oficial); la Luis de Camoens, el Épico. frontera francesa, en especial los Pirineos orientales y, finalmente, la ciudad de Alguer, en la isla de Cerdeña (en este último, se habla de influencias lógicas del italiano y de los dialectos sardos). De esta lengua conservamos de los siglos XI y XII las Homilías de Organyá, y este romance tendrá en el siglo XIII su primera manifestación literaria en la Crónica del rey Jaime I. Posteriormente habrá una rica aportación en la época caballeresca, cuando el Cid se oye en las gestas castellanas.3 Siguiendo la geografía ibérica, tras la zona andaluza dominada por el español y graciosas inflexiones que los naturales aportan, llegamos a las costas atlánticas con la presencia portuguesa. En breve referencia histórica diremos que, allá por los años 850, Alfonso III de Asturias y Fernando de Castilla conquistaron la zona de Oporto y las regiones del Duero y el Mondego. En el siglo IX las tierras de Braga y el Vouga, que recibieron el nombre de Terra portucalensis. Finalmente, en 1064 y tras años de cabildeos, Enrique de Borgoña (1109) se declaró independiente.4 Su idioma, muy emparentado con el gallego, es lengua arcaizante, pero que como es oficial ha mantenido un rico patrón lingüístico que ha derivado en un río de hallazgos literarios. Hace unos años ha recibido un Nobel de Literatura. Su presencia en Brasil, África, Asia y Oceanía (Timor y Macao) la hacen lengua dominante. Hay que recordar a Camoens, el Cervantes portugués. Remontando la geografía lusitana, llegamos a Galicia cuya lengua tiene la rara distinción de ser ‘la madre’ del portugues. Los documentos más antiguos del idioma atestiguan que son las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Por cierto, las llamadas cantigas galaicoportuguesas difundidas desde Santiago son una de las más tempranas muestras de la
Menéndez Pidal, Ramón La epopeya castellana a través de la literatura española, Buenos Aires, 1945. Notas de la enciclopedias Salvat y Larousse, Ed. Planeta. 4 Notas tomadas de textos de Enciclopedia Larousse, A. Millares Carlo: “La cancillería real en León y Castilla”, 1926 AHDE. 3
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http://faculty.washington.edu/petersen/alfonso/alfonsox.htm
poesía lírica peninsular e impusieron un patrón en su forma lingüística sobre los trovadores de otras regiones españolas de habla no gallega. La mayor parte de estas composiciones profanas se conservan a través de tres códices mayores: el Cancionero de Ajuda (De mediados del siglo XIV), el Cancionero da Vaticana (de finales del siglo XV) y el Cancionero Colocci-Brancuti, el más extenso de los tres, conocido también como Cancioneiro de la Biblioteca Alfonso X conduce a músicos y bailarines a loar a la Virgen y el Nacional de Lisboa (del siglo XVI). Del Niño (Panel 1, Cantiga de loor No. 120). riquísimo acervo gallego destacan las cantigas marianas del rey Alfonso X, el Sabio, reunidas bajo el título de Cantigas de Santa María (siglo XIII). Todo un florecimiento del idioma. Y de esta guisa, llegamos al misterio del vascuence. El poblamiento del área se remonta al paleolítico y comprende desde los valles de Navarra hasta los de Cantabria. Su historia es una crónica bronca. Sus pobladores lucharon contra musulmanes, visigodos y francos. El ducado de Vasconia dio lugar al reino de Navarra. Hubo contactos perdurables con los castellanos y con sus contradicciones, que durante el siglo XIX generaron las sangrientas guerras carlistas. Con Sabino Arana surge el nacionalismo vasco y sus múltiples vicisitudes que llegan hasta nuestros días. Por otra parte, la extraña, casi misteriosa historia de su idioma: el vascuence o vasco es una de las lenguas prerromanas que perdura; de hecho, es la única superviviente. Los estudiosos han tropezado con barreras casi infranqueables con las lenguas que la circundan. A pesar de la supuesta relación con lenguas caucásicas, suele aparecer como independiente de estas lejanas relaciones; de la misma manera, tampoco ha podido establecerse un nexo con las antiguas hablas ibéricas. Con la amplia autonomía eusquera, el idioma ha sido reconstruido, pero lo hablan apenas medio millón. Por otra parte, el español constituye la espina vertebral idiomática de la sociedad vasca. El eusquera es un idioma misterioso, con poca identidad, frente a la intensa presión política y cultural del castellano, convertido en pujante español. De esta manera finalizamos un breve recorrido por las costas ibéricas con la llegada a la vertiente cantábrica y al País Vasco, conformado por las provincias de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, que tienen por capital a Vitoria. La producción industrial, siderúrgica, la construcción naval y la producción de equipos han generado un acrecentado bienestar, enturbiado por los radicales nacionalismos repudiados en toda España. Estas son, en pocas palabras, las rivales del español que, pujante, señorea la mayor parte de la península y queda bautizado como lengua nacional.
Sentidos y significados
La cualidad primordial del fedatario Arrigo Coen Anitúa
D
urante el ejercicio del quehacer que he escogido como el principal, entre otros, de los servicios que la vida me ha permitido poder ofrecer, está el de consultor, rara vez asesor, sobre propiedad y corrección idiomáticas. No hace mucho —quizás dos años o menos— se me presentó un caso que considero importante dejarlo aquí narrado. La Comisión de notariado de la Asamblea de representates, hoy Asamblea Legislativa, solicitó mi opinión acerca de la propiedad, en el sentido gramatical, de la palabra utrualteridad para designar una de las principales cualidades que deben ser distintivas del notario. Cuando traté de indagar cómo había llegado ese término a conocimiento de mis consultantes, se me informó que ”parece que Unamuno lo usó”. Pero no se disponía de prueba documental que acreditase el empleo de esa voz. Pedí un plazo de dos días hábiles para dar mi opinión fundada, y puse inmediatamente manos a la obra. El análisis morfológico de la dichosa dicción daba utru-, de utrum, neutro del pronombre relativo uter en masculino y utra en femenino, con los significados de ‘aquel de los dos que...’ y ‘aquella de las dos que...’; -alter-, esto es, ‘el otro’, y la terminación -idad, del latín -itas (-i-, copulativa eufónica, más -tas), típica de ‘calidad de’. Eso me resultaba: condición o calidad del otro, de dos aquellos que...’ Enseguida se me reveló palpable la discordancia entre el pronombre masculino alter, ‘el otro’ y el neutro utru-, ‘lo que’. En caso de haber sido unamunesca la composición de tal palabra, habría supuesto una sutileza traída por los cabellos. Algo imposible en el maestro don Miguel. En su oportunidad comuniqué mi dictamen: Cámbiese el elemento utru- por uter, para que el vocablo nuevo, uteralteridad, se pueda interpretar como ‘el otro de cada uno de los dos’, o sea ‘el alter ego del uno y del otro’. Efectivamente, el notario no puede declararse neutral, esto es, que no está con ninguna de las partes, porque su deber es el de aconsejar a ambas en lo que más convenga a cada una de ellas. Lo apobético de este caso fue que en la página 11 de la edición económica que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, I Legislatura, hizo de su Ley de notariado, en el artículo correspondiente a definiciones, aparece, con mi bendición profesional, el nuevo concepto uteralteridad. Desde luego, asumo la responsabilidad que me corresponde en ello, y quedo a disposición discreta de quien desee una aclaración cualquiera.
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Problemas sin número
Cabalgando fuera de lugar Claudia Hernández García Daniel Juárez Melchor La ciencia es el conjunto de conocimientos que describe, define y, cuando es posible, explica el Universo – la materia que lo constituye, los organismos que lo habitan, las leyes físicas que lo rigen. Este conocimiento se acumula por un lento y arduo proceso de especulación, experimentación y descubrimiento que ha sido parte de la actividad humana desde la aparición de la especie. Las mujeres siempre han desempeñado un papel esencial en este proceso. Y sin embargo, concebimos la historia de la ciencia como una historia de hombres. Más aún, la concebimos como la historia de unos cuantos hombres –Aristóteles, Copérnico, Newton, Einstein –, hombres que cambiaron drásticamente nuestra concepción del Universo. Pero la historia de la ciencia es mucho más que eso. Es la historia de millares de personas que contribuyeron al conocimiento y a las teorías que constituían la ciencia de su época, haciendo posibles los “grandes saltos”. Muchas de esas personas fueron mujeres. Y sin embargo, su historia sigue siendo virtualmente desconocida.* Margaret Alic**
La actividad que proponemos en este número de Correo del Maestro está pensada para alumnos que cursan tercer grado de secundaria o bachillerato. Recomendamos trazar el tablero sobre una hoja de papel, cartulina o cartoncillo y utilizar
monedas o fichas en las que se distinga un lado de otro, que puedan moverse libremente sobre el tablero. Sugerimos que primero se trabaje por parejas y después se haga una discusión a nivel de grupo para comparar los métodos utilizados y los resultados obtenidos.
* Tomado de El legado de Hipatia: historia de las mujeres en la ciencia desde la Antigüedad hasta finales del siglo XIX, Margaret Alic. Siglo XXI editores. México, 1991. p. 1. ** Margaret Alic tiene un doctorado en biología molecular y más de 20 años de experiencia en investigación; también se ha dedicado a estudiar sobre el papel de la mujer en la ciencia. Recientemente se ha retirado de su carrera como conductora radial en programas de música de jazz, clásica e internacional. Continúa trabajando como escritora y editora, especialista en ciencia e historia de la ciencia.Vive con su familia en el estado de Washington, Estados Unidos. Su obra más conocida es El legado de Hipatia. Historia de las mujeres en la ciencia desde la Antigüedad hasta finales del siglo XIX, en el que hace testimonio de la sustancial contribución de la mujer, a través de las épocas,en el desarrollo del conocimiento científico.
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Actividad En una malla de 3x3 tenemos acomodadas cuatro monedas, una en cada esquina como lo muestra la figura. Las monedas de la parte superior están con el águila hacia arriba y las de la parte inferior con el sol hacia arriba. El reto es intercambiar las monedas, es decir, pasar las que tienen el águila hacia arriba al lugar de las que tienen el sol hacia arriba y viceversa. El problema no es tan fácil como parece. Las monedas sólo pueden moverse como lo hace el caballo en el ajedrez. Éste hace un movimiento en forma de ‘L’ descrito a continuación: dos casillas hacia la izquierda o hacia a la derecha y luego una casilla hacia arriba o hacia abajo, o bien, dos casillas hacia arriba o hacia abajo y luego una casilla hacia la izquierda o hacia la derecha. Una regla más, dos monedas no pueden estar en la misma casilla a la vez.
A
A
S
S
Solución:
S
S
A
S
A
S A Paso 1.
Paso 2.
A
S
S
A
A
A
S S Paso 3.
A
Paso 4.
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Abriendo libros
Mercader de la Edad Media* Yolanda Sassoon Lombardo
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nmarcado en un paisaje de murallas, torres e iglesias, surge el auge comercial en la Edad Media. La vida económica de entonces tenía como centro el mercado, además de algunos locales donde los miembros de las diversas corporaciones desempeñaban sus actividades. En ese entorno, destaca Francisco de Marco Datini, un representante de los mercaderes medievales y portador sus nuevos valores. Su casa, en Prato, Italia, actualmente se conserva como museo. El libro posee la magia necesaria para que ante nuestros ojos cobre vida la casa de Datini: su patio, su huerto y su jardín, y para que cada una de sus habitaciones aparezcan ante nosotros ocupadas por la actividad constante de su due-
ño, su familia, sus sirvientes y esclavos. Esta obra, por medio de profusas ilustraciones y textos descriptivos, nos lleva de la mano al recorrido de la mansión del mercader y sus espacios exteriores. También, en los últimos capítulos, sabremos qué fue el fundago y cómo se hacían las operaciones cambiarias de esa época. Mucho de lo que sabemos sobre la conducción de compañías y sociedades mercantiles se debe a que el archivo de Datini pudo conservarse hasta la fecha; éste, aunado a su correspondencia privada, permite echar un vistazo a la vida cotidiana, mentalidad, valores, e incluso inseguridades y angustias de aquel tiempo. La vida económica en la Edad Media tenía como centro el mercado y algunos locales, donde los miembros de las diversas corporaciones celebraban sus actividades. La riqueza no se ostentaba y hasta los grandes mercaderes y banqueros realizaban sus negocios en sedes bastante modestas, casi bodegas. A finales del siglo XIV, la vida económica se hizo más compleja y activa: triunfaba la nueva economía de intercambio. Las grandes compañías diversificaron sus inversiones y pusieron sus capitales en varias empresas. Al poseer los medios de producción, pudieron enriquecerse a sí mismos y a sus compañías, pero también favorecieron a varias categorías de trabajadores.
* Reseña del libro La vida en la casa de un mercader medieval, con textos de Renzo Rossi e ilustraciones de Giorgio Bacchin, México, Correo del Maestro / Ediciones La Vasija, 2001. 45 págs.
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Pero volvamos a la figura del importante mercader Francisco de Marco Datini (1335-1410), nacido en Prato, Italia. Huérfano de un modesto tabernero, a los quince años y completamente solo, dejó La Toscana para buscar fortuna en Aviñón, Francia, que en aquel tiempo era residencia de los papas y uno de los emporios más prósperos de Europa. Vivió allí por más de treinta años, donde tuvo un ascenso vertiginoso. Creó un emporio que se extendió al co-mercio de las armas, la lana, los metales, el trigo la sal y las especias; también fabricaba géneros, comerciaba con obras de arte, joyas y bordados al mismo tiempo; tuvo también un banco que efectuaba actividades cambiarias. Cuando ya era rico, regresó a Prato en 1383, y activó a compañías comerciales en su ciudad natal y en Florencia, Pisa, Génova, Barcelona, Valencia, Mallorca e Ibiza. Actualmente, encontramos en la plaza principal de Prato, una estatua en honor de Datini porque a su muerte cedió sus posesiones a los pobres. Un inventario de 1407 describe la casa de Francisco Datini como “grande y hermosa, situada en Prato, en la puerta Fuia, con gran habitación, pozo, patio y galería con bóveda pintada y muy bonita”. Esta descripción denota la casa de un rico: una galería con frescos y un patio con pozo eran un lujo, y la “gran habitación” consistía en quince piezas amplias, cuando en esa época las casas privadas más bellas contaban solamente con diez o doce . El libro describe la casa de Datini y cada uno de sus espacios interiores, asimismo sus fincas, campos de cultivo y las actividades que se desarrollaron en cada uno de estos lugares. Encontramos una descripción pormenorizada del patio, del jardín y el huerto, de la cocina, el comedor, la recámara, el pequeño estudio y la oficina y, finalmente, las fincas. A continuación describiremos el almacén, que nos da cuenta del tipo de
víveres y cantidades que allí se guardaron; y posteriormente recrearemos el jardín y el huerto. Entrar en el almacén de la casa Datini era un festín para la vista y el olfato. En la gran cámara abovedada, seca, fresca y escrupulosamente limpia, estaban ordenados sacos de cereales y legumbres secas (garbanzos, lentejas, habas), barriles con pescado y carne conservados en sal, cestos con almendras y pasas, castañas y nueces. Del techo colgaban jamones, mortadelas, tocinos de puerco, salchichas, vejigas llenas de unto y morcilla, higos y dátiles. Sobre las repisas, un par de grandes quesos parmesanos y otros quesos de la región puestos a añejar, que debían ser engrasados casi todos los días, frascos de confituras, ánforas de miel, recipientes de jalea. De este local, vigilado día y noche, no salía ni entraba un solo cucharón de harina que no fuera cuidadosamente registrado. Con mayor cuidado aún se custodiaba la reserva de vinos: unos que provenían de las haciendas de Datini; y otros, los más costosos, traídos de las demás regiones vitivinícolas de Italia y del extranjero.
Nada mejor que tomar un escrito de el propio Francisco Datini para describir su jardín: Quise hacer un jardín frente a mi casa, de 32 brazas de largo y de 14 de ancho, lleno de naranjos, rosas, violetas y otras hermosas flores; me costó muchos florines ; fue una gran locura. Hubiese sido mejor invertirlos en una hacienda...
Había allí también granados, limoneros, emparrados y setos de laurel. Las flores se enviaban con regularidad a la vecina Iglesia de San Francisco o se usaban para trenzar coronas y guirnaldas que se usaban como adorno en las mesas de los banquetes. No podía faltar el pozo, con brocal de piedra, sobre una cisterna subterránea abovedada. Los árboles del huerto, que
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se encontraba cerca del jardín, se plantaron cuando la casa estaba todavía en construcción. Lo cuidaba un viejo jardinero y lo supervisaba doña Margarita, esposa de Francisco. Sabemos también que las criadas trabajaban con mucho agrado en las labores del huerto. Allí se cultivaban lechugas, espinacas, acelgas, nabos, zanahorias, melones, ajos, cebollas, puerros, coles, garbanzos y habas, tan tiernas, que se desbarataban sin pasar por el fuego. Había menta, salvia, tomillo, mejorana, perejil y romero, hierbas para cocinar, y para hacer tisanas curativas y cosméticos. Aunque el huerto era vasto, sus productos se consumían con gran rapidez. Además de sus veinte casas y residencias personales en Prato, Florencia y Pisa, Datini sabía que la tierra era una óptima oportunidad de inversión. Llegó a poseer más de treinta hectáreas que comprendían un bosque de encinos para que fueran a pacer los puercos, y un cenegal del que procedían las anguilas que se servían con frecuencia en la mesa. Las tierras producían verduras y trigo. También de ellas procedía el aceite y vino que se consumía o se almacenaba. En las fincas se criaban animales: aves de corral, ganado porcino, ovino y bovino; de los que se obtenía carne, huevos, leche y quesos para ven-
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der con buenas ganancias en la ciudad o para almacenar en la casa patronal. En la Edad Media la limosna significaba mucho más que caridad. Era frecuente que al acercarse su muerte, los señores, hombres de armas y ricos burgueses, confesaran públicamente que habían actuado mal y devolvieran al pueblo parte de sus bienes. Los mercaderes sentían más que otros esa necesidad, pues con frecuencia sus actividades caían en la usura; entonces hacían donaciones de inmuebles a la Iglesia, construían hospitales para los pobres, lazaretos para los enfermos en épocas de epidemias, y asilos para los peregrinos. Como ya mencionamos con anterioridad, Datini cedió a los pobres todo lo que poseía, incluída su residencia en Prato. Si bien el libro describe la casa y las actividades de un mercader específico apoyándose en registros bien documentados, no descuida la descripción general de las demás actividades comerciales que se dieron a lo largo y ancho de la Europa medieval. A continuación las describiremos brevemente: Los mercaderes analizaban el efecto que pudiera tener en el comercio todo lo que sucedía en Europa y en el Mediterráneo: una batalla, una tregua, una carestía, una inundación, la elección de un papa o el matrimonio de un príncipe. Actuaban aprovechando la coyuntura precisa, ya fuera en tiempos de paz o de guerra. Como el comercio se extendía por Europa, era fundamental que en otras tierras las compañías tuvieran un fundago; es decir, una filial que tenía su tienda, oficina, almacén y habitación. En tierras extranjeras era una pequeña patria, y cada colonia de mercaderes tenía su propio barrio como una comunidad autónoma de la soberanía local. Varios asalariados trabajaban en estas filiales: un administrador, notarios, contadores o cajeros, y mozos. Había mensajeros que servían a
más de una compañía y llevaban cartas lacradas de administradores y notarios. La actividad de mercaderes y banqueros estuvo estrechamente ligada. Los comerciantes de moneda se dividían en usureros, cambistas y banqueros. Quienes se dedicaban a la usura hacían préstamos prendarios con altísimo interés, y pese a ser despreciados, cumplían una función social necesaria. Los cambistas además de cambiar dinero, recibían depósitos y comerciaban con piedras preciosas, oro y plata en lingotes; eran en buena medida los responsables de la circulación normal del dinero; estaban autorizados y eran respetados por la sociedad. Por último, los banqueros hacían préstamos a personas o compañías, invertían en actividades diversas y obtenían cuantiosas ganancias por la emisión de letras de cambio, títulos de crédito, y órdenes de pago. No era fácil la transportación de mercancías de un lugar a otro, por lo que mentir acerca de su destino era casi una norma. Viajar por tierra en la Edad Media ofrecía grandes peligros, sobre todo en bosques y pantanos, que fueron refugios de vagabundos y forajidos que asaltaban a los viajeros; por esta razón, los mercaderes se desplazaban en grupos numerosos acompañados
de una escolta armada. En los siglos XIV y XV, los movimientos comerciales se hicieron principalmente en dirección al mar para evitar, en lo posible, el desembolso para cubrir arenceles y pagos por derechos de tránsito. El panorama del comercio europeo, en términos generales, puede dibujarse así: En el norte, el Hansa (una liga de ciudades comerciales) dominaba el Mar del Norte y el Báltico, e intercambiaba los productos del nordeste (fierro, madera, pieles, trigo, arenque, pescado alquitrán) por las manufacturas de lujo de la industria italiana (joyas, terciopelos, obras de arte, cuero, trabajado) o por las especias de Oriente, importadas por naves venecianas o genovesas. Sin embargo, Italia continuaba dominando el gran comercio internacional a través de Venecia, Génova, Milán y Florencia, que monopolizaban el tráfico en el Mediterráneo. Un glosario al final de la obra nos auxilia a entender el sentido de varias palabras que se usan en el texto y quizá desconocemos, como arancel, escarcela, florín, fundago, galera, lazareto y malvasía, entre otras. Otras obras de esta colección, publicadas por la misma editorial son La vida en un castillo medieval y La vida en un monasterio medieval.
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Página del lector
Panteón 7: Correo del Maestro Camino a la eternidad sube y baja las colinas, lienzos de modernidad adornan a la Catrina
El reloj del campanario en su lúgubre marcar convocando al lapidario comienzan a desfilar
El Consejo Editorial de esta revista sesuda, en sesión intelectual ya pactó con la huesuda
Se abre de nuevo el panteón a las almas penitentes que buscan con emoción su mortaja inteligente Con un diseño virtual lucen las tumbas abiertas, una clave celestial www.com secreta Ofrendas de mil sabores, cantos, rezos y rituales, un derroche de colores y riquísimos tamales
Llegó la muerte gritando ¡viva la modernidad!, va en su corcel cabalgando camino a la eternidad Una que otra calavera murió de tanto esperar a Correo del Maestro revista muy especial, su contenido dilecto no pudimos disfrutar
Y es que en otra dimensión, comentan muchos lectores, hay pendiente una lección de aprendiz de enterradores. Ya me voy, ya me despido saludando a los mortales, aún lejos no me olvido en vida de comensales.
¡Ay! del mortal que no muera en este panteón selecto, Se va la muerte cantando vagará su calavera a la vida cotidiana, persiguiendo su esqueleto con la modernidad pactando el quehacer de esta galana.
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Ya se cierra este panteón honrando sus esqueletos, vaya este breve renglón ¡a la muerte, mis respetos!
Con este modernidad se aleja don Juan Tenorio, la Catrina sin edad preside los velatorios, cotidiana novedad de asistir a tu mortuorio.
¿Dónde está la fiel Catrina de Guadalupe Posada? Mírala, ahí en la esquina acechando a la pasada.
Vuela, vuela palomita alrededor de la Tierra, rogando se nos permita que haya paz y nunca guerra.
La muerte, un personaje cotidiano camina a la par del ser humano; va y viene entre nosotros llevando consigo su propia muerte. Por eso asiste puntual a la cita inevitable para emprender el viaje sin retorno que habremos de realizar en un aquí y ahora, traspasando las fronteras del tiempo cronológico hacia horizontes de eternidad. En la época del porfiriato, años previos a la Revolución Mexicana, el descontento popular crecía silenciado por una aparente prosperidad en la que la opinión pública rechazaba la dictadura. Los periódicos de esa época carecían de la libre expresión para informar al pueblo de la situación política que se gestaba en la clase trabajadora. Además, el problema de la posesión de la tierra y el analfabetismo en la mayoría de mexicanos, limitaba el proceso de comprensión del lenguaje de los intelectuales, como las ideas de los hermanos Serdán, Flores Magón, Madero, Pino Suárez y muchos más que pretendían combatir la dictadura que por treinta años había permanecido en el país. En estas circunstancias, la prensa se cuestionaba cómo hacer para informar al pueblo. Así, en medio de esta crisis social la creatividad e inventiva del mexicano hace uso de la litografía, el grabado, el dibujo y la sátira en la persona de José Guadalupe Posada, quien promueve una nueva forma de lectura en la que el humor, el pensamiento y la sonrisa se integran para festejar a la naciente caricatura conocida como La Muerte, La Catrina, personaje cotidiano, visitador de todos los niveles sociales y políticos de la época. Ya sea vestida de gala a la moda del porfiriato o esquelética, pelona, trotamundos; con su atuendo tosco y humilde a semejanza de sus hermanos campesinos, hizo llegar su mensaje de crítica hasta el más apartado rincón del país. Los grabados y versos cumplieron entonces la función periodística de informar con ingenio. Los rotativos de la época imprimían ‘las claveras’, mezcla de caricatura y verso organizados para hacer un ‘Panteón’, hoja satírica que exaltaba las buenas obras o denunciaba la mala administración de un gobernante. Cada vez que el ‘Día de Muertos’ o ‘Fieles Difuntos’ se avecina, las tradiciones mexicanas hacen honor a La Catrina en una calavera de dulce con nombre específico o en versos intencionados como ofrenda de honor a intelectuales, políticos o ciudadanos que en el juego de la vida y de la muerte no escapan a la dualidad humana presente en la vida cotidiana. Esta misma Catrina es la que inspira el panteón de la revista Correo del Maestro en este honroso enterrar al estilo de Posada. María del Carmen Frías Bayona Villahermosa, Tabasco, México Noviembre 2002.
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LA
VIDA EN... LA ÉPOCA MEDIEVAL en una colección de tres libros
La imagen de un castillo medieval nos hace evocar poderosos señores feudales, caballeros con pesadas armaduras de hierro, juglares y saltimbanquis... ¿Qué más podemos encontrar tras sus sólidos muros? Una manera de saberlo es abrir Un castillo medieval, que nos dejará atravesar los fosos y traspasar los gruesos portones para conocer la vida dentro de estas majestuosas fortalezas. En La casa de un mercader medieval se nos permite participar de la vida cotidiana, costumbres y actividades comerciales de uno de los más poderosos mercaderes italianos del medievo, Francisco Datini. Podremos también, abriendo las páginas de Un monasterio medieval conocer la vida de los monjes, sus rutinas de culto, la cocina, la enfermería, la copia de libros y mucho más.
Esta colección nos brinda, con hermosas imágenes y apasionantes textos descriptivos muy bien documentados, una amplia visión del mundo medieval.
Informes y ventas: 01 800 31222 00 • 53 65 08 70 • 53 62 88 60 Página web: correodelmaestro.com
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