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Técnicas de motivación a la lectura I

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Y ARTESANOS

Técnicas de motivación a la lectura y escritura I

PARA ROMPER EL MITO DE “A MÍ NO ME GUSTA LEER”

Carmen Gamiño

La batalla no está perdida, no. Muchos padres y

maestros incluso se dan por vencidos antes de intentarlo siquiera. Para ellos, la tele venció a los libros y no hay nada que hacer. Bueno, éste es el primero de una serie de artículos que nos enseñarán cómo motivar no sólo la lectura sino también lo más difícil, la escritura. Y tal vez, de paso, no sólo consigamos padres motivadores y maestros facilitadores, sino adultos más lectores.

es común que los maestros, facilitadores o instructores expliquemos a los niños ellos las sienten como algo abstracto que puede convertirse o no en un hecho cierto, que podrá que rechazan el acercamiento a los libros la im- ocurrirles en algún momento, pero quizá no. portancia de leer. En ese intento de volverlos Durante muchos años he impartido talleres; visitantes frecuentes al universo de las letras, pero también descubrí que podía recurrir a ellos podemos decirles, sólo por mencionar algunos para estimular mi propio desarrollo y crecimienejemplos, que en ellos encontrarán mundos ma- to creativos, porque lo que logra convencerme de ravillosos que les harán ver la vida de otro las herramientas en las diferentes disciplinas que modo o que podrán conocerse más a sí mismos. el instructor propone, más allá de las palabras, es La mayoría de los niños guardará estas afi rma- la pasión que éstas contienen, así como la emociones en el mismo lugar donde amontona mu- ción en su mirada, la certeza de sentir que eso chas de las palabras que los adultos les dicen; que él dice ha sido un elemento transformador

para él mismo y que podrá serlo también para quienes lo escuchamos. Es necesario, entonces, ser un amante de los libros, es necesario que ellos nos hayan tocado y transformado para poder abrir la confi anza en los otros; así, la posibilidad de que se enamoren y se dejen seducir y transformar por los libros será mayor.

Inicio del taller de lectura

Preguntar a un niño si le gusta leer es como si le preguntáramos si le gusta comer o si le gusta jugar. De las veces que hice esta pregunta, el resultado es prácticamente el mismo: 10% levanta la mano y responde que sí con los ojos brillantes y 90% dice que no y niega con la cabeza. Ningún niño hasta ahora me ha respondido: “Depende de qué”, respuesta que esperaría también si los cuestionara acerca de la comida y los juegos. El primer día de taller les digo “¿a quién le gusta leer?” no porque no sepa la respuesta, sino porque creo que es relevante hacerles ver, desde el primer encuentro, que en realidad no es que no les guste la lectura, sino que no han encontrado el libro correcto de entre los millones de libros que existen publicados en el mundo. Imaginarse montones de libros y pensar que no haya alguno entre ellos que valga la pena abrir es casi imposible.

Para sentirse tentados por la lectura y para tomarle gusto, es importante hacerles comprender que de los muchos libros que se han publicado, siempre hay uno en particular, o varios, capaces de defi nirlos, refl ejarlos, asombrarlos, que les contarán exactamente lo que desean escuchar. Es importante también que ellos pierdan el miedo a acercarse a los libros y aprendan a manipularlos con curiosidad, con respeto, en busca de lo que no siempre se sabe, pero conscientes de la libertad absoluta que se tiene para iniciar, continuar o abandonar la lectura del libro que en ese momento es capaz de conversar con nosotros.

Después de refl exionar brevemente acerca de las diferentes personalidades de los niños y de la libertad que cada uno tiene para elegir el suyo, vuelvo a preguntar: ¿a quién le agrada leer libros de misterio? ¿O de amor? ¿O de aventuras? ¿Quién desea encontrar entre las páginas a monstruos, sirenas, caballos, príncipes? Para este momento el ánimo ha cambiado y las manos se levantan con entusiasmo, más de una vez. ¿Qué hemos hecho o que hemos dejado de hacer en las escuelas y en las casas para que los niños tengan esa idea equivocada de que no les place la lectura?

Elección de textos

El encuentro y el gusto por la literatura viene de la experiencia de tocar, hojear y leer, para lo cual hay que acercar a los niños bibliografía interesante y variada para que ellos puedan elegir. Claro que hay que estar atentos en esta selección porque debe hacerse según la edad con la que estemos trabajando: mundos fantásticos para los peques, realidad y fi cción para los medianos, y realidad y aventura para los más grandecitos. A mí me gusta recurrir, en un inicio, a la colección “Biblioteca de pequeños creadores”, editada por el CONACULTA, pues en ésta encontrarán poemas, cuentos e ilustraciones muy hermosos realizados por niños de cada estado de la República Mexicana y del Distrito Federal, por lo que hay mucha sorpresa, aceptación y complicidad con los autores.

Las primeras sesiones, debido a la timidez con la cual algunos niños se acercan a los libros por la falta de costumbre, al miedo o a la fl ojera que provoca el hecho de tener que elegir entre tantas letras un pequeño fragmento, lo que podría generar un rechazo a la dinámica propuesta, yo

Libros de la colección “Biblioteca de pequeños creadores”, editada por el CONACULTA.

elijo los textos que vamos a leer, buscando siempre proporcionarles diferentes temas, sensaciones y formas de narrar, así como una manera segura de acompañamiento. Organizo círculos de lectura en voz alta y propongo describir en una palabra la emoción o el sentimiento que les deja cada texto que se lee: cada uno un libro, cada uno una voz, cada uno una pequeña historia o poema, cada uno una sensación de alegría, tristeza, odio, nada… Así, se elabora una lista, que se puede hacer entre todos antes de comenzar para evitar que sólo mencionen una o dos, y que constituye un método efi caz y divertido de iniciar la aventura con los libros, ya que un mismo texto puede provocar recuerdos, ideas, refl exiones muy distintas en cada uno de ellos, lo cual también es importante comunicar desde el primer día de trabajo. La relación entre el lector y el libro es única. Lo que provoca, comunica y despierta el libro en cada persona que se sumerge en las ideas e imágenes plasmadas entre las páginas depende de la historia, los conocimientos, el estado de ánimo de cada quien.

En los círculos de lectura debe imperar el respeto por las ideas, la capacidad de escucha, la alegría del asombro, la sensibilidad para atender a quien la lectura le traiga recuerdos dolorosos. Abrir un libro es un momento importante, compartirlo con otras personas puede serlo aún más, porque entonces ya no son dos los involucrados, sino que entran en juego muchos mundos.

Poco a poco, los niños mismos elegirán los libros, el fragmento a leer; ellos pedirán algún tema y descubrirán la necesidad de llevarse los libros a casa. Nuestra labor es proporcionar aquello que los niños necesitan y no caer en la tentación de querer que lean lo que nosotros como facilitadores consideramos importante. Podemos sugerir, claro; pero, ¿cuántas veces nos han recomendado algún libro y al leerlo no pudimos avanzar más de tres páginas, pero años después encontramos en él pasajes maravillosos?

Conclusiones

El acto de leer debe ser placentero como todo lo que llevamos a cabo en la cotidianeidad. Tomar un libro debe estar ausente de obligación. Si bien muchas veces esta obligatoriedad nos hace sumergirnos en la lectura, es el libro y lo que nos dice el que debe convencernos.

Acerquemos libros a nuestros niños, destinemos un espacio o dejemos libros a su alcance como un menú abierto para que en cualquier tiempo libre puedan tomarlos y, de igual modo en que agarran una fruta de la mesa y se la comen, así también se “apropien” de un libro, dejándose abandonar entre las páginas como un acto natural, como el comer o el respirar.

Para provocar el gusto o el reencuentro con lectura, entonces, confi eso que acudo al encuentro de los libros como una enamorada: siempre llevo en las manos varios libros, como armas o como ramos de fl ores.

¿Qué fue lo que más sentí?

De los textos compartidos, se obtiene una serie de emociones y sensaciones que la lectura provocó en los niños y que fueron anotando y enumerando. Se comparten resultados, se mira el ánimo del grupo, ¿qué palabra fue la que más predominó?, ¿cuál fue la que sólo uno anotó?, ¿por qué? Cada uno, en su propia lista, encerrará aquella palabra que se repite más que las otras, y la utilizará para crear un pequeño texto que tenga que ver con ese sentimiento, la tristeza o el desgano, o la alegría, depende de lo que haya experimentado cada uno de los niños.

• Tristeza

Cuando estoy triste Me deprimo Me siento morir No sé cómo me siento

JHONATAN ROSALES

10 AÑOS

• Nostalgia

Yo siento que cuando sueño camino por las nubes Y en colores purifi cados Siento el arte en mi corazón En sueños todo es libre A veces tristeza o felicidad Pájaros azules con pico amarillo

NIÑO AUTOR ANÓNIMO

¿De qué escriben los que escriben?

Para el círculo de lectura, se recurre a diferentes autores que nos platican o nos cuentan de temas muy diversos y particulares. ¿Por qué hablar de montañas y no de zapatos viajeros? ¿Por qué contar sobre las mariposas que sueñan y no de la niña que carga la leña al borde de la carretera? Los niños darán sus propias respuestas y quizá, lleguen a la conclusión de que se escribe de lo que es necesario comunicar, de lo que sabemos, de lo que sentimos y es prioritario decir en el momento en que se toma la pluma y el papel. Dependerá del día, de la hora, del estado de ánimo. Así, después de refl exionar, en este momento, a los niños, ¿de qué les gustaría escribir?

Me gustaría escribir sobre un perrito porque me gustan.

Pensar en ti me gusta. Extraño tus mordidas. Recuerdo que me lamías la rosa del alma Recuerdo que olfateabas mi corazón

ALONDRA ESPINOZA ORTEGA

10 AÑOS

Me gustaría escribir de mi hermana.

Mi hermana Siempre me jala mi pelo Si no le traigo su sorpresa

GABRIELA ANAHÍ ESPINOZA ORTEGA

10 AÑOS

Todas las actividades propuestas se llevarán a cabo en un ambiente lúdico, amable, de respeto, diálogo y escucha y, al fi nalizar cada una de ellas, se comparten los resultados.

Dibujo lo que recuerdo

Sapos, corbatas, ríos, abuelos, besos, aparecen en los cuentos y poemas leídos, pero los niños guardan acciones e imágenes especiales y diferentes de acuerdo con lo que es más signifi cativo para ellos. Primero, una divertida lluvia de palabras de todo lo que recuerdan. Después en una hoja dibujarán la mayor cantidad de elementos provenientes de las lecturas escuchadas y escribirán un pequeño texto, una nueva historia que provenga de las imágenes plasmadas en el papel.

www.idey.gob.mx

Taller de lectura.

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