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Técnicas de motivación a la lectura y escritura IV
artistas
Y ARTESANOS
Técnicas de motivación a la lectura y escritura IV
HISTORIAS QUE VUELAN
Carmen Gamiño
C Comenzar el taller diciendo que la hoja de papel bond en la que escribiremos se convertirá en papalote y que será necesaria una carrera de los autores re para que las ideas y los pensamientos expresados en él viajen por el aire (tiempo y p espacio), a fi n de que lleguen a su destino, es sufi ciente para ganarse la atención e de los participantes. Muchos de ellos, expertos “papaloteros,” al notar la ausend cia de papel china y varillas, manifi estan de inmediato la duda de que pueda tener c éxito mi propuesta. Mi respuesta es que probemos la opción que yo llevo y que é después ellos me muestren su técnica. Llegando a este acuerdo, viene la pregunta d casi de inmediato: ¿y qué vamos a escribir? ca
en esta ocasión, escribiremos historias haciendo uso de la técnica epistolar. Este n esta ocasión, escri personas de las que sepamos un poco de su historia y del contexto en el que éstas fueron escrimodo de escribir tiene un tono especial puesto tas dará la pauta para comenzar la escritura. que lo ahí expresado va dirigido a alguien que Una vez inmersos en el método epistolar, está ausente. Hay un hilo invisible que une de pido que imaginen a un niño que viva lejos, que manera profunda a la persona que escribe con lo visualicen (¿tiene el cabello negro y rizado, es aquella con quien se desea entablar un diálogo a moreno o blanco, le falta un diente?), así como pesar de la distancia. Ensayos y novelas se han el lugar en donde vive: Rusia, Japón, Júpiter, el escrito con este método, el cual nos introduce Sol. En algunas ocasiones, los niños preguntan directamente en las emociones y los pensamien- si se puede escribir al papá que se fue a Estados tos del autor quien, en un aparente monólogo, Unidos y que habita en Los Ángeles o en San hace contacto consigo mismo y con el otro. La Francisco, o a la tía que vive en Guadalajara o a lectura de fragmentos de cartas escritas por la vecinita de enfrente. Claro que se puede, si
nace la necesidad de escribirle a alguien conocido, hay que respetarla.
Después, les pido compartir tres cosas: 1. Algo que les guste mucho que pase en su comunidad y por qué. 2. Una gran gran mentira. Cuando les pregunto: ¿Quiénes son expertos en decir mentiras?, muchas sonrisas asoman y se miran con complicidad. Cuando les pido ejemplos, y me dicen alguna que le acaban de decir a algún hermano o amigo, les explico que no se trata de aquellas que les decimos a las mamás o a los maestros y sólo nos meten en problemas (es un buen momento para el diálogo y la refl exión). Las grandes grandes mentiras son aquellas que ocurren en los sueños, en los libros, en el cine… y que nos hacen ver el mundo de otro modo. Los siguientes son algunos ejemplos de éstas:
• Ayer el mar amaneció debajo de mi cama así que no fui a la escuela y me quedé todo el día jugando con tiburones y ballenas; • un pajarito se paró frente a mi ventana y me prestó sus alas, con ellas fui a comprar las tortillas, el pan y una que otra estrella; • caminando por la calle una nube estornudó y mojó a un perro que estaba dormido sobre la banqueta. El perro se enojó y se puso a ladrarle; a mí me dio risa y, con lo que me cayó en la cabeza, me peiné.
3. Un deseo para la otra persona, en el supuesto de que lo que se desea para el otro se desea para uno mismo.
Foto: Carmen Gamiño.
Niñas volando su papalote.
Queda libre la opción de agregar más temas que se quieran compartir o cambiar el destinatario de la carta, así como el lugar en donde habitan, o se puede llegar a escribir a alguna persona fallecida o a un personaje de la historia.
Después, ya escrito lo que se quiere contar, la hoja se pintará de colores de acuerdo con lo que ahí se dice; como refl ejo de las emociones que se transmiten, por ejemplo: ¿de qué color imaginas lo que contaste que te gusta mucho que pase en tu comunidad? ¿De qué color es la gran gran mentira? ¿Y el deseo? Con esos tres colores, se decorará la hoja por ambos lados, de manera fi gurativa o abstracta.
Una vez terminado lo anterior y de haberlo compartido, es momento de construir nuestro cometa o papalote, del tipo conocido como abejorro. Los pasos a seguir son en realidad muy sencillos pero efi caces, puesto que los propone un experto constructor de cometas llamado Nilo Vélez y que yo he tomado y adaptado para este taller de lectoescritura. 1
1 Ver: www.vientocero.com/planos/abejorro/
dobla la hoja por la mitad marca los puntos A y B
pliega las esquinas sobre el punto A y grápalas haz un agujero en B y ata el hilo
Material para 20 personas: • 30 hojas blancas tamaño carta • 20 lápices • Engrapadora • Perforadora • Hilo cáñamo, 30 metros • 3 pliegos de papel lustre o china de 3 colores diferentes cortados en tiras de diferentes tamaños • Resistol • 1 regla de 30 cm • 3 paquetes de crayolas de 24 piezas • 10 recipientes pequeños de reuso para resistol
Como muestran los esquemas, primero es necesario doblar la hoja por la mitad y marcar sobre la línea del doblez los puntos A y B. El punto A se marca a 4.5 cm y el punto B a 11 cm; la medición inicia en el extremo derecho.
En el punto A se engraparán las esquinas superiores plegando hacia atrás y en el punto B se realizará un orifi cio con una perforadora. Es importante no aplastar los dobleces pues por ahí entra el aire que permite elevarse al papalote.
Una vez realizado esto, se amarra una de las puntas del hilo cáñamo en el orifi cio, se le pegan tiras de papel en la parte posterior y, ¡a volar!
El niño tiene que correr con el brazo levantado y ligeramente hacia atrás hasta lograr que el papalote despegue y vuele por arriba de él. Puede comenzarse con hilos de un metro y, a medida que tome práctica, ir haciéndolo más largo para lograr que se eleve más alto.
Así, la hoja, convertida en papalote, viajará por el aire y llevará las palabras a su destino, acompañadas de la carrera y la alegría del niño autor.
Ésta es una de mis actividades favoritas, puesto que se combina muy bien la escritura y el juego. La imagen de los niños corriendo con su papalote al aire es maravillosa. Puede inclusive formarse una pista de vuelo con un área de despegue en la cual se harán preguntas como: ¿hasta dónde viajarán tus pensamientos?, ¿a quién van dirigidos?, ¿cuántas vueltas faltan para que lleguen?, o hacer vuelos individuales o grupales.
na de mis actividades uesto que se comen la escritura y imagen de los ndo con su aire es marade inclu- Foto: Carmen Gamiño. se una lo con despegue harán omo:
de eltas faltan guen?, o s indiviupales.