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La biblioteca y su acervo. Una experiencia en la escuela

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La biblioteca y su acervo

UNA EXPERIENCIA EN LA ESCUELA

Nora Brie

La biblioteca es el recinto donde se guardan libros, ésa es su acepción más simple. Sin embargo, cumple una función mucho más amplia que la de un simple almacén: los libros se guardan con cierto orden y se ponen a disposición del público. Además de libros, muchas bibliotecas almacenan periódicos, folletos, informes y otros tipos de documentos de interés para el público al cual van dirigidas.

Introducción

Existen diferentes tipos de bibliotecas, según los fi nes que persigue y el usuario al que está destinada: pública, infantil, académica, especializada, digital. • La biblioteca pública es un sitio que puede encontrarse en diferentes puntos de una comunidad (ciudad, pueblo) a la que tiene acceso cualquier persona, sin distinción de edad, sexo, raza o condición social. Por lo general, posee un acervo variado que cubre los intereses básicos de la mayoría de los usuarios. El préstamo de libros se hace dentro del recinto o a domicilio, siempre y cuando el usuario cumpla con los requisitos establecidos para ello. • La biblioteca infantil tiene las características de una biblioteca pública, en cuanto a su ubicación y accesibilidad; sin embargo, está destinada a un grupo en particular: los niños. El acervo comprende material dirigido a ellos, el recinto se adecua a los pequeños, con estantes y áreas de lectura accesibles para ellos. Por lo general, en estos casos no hay préstamo a domicilio.

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Biblioteca infantil.

• La biblioteca académica es la que se organiza dentro de alguna institución que preste servicios escolares, puede ser desde preescolar hasta universidades. Concentra libros que son de utilidad para los estudiantes y docentes de cada nivel educativo.

• La biblioteca especializada es aquella cuyo acervo está orientado hacia una disciplina o área del conocimiento en particular. Así, encontramos bibliotecas especializadas en ciencias sociales, en medicina, en psicología, fi losofía, química, matemáticas, etc. Por regla general, estas bibliotecas pertenecen a algún área educativa de universidades o centros académicos (por ejemplo, la facultad de medicina tiene una biblioteca especializada en el tema) y/o a un centro de investigación (por ejemplo, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, que tiene su propia biblioteca especializada). También suelen tener bibliotecas de este tipo diferentes instancias de gobierno, como ocurre con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que cuenta con una biblioteca especializada en materia jurídica. • La biblioteca digital es una nueva modalidad que se sirve de la tecnología para poner a disposición del público libros y documentos que se pueden consultar desde una computadora. Esto permite a personas de diversas latitudes consultar libros y documentos que se encuentran en otros sitios, a los cuales no tendría acceso por la distancia. Muchas bibliotecas de universidades ofrecen también servicios digitales.

Cómo clasifi car un acervo

El ser humano ha intentado dar orden a sus acervos, estableciendo, a través de los siglos, diversos sistemas de clasifi cación para los libros. Como culminación de un largo proceso, Melvil Dewey, bibliotecario del Amherst College, en Massachusetts, estableció, en 1876, un sistema de clasifi cación decimal que tuvo alcance universal, por su sencillez y utilidad. Este sistema se usa hoy en forma extendida en diferentes partes del mundo, tanto en universidades como en bibliotecas públicas. La base del sistema decimal de Dewey es el orden numérico.

La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos tiene un sistema de clasifi cación desarrollado originalmente por Herbert Putnam, con la ayuda de Charles Ammi Cutter, en 1897, que, se ha extendido poco a poco en numerosas universidades en todo el planeta.

Hay dos funciones fundamentales que cumple la clasifi cación: una de ellas es proporcionar al usuario datos acerca de cada libro que compone el acervo, para que pueda decidir cuál consultar. La otra es asignar un código a cada libro. Dicho código varía según el sistema de clasifi cación utilizado y revela, a su vez, la temática que contiene el libro en cuestión. Asimismo, está asociado al orden, es decir, al lugar donde se ubicará físicamente el libro. Los libros que traten sobre temas similares estarán, de esta manera, agrupados en lugares comunes.

Una de las premisas fundamentales para que una biblioteca sea útil es que se mantenga en orden. Si no existe orden, los libros y documentos “se pierden”, es decir, se vuelven inaccesibles al público y la biblioteca deja de cumplir con su función. Si un libro ya utilizado no se devuelve a su estante, al lugar exacto que debe ocupar según el sistema de clasifi cación que la biblioteca utilice, se retiene en áreas de devolución o se coloca en otro estante, es considerado libro perdido. Si algún usuario lo necesita será difícil dar con él.

Melvil Dewey.

Herbert Putnam.

dspace.uah.es

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www.db.dk Clasifi cación Dewey

Se conforma por 10 grandes clases, susceptibles de subdividirse según el tema específi co, manteniendo códigos numéricos.

000 - Obras generales 100 - Filosofía y Psicología 200 - Religión 300 - Ciencias sociales

400 - Lingüística 500 - Ciencias 600 - Tecnología 700 - Arte y recreación 800 - Literatura 900 - Historia y geografía

Por ejemplo, la primera subdivisión de este último rubro es la siguiente:

910 Geografía; viajes 920 Biografía y genealogía 930 Historia del mundo antiguo 940 Historia de Europa 950 Historia de Asia 960 Historia de África 970 Historia de América del Norte 980 Historia de América del Sur 990 Historia de otras regiones

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Clasifi cación de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos

ÁREAS GENERALES DEL CONOCIMIENTO (CLASES) Cada una de ellas acepta subdivisiones, utilizando otras letras ubicadas a un costado de las primeras.

1. A. Obras Generales de Consulta (diccionarios, enciclopedias, etc.) 2. B. Filosofía, Psicología, Religión. 3. C-F. Historia. 4. G. Geografía, Antropología, Esparcimiento. 5. H. Ciencias Sociales. 6. J. Ciencias Políticas. 7. K. Derecho. 8. L. Educación.

9. M. Música. 10. N. Bellas Artes. 11. P. Literatura e Idiomas.

12. Q. Ciencia. 13. R. Medicina. 14. S. Agricultura, Arquitectura del terreno. 15. T. Tecnología. 16. U. Ciencia Militar. 17. V. Ciencia Naval. 18. Z. Bibliografía, Editorialismo, Biblioteconomía.

Edifi cio Thomas Jefferson.

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Sala de lectura de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, edifi cio Jefferson.

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Actividad

Me encontraba ante la difícil situación de promover una actividad que involucrara a los niños de primaria con la biblioteca y los libros, y no quería recurrir a un taller de lectura (ya se habían dado varios).

La biblioteca de la escuela, bastante bien equipada, era frecuentemente visitada por los niños de todos los salones pero… casi siempre acudían a un rincón, donde había libritos de cuento. Ni ellos ni los maestros conocían bien el resto del acervo, a pesar de las actividades que se realizaban cuando llegaban libros o colecciones nuevas: se ponían mesitas afuera de la biblioteca exhibiendo el material, y sillitas y tapetes para que los niños acudieran a leerlos u hojearlos.

La biblioteca tenía cierto orden, pero muchos libros afi nes, en cuanto a los temas que abordaban, no estaban agrupados físicamente en los estantes, lo que dispersa la atención cuando alguien quiere encontrar libros sobre un determinado tema.

Entonces se me ocurrió programar una actividad en la que los niños pudieran ayudar a “clasifi car” el material de la biblioteca. Para esta tarea me apoyé en un artículo de la revista Educare1 de la SEP, en el que se sugería un código de colores para diferenciar los temas, y en mi experiencia de varios años como bibliotecaria.

En las bibliotecas para adultos se utilizan códigos numéricos o alfanuméricos, como los mencionados sistemas de Dewey o el de la Biblioteca del Congreso. Para los niños esto resulta demasiado complicado, por lo que la utilización de colores y, en algunos casos, de algunas letras, podría ayudar.

Materiales y mobiliario

• Papeles de colores (ver fi g. 1 y 2) • Sobres blancos • Cinta engomada transparente (durex) • Plumón negro de punta delgada • Mesa y sillas para 10 niños

2 cm

4 cm

LOS LUGARES, LA TIERRA Y EL ESPACIO

Figura 1. El maestro prepara papeles de los colores estipulados, recortados en tamaños de 4 x 2 cm.

Figura 2. Después se separan por colores y se colocan en sobres etiquetados.

F s y s

1 Educare. Revista para los maestros de México, año 1, núm. 1, invierno-primavera 2005, p. 38.

Desarrollo de la actividad

Primero analicé la propuesta SEP y la adapté a las necesidades de la escuela.

Después propuse la elaboración de carteles con los colores y a un lado los temas que los representaban. En esta actividad se involucró directamente la persona responsable de la biblioteca.

Se elaboró un cartel para cada salón, con el objetivo de que esta actividad tuviera continuidad a lo largo de todo el ciclo escolar y los venideros.

Una vez decididos los colores que representarían los temas, se cortaron papelitos con cada uno de ellos, del tamaño de un marbete, 2 y se pusieron en respectivos sobres.

El día de la actividad se colocó uno de estos carteles en la puerta de la biblioteca y unas mesas para albergar a 10 niños durante 15 min. Comenzamos con los más pequeñitos. Cuando llegó el primer grupo, les comentamos que debían mirar con atención el cartel. Les repartimos tres libros a cada uno y les pedimos que se fi jaran qué tema trataban, sobre qué hablaban. A los más pequeñitos les entregamos libros sencillos, que abarcaban un solo tema, para que no se confundieran. Fue notable la rapidez con que se involucraron en la actividad y la precisión con que la hicieron. Una vez detectado el tema, les pedíamos que se fi jaran de nuevo en el cartel y nos dijeran qué color le correspondía a ese tema. Después les pedíamos que tomaran de los sobres el papelito del color correspondiente y lo pusieran en la parte de abajo del lomo, con durex (a los más chiquitos hay que ayudarlos con esta parte de la tarea).

A los niños les encantó la actividad pues se descubrieron descubriendo libros. Exclamaban con entusiasmo cosas como: ¡Éste habla de los animales!, ¡éste de los planetas!, ¡éste es un cuentito!, ¡el mío también!

Muchos niños terminaron rápidamente sus tres libros y siguieron con más. Una vez terminados los 15 minutos, ¡no se querían ir! Poco a poco pasaron grupos pequeños de todos los grados escolares. A los mayores les entregamos libros que requerían más atención, con temas variados, menos cantidad de imágenes y más texto.

En una sola mañana, muchos de los libros de la biblioteca quedaron “clasifi cados”. El siguiente paso era ponerlos en las estanterías agrupados por color,

2 En las bibliotecas, se le llama marbete al papelito que se adhiere al lomo del libro, con el código de clasifi cación. Por lo general es un rectángulo de 4 x 2 cm, aproximadamente.

Informativos Categorías y colores

Literarios

LA NATURALEZA

EL CUERPO Ciencias biológicas, de la salud y el deporte

CIENCIAS FÍSICO-QUÍMICAS

LOS LUGARES, LA TIERRA Y EL ESPACIO Ciencias de la Tierra y el espacio

LOS NÚMEROS Y LAS FORMAS Matemáticas

LOS OBJETOS Y SU FUNCIONAMIENTO Tecnología

LAS PERSONAS Biografías Historia, cultura y sociedad

ARTES Y OFICIOS

JUEGOS, ACTIVIDADES Y EXPERIMENTOS

ESPAÑOL Gramática

DICCIONARIOS Enciclopedias, atlas, almanaques

CAV

CUENTOS DE AVENTURAS Y VIAJES Narrativa de aventuras y viajes

CC

CUENTOS CLÁSICOS

CH

CUENTOS DE HUMOR Narrativa de humor

CMT

CUENTOS DE MISTERIO Y TERROR Narrativa de misterio y terror

CVC

CUENTOS DE LA VIDA COTIDIANA

DCR

DIARIOS, CRÓNICAS, REPORTAJES

ML

MITOS Y LEYENDAS

NARRATIVA CONTEMPORÁNEA

latinoamericana NCL mexicana NCM universal NCU

NH

NARRATIVA HISTÓRICA

POL

NARRATIVA POLICIACA

POESÍA Rimas, canciones, adivinanzas, y juegos de palabras

TEATRO Obras de títeres y marionetas

para lograr que aquellos que buscaran sobre un tema específi co pudieran encontrar rápidamente toda la diversidad de libros de que se disponían.

Puedo decir que también las maestras se entusiasmaron con esta actividad. Algunas comentaron que no sabían que tenían esos libros, o que tal o cual les serviría para este u otro tema que debían abordar en clase.

Para clasifi car un libro, aun de esta manera sencilla, hay que hojearlo, mirar el contenido, analizarlo un poco. Hay libros que en el título nos dicen todo, hay otros que esconden su esencia y hay que descifrarla.

La propuesta para la escuela fue continuar con esto. El día de la semana dedicado a Biblioteca, en el horario establecido para ellos, los niños podrían acudir a escoger el librito que se llevarían, como lo habían hecho hasta ese momento y, además, la maestra tendría que guiar, en el salón de clases, la “clasifi cación” de dos o tres libros más por alumno. Con esto, la biblioteca quedaría en poco tiempo lista para un mayor aprovechamiento de su acervo, y los niños y maestras con un mayor conocimiento del material con que cuentan para sus estudios y actividades.

Como última observación: es importante que esta actividad tenga una guía, hay que orientar al niño a la hora de elegir el tema para que encuentre el correcto. La supervisión fi nal deberá realizarla la persona encargada de biblioteca, pues podría ocurrir que dos libros iguales, clasifi cados por distintos niños o en distintos salones, tengan asignados colores diferentes. No hay que asustarse por ello, ocurre hasta en las mejores bibliotecas, es muy común cuando un libro aborda más de un tema. En este caso habrá que unifi car. Si un libro abarca más de un tema, se le da prioridad al más relevante. Se pone arriba el marbete del color de ese tema y abajo un marbete más delgado con el color del tema secundario. Las enciclopedias, diccionarios y otros materiales de consulta (que de por sí abarcan infi nidad de temas) tienen su color específi co.

Cabe mencionar que en la biblioteca se pudo “descubrir” una cantidad de libros de pedagogía, didáctica y actividades de gran utilidad para los maestros. Estos libros, más complejos y especializados, los entregamos a los maestros para ser “clasifi cados”.

La participación activa de los niños en la clasifi cación de la biblioteca es un importante paso para que se “adueñen” de ella. Pueden conocer mejor su acervo, descubrir la variedad de libros que allí hay y aprovecharlos para sus trabajos académicos. A su vez, si los maestros se involucran activamente, la biblioteca se convierte en un auxiliar importante en la dinámica de enseñanza-aprendizaje.

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