
20 minute read
La motivación como un elemento clave en la generación de aprendizajes
La motivación como un
ELEMENTO CLAVE EN LA generación de aprendizajes
Diana Cristina Sánchez Toyes
“El interés genera motivación y en ella se sustenta el aprendizaje” PEP, 2004
Uno de los grandes retos en mi labor de enseñanza e interacción con los pequeños en educación preescolar ocurrió cuando me asignaron un grupo mixto, donde había una diferencia de casi un año entre los alumnos más grandes y los más pequeños. Gracias a este reto, un buen día, ojeando el Programa de Educación Preescolar de la SEP (PEP), me encontré con la cita del principio. Sucedía que a pesar de mis esfuerzos por favorecer los aprendizajes de mis alumnos, una parte del grupo no se veía interesado ni motivado a realizar las actividades. Ante esto, utilicé diversas estrategias para tratar de estimularlos e involucrarlos en su aprendizaje.
una de mis primeras refl exiones frente al problema de la motivación me llevó las acciones que se deben realizar para subir una escalera. Consideré que, de esta manera, a pensar que el apoyo de los padres era indis- sería más fácil que los padres comprendieran la pensable, y más necesario que en otros ciclos, importancia de la motivación en el avance de para despertar en los alumnos el interés a fi n sus hijos. de automotivarse adecuadamente, y así, llegar Gracias a esta experiencia, generé el presente al desarrollo de aprendizajes signifi cativos. Es texto, que es el resultado de la recopilación de la por ello que me di a la tarea de investigar so- investigación y práctica que realicé durante el bre esta frase, para llevarles a los padres toda tiempo de trabajo frente ese grupo. Aquí muesla información posible y que juntos pudiéramos tro datos signifi cativos respecto a la estimulagenerar esa motivación. ción y la motivación, y además doy ejemplos Al investigar, encontré textos que claramen- de cómo compartir esta información con los pate me hicieron relacionar la estimulación, moti- dres, los cuales son los principales personajes en vación y en general los logros de los niños con esta historia de estimular a sus hijos. Trabajé con
ellos de cerca y compartí mis experiencias para que comprendieran el papel que desempeñan en esta área.
Al mismo tiempo, los frutos de la experiencia me motivan a mí a compartirla con mis colegas.
Clases de motivación
La palabra motivación (del latín ‘motus’ “movimiento”) se refi ere a una herramienta que constituye un fuerte motor de conductas inconscientes relacionadas con los intereses propios. En educación, esto signifi ca proporcionar motivos para que los alumnos adquieran los aprendizajes de manera signifi cativa, logrando mantener el interés en seguir aprendiendo. Para ello, hay que tener en cuenta que los intereses y motivos sean propios del niño y que a nosotros nos corresponde presentar los estímulos adecuados para guiar esos intereses hacia las acciones que los lleven a crecer integralmente.
Estos estímulos se irán guardando en la memoria de los alumnos como experiencias estimulantes, o desagradables, que infl uirán en las situaciones futuras, pues estarán dentro o fuera de sus intereses. Así, algunas motivaciones que se activen en su memoria estarán relacionadas con situaciones que vivieron con anterioridad y que representen para ellos alegría o frustración.
Hay dos tipos de motivación:
1. Motivación intrínseca. 2. Motivación extrínseca.
Motivación intrínseca
www.sxc.hu Es la que está dirigida por los intereses y motivos de los niños, guiada por el deseo interior, por la curiosidad para satisfacer necesidades propias y no para complacer a los demás o a partir de amenazas ni premios dados por otros. Un niño que ha desarrollado su motivación intrínseca tendrá mayor curiosidad ante lo que le rodea, e incluso llegará a proponerse objetivos profundos de aprendizaje. Es decir, estará motivado en aprender para deleite propio.
Un niño sin motivación intrínseca se guiará por estímulos superfi ciales, no propios de sus necesidades, que no serán sufi cientes para generar el interés por aprender y no propiciarán la adquisición de aprendizajes signifi cativos.
Aquí la labor importante, tanto de padres como de maestros, es generar los estímulos adecuados que lleven al niño a relacionar su interés con cualquier área del conocimiento. Hay que recordar que el reto de toda estimulación debe estar a nivel de niño o de lo contrario su motivación pasará a ser frustración. Se trata de ir paso a paso, y subir un escalón a la vez para llevar al niño a la cima de sus logros. Esto se logra poniéndose al alcance de los alumnos sin “bajar” a su nivel, es decir, mantener una distancia pedagógica que permita el progreso del alumno sin presentarle objetivos inaccesibles.


Motivación extrínseca
Se basa en la recompensa, que puede ser un aplauso, una palabra de felicitación o regalos materiales. Este tipo de motivación es muy común y es buena siempre y cuando no se utilice en exceso, pues el niño puede perder de vista el objetivo principal (aprender) y estar motivado sólo por el hecho de recibir una recompensa y no por la satisfacción de aprender para él mismo.


srpublications.com
El castigo (motivación negativa) se impone para que no vuelva a suceder determinada situación. Este tipo de “motivación” es uno de los que más afecta la adquisición de aprendizajes signifi cativos para todo individuo, pues al favorecer una motivación negativa no se está contribuyendo al buen desarrollo del pequeño. Esto ocurre en especial si el castigo no tiene ninguna relación con el hecho o situación que dio pie a éste. Por ejemplo, algunos padres de familia, al ver que los hijos no cumplen con una tarea en el hogar o cuando pelean con los hermanos, los mandan a estudiar. ¿Qué relación tiene este castigo con la falta? ¿Favorece la conducta del pequeño? ¿En qué papel deja a la escuela, al estudio o al aprendizaje? Si refl exionamos al respecto, nos daremos cuenta de que en lugar de ayudar al niño, lo perjudica gravemente.
El incentivo es una motivación basada en un trato que se hace entre dos personas. Este trato se relaciona con las acciones, tareas o los retos que se están por realizar y que en la mayoría de los casos cuesta trabajo para los pequeños. El fi n de esta motivación es lograr un convenio con los hijos, por ejemplo: “Si logras pasar este examen, iremos a acampar este fi n de semana”. Claro que el padre debe cumplir lo pactado para que la motivación dé un resultado positivo en el niño. Otra parte importante es que en este trato se deben hacer peticiones que se puedan cumplir por parte del pequeño, es decir, deben ser acordes a los niveles de logro del pequeño (escalones que ha podido subir) pues de lo contrario sólo lograrán frustrarlo y dejará la motivación a un lado para tratar con otros aprendizajes poco pertinentes.
El contexto social alrededor del niño es un motivador extrínseco, por lo que el ambiente que lo rodee debe transmitir expectativas relevantes para la actividad de aprendizaje. Las experiencias que el contexto social dé tendrán un mayor peso o trascendencia si se refuerzan a partir del juego. Por ejemplo, en las escuelas los alumnos tienen difi cultades para mantenerse atentos ante la lectura, en especial si su duración es de más de 5 minutos; pero si en casa se le estimula, se juega con ellos a la escuelita, y se lee junto a ellos, esta difi cultad de atención desaparecerá.
Hay que tener claro que la motivación extrínseca en cualquiera de sus representaciones debe ser utilizada con cuidado y refl exión para que

www.sxc.hu
Mediante el juego, se logra interesar y estimular a los pequeños, generando motivación.
no haya un abuso de la misma que haga que los pequeños dejen a un lado la motivación intrínseca. Esta situación provocaría que el niño actúe exclusivamente para conseguir premios de los demás, lo que provoca aprendizajes huecos, memorísticos, logrados por compromiso en lugar de interés.
Para evitarlo, se debe tomar en cuenta la motivación intrínseca porque ésta siempre logra que los niños obtengan aprendizajes signifi cativos sólo por el placer que les da lograrlos, situación que se puede observar claramente en los juegos libres que realizan, tema que se tratará a continuación.
Aspectos que estimulan la motivación
A. El papel del juego
El juego es un impulso natural de las niñas y niños y tiene manifestaciones y funciones múltiples. Es una forma de actividad que les permite la expresión de su energía, de su necesidad de movimiento y puede adquirir formas complejas que propician el desarrollo de competencias.1
La etapa preescolar es esencialmente lúdica. Mediante el juego, se logra interesar y estimular a los pequeños, generando motivación, que es lo que en este momento estamos tratando de fortalecer en los alumnos.
Hay que reconocer que la sociedad ha sufrido diversos cambios, que han afectado los tipos y tiempos de juego de los niños. Estos cambios van desde la estructura familiar, la migración a ciudades, los espacios de recreo y esparcimiento casi nulos en casa, así como la presencia de los medios de comunicación, por mencionar algunos. El problema aquí no es el cambio, pues estamos en una sociedad en crecimiento, más
1 SEP, Programa de Educación Preescolar, 2004, p. 34.
bien es el hecho de no adecuar esas modifi caciones para el aprovechamiento y mejoramiento del desarrollo de los pequeños. Dentro de los cambios más signifi cativos están los tiempos. A partir de los estilos de trabajo, las relaciones con los hijos se han acortado cada vez más. Esto se debe a las jornadas tan largas de trabajo, que demandan horarios que sobrepasan las 8 horas y que consumen la energía de los padres. Esta situación afecta la calidad del juego y, si los padres no buscan las estrategias para interactuarjugar en tiempos de calidad con sus hijos, esta herramienta tan importante no tendrá efecto en su etapa más signifi cativa.
Por ello los especialistas en educación, en especial los maestros frente a grupo, debemos guiar a los padres de familia para que compartan momentos de calidad con sus hijos que, aunque sean cortos, promuevan y estimulen a los niños para lograr motivarlos en la obtención de aprendizajes.
Una acción que puede llevar corto tiempo, pero una gran calidad de infl uencia, es el juego. A través del juego, podemos estimular a los pequeños para que vayan construyendo su aprendizaje al realizar una tarea-juego o al explorar en el ensayo-error. Nuestra labor estriba en orientar sus acciones para confi rmar sus ideas previas y reforzarlas para ayudarlos a extender sus conocimientos y habilidades.
Se alcanzará un resultado positivo de manera más efi caz en la medida en que los padres de familia se involucren y contribuyan a estimular este logro a través del juego. Esto dependerá también de los estilos de relación y crianza que se lleven.
B. Estilos de relación (padres-hijos) Un aspecto más a considerar son los estilos de relación padre-hijo, ya que pueden favorecer o hacer retroceder la motivación hacia el aprendizaje que existe en los niños, pues construirán una escalera accesible o una gran muralla que evitaría obtener logros.
En el cuadro 1, se presenta un modelo de las características de los padres y su infl uencia en el desarrollo de los pequeños. Este cuadro es resultado de opiniones de diversos autores y de mi experiencia en particular. A partir de las lecturas en varios textos de los estilos de relación, creo que lo más importante para llevar a cabo una estimulación adecuada en los niños es tener en cuenta que: a nadie podemos cambiar, sólo a nosotros mismos. Como padres o maestros debemos cambiar nosotros primero si queremos que nuestros hijos y alumnos también lo hagan.

www.sxc.hu
La relación padre-hijo puede favorecer o hacer retroceder la motivación hacia el aprendizaje que existe en los niños.
Estilos de relación
Cuadro 1. Estilos de relación padres-hijos.
Los padres… Consecuencias para los hijos
AUTORITARIO Someten a los hijos a su autoridad, con el pretexto de ser ellos quienes saben lo que les conviene. Utilizan gritos, insultos, golpes y/o amenazas y chantajes, así como privaciones que no tienen razón o lógica. Son muy críticos con sus hijos y parece que nunca están satisfechos con ellos.
Exigen perfección y excelencia, pero impiden las creencias e ideas propias del niño. Demandan absoluto respeto, pero ellos no lo practican. Creen que su función es domesticar a sus hijos, en lugar de estimular, formar y educar.
miller-mccune.com - Padres supremos - hijos inferiores Se rebelan o se someten completamente. Son inseguros, dudan de sus habilidades y creen que nada pueden hacer por sí mismos.


Actúan con temor o para satisfacer a los demás.
Distorsionan valores, a partir de las creencias dictadas por sus padres.
Son neuróticos, se muestran tensos y con un gran nivel de depresión. Presentan características de ansiedad como chuparse el dedo, morderse las uñas y hacen movimientos repetitivos. Sienten ira, impotencia, deseo de venganza, intimidación, temor, tristeza, dolor, resentimiento, vergüenza y puede tener conductas autodestructivas.
- No admiran, temen a sus padres. - No hay motivación.
Estilos de relación
PERMISIVO Los padres… Consecuencias para los hijos
Dejan hacer lo que quieran a sus hijos porque creen que si no se traumatizan.
Esperan que maduren solos, pues creen que nada más es cuestión de dejarlos crecer y no tienen clara la importancia de la educación.
Prefi eren complacer antes de corregir, principalmente por tener poco tiempo para ellos. Les dan todo lo que quieren aunque no lo necesiten. No ponen límites, ni enseñan normas. Están más interesados en lo que es cómodo para ellos, que en lo que le conviene a sus hijos. Asumen la responsabilidad de los problemas de los hijos y les resuelven todo. - Hijos tiranos - padres sumisos No respetan a los padres. Desinteresados en todo y lo demuestran con sus acciones. Perciben a los padres como débiles y los desprecian. Deteriora la convivencia familiar que da como resultado baja autoestima, conductas de aislamiento, ya que prefi eren estar a solas y, en algunos casos, presentan conductas destructivas.
Aprenden a abusar de los padres. Tienen poca tolerancia a la frustración, a los retos y problemas. Exigen y demandan las cosas, no las piden. - No admiran, desprecian a sus padres. - No hay motivación intrínseca.


gwbweb.wustl.edu
Estilos de relación
CON AUTORIDAD
csmonitor.com Los padres… Consecuencias para los hijos
Se basan en principios democráticos como igualdad y dignidad.
Hay respeto mutuo. Fijan normas claras y establecen límites a partir de los cuales pueden tomar decisiones.
Firmes y amables en el manejo de la autoridad.
Confían en sus hijos, los estimulan a desarrollar su potencial, son verdaderos guías. Hay relaciones de afecto y apoyo. Expresan lo que sienten por las acciones del niño. Tienen una comunicación efi caz. No fuerzan ni obligan, más bien invitan. Ponen sanciones justas y lógicas. Son asertivos, utilizan un tono de voz respetuosa, se mantienen fi rmes y no dan segundas oportunidades. Establecen metas reales, aceptan y apoyan cuando se cometen errores, utilizando una disciplina adecuada sin crueldad. - Respeto mutuo
Comunican y manejan adecuadamente sus emociones.
Son individuos con dirección.
Identifi can las acciones incorrectas, se arrepienten y tratan de resolverlas, teniendo propósito de cambio. Se responsabilizan de sus acciones y aprenden a tomar decisiones.
Practican la autonomía, la libertad y seguridad. Favorecen las relaciones de afecto con diálogo cálido y lógico. Se forman y preparan desarrollando cualidades, atributos, destrezas y habilidades necesarias para desenvolverse exitosamente en la vida.
Están preparados para afrontar retos y ponerse metas para poder ir avanzando.
- Admiran y consideran a sus padres como amigos.
- Hay motivación extrínseca e intrínseca.



www.sxc.hu
Cuando el estilo de enseñanza es poco demandante y los alumnos logran realizar las tareas con gran facilidad, no se logra motivarlos a seguir aprendiendo, pues todo es demasiado fácil y no exige nada en ellos.
C. Estilos de enseñanza Así como los padres son diferentes, también los maestros tenemos diversos estilos de enseñanza. El estilo de enseñanza de cada maestro será determinante en la calidad con la que los alumnos obtienen aprendizajes.
Estos estilos de enseñanza (E.E.) pueden ser de dos maneras principalmente:
• Estimulantes: demandan al niño saberes que lo hagan esforzarse, pero que no los obliga a salirse de sus capacidades. Gracias a ellos se logra la motivación y los aprendizajes signifi cativos. En este tipo de estilo los docentes tienen en cuenta los intereses de los pequeños, para poder así lograr una motivación que los lleve a aprender.
• Frustrante-poco demandante: pueden consistir en tareas por realizar que requieran dominios demasiados elevados en donde el pequeño, en lugar de motivarse a aprender, se frustra por no saber. O ser tan poco demandantes que los alumnos logran realizarlas con gran facilidad sin que cree en ellos gran motivación por seguir aprendiendo, pues es demasiado fácil y no exige nada en ellos.
Por lo anterior, los E.E. están estrechamente ligados a la calidad de los aprendizajes, ya que según las características de éstos serán las oportunidades y situaciones que se darán al interior de la escuela. Dependerá de ellos el hecho de que se propicie un crecimiento en la motivación de los individuos y, en consecuencia, en sus aprendizajes.
El maestro debe idear, planifi car, organizar, distribuir tiempos y espacios, elaborar o seleccionar instrumentos e interactuar con todos los elementos involucrados para obtener mejores resultados (alumnos-padres-maestros-contenidos-estrategias). Asimismo, se debe conocer al
www.sxc.hu
La autonomía y la independencia son importantes para que el niño tenga seguridad en sí mismo y pueda resolver las situaciones a las que se enfrente.

alumno para poder presentar, explicar y evaluar su proceso de aprendizaje.
D. Autonomía e independencia La autonomía e independencia llevan al niño a un estado constante de motivación, ya que tiene la confi anza y la seguridad en sí mismo, actitudes con las que podrá resolver las situaciones a las que se enfrente. Estos aspectos contribuyen en el desarrollo de las habilidades para las actividades básicas, que son las que lo llevarán a organizarse mentalmente, pues construirá esquemas mentales cada vez mayores que lo llevarán a motivarlo y a subir un nuevo escalón.
En un inicio, los padres deben estimular a sus hijos poniendo el ejemplo, a fi n de lograr que el niño se sienta interesado en realizar las actividades o adquirir nuevos conocimientos; pero si los padres siguen llevando a cabo lo que le corresponde al niño, lo que lograrán es hacerlo bajar la escalera, es decir, tendrá un retroceso en sus logros y se atrofi ará la autonomía e independencia que hayan logrado.
Cómo acercar a los padres de familia a la motivación
Una manera efi caz de hablar con los padres es platicar acerca de algo que los lleve a refl exionar sobre cómo acceder un logro; por ejemplo, construir una casa, subir una escalera o una cima. Es necesario tomar en cuenta su contexto y elegir lo que les haga entender de mejor manera lo que se les quiere explicar.
Es recomendable hablar de casos que ha observado que ayuden u obstruyen ese ascenso de la escalera. Algunos ejemplos pueden ser: mencionar las actividades sobreprotectoras que practican algunos padres como darles biberón a niños que ya asisten a la escuela por la comodidad de no levantarlos temprano y para evitar que se ensucien, llevarles a la escuela diariamente los útiles que olvidaron en la casa o hacerles la tarea porque ellos lo olvidaron. Es importante remarcar que el considerar que su hijo(a) aún no está en edad de realizar algunas actividades sin ayuda, con el pretexto de que “Es que está muy chiquito”, limita el desarrollo del pequeño.
Se les puede presentar, además, esquemas, carteles, trípticos y folletos en donde se hable de conductas estimulantes y no estimulantes, y cómo afectan éstas a sus hijos. El cuadro que se presenta a continuación constituye una buena base para su orientación.
Cuadro 2. Cómo motivar.
Qué hacer para motivar Qué evitar hacer
• Favorecer su independencia y con ello su seguridad en sí mismo logrando así una autoestima alta. • Demostrar afecto de diferentes maneras como física, emocional, gestual, verbal y materialmente. • Brindar atención con calidad. • Cuidar nuestras expresiones al hablar. No interrumpir cuando el niño está hablando. • Comunicarse constantemente incluyendo emociones y sentimientos ante situaciones agradables y desagradables; puede plasmarlo en un dibujo, por ejemplo. • Poner reglas y límites, pero respetarlos y mantenerse fi rme ante rabietas, no angustiarse. • Identifi car y reconocerle sus logros e inteligencias. • Tener un equilibrio entre lo que se le pide y lo que se le da. • Realizar actividades en conjunto que lo motiven, de preferencia juegos. • Buscar espacios y tiempos adecuados para realizar tareas y repasos, especialmente cuando ellos se encuentren motivados. • Sobreproteger: hacerle todo y no dejarlo crecer en su independencia. • Centrase en un tipo de afecto, sólo físico o material como sustitutos de amor. • Dar mucho tiempo sin calidad. • Utilizar las siguientes palabras: siempre, nunca y debiste; ya que hacen que el niño se las crea y mantenga el mismo comportamiento porque sus padres dicen que así es. • Maltratarlo o abandonarlo física (sin comida, agua, salud), emocional (no recibe afecto) o psicológicamente (comparaciones constantes con sus hermanos o conocidos). • No respetar las reglas y los límites establecidos. • No reconocer sus habilidades, especialmente aquellas que son diferentes del área lingüística y matemática. • Exigir mucho y no dar nada. • No realizar actividades en su compañía. • Realizar tareas o repasos después de actividades físicas donde requirió mucha energía; por ejemplo, al llegar de la escuela o paseo, ya que no vendrá motivado.
eze-gacetaeducativa.blogspot.com

Las reuniones con padres de familia son de gran ayuda.

Refl exión y conclusiones
Para la motivación, lo único que se puede hacer es estimular, y para lograrlo, hay que conocer los intereses y las necesidades de los alumnos con el fi n de propiciar enseñanzas estimulantes y obtener aprendizajes signifi cativos. Pero lo anterior no se logrará si en este trabajo no se involucra al padre de familia. Así que el maestro debe acercarse a los padres para interesarlos y darles a conocer esta necesidad de que participen en el proceso de enseñanza-aprendizaje de su hijo.
Volviendo a mi experiencia con el grupo mixto y los padres de familia, resolví realizar una reunión mensual. En ella analizábamos situaciones de aprendizaje, proponíamos estrategias para estimularlas y hacíamos compromisos para la siguiente reunión. Estas actividades lograron que los padres fueran sensibilizándose respecto al desarrollo y aprendizaje de sus hijos, y esto fue gracias a que ellos eran partícipes activos en ese proceso. Tan grande fue su compromiso que incluso daban sugerencias sobre las acciones a poner en práctica y las formas de estimular a los pequeños en cuanto a la lectura, escritura, pensamiento matemático, exploración, conocimiento de sí mismo, entre otros.
De esta manera, pude darme cuenta que los padres lograron entender la importancia de su papel en la estimulación y, con ello, la motivación de sus hijos. Y, comprendieron que la motivación genera aprendizajes signifi cativos.
Referencias: SAINT-ONGE, Michel, “Yo explico pero ellos… ¿aprenden?”, en Biblioteca para la actualización del maestro,
Editoriales Enlace y Mensajero, octubre de 2000,
SEP, pp. 104-105. SEP, Programa de Educación Preescolar, 2004, p. 34. SAAVEDRA R., Manuel S., Diccionario de pedagogía, Pax,
México, 2003, p. 108. THOUMI, Samira, Técnicas de la motivación infantil, vol. 2,
Edimex, México, 2003. BODROVA, Elena y Deborah Leong, Herramientas de la mente, Biblioteca para la actualización del maestro,
Pearson, México, 2004, p. 62.