20 minute read

Seguridad alimentaria

NOSOTROS

IV. SIEMBRA DE HORTALIZAS

Beatriz Azarcoya*

En los artículos anteriores, hemos comprobado que sí es posible coe colaborar en el camino a la obtención de la seguridad alimentaria con nuestro estro esfuerzo en la escuela y en las familias. Hemos avanzado en tres importantes antes temas: lombricultura, elaboración de abono orgánico bocashi y preparación ación de camas biointensivas.1 Si hemos convertido el conocimiento en acción, ya n, ya tendremos las camas biointensivas preparadas, listas para ser ocupadas con las n las diversas plantas que nos darán de comer.

Introducción

S hu tters toc k

Recordando lo que contaban los abuelos y retrocediendo en el tiempo aún más, hacia las leyendas de los pueblos antiguos, veremos que, para ellos, los elementos naturales como los animales, las plantas, los ríos, las montañas, el mar, las cuevas, el fuego, la lluvia y el viento eran dioses que formaban parte de nuestro mundo y a los que había que venerar. En la medida en que avanzaron los tiempos, les fuimos quitando la categoría sagrada. Lamentablemente, también, poco a poco fuimos perdiendo el respeto a la naturaleza, y ensuciamos el aire, las aguas se llenaron de contaminantes, deforestamos las montañas, y así fuimos deteriorando nuestro planeta hasta ponerlo en riesgo, como se encuentra ahora.

La producción de alimentos en los patios de hogares y escuelas nos coloca junto a todas aquellas personas, hombres y mujeres, niños y niñas, que realizan

* Doctora en Agroecología. Consultora latinoamericana en desarrollo rural sostenible de la FAO y evaluadora del Programa para la Seguridad Alimentaria de la FAO en México. 1 Ver: Beatriz Azarcoya, “Seguridad alimentaria. I. Lombricultura”, Correo del Maestro, núm. 219, año 19, agosto de 2014; “Seguridad alimentaria. II. Elaboración de abono orgánico bocashi”, Correo del

Maestro, núm. 220, año 19, septiembre de 2014; “Seguridad alimentaria. III. Preparación de una cama biointensiva”, Correo del Maestro, núm. 221, año 19, octubre de 2014.

biointensivistas.ning.com actividades tendientes a rescatar el equilibrio en este hermoso planeta que nos da la vida. En el primer artículo hablamos de “pensar globalmente y actuar localmente”, y hoy deseamos dar sentido al profundo pensamiento de Mahatma Gandhi: “Olvidar cómo excavar la tierra y cuidar el suelo, es olvidarnos de nosotros”. En este esfuerzo no estamos solos, se encuentran organizaciones locales y regionales que están trabajando en este sentido. Existe una organización muy importante en el ámbito global, que es el movimiento internacional La Vía Campesina. En 1996, con motivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se establecieron seis principios básicos sobre los que se sustenta la soberanía alimentaria: 1. Se enfoca en alimento para el pueblo. 2. Valora a quienes proveen alimento. 3. Localiza sistemas de alimentación. 4. Empodera localmente. 5. Desarrolla conocimientos y destrezas. 6. Trabaja con la naturaleza.

De estos principios se desprenden diversos planteamientos como: el derecho a una alimentación suficiente, saludable y culturalmente apropiada; valorar y apoyar la labor de agricultores y familias para producir sus alimentos; proteger a las personas para evitar la comida inapropiada y los alimentos contaminados; buscar el comercio justo, promover el trueque entre productores y rescatar las tradiciones; buscar, también, la interacción positiva entre las personas que producen alimentos de manera que éstos sean saludables, libres de sustancias nocivas.

Por otro lado, es importante empoderar localmente a las familias a fin de que sean capaces de producir su propia semilla y favorecer la fertilización orgánica; respetar el conocimiento y destreza que los pueblos han desarrollado a través de los tiempos, sin depreciar e incorporando los conocimientos nuevos que se adapten en cada localidad y situación, y que dicho conocimiento pueda ser transmitido a las generaciones futuras; ser críticos con las nuevas tecnologías, teniendo en cuenta cuáles son apropiadas para el fin de la soberanía alimentaria; trabajar en armonía con la naturaleza, respetando los ecosistemas naturales; y utilizar métodos de producción y cosecha agroecológicos, evitando

prácticas destructivas que deterioren el medio ambiente y favorezcan el calentamiento global y el agotamiento de los recursos naturales.

Nosotros, en esta experiencia que hemos iniciado, trabajando en las escuelas y las familias, partimos de estos seis principios con la intención de mejorar la salud y la economía de todos los participantes.

Diseño del huerto

Determinación del área Hemos visto que practicando la agricultura de manera biointensiva es posible satisfacer las necesidades de nutrición de las personas durante todo el año. En las escuelas o en el medio rural, es posible trabajar en una superficie cercana a los mil metros cuadrados, al sumar para ello el terreno susceptible de ser cultivado en la escuela y en los hogares, lo que permitiría disponer de una mayor superficie productiva. En el medio urbano, es posible convertir azoteas y jardines en zonas productivas.

Para iniciar, se puede trabajar en superficies pequeñas: basta un área de aproximadamente 10 x 10 m. En ese terreno se pueden establecer cinco camas de 1.50 m x 10 m, más los pasillos entre ellas. En este pequeño espacio, empezaremos nuestra experiencia y, poco a poco, podremos ir ampliando el huerto.

Ornamentales y Jardinería (revista especializada en flores y follajes), vol. IX , núm. 36.

Ornamentales y Jardinería (revista especializada en flores y follajes), vol. IX , núm. 36.

Elección de hortalizas y verduras para cultivar

Con frecuencia, los términos hortalizas y verduras se utilizan como sinónimos, aun cuando al hablar de los últimos nos referimos específicamente a las plantas de las que se consumen las hojas. Al producir diversidad de hortalizas en las camas biointensivas, aseguramos que la familia y los miembros de la escuela cuenten con alimentos que reconstruyen los tejidos y brindan energía, lo que es fundamental para el mantenimiento de la salud.2

Tenemos que conocer el potencial nutritivo de cada planta que sembramos en las camas, para contar con diferentes nutrientes en nuestra mesa. Así como el suelo brinda a las plantas diferentes sustancias, del mismo modo nosotros requerimos, para estar sanos, una dieta con nutrientes variados: diferentes vitaminas, minerales, lípidos, carbohidratos y proteínas. La siembra de hortalizas de diferentes colores asegura una diversidad de vitaminas.

La zanahoria; los vegetales rojos, anaranjados o verdes; los chiles secos; el camote; el brócoli; la col morada; y los quelites proporcionan vitamina A. Algunos cereales integrales y frutos secos nos brindan vitamina D; las verduras verdes, vitamina E; verduras como la espinaca, la acelga, el perejil, la lechuga, la col, el brócoli y la coliflor, vitamina K; y las leguminosas, vitamina B1. Las verduras y las frutas, sobre todo cítricos y la guayaba, son ricos en vitamina C.

Shutterstock

2 Juan Carlos Alcázar Ocampo, Manual Básico “Producción de Hortalizas”, 2010.

Las verduras de hojas, también proporcionan vitamina B2; los cacahuates, B3; pero la B6 y la B12 no se encuentran en las hortalizas, sólo en la leche, queso, yogurt, huevos, algas y levadura, carne, y algo en soya y miso.

Los minerales presentes en las hortalizas realizan un sinfín de funciones vitales: actúan en ciertas enzimas y forman parte de algunas hormonas, funcionan como catalizadores y reguladores de procesos vitales para el organismo y son indispensables para el funcionamiento normal de las cadenas enzimáticas.

Las verduras verdes como las verdolagas, nopales, berros, perejil, cilantro, espinacas y acelgas, así como las leguminosas y el ajonjolí, proporcionan calcio; muchas frutas, verduras y cacahuates son ricos en potasio; el aguacate, el espárrago, el jitomate, la col, el nabo, el pepino y la piña contienen cloro; y los plátanos, las leguminosas y las verduras verdes, magnesio.

Existen otros elementos que se conocen como oligoelementos: zinc, cobre, manganeso, hierro, yodo, selenio, cromo y flúor, que también se encuentran en diversas hortalizas y verduras.

Se requiere una gran diversidad de elementos y sustancias para mantener la salud, y un huerto nos ayudará a complementar la dieta y mantenernos sanos al disponer de plantas que tienen alto contenido de proteína, para lo cual debemos tener cuidado de asociar aquellas que permitan complementar en lo posible los aminoácidos esenciales.3

Algunas fuentes vegetales de proteína

Leguminosas

20 a 25% de proteína Espinacas

3 a 4% de proteína Col rizada

3 a 4% de proteína

Brócoli

3.5% de proteína Coliflor

3.2% de proteína Setas

4.5% de proteína

Perejil

4% de proteína Pimientos

1.5% de proteína Col

2.1% de proteína

Jitomate

1.5% de proteína Proteína derivada de productos animales:

Res

25.8% Pollo

23% Huevos

12%

En los alimentos, no sólo es importante considerar la cantidad de proteína que poseen sino también su calidad, es decir, los aminoácidos que aportan

3 Al finalizar esta serie, en el capítulo XII, veremos cómo agregar a nuestro patio productivo un gallinero, una conejera y algunos árboles frutales, de acuerdo con el clima del lugar donde vivamos.

Propiedades nutricionales de algunas hortalizas

Acelga

Es buena fuente de calcio y potasio, de hierro y magnesio en menor medida, y muy rica en vitaminas A y B2.

Betabel Contiene vitamina C y ácido fólico, es buena fuente de potasio.

Calabacita Proporciona cierta cantidad de hierro, potasio y vitamina C.

Cebolla Cebolla Es buena fuente de fósforo, magnesio y potasio, también es rica E blanca en vitamina C.

Col Es buena fuente de potasio, vitamina C y ácido fólico.

Espinaca

Lechuga

Rábano

Jitomate

Es buena fuente de calcio, fósforo, hierro y potasio; es rica en vitaE b minas A, C y B6 y en ácido fólico.

C Contiene abundante potasio y pequeñas cantidades de calcio, vitaminas y minerales; también proporciona ácido fólico.

Rico en vitamina C, ácido fólico y potasio, y contiene un poco de Ri calcio.

M Muy buena fuente de potasio y de vitaminas A y C, además de ácido fólico.

Zanahoria Tiene calcio, fósforo, potasio, provitamina A y vitamina C.

Asociación de cultivos

Asociar verduras en una huerta tiene varios objetivos: primero, que se aproveche mejor el espacio, al juntar plantas de crecimiento vertical (como el poro) con otras de crecimiento horizontal (como la lechuga); y segundo, al utilizar intensivamente el suelo, las malezas tienen menos espacio para crecer. Además, las plantas asociadas no compiten por nutrientes y los extraen de distintos lugares: las verduras de hoja, cuyas raíces son más superficiales, extraen fundamentalmente nitrógeno; las de raíz más profunda, toman, sobre todo, potasio.4

4 Alejandro Ortega, “Una dieta más completa y saludable. Hortalizas en casa”, en Ornamentales y Jardinería, vol. IX, núm. 36, enero-abril 2014.

La asociación de cultivos estimula el crecimiento y desarrollo de los vegetales. Ejemplos de asociación posibles son: hortalizas de raíz (rabanitos, zanahoria, betabel) con verduras de hoja (lechuga acelga, col, entre otras) y jitomate, intercalando plantas de albahaca entre las líneas. Esta última es una aliada natural del jitomate, pues ayuda a contrarrestar el ataque de insectos.5

No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las asociaciones son buenas. Algunas plantas, como las llamadas gramíneas (maíz, avena, trigo, sorgo, cebada y todos los pastos), consumen gran cantidad de nitrógeno, uno de los nutrientes más importantes para la mayoría de los vegetales. El cultivo de otras plantas, por el contrario, aporta nitrógeno, y compensa así el consumo de las otras. Entre las que aportan nitrógeno están las leguminosas (frijol, chícharo, haba, alfalfa). Esto se debe a que en sus raíces hay microbios que toman nitrógeno del aire y lo fijan, con lo cual enriquecen el suelo.

La asociación de cultivos, además de ayudar a mantener la fertilidad y conservar por mucho tiempo la productividad del suelo, preserva la buena calidad de éste y su capacidad de retener la humedad; asimismo, previene la incidencia de plagas, malezas y enfermedades, controla la erosión del suelo y aumenta la diversidad biológica.

hipchickdigs.com

5 Idem.

Cultivo

Cultivos compatibles

Compatible con:

Acelga Acelga Apio, lechuga, cebolla Apio lechu

Ajo Aj A o Fresa, zanahoria, nabo, papa F Fresaza

Apio Col, poros, jitomate, pepino, betabel, acelga Calabaza Maíz, papa, albahaca, cebolla, ejote Cebolla B Betabel, pepino, lechuga, perejil, jitomate, zanahoria, fresa, poro, espinaca, calabaza

Col Betabel, ejote, papa, jitomate, apio, lechuga, pepino, poro

Apio Col

C l lab baza M Maí pa

C Col B Bet b l

Espárragos Espárragos Pepino, poro, jitomate, perejil Pepino

Espinaca E i pinaca Zanahoria, cebolla, nabo, rábano, papa, col, tomillo Z Zanah r

Fresa Ajo, espinaca, lechuga, tomillo

Hinojo Col, poro, cebolla, fresa, pepino

Ejote B Berenjenas, apio, espinaca, lechuga, nabo, rábano, zanahoria, col, fresa, maíz, papa Lechuga Betabel, pepino, fresa, cebolla, zanahoria, col, haba, poro, rábano

Maíz Frijol, calabaza, pepino, jitomate

Papa Ajo, col, judía, jitomate, apio, haba

Pepino Espárrago, apio, cebollín, lechuga, albahaca, col, maíz, hinojo

Rábano Zanahoria, espinaca, lechuga, jitomate, ejote, ajo, pepino, puerro Zanahoria Cebolla, lechuga, ejote, poro, rábano, perejil, jitomate, ajo

Fresa Ajo

Hi inoj jo C Col poro

L h ch g uga B Bet b l

Maíz Frijol cal

P Papa Aj A ocol

Pepino Espá

Rá áb bano Z Zanah r

Zanahoria Cebolla

Es importante complementar el diseño del huerto con plantas que protegen de la acción de ciertos insectos dañinos, ahuyentándolos con su olor o atrayéndolos por su color. Por esta razón, debemos sembrar una cantidad de hierbas de olor que, además de proveernos de condimentos para nuestros guisos, protegen el sembradío. Algunos ejemplos de estas hierbas son: hierbabuena, menta, mejorana, tomillo y romero, y las repelentes, como ajo y ruda.

En la práctica

Aprovechar el espacio En nuestro patio productivo, además de las camas biointensivas, debemos formar un cerco vivo con diversos árboles frutales como el plátano, los cítricos y arbustos productores de frutillas diversas y de enredaderas, como la vid, la granada china y el chayote. Este último nos proporciona el fruto; los brotes tiernos, como ensalada; y una vez que concluye su producción, su raíz, el chayotextle. También debemos asegurarnos de sembrar plantas rastreras –como la sandía, el melón, la calabaza– y trepadoras. Es decir, podemos aprovechar al máximo el espacio utilizando todos los niveles, desde el suelo hasta la copa de los árboles. Este diseño dependerá del clima local y la costumbre. La idea es contar con una diversidad de alimentos para todo el año.

Parte de la hortaliza puede cultivarse dentro del patio de la casa,6 por ejemplo, estableciendo un rincón tropical en donde se pueda cultivar plátano, chaya, jengibre y papaya. En lugares fríos, este espacio puede calentar la casa en invierno. Los balcones son buenos espacios para cultivar en aquellos sitios donde falta terreno, como en las zonas urbanas. Allí, se pueden sembrar hierbas de olor y plantas medicinales, como manzanilla, eneldo, epazote, etcétera.

theurbanhousewife.com

Cultivos de hierbas de olor y plantas medicinales

Árbol de naranja

Jean-Pol GRANDMONT en commons.wikimedia.org

Chayote

commons.wikimedia.org

6 Holger Hieronimi, Introducción a la permacultura, Tepoztlán, Tierramor / Ayotl, 2004.

Orientación del terreno Es preciso proteger nuestro huerto de las heladas, por lo que debemos evitar orientarlo hacia el norte. De ese lado, se recomienda sembrar arbustos que actúen como cortina rompevientos.

Para aprovechar la energía solar, es necesario diseñar las camas de manera que su orientación permita recibir el sol (que viene del este) a lo ancho.

En el próximo capítulo (V), abordaremos con mayor amplitud el tema del control orgánico de insectos nocivos. Ahora sólo mencionaremos algunos de los insectos benéficos que debemos cuidar para que nos ayuden a proteger los cultivos.

Uno de ellos es la voraz catarina, ya que pone sus huevos en grupos compactos, generalmente cerca de las colonias de pulgones; su dieta diaria es de entre 40 y 80 larvas de estas plagas. Otro es la crisopa, que también recibe el nombre de “león de los áfidos”, debido a la voracidad con que come pulgones, trips, cochinillas y huevos de insectos. La libélula es sumamente valiosa como depredador, y controla poblaciones de insectos como mosquitos y moscas.

Siembra Las semillas grandes, como las de sandía, melón, calabacitas, pepino, chícharo y frijol, pueden sembrarse de forma directa en la tierra. Las pequeñas, como las de tomate, chile, cilantro y perejil, se pueden sembrar al voleo. Otros tipos de semilla, como las de rábano, espinaca o zanahoria, se pueden sembrar a

Shutterstock

chorrillo, es decir, colocándolas en un pequeño surco en cantidad constante; y posteriormente, se aclarea, esto significa separar las matas a una distancia de 50 cm para que las plantas crezcan bien. También existe la forma de sembrar mateado “a tresbolillo”, en el que, dibujando un triángulo, se coloca una semilla en cada esquina. Este método tiene muchas ventajas, ya que no permite el crecimiento de maleza, por la sombra que proporciona, y disminuye la evaporación de la humedad.

Técnicas de siembra

Forma directa

Shutterstock

A chorrillo

www.verdeesvida.es Por voleo

siembraorganicadmf.blogspot.mx lineaalterna.com

Mateado o tresbolillo

Almácigo Sembrar en pequeños cajones y después trasplantar a las camas biointensivas es siempre recomendable por varias razones: se pueden cuidar y proteger las plántulas de ataques de hormigas u otros insectos, se utiliza menos agua, se ahorra tiempo y energía, y es fácil proteger las plántulas de la insolación excesiva, de las lluvias, las heladas y el granizo, que pueden dañar los brotes.

La plántula está lista para el trasplante después de tres a cinco semanas, una vez que ya cuenten con 4 pares de hojas. Para determinar estos 4 pares de hojas, las primeras no se consideran, y se cuentan desde que salen las siguientes. No se debe tocar el tallo, ya que éste es sumamente delicado. Para el trasplante, hay que esperar a que la pequeña plántula esté fuerte, y la actividad se debe realizar con sumo cuidado.

Se recomienda realizar unos pequeños agujeros, sacar la planta con una pequeña pala y sembrarla hasta enterrar las dos primeras hojas, que se conocen como hojas falsas. Se riega muy bien todos los días y se puede proteger con malla de sombra hasta que crezca.

Después de tres a cinco semanas, las plántulas están listas para ser transplantadas

Shutterstock

Shutterstock

Las plántulas se entierran en pequeños agujeros hasta cubrir las dos primeras hojas

Planta Siembra inicial Duración almácigo Distancia en camas Tiempo de cosecha Sembrar con No sembrar con

Acelga Almácigo 4 semanas 20 cm 10 semanas

Betabel Almácigo 4 semanas 10 cm 9 semanas Cebolla, col Frijol

Calabacita Almácigo 4 semanas 50 cm 8 semanas Maíz Papa, frijol

Cebolla Almácigo 10 semanas 10 cm 15 semanas Jitomate, lechuga Chícharo, frijol

Col Almácigo 6 semanas 40 cm 14 semanas Papa, cebolla Frijol

Espinaca Almácigo 4 semanas 20 cm 10 semanas Fresa

Jitomate Almácigo 6 semanas 50 cm 10 semanas Cebolla, zanahoria

Lechuga Almácigo 4 semanas 25 cm 12 semanas Rábano, zanahoria

Rábano Camas 5 cm 5 semanas Lechuga, chícharo Papa, col

Efecto de la Luna

Mucho se ha escuchado del efecto de la Luna para determinar la época de siembra o del trasplante. Los pueblos antiguos recomendaban tener en cuenta las fases de nuestro satélite en la agricultura, y hoy, en diferentes centros de investigación, se están haciendo estudios para corroborar este conocimiento empírico. De acuerdo con la tradición, en luna llena se siembran las semillas de germinación regular, y las de semilla de germinación temprano o tardía, se recomienda sembrarlas dos días antes de que sea luna nueva.

Según algunos saberes tradicionales, las plantas del almácigo deben trasplantarse en la cama biointensiva cuando ya tienen un tamaño adecuado y durante la luna llena, ya que es un momento propicio para el crecimiento de las raíces. También se ha señalado que el reflujo de las mareas tiene influencia en la floración, lo que puede deberse a la atracción lunar, que establece un ritmo de presión y depresión de la savia en los vegetales.

Luna nueva Cuarto creciente Luna llena Cuarto menguante

es.slideshare.net/agriculturaorganica2013/la-luna-jairo-restrepo-rivera

El flujo de la savia desciende y se concentra en la raíz

El flujo de la savia comienza a ascender y se concentra en tallos y ramas

El flujo de la savia asciende y se concentra en la copa, o sea, en las ramas, hojas, frutas y flores

El flujo de la savia comienza a descender y se concentra en tallos y ramas

Restrepo Rivera, 2005

De acuerdo con Restrepo Rivera:7

En términos generales, la luna creciente es tenida como la luna que conduce, proyecta, admite, construye, absorbe, inhala, almacena energía, acumula fuerza, invita al cuidado y al restablecimiento. La luna menguante es considerada como la luna que aclara, seca, suda o transpira, exhala, invita a la actividad y al gasto de energía. La mejor fase lunar para cosechar granos de frutales (café) con la finalidad de producir semillas es el cuarto menguante, hacia la luna nueva, pues los frutos ya han pasado por el mejor grado de maduración y aguantarán en su caso, que se deban secar y almacenar. Semillero y germinación. La mejor fase lunar para realizar las tareas de los semilleros para la producción de almácigos es el final de la luna nueva hacia el cuarto creciente (previo tratamiento de escarificación). Embolsado de almácigos. La mejor fase lunar para ejecutar el embolsado de las plántulas de los almácigos es el final de la luna nueva hacia el cuarto creciente, momento ideal para la estimulación de un buen desarrollo de las nuevas raíces y el sistema aéreo de las nuevas plantas.

7 Jairo Restrepo Rivera, “Influencia de las fases lunares en la dinámica de la savia de las plantas”, en La

Luna “El sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura”, Bogotá, Fundación Juquira Candirú, 2005. Disponible en: <es.slideshare.net/agriculturaorganica2013/la-luna-jairo-restrepo-rivera>.

Trasplante definitivo. El mejor momento para desarrollar esta actividad se localiza en el periodo extensivo de aguas arriba y de preferencia con énfasis en el periodo de mayor influencia del cuarto creciente. Los horarios más indicados están localizados en la mañana antes de las 10 de la mañana o después de las 4 de la tarde cuando el sol tenga menos intensidad.

Conclusión

Los niños, los maestros y los padres de familia ya pueden iniciar el establecimiento de su huerto escolar y familiar. Entre todos los participantes deben analizar y decidir cómo será su huerto, qué plantas tendrá y cómo se aprovecharán los tres niveles del espacio con diversas plantas.

El próximo capítulo profundizará en el manejo integral de insectos para mantener un equilibrio entre los que ayudan y los que destruyen el cultivo. Así, Huerto escolar en cada texto, incursionamos más en los principios básicos de la agricultura biointensiva y de la agroecología, cuyo seguimiento nos permite efectuar una producción de alimentos sustentable.

es.wfp.org

Bibliografía

ALCÁZAR Ocampo, Juan Carlos, Manual básico “Producción de hortalizas”, 2010. CARDONA, Gloria, Delicias vegetarianas de México, México, Editorial Pax, 2007. HIERONIMI, Holger, Introducción a la permacultura, Tepoztlán, Tierramor / Ayotl, 2004. MOLLISON, Bill, Permaculture. A Practical Guide for a Sustainable Future, Covelo, Island Press, 1990. ORTEGA, Alejandro, “Una dieta más completa y saludable. Hortalizas en casa”, en Ornamentales y Jardinería, vol. IX, núm. 36, enero-abril 2014. RESTREPO Rivera, Jairo, “Influencia de las fases lunares en la dinámica de la savia de las plantas”, en La Luna “El sol nocturno en los trópicos y su influencia en la agricultura”, Bogotá, Fundación Juquira Candirú, 2005. Disponible en: <es.slideshare.net/agriculturaorganica2013/ la-luna-jairo-restrepo-rivera>. RINCÓN Gallardo, Francisco, Huertos biointensivos, Xalapa, Universidad Veracruzana Intercultural, 2009. ROJAS, Carim, Ramiro Suárez y Lourdes Céspedes, Producción de hortalizas orgánicas en camas de doble excavación o cultivo biointensivo. “Nuestro huerto. Una forma de producir vida”, Fundación

Agrecol Andes [Bolivia]. Vía Campesina y Soberanía Alimentaria, <viacampesina.org/es/>.

This article is from: