5 minute read
Tres monstruos nahuas: el ajolote, el guajolote y el xoloitzcuintle
y significados
Tres monstruos nahuas:
EL AJOLOTE, EL GUAJOLOTE Y EL XOLOITZCUINTLE
Guillermo Hernández Santana*
¡Y decidí convertirme en axolote porque se escribe con x!
ROGER BARTRA
El náhuatl, también conocido como mexicano, es una len-
gua que floreció en el siglo XIII en el centro de México. Llegó a ser una lengua franca que los frailes franciscanos y sus estudiantes usaron en el siglo XVI en el colegio de Tlatelolco, donde se educaron los hijos de la nobleza indígena del centro de México. En ese mismo colegio se escribió el Códice Badiano de botánica y farmacología, además de la mayoría de los libros del Códice Florentino.
El náhuatl se caracteriza por ser una lengua aglutinante, esto implica que puede juntar varios elementos en una sola expresión. Por eso puede haber diez o quince sílabas juntas, por ejemplo: un término como tlatikuini ‘truena (el cielo)’ puede servir para formar una palabra larga como matlaxkaloltlatikuinalli, que se refiere a la cosa que suena cuando se le pega con la mano, es decir, la cosa que truena como el cielo. En las traducciones de náhuatl a español se pueden comparar más términos en español que en náhuatl, por ello, una línea con tres o cuatro palabras en náhuatl se puede traducir con diez o quince en español.
En náhuatl clásico y la mayoría de las variantes del náhuatl actual, hay una serie de términos relacionados entre sí por compartir la raíz -xolotl. Sin embargo, en otras lenguas, es decir, en otras representaciones del mundo, esto es muy distinto. Por ejemplo, en español no relacionaríamos un ajolote con un
glotopolitica .com
* Profesor de Lingüística en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y doctorante en el Posgrado de Antropología en la UNAM.
Shutterstock
Xolotl logró escapar y se metió al agua, donde se convirtió en una salamandra, cuya variedad mexicana es el ajolote o axolotl
Representación de Xolotl en la lámina 65 del Códice Borgia
El xolitzcuintle (lit. ‘monstruo niño’) fue el encargado de acompañar a las personas en su viaje al inframundo
Dominio público: commons.wikimedia.org
Shutterstock perro por pertenecer a un mismo campo semántico. Al parecer, en náhuatl sí es así. Los términos huey-xolotl, ‘viejo-monstruo’, a-xolotl, ‘agua-monstruo’, y xolo-itzcuintle, ‘monstruo-niño’, se relacionan entre sí. Se trata de nombres de animales en el mundo prehispánico y comparten la misma raíz. Además está el maguey de dos bases, que se denomina me-xolotl, ‘dos-monstruo’, y de éste se obtiene, entre otras cosas, el pulque. Otro elemento que incluye el término xolotl es la caña de maíz, que por sí sola se denomina xolotl en náhuatl clásico.
En la mitología náhuatl, Xolotl es el gemelo de Quetzalcóatl y es representado mediante la figura de un monstruo, así como por un perro que tiene en su pecho el glifo de Venus y está sentado sobre un águila. En su cabeza se encuentra el glifo de movimiento, que se relaciona con su habilidad para transitar entre el mundo de los vivos y los muertos. De acuerdo con Leopoldo Valiñas, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la
UNAM, el término xolotl se refiere a ‘sirviente’, y según el diccionario de Rémi Simeon (1977: 778), también se interpreta como esclavo. Así tenemos las expresiones noxolouh, ‘mi paje’, moxolouh, ‘tu criado’, y también ixolouh, ‘su esclavo’.
En la tradición oral, se trata de un personaje que, al escapar de la muerte, se convirtió en una mazorca. Posteriormente, esta deidad continuó su afán de esconderse y se convirtió en un maguey doble, el llamado mexolotl (lit. ‘dos monstruos’), hasta que logró escapar y se metió al agua, donde se convirtió en una salamandra, cuya variedad mexicana es el ajolote o axolotl. Todos estos elementos no sólo son la representación de la deidad; en realidad, tienen mucha relación con la comida de varias culturas del centro de México.
Xolotl también tuvo otra representación, el xolitzcuintle (lit. ‘monstruo niño’), quien fue el encargado de acompañar a las personas en su viaje al inframundo (De la Garza, 2014). De hecho, las piedras de jade en las tumbas de los nahuas eran símbolo del agua que los muertos necesitarían para este viaje. De forma similar que su gemelo Quetzalcóatl, Xolotl conocía la ruta que los muertos debían seguir a su destino y renacía como Venus.
Todos estos términos del mundo culinario náhuatl incluyen la raíz -xolotl, el xoloitzcuintle es una composición lingüística que incluye xolotl y escuincle. Con esta última forma se denomina a los niños en varias partes de México. El término guajolote proviene de una forma náhuatl que se puede dividir en el prefijo hue-, ‘grande’, y la raíz -xolotl. Mientras que el xolotl pequeño fue el xoloitzcuintle, el xolotl grande fue el guajolote. De Dominio público: commons.wikimedia .org igual forma, la leyenda de la creación del ajolote se remonta al personaje mitológico. Etimológicamente, el término axolotl se puede descomponer en atl, ‘agua’, y xolotl; entonces, una traducción posible sería ‘monstruo de agua’.
Las figuras del guajolote, el ajolote y el xoloitzcuintle no sólo estaban presentes en la mesa de los nahuas, sino en su cosmología, pues tanto los términos léxicos como la historia oral hacían referencia a la deidad. No sería raro que un náhuatl comenzara a contar la historia de cómo se creó el ajolote cuando se lo estuviera Las figuras del guajolote, el ajolote y el xoloitzcuintle no sólo comiendo en un taquito, o que se hiciera referencia a la deidad en estaban presentes en la mesa el momento en que degustara alguna parte de un xoloitzcuintle. de los nahuas, sino en su cosImagino también a un náhuatl sembrando en el barbecho mien- mología tras le explica a su hijo que el nombre de la caña de maíz se llama así porque es donde se escondió Xolotl la primera vez que intentó escapar de la muerte. Es probable que el guajolote y el ajolote no sólo le recordaran a un náhuatl su conexión con el mundo sagrado, el axis mundi que conecta los trece niveles del cielo y los nueve niveles del inframundo, pues cada vez que pronunciara el nombre de estos animales se haría referencia a la deidad. La invocación a lo sagrado en el mundo náhuatl existe en estos elementos culinarios, en estas representaciones de la deidad que están relacionadas con la mitología de los nahuas.
Referencias
BARTRA, R. (1987). La jaula de la melancolía. México: Grijalbo.
DE LA GARZA , M. (2014). El carácter sagrado del xoloitzcuintli entre los nahuas y los mayas. En:
Arqueología Mexicana, núm. 125, pp. 58-63.
SIMEON, R. (1977). Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana. México: Siglo XXI Editores.