10 minute read

Maleta pedagógica de respeto y equidad

Maleta pedagógica

DE RESPETO Y EQUIDAD

Alma Karla Sandoval Arizabalo*

La educación, como sabemos, es una aventura de la que nunca volvemos siendo los mismos. La maleta que llevemos es clave para disfrutarla, así que vamos a guardar en ella estrategias didácticas para formar un mundo más justo, donde todas y todos viajen gozando de los mismos derechos, con igualdad de opciones.

Shutterstock

a desigualdad entre hombres y mujeres nace de la confusión entre los conceptos de sexo, género, identidad genérica, y preferencia sexual. El primero tiene que ver con lo biológico, es decir, con el criterio que comúnmente se utiliza con los mamíferos u otros animales para distinguir entre machos y hembras. Como la especie humana diseña contratos sociales, se organiza en colectivo y es capaz de razonar para fundar naciones, leyes, sistemas de creencias religiosas, instituciones políticas, etc., queda claro que el género es la construcción de un conjunto de pautas de comportamiento o roles1 que deben seguir las personas a quienes se les asigna una determinada forma de estar en el mundo desde que se les determina como niños o niñas al nacer.

Sin embargo, existen pequeños que no se identifican con lo que se espera de ellos como varones, o jovencitas que rechazan los roles de servicio impuestos a las mujeres. Puede ser que los primeros opten por otro tipo de juguetes que no sean los tradicionalmente considerados como sólo para niños; también, que las segundas no sientan ninguna inclinación por jugar a las muñecas o a la comidita. Es esa manera de entender el mundo, dividiendo el género en dos opciones, lo que se entiende como binarismo y constriñe nuestra forma de ser, nuestras identidades, las cuales se admiten o no desde el género asignado, no elegido.

* Profesora de cátedra en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Cuernavaca. 1 Sobre todo, los llamados roles de género, que son funciones y papeles sociales que se cumplen cuando se actúa de acuerdo con definiciones de lo que debe ser femenino o masculino. Este deber está definido socioculturalmente de manera jerarquizada, desigual y no equitativa.

Unidas a esas nociones está la de preferencia sexual, es decir, la atracción que siente una persona por otra y que, aunque en su nombre se refiere al sexo, no se relaciona solamente con lo físico. Las formas en las que vivimos nuestra sexualidad como seres humanos poseen rituales de cortejo, pero también variados tipos de construcciones de orden psicoemocional que nos distinguen de otras especies.

Cuando se determina un conjunto de hábitos, de comportamientos o formas de proceder, y descubrimos que uno de los únicos dos géneros que se aceptan tradicionalmente, no posee las mismas oportunidades de desarrollo personal en cualquier ámbito de nuestras vidas, hablamos no sólo de injusticia social en lo que al respeto de los derechos humanos se refiere, sino de una desigualdad estructural que se refleja en el aula causando enormes problemas, tanto presentes como futuros, para todas y todos. ¿Cómo lograr esa igualdad en nuestros salones de clase?, ¿de qué manera explicar a nuestros estudiantes cómo operan estas diferencias desde casa? Hay diversas técnicas didácticas que abarcan desde el storyteller y la gamificación hasta otras estrategias que se tocarán en estas páginas. Es importante remarcar el enorme esfuerzo que en tiempos de pandemia y un poco antes han venido realizando cientos de profesores en nuestro país para darles a sus clases una perspectiva de igualdad de género. facebook.com/CulturaGobPue Un primer ejemplo es el de Vanessa Pizano, cuentacuentos que con títeres presenta la historia de Belén, una estudiante de ocho años quien le cuenta a su tía que está triste porque con la pandemia, no le da tiempo de hacer las cosas divertidas que más disfruta. Su familiar le responde con un relato, el de “Martina, vete a la cocina”,2 otra niña mexicana y risueña con algo que quiere cambiar porque:

Cuando despierta, al primer libro tocar, alguien se para en la puerta diciéndole el mismo cantar: “¡Martina, limpia la vitrina! ¡Ya te lo he dicho antes, deja esos libros y vete a lavar los trastes!, Martina, no desobedezcas. Los libros no son para las niñas, tú vete a la cocina, eso te ayudará cuando crezcas”. Y fue creciendo Martina, de su cuarto al lavadero y del lavadero a la cocina. De barrer y sacudir, a lavar y zurcir. Siempre había algo que exprimir antes que sus ideas poder es-

2 La Secretaría de Cultura de Puebla transmitió esa función en su página de Facebook el pasado 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Se puede acceder desde esta liga: https:// cutt.ly/scMYDEO

cribir. Siempre había harto quehacer, antes de su libro favorito poder leer…

He ahí el comienzo no sólo de un cuento entretenido, sino de una profunda reflexión que muestra cómo los espacios del trabajo facebook.com/CulturaGobPue doméstico frecuentemente no son habitados por los niños. Para que lo anterior quede más claro, se propone que todos los integrantes del grupo dibujen su casa dividida en secciones como la sala, el comedor, la cocina, las recámaras, y pongan unas huellas o puntitos, donde más tiempo pasa cada integrante de la familia. También se pueden dibujar dos relojes y en el primero marcar las horas de sueño y en el segundo, las horas de estudio, de juego, de tareas domésticas. Cuando se comparten con los demás, los resultados pueden llegar a sorprender, pues, como sabemos, las áreas comunes no son muy habitadas que digamos por el sexo femenino.

Las ideas clave de estas didácticas en las que el dibujo o los cómics, las sopas de letras, los puzles (rompecabezas), la lotería, funcionan muy bien en niveles básicos de educación, son las siguientes:

Aprendemos a ser mujeres y hombres

Como se mencionó líneas arriba, no nacemos con la idea integrada de cómo debemos ser, sino que ésta se va moldeando, muchas veces se nos va exigiendo, por lo que un set de actividades3 muy funcionales implica: a) Dar a conocer en el grupo el concepto de género. b) Contar una historia en la que todo el grupo de escuchas ayuda al personaje principal a definir qué es una niña o un niño, sus características físicas, cómo hablan, cómo se comportan, a qué suelen jugar, qué les gusta hacer. c) Una vez fuera del relato, ya con todas las respuestas, se propone una conversación en donde se analizan dichos rasgos para llegar a la conclusión de que en verdad hay más similitudes que diferencias, que en verdad los juguetes, así como los juegos, no tienen género.

3 Propuesta probada en grupo por la profesora Karina Ayala Soto, de la escuela primaria pública Profesor Otilio Montaño, ubicada en Temixco, Morelos, en el 3º A de ese plantel.

Shutterstock

d) Para finalizar, se les pide a los estudiantes que ilustren en un cartel lo que entendieron. Con todos los que se reúnan, se puede abrir una galería.

Somos diferentes, pero no desiguales

Si bien las diferencias anatómicas están presentes en la noción de sexo, también es verdad que los estudiantes, hombres y mujeres, poseen estaturas distintas, complexiones diversas, color de ojos, cabello o piel diferentes, y ello no es razón para que unos puedan gozar de privilegios o de más derechos que otros. Con el objetivo de sensibilizar al respecto, se propone: a) Un juego de lotería por grupos de dos a cinco integrantes o una dinámica para equipos más grandes. Está inspirado en el bingo y los participantes tendrán que ir tachando personajes de sus cartones a medida que van apareciendo. Dispone además de un glosario en el que están explicados los distintos personajes y objetos relacionados con las profesiones, que buscan reivindicar que tanto hombres como mujeres, de cualquier país y condición racial, pueden desempeñar cualquier oficio. Está dirigido a mayores de ocho años. b) Una vez que un estudiante grita ¡lotería!, se les hacen las siguientes preguntas: ¿creen que existen profesiones que sólo las mujeres pueden ejercer?, ¿realmente los hombres y las mujeres poseen habilidades diferentes?, ¿saben qué es un estereotipo? c) Las reflexiones finales deben encauzarse al propósito de crear consciencia de que, si pensamos en profesiones que supuestamente son sólo para ellas o sólo para ellos, nuestras opciones serán menos y perderemos libertad.

www.amazon.com.mx

Equidad de género para prevenir conflictos

Las actividades en torno a erradicar la desigualdad entre hombres y mujeres pueden ser muy creativas. De hecho, en la guía titulada Equidad de género y prevención de la violencia en preescolar,4 editada por la SEP en colaboración con la UNAM, se propone un amplio catálogo de estrategias didácticas, las cuales, más que una maleta, son un armario

4 Un documento exhaustivo y bien cuidado que se puede consultar aquí: https://cutt.ly/JcMn9LQ

pedagógico completo. Una de tantas actividades (adecuada tanto para las educadoras, como para docentes de primaria y secundaria, así como para el alumnado de quinto de primaria en adelante) consiste en jugar a cambiar la letra de canciones o refranes sexistas5 que por desgracia se han enquistado en nuestra cultura, sustituyéndola por otra basada en la equidad de género. Por ejemplo:

A la mujer y al ladrón, quitarles la ocasión.

El hombre no ha de ser de dichos, sino de hechos.

A la mujer, ni todo el amor ni todo el dinero.

El hombre que sabe, pronto sobresale.

El que presta la mujer para bailar o el caballo para torear, no tiene que reclamar.

El que de veras es hombre, no le busca pico al jarro.

Entre la mujer y el gato, ni a cuál ir de más ingrato.

El objetivo de esta dinámica es proponer una reflexión a partir de la creación literaria para comprender el peligro de los mandatos patriarcales y entender que están en todos lados. La modificación de estos refranes se puede hacer en parejas o de forma individual. Luego se leen en voz alta. Cuando se aplica a grupos de alumnos y alumnas, pasan un gran momento sintiéndose tratados como escritores y siendo retados intelectualmente de manera divertida.

Otras actividades para fomentar el respeto podrían ser: 6

5 Por sexismo se entiende un conjunto de métodos empleados para mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación a una persona o conjunto de personas con base en su sexo. 6 Se pueden encontrar en el blog de Educo: https://cutt.ly/ZcMQuHT

La caja de limones

Esta actividad se puede hacer con otras frutas como naranjas o manzanas. Se entrega un limón a cada integrante del grupo y se le pide que lo mire atentamente para que después pueda reconocerlo. Se reúnen todos los limones en una caja para que cada niña y niño encuentre el suyo. Seguramente lo harán sin problema. A continuación, se pelan los limones, se devuelven a la caja, y niños y niñas deben buscar el suyo. La idea es enseñar que todas las personas son iguales en su interior, que no importan las diferencias externas.

Las acciones para fomentar el respeto

Este juego consiste en contarle al grupo que cuando nos tratamos con respeto, las relaciones entre las personas son mejores. A continuación, cada niño y cada niña debe escribir una lista con dos columnas: en una columna anotará las cosas que se deben hacer para tratar a la gente con respeto (por ejemplo, escuchar con atención) y en la otra las cosas que se deben evitar (por ejemplo, insultar, burlarse de otro compañero o compañera). Es importante que se lea cada lista y se pongan en común las opiniones.

Shutterstock

Las fotos de igualdad

¿Qué mejor forma que ilustrar la perspectiva de género que con fotos? Este juego es una forma divertida y sencilla para enseñar este importante valor. Se necesitan hojas de colores, pegamento y revistas viejas. Los alumnos y alumnas deberán recortar fotografías que ilustren escenas de equidad, por ejemplo, hombres realizando actividades que los muestren sensibles, cariñosos, dependientes y hogareños; y mujeres en posiciones de liderazgo, autónomas, fuertes, valientes.

Como nos hemos dado cuenta, la sensibilización al tocar estos temas resulta fundamental. Por ello es necesario, antes que nada, ir disolviendo nuestros antiguos sistemas de creencias que en el pasado limitaban a las y los estudiantes por el simple hecho de pertenecer a uno u otro género. De igual forma, los profesores solíamos educar desde sesgos7 de género sin percatarnos de ello debido al peligroso binarismo, un ingrediente básico en la sopa envenenada de las violencias que derivan en pérdidas humanas.

7 Sesgo significa torcimiento de una cosa hacia un lado, por lo que un sesgo de género implicaría el forzamiento de discursos, prácticas y representaciones culturales para favorecer, en detrimento del otro, ora lo masculino, ora la femenino.

This article is from: