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¿La muerte del cine?

El cine está muerto. Lo dice y sostiene el realizador galés Peter Greenaway, quien es, paradójicamente, autor de algunos de los filmes más representativos del siglo xx.

Greenaway asegura que aquellas proyecciones que ocurren en la oscuridad, sobre una pantalla inmensa, con el sonido alto y que se disfrutan en compañía de otras, otros, otres… viven sus últimos días. El director asevera que hoy no hace falta “la oscuridad”, pues las películas se ven en televisión, en dvd, en streaming, en smartphones, a solas y de manera fragmentada. A las nuevas generaciones no les interesa consumir un producto fastuoso, sino, objetos visuales y culturales que son más cercanos e inmediatos a ellos. Es la era de la «desacralización» de la sala de cine... del mundo. Ahora, la accesibilidad lo es todo, y plataformas de streaming como Netflix, Amazon Prime, y la “novedosa” Disney+ ofrecen no solo un amplio catálogo de filmes y series, sino que los usuarios pueden acceder cuando quieran, en donde quieran, como quieran y cuantas veces lo deseen.

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Entonces, ¿Greenaway tiene razón? Vaya, si bien las salas cinematográficas están en franca crisis, está claro que no perderán su atractivo de un día a otro. Es agradable salir de casa para ir al cine con los amigos y socializar, además, el encierro por la pandemia de covid ha acrecentado esa necesidad de ver y estar con el otro. Asimismo, su producto no se limita únicamente a proyectar películas de estreno. Su oferta de valor es mucho más amplia: pantallas enormes, sonido nítido, butacas cómodas, palomitas, golosinas y otras mercancías. Se trata de una experiencia. En ese sentido, los cines mexicanos, y en particular Cinépolis, han sido pioneros en reconocer que tienen que brindar una amplia y grata experiencia a sus clientes para motivarlos a salir a la calle y comprar un boleto. De aquí innovaciones como las salas vip, tomar un trago, comer algo más que comida chatarra, reincorporar la nostalgia por un gaznate, compra en línea vía apps, reservar el asiento favorito, tener numerados y salas 4d con excelente calidad visual y acústica.

Lo que está cambiando y punzando el statu quo de la industria del cine, es la producción y distribución tradicional de filmes…

NETFLIX: DECONSTRUIR LA IDEA DE LA PANTALLA ÚNICA Y ROMPER CON LA NARRATIVA TRADICIONAL DEL CINE

La compañía Netflix ha supuesto un cambio disruptivo en la forma en la que el consumidor se relaciona con los productos culturales audiovisuales. La plataforma revolucionó la televisión abierta y la televisión de paga. Pero, ¿hará lo mismo con la industria del cine?

La plataforma ha sabido colocarse de una manera efectiva entre las audiencias, ya que cuenta con producciones de calidad, propuestas arriesgadas y una lectura sofisticada del big data para convertirlo en small data. Podría decirse que esta última característica es el quid del éxito que Netflix tiene. La lectura de datos le ha permitido crear y responder a nuevas demandas de consumo.

De acuerdo con un análisis realizado por capabilia.org, la forma en la que Netflix aprende de sus usuarios le permitió crear una serie de algoritmos que no solo mejoran la experiencia de uso, sino que la personalizan, haciendo que cada suscriptor tenga un canal creado y mejorado efectivamente con base en sus preferencias personales.

Lee el artículo completo en nuestro ejemplar digital 09: MERCADOS.

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