Imágenes que recogen el ritmo de la calle y plasman la imagen de la vida colectiva en movimiento, que se desplaza de ojo a ojo en su búsqueda incesante de razones para no detenerse. La vitalidad de los niños en las callejuelas de la ciudad y un esfuerzo múltiple de adaptación y resistencia. Todo ello es La Habana.
Una visión profunda y personal del autor sobre una emblemática ciudad con muchas caras y sentimientos que se reflejan en cada uno de los rostros de los que allí viven. Un viaje a lo más profundo del carácter de esta urbe.