Carl Jung

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B I O G R A F Í A I LU ST R A DA CO N F R AG M E N TO S D E S U S E S C R I T O S , C A R TA S Y P I N T U R A S

CARL JUNG PSIQUIATRA PIONERO, ARTESANO DEL ALMA

CLAIRE C LAIRE D UNNE Prólogo de OLIVIER BERNIER Introducción de JEAN HOUSTON


Título original: Carl Jung – Wounded Healer of the Soul Edición: Sandra Rigby Fiona Robertson Diseño: Luana Gobbo Gail Jones Traducción: Teresa Jarrín Rodríguez Revisión de la edición en lengua española: Carmen Cañardo Cervera Psicóloga clínica

Coordinación de la edición en lengua española: Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2012 © 2012 Art Blume, S.L. Av. Mare de Déu de Lorda, 20 08034 Barcelona Tel. 93 205 40 00 Fax 93 205 14 41 e-mail: info@blume.net © 2012 Watkins Publishing, Londres © 2000, 2012 del texto Claire Dunne © 2012 del prólogo Olivier Bernier © 2000, 2012 de la introducción Jean Houston ISBN: 978-84-9801-642-0 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor. WWW.BLUME.NET Preservamos el medio ambiente. En la producción de nuestros libros procuramos, con el máximo empeño, cumplir con los requisitos medioambientales que promueven la conservación y el uso responsable de los bosques, en especial de los bosques primarios. Asimismo, en nuestra preocupación por el planeta, intentamos emplear al máximo materiales reciclados, y solicitamos a nuestros proveedores que usen materiales de manufactura cuya fabricación esté libre de cloro elemental (ECF) o de metales pesados, entre otros. PÁGINA

2: El alquimista; Splendor solis, de Salomón Trismosin, 1582.


CARL JUNG PSIQUIATRA PIONERO, ARTESANO DEL ALMA

C L AI R E D UNNE Prólogo de OLIVIER BERNIER Introducción de JEAN HOUSTON


CONTENIDO

Prólogo 9

Segunda parte: El sanador 80

Prefacio a la nueva edición 11

Preludio 83

Introducción 17

Culturas primitivas 87 Bollingen 94 Metáforas 96 Antecedentes históricos 98 Reminiscencias 101 El proceso de individuación 105 El sanador en la práctica 117 Ayudantes: Emma, Toni 128 Vida familiar 133 Reminiscencias 134 La lucha 139 Verano en la India 146

Primera parte: Herido 20 Preludio 23 Infancia 25 Adolescencia 33 Estudios 39 Primeras obras 43 Emma 45 Jung y Freud 48 La caída 67 Toni 72 El paso adelante 74


Tercera parte: Del alma 150 Visiones 153 Reminiscencias de la posguerra 160 Respuesta a Job 169 Jung y el cristianismo 177 La sincronicidad 184 Cartas 196 Toni 199 Cuadro décadas después 204 Emma 209 Mysterium coniunctionis 213 Últimas compañías 218 Recuerdos, sueños, pensamientos 224 El ser humano 226 Jung y Dios 230

Notas 248

Última obra 236

Índice temático 257

Pequeños consuelos 237

Fuentes 264

Autoevaluación 242

Agradecimientos de la autora

Retorno a la fuente 244

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Es cierto, una fuerza natural se expresa a través de mí –yo soy solo su canal–, y puedo imaginar muchas circunstancias en las que yo podría parecer siniestro ante los ojos de los demás. Por ejemplo, si la vida ha llevado a alguien a adoptar una actitud artificial, entonces no sería capaz de soportarme, porque soy un ser natural. Por mi sola presencia cristalizo; soy un fermento. El inconsciente de las personas que viven de un modo artificial me detecta como un peligro. Cualquier cosa sobre mí les irrita: mi modo de hablar, de reírme. Detectan lo natural.1

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CARL JUNG: psiquiatra pionero, ar tesano del alma


PRELUDIO Cuando Carl Gustav Jung hablaba de sí mismo como de un «ser natural», tenía sesenta y seis años. Para entonces, era famoso en todo el mundo y controvertido, el primer psiquiatra moderno que reconocía que la psique humana era «religiosa por naturaleza» y que la había explorado en profundidad. Él mismo se describía como «empirista» y «sanador de almas». Penetraba los reductos interiores de sí mismo y de sus pacientes, vinculaba su experiencia a culturas y escritos antiguos de todo el mundo y ofrecía sus descubrimientos a un mundo que los recibía con perplejidad. En una carta escribió:

El principal interés de mi obra no es el tratamiento de la neurosis, sino el acercamiento a lo numinoso... [que] es la terapia real.2 Jung nos enseña que: • El hombre necesita convertirse en su yo completo para vivir con plenitud. • Dios necesita al hombre como espejo de su creación para ayudarla a evolucionar. • El ser humano pleno está abierto a Dios como cocreador. La gente que lo conocía daba fe de que era un ejemplo viviente de su propia psicología. A la vez humano, falible y grande, vivía en dos mundos: enraizado en la tierra y centrado espiritualmente. Veía las dos «vidas», la exterior y la interior, como el estado natural de la humanidad realizada. La obra de Jung refleja su vida. De sí mismo dijo: «Soy un choque de opuestos». En el transcurso de su larga vida aprendió a vivir y a reconciliar esas polaridades en una unidad plena. A la edad de ochenta y cuatro años, comentó a propósito de este largo recorrido:

Tardé largo tiempo en bajar de las nubes y aterrizar en la realidad. En mi caso, el peregrinaje consistió en tener que descender miles de escaleras hasta que pude alargar la mano y tocar el pedacito de barro que soy.3

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20: Autorretrato; detalle de una pintura de Francesco Clemente, 1982.

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21: Carl Gustav Jung (1875-1961) en su jardín de Küsnacht, Suiza, 1930.

PRIMERA PARTE: Herido - PRELUDIO 23


Es la oposición manifiesta de la criatura a la pléroma y su nada. [...] Es la vida de la criatura. Es la operación de diferenciación. Es el amor del hombre. [...] Es la apariencia y la sombra del hombre. Es realidad ilusoria.77

Si la sensación de aislamiento de Jung comenzó con la experiencia de los sueños de la infancia, alcanzó un punto culminante en los años de las imágenes interiores. Se había visto obligado a experimentar un proceso inconsciente sin saber lo que significaba ni a dónde le conducía. La brecha entre el mundo interior y el exterior parecía irreconciliable; su interacción, aún desconocida. Una vaga comprensión de todo aquello empezó a manifestarse en los dos últimos años de la guerra, estando destinado en el mando del servicio médico de un campo de internamiento británico en Suiza. Todas las mañanas trazaba en una libreta un dibujo circular que parecía corresponderse con su situación interior en aquel momento. Lo llamaba mandala, palabra sánscrita que significa «círculo». Los mandalas constan de distintos patrones que irradian desde un punto central. Jung descubrió que eran símbolos universales de la energía de la forma humana:

Con la ayuda de estos dibujos, podía observar mis transformaciones psíquicas diarias. [...] Mis mandalas eran criptogramas sobre el estado de mi ser. [...] En ellos veía el sí-mismo –es decir, mi ser completo– en acción. Desde luego, al principio solo podía entenderlos de una forma vaga, pero me parecían muy significativos, y los guardaba como preciadas perlas. Tenía una sensación muy clara de que eran algo fundamental. [...] Solo poco a poco descubrí lo que era realmente un mandala: «Formación, Transformación, eterna recreación de la Mente Eterna», y eso es el sí-mismo, la personalidad completa. [...] El sí-mismo, pensé, es como la mónada que soy y la mónada que es mi mundo. El mandala representa esta mónada y se corresponde con la naturaleza microcósmica de la psique.78 La totalidad del viaje interior de Jung está registrada en El libro rojo, escrito en letra caligráfica e ilustrado con numerosas pinturas sobre lo que experimentó. Con los «Siete sermones a los muertos», se publicó por primera vez en 2009, como facsímil del original.

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CARL JUNG: psiquiatra pionero, ar tesano del alma


Systema Munditotius; pintura de C. G. Jung, 1916. El primer mandala de Jung de El libro rojo. Representa el sí-mismo completo y su relación con el universo.

Los años en los que estaba buscando mis imágenes interiores fueron los más importantes de mi vida: en ellos, se decidió todo lo esencial. [...] Fue entonces cuando dejé de pertenecer solo a mí mismo, dejé de tener derecho a ello. A partir de entonces, mi vida perteneció a la generalidad. El conocimiento con el que estaba tratando, o que estaba buscando, aún no podía encontrarse en la ciencia de aquellos días. Yo mismo tuve que pasar por la experiencia original y, además, tratar de plantar los resultados de mi experiencia en el suelo de la realidad. [...] Fue entonces cuando me entregué al servicio de la psique. Lo amaba y lo odiaba, pero era mi mayor riqueza. Mi entrega a ello [...] era la única manera de poder soportar mi existencia y de vivir lo más plenamente posible. [...] He tardado casi cuarenta y cinco años en destilar dentro del recipiente de mi trabajo científico las cosas que experimenté y anoté por aquel entonces. [...] Aquella fue la materia prima sobre la que me vi compelido a trabajar. [...] Fue la materia prima para el trabajo de toda una vida.79

PRIMERA PARTE: Herido - EL PASO ADELANTE 79


Xilografía del cometa de 1299, del Liber chronicarum mundi, Nuremberg, 1493. Jung experimentó sueños de cataclismos. Tras el fin de la primera guerra mundial, tuvo presentimientos de crisis que sobrevendrían y estallarían en la década de 1940, momento en que el mundo entraría en la Era de Acuario.

Este se sumó a otro «sueño visionario» que le había acosado desde 1910, tras la declaración de paz de la primera guerra mundial:

Estaba volviendo a Suiza de un viaje por Alemania. Tenía el cuerpo cubierto de quemaduras y la ropa estaba también quemada y llena de agujeros, porque había visto caer del cielo una lluvia de fuego que consumía las ciudades de Alemania. Tuve el presentimiento de que el año crucial sería 1940.163 A Peter Bayne, su amigo íntimo de Inglaterra, le escribió en 1940:

Querido Peter: Este es el año fatídico que he estado temiendo desde hace más de veinticinco años. No sabía que sería tan desastroso. Aunque desde 1918 sabía que un fuego terrible se extendería por toda Europa comenzando por el noreste, no tengo visión de más allá de 1940 sobre el destino de Europa. Esta fecha me recuerda al gigantesco terremoto del año 26 a. C. que derrumbó el gran templo de Karnak y que fue el preludio de la destrucción de todos los templos porque había comenzado una nueva era. 1940 es el año en que nos aproximamos al meridiano de la primera estrella en Acuario. Es el terremoto premonitorio de la Nueva Era. [...] Es difícil ser viejo en estos tiempos. Por un lado, uno se siente inútil; por otro, felizmente alejado de este mundo. Me gusta la naturaleza, pero no el mundo del hombre ni el mundo que será. [...] En otoño reanudo mis charlas [...] ¡sobre el proceso de individuación en la Edad Media! Es lo único mío que podría decirse que está al día. Detesto el nuevo estilo, el nuevo arte, la nueva música, la nueva literatura y la nueva política, y, por encima de todo, al nuevo hombre. Es la vieja bestia que no ha cambiado desde la época de los trogloditas. Mi querido Peter, ¡estoy contigo y con la vieja Inglaterra!164

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CARL JUNG: psiquiatra pionero, ar tesano del alma


En 1944, Jung, con sesenta y nueve años, tuvo un ataque al corazón y estuvo a las puertas de la muerte varias semanas. Mientras, en su vida interior, se produjeron una serie de visiones:

Me pareció que estaba arriba, en el espacio. Muy abajo veía el globo terráqueo bañado en una gloriosa luz azul. Veía el profundo mar azul y los continentes. [...] La visión de la Tierra desde esta altura era la cosa más gloriosa que nunca haya contemplado. Después de observarla un rato, me di la vuelta. [...] A poca distancia vi en el espacio un tremendo bloque de piedra oscura, como un meteorito. Era aproximadamente del tamaño de mi casa, o incluso mayor. Flotaba en el espacio y yo mismo flotaba también. [...] Una entrada me llevó a una pequeña antecámara. A la derecha de la entrada había un hindú negro sentado en silencio y en la postu-

Jaina sentado; mármol, Tirhankara, India. Tras un grave ataque al corazón a los sesenta y nueve años, la vida interior de Jung se volvió si cabe aún más vívida. En una visión, se encontró con un yogui sentado que meditaba y que le señaló el camino del autoconocimiento.

TERCERA PARTE: Del alma - VISIONES 155


«La presentación más completa y atractiva de Jung para el público general desde El hombre y sus símbolos. [...] Un libro de texto popular, perfecto para estudiantes universitarios». John Beebe, presidente del Instituto C. G. Jung de San Francisco

«Claire Dunne logra captar los rasgos esenciales de la vida de Jung y el sólido logro que supuso su obra». Dr. Murray Stein, analista junguiano

«Excelente. La mejor [biografía de Jung] que existe hasta el momento!». Robert A. Johnson, analista y escritor junguiano

Biografía ilustrada de Carl Jung, uno de los pensadores más influyentes y uno de los padres fundadores de la psicología. • Ofrece una visión única de la vida y la obra de Jung, con generosos fragmentos de sus escritos y sus cartas, además de reproducciones a color de sus pinturas.

• Revela a Jung tal y como lo veían quienes mejor lo conocían, como su amigo y mentor Freud, sus pacientes y las dos mujeres de su vida: Emma Jung y Toni Wolff.

• Contiene material gráfico espléndido, que refleja las enseñanzas de Jung e incluye arte de las culturas indígenas y del mundo antiguo.

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ISBN 978-84-9801-642-0

9 788498 016420


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