Llegada de un Beagle
Gabriel Alberto Medina Sánchez
T
odos nos entusiasmamos con la llegada de un cachorro a nuestras vidas. Nadie tiene la menor duda que es una experiencia maravillosa, pero conlleva grandes responsabilidades que durarán igual que la vida de nuestro fiel compañero. Esta responsabilidad no sólo será del dueño, sino de toda familia que vaya a vivir con el cachorro, por eso es muy importante informarse sobre la raza que se va a adquirir, lo relevante de los criadores y la procedencia del cachorro. Los beagles son perros que han ganado popularidad por su irresistible ternura, misma que manifiestan durante toda su vida, pero esta ternura no es apta para cualquier dueño o familia. La FCI (Fédération Cynologique Internationale) los incluye en el Grupo 6: perros tipo sabuesos, perros de rastro y semejantes, siendo estos perros tipo sabueso de talla pequeña. Son perros activos, alegres, muy impulsivos, un tanto independientes, de temperamento equilibrado, vigilantes, pero nunca agresivos. Son perros que se utilizan para cazar liebres siguiendo el rastro. Por eso, la familia que adquiera un Beagle no puede ser sedentaria, tiene que ser una familia activa, que adore salir a realizar deportes al aire libre, que lleve a su perro de paseo y que le dedique tiempo suficiente para no desarrollar conductas indeseadas. Su instinto cazador lo lleva a ser muy malo relacionándose con otras mascotas de pequeño porte que puedan servirle de presa, sin embargo, se llevan muy bien con perros de otras razas y de gran tamaño. Has decidido tener un Beagle como mascota y si eres un dueño apto para la raza, tendrás a una fiel mascota durante muchos años. No es una raza muy exigente en cuanto a los cuidados, y
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