Ronda el viento de bolina
Santiago J. Muggli
E der
Ronda el viento de bolina
colecci贸n versos
Santiago J. Muggli
Ronda el viento de bolina colecci贸n versos
E der
Muggli, Santiago J. Ronda el viento de bolina / Santiago Muggli ; edición literaria a cargo de Enrique Aramburu. - 1a ed. - Buenos Aires : Eder, 2010. 64 p. ; 20x14 cm. - (Versos) isbn 978-987-26172-1-9 1. Poesía Argentina. I. Aramburu Enrique, ed. lit. II. Título cdd A861
Fecha de catalogación: 10/11/2010 Edición y diseño de colección: Javier Beramendi Edición al cuidado de: Enrique Aramburu © 2010, eder Perú 89, 5° piso. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfonos (011) 4-958-4360 / 15-5-752-3843 editorial_eder@yahoo.com Reservados todos los derechos. Queda prohibida, sin autorización expresa de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723 Impreso en Argentina isbn 978-987-26172-1-9
A mi madre, MarĂa Susana Muggli
Rasgos biográficos
Santiago Jorge Muggli nació el 1 de junio de 1897 en la pedanía de Lovoy, Departamento de Unión en la provincia de Córdoba, hijo de Jacobo Muggli, de treinta y ocho años y Louise Nöllmann, de veintitrés. Su nacimiento se atestiguó por acta ante el Juzgado de Paz de Lovoy que se archivó bajo el número 1 del primer libro de actas del Registro Civil de Canals el 5 de julio del mismo año. 9
Su padre se había dedicado a las tareas agropecuarias y su madre tocaba el piano. Tuvo dos hermanos: Arturo y Matilde. Sus abuelos eran Jacobo Muggli y Cecilia Wiederkehr, suizos, y Jorge Nöllmann y Edviges von Bruckhausen, alemanes. Ambas abuelas estaban vivas al nacer él. Sus primeros estudios fueron en el colegio salesiano de Tandil, como pupilo, y preparó el ingreso en la Escuela Naval en la Academia Luis Pastor. Empieza su «Estadística de estampillas» en enero de 1911 con 244. Transcurren sus estudios terciarios en Río Santiago, donde formó parte de la promoción 46ª del Cuerpo General. De esa época de su vida contaba algunas anécdotas como la forma de realizar los castigos, parados en el patio cubierto en la posición militar de firmes, con fusil al hombro, después de que el resto de los aspirantes (así se llamaban en la época) se 10
hubiera ido a dormir. Otra de sus anécdotas era una marcha al trote de todo el cuerpo de cadetes de la Escuela Naval desde la ciudad de La Plata hasta el embarcadero en Río Santiago al mando del Jefe de Cuerpo. Realizó el decimoctavo viaje de instrucción de la Fragata «Sarmiento», que fue anunciado, con los retratos de los aspirantes del cuerpo general incluidos, en el número de la revista Caras y caretas del 17 de abril de 1920. El viaje se realizó en dos etapas; de abril a julio de 1920 recorrieron la costa patagónica y de julio de ese año hasta enero de 1921 navegaron por la costa oriental de África, pasando por el canal de Suez y volviendo por el Mediterráneo, Portugal y Brasil. Navegaron un total de 22.947 millas marinas con ese buque. Al llegar se recibió de Guardiamarina, primer grado de oficial de la Armada Argentina. Dicho viaje de estudios le inspiró alguno de sus poemas, que dedicó al buque. 11
Fue de inmediato destinado al acorazado «Moreno» donde estuvo hasta que fue trasladado al crucero acorazado «San Martín», que estaba en desarme y al siguiente año fue reactivado, incorporándoselo a la División de Adiestramiento e Instrucción. Luego, pasó, ya como Alférez de Fragata, al crucero acorazado «Garibaldi». Desde los buques en que estaba enviaba dibujos a la tinta china a su novia en la ciudad de Punta Alta. En julio de 1923 lo vemos prestando servicios en el acorazado «Brown», que bajo el comando del Capitán de Fragata Tulio Guzmán forma parte de la División Buques Escuela. El 22 de diciembre de 1924 se casa con Adriana Esther Torrontegui, de una conocida y emprendedora familia de origen vasco establecida en Punta Alta, pueblo al lado de la base naval donde prestaba servicios, que se conocía entonces como Puerto Militar, actual Puerto Belgrano. El 1 de 12
enero de 1925 aparece como destinado en el crucero «Patria», que estaba dedicado a tareas hidrográficas de relevamiento de la costa patagónica. En 1926 reside con su esposa en la ciudad de La Plata en la calle 60, a pocas cuadras del Bosque de la ciudad, donde nace su hija mayor, María Susana. Pasa a situación de retiro el 17 de noviembre de 1927. El 17 de enero de 1928 llega a las 13.354 estampillas en su inventario, que llevó prolijamente durante esos años. Ya retirado de la Armada, se establece en distintos barrios de Buenos Aires: en la calle Neuquén de Caballito, en San Nicolás y Bacacay, en la calle Georgetown nuevamente en Caballito, en Mercedes 4450 de Devoto, en Villa del Parque en la calle Pedro Varela, en Allende y Pedro Morán y finalmente en el barrio de Devoto en la calle Allende 3491, donde lo conocimos. En la década del 40 es nombrado en la 13
División Armamento de la Corporación Argentina de Productores de carne por intervención de su amigo y compañero de la Academia Pastor, el coronel Mittelbach, donde realiza trabajos para la Sección Técnica. A pedido del presidente de la Corporación elabora el Reglamento de la División Armamento con sus secciones. Como traza de su paso por la administración pública quedan algunos testimonios que indican que las personas que él destituía al poco tiempo volvían a desempeñarse en la empresa. Jamás quiso utilizar el coche oficial para viajes privados. En su última residencia en Devoto se ocupaba de alquilar casas de vacaciones en Córdoba. Era un gran caminador por la ciudad de Buenos Aires y en Córdoba, donde recorría personalmente las propiedades que le daban en alquiler; pero en sus últimas épocas salía solamente una vez por mes de su casa. 14
Rasgos de carácter
Era muy sensible con los animales y le gustaba la música clásica; pero su carácter explotaba a veces por motivo banales. Disfrutaba tanto de un teorema como de leer poesía. También le gustaba la política nacional e internacional. Juntaba papeles con datos interesantes y los guardaba en cajas para volver a leerlos. No tenía mucha paciencia para enseñar; pero leía mucho y escuchaba música. Tam15
bién en su jueventud se dedicó a la fotografía y a dibujar, cosa que hacía muy bien. Su poesía Va desde su primera juventud hasta la década del 30. Los dos poemas rescatados sobre la fragata «Sarmiento» merecen abundantes notas aclaratorias dada la cantidad de palabras técnicas pretenecientes al argot de la navegación a vela, que dominaba. En ambos, la estructura conceptual es la misma: zarpada, navegación, tormenta y llegada de vuelta del viaje de instrucción. En «Evangelio» toma el tema de la predicación de Cristo y la perennidad de su mensaje, la buena nueva. Está fechado en 30 de julio de 1929. «De América» es un poema que no está fechado. Trata la simbología del continente como sinónimo de lo nuevo frente a la 16
vieja Europa, sede de una inventiva fértil y cuna del progreso. Con los dos poemas dedicados a la fragata «Sarmiento» canta al buque en que realizara su viaje alrededor del mundo, describiendo la vida a bordo y las tormentas en el mar. Podemos suponer que es un poco reflejo de sus sentimientos a medida que recorría los mares navegando a su bordo.
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Fotos
Santiago Muggli al poco tiempo de haberse graduado de Guardamarina.
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Santiago junto a su famlia en Mardel Plata en 1934.
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Inspeccionando la colisi贸n de un buque.
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En una visita al Jard铆n Zool贸gico junto con su novia y la hermana y la madre de esta.
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En Gaiman.
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Su
obra
Ev a n g e l i o Van doblando las campanas De una vieja catedral Su metal me llega al alma Su misterio mucho más Son las notas que despiertan El más puro austero amor Esas notas que convidan A pensar en la oración Enmudece el alma en pena Se agiganta su pesar, El dolor la torna buena Y va expiando mucho mal Los tañidos que renuevan Desde siglos el dolor Me transportan y me elevan En otro tiempo, otra región
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Donde fuera el Hijo Santo, El pastor de humilde escuela Entre idólatras sembrando Con amor la «buena nueva» La semilla cuyo fruto Floreciera a cada paso Y que al hombre Dios impuso Para bien de su rebaño Fuente pura que redime De acechanzas nuestro ser Que nos limpia y que nos dice Quién fue el ángel de Belén Su poder es tan inmenso Y en el cielo escrito está: Que del Nuevo Testamento Jamás nadie borrará. Julio 30/1929
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De América Mundo nuevo que vieron tus orillas: las frágiles barquillas Que armara la fe del cristianismo, Tu eres la antorcha permanente, inagotable fuente, Esperanzas nuevas, el progreso mismo. Son tus montes plegados leviatanes, conjuro de titanes, Que escalar quisieran aun el cielo. Y sus ecos se sienten todavía, ¡Son gritos de agonía, Que muerden las entrañas de tu suelo! El aura sabe que tus selvas puras enormes espesuras Son, que abarcan muchas leguas, mil. El mismo, turba su quietud de fronda con invisibles ondas, Que al pasar se llevan su rumor gentil. 33
La «Sarmiento» Su gloriosa tradición por los mares se dilata. ¡Ninfas del augusto Plata, den su flácida canción! Que ya deja el murallón ostentando nuevo brío. Vedla, ya por turbio río navegando y se desliza: una boya otra baliza,1 por la popa del navío. Ronda el viento de bolina,2 deja el través3 por la aleta;4 y aquella esbelta silueta hacia una banda5 se inclina. 1 Es una marca fija en tierra o en el fondo que indica al navegante un punto notable, ya sea como referencia o como peligro. 2 Es el viento más cerca de la proa con el que puede navegar un barco. 3 Dirección perpendicular a la dirección proa-popa hacia los costados del barco. 4 Dirección intermedia entre el través y la popa. 5 Los costados de la embarcación.
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Y surca vieja peregrina, de la mar la inmensidad, la imponente soledad: ¡A todo trapo tendido! ¡Con rumbo bien definido! ¡Con soberbia majestad! Hinchado paño arrebata de la brisa los deseos va con suaves balanceos avanzando la fragata lejana tira de plata va dejando como estela ora parece que vuela, ora parece que flota, cual una ingente gaviota el navío buque-escuela. Cazado6 el paño7 otro día, se deslizaba tranquila; 6 Con las cuerdas que sirven para atraer las velas tensionadas. 7 Sinécdoque por las velas.
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mientras la roja pupila del crepúsculo moría. Nada anormal predecía luego, una mar turbulenta; mas una negra tormenta que a media noche estalló; junto a los palos8 halló su dotación9 soñolienta. Estridente toque, presto, llama a sitios de maniobra; con peligros de zozobra recuerda a todos el puesto. Curtido lobo, con gesto, que viola el rígido rito, sin ademán y sin grito hace correr los gavieros,10
8 Los mástiles. 9 Parte de la tripulación asignada a alguna tarea específica. 10 Los marineros que atienden las gavias y, por extensión, las demás velas. Hacen su tarea desplazándose por los palos y perchas de todo el aparejo.
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por los altos masteleros11 a sus señales de pito.12 Parece la noche oscura sombra de cruel histerismo, y crujir siente el abismo, la gente en la arboladura.13 Con glacial temperatura, recia mar y fuerte viento, balanceando la «Sarmiento» en plena noche de invierno, sigue a la mar, sin gobierno, en su eternal movimiento. Alboreando, la batalla ya porfiada lid reviste: entre un barco que resiste y una mar que no se calla. Pavorosa aún más estalla; 11 El tramo del medio de los tres que forman el mástil. 12 El silbato agudo con el que se modulan sonidos que en código son las órdenes para la marinería. Silbato marinero. 13 Conjunto de todos los palos, cuerdas y velas del barco.
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se suceden los bandazos14 cual titánicos abrazos con afán desesperado procurasen ver tronchado el navío en mil pedazos. El mar como una horda hirviendo de coraje se larga al abordaje sus ámbitos altas olas por la borda15 aparecen confundidas y tras recias sacudidas de las jarcias16 y obra muerta17 se desploman en cubierta por el vértigo impelidas.
14 Golpes que da la banda, el costado de la embarcación, contra las olas que constituyen la marejada. 15 Es la parte alta del costado del buque, de la cubierta hacia arriba. 16 El conjunto de cuerdas y cables que sirve para todas las maniobras de las velas. 17 La obra muerta es la parte del casco que no está en contacto con el agua, es decir, la de arriba de la línea de flotación.
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Desafiando abierto mal, arrogante y blanca toda, casi el austro a fil de roda18 va capeando el temporal. Ya no agita el vendaval, su tendida, vasta lona; notas lúgubres entona a través del esqueleto,19 que otras veces, en secreto, con San Telmo se corona.20 ¡Sabe Dios, cuánto galeón aherrojado a sus antojos, cuántos y cuántos despojos vio aquel mar en confusión! Golpes rudos de timón, dan por eco, sorda queja
18 Se dice cuando el viento entra al barco por la misma proa haciendo un ángulo de cero grados con la línea de crujía, la línea media del buque. 19 Metáfora por la arboladura. 20 Se forman en la parte superior de los palos y jarcia los llamados fuegos de San Telmo, fosforecencias debidas al agua de mar que relucen en la noche.
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y a correr21 en popa deja de las ondas, el tropel, ese indómito bajel que del vórtice se aleja. Bajo cielos desiguales ya son largas travesías: cruza mares, anchas rías, los estrechos, los canales. No hay ofensa en sus anales al concierto de naciones ni embajada, relaciones de amistad mejor alcanza, ¡Más que salvas de ordenanza no han tirado sus cañones! Ya no hay alas22 ni rastreras23
sobre gavias24 y cuchillas25 21 Correr un temporal es la técnica opuesta a capearlo. Consiste en navegar a favor del viento (cuando hay aguas libres) para escapar de sus efectos. 22 Velas auxiliares que se izan ocasionalmente, en condiciones favorables, para aprovechar el viento al máximo. 23 Ídem anterior 24 Las vergas que sostienen las velas inferiores del palo. 25 Velas triangulares que se izan perpendiculares a las velas cuadras, en la
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cubriendo cientos de millas en etapas marineras desde lejanas riberas vuelve a la patria soñada. Y así una tarde dorada; nuestra gallarda fragata, hacia las aguas del Plata va navegando escorada. Vuelve lenta al fondeadero26 adosando al murallón27 y, agitado el pabellón, por las brisas del Pampero luce su sol altanero el sol de los patrios lares que hasta remotos lugares llevó su casco delgado
línea media del barco. 26 El lugar del agua donde se tira el ancla en forma acostumbrada, apostadero habitual de los barcos por sus buenas condiciones, ya sea de reparo de los vientos, poca profundidad y buen fondo apto para que el ancla se afirme en él. 27 Del muelle.
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con que siempre ha desafiado la tempestad de los mares. Santiago J. Muggli28
28 Otra versi贸n dice: 24 Abril 932
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La «Sarmiento»ii Otra vez insaciable peregrina En pos del dilatado mar A desp[l]egar poderosas alas Ya va con incansable afán. Navega por el piélago infinito Con hidrópica sed de lejanías Navega sin cesar Con ansia irresistible En pos del horizonte va Después del horizonte, el horizonte, Y después otra vez el más allá. Abierto su ropaje blanco Que hinchado dejan los alisios suaves, Volando va por tropicales mares, Gaviota del lejano Sur. Y va serena la escorada nave, Bajo un cielo cuajado de diamantes O la bóveda gris o bien la azul 49
Allá lejos, una mancha blanca Aparece al promediar la tarde, Y oscilando imperceptible avanza A todo trapo la argentina nave. ¡La imagen de otras velas Que ocultan las capas de los siglos, Al verla, trocándose navegan! ¿Acaso el pensamiento errante No evoca pretéritas grandezas: El alma de los grandes navegantes La sombra de audaces bucaneros Que aún esperan su cantar de gesta?29 El piélago sereno, El oscuro oleaje, La mar turbulenta, Todo eso se encuentra En sus largos viajes. 29 estos cuatro versos quizás se refieran a los numerosos corsarios que armó la naciente Argentina en sus guerras con España por la independencia y con el Brasil por la Banda Oriental.
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Envuelta, en una noche, Por lóbregas tinieblas, Al pairo30 está sujeta Con sus tendidas velas. Declina el aneroide,31 El aire es sofocante, La mar serena queda. Sorprendióla apenas; Que ráfagas fugaces En rauda sucesión, A su conjuro alzasen Del mar siniestra leva.32 Las fijas dotaciones Que por cubierta lleva, Y al pie de cada palo Se yerguen somnolientas,
30 Se dice cuando el barco de vela está sin viento y en consecuencia no tiene propulsión. 31 Baja el barómetro; es decir, se aproxima una tormenta. 32 Marejada, oleaje.
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Arfadas33 y rolidos Parar apenas dejan. Curtido lobo ordena; Halar los aparejos A otros: ¡Gente arriba! Y vuelan por las jarcias, corriendo por las vergas, Los ágiles gavieros.34 Sucédense las horas Las rachas de huracán Que estremecen las jarcias silbadoras, Las olas fragorosas Agitan sin piedad. El mar, como una turba Que avanza confundida, Sus olas bramadoras Al abordaje envía Algunas hay que alcanzan 33 Cabeceos, movimiento en el sentido longitudinal del buque. 34 Véase nota n. 10.
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Las altas batayolas,35 Y otras empinadas Saltando por la borda, Ya se lanzan por cubierta Con loca algarabía. La incierta luz de la naciente aurora Revela: la esperanza ciega, Que en sorda lucha Con la mar se entrega Mantiénese a la capa Intrépido el bajel, Intrépido sortea Las vallas movedizas, Y súbitos abismos, Que el mar revuelto crea. El cordaje que vibra Las olas que rompen
35 Lugar de la banda del buque donde se estiban los coys, hamacas de dormir.
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Y el casco que cimbra No turban su nombre. La ciencia sus reglas Ha tiempo aconseja Cayendo el timón, Con mar por la popa, Del vórtice huyendo La nave se aleja. Así, la frágil quilla Cruzando vastos mares, De Mayo los colores Y el sol mostrando va. Haciendo leve escala Rodando por el mar Trazando blanca raya Ya muchos meses há. Y vuelve con nostalgias Con ansias del Crucero Y la inalterable Cruz. Así la nave airosa 54
Fragata veterana Se acerca cada hora Buscando nuestras playas Las del lejano Sur. 10/051932
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Índice
Introducción
Rasgos
biográficos
Rasgos
de su carácter
9 15
Fo t o s Su
obra
E v a n g e l i o
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D e A m é r i c a
33
L a “S a r m i e n t o ”
37
L a “S a r m i e n t o ” i i
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Este libro se termin贸 de imprimir en el mes de noviembre de 2010 en Imprenta Dorrego, Av. Dorrego 1102, caba.
Ronda el viento de bolina es el legado de Santiago Muggli que, como todo buen artista, supo hacer de lo cotidiano algo extraordinario. Su poesĂa, llena de jerga marina, nos transporta, de una manera excepcional, a las primeras dĂŠcadas del siglo xx. Al final de cada poema, se pueden apreciar ilustraciones hechas por el autor.
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