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Introducción

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Conclusiones

Conclusiones

El alto riesgo de las mujeres por participar en la política: derechos avasallados

María Eugenia Rojas Valverde

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el contexto histórico y normativo, entre otros, y en una tercera parte, se expone y evalúan testimonios, data, indicadores, sobre el acoso y la violencia política contra las mujeres en la democracia y los partidos políticos, además del análisis del estado situacional. Finalmente, se presentan las conclusiones y los desafíos. Palabras clave: democracia paritaria, igualdad sustantiva, participación política de las mujeres, violencia política, paridad.

ABSTRACT

Bolivia is one of the countries of Latin America that has shown progress in the political participation of women in a meaningful way, in a scenario that is characterized by a diversity of events conducive to women, especially to from the decade of the 90, inserting and opening between democratic and political tensions, the gender dimension towards its formalization and institutionalization. With the purpose of contributing to the strengthening of joint democracy and the full exercise of the human rights of women in Bolivia, particularly their political rights and citizenship, this document is presented, which constitutes an it is committed to explaining the political dynamics and their particularities of discrimination against women in politics and during their public performance. Thus, the first part considers a theoretical framework, then the second, the historical and normative context, among others, and in a third part is exposed and evaluated testimonies, data, indicators, on harassment and political violence against women in the politics of women in democracy and political parties, in addition to the analysis of situational status. Finally, the conclusions and the challenges are presented. Key words: equal democracy, substantive equality, political participation of women, political violence, parity.

INTRODUCCIÓN

Teniendo como propósito la contribución al fortalecimiento de la democracia paritaria y la igualdad sustantiva que asegure el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres en Bolivia, particularmente de sus derechos políticos y ciudadanía, se presenta este documento, que constituye una apuesta por explicar la dinámica política y sus particularidades, de la discriminación hacia las mujeres en la política y durante su desempeño público.

El alto riesgo de las mujeres por participar en la política: derechos avasallados

María Eugenia Rojas Valverde

A partir de la preocupación y en la perspectiva de alcanzar la igualdad sustantiva y de género en la política entre hombres y mujeres, se han desplegado varias acciones, como las medidas afirmativas e incidencia en la legislación a partir de un marco democrático y paritario en el caso de Bolivia, buscando modificar las reglas estructurales establecidas formal e informalmente que regulan el sistema político, que se sostiene sobre el establecimiento de inclusiones y exclusiones, dependiendo de la relación Estado y sociedad civil en su historicidad. De cómo se instaura esta relación en una confluencia de fuerzas y de tensiones entre el poder hegemónico y las fuerzas sociales dependerá a quiénes y cómo se excluyen y, a quiénes y cómo se incluyen (Torres, 2010). La ampliación histórica de los derechos de las mujeres ha sido progresiva, alentada por la visibilización de las asimetrías de género. Los movimientos de feministas y de organizaciones de mujeres, en un largo proceso de vindicación de los derechos civiles y políticos, hicieron visible la exclusión de las mujeres y conquistaron los derechos políticos en su inscripción en los derechos humanos. Transcurridas más de seis décadas desde que Bolivia reconoció el derecho al sufragio de las mujeres (1952), fue en la década de los 90 cuando se demandan explícitamente los derechos de participación y representación política. La respuesta a esta demanda de las mujeres por lograr equidad se expresa en la cuota establecida en la Ley 1779 de 1997 (Sánchez, 2015). La cuota fue una de las medidas afirmativas instauradas en Bolivia, convertida en norma e incluida en otras leyes de influencia electoral, la cual permitió afianzar la presencia política de las mujeres como candidatas y autoridades electas. Posteriormente, se establece la paridad y la alternancia en la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley de Régimen Transitorio Electoral, lo que generó nuevas posibilidades en la composición en la representación política

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María Eugenia Rojas Valverde

y permitió una presencia paritaria de hombres y mujeres en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) (Sánchez, 2015). Bolivia fue uno de los primeros países en América Latina en lograr la paridad en la representación política. Este hito histórico promovió no solo el cambio cuantitativo de la composición política por sexo, sino impulsó cambios simbólicos y culturales en algunos aspectos del sistema político, pero fundamentalmente permitió instalar una normativa tendiente a la democratización del poder (Sánchez, 2015). Con la implementación de la cuota base del 30 % inicialmente, y del 50 % posteriormente, la paridad (Ley 2771 de 2004), se aplicaron medidas afirmativas que han provocado una desmonopolización de los partidos políticos –cooptados por una mayoría masculina (androcentrista) –, se ha democratizado el acceso a la representación política y, por ende, los espacios de decisión de algunos niveles políticos. También se han generado oportunidades, antes negadas, para una presencia política de las mujeres en el Estado. La incursión de las mujeres en el Estado, facilitado por el marco jurídico favorable, se ha podido lograr enfrentando y superando obstáculos y barreras en el difícil campo de batalla de la política. Las mujeres con trayectorias de liderazgos visibles fueron las que optaron por ingresar al espacio político, se manifiestan a partir de carreras políticas previas, generalmente en espacios sindicalistas, organizaciones sociales y/o del nivel local, y su participación en procesos electorales como candidatas (hace una década en su mayoría suplentes situación que fue variando paulatinamente hacia la titularidad) (Rojas, 2012a y 2014). En este contexto, el acoso y la violencia política (AVP) se gesta y viraliza debido a la amplia resistencia masculina a la incorporación de las mujeres en el juego político. Esto ha estado presente desde sus primeras incursiones en la vida política, en el proceso de politización, en el proceso eleccionario,

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en el proceso de institucionalización y hoy se manifiesta en su desempeño en los más altos cargos de representación política (Sánchez, 2015). Hacia finales de los 90, en Bolivia, la violencia contra las mujeres que se consideraba del ámbito privado fue desplazándose al ámbito público ante la presencia de las mujeres en este último.

La inclusión de la paridad en las leyes y en la CPE ha producido avances innegables en los derechos de las mujeres en el país, ya que “La igualdad tiene el potencial de actuar como eje de regeneración de las democracias” (Aguirrezabal, 2017, p.1). En Bolivia se ha transitado hacia la paridad en un escenario adverso, donde continúa la discriminación, el acoso y la violencia política contra las mujeres como aleccionador –normalizando las conductas misóginas contra las mujeres–, un denominador común y de manera constante, a pesar de la normativa favorable para el ejercicio de sus derechos; la mayor presencia de las mismas en los espacios decisionales legislativos a nivel nacional y subnacional; su paulatino empoderamiento político y, una mayor aceptación social acerca de su presencia en espacios públicos decisionales. Esta contradicción se expresa entre una importante presencia de mujeres en el Estado, en cargos electos en los niveles más altos de la jerarquía de la institucionalidad democrática (formal) y los obstáculos estructurales que limitan un ejercicio efectivo (sustantivo) en un marco de democracia representativa, intercultural y paritaria. Este es uno de los aspectos centrales a ser visibilizado en el presente artículo. Muestra la dinámica y las diferentes facetas de los mecanismos estructurales patriarcales de control y reproducción de la subordinación, en este caso: la discriminación, el acoso y la violencia política contra las mujeres.

Hoy día se encuentran variados estudios en diversos países de la región que abordan conceptualizaciones sobre las prácticas denominadas como acoso y violencia política –que incluyen, entre otras manifestaciones, la

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