Una Media Maratón con carácter internacional La Media Maratón Internacional “Ciudad de Albacete” siempre ha contado con atletas de primer nivel, capaces de correr por debajo de 3:00 minutos el kilómetro, pero sin perder su esencia de carrera popular La Media Maratón Internacional “Ciudad de Albacete” se encuentra a punto de cumplir un cuarto de siglo. En estos años ha cambiado el trazado, la fecha de celebración del evento, el sistema de cronometraje, se ha añadido una prueba alternativa como el 10K, ha evolucionado de manera notable el atletismo popular en general junto a sus índices de participación e incluso se ha modificado el nombre de la carrera. Este año presentará una gran novedad en su itinerario, pues comenzará en dirección hacia el Carlos Belmonte y recorrerá un tramo del Paseo de Circunvalación.
Esta carrera comenzó llamándose Medio Maratón San Juan de Albacete y se celebraba a finales del mes de junio. Tres años después adquirió el honorable título de carrera “internacional” y comenzó a ocupar un hueco en el calendario de la IAAF (Federación Internacional de Atletismo), además de llamarse “Gran premio El Corte Inglés”. Los apellidos crecieron y en 2000 el nombre completo pasó a ser Medio Maratón Internacional Ciudad de Albacete, “La carrera de la navaja”, pues nunca faltaba en la bolsa de obsequios la tradicional navaja albaceteña, ahora sustituida por una pieza de cuchillería por cortesía de la emblemática firma Arcos. En las primeras ediciones, los dorsales portaban un código de barras y nada más llegar a meta, los encargados del cronometraje
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pasaba un lector por el código de cada atleta, aunque el crono siempre ha estado supeditado a las decisiones de los jueces de la RFEA (Real Federación Española de Atletismo). No olvidemos que se trata de una carrera oficial, federada, de forma que todos los atletas participan alcanzan la condición de corredores
federados aunque sea con la licencia de un día. El sistema de cronometraje fue evolucionando, más tarde apareció el chip en la zapatilla y en los últimos años el sistema “Bib Tag”, un microchip incorporado en el propio dorsal que ahorra tiempo en la entrega, evita errores en su manipulación y es