CENTRO PORSCHE | BARCELONA |
“LA DIVERSIÓN NO SE ENCUENTRA EN LA COMODIDAD, LO CONTRARIO TIENDE A SER DIVERTIDO”
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ealmente no hay que ser un experto para saber que la palabra Turbo siempre ha formado parte del ADN Porsche. Desde el primer Turbo de serie, el 911 con denominación interna 930 de 1975 hasta el último 992 Turbo S, a lo largo de los años Porsche no ha hecho más que acrecentar su leyenda en todos y cada uno de sus modelos turboalimentados. Su potencia, las sensaciones que provocan al conducir, su innata exclusividad, todo ello unido a sus diseños siempre espectaculares son algunas de las cualidades que han marcado la historia de los Porsche Turbo no fabricados para la competición. Sería difícil decir cuál es el mejor de todos, básicamente porque todos lo fueron en su época, sin embargo, hay uno de ellos que merece una mención especial. El 964 Turbo S Leichtbau. La palabra “Leichtbau” en alemán significa “construcción ligera“ y esa fue, a priori, la característica más destacable de este 964 Turbo S, pero no la única. Su peso en vacío era de 1290 kgs frente a los 1470 kgs del 964 Turbo de serie, esto junto con su potencia de 381 Hp a
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PORSCHE 964 TURBO S LEICHTBAU
6000 rpm frente a los 320 Hp del Turbo de serie, conseguía una relación peso/ potencia de nada menos 3.38 kg/hp. Sus unidades fabricadas fueron 86 y aunque se fabricaron en 1992, el modelo corresponde al año 1993. Como no podía ser de otra forma, la responsabilidad de la construcción del Turbo S Leichtbau fue del departamento donde los sueños de los clientes de Porsche se hacen realidad: El Departamento de Porsche Exclusive Manofaktur. Una disminución de peso tan importante de 180 Kg se conseguía buscando la optimización del peso en todos los elementos posibles. En la parte exterior, reduciendo grosor de los cristales, prescindiendo del lavaparabrisas trasero, con un capo delantero y tapa de motor traseros fabricados en aleación de kevlar y puertas de aluminio entre otras mejoras. En su parte interior se aligeraron los asientos y se eliminó la regulación eléctrica de los mismos. Se eliminaron también los elevalunas eléctricos, el aire acondicionado, el aparato de radio, el cierre centralizado y los asientos traseros, en cierta mane-
ra exceptuando los asientos traseros, se podría decir que se eliminaron todos aquellos elementos que realmente no son imprescindibles, aunque ahora nos parezca imposible concebir un vehículo sin ellos. Mecánicamente también se eliminó la dirección asistida. En cuanto al motor el aumento de potencia se consiguió modificando el árbol de levas, las válvulas, la admisión y optimizando la inyección entre otras mejoras. Los frenos fueron mejorados con unas pinzas más grandes y unos discos modificados que junto con una menor distancia del chasis al suelo hacia posible conseguir la seguridad necesaria para controlar toda su potencia. Mediante la combinación de aumento de potencia y reducción de peso, se consiguió llegar de 0- 100 Kms/h en 4,7 segundos. Su comportamiento en conducción era excelente aunque a 4.000 Rpm el 964 Turbo S Leichtbau era realmente explosivo. Eso si, la combinación de todos estos elementos junto con la ausencia de elementos insonorizantes hacia que realmente el confort no fuera su característica principal. Esto lejos de incomodar a los afortunados
