Salutació de la Jutgessa de Pau.

Hemos entrado en una etapa de la vida sin precedentes, extraño y con muchas pruebas que se deben superar de la mejor forma posible, pues el cómo se actúa ante la adversidad siempre marca el camino que nos lleva a tomar decisiones tanto simples como de gran magnitud, atrayendo unos resultados más o menos positivos.

Son momentos de abrir el corazón y la sensatez, de abrirse a la coherencia social para mirarnos como una gran familia con el fin de que el egoísmo, la incoherencia, los desacuerdos o la maldad no tengan cavidad ahora, mañana y nunca. Cambiar el modelo individual y familiar creará un modelo distinto de sociedad porque la familia es la base de la sociedad y si la familia se enferma, la sociedad se adolece.

Hago una llamada a la responsabilidad sabiendo perfectamente qué es lo más saludable y correcto para uno mismo, para la familia y para la comunidad. A veces merece la pena hacer un recogimiento para ayudar a que la vida vaya mejor después.

Recordarles que el Juez de Paz es una figura que depende del Ministerio de Justicia y es imparcial ante cualquier ideología política, refiere funciones en tres ámbitos: judicial, penal y civil para mediar y prestar lo que se denomina auxilio judicial. Para terminar con mi escrito, un homenaje especial a estas fiestas 2020 donde la añoranza y el reconocimiento de su valor existen en los corazones de los benexamuts. ¡Alcemos las banderas de todas las comparsas en una sola por un bien común! porque lo más importante es seguir adelante con las mismas ganas de vivir.

Lola Salamanca