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El trono del Santísimo Descendimiento de Cristo, 75 años de desfile
Cada año los marrajos celebramos varias efemérides; no resulta extraño en una Cofradía que lleva, al menos desde 1641, catequizando al pueblo de Cartagena y sacando procesiones incomparables. Este 2019 se produce el 75 aniversario de la creación, por parte de Aladino Ferrer, del trono del Santísimo Descendimiento de Cristo. Para conmemorar este hecho es recomendable conocer al artista y también a la Agrupación para la que, entre otras tantas, trabajó. Consta en la costumbre marraja que desde principios del siglo XIX la Cofradía venía anhelando completar el relato de la pasión de Viernes Santo con un Descendimiento o Desenclavamiento. Así, en 1928 el entonces Hermano Mayor, Ilmo. Sr. D. Juan Antonio Gómez Quiles encargó al ya reputado escultor valenciano, José Capuz Mamano, la realización de un grupo escultórico sobre el Descendimiento, el cual sufragó con su patrimonio personal. Es de destacar que el Hermano Mayor donó la escultura con tan sólo una condición: la de que si desapareciera la Cofradía el grupo debería pasar a manos del Ayuntamiento, para que nunca abandonase Cartagena. En la mañana del 11 de abril de 1930 (Viernes de Dolores), el tren correo arribaba a la estación de Cartagena con una valiosa carga en su interior. El grupo del Descendimiento fue trasladado inmediatamente a la Iglesia de Santo Domingo, de la que saldría una semana después en la procesión del Viernes Santo. En ese momento comenzó la historia de los tronos del Descendimiento. En aquella primera procesión y las que le seguirían hasta el estallido de la Guerra Civil, el Descendimiento desfiló sobre un trono de escasa factura y autor desconocido, con una línea muy sencilla que se limitaba a una estructura de madera de poca altura, con cinco varales en proa y otros tantos en popa y cuyo cartelaje estaba constituido por cuatro candelabros de bronce que servían durante el año como iluminación de la Capilla. Desapareció, como tantos elementos marrajos, durante la contienda. Durante los años 40 se tienen escasos datos sobre el trono en el que el Descendimiento procesionaba, constando informaciones contradictorias sobre el mismo. Ya en 1941 Aladino Ferrer realizó unos trabajos para la Agrupación, aunque no podemos considerarlos como un trono propiamente dicho, sino como arreglos y molduras sobre una estructura preexistente. Esta base fue vendida a la agrupación marraja de San Juan Evangelista a mediados de los años 60. Aladino Ferrer fue un tallista y decorador nacido en Ricote en 1885, pero que pronto se estableció en Cartagena. Sus primeros pasos como artista fueron en Archena, pasando poco después a ser el discípulo predilecto de Enrique Salas. Ya en Cartagena desempeñó el oficio entre los talleres de Calle del Parque, Arco de la Caridad y por último en su propio domicilio en Calle San Cristóbal la Larga, en un modernista edificio obra de Víctor Beltrí. De su gubia salieron importantes obras civiles (oratorio de Capitanía, mobiliario del Aeródromo de los Alcázares) aunque para el objeto que nos ocupa lo más destacable fueron importantes tronos para los marrajos -era hermano de esta Cofradía-, destacando el de San Juan Marrajo, Piedad (actualmente procesiona en él, ampliado, María Magdalena) o el propio del Descendimiento. A finales de 1943 es requerido el tallista por su Cofradía para llevar a cabo un nuevo y definitivo trono para el Descendimiento. El Viernes Santo de 1944 desfila, por vez primera la creación, aunque el parecido con la realidad sea lejana: desde entonces hasta el día de hoy, el trono ha venido comportándose como un elemento vivo al que con regularidad se han ido añadiendo arreglos y mejoras, siendo en muchos casos -como veremos a continuación- trono pionero en innovaciones. En 1944 el trono fue portado a hombros de cuarenta portapasos pagados, iluminado con cartelas sencillas y abundante de flor. Destacaban las molduras en la
1930 Cartelas del trono en la Capilla Marraja 1930 - Trono primitivo Descendimiento
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1944 - Estreno Trono Aladino Ferrer
base del mismo. En 1947 se incorporaron nuevas cartelas de tubo, obra de Rafael Baillo quien dos años después crearía los hachotes de la Agrupación que aún hoy procesionan. En ese mismo año, Aladino Ferrer completó las tallas añadiendo unas esquinas labradas así como cuatro medallones con altorrelieves pasionarios, en pasta de madera. Continuó el trono su andadura hasta que en 1952 se decidió su ampliación, tanto para ensancharlo (40 cm) como para elevar su base, aplicando friso y tallado así como cuatro nuevas carteas y añadiendo los característicos dragones que rematan las varas, especial objeto de cuidado por su delicada factura. A todo ello se añadiría una renovación a fondo del dorado de las maderas. Se solicitaron varios presupuestos, siendo el de la Casa Gavilá el escogido. En 1960 se sustituyeron las cartelas de tubo, que a gusto de los hermanos desentonaban con la estética cubista del grupo escultórico por otras de talla, obra de Vicente Gomis. Ese mismo año se encargaron las características tulipas talladas, color burdeos, cuyo estilo mantiene la Agrupación. Del mismo modo se aprobó en Junta General la supresión de los portapasos pagados, sustituyendo el sistema de tracción por chasis de ruedas. En 1961 estrenó el Descendimiento bombillas con forma de vela, siendo el primero de Cartagena y probablemente de España en incorporarlas. Al año siguiente, en 1962, los deseos de la General se llevaron a cabo y se invirtió una importante cantidad para dotar al trono de ruedas. También intervino otro tallista, Rafael Eleuterio, para crear las cubrefaldetas de talla de madera y oro con los escudos de la Cofradía, Agrupación y Ciudad. Enrique Carabal llevó a cabo el dorado de las esquinas y cartelas. En 1965 se amplió el trono (al igual que se había ensanchado en 1952) aunque esta vez a lo largo, para dar mayor cabida y espectacularidad al paso. El citado Enrique Carabal fue el encargado de tal colosal obra que requería de un desmontaje completo del trono. Refería por carta a Leonardo Bódalo en 1966: “menudo quebradero llevo con el Trono del Descendimiento, para postre, ayer mismo, recibí de Rafael Eleuterio cuatro piezas de talla de la prolongación”. Durante toda la década de los 60 la Agrupación del Descendimiento se hizo cargo del tercio de la Verónica, procesionando el grupo de Coullaut Valera en nuestro trono. Así lo haría, también entre los años 1980 y 1993 el grupo de la Primera Caída, que ocupó en la Madrugada el trono del Descendimiento hasta que fue estrenado el suyo propio. En años pretéritos se ha planteado, sin éxito, que se recuperase el trono a hombros. La decisión de la General ha sido mayoritaria en estas décadas, afirmando que la rueda da solemnidad y empaque a un paso como el del Descendimiento. En 1975 se volvió a dorar el trono en los talleres de los Hermanos Lorente en Nonduermas (Murcia), no requiriendo éste más arreglos hasta que en 1992 y tras un desafortunado accidente en Viernes Santo, al volver al almacén, resultó gravemente dañado. En esa ocasión el tallista Manuel Feria del Río, quien también trabajó en los trabajos de restauración de la capilla, fue el escogido. Procedió a repararlo íntegramente y renovar los bajos del mismo, que presentaban importantes signos de carcoma. En la noche del Viernes Santo de 2014, el Descendimiento desfiló completamente iluminado por diodos LED, así como con nuevas tulipas de lustre renovado. Esta iniciativa, de la mano de Leandro Victoria Navas, introdujo en la Semana Santa de Cartagena en el año 2008 dicho sistema eléctrico con los hachotes de la primera Caída, el cual han ido adoptando multitud de tercios con posterioridad. Otro hito en la historia de innovación que ha acompañado, desde 1944, al trono del Descendimiento. Este artículo bebe directamente de las fuentes documentales contenidas en el libro “El Descendimiento de Capuz en Cartagena (1930-2005)”, obra de D. José-Eduardo Pérez Madrid (†). Pueden adquirirse los últimos ejemplares en la sede social de la Cofradía Marraja, siendo los beneficios obtenidos por el mismo destinados íntegramente a los fines sociales de la Fundación Marraja.
1960 Trono a hombros 1966 Grupo de la Verónica en el Trono del Descendimiento
Javier Pérez Bódalo.
Secretario de la Comisión de Observancia de la Regla de la Cofradía Marraja
Detalle cartelas