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Formación Cofrade

La importancia de la formación dentro del mundo cofrade

Hoy en día, en nuestra sociedad se vive de espaldas a Dios, como si Dios no existiera; nos da vergüenza decir que somos cristianos y es muy difícil dar testimonio de nuestra fe y, a veces, se hace casi imposible. Pero somos cofrades, y las instituciones cofrades tienen una identidad religiosa que no puede ser enmascarada. Pertenecer a una cofradía no es sólo salir en procesión. La vida de las cofradías está ligada a la formación cristiana y su finalidad se centra en el culto simbolizado en las sagradas imágenes titulares, sin olvidar la presencia de Nuestro Señor Jesucristo y la intercesión continuada de su Santísima Madre.

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Muchas cofradías “mueren” durante el año para resucitar en Cuaresma.

Ante la ausencia de valores internos, las cofradías van perdiendo

cada vez más sus raíces, convirtiéndose en un atractivo turístico más. Así las cofradías se llenan por fuera y se vacían por dentro. Y ante ello, somos nosotros los que tenemos que poner remedio a la situación.

Las cofradías no se crearon para sacar grandes y bellos pasos, esto debería ser la culminación, pero, no el principal fin.

La Semana Santa concita muchas voluntades, pero no podemos dejar que no se demuestre su sentido más profundo. Celebramos junto a Ma-

ría, el misterio de la Muerte y la

Resurrección de su Hijo. Es la expresión máxima de nuestra fe, con la idiosincrasia de nuestro pueblo. Las procesiones de Semana Santa son una fiesta cristiana, pero que, sin la fe, pueden quedar simplemente en un mero espectáculo. Si no existe un foco único, y principal, como es el camino hacia Dios, a través de las diferentes advocaciones, de los Cristos y Vírgenes, así como los santos que se procesionan, las procesiones serían un mero cortejo de obras, de más o menos arte, que carecerían de significado.

El Papa Benedicto XVI, calificó a las cofradías como “escuela de vida cristiana y talleres de santidad”, de ahí la importancia de la formación.

Según dice el Papa Francisco existen “algunos riesgos y límites de la cultura de hoy. En ella se manifiestan: La ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la acedía cómoda, consumista y egoísta; el individualismo, y tantas formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso actual” (Gaudete et Exsultate). Por eso nos encontramos con niños que quieren salir o salen en los desfiles procesionales, y que tienen un desconocimiento total de la fe, de la existencia de Jesucristo, de la Virgen y de Dios.

Las cofradías no se entienden sin su estética y su manera de vivir la fe, pero sin ella no seríamos una cofradía. Sin la fe, las cofradías, serían una asociación artística, histórica o cultural.

Procesionamos a Jesucristo triunfante entrando en Jerusalén, viviendo su Pasión agónica, su

Muerte y su Gloriosa Resurrección; acompañado de la Virgen en todos esos momentos y, si no tenemos el foco en esos personajes, nuestras procesiones carecerán del sentido espiritual y cristiano que deben de tener.

Por ello, el primer punto principal de formación, será ese foco espiritual de saber que esas procesiones nos han de conducir a Cristo, y este Resucitado, porque como dice San Pablo, si no creemos en Cristo, y éste Resucitado, “vana es nuestra fe”.

Las cofradías son comunidades cristianas y en ellas Jesucristo es el elemento que nos une, es el principio y la finalidad de una cofradía, junto a su Madre la Virgen.

Por otro lado, los cofrades debemos saber que muchas de las personas que ven nuestra procesión en la calle tienen poca experiencia o contacto con la iglesia y los sacramentos, y eso aumenta nuestra responsabilidad. La salida procesional se convierte en una verdadera catequesis popular, por ello, debe reflejar una profunda religiosidad, seriedad y respeto.

La formación es un derecho que están reconocido en el derecho canónico.

(Cfr. CIC, 231 §1). Para las cofradías la faceta misionera y evangelizadora es bastante novedosa, acostumbradas durante siglos a dar culto público a sus titulares y ejercer labores de ayuda comunitaria a los necesitados, precisamente cuando las hermandades, probablemente, fueron las primeras ONGs de la historia haciendo Caridad.

Formación, ¿sobre qué?

Por su dimensión cofrade, esta formación deberá combinar los contenidos básicos de la fe, con otros que hagan referencia a la propia identidad. Sobre la necesidad de la formación, primeramente, debemos saber los cofrades para que estamos y por qué existen las cofradías.

La formación espiritual y cofrade del hermano es fundamental, tanto para él mismo como para el funcionamiento de la cofradía. Sin la formación adecuada la transmisión de los valores de fe y patrimoniales, dentro y desde las cofradías, no serán las adecuadas, siendo muy importante que el cofrade esté formado espiritualmente y en diferentes facetas como arte, patrimonio, mantenimiento y restauración; el manejo adecuado de estos elementos, la historia de la cofradía y, fundamentalmente, el porqué de las mismas, para qué están constituidas y cuál es su fin.

Es indispensable que los miembros de nuestras cofradías sepan unir muy bien su condición de cristianos, dentro de unas asociaciones de la Iglesia, y su presencia en el mundo en medio de la sociedad, dando auténtico testimonio cristiano.

Los temas que, referidos a la fe, deben ser tratados especialmente en la formación de los cofrades serán el aspecto espiritual y religioso, principal y fundamental. Tratar personalmente la fe y su promoción con la celebración de la Eucaristía, conocer los Evangelios, así como el pasaje evangélico que se procesiona, y acercarnos a los Sacramentos con frecuencia.

Además, debemos formarnos en la historia y el porqué de nuestras cofradías, lo que representan, su desarrollo histórico, así como sus patrimonios de imágenes, tronos, vestuarios, bordados, sus composiciones musicales y otras realidades artísticas. Es obligación de los hermanos de una cofradía, el conocer y saber los estatutos, sus derechos y sus obligaciones.

Formarse en la fe

Por supuesto es el principal punto en el que debemos hacer hincapié en la formación. Si no hay fe, solo estaremos procesionando trozos de madera sin ningún sentido espiritual, que no nos llevarían a ningún lado, solo a la satisfacción personal de “lucir” esos elementos. Decía Santo Tomás que la necesidad de una sólida formación doctrinal religiosa es el soporte indispensable de nuestra fe y de una vida plenamente cristiana en toda ocasión. En ocasiones, esta formación comienza por el repaso del Catecismo de la doctrina cristiana y por la constancia en la lectura espiritual, formándonos, para así poder contrarrestar mejor esa ola de ignorancia religiosa que, a todos los niveles, recorre el mundo. Si tenemos buena doctrina en nuestra inteligencia no estaremos a merced de los estados de ánimo y del solo sentimiento, que puede ser frágil y cambiante.

“Nuestro culto agrada a Dios cuando allí llevamos los intentos de vivir con generosidad y cuando dejamos que el don de Dios que recibimos en él se manifieste en la entrega a los hermanos” (Gaudete et Exsultate, Papa Francisco).

Deberemos formarnos sabiendo permanecer en la esperanza del Amor Misericordioso de Dios. Siempre tendremos en cuenta que Dios es un Padre Misericordioso, que está abierto continuamente a la acogida. Y nosotros, a su ejemplo, deberemos ser siempre misericordiosos y abiertos al perdón con los demás.

En la Parábola del Hijo Pródigo, el padre siempre espera, y corre para dar la bienvenida en la vuelta a casa al hijo que se había marchado, y eso a pesar de que, este no tuvo un comportamiento adecuado. Igualmente, nosotros, aunque estemos alejados de la Fe, siempre podremos volver al Padre, Él nos espera siempre, no juzga, sino que, lleno de misericordia, abraza a su hijo que estaba perdido y ha regresado.

¿Para quién la formación?

Todos los cofrades deben formarse. Todos, desde el primero hasta el último, incluyendo también los sacerdotes que sustentan las capellanías de las cofradías, pues aunque estén perfectamente formados en el significado del evangelio y los sacramentos, suelen carecer de experiencia procesionista y de lo que concierne a lo específico de las cofradías como desfiles, patrimonios, peculiaridades, etc., conocimiento que les resultará esencial para poder proponer medios espirituales de formación y comprender mejor los enfoques procesionistas de algunas cosas.

Si no se tiene la adecuada formación cofrade, el anuncio del Evangelio, de la predicación de Nuestro Señor, así como lo referente a su Pasión, Muerte y Resurrección, no se transmitirá o no se vivirá adecuadamente. Con la mis-

ma lógica, si no se entiende el sentido cristiano de las cofradías, no se podrá hacer catequesis de sus procesiones, ni caridad, ni apostolado.

La formación en la Cofradía del Resucitado

Este curso se está realizando una serie de charlas de formación en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, en las que se ha tratado sobre qué son las cofradías y qué es ser cofrade, y que para serlo debemos estar convencidos de que hay que ser cristianos primeramente y vivirlo, porque si en el resultado final de la procesión no está Dios, carece de sentido el hacer procesiones.

También se ha hablado de lo que son los derechos y deberes de los hermanos cofrades y de la preparación al Adviento. En otra charla, se ha tratado la conservación y restauración del patrimonio cofrade, de la Santa Misa y la Eucaristía. Asimismo, se ha hablado sobre la técnica del desfile en la Semana Santa de Cartagena, con las peculiaridades diferentes, en sus formas de desfilar, según cofradías y agrupaciones, tratando también del pecado, el sentido del mismo y el Sacramento del perdón.

Contamos, en la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado, con un calendario de temas establecido para tratar durante dos años, que cuenta con charlas cofrades y charlas espirituales:

Charlas Cofrades: ¿Qué es una Cofradía? Tipos de Cofradías. Estatutos de la Cofradía del Resucitado. Derechos y obligaciones de los Cofrades. Conservación y restauración del Patrimonio de la Cofradía. La técnica del desfile en la Semana Santa de Cartagena. Historia de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado. Breve historia de las Cofradías Hermanas de Cartagena. La Música, elemento imprescindible en la Semana Santa. Arreglo floral.

Charlas Espirituales: ¿Qué es ser Cofrade? ¿Qué es ser cristiano? Charla de Adviento donde nos preparamos para la venida del Señor. La Santa Misa. La Eucaristía. La Confesión. El Pecado. Charla de Cuaresma y Penitencia. María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia. La Alegría de la Resurrección. El Espíritu de Servicio. La Familia. La Caridad y la Humildad. Jesucristo Resucitado, fundamento de nuestra Semana Santa. La Cofradía parte de la Iglesia. La Cofradía, una Comunidad Cristiana. Cultura litúrgica, los Tiempos Litúrgicos. La misión del Cofrade en el mundo. La Oración.

Las charlas las están dando, y las van a dar personas cofrades o ajenas, que tienen la suficiente experiencia en el tema y comunicación, sobre los temas que se imparten y cualificación, para el tipo de charla y destinatarios que las reciben.

La formación, sólo mi cofradía ¿o conjunta?

En mi humilde opinión, la formación debería ser uniforme o conjunta en lo espiritual para todas las cofradías, bajo la dirección del Obispado, o a través de la Delegación de Hermandades y Cofradías, así como en temas de conservación de patrimonios, arte, música, economías, ley de protección de datos y privacidad, etc.

La historia de la aparición de las Procesiones de Semana Santa y sus representaciones en distintas ciudades o países, deben ser comunes, incluyendo las locales. Luego serán tratadas de diferentes formas las historias particulares de cada una de ellas. Mucho se habla sobre el papel de la juventud en el mundo de las cofradías. Para unos, el joven es el futuro de las mismas, para otros una necesidad. La formación y el acompañamiento de los jóvenes debe de llevarse voluntariamente y transmitirse por los hermanos de la cofradía, cuidando de su formación en las dos vertientes, espiritual y cofrade.

Todo ello se debe realizar desde el conocimiento de la juventud actual con sus valores, tantos positivos como negativos, e intentar darles frutos espirituales a través de convivencias, charlas informales, excursiones o cursos específicos. Y si la formación cofrade es necesaria para los jóvenes, aún más es para los cargos de responsabilidad, ya que éstos deben de ser modelo de fe cristiana en medio de la sociedad y serán el modelo, quienes enseñen a los futuros cofrades en su incorporación a la cofradía y posteriormente a cargos de responsabilidad.

Una vez comprendidos los fines principales de la formación y con la vivencia espiritual adecuada, la salida procesional será el culmen de todo

un año de vida en comunidad de

amor y fraternidad, y ese ambiente manifestará y dará a entender, nuestra forma de vivir la pasión de Nuestro Señor.

Es necesario hacer descubrir, al público menos formado, la riqueza de nuestra fe y qué es lo esencial. Entonces se visualizarán de otra manera, las prácticas religiosas que se venían realizando como una obligación y ahora se podrán realizar como una necesidad interior.

Mª Ángeles Fuentes Fructuoso

Mayordomo de Formación Cofrade Cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado

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