Cartagena Semana Santa 2019
Formación Cofrade La importancia de la formación dentro del mundo cofrade Hoy en día, en nuestra sociedad se vive de espaldas a Dios, como si Dios no existiera; nos da vergüenza decir que somos cristianos y es muy difícil dar testimonio de nuestra fe y, a veces, se hace casi imposible. Pero somos cofrades, y las instituciones cofrades tienen una identidad religiosa que no puede ser enmascarada. Pertenecer a una cofradía no es sólo salir en procesión. La vida de las cofradías está ligada a la formación cristiana y su finalidad se centra en el culto simbolizado en las sagradas imágenes titulares, sin olvidar la presencia de Nuestro Señor Jesucristo y la intercesión continuada de su Santísima Madre. Muchas cofradías “mueren” durante el año para resucitar en Cuaresma. Ante la ausencia de valores internos, las cofradías van perdiendo cada vez más sus raíces, convirtiéndose en un atractivo turístico más. Así las cofradías se llenan por fuera y se vacían por dentro. Y ante ello, somos nosotros los que tenemos que poner remedio a la situación. Las cofradías no se crearon para sacar grandes y bellos pasos, esto debería ser la culminación, pero, no el principal fin. La Semana Santa concita muchas voluntades, pero no podemos dejar que no se demuestre su sentido más profundo. Celebramos junto a María, el misterio de la Muerte y la Resurrección de su Hijo. Es la ex-
presión máxima de nuestra fe, con la idiosincrasia de nuestro pueblo. Las procesiones de Semana Santa son una fiesta cristiana, pero que, sin la fe, pueden quedar simplemente en un mero espectáculo. Si no existe un foco único, y principal, como es el camino hacia Dios, a través de las diferentes advocaciones, de los Cristos y Vírgenes, así como los santos que se procesionan, las procesiones serían un mero cortejo de obras, de más o menos arte, que carecerían de significado. El Papa Benedicto XVI, calificó a las cofradías como “escuela de vida cristiana y talleres de santidad”, de ahí la importancia de la formación. Según dice el Papa Francisco existen “algunos riesgos y límites de la cultura de hoy. En ella se manifiestan: La ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la acedía cómoda, consumista y egoísta; el individualismo, y tantas formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso actual” (Gaudete et Exsultate). Por eso nos encontramos con niños que quieren salir o salen en los desfiles procesionales, y que tienen un desconocimiento total de la fe, de la existencia de Jesucristo, de la Virgen y de Dios. Las cofradías no se entienden sin su estética y su manera de vivir la fe, pero sin ella no seríamos una cofradía. Sin
la fe, las cofradías, serían una asociación artística, histórica o cultural. Procesionamos a Jesucristo triunfante entrando en Jerusalén, viviendo su Pasión agónica, su Muerte y su Gloriosa Resurrección; acompañado de la Virgen en todos esos momentos y, si no tenemos el foco en esos personajes, nuestras procesiones carecerán del sentido espiritual y cristiano que deben de tener. Por ello, el primer punto principal de formación, será ese foco espiritual de saber que esas procesiones nos han de conducir a Cristo, y este Resucitado, porque como dice San Pablo, si no creemos en Cristo, y éste Resucitado, “vana es nuestra fe”. Las cofradías son comunidades cristianas y en ellas Jesucristo es el elemento que nos une, es el principio y la finalidad de una cofradía, junto a su Madre la Virgen. Por otro lado, los cofrades debemos saber que muchas de las personas que ven nuestra procesión en la calle tienen poca experiencia o contacto con la iglesia y los sacramentos, y eso aumenta nuestra responsabilidad. La salida procesional se convierte en una verdadera catequesis popular, por ello, debe reflejar una profunda religiosidad, seriedad y respeto. La formación es un derecho que están reconocido en el derecho canónico.
COFRADÍA NUESTRO PADRE JESUS RESUCITADO 93