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75 años entre Palmas: Historia de la Procesión de Domingo de Ramos

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Formación Cofrade

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75 AÑOS ENTRE PALMAS:

HISTORIA DE LA PROCESIÓN DE DOMINGO DE RAMOS

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En 2019 se conmemora un aniversario, de esos de fechas redondas, a los que tan aficionados somos los procesionistas. Hace 75 años que salió por primera vez la procesión de Domingo de Ramos. Es un aniversario que incumbe a todos los californios actuales en mayor o menor medida, pues todos hemos tenido que ver, en una forma u otra, con esta procesión. Dicho aniversario no tiene que ver con la fundación de ninguna agrupación, ni con la llegada o restauración de una imagen; no hay detrás del mismo una sola agrupación que pueda llevar el protagonismo de la conmemoración. Sin embargo, creo que es especialmente importante, pues la que fue, durante mucho tiempo, la “procesión más joven” de los californios, como gustaba decir tópica y repetitivamente a los cronistas, por sus especiales características es especialmente querida por todos nosotros y por muchas otras personas que no tienen por qué pertenecer de forma activa a la Cofradía.

Personalmente y desde una óptica histórica, los aniversarios y conmemoraciones cofrades creo que deben ser un momento para reflexionar sobre el sentido y la evolución de nuestras procesiones. Y en este caso mucho más aún, considerando que esta procesión ha cambiado enormemente desde su primera concepción y se ha ido reinventado a lo largo de los años, permitiéndonos del mismo modo ver de qué forma han cambiado nuestra cofradía y nuestras agrupaciones y, también, aunque quizás no nos demos cuenta a primera vista, nuestra forma de concebir los desfiles procesionales.

La Procesión de Nuestro Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén, la procesión de la burrica, de las palmas, de los niños, de la cantera california,…, que de todas estas formas y algunas más es conocida, desde luego no es lo que era. Cuando en 1944 se echó a la calle por primera vez, lo hizo como una procesión corta, en la que participaba un tercio hebreo de adultos con colores muy variados, con un vestuario confeccionado con las túnicas de Miércoles Santo, y con un solo trono, siendo la participación infantil casi anecdótica, como en las demás

Tercio de hebreos adultos. Foto Archivo Gabriel García Romera (AGGR)

Trono de la Entrada de Jesús en Jerusalén en los primeros años de la procesión. El hebreo es posible que fuera el apóstol que estaba en pie en el antiguo grupo de la Cena de Riudavest. Foto Archivo de la Cofradía (ACNPJPP) , cedida por Antonio Manuel Martínez Soto (AMMS)

procesiones. Este desfile fue la respuesta california a la instauración definitiva como tal procesión de la de las Promesas marraja el Lunes Santo y al nuevo desfile en 1943, aún perteneciente a la Cofradía Marraja, del Domingo de Resurrección. Tras ciertas vacilaciones sobre la continuidad de la procesión de Domingo de Ramos, ésta fue evolucionando cada vez más hacia un carácter eminentemente infantil, hasta que en 1953 se constituyó el primer tercio propiamente de tal tipo: el de San Juan Evangelista, imitado prontamente por las agrupaciones de la Cena (de carácter más bien juvenil y femenino, aunque sólo participó durante un corto periodo de tiempo), San Pedro Apóstol y la Virgen. Una procesión corta pues, a la que se le quiso dar algo de variedad incorporando en 1963 el trono de la Samaritana, aunque, realmente, el traslado de este grupo, que participaba en la procesión de Miércoles Santo desde el siglo XVIII, escondía algo más, como se verá posteriormente. Avanzando en el tiempo, a finales de los años 70 la procesión alcanzó un nuevo estadio, con la generalización de la participación de otros tercios infantiles, filiales de los tercios titulares de la procesión de Miércoles Santo, de la que, la procesión de las palmas, se convertiría en la práctica en un ensayo a largo plazo. Este proceso, en el que el interés fundamental de los californios se centró en los aspectos relacionados con el desfile, el orden, los valores y rasgos propios de cada agrupación y la constitución de una cantera para el futuro, culminó en 1998, cuando, con la incorporación del tercio infantil de Soldados Romanos, la procesión fue ya exclusivamente de niños. Finalmente, en los últimos años, el interés se ha centrado en algún otro aspecto, siguiendo el curso del mundo cofrade en general: mejora de la imaginería y aparición de los grupos juveniles de portapasos.

La creación de una nueva procesión

En el marco habitual en las procesiones cartageneras de la rivalidad entre californios y marrajos, asumido por ambas cofradías desde hacía décadas, es donde cabe situar el nacimiento de la nueva procesión california del Domingo de Ramos. Así, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno había institucionalizado desde el final de la Guerra Civil dos nuevas procesiones, que se añadían a sus tradicionales desfiles de Viernes Santo. Por un lado, el traslado que con mayor o menor solemnidad realizaban desde hacía décadas desde su almacén de la calle del Adarve hasta la iglesia de Santo Domingo de algunos tronos para sus procesiones, se había transformado el año anterior de 1943 en la Procesión de las Promesas del Lunes Santo1. Y, además, también ese año habían echado a la calle la procesión de Domingo de Resurrección2, aunque por diversas circunstancias la misma devino en una cofradía independiente de la marraja.

1 El Noticiero, 25-3-1943 2 El Noticiero, 26-4-1943

Arca de la Alianza sobre un trono a ruedas. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

Así pues, los californios decidieron sacar una nueva procesión que, por otra parte también completase el ciclo pasionario local, con el ya único día huérfano de desfiles hasta entonces, el Domingo de Ramos3. Y para ello probablemente tomaron como modelo la procesión que en el primer día de la Semana Santa se había celebrado por primera vez en 1943 en Madrid, donde la Hermandad de Cruzados de la Fe había organizado un desfile con una imagen realizada en los Talleres de Olot de Jesús, a lomos de un pollino, bendiciendo con su mano derecha. 4 En ambos nuevos desfiles, el madrileño y el cartagenero, también influyó la concepción triunfal de la religiosidad externa, propia del nacional-catolicismo entonces imperante. No obstante, es posible que, en una procesión que se prestaba mucho a la participación de niños en la misma por su carácter menos severo, influyera también el antecedente de la procesión infantil que, durante algunos años de la década de los 10 y los 20, había realizado la Cofradía de San Juan, algunos de cuyos primitivos cofrades estaban integrados, ya adultos, en la Cofradía California. De esta forma, al poco de finalizar la Semana Santa de 1943, la prensa anunciaba la decisión california de sacar la nueva procesión, ya autorizada por el obispo, aunque se hablaba de que se celebraría en la mañana de Domingo de Ramos.5 Algunos miembros de la Cofradía comenzaron a trabajar en su preparación, fundamentalmente en la búsqueda de financiación. Resulta curioso que el primer documento existente en el Archivo Californio sobre esta procesión provenga de la Cofradía Marraja: se trata de una carta que envió el Hermano Mayor marrajo al californio quejándose de la utilización, para recaudar dinero por parte de una nueva agrupación california, que como veremos a continuación no estaba constituida realmente, de un nombre prácticamente idéntico al de la marraja de Nuestro Padre Jesús Nazareno, lo que habría provocado varias confusiones en diversas instituciones que disgustaron a los marrajos.6

Según se desprende de la documentación california, la Agrupación en 1943 realmente no estaba creada, sino que

3 Pues la liturgia de la Iglesia existente en ese momento no permitía las procesiones en el entonces denominado Sábado de Gloria 4 Guevara Pérez, Enrique y Rivera Pérez, Mariano, Historia de la Semana Santa de Madrid, Silex, 2004, p. 248 5 El Noticiero, 7-5-1943 6 Archivo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en el Paso del Prendimiento (en adelante ACNPJPP), Documentación de Secretaría General, 1943. “Carta del Hermano Mayor Marrajo al Hermano Mayor Californio”, 31-12-1943.

algunos hermanos se habían lanzado a preparar la nueva procesión, sin contar con la autorización de la Mesa de la Cofradía, cosa que provocó los recelos de ésta, síntoma evidente de que la, hasta cierto punto, nueva y pujante forma de organización de las procesiones, basada en las agrupaciones, estaba chocando con las viejas estructuras centradas en los mayordomos. Signo inequívoco de ello fue el acuerdo que autorizó finalmente la creación oficial de la nueva agrupación, que como se ha comentado anteriormente fue posterior al inicio de sus actividades, y en el que, además de autorizar al salida de la nueva procesión el Domingo de Ramos por la tarde del año 1944 “como vía de ensayo” y nombrar a Antonio Ruiz Garrigós presidente de la misma, amonestó a los miembros de la neonata agrupación por “haber invadido funciones de esta Cofradía”.7

Inmediatamente comenzaron a tenerse noticias de los detalles de la nueva procesión. Así, las imágenes del grupo serían de Sánchez Araciel, restauradas por Nicolás Martínez, e irían sobre el trono del Ósculo, que en esas fechas no salía todavía el Miércoles Santo pues aún no se habían hecho las nuevas imágenes de Benlliure. 8 No hay constancia documental de dónde procedían las imágenes, pero es posible que fueran algunas de las utilizadas por la cofradía sanjuanista en la procesión de Lunes Santo, pues lo que sí se sabe es que el titular de dicha Cofradía había sido realizado por el citado Sánchez Araciel y podría no ser la única escultura que hubiera realizado para los sanjuanistas. El trono sería portado por 54 portapasos y un capataz de los que se conserva la relación nominal.9 El itinerario para la nueva procesión, que saldría a las 4 de la tarde, estaría formado por las calles Aire, Jara, Tres Reyes,

Triga. Foto ACNPJPP, cedida AMMS Soldados Romanos. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

Honda, lado norte de la plaza de San Francisco, Arco de la Caridad, Caridad, Serreta, Parque, Santa Florentina, Puerta de Murcia, Mayor, Cañón y Aire10, solicitando al vecindario que engalanase los balcones para darle mayor realce a la procesión.11 En la misma también participó la Banda de Cornetas y Tambores del Regimiento Mixto de Artillería número 3.12 No hay constancia escrita, aunque sí fotográfica, de cómo irían vestidos los participantes en la procesión, pero sabemos que iban con trajes hebreos, igual que había ocurrido en Madrid,13 conformados con los vestuarios de los tercios de Miércoles Santo.

Este último aspecto parece que fue problemático, pues no había unanimidad en la Cofradía sobre la conveniencia de celebrar la procesión, y se achacaba a que, al utilizar los vestuarios de Miércoles Santo, estos se estropearían. Así, tras la Semana Santa se acordó que solamente se autorizaría esto para dicha procesión y siempre y cuando los vistieran los mismos penitentes que lo hacían en la procesión de Miércoles Santo.14

7 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 12-1-1944 8 El Noticiero, 15-1-1944 9 ACNPJPP, Documentación de Secretaría General, 1944, “Relación del personal de portapasos pertenecientes al Trono de Entrada en Jerusalén”, 2-4-1944 10 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 21-2-1944 11 El Noticiero, 30-3-1944 12 ACNPJPP, Documentación de Secretaría General, 1944, “Saluda del Coronel de Artillería al Hermano Mayor Californio”, 24-3-1944 13 Guevara Pérez, Enrique y Rivera Pérez, Mariano, Op. cit. p. 252 14 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa, 12-4-1944

Carroza. Foto Archivo General de la Región de Murcia (AGRM), Archivo Casaú (AC)

1945: Una procesión con polémica

A pesar del éxito de la procesión de 1944, parece que no todos los californios estaban conformes con su celebración. Síntoma de ello son los problemas ya comentados en torno al vestuario y a la propia agrupación, cuya disolución fue propuesta por el consiliario Francisco de la Cerra.15 Continuando con ello se suscitó una polémica en la prensa local y en la propia Cofradía sobre una nueva celebración de la procesión en 1945, pues recordemos que la procesión de 1944 se había aprobado a modo de prueba. Por lo que se puede inferir de la lectura de las actas de la Cofradía, que, en ocasiones, callan más cosas de las que dicen, había dos bandos en torno a este tema: los partidarios de su celebración de nuevo y definitivamente, encabezados por el propio Hermano Mayor, marqués de Fuente el Sol, y los detractores de la misma, entre los que se encontraban algunos de los mayordomos más influyentes de la Hermandad. Inicialmente se decidió no celebrar la procesión, con la poco explícita justificación de “no considerarlo conveniente el Cabildo”16 y con un ajustado margen de 21 votos en contra de la salida y 17 a favor.17 No obstante, fue preciso dar más explicaciones tanto al Cabildo General, como al público y así, el Miércoles de Ceniza se dijo que “dado el estado económico de esta Cofradía (…) y el deterioro que supone a las ropas de nuestro vestuario, se acordó por los Cabildos de Mesa y Pleno de Mesa no realizarla este año”.18 Y en la prensa del día siguiente se argumentó que la decisión se debía a “la falta de recursos económicos y carencia de vestuario”, así como la necesidad de ahorrar para completar la procesión de Miércoles Santo, en la que faltaba por reincorporarse aún el Ósculo.19

No obstante, apenas dos día después, probablemente por la presión ejercida por los que estaban a favor de la procesión, entre los que se encontraba como se ha comentado el propio Hermano Mayor, se decidió revocar la decisión en un Cabildo Permanente, “bajo la condición de sea costeada por esta Agrupación” (la de la Entrada de Jesús en Jerusalén) y que se comprometa a hacer vestuario propio.20 Desde luego no hubo tiempo ni ocasión de fabricar un vestuario nuevo, pero sí de incorporar algunas novedades en la procesión: la triga, tirada por caballos pertenecientes al californio Francisco de Lara Dorda, y la participación de la banda de clarines a caballo del Regimiento de Artillería de Paterna, cedidos por el capitán general de Valencia, Miguel Abriat y Cantó.21

La Agrupación obtuvo diversas ayudas para la celebración y organización de la procesión en tan poco tiempo y quiso agradecerlo con una nota publicada en la prensa en la que reflejaba los diversos colaboradores en la misma: la Agrupación de Fabricantes de Chocolate de la provincia,

15 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa, 3-1-1945 16 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa , 5-2-1945 17 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa, 7-2-1945 18 ACNPJPP, Acta del Cabildo General, 14-2-1945 19 El Noticiero, 15-2-1945 20 ACNPJPP, Acta del Cabildo Permanente, 16-2-1945 21 El Noticiero, 21-3-1945 ; ACNPJPP, Documentación de Secretaría General, 1945, “Contrato entre el Regimiento de Artillería nº 17 de Paterna y la Cofradía California”, 20-3-1945 y ACNPJPP, Memoria 1945

Niñas hebreas pertenecientes probablemente al tercio de la Santa Cena. Foto ACNPJPP, cedida AMMS que costeó los gastos del trono, un grupo de ganaderos y Francisco de Lara, “alma de la procesión”, Alfonso Cerdán y los hermanos Pina.22

Unos días después, Juan Cualquiera, posible seudónimo de Juan Jorquera del Valle, publicó en la prensa un artículo titulado “La procesión del Domingo de Ramos. Meditaciones de un espectador ingenuo” en el que expresaba su opinión personal sobre el crecimiento de las procesiones, que reflejaba la de muchos otros cartageneros, en el que sostenía la imposibilidad de frenar la pujanza procesionista que estaba provocando el crecimiento del número de desfiles y tronos en las procesiones, señalando que “nuestras procesiones tienen una personalidad tan fuerte, una vida tan autónoma y tan pujante que viven y vivirían en las cofradías, sin las cofradías y contra las cofradías si preciso fuera” y apoyaba el crecimiento de las mismas fundamentado en que “el amor de la ciudad a sus procesiones es capaz de todos los milagros” y si las procesiones son tan hermosas “¿por qué sujetarse a los seis a los siete tronos? Y porqué no aumentarlos”.23

Evolución de la procesión de Domingo de Ramos: Hacia un desfile infantil

Parece pues, que la procesión se asentó definitivamente en el marco de la Cofradía California, queriendo evitar el nuevo presidente nombrado en noviembre de 1945, José Derqui López-Cuervo, posibles problemas como los que habían llevado a que la, en principio marraja, Agrupación de Nuestro Padre Jesús Resucitado se constituyese en cofradía independiente a finales de 1943. Así se explica el hecho de que el mayordomo californio solicitase al Cabildo de Mesa que se ratificase el carácter definitivo de la salida de la procesión del Domingo de Ramos24 y que se hiciese constar en acta que la Agrupación de la Entrada de Jesús en Jerusalén era california y formaba parte de la Cofradía. 25

Personajes bíblicos. En primer término Herodes, detrás el Faraón. Foto: AGGR

22 El Noticiero, 24-3-1945 23 El Noticiero, 27-3-1945 24 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 15-12-1945 25 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 7-1-1946

Trono de la Samaritana en la procesión de Domingo de Ramos. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

Una vez aclarados los extremos anteriores y asentada la procesión, ésta en los años siguientes mantuvo su carácter inicial, de procesión de adultos, aunque con una cada vez mayor presencia infantil, a la que se prestaba dicho desfile por su carácter más alegre y bullicioso que los restantes desfiles pasionarios. Además, parece que la participación femenina también era notable, siendo destacados ambos aspectos por la prensa y citando especialmente la salida de la denominada “carroza alegórica de la Cofradía”, que debía de ser una especie de góndola o carroza sobre la que iban “lindas muchachas ricamente ataviadas”,26 y para la que utilizaron un trono que habían adquirido a la ciudad de La Unión antes de la Guerra Civil y que había servido, antes de utilizarlo de carroza, como “carro de enchufes”.27

Tras la abundancia de noticias de los primeros años, tanto en la prensa como en las actas de los cabildos, estas se reducen notablemente en los años siguientes, destacando solamente el carácter alegre y bullicioso que tenía la procesión, de tal forma que se comentaba que a la recogida de la misma, en la puerta de la iglesia formaba el pueblo hebreo y las bandas participantes para aclamar al trono de Jesús a su llegada a la misma, poniendo fin a la misma la interpretación del himno nacional y una traca.28

Los únicos cambios que conocemos, aunque de algunos de ellos no tenemos referencia exacta, fueron la sustitución de la imagen de Jesús, pues dejó de salir la de Sánchez Araciel, por la que Benlliure había hecho para la Santa Cena y que, finalmente, no fue utilizada para dicho grupo. Del mismo modo sabemos que dejaron de salir los clarineros a caballo y fueron sustituidos por el tercio completo de judíos.29

La demanda de participación de niños en la procesión fue tal que en 1950 la Cofradía se vio obligada a ampliar el vestuario del pueblo hebreo para los mismos30 y, en vista de ello, la Agrupación de San Juan decidió confeccionar un tercio exclusivamente para niños de nueve a once años, vestidos de blanco y rojo, pero con una peculiaridad muy notable y era que irían “formados como los tercios de capirotes”.31 Es este uno de los hitos más significativos en la evolución de esta procesión, pues comienza a adquirir su carácter netamente infantil y con la forma de organizar los tercios a semejanza de los mayores, empieza a perder parte de esa espontaneidad y bullicio que le otorgaban los niños, para pasar a ensalzarse el elemento que en ese momento ya eran definitorio de las procesiones cartageneras, frente a otros valores que había tenido la procesión en sus orígenes, el orden y la seriedad en el desfile. Además, se consideraba que de esta forma el tercio sería un vivero de procesionistas adultos. Así, se decía que los componentes del nuevo tercio de hebreos serían “los sanjuanistas del mañana”32 o “un vivero de penitentes que en su día se incorporarán a los tercios de mayores con verdadero entusiasmo, disciplina y espíritu de sacrificio”.33 En definitiva, el cronista reflexionaba sobre el significado de la procesión y le atribuía dos finalidades: por un lado, conseguir que la procesión fuera espectacular y atractiva; y, por otro, encauzar y preparar a los chiquillos en las lides pasionarias. De hecho, este mismo cronista34, realizó una previsión de futuro que tardó casi 50 años en cumplirse, manifestada en forma desiderativa: “quién sabe si algún año quedará convertida definitivamente en un conjunto total y absoluto juvenil”.35

26 El Noticiero 15-4-1946 27 Ortiz Martínez, Diego, “El antiguo trono del Cristo de los Bomberos (posteriormente de los Mineros) de La Unión en las procesiones californias”, Haz de Lictores, 16, 2015, pp. 29-32 28 El Noticiero, 29-3-1947 y 20-3-1948 29 El Noticiero, 11-3-1949 30 El Noticiero, 13-3-1950 31 El Noticiero, 25-2-1953 32 El Noticiero, 30-3-1953 33 El Noticiero, 25-3-1954 34 Es posible que fuera Luis Linares Botella, sanjuanista californio y asiduo colaborador en temas de procesiones de El Noticiero. COFRADÍA CALIFORNIA

En ese mismo año de 1953 participaron también por primera vez en la procesión de Domingo de Ramos los personajes bíblicos que, de esta forma, se recuperaban después de las varias décadas que hacía que habían dejado de salir en la de Miércoles Santo. Ese primer año salieron Moisés, David y Herodes con dos esclavos negros, así como varios trompeteros que acompañarían al Arca de la Alianza.36 La intención era ir incorporando más personajes con el tiempo, pero finalmente sólo lo hizo al año siguiente el Faraón con sus esclavos con abanicos, colocándose el arca de la alianza en una carroza sobre ruedas,37 y en 1964 el Sumo Sacerdote.38

El éxito de la participación ordenada sanjuanista en la procesión impulsó a otras agrupaciones a participar también en la misma, remarcándose de esta forma, cada vez más, otra característica muy notable de la Semana Santa cartagenera en esta época: la importancia de las agrupaciones y el deseo de mantener las características propias de las mismas39, cuestión que sería fácil transmitir a los más pequeños. De esta forma, al año siguiente se incorporó un tercio juvenil femenino de la Agrupación de la Santa Cena40, de vida efímera pues dejó de salir en 1961; en 1957 el de San Pedro Apóstol,41 y en 1959 el de la Agrupación de la Santísima Virgen.42

Así, con estas nuevas incorporaciones se configuró el modelo de procesión que perduró hasta finales de los años 70: una procesión corta, con un trono solo, el de la burrica, al que en 1963 se añadió el de la Samaritana, procedente del Miércoles Santo, con el argumento de darle más variedad a la procesión43 que, a pesar de su brevedad, se hacía monótona, y con la única participación adulta del tercio de soldados romanos y de los personajes bíblicos. La carroza o “góndola”, por su parte, que estaba en pésimo estado de conservación, dejó de participar en 1971.44 Con su supresión prácticamente desapareció la última reminiscencia festiva y espontánea de esa procesión. Únicamente los grupos de nazarenos que, cada cierto espacio se fueron intercalando entre los tercios, rompían la característica seriedad cartagenera en el desfile.

Lógicamente, y como ya hemos comentado anteriormente, al primar el interés por los valores del desfile y de los rasgos propios de cada agrupación, las imágenes que

Pueblo hebreo y carroza. Foto AGGR

35 El Noticiero, 30-3-1954 36 El Noticiero, 25-2-1953 37 El Noticiero, 2-4-1954 38 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa 6-5-1963 39 Huertas Amorós, Ángel Julio, “La procesión del Domingo de Ramos”, El Flagelo, 12, 2002, págs. 8-13 40 El Noticiero, 10-4-1954 41 El Noticiero, 13-4-1957 y Garrido Romera, Gabriel “Recuerdos”, El Flagelo, 12, 2002, p. 28 42 El Noticiero, 24-2-1959 y Cerra Martínez, Francisco, de la, “Tercio Infantil de la Agrupación de la Stma. Virgen del Primer Dolor”, El Flagelo, 12, 2002, págs. 29-30 43 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa 21-5-1962 y Acta del Cabildo de Mesa 22-2-1963. Ese era el argumento que se esgrimía, pero realmente el motivo era que los cofrades de entonces no entendían la presencia de la Samaritana en la procesión de Miércoles Santo. 44 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa 22-2-1971

Hebrea. Foto de estudio realizada por Matrán. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

se procesionaban no estaban en primer lugar en el orden de prioridades de los cofrades. De hecho, del arreglo floral, de los tronos, de los vestuarios de las imágenes y de otros aspectos, realmente se ocupaba la Cofradía y, en algunos casos, la Agrupación de la Entrada de Jesús en Jerusalén que, en la práctica no era una agrupación en el pleno significado del término, pues no tenía detrás de ella un grupo humano que se encargara de vestir los trajes y procurar medios económicos para la procesión, sino que estaba reducida a algún que otro colaborador y al mayordomo presidente que fue durante bastante tiempo José Alajarín Rodríguez. En 18 años los únicos gastos que realizó la Agrupación fueron la adquisición de las nuevas imágenes de los hebreos del trono de la burrica que talló Sánchez Lozano, unas pelucas para los personajes bíblicos y algunas reparaciones en la triga.45

La procesión de Domingo de Ramos como un Miércoles Santo en pequeño

La llegada del nuevo sistema político a España a finales de la década de los 70 que se vio en algunos casos como premonición de graves problemas para las procesiones, en cambio abrió un nuevo esplendor en las cofradías en todo el país. Y Cartagena no fue la excepción. En estos momentos en que también, con la llegada del sistema de las autonomías, se fomentaron las particularidades regionales y los rasgos definitorios que individualizaban a cada grupo, ocurrió algo similar en las cofradías y agrupaciones. Es por ello que, a partir de 1978 cada agrupación california va a querer tener su propio tercio infantil, al que transmitir sus peculiaridades, y que éste se convierta en su cantera y en el vivero al que hacía referencia el articulista de El Noticiero a mediados de los años 50.

45 ACNPJPP, Documentación de Secretaría General, 1983, “Reformas hechas en la Agrupación de N. P. J. en la Entrada en Jerusalén desde abril del año 1966 en que me hice cargo de la misma como Mayordomo-Presidente”, 12-1-1983 46 Huertas Amorós, Ángel Julio, Op. Cit.

Hebreos del tercio de San Juan (blanco y rojo). Foto ACNPJPP, cedida AMMS

En apenas 20 años, los que van de 1978 a 1998, la corta procesión california de Domingo de Ramos, que ya tenía en germen estas características, se convierte en un ensayo a largo plazo de la Magna Procesión del Prendimiento.46 Y además, no sólo eran los niños hebreos, sino que también en la procesión del domingo se quería concentrar a todos los niños nazarenos, pues es también en estos años cuando se eliminaron del miércoles con el argumento de la pérdida de solemnidad y el alargamiento excesivo de la misma.47 La primera agrupación que inició el camino reseñado fue la de la Flagelación48 en 1978 (aunque con el precedente de la participación de un tercio femenino de San Juan en 1977 que se añadía a los dos masculinos que ya desfilaban, con el objetivo de ser formador de las futuras miembros del nuevo tercio adulto para Miércoles Santo del Juicio de Jesús), siendo seguida por la Oración en el Huerto en 1980,49 el Prendimiento en 1981,50 Ósculo en 1989, Santiago en 1991, Granaderos en 1992, femenino de San Pedro en 1993, Coronación de Espinas y Santa Cena en

Hebreos del tercio de la Virgen California

47 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa 5-3-1973 48 ACNPJPP, Acta del Cabildo Pleno de Mesa 6-2-1978 49 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 7-2-1980 50 ACNPJPP, Acta del Cabildo de Mesa, 3-6-1980

Pueblo hebreo. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

Soldados romanos en pasacalles. Foto ACNPJPP, cedida AMMS Personajes Bíblicos. En primer término Moisés y detrás el Rey David. Foto ACNPJPP, cedida AMMS

1994, Sentencia en 1996 y, finalmente, Soldados Romanos en 1998.51

Lógicamente, el alargamiento de la procesión, compuesta casi exclusivamente por tercios de hebreos con palmas o ramas de olivo, la hizo enormemente monótona, por lo que algunas agrupaciones empezaron a pensar en sacar un trono con imágenes que le diera mayor diversidad y que se ajustara al esquema típico de las procesiones cartageneras: tercio, banda de música y trono. No obstante, los escultores y tallistas buscados para dar forma a estas nuevas incorporaciones no eran de primera fila. Lo importante para los procesionistas en estos momentos era la incorporación del tercio a la procesión y la configuración de la denominada cantera, quedando la calidad de trono e imágenes, que lógicamente exigía una importante inversión económica, relegada a un segundo lugar. Así se explica que, en todos los casos en estos años de nuevas incorporaciones, primero participara el tercio y, años después, lo hiciera el pasaje evangélico. De esta forma en 1981 la Agrupación de la Virgen incorpora el grupo de Jesús con los niños de Manuel Ardil52 después de estar participando en la procesión desde 1959 sólo con el tercio. Este proceso continuó también con la Unción en Betania, obra de Jesús Azcoitia, de la Flagelación, incorporado al año siguiente; en 1992 con el grupo Jesús camino de Jerusalén: la mala acogida de los samaritanos de Antonio Labaña de la Agrupación de la Oración en el Huerto;53 Los Milagros de Jesús: la curación del ciego de Juan José Quirós para la Agrupación del Ósculo en 1993;54 y del mismo escultor en 1994 Las Tentaciones de Jesús para el tercio infantil del Prendimiento.55

La peculiar iconografía de este último paso, con la representación de Lucifer en el mismo, junto con la escasa calidad general de las imágenes supuso la paralización del proceso de incorporación de grupos de este tipo, e, incluso, en el citado caso del tercio infantil del Prendimiento, la

51 Para los tercios que no se han citado documentos de la Cofradía California, vid. Huertas Amorós, Ángel Julio, Op. Cit. 52 http://www.virgencalifornia.com/tercio-infantil.asp (consultado el 23-2-2019) 53 https://oracionhuerto.com/historia/historia-domingo-ramos/ (consultado el 23-2-2019) 54 http://www.osculo.com/ini.htm (consultado 23-2-2019) 55 http://www.elprendimiento.org/agrupacion.html (consultado 23-2-2019)

retirada del grupo que no volvió a salir en ninguna procesión más. La paralización de las novedades escultóricas duró 8 años, reiniciándose el proceso a partir de 2002, año en el que la Flagelación, que era consciente de la baja calidad de su conjunto imaginero, sustituyó el grupo escultórico de Azcoitia por otro de mejor factura, realizado por el escultor, casi podíamos decir de cabecera para los californios en el siglo XXI, José Hernández, quien entregó ese año una nueva Unción en Betania. Dos años después, la Agrupación de la Virgen sustituyó su grupo de Jesús con los niños por otro del mismo escultor citado, quien también realizó en 2006 las del Bautismo de Jesús para la Agrupación del Prendimiento y las de la Imposición del Primado en 2007 para el tercio masculino de San Pedro, cuyo paso tradicional en esta procesión de la Samaritana sería procesionado a partir de entonces por el tercio femenino de la misma Agrupación. Finalmente, la procesión se completó escultóricamente hablando, al menos hasta el momento, pues todavía participan en la misma algunos tercios sin trono, con el Sermón de la Montaña de Luis González Rey en 2004 para la Agrupación de la Coronación de Espinas y con la Elección de los Zebedeos de Juan José Quirós para la Agrupación de Santiago Apóstol en 2008 (aunque el grupo estaba realizado con anterioridad).

Es evidente que la procesión de Domingo de Ramos refleja los cambios que estaba experimentando nuestra Semana Santa. Y por ello, en la misma han ido apareciendo, en pequeño pues pequeños son sus protagonistas, las mismas novedades que han surgido en las procesiones de adultos. Así, tras unos años en los que la inmensa mayoría de tronos de las procesiones principales fueron colocados sobre ruedas, a partir de los años 80 se produjo un proceso de recuperación de los portapasos, ya no pagados como antiguamente, sino devotos. Y ese proceso exitoso entre los adultos también se quiso repetir en esta procesión, esgrimiendo el argumento, ya algo manido, de la cantera. La primera Agrupación que dio el paso de crear un grupo de portapasos juveniles fue la del Ósculo que, cuando incorporó su grupo escultórico de los Milagros de Jesús lo hizo sobre un pequeño trono portado a hombros de jóvenes en 199356. Posteriormente siguieron su camino, ya incluso aumentando el tamaño de los tronos, el Sermón de la Montaña en 200457, la Imposición del Primado en 200758 y la Samaritana en 2009, con la peculiaridad de que este trono sería portado por mujeres,59 siguiendo también ese mismo fenómeno ya llevado a cabo algunos años antes en las procesiones adultas. Unos últimos aspectos de este procesión son la desaparición oficial de la Agrupación de la Entrada de Jesús en Jerusalén, que realmente no existía como tal desde hacía bastantes años, que tuvo lugar a principios de 1983, cuando el mayordomo presidente de la misma, José Alajarín Rodríguez, hizo entrega al Hermano Mayor de los saldos de la misma y una memoria de las escasas actividades llevadas a cabo por dicha Agrupación, o más bien solamente por el propio presidente, en los últimos 20 años.60

También hay que citar la incorporación como piquete a esta procesión de la Sección de Honores de la Agrupación de Granaderos, a partir de finales de los años 90 por la insuficiencia de soldados profesionales para dar escolta a todas las procesiones.

La procesión, como se ha visto, fue evolucionando más rápidamente que las estructuras de la Cofradía, lo que había dado como resultado una procesión bastante caótica en su comprensión narrativa, pues lo habitual era que los tercios que se iban incorporando ocuparan en la procesión un puesto en orden inverso a su antigüedad en la misma, independientemente del pasaje evangélico que llevara cada una de ellos. Esta situación, absurda para los espectadores de la procesión, se decidió resolverla, acordando en un Cabildo de Mesa adoptar como orden de procesión el orden evangélico y la colocación en la cabeza de la misma de los granaderos, personajes bíblicos y soldados romanos.61

En definitiva pues, la situación de la procesión de Domingo de Ramos hoy en día refleja la concepción actual de nuestras procesiones y hace que la misma se debata en una dualidad que nos recuerda lo que comentaba Juan Cualquiera en los primeros años de esta procesión allá por los años 40. Por un lado está el dinamismo de las agrupaciones, su necesidad de crecimiento y de asegurar el futuro con un tercio infantil; por otro, la idea de que quizás no sería razonable alargar más esta procesión con nuevos tercios y tronos de agrupaciones que actualmente no los tienen. El resultado final de ello será ya motivo de otro estudio.

Rafael Manuel del Baño Zapata

Mayordomo Archivero Cofradía California

56 http://www.osculo.com/ini.htm (consultado 23-2-2019) 57 Baño Zapata, Rafael Manuel, del, “Evolución histórica de la Agrupación de la Coronación de Espinas de la Cofradía California II (1991-2007)”, El Flagelo, XXVI, pp. 16-21, 2016 58 Cervantes Vidal, Fulgencio, “Memoria 2006-2007”, Tiara, nº 14, 2008, pp. 9-30 59 Cervantes Vidal, Fulgencio, “Memoria 2008-2009”, Tiara, nº 16, 2010, pp. 47-59 60 ACNPJPP, Documentación Secretaría General, 1983 , “Carta del Presidente de la Agrupación de Nuestro Padre Jesús en la Entrada de Jerusalén al Secretario General de la Cofradía”, 19-1-1983 y “Reformas hechas en la Agrupación de N.P.J. en la Entrada en Jerusalén desde abril del año 1966 en que me hice cargo de la misma como Mayordomo-Presidente” 12-1-1983. 61 ACNPJPP, Acta de Cabildo de Mesa 30-11-2005

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